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Los desmemoriados ya son menos

No hace mucho leí un artículo de prensa muy interesante, trataba sobre la memoria y cómo el hombre en su afán de guardar toda la información, su cerebro le falla. Cualquiera de nosotros nos agrada la idea de pensar que recordamos todo, pero lamentablemente esto no es cierto al cien por cien. El cerebro, ese órgano tan misterioso para los científicos aun en el siglo XXI, nos confunde. Según ese estudio, el cerebro no guarda toda la información sino tan solo “pedacitos”, y luego cuando tiene que recordar toda la historia esos huecos que quedan los “rellena” con información que bien puede ser ficticia o real, es decir, imaginemos la situación siguiente: el propietario de ese cerebro juguetón, quiere recordar qué hizo en un viaje a Estocolmo, en unas fechas concretas, pues la respuesta de su cerebro sería la siguiente: “estuviste en Estocolmo entre el 25 y el 30 de junio y a la respuesta de qué es lo que hiciste, como esos recuerdos no los tengo muy claros me los voy a inventar, y voy a hacerte creer que fueron verdad, porque yo tengo ese poder, ¿cómo no me vas a creer?”. A los españoles les ha sucedido algo similar con uno de los episodios más duros de su historia, están desmemoriados, no se acuerdan o no saben qué es lo que realmente sucedió entre los años 1936 y 1975 (Faber, 2010), por eso los historiadores y ahora también los novelistas intentan “rellenar” esos huecos que tan vacíos quedaron.  Volviendo al símil del comienzo del artículo, ¿cómo se completan en la actualidad esos vanos? La nueva novela sobre la Guerra Civil, que es el hecho que trato en este comentario, es un nuevo género que tiene distintos enfoques y, todos ellos los hemos visto en las novelas que hemos ido leyendo a lo largo de este curso. El modo vivencial, es quizás el que llega a más lectores, ya que el autor hace partícipes a los lectores de la trama de su novela. Ejemplos de este tipo de novela, Luna de Lobos, en la que nos adentramos en la vida de los del monte, vivimos con ellos sus temores, sus esperanzas, nos sentimos parte de ellos, parte de su grupo. Otro ejemplo que también ha pasado por nuestras manos es La voz dormida, en esta historia, profundizamos en el tema de la mujer republicana, cómo sobreviven en el país de la posguerra. También somos cómplices de ellas, de sus intentos de fuga, de las vidas de sus seres queridos, en verdad somos una sufridora más que está junto a ellas. Ambas novelas consiguen transportarnos a ese período de manera que casi lo estemos viviendo nosotros mismos. Se podría decir que este tipo de novelas son las que la mayoría de lectores lee con avidez, porque se encuentra embebido en la trama. Con el modo reconstructivo, el autor de la novela, que no el narrador, pone a prueba al lector, ya no quiere lectores tan pasivos, quiere que pongan en duda si lo que realmente escribe es facto o ficción, o quizás ambas cosas. Ejemplos de este modo los encontramos en Soldados de Salamina, donde el autor ayudado de un narrador-protagonista que busca su identidad con ciertos toques de novela policíaca, debe desenmascarar un hecho que no sabe si es cierto o no. El otro ejemplo que leímos fue Los rojos de ultramar, el protagonista quiere entender qué es lo que le pasó a su abuelo y mientras va investigando su pasado descubre un acontecimiento, que también en este caso, no se sabe si verídico o no. El lector debe prestar más atención con estas obras, puesto que el autor juega con la línea temporal y con las distintas voces. Por último, está el modo contestatario. Las novelas que usan este modo son las que intentan debatir y hacer cuestionar al lector qué es lo que se ha contado del pasado y de qué manera, es decir el cómo. Estas lecturas requieren una mente abierta por parte del lector, ya que son relatos experimentales, no son fáciles de leer, y menos si se realiza una lectura somera, muy superficial. El lector debe poner todos los sentidos mientras lee, ya que se le preguntan muchas cosas. No pretenden dar a conocer un pasado que ya se supone se conoce, sino más bien la manera y los problemas que esto conlleva. La obra que leímos que se enmarca perfectamente en este caso es El vano ayer, donde es más difícil afiliarse a un protagonista o a otro. No interesa lo que les sucedió a los protagonistas, lo realmente interesante es cómo se relató, y con ello hacernos más críticos en materia de novelas a leer, entre otras cosas.

Un último apunte a este comentario, ¿acaso nos podría pasar lo mismo que en la novela 1984? ¿Serán capaces de borrar lo que sucedió e inventarse una nueva historia en la que creer? Yo creo que no, sabemos ahora más y queremos saber más. Pero cuidado con lo que leemos, no vaya a ser que nuestro cerebro guarde esa información como memoria fiable y no sea el caso.

Bibliografía:

  • Faber Sebastiaan, 2010, LA LITERATURA COMO ACTO AFILIATIVO:LA NUEVA NOVELA DE LA GUERRA CIVIL (2000-2007)
  • Apuntes del curso

El papel del personaje secundario Don Fernando en la novela Voz dormida (2002) de Dulce Chacón

Dulce Chacón introduce una galería amplia de personajes en su novela Voz dormida (2002). El personaje de Don Fernando representa a la burguesía urbana, una clase social distinta de los personajes principales femeninos. Es frecuentemente aludido a su apariencia al salir a la calle: se viste de una capa española. La capa simboliza un estatus que permite ventajas y protección, pero que también coloca el peso de responsabilidades sobre los hombros del propietario. La profesión de médico es considerada como una vocación, y por esa razón dejar de ejercerla es tal vez un signo de una crisis personal. Se revela que Don Fernando ha sido testigo de una matanza, y que él va en contra a su ética como médico. Por consiguiente, opta por trabajar de contable, lo que no es adecuado para un hombre de alto estatus social.

Es introducido al lector como patrón de Pepita, quien trabaja de criada en su casa. Ella tiene acceso a un secreto familiar oculto de la vista pública para mantener la apariencia de un matrimonio sin complicaciones. Ese hecho refleja las dos cosas sagradas para la burguesía, la educación formal de sus miembros y el matrimonio. Forman las constituyentes que esencialmente garantizan la continuidad de la capa social.

El médico vuelve a ejercer la medicina, curiosamente en la cárcel de Ventas donde están condenadas las protagonistas. La prisión carece de la higiene y de metros cuadrados, y la atención médica es insuficiente en su totalidad. Don Fernando demuestra su bondad al exigir mejoraciones a las condiciones pésimas de los dirigentes de la prisión.

El personaje burgués se ubica mayoritariamente en la vida urbana madrileña. Luego, conoce a la vida carcelaria y es testigo a las condiciones en que viven las mujeres encarceladas, pero al acabar el día laboral vuelve a su propia realidad. Las dos realidades son muy lejos una de otra, y Don Fernando tiene acceso a las dos. Sin embargo, en la cárcel aparece solamente como un profesional, sigue realizando su vocación tratando a las presas.

Los personajes secundarios masculinos aún más destacados son Mateo y Jaime que forman parte de los maquis. José María Izquierdo escribe en el artículo La literatura de la generación del cincuenta y la narrativa actual de la memoria (2004) que “Se recupera en ellos [los maquis] la figura del guerrillero antifranquista desde su perspectiva de luchador resistente, pero se soslaya una valoración de su posición política e ideológica.”  Al comparar la posición de los maquis con la del médico, las dos están en fuerte contraste. El compromiso político de Don Fernando merece poca explicación a lo largo de la obra, lo que da un toque de misterio al personaje. Sin embargo, es evidente que su compromiso le trae angustia en la situación sociopolítica española. A los maquis, en cambio, sus compromisos políticos, bien expuestas en la historia, les cuestan su libertad y sus parientes.

El médico es un personaje secundario estático, quiere decir que su desarrollo personal no está en el foco a lo largo de la obra. Esto no significa que es sin utilidad alguna, considerada la obra en conjunto. El personaje de Don Fernando sirve para ofrecer “un polo” burgués a los personajes principales de la clase obrera. La relación del médico con Pepita es introducido al lector como una profesional al principio. Sin embargo, los dos personajes llegan a necesitar uno a otro por razones ligadas a la situación política de la sociedad. El médico de supuestas afiliaciones izquierdas es dependiente del silencio de Pepita, mientras que a ella le hace falta el prestigio y el poder de la familia del médico. La realidad llena de interrelaciones que construye la autora refleja cómo personas de distintas clases sociales procuran mantener sus condiciones de vida en un sistema extraordinario. El lector no sabe exactamente si a él Don Fernando le gusta o le disgusta, por un lado es un personaje que siente simpatía hacia los desvalidos, pero por otro lado protege a todo lo suyo frente a la represión franquista aprovechando su privilegio. La ambivalencia que siente el lector hacia él es bien premeditada. Refleja un conflicto en que la política, las simpatías y los vínculos interpersonales no son todo blanco y negro.

El personaje de Don Fernando, aunque tiene un papel secundario en la obra, representa rasgos que forman una parte integrada de la historia en su totalidad. Sin él, la descripción de la realidad sociopolítica, y las condiciones de las mujeres del bando vencido no sería completa.

Fuentes

Apuntes de clase 20.10. Sobre La Voz Dormida (2002) de Dulce Chacón

IZQUIERDO, José María: “La literatura de la generación del cincuenta en España y la narrativa actual de la memoria“. Études romanes de Lund, 70, 2004, pp. 77-90.

Las trece rosas: representaciones artísticas y literarias en torno al suceso

Tras la lectura de La voz dormida de Dulce Chacón y la mención que se hace en la novela sobre la historia de las “trece rosas”, voy a hacer una reseña de las diferentes representaciones artísticas y literarias que han surgido en los últimos años en torno a este suceso histórico.

Con la llegada de la democracia a España, tras la Guerra civil y la dictadura franquista, a partir de la década de los 80 y particularmente en la primera década del siglo XXI han surgido innumerables creaciones literarias y cinematográficas en torno a los acontecimientos que tuvieron lugar durante la guerra y postguerra españolas. Uno de estos sucesos fue el acontecido a un grupo de mujeres conocidas como «las trece rosas», cuya historia, ya rayando en leyenda, ha sido muy difundida a través de diferentes medios.

Las Trece Rosas fueron un grupo de trece mujeres fusiladas el 5 de octubre de 1939, de las cuales nueve tenían entre 18 y 21 años y las otras cuatro 23, 24, 27 y 29 años. En España, en aquella época, la mayoría de edad era a partir de los 21 años, por esta razón a las Trece se las llamaba las Menores en la cárcel de Ventas (Madrid), donde estuvieron prisioneras antes de ser ejecutadas. En 1936, bajo el mando del Partido Comunista Español, se habían unido la Unión de Juventudes Comunistas y la Federación de las Juventudes Socialistas dando lugar a las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU). Al finalizar la guerra, la misión de las JSU era localizar a compañeros que corrían peligro, ayudar a las familias y protegerlas a la vez que esperaban conocer las medidas que los vencedores tomarían. Cuando algunos de sus dirigentes fueron detenidos y, bajo tortura, delataron a sus compañeros, esto dio lugar a que las Trece Rosas fuesen detenidas también en el mes de mayo de 1939.

El 29 de julio de ese mismo año, el comandante Isaac Gabaldón, junto a su hija de 18 años y su chófer de 23, fueron asesinados. El régimen de Franco aprovechó este suceso para acabar de una vez con una organización que le podría causar muchos problemas. Por tanto, se decidió la ejecución de 13 mujeres y 43 hombres como respuesta ejemplarizante por el crimen perpetrado. En realidad, los autores del crimen fueron tres hombres, quienes fueron detenidos un poco después, aunque no identificados como los autores del asesinato.

No fue hasta la publicación de la novela de Jesús Ferrero, Las trece rosas, en el año 2003 y el libro ensayístico Trece rosas rojas de Carlos Fonseca un año más tarde, que en España despertara el verdadero interés por la historia de las Trece Rosas. Antes de la publicación de estos libros, no existía más que un trabajo que tratara de este tema y era el de Jacobo García Blanco-Cicerón titulado «Asesinato legal (5 de agosto de 1939). Las Trece Rosas» publicado en febrero de 1985. Algunos datos sobre ellas también aparecían en el libro de Tomasa Cuevas, también de 1985, Cárcel de mujeres. La publicación de los libros de Ferrero y Fonseca desencadenó la creación de obras relacionadas con el tema en otros ámbitos culturales: los documentales Que mi nombre no se borre de la historia (Verónica Vigil y José María Almela) y Del olvido a la memoria. Presas de Franco (Jorge Montes y Tomás Sequeiros); el poema de Julián Fernández del Pozo (2004) titulado Homenaje a las trece rosas; un espectáculo flamenco de la compañía de danza Arrieritos en 2005; una obra de teatro en Barcelona en el 2006; y en el cine la película Las trece rosas de Emilio Martínez-Lázaro (2007).1

Las obras de mayor relevancia en la recuperación de la memoria del suceso de las Trece Rosas han sido los libros de Ferrero y Fonseca, y la película. Parece ser que Ferrero, al escribir su novela, no tuvo en cuenta más documentación que la proporcionada por los trabajos de los años 80, presentando estos trabajos algunas imprecisiones al no haber tenido acceso sus autores a ciertos documentos a los que Fonseca sí tuvo acceso. La intención de Ferrero era la de escribir una historia verosímil de los últimos días de las Trece Rosas con los datos generales que conocía y, al ser estos insuficientes, requirió del apoyo de elementos inventados para lograr esa verosimilitud. La novela de Fonseca, en cambio, está mejor documentada históricamente, ya que el autor tuvo acceso al sumario y a los testimonios de varias personas que habían conocido a algunas de las Trece Rosas, así como a los testimonios de algunos de los familiares de estas.

En la novela de Ferrero, las trece mujeres son caracterizadas como heroínas que aceptaron morir para que otras no muriesen en su lugar, lo cual concuerda con los mensajes esperanzadores que por carta varias de ellas enviaron a sus familiares antes de su ejecución. Fonseca, sin embargo, lo que pretende es restablecer toda la verdad y para ello da muchos detalles referentes a su detención, a las delaciones e incluso reproduce el acta de sentencia del proceso. Ferrero trata de lograr un alto grado de emoción estética y de misticismo en torno a las protagonistas en su relato, mientras que Fonseca está más preocupado por el restablecimiento de la verdad presentando a las trece mujeres como las víctimas que fueron. El guion de la película surge a partir de la obra de Fonseca, aunque sin la intención de ser un documento histórico. Sin embargo, el rigor histórico que no se ha exigido de la novela de Ferrero, sí ha contado en la valoración de la película que se la ha tachado de «irregular y superficial» (Bejarano, 2007). Es muy posible que esto haya resultado de la expectativa por parte del público de encontrarse ante un caso de cine documental, al tratarse de un hecho histórico, en lugar de una película de ficción.

Sea como sea que se haya representado este episodio de la historia de España, lo importante es que se ha traído a la memoria; y que a través de las diferentes representaciones literarias y artísticas se ha podido transmitir su verdadero espíritu, a la vez que se ha hecho una restitución de la verdad, tal como ha sido el deseo y voluntad de tantos que vivieron y fueron parte directa o indirecta de estos trágicos acontecimientos.

BIBLIOGRAFÍA

BEJARANO, Fernando (2007), «Las 13 rosas», Cine para leer. En línea en http://www.cineparaleer.com/index.php?option=com_content&task=view&id=375&Itemid=28&ref_=ttexrv_exrv_7 [21/10/2016]

CÉSPEDES GALLEGO, Jaime (2007). «Las trece rosas de la guerra civil vistas por el novelista Jesús Ferrero y el periodista Carlos Fonseca». Revista Electrónica de Estudios Filológicos. (Université Paris 10 Nanterre, Centre d’Études Ibériques et Ibéro-Américaines)

FERNÁNDEZ DEL POZO, Julián (2004). «Homenaje a las Trece Rosas». En línea: http://www.foroporlamemoria.info/documentos/poema_jfernandez_pozo_ene2004.htm# [19/10/2016]

GUARINOS, Virginia (2008). «Ramos de rosas roja. Las trece rosas: Memoria audiovisual y género». Universidad de Sevilla.

VIGIL, Verónica ; ALMELA, José María (2006). Que mi nombre no se borre de la historia. En línea : https://www.youtube.com/watch?v=vTLwDRnDCr4 [21/10/2016]

HOMENAJE A LAS TRECE ROSAS

Madrid se viste de luto,
por trece rosas castizas,
trece vidas se cortaron,
siendo jóvenes, casi niñas.

Malditas sean las almas,
de sus verdugos fascistas,
que con guadañas de odio,
segaron sus cortas vidas.

España es vuestra madre,
su cielo vuestra sonrisa.
sus campos tienen la sangre,
de unas rosas, casi niñas.

El pueblo de Madrid os quiere,
ese pueblo que abomina,
de salvadores de patrias,
de rojos y de fascistas.

Madrid es patria de todos,
su nombre solo mancillan,
el odio de los caciques,
cuya razón es la envidia.

Las rosaledas de parques,
de esta, nuestra España chica,
reflejarán vuestras caras,
vuestras sonrisas de niñas.

Benditas seáis mil veces,
benditas vuestras familias,
malditos los asesinos,
que nuestras rosas marchitan.

Julián Fernández del Pozo

Los paratextos en la novela “La voz dormida”

Hola a todos:

Me adelanto un poco a la fecha de entrega de trabajos, subiendo hoy el trabajo del relato: La voz dormida. Muchas gracias y nos vemos el próximo jueves!

lavozdormida

  1. Introducción

Después de leer las lecturas obligatorias, Luna de lobos y La voz dormida, he de reconocer que me ha cautivado y ha conseguido que opte por realizar este trabajo la pluma de la escritora Dulce Chacón. Definida como novela histórica, se desarrolla en la postguerra civil española (1939-1963), estructurada en tres partes. Fue publicada en 2002 por la editorial Alfaguara.

La trama se desenvuelve principalmente en dos sitios. La cárcel de Ventas para mujeres, donde un grupo de presidiarias republicanas hacen lo imposible por sobrevivir, las encarceladas, y una pensión de la calle Atocha, donde vive otra de las protagonistas representando la otra cara de la moneda, simbolizando a las mujeres libres.

Para este trabajo, he elegido el tema de análisis de paratextos. Observé que el ejemplar que leí no tenía el paratexto más importante, no tenía portada. Tenía en mis manos un libro negro que apenas decía en el canto: La voz dormida, Dulce Chacón. Después de leer el artículo de Edurne Portela, me hizo reflexionar cuán de importante es hoy en día una buena portada, ya que guían al lector hacia una lectura efectiva. En este trabajo trataré de analizar los paratextos de la novela y finalmente dar mi opinión sobre ellos.

  1. ¿Qué son los paratextos?

Antes de comenzar el tema de análisis, conviene mencionar de manera sucinta. En primer lugar, definir qué es un paratexto, “un discurso auxiliar, al servicio del texto, que es su razón de ser”. Así fue cómo lo definió Genette, considerado como uno de los padres de la narratología. Su finalidad es aportar más información sobre la obra en cuestión y organizar su estructura. G. Genette organiza su descripción de los elementos que integran el paratexto a partir de las clásicas preguntas: ¿quién?, ¿cómo?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿para qué? Atendiendo a estas preguntas se pueden clasificar los paratextos en: paratexto icónico (ilustraciones, esquemas, fotografías, variaciones tipográficas, diagramación, etc.); paratexto verbal (título, prólogo, índice, referencias bibliográficas, notas al pie, etc.). Otra posible clasificación sería: paratextos a cargo del autor (en muchas ocasiones es él quien redacta el prólogo, las notas aclaratorias, los índices, los títulos y subtítulos, la dedicatoria, la bibliografía, los glosarios y los apéndices); paratextos a cargo del editor (solapas, tapas, contratapas, las que constituyen lugares estratégicos de influencia sobre el público, ilustraciones); paratextos a cargo de un tercero (en algunos casos, los prólogos son escritos por personalidades reconocidas, en ciertos libros aparecen comentarios, glosas, notas al pie hechas por especialistas con el propósito de explicar o aclarar algunos aspectos, con el propósito de facilitar la comprensión. Algunos paratextos, como el título del libro y el prólogo, pueden ser el resultado de “negociaciones” entre el editor y el autor (“Los paratextos como guía de lectura”, 2016).

3. Los paratextos en la obra La voz dormida

Título: La voz dormida. Por norma general, el título se sitúa en la portada y en lomo del libro acompañando al nombre del autor y al sello de la editorial. Este título queda explicado de una manera muy poética en la parte II, capítulo 17, momento en el que Tomasa, grita en la celda incomunicada su historia, esa historia que no se había atrevido a contar nunca y que comienza a hacerlo para no volverse loca y para sobrevivir en la cárcel como le había dicho Hortensia. Al mismo tiempo el título va unido a la dedicatoria.

Dedicatoria: “A los que se vieron obligados a guardar silencio”. Con esta frase, la autora ya deja claro qué es lo que el lector se va a encontrar en su relato. La historia de la parte de los vencidos en la Guerra Civil, aquellos que tuvieron que guardar silencio. Desde mi punto de vista, existen muchos tipos de silencio, los principales que se encuentran en esta obra son: silencio de duelo (aquel que mantienes por tus seres queridos), silencio de protección (aquel para evitar delatar a tus conocidos); silencio de cobardía (aquel que usas para escapar del castigo), silencio de impotencia (aquel que debes mantener para en algunos casos sobrevivir), silencio de orgullo (aquel que mantienen las presas que son fusiladas), silencio de soberbia y orgullo (aquel que mantiene la mujer de Fernando, porque no quiere perder sus estatus social) y el peor de todos, el silencio de dolor.

Datos editoriales: Incluyendo los datos básicos de la obra, junto con los datos relevantes de la editorial. Aquí se halla la información de la fotografía de la portada. Miliciana de la “Columna Uribarry” con un niño en brazos. Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares, Madrid). Indagando más en estos datos encontré que esta Columna Uribarry fue muy activa a comienzos de la Guerra Civil. Creada por Manuel Uribarry, en Valencia, se desplazó hasta las Islas Baleares para evitar que los italianos pusieran armamento pesado en las proximidades de la Península y posteriormente se marchó al Frente de Extremadura para contraatacar a las columnas del Ejército de África que avanzaban hacia Madrid.

Epígrafes, cada parte de la novela tiene el suyo propio.

“En vano dibujas corazones en la ventana: el caudillo del silencio abajo, en el patio del castillo, alista soldados” Paul Celan. Poeta Alemán de origen judío rumano, que sufrió él mismo los horrores de una guerra. Su madre fue fusilada y su padre enviado a un campo de concentración, donde murió de tifus. Estuvo en un campo de trabajo hasta 1944. Militó activamente en las organizaciones socialistas y apoyó la causa de la República en la Guerra Civil.  La cita sugiere el contraste entre los sueños y la crudeza de la realidad (Leguen Peres, Almela Boix, Sanfilippo, 2010). La autora en una de sus entrevistas, dijo que fue un autor que le influyó mucho. Es el epígrafe de la parte I de la novela.

“Quieres llorar. Y es tiempo de sequía. Quieres llorar. Y son tus ojos girasoles marchitos” Martín Romero Moreno. Poeta extremeño, vecino de Zafra, localidad donde Dulce Chacón nació y creció. Un guiño muy especial hacia un poeta de su tierra. Es de una fuerza increíble, ya que refleja lo que está pasando en la España de la postguerra. Quieres llorar, pero no puedes, tienes muchos ojos que te miran. Ni en tu propia casa estarás tranquilo para poder llorar y contar tu historia. La sociedad de ese momento te lo impide. Refleja otro contraste entre el orgullo y el coraje frente al despotismo y la tiranía (Leguen Peres et al., 2010). Es el epígrafe de la II parte del relato.

“… si no veis a nadie, si os asustan los lápices sin punta, si la madre España cae- digo, es un decir- salid niños del mundo, id a buscarla! …” César Vallejo. Poeta peruano, figuras de la lírica hispanoamericana del siglo XX. Este poema da nombre a una de sus obras póstumas que se editaron después de su muerte, España, aparta de mí este cáliz (1940), conmovedora visión de la guerra de España y expresión de su madurez poética, el poemario canta al pueblo en lucha, a las tierras recorridas por la contienda, y en que da salida a su amor por España y a su esperanza y al absurdo de la guerra (Biografía de César Vallejo, 2016). La necesidad de luchar por los sueños y no resignarse, no rendirse. Ya que la desgracia de Hortensia al comienzo de la novela, se convierte en esperanza cuando Tensi, su hija, retoma la lucha que su madre comenzó, liberar a España de la dictadura en la que está envuelta. Es el epígrafe de la parte III de la narración.

“Y a lo lejos la empalizada temporal improvisaba el horizonte imprescindible” Luis Álvarez Piñer. Poeta y ensayista asturiano, muy ligado al partido y movimiento republicano. Este epígrafe se localiza antes de los agradecimientos, algo que no suele ser muy habitual; por lo que mucha gente ha considerado que quizás no sea un simple anexo de agradecimientos y debería ser considerado como una parte más de la propia historia.

Agradecimientos finales:

Un primer agradecimiento general a todos aquellos que han compartido su historia con la autora. “Mi gratitud a todas las personas que me han regalado su historia”

Continúa, un agradecimiento exclusivo a Pepita, la cordobesa de ojos azulísimos, y a su marido Jaime. Ya que se trata de los protagonistas que más han modelado la novela. Gracias a este agradecimiento, se puede saber que Pepita, seguía viva en el momento que se editó el libro y que su marido falleció a los pocos años de salir de la cárcel y rehacer su vida juntos en Córdoba.

Por último, la autora acaba con los agradecimientos a cada una de las personas que le han regalado su historia. Unas con nombres propios y otras sin nombre para mantener su anonimato. Con los años que han pasado y todavía hay silencio por romper. A ver si esas voces despiertan y gritan a pleno pulmón.

Para finalizar con este trabajo, comentar brevemente un detalle relativo al paratexto más importante que existe hoy en día, la portada. Cuando recogí el libro en la biblioteca me encontré con libro negro que nada más llevaba grabado en su lomo La voz dormida, Dulce Chacón. Y me dispuse a leerlo sin más. En ese momento, como lectora, no disponía de más información que el título, no pude hacerme una idea de qué es lo que estaba entre mis manos y tengo que decir que fue lo que más me gustó. Al no ver la portada con la foto la miliciana de la “Columna de Uribarry”, simplemente leí el libro y posteriormente cuando contemplé la portada, supe sin ninguna duda que la autora había hecho un trabajo exquisito, realmente la foto era “nuestra” Tensi.

Bibliografía

  • Alvarado, Maite. Paratexto (2006). Buenos Aires EUDEBA.
  • Biografía de César Vallejo. (2016). Biografiasyvidas.com. Retrieved 23 October 2016, from http://www.biografiasyvidas.com/biografia/v/vallejo.htm
  • Cervantes, B. (2016). Textos y paratextos en los libros infantiles / Gemma Lluch Crespo | Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. com. Retrieved 23 October 2016, from http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/textos-y-paratextos-en-los-libros-infantiles–0/html/361ad18e-783d-4c44-be20-83a92e797681_2.html
  • LEGUEN PERES Briguitte, ALMELA BOIX Margarita, SANFILIPPO Marina. Universos Femeninos en la Literatura Actual. Mujeres de Papel. UNED. UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACION A DISTANCIA, 2010.
  • Los paratextos como guía de lectura. (2016). ar. Retrieved 23 October 2016, from https://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__20c3a89c-7a0b-11e1-83aa-ed15e3c494af/index.html
  • Los paratextos. (2016). com. Retrieved 23 October 2016, from https://prezi.com/2ga4ilaplach/los-paratextos/

La voz dormida llevada a la música y al cine

Os dejo aquí algunas cosas relacionadas con La voz dormida que os pueden interesar.

Escuchad con atención la letra de esta canción (“Hasta siempre Tensi” de Barricada, del disco La tierra está sorda):

Tenéis aquí un artículo publicado en El País sobre el disco-libro de Barricada.

Y este documental narra el viaje de Barricada a Zafra (Badajoz), lugar de orígen de Dulce Chacón:

Para más información sobre el disco, podéis ver el siguiente artículo:

P. Folgueira (2012): “La tierra está sorda. La visión del grupo Barricada sobre la Guerra Civil”. Clío 38.

* * * * *

La voz dormida también ha sido adaptada al cine. La película, también titulada La voz dormida (2011), fue dirigida por Benito Zambrano. Aquí tenéis el tráiler:

Y aquí una crítica no tan elogiosa de la película.

Artículos sobre Luna de lobos y La voz dormida

He añadido en Matskut estos dos artículos:

Orsini-Saillet, Catherine (1998): “En torno a una poética de la forntera: Luna de lobos de Julio Llamazares“. Cuadernos de narrativa, 3, pp. 87-103.

Portela, Edurne M. (2007): “Hijos del silencio: Intertextualidad, paratextualidad y postmemoria en La voz dormida de Dulce Chacón“. Revista de Estudios Hispánicos, 41, pp. 51-71.