Perspectivas

ALMUDENA GRANDES El País – 05/04/2010

Algunas ficciones, y no ficciones, han rescatado últimamente la peripecia de los espías españoles que trabajaron para Londres durante la II Guerra Mundial. Una profunda paradoja envuelve la figura de estos agentes que se jugaron la vida por unos valores -la libertad, las libertades, la democracia parlamentaria- derrotados en su propio país gracias, precisamente, al Gobierno británico. El Comité de No Intervención resultó más decisivo para la victoria de Franco que la ayuda de las potencias del Eje. En España, en 1936, los ingleses no habían encontrado a los españoles dignos de lo que deseaban para sí mismos. En aquella guerra, “el lado correcto” no había sido para Londres el antifascista.

Los juegos de perspectiva siguen produciendo efectos de la misma perversa naturaleza, que a menudo pretenden ampararse bajo el noble abrigo de los principios. No son situaciones cómodas, desde luego, ni deseables para nadie. No existe intemperie más despiadada que aquella a la que nos exponen los nuestros, gentes o movimientos inspirados por la misma fe que profesamos. En esos casos, nada mejor que retorcer la perspectiva para situarse en el lugar del otro. Entonces, es difícil dudar de que el único “lado correcto” es aquél donde no deseamos para nadie lo que no querríamos para nosotros mismos.

Para situarse en esa posición, no es preciso traicionar nada, renunciar a los viejos ideales ni entregarse al enemigo, al contrario. El auténtico “lado correcto” es una isla en la que uno siempre está a solas consigo mismo, rodeado por la oceánica incomprensión de los demás. A veces, ese es el único precio que hay que pagar. Otras, no. Duele comprobar cómo la limpia sencillez de esta ecuación, se sigue estrellando una y otra vez con la realidad de Cuba. Extraño colonialismo, el que admite para un país ajeno lo que no toleraría en el propio.

Las Damas de Blanco retan al Gobierno cubano por cuarto día

Hoy se cumplen siete años del inicio de las redadas contra los 75 disidentes, 53 de ellos todavía en prisión

MAURICIO VICENT- El País 18/03/2010

Esta vez no hubo golpes ni violencia. Pero no faltaron los insultos y un sonado acto de repudio contra las Damas de Blanco, en su cuarto día de protestas para reclamar la liberación de sus familiares presos. Obviamente, la estrategia de las autoridades cambió: si el miércoles la manifestación de mujeres opositoras fue interrumpida por la fuerza cuando llevaban caminadas unas pocas manzanas, este jueves el grupo de Damas de Blanco pudo completar un recorrido de unos cuatro kilómetros por las principales calles de La Habana Vieja y Centro Habana, donde muchos transeúntes, niños y curiosos contemplaron el espectáculo con sorpresa.

Por la calle peatonal de Obispo, el parque Central y la avenida de Neptuno, centenares de partidarios del Gobierno siguieron a la treintena de Damas de Blanco. Las increparon en todo momento, con palabras ofensivas y consignas del tipo “Esta calle es de Fidel”, pero las mujeres estuvieron rodeadas por un cordón de seguridad y no hubo incidentes. Fue notorio el interés por impedir los problemas.

La convocatoria, en la iglesia de la Merced, patrona de los presos, tenía una significación especial: el propósito de las Damas era conmemorar el séptimo aniversario del inicio de las redadas contra 75 disidentes, el 18 de marzo de 2003, y demandar la liberación de los 53 que todavía se encuentran en prisión.

“Hoy se cumplen siete años del encarcelamiento de nuestros familiares. No vamos a dejar de marchar suceda lo que suceda, que ellos hagan lo que quieran”, dijo al iniciar la marcha Laura Pollán, esposa de Héctor Maseda, condenado a 25 años en los juicios sumarísimos de 2003. Al igual que otras mujeres del grupo, Pollán llevaba el brazo escayolado tras la bronca del día anterior. El acto de repudio terminó en su domicilio, donde Pollán y el resto de las mujeres volvieron a expresar su determinación de salir a la calle cada día hasta el próximo 21 de enero, cuando terminarán las jornadas de protesta.

Como la víspera, junto a las mujeres marchó Reyna Luisa Tamayo, madre del preso Orlando Zapata, que murió el 23 de febrero después de 85 días en huelga de hambre, suceso que ha provocado una movilización opositora sin precedentes. En un hecho inusual, la televisión cubana emitió el miércoles imágenes de las Damas de Blanco durante las protestas de esta semana, y acusó al grupo de mujeres de recibir financiamiento de Estados Unidos y de prestarse para una “campaña” de desprestigio de la revolución. Este jueves, por las calles Obispo y Neptuno, en medio de la gritería, muchos cubanos se cruzaron con ellas por primera vez.

El cubano Fariñas rechaza la oferta de acogimiento en España

Granma califica de “chantaje” la huelga de hambre del disidente. -El opositor demanda la liberación de 23 presos políticos enfermos y asegura que llegará “hasta las últimas consecuencias”

MAURICIO VICENT – El País 08/03/2010

Si quiere morirse, que se muera: el Gobierno cubano no acepta “chantajes”. Ésta es, en esencia, la respuesta del diario Granma a la huelga de hambre que mantiene desde hace dos semanas el disidente Guillermo Fariñas en la ciudad de Santa Clara. El opositor, que demanda la liberación de 23 presos políticos enfermos, ha asegurado que si el régimen no realiza un “gesto humanitario”, llegará “hasta las últimas consecuencias”.

Fariñas ha recibido hoy la visita de un diplomático español que le ha transmitido la decisión del Gobierno cubano de permitirle salir hacia España. El disidente ha rechazado la propuesta y ha insistido en que sería mejor liberar a los presos políticos enfermos. Únicamente aceptaría viajar a España si se le niega la atención en los hospitales cubanos cuando sufra un colapso.

Granma ha publicado un artículo que resume la posición oficial sobre el caso: Fariñas es un “mercenario” al servicio de Estados Unidos, como todos los opositores. Antes de convertirse en un “contrarrevolucionario”, subraya, Fariñas fue delincuente común, sancionado por hechos violentos. El diario oficial concluye que existe una campaña de prensa “orquestada por el enemigo” para desprestigiar la revolución.

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Cuba no es una democracia

FRANCÍ XAVIER MUÑOZ SÁNCHEZ El País04/03/2010

El actor Willy Toledo se ha descolgado con unas declaraciones desafortunadas que, además de sorprender, han defraudado a más de uno que observaba su compromiso político con agrado. No se puede afirmar a estas alturas, como ha hecho él, que los presos políticos cubanos son terroristas. Ni se puede equiparar la disidencia política con la delincuencia.

De hecho, constatar la existencia de presos que no son delincuentes o terroristas ya nos dice a qué tipo de Estado nos referimos, uno en el que la democracia brilla por su ausencia. Y ni el más firme compromiso con la izquierda puede justificar hoy en día la complacencia con regímenes donde al pueblo no se le da la voluntad ni la palabra, por modélico que sea el país en muchos aspectos, como afirmó Willy Toledo. Quizá sin quererlo, el actor cayó en un maniqueísmo propio de otros tiempos y le pudo el verbo más que la razón, sobre todo al utilizar el mismo argumento que las dictaduras, por él seguramente denostadas, utilizan contra sus presos políticos o disidentes.

¿Qué diría Willy Toledo del progreso económico que Pinochet dejó en Chile o de la paz social que consiguió Franco en España? ¿Justificaban la ausencia de libertad? Pues lo que no vale para ellos no vale tampoco para los hermanos Castro.

Disidencias

ELVIRA LINDO El País – 03/03/2010

La democracia es ese raro sistema que permite a los individuos expresar opiniones en contra del sistema y a favor de otros sistemas que no les permitirían el menor asomo de disidencia. La democracia es también ese sistema en el que podemos compatibilizar la denuncia de cualquier pequeño atropello a nuestras libertades con la defensa de dictaduras liberticidas. La democracia es ese sistema que me sirve en bandeja opiniones antidemocráticas que serían tachadas de traición a la patria si no fuera porque la democracia nos permite la veleidad de no ser patriotas, de no creer en nada. Ni en la democracia. No me considero una fundamentalista democrática; digamos que considero éste el más humano de los sistemas posibles. Ya es algo.

La democracia es a veces un sistema injusto y tontorrón, que pone micrófonos delante de un actor dispuesto a ofrecer la versión oficial de una dictadura e ignora a los que la padecen.

Aun así, prefiero vivir aquí. Prefiero vivir en un sistema en el que un individuo tiene el maldito derecho a difamar a un pobre obrero que tuvo la valentía de disentir de un Estado represivo. Era un traidor, dicen, un delincuente común, quizá un terrorista. Esas palabras me duelen físicamente, pero prefiero vivir en un sistema en el que pueden decirse. Es la forma de conocer a fondo al sujeto que las pronuncia.

Tal vez las declaraciones de Guillermo Toledo hayan conseguido convertir a alguno de sus compañeros de profesión en anticastristas. Hay mucha gente de la “cultura” que se siente incómoda viéndose representada siempre por los mismos. Para combatir esa molestia silenciosa les recomiendo que expresen su desacuerdo asumiendo un principio bien básico: las personas decentes anteponen los derechos humanos a las ideologías. Y, desde luego, convendría elegir a otros representantes para liderar causas humanitarias.

Imperdonable

ROSA MONTERO El País – 02/03/2010

Hace un mes hablé en este artículo del infierno de las cárceles cubanas, del maltrato sistemático y de la aterradora indefensión de los presos de conciencia. Por entonces Orlando Zapata ya estaba en plena travesía hacia su muerte, pero yo no lo sabía. No lo sabía casi nadie. La huelga de Aminetu la conocimos desde el primer día, porque España es una democracia y las noticias circulan. Pero las dictaduras feroces, y la cubana lo es, se caracterizan por silenciar los gritos de las víctimas. Y hacen algo aún peor que silenciarlas: las difaman. En los foros de Internet leo comentarios de la gentuza castrista diciendo que Orlando era un delincuente común “de lo peor”. ¿Se puede concebir una abyección más grande? Además de torturar, denigran al torturado. Es como si alguien violara a una chica, le sacara los ojos y la decapitara, y luego nosotros dijéramos: algo habrá hecho para merecerlo, la muy puta. Con las agresiones contra las mujeres ya lo vemos claro, ¿no? Pero, asombrosamente, ese sucio prejuicio sigue funcionando con los cubanos. Hablo de la absoluta inhumanidad del pensamiento dogmático, de la pereza intelectual y moral que impide que una buena parte de la izquierda asuma su responsabilidad ante el horror del castrismo. Hablo de Zapatero no diciendo ni palabra el primer día, y luego, tarde y mal, limitándose a lamentar la muerte y no a condenarla. Hablo del PSOE insistiendo en reforzar las relaciones con Cuba, una política que ya ven adónde conduce. Gracias a la presión popular salvamos la vida de Aminetu. Pero, ¿dónde están ahora los actores, los famosos, los de Izquierda Unida, todos esos que apoyaron a la saharaui? Orlando tuvo que pagar con su vida la visibilidad mediática. Ahora hay otras seis personas en huelga de hambre en Cuba reclamando derechos básicos: hay que ayudarlas. Ya se han acabado las excusas: justificar o disculpar hoy el castrismo es como justificar o disculpar el fascismo. Una indecencia imperdonable.

Cabrera Infante revive en La Habana

Se edita ‘Cuerpos divinos’, obra autobiográfica inédita de la vida en Cuba del escritor

ELSA FERNÁNDEZ-SANTOS El País19/02/2010

Foto: Guillermo Cabrera Infante en la redacción de Lunes de Revolución, en La Habana, en 1961.-“Las revoluciones son el final de un proceso de las ideas, no el principio, y es siempre un proceso cultural, nunca político. Cuando interviene la política -o mejor los políticos- no se produce una revolución, sino un golpe de Estado, y el proceso cultural se detiene para dar lugar a un programa político. La cultura entonces se convierte en una rama de la propaganda. Es decir, las ilusiones de la cultura, el sueño de la razón, se transforman en pesadilla”.

El manuscrito de Cuerpos divinos estaba, como tantos otros papeles, notas y cuadernos de Guillermo Cabrera Infante, en la casa de Gloucester Road, en Londres, donde el escritor cubano vivió hasta su muerte, el 22 de febrero de 2005. Muy a su pesar, Cuerpos divinos no era una novela sino unas memorias -“veladas”, dijo él- que arrancaban en 1958 y se cerraban (de momento) en 1962. Un libro inacabado de alto valor testimonial ya que en él se encierra, según explica Miriam Gómez, viuda del escritor, “todo el dolor” del autor de Tres tristes trigres y de La Habana para un infante difunto.

Cuerpos divinos (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores) saldrá a la venta la próxima semana. Casi 600 páginas llenas de encantos y desencantos. La Habana, el cine, el sexo, la música y, cómo no, la revolución y el exilio: “No sólo la historia, sino la geografía nos condena”, escribe Cabrera. “Han hecho truco hasta con la topografía. Nacimos en un oasis y con un pase de mano nos encontramos en pleno desierto”.

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