Conocimientos y sabiduría ancestral se fortalecen entre pueblos del norte y del sur

Texto y fotos: Andrés Tapia

Como parte de una campaña de incidencia internacional de los pueblos indígenas y comunidades locales de Norte, Centro y Sudamérica y el sudeste asiático, se mantuvo el intercambio de saberes por el fortalecimiento de los conocimientos ancestrales, estrategias y acciones conjuntas por la defensa de los territorios, entre los pueblos del sur y del norte, en el territorio del Pueblo Ancestral Yurok, ubicado al norte de California, Estados Unidos. El encuentro realizado entre el 2 y 7 de Septiembre en el campamento Redwood, región de Klamath, en los bosques de coníferas del norte de San Francisco (California), reunió a 45 líderes indígenas de 20 pueblos y 13 países, integrantes de la Alianza internacional conformada por la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), Alianza Mesoamericana por la protección de los bosques (AMPB), Alianza de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) y Alianza de Pueblos Indígenas del Archipiélago de Indonesia (AMAN), denominados los “Guardianes del Bosque”.

Tuve la oportunidad de ser parte del encuentro como integrante de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE), filial de COICA, la organización regional de los 9 países sudamericanos: Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Guayana inglesa, Guyana Francesa y Surinam, en el evento donde junto a los demás representantes pude conocer las experiencias en manejo del territorio, conservación y protección de la biodiversidad del Pueblo Yurok, así como un intensivo entrenamiento en medios, junto a la enriquecedora experiencia de intercambiar los diversos conocimientos ancestrales (eco-culturales) entre pueblos hermanos del sur y del norte.

En este importante pude aportar mis visiones en torno al reconocimiento de la diversidad eco-cultural en la Amazonía ecuatoriana, así como compartir las experiencias propias y organizativas en torno a las conexiones de las nacionalidades con la tierra y los recursos naturales amenazados por el extractivismo minero y petrolero en el centro sur amazónico; esto como una estrategia para la defensa de la diversidad eco cultural, protección del medio ambiente y rescate de la cultura de los pueblos indígenas. Solo así se explica la riqueza de vivencias experimentadas así como las conexiones y similitudes en los campos material y espiritual identificadas entre pueblos tan distantes como los Siona del Putumayo colombiano y los Yurok del Klamath; en una unidad entre el discurso la práctica vivenciada en torno al fuego en esta zona templada de Norteamérica.

 

De igual manera y como un aspecto relevante pude dar a conocer el trabajo organizativo y en otros campos en torno a la comunicación, como es la experiencia de los jóvenes comunicadores comunitarios de las nacionalidades (Lanceros Digitales) que junto a sus organizaciones de base promueven, difunden y posicionan la visión de vida de sus pueblos, todo esto en base a un profundo reconocimiento de sus raíces culturales y ancestrales, así como de los nuevos retos y demandas que afrontan en la cambiante realidad de la sociedad amazónica, principalmente con nuevas realidades surgidas en el ámbito del acceso a la educación superior, la recuperación o restitución de su modelo educativo (Sistema de Educación Intercultural Bilingüe), fenómenos socio económicos de migración del campo a la ciudad, realidades socio culturales y urbano marginales, así como su agenda de demandas y reivindicaciones en tono al proceso de lucha por la defensa del agua, la selva y los territorios en la Amazonía.

Sin duda la posibilidad de revivir en acciones concretas las prácticas y saberes de los pueblos es un insumo fundamental para la agenda reivindicativa de los pueblos indígenas en todo el mundo, que contribuyen a su proyecto político y le aportan visiones complementarias provenientes de otras realidades y perspectivas como la de los pueblos del norte, sujetos a una compleja realidad por encontrarse en el epicentro del capitalismo con los inevitables embates de la práctica y visión eurocéntrica y colonial que se trata también de una agencia que soslaya a nuestros pueblos y ante la cual la lucha histórica del movimiento indígena ha hecho un llamado a enfrentarla a través de un ejercicio de crítica constante que forme parte de una agenda decolonial tejida “desde abajo” –como reconoce Catherine Walsh- y por los pueblos, donde sean éstos los actores y sujetos históricos del cambio y la transformación de sus propias condiciones de vida en una sociedad imbuida de la colonialidad del poder descrita por Aníbal Quijano.