Diario de aprendizaje III (Enrique)

Durante esta tercera parte tratamos la novela Soldados de Salamina del escritor extremeño y profesor de Literatura Española de la Universidad de Girona, Javier Cercas (1962-), publicada en 2001, galardonada con varios premios otorgados por la crítica literaria y traducida a trece idiomas. Todo un boom comercial que avala su calidad. 

Sinopsis argumental: Un novelista retoma su carrera de escritor rastreando una historia real sucedida en los últimos días de la Guerra Civil, con el imparable avance de las tropas nacionales y los restos del Ejército republicano debatiéndose en retirada, ejecutando los presos y destruyendo las vías de comunicación. Esa historia trata de cómo el escritor y falangista Rafael Sánchez Mazas escapó milagrosamente de un fusilamiento colectivo de cincuenta presos nacionales en las inmediaciones del Santuario de Santa María del Collell, zona de Banyoles (Girona). Por un espeso bosque y bajo la lluvia sale en su búsqueda una patrulla integrada por un soldado republicano, que días antes emocionó a presos y milicianos (civiles, gente del SIM y carabineros) cantando y bailando abrazado a su fusil reglamentario (un Mauser 1893 de 7 mm, creo) el pasodoble Suspiros de España. Finalmente lo encuentra, encañona y le perdona la vida. Luego Mazas se esconde y consigue la ayuda de un grupo de payeses ex soldados republicanos (los amigos del bosque) a quienes ayudará tras la conflagración. Siempre recordará a aquel miliciano de extraña mirada que no lo delató, una asombrosa experiencia que contará mil veces. El escritor recompone las piezas de esta historia plagada de contradicciones y personajes enigmáticos. El autor, Javier Cercas, se convierte en personaje de su propia novela como el periodista que investiga el suceso para escribir su libro. En su búsqueda, además de tratar de desentrañar el secreto de la asombrosa aventura bélica, trata de encontrarse a sí mismo, “porque uno no encuentra lo que busca, sino lo que la realidad le entrega”.  

El autor divide la obra en tres partes. Durante la primera (Los amigos del bosque) encuentra la historia que está buscando. La segunda parte (Soldados de Salamina) es la narración que había estado investigando. (Recordar que con Soldados de Salamina se hace referencia al libro que Sanchéz Mazas prometió a uno de los “los amigos del bosque” escribir contando todo aquello, promesa que no cumplió). La tercera (Cita en Stockton) consiste en la búsqueda de la pieza que falta en la historia. Saber lo que no puede saberse, como se demuestra al final: ¿Por qué decidió salvar la vida de Sánchez Mazas el miliciano republicano que lo dejó huir? ¿Quién era ese hombre? ¿Cómo en una guerra despiadada algo así se puede explicar? (Esta parte es la que me resultó más cautivadora. Hago luego una breve alusión a su personaje central, el entrañable Miralles).

[D. Manuel Ruiz-Maya y Chinchilla, un querido familiar que era menor de edad al estallar la guerra, se alistó como enlace en la V Bandera de la Legión. Su padre, destacado médico psiquiatra republicano, fue “paseado” por los nacionales al comienzo. Recuerdo cuando contó que en una avanzadilla se tropezó con una patrulla republicana que le dio el alto. Cuando tras interrogarlo y golpearlo uno lo iba a matar, otro dijo “No lo mates que es un chaval”. Le pegaron un tiro en la pierna y se fueron. Lo cuento sólo por la coincidencia].  

Vi la versión cinematográfica del director y guionista David Trueba (1969-) estrenada en 2003, ganadora del Goya a la mejor fotografía en 2004 . En ella se realizan algunas modificaciones argumentales: como novelista aparece una mujer; aunque se reduce el protagonismo de la Falange y de Sánchez Mazas, éste parece no desprenderse de la connotación de héroe; asimismo se suaviza demasiado el trato de las fuerzas republicanas. 

La novela me resultó en principio muy atrayente por tres motivos: Primero el título, una alusión metafórica a la desigual batalla naval de un pasado tan remoto (480 a.C.) junto a la isla de Salamina, donde la flota ateniense, muy inferior, venció a la del poderoso Imperio Persa; segundo la cita introductoria de la obra Los trabajos y los días, del poeta de la Antigua Grecia Hesíodo “Los dioses han ocultado lo que hace vivir a los hombres” (esto lo asocié con la frase “La vida es como un hilo que me une a Dios”, que oí decir a una persona japonesa centenaria); tercero por la alta elaboración que se le presuponía, con la nota del autor “… es fruto de numerosas lecturas y largas conversaciones” y el número de agradecimientos.  

Soldados de Salamina, novela testimonio de trama detectivesca, es un ejemplo representativo de la metaficción historiográfica, una ficción que habla sobre la ficción, una novela dentro de otra novela, literatura dentro de la literatura, de una ficción extraída de la realidad. Escrita en primera persona (su modalización discursiva), el propio autor-narrador insiste mucho en que lo que cuenta no es una novela sino un relato real (“Será como una novela. Sólo que en vez de que todo sea mentira, todo es verdad”), algo que no es cierto, pues lo literario termina prevaleciendo sobre lo histórico, para construir otra historia ficticia (literaria) mediante la invención y la palabra. Parece escudriñear los hechos históricos de un modo apasionante. Se muestra el drama del casi medio millón de españoles −hombres, mujeres, niños y ancianos−, que tuvo que cruzar la frontera ante la inminente llegada de las tropas nacionales a Barcelona. A medida que avanza el relato el narrador se embelesa por la figura de los supervivientes republicanos y el olvido en que cayeron caídos (también por España) en la defensa de sus ideales. En opinión del consagrado escritor Mario Vargas Llosa :

“ … aunque las historias que nos cuenta su libro se deban más a la invención y a la magia verbal de que está hecha la buena literatura que a un rastreo de testimonios y datos verdaderos, Soldados de Salamina tiene sus raíces muy hundidas en una realidad histórica sin la cual esta hermosa ficción no hubiera sido posible”. 

En cuanto al reparto de roles sexuales, se trata de una novela principalmente masculina. Esto también se refleja en la importancia de los vínculos masculinos: hay un reconocimiento al padre ante la presencia narrativa de padres ausentes (al inicio el narrador da a conocer al lector sobre la muerte del padre, al que no olvida); Sánchez Ferlosio cuenta el fallido fusilamiento de su padre; Jaume Figueras se emociona con el recuerdo de su padre, muerto diez años atrás; con el pobre anciano de Miralles crea un estrecho vínculo afectivo, tras un único día de encuentro, un vínculo semejante al de un padre simbólico; una camaradería sin igual entre Miralles y sus compañeros de filas también está presente (hago una cita al final); asimismo, entre Bolaño y Miralles tras conocerse en el camping Estrella de Mar, con aquel dicho simbólico “Nos vemos en Stokton”, (la ciudad de los perdedores); etc. 

Los roles femeninos brillan por su ausencia. Conchi, la tercera “novia” del escritor desde su separación, es el personaje femenino más relevante. Pitonisa de televisión local conocida como Jasmine, malhablada, descreída y maternal, divertida. Toda una caja de sorpresas esta peculiarmente “compenetrada” pareja:    

“Conchi me intimidaba un poco, y desde luego procuraba que ningún conocido me viera con ella, no tanto porque me diera vergüenza que me vieran saliendo con una conocida pitonisa, cuanto por su aspecto un tanto llamativo (pelo oxigenado, minifalda de cuero, tops ceñidos y zapatos de aguja); y también porque, para qué mentir, Conchi era un poco especial”  

-“Esa misma noche, mientras cenaba con Conchi en un restaurante griego, le anuncié solemnemente, porque tenía necesidad de anunciárselo solemnemente, que, después de diez años sin escribir un libro, había llegado el momento de intentarlo de nuevo.
-¡De p. m.! –gritó Conchi…. (le explica el tema del libro):-“Tiene miga –comentó Conchi con un rictus de asco-. ¡Mira que ponerse a escribir sobre un facha, con la cantidad de buenísimos escritores rojos que debe de haber por ahí! García Lorca, por ejemplo. Era rojo, ¿no? Uyyyy –dijo sin esperar respuesta, metiendo la mano por debajo de la mesa: alarmado, levanté el mantel y miré -. Chico, qué manera de picarme el ch.
-Conchi –le recriminé en un susurro, incorporándome rápidamente y esforzándome en sonreír mientras espiaba de reojo las mesas de al lado -, te agradecería que por lo menos cuando salgas conmigo te pongas bragas”. 

Pese al desigual reparto de roles aludido, el peso específico de cada personaje parece estar bien sopesado, desde el propio narrador Cercas hasta su deliciosa novia Conchi, el ex miliciano Miralles o el escritor chileno Roberto Bolaño. Si acaso decir que el tratamiento de la Falange y del ideólogo falangista con suerte de minino (pues si no en siete, en dos salvó increíblemente el pellejo) me resultó algo espeso. Haber escatimado algunos ladrillos de esa parte del edificio que es la obra se le habría agradecido al autor, a quien hay que felicitar por el hábil juego narrativo que establece con el lector sobre la parte de realidad o de ficción de cada uno de sus personajes.   

Como muestra de las citas en la narración sobre Falange y el por qué de esta Cruzada Nacional, va la siguiente:     

“… los motivos que indujeron al puñado de hombres cultos y refinados que fundaron Falange, a lanzar al país a una furiosa orgía de sangre”.     

“Consignas y normas de estilo” (falangistas que) acabarían convertidos en el estilo de vida y las ideas que, primero adoptadas como revolucionaria ideología de choque ante las urgencias de la guerra y más tarde rebajadas a la categoría de ornamento ideológico por el militar gordezuelo, afeminado, incompetente, astuto y conservador que las usurpó, acabarían convertidas en la parafernalia cada vez más podrida y huérfana de significado con la que un puñado de patanes luchó durante cuarenta años de pesadumbre por justificar su régimen de m.”. 

Miralles, [el antiguo soldado republicano de “constitución de toro” superviviente a guerras y embolias, con ”la cabeza muy clara y la memoria intacta” (?), huérfano de patria y de lazos afectivos profundos (al escuchar música le sienta mal, “… me pongo a pensar en lo que me ha pasado, y sobre todo en lo que no me ha pasado”.) y de posesiones materiales (sus ropas, quizás algunas fotografías y unos muebles), conforme se va descubriendo al auténtico protagonista y sus valores humanos (fuerza de espíritu, resignación, modestia, …)], es una víctima más de lo anterior. En él, −como en el Gorete que conocimos a través de Elina y Julio Llamazares− se personifica al héroe olvidado y se trata de homenajear a los muchos españoles que lucharon en defensa de las libertades quedando su heroicidad no reconocida. Condición de la que reniega él mismo… :    

“En la paz no hay héroes … Los héroes sólo son héroes cuando se mueren o los matan … nacen en la guerra y mueren en la guerra … Todos están muertos”. 

… desde la mansedumbre del asilo de ancianos de Dijon que lo acoge junto a un estanque de aguas alfombradas de nenúfares, atendido por religiosas como ironía del destino: “Toda la vida despotricando contra los curas y las monjas y aquí me tiene, rodeado de monjas”. (Como contraste, recordar el escandaloso despliegue o parafernalia que rodeó al Caudillo en su último peregrinaje terrenal). El emotivo abrazo que pide al escritor al despedirse no me dejó indiferente −aunque ese gesto y mi reacción emotiva puedan rayar en la sensiblería−.  Hago eco de las palabras de Juan Ollé, co-director de una adaptación teatral de Soldados de Salamina:  

“… El European Vision acaba de anclar en El Pireo, el puerto de Atenas (…). Yo, en el balcón del camarote, devoro las últimas páginas de Soldados de Salamina. (…) Termino el libro y rompo a llorar. (…) Y en esta ambigüedad entre vida y ficción, …, me dan ganas de abrazar a Miralles, el viejo soldado republicano, porque, gracias a él y a gente como él, ahora mi hijo puede dormir y soñar incruentas batallas de soldados antiquísimos desde una siesta de luz pura (…)”.      

“La intención de llevar Soldados de Salamina al escenario nace … con el único fin de compartir con … el público algunos de los grandes “secretos esenciales” que Cercas, a través de su altísima escritura, nos invita a descifrar: ¿qué leyó Miralles en la mirada de Sánchez-Mazas? ¿Por qué el pasodoble “Suspiros de España” es una de las músicas más tristes del mundo? ¿Por qué los héroes son aquellos que no matan?                                     

Y, sobrevolándolo todo, aquellos versos de Jaime Gil de Biedma:

«De todas las historias de la Historia / sin duda la más triste es la de España / porque termina mal. Como si el hombre, harto ya de luchar con sus demonios, decidiese encargarles el gobierno y la administración de su pobreza».       

Acaba con lágrimas, las de Miralles en Stockton, las mías en El Pireo, muy cerca de Salamina”. Y las de otros muchos lectores/espectadores también, se me ocurre añadir.  

Miralles es el gran personaje del libro, el guerrero de las buenas causas, el héroe sin quererlo ni saberlo, el que sobrevive como invisible sin parientes queridos ni profundas amistades del presente, salvo las inquebrantables de antaño vivas en el recuerdo. Concluyo con las connotaciones sobre estas últimas en una frase que traslada al escritor: 

“Cuando salí hacia el frente en el 36 iban conmigo otros muchachos. Hicimos la guerra juntos. … Murieron todos. Todos. Ninguno probó las cosas buenas de la vida: ninguno tuvo una mujer para él solo, ninguno conoció la maravilla de tener un hijo y de que su hijo se metiera en la cama entre su mujer y él. A veces sueño con ellos, y entonces me siento culpable: les veo a todos, intactos, saludándome entre bromas … y preguntándome por qué no estoy con ellos… “. 

Y es que “las (malditas) guerras están llenas de historias muy novelescas”, no ya literariamente arduas de analizar sino, sencillamente imposibles de entender.   

FUENTES

La Butaca.net                                http://www.labutaca.net/films/15/soldadosdesalamina.htm 

El Ejército republicano                                     http://www.guerracivil1936.galeon.com/ejrep.htm 

Agapea Libros Urgentes                                                                  http://www.agapea.com/Soldados-de-Salamina-n104596i.htm 

Wikipedia. Soldados de Salamina.                http://es.wikipedia.org/wiki/Soldados_de_Salamin 

ClubCultura.com. Javier Cercas y el relato real. http://www.clubcultura.com/clubliteratura/cercas/cercas01.htm 

Bitó Produccions                                   http://www.bitoproduccions.com/EspectaclesDetall.asp?Programacio_Id=88 

Elena Poniatowska. La Jornada. http://www.jornada.unam.mx/2003/07/06/03aa1cul.php?origen=opinion.php&fly=1    http://www.jornada.unam.mx/2003/07/07/03aa1cul.php?origen=opinion.php&fly=1 

Mario Vargas Llosa. El Sueño de los Héroes. http://www.trazegnies.arrakis.es/cercas3.html 

José V. Saval. Simetría y paralelismo en la construcción de Soldados de Salamina. University of Edinburgh                                                                                                                    http://letrashispanas.unlv.edu/Vol4iss1/Saval.htm

4 thoughts on “Diario de aprendizaje III (Enrique)”

  1. Gracias por tu diario, Enrique. Mis comentarios son prácticamente los mismos que en cuanto a los diarios anteriores, pero aquí van de nuevo porque creo que se trata de aspectos importantes a la hora de redactar un trabajo académico, aunque se trate de un formato tan libre como el diario de aprendizaje.

    Como ya he indicado en muchas ocasiones, me alegro de que el tema del curso te interese y hasta te apasione, pero tienes una tendencia a escribir largamente e incluir digresiones en el texto, de modo que en todos los diarios has rebasado el límite acordado (de una a dos páginas). En este diario, una forma de recortar el texto habría sido eliminar, por ejemplo, la sinopsis de la obra (todos la hemos leído y ya sabemos de qué va). Asimismo, repito una vez más que en mi opinión sería más provechoso concentrarte en un tema concreto. Así podrías analizar el tema elegido más a fondo y también resultaría más fácil controlar la extensión del texto.

    Quiero también decir algo sobre el uso de las fuentes, una cuestión fundamental en cualquier trabajo académico. El artículo de Saval me parece una fuente muy adecuada, ya que se trata de un artículo científico. Sin embargo, no veo en el texto ninguna referencia a este artículo. Si lo citas como una fuente, debería haber alguna referencia a él en el cuerpo del trabajo (tampoco veo ninguna referencia a Poniatowska o a la página del Ejército republicano, si no me equivoco). Los textos de Poniatowska y Vargas Llosa me parecen también apropiados, pero creo que las referencias a Wikipedia y la página de una librería (Agapea) están fuera de lugar. Asimismo, cuando citas la fuente principal (Soldados de Salamina), estaría bien indicar el número de página y la edición de la que procede la cita.

    Ahora pasaré a comentar aspectos más particulares. Intentaré hacerlo de una forma breve:

    -Me ha chocado un poco la frase en que sugieres que el éxito de ventas de Soldados de Salamina “avala su calidad” porque personalmente no creo que el número de ventas garantice la calidad literaria de un texto.

    -Opinas que en película “se suaviza demasiado el trato de las fuerzas republicanas”. Es una observación interesante, pero hace falta justificar esa afirmación, dar argumentos o explicar por qué o cómo se suaviza.

    -En principio, me pareció muy interesante que calificases Soldados de Salamina como “novela testimonio”, pero luego me di cuenta que habías sacado esta denominación del artículo de Wikipedia. No es nada evidente o irrebatible que se trate de una “novela testimonio” y este tipo de afirmaciones habría que justificarlas. Wikipedia no es una fuente fiable o suficiente para argumentar este tipo de asuntos, deberías buscar información al respecto más bien en artículos publicados en revistas especializadas en literatura o en monografías sobre el tema.

    -Cuando te refieres a Soldados de Salamina como una “novela principalmente masculina”, apoyas tu argumento con ejemplos. Sin embargo, las citas sobre Conchi, que incluyes a continuación, quedan al aire porque no las analizas. En un trabajo académico, las citas no “hablan por sí sólas”, sino hay que explicarlas y anclarlas en el texto.

    -No entiendo lo que quieres decir con la frase “el peso específico de cada personaje parece estar bien sopesado”. Me doy cuenta de que haces eco de una frase que aparece en la página de ClubCultura.com (“todos los personajes tienen el mismo peso”) , pero ¿has pensado en lo que realmente quiere decir la frase?

    Y un último comentario:

    -En tu diario, dices que “el tratamiento de la Falange y del ideólogo falangista con suerte de minino (…) me resultó algo espeso. Haber escatimado algunos ladrillos de esa parte del edificio que es la obra se le habría agradecido al autor”. A continuación introduces citas que sirven para aclarar tu opinión, lo que está muy bien. Sin embargo, esta cuestión me parece muy interesante y me habría gustado que reflexionases un poco más sobre ella. ¿Por qué el autor (o el autor-narrador de la novela) incluye en su obra estas críticas despectivas, que lindan el insulto? ¿Qué función tienen en la novela?

  2. Gracias Elina por los comentarios y apreciaciones. Lamento los repetidos descalabros cometidos en éste y mis ensayos anteriores (digresión, falta de incisión analítica, contravención del rigor academicista, inadecuación de fuentes, exceso de extensión, etc.). Pese a los resultados, tiempo y voluntad entusiasta sí se los he dedicado. No sabía que tuviesen connotación de artículos científicos; en otros diarios fuentes no se citan. Te aseguro que las fuentes que indiqué al final las utilicé en el texto. No recuerdo ya qué partes o ideas provinientes de ellas pero estoy seguro de ello.
    Creo que la retirada de mis diarios del blog se haría más que recomendable para no sentar un mal precedente, decisión que dejo a tu mejor criterio y siempre tan amigos.

    Muchas gracias por el excelente curso ofrecido y mucha suerte con él.

  3. Enrique, no quiero eliminar tus diarios del blog porque creo que tu aportación al curso (y al mismo blog) ha sido importante. Lo que sí puedo eliminar, si quieres, son mis comentarios, quizás demasiado críticos.

    Para evitar malentendidos, quiero aclarar lo que dice antes sobre la forma de citar. Es importante citar siempre la fuente de la que procede la información, pero en un diario se pueden hacer de una forma menos estricta que en un artículo científico. En tu texto hay también citas adecuadas. Por ejemplo, la referencia que haces al texto de Vargas Llosa me parece suficiente:

    En opinión del consagrado escritor Mario Vargas Llosa :

    “ … aunque las historias que nos cuenta su libro […]”

    Y no es cierto que en otros diarios no haya citas:

    Estoy de acuerdo con Rosa quien dice que “tal vez la literatura no sirva para cambiar el mundo, pero sí está sirviendo para conservarlo” (entrevista en Ladinamo). [Diario IV de Hanna]

    Estoy de acuerdo con Jukka Koskelainen, quien en su crítica en Helsingin Sanomat dice que es asombrante que Cercas haya conseguido incluir tantas cosas en las pocas páginas de la novela. [Diario III de Hanna]

    Leí Soldados de Salamina por segunda vez. Y volvió a gustarme. La primera la había leído de forma lúdica, pero ya me había llamado la atención, lo mismo que a J.A. González Sainz en su artículo La obsesión y el secreto (Letra Internacional, 75, 2002, pp. 69-71): el personaje-autor persigue casi como en una novela policial a un no-asesino, a alguien que otorga/ posibilita la vida. Personalmente no sé si se puede hablar de perdón a los enemigos (Santos Juliá, El azar y la piedad, Letra Internacional, 75, 2002, pp 69-71) ni de redención entre facciones opuestas (E. Poniatowska, El sueño de los héroes, La Jornada. unam.mx.2003.07.06). [Diario IV de Ruth]

    A pesar de mis comentarios críticos, me alegro mucho de que hayas participado en el curso, Enrique. Gracias a tus ideas y tu entusiasmo, las clases y el blog han resultado más interesantes de lo que hubieran sido de otra forma.

  4. Elina, te agradezco tus palabras y aclaraciones. Creo que sobre este magnífico blog que has elaborado y tienes a disposición de los alumnos, y demás interesados por el tema sin duda, te pertenece por propio derecho. Así que sobre mis escritos, comentarios y presentación te cedo todos los derechos de autor, para todo lo que creas conveniente. Si decides dejarlos, yo, personalmente, por supuesto que no quiero que quites tus comentarios pues tienen un alto valor didáctico. Se me ocurre que así los futuros alumnos dispondrían de un modelo de diario “transgresor” con tendencias en su ejecución a evitar.

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