Sartaguda inaugura ante miles de asistentes el ‘Parque de la Memoria’

M. MERINO 10/05/2008 – Diario de Navarra (Edición digital)

Miles de personas han asistido hoy en la localidad navarra de Sartaguda a la inauguración del ‘Parque de la Memoria’, erigido en recuerdo de los más de 3.400 fusilados en la Comunidad foral durante la Guerra Civil española.  Este ‘Parque de la Memoria’ ha sido promovido por la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra y la Asociación Pueblo de las Viudas de Sartaguda, que debe su nombre a los 84 fusilados en la guerra en esta localidad, que fue una de las más castigadas durante la contienda. 

La inauguración del parque ha congregado a miles de personas procedentes de toda la geografía navarra, así como a autoridades y representantes de partidos políticos, sindicatos y colectivos sociales. 

Construido sobre una superficie de 6.000 metros cuadrados que han sido cedidos por el Ayuntamiento de Sartaguda, en el parque se levantan tres esculturas y un muro de siete metros con los nombres de 3.420 fusilados en Navarra, además de cinco textos inscritos en monolitos. 

Una de las esculturas es del artista Joxe Ulibarrena y muestra tres jóvenes abrazados mientras son fusilados; otra es de Néstor Barrenetxea y reproduce un paredón acribillado de balas con la silueta de un hombre que va a ser fusilado, y la tercera es obra de José Ramón Anda y sirve de puerta de entrada al reciento. 

Por su parte, los textos han sido redactados por los escritores Bernardo Atxaga, Pablo Antoñana, José María Jimeno Jurío, Castillo Suárez y Jokin Muñoz. 

El parque, cuya primera piedra se colocó el 17 de junio de 2006, ha costado unos 480.000 euros, de los que 250.000 han sido aportados por el Parlamento de Navarra y 120.000 por el Ministerio de Presidencia, mientras que el resto han sido desembolsados por 85 municipios navarros. 

El Comité Regional del PSN ha aprobado una resolución política en la que se solidariza con los familiares de las personas homenajeadas en el Parque de la Memoria de Sartaguda, que se inauguró hoy, en una jornada calificada por IUN-NEB como “un día histórico” para Navarra. En la resolución, el PSN manifiesta públicamente su satisfacción por “haber logrado el reconocimiento de todas las personas que fueron perseguidas, privadas de libertad e incluso de la vida entre 1936 y 1975 como consecuencia de su ideología”. 

Asimismo, felicita a todos los familiares de las víctimas porque, “gracias a su tenacidad en conservar la memoria de sus seres queridos y perdidos, algunos todavía por recuperar de las cunetas, se ha podido crear este espacio de Paz que recupera el honor de todos y todas los navarros y navarras”. 

Con la participación en este acto, subraya IUN-NEB, “queremos reconocer este día histórico en Navarra, en el que se reconoce a la Segunda República y todos aquellos que fueron asesinados y represaliados por los fascistas”. 

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Aguirre anula un curso sobre memoria histórica

La actividad, dirigida a profesores de primaria y secundaria, estaba cerrada desde diciembre y empezaba ayer

PILAR ÁLVAREZ El PaísMadrid01/04/2008

La memoria histórica no es una prioridad en Madrid. La Consejería de Educación ha anulado un curso sobre esta materia organizado por el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Sefarad de Fuenlabrada. El seminario Experiencias de historia oral en el aula, dirigido a profesores, debía comenzar ayer.

Pero se canceló hace una semana por ser “excesivamente monográfico” y por reiterar el tema de otro organizado en 2007, según la comunicación oficial enviada a los organizadores. En el IES Sefarad consideran que se ha vetado por abordar “un asunto tabú” para el Gobierno regional de Esperanza Aguirre (PP). Su partido votó en contra de la vigente Ley de Memoria Histórica en el Congreso, excepto en siete preceptos.

No es el primer curso centrado en asuntos conflictivos para los populares que se queda en el camino. A mitad de marzo, la consejería canceló otro taller para profesores en San Lorenzo de El Escorial sobre Educación para la Ciudadanía. La consejera de Educación, Lucía Figar, ha manifestado que facilitará la objeción de conciencia contra esa asignatura.

El seminario de Fuenlabrada, con el programa y el cuadro de ponentes cerrados, según el centro, desde diciembre, comenzaba con la conferencia Viaje a la memoria histórica: los abogados de Atocha. Incluía intervenciones sobre el Holocausto, la propaganda en los grandes conflictos del siglo XX, la represión franquista o la educación en la Segunda República. El Centro de Apoyo al Profesorado (CAP) de Fuenlabrada, responsable de gestionar el curso y pagar a los ponentes con dinero de la consejería, envió un correo electrónico a los organizadores el 25 de marzo, dos días antes de que acabara el plazo de presentación de solicitudes. Les comunicaban que la consejería había decidido “no autorizar” la actividad.

Los argumentos oficiales para cancelar el curso “son sólo una excusa”, según el jefe de Geografía e Historia del IES Sefarad, Fernando Hernández. En 2007, el instituto celebró otro taller titulado La memoria histórica en el aula: metodología y experiencias. El de este año era “su continuación y no una reiteración”, según Hernández. Oficialmente, ha sido cancelado también por enfocarse tanto para docentes de primaria como de secundaria. Pero la convocatoria de 2007 era igual de genérica, según comprobó este periódico. También hace un año se trataba de un tema “monográfico”. Un portavoz de Educación añadió que la memoria histórica “no forma parte de las líneas prioritarias en materia de formación”.

Elías Rodríguez, asesor del CAP de Fuenlabrada, se remite a la explicación oficial, pero admite que “nunca” se había producido una anulación similar, sólo en caso de falta de solicitudes. El CAP organiza unas 120 actividades anuales, entre cursos, seminarios y jornadas de trabajo.

Agustín Moreno, profesor de Historia del IES Salvador Allende (Fuenlabrada) y uno de los invitados, considera la cancelación “un caso de sectarismo fuera de lugar”. Otra de las ponentes afectadas, la profesora del Departamento de Historia de la Comunicación Social de la Universidad Complutense Mirta Núñez, tildó lo ocurrido de “aberrante”. Núñez lo achacó a una “voluntad política” que no tiene nada que ver con la educación.

Guerra y lenguaje

Guerra y lenguaje
Adan Kovacsics
Acantilado. Barcelona, 2007.

portada4.jpgLas reflexiones sobre la manipulación política del lenguaje en la sociedad de masas tienen ya una larga tradición. Una de las referencias indiscutibles es el estudio de Victor Klemperer sobre la lengua del Tercer Reich, que ha servido como modelo a muchas obras posteriores -entre ellas, muy recientemente, Rojos de Francisco Sevillano (Alianza Editorial, 2007), un análisis del lenguaje franquista en la guerra civil- . Decía el filólogo alemán que el medio de

propaganda más eficaz del hitlerismo no eran los discursos ni los símbolos, ni nada que se registrase a nivel consciente, sino las palabras aisladas y expresiones que se repetían y se terminaban por adoptar de forma mecánica e inconsciente. El libro que ahora nos ocupa se mueve en una órbita parecida, tratando de desentrañar los orígenes y fundamentos de esa repetida manipulación.

El ensayo que da título al volumen es el más extenso de los cuatro que componen esta breve pero enjundiosa obra del escritor chileno Adan Kovacsics (Santiago de Chile, 1953). Tras una oportuna cita de Karl Kraus sobre la función de la mentira en la guerra, nos sitúa el autor con una frase contundente en el centro del conflicto: al estallar la Primera Guerra Mundial, algunos, como Walter Benjamin o el aludido Kraus, reaccionaron con el silencio.

El mutismo no se debía sólo al espanto, la indignación o la censura, sino a que “se había producido una avalancha de un determinado lenguaje” que exigía una respuesta adecuada. No tenía sentido la protesta sin más, convertida al fin y al cabo en otra voz que añadir a la algarabía. Callar era la actitud de quien se apartaba del derrumbe. “El silencio: el lugar donde se guarda y se protege el verbo ante el arrasamiento”. Una exigencia paradójica: “Quien tenga algo que decir, ¡que dé un paso adelante y calle!” (pp. 70-71). El silencio, en efecto, se constituye como la única ética posible ante una “gentuza” a la que el horror no le ha paralizado la lengua, sino todo lo contrario.

Como diría Anson Rabinbach, la catástrofe de la guerra había traído también una “catástrofe de la palabra”. De ahí que, tras la primera reacción de retirada, es decir, de silencio, los intelectuales que habían resistido el vértigo se impusieran una reflexión sobre la lengua, el destino de la palabra en el contexto bélico. Los últimos días de la humanidad, del citado Karl Kraus es, básicamente, una meditación sobre ese asunto.

La implicación y responsabilidad del lenguaje en la guerra: éste es también el asunto medular que ocupa a Kovacsics en estas páginas. No es extraño por ello que, junto a los escritores ya mencionados, haya un importante hueco para Ludwig Wittgenstein, combatiente voluntario en la Gran Guerra y autor de la más importante obra del período (el Tractatus Logico-Philosophicus) sobre los límites del lenguaje, es decir, sobre lo que puede y no puede decirse.

Hay en todo ello un denominador común, un profundo repudio a la “cháchara” de la época pero, además, una convulsión moral en las personas más conscientes ante una “lengua corrompida y encarroñada” que es mero instrumento de los verdugos y que termina por emponzoñar todo: a la crueldad se suma la frivolidad verbal, manchando hasta “a quien piensa sobre ello”. En una guerra industrializada el lenguaje propagandístico se convierte en preciada mercancía y se revela tan eficaz que pocos se resisten al “entusiasmo”. No se refiere Kovacsics tan sólo a 1914, sino también a la maquinaria nazi y, ya muy recientemente, a las falsedades de la invasión de Irak. La mentira ha recorrido todo el siglo XX hasta convertirse, como proféticamente señaló Franz Kafka, en “principio universal”. Cuando la palabra se convierte en vasalla de la voluntad política, supeditada a unas decisiones establecidas de antemano, su rol deviene “absolutamente accesorio y servil”.

Rafael NUÑEZ FLORENCIO
El Cultural   18.03.2008