“El proceso contra Garzón es un plan fabricado por la derecha”

NATALIA JUNQUERA El País20/05/2010

David Baigún cuenta que supo qué tipo de abogado quería ser en las clases de un exiliado de Franco, el vicepresidente del Parlamento español en 1936 Luis Jiménez de Asúa. Tiene mucho que ver con el hecho de que este penalista argentino, especializado en derechos humanos, haya decidido, a sus 84 años, representar a los exiliados españoles en Argentina y a una docena de organizaciones en la querella contra el franquismo interpuesta en Buenos Aires. Ha venido a España para participar en el III Seminario hispano-argentino sobre derecho penal. Entre conferencia y conferencia, habló con EL PAÍS sobre las expectativas de la querella -la justicia argentina acaba de aceptar su recurso contra el archivo- y lo que le está ocurriendo al juez Baltasar Garzón.

“Creo que el proceso contra Garzón es un producto fabricado y grosero, un plan de la derecha que tiene los pasos marcados desde el principio. Y nosotros somos el contraplan“. Se refiere al grupo de abogados que lleva la querella por genocidio interpuesta contra el franquismo en Buenos Aires. “Tenemos que prepararnos para un conflicto muy largo”, advierte. “Hay intereses políticos y económicos que se resisten a que se investigue, porque se descubriría que dirigentes que la opinión pública tiene hoy por ciudadanos respetables, en la época del franquismo utilizaron sus ventajas. En Argentina hay grandes grupos económicos españoles que han participado de la represión”.

No quiere decir a cuáles se refiere. “Es pronto aún”, pero recuerda que en su país ya han sido juzgados los torturadores de la dictadura argentina y que ahora arranca una segunda fase judicial contra los “responsables económicos”.

El penalista explica que en Argentina y en España se cometieron delitos de lesa humanidad, pero con importantes diferencias. “En España hay una entidad como Falange, que actúa como cuerpo organizado y mata sin límites, sin dar explicaciones, sin saber a cuántos. Eso no ocurrió en Argentina, donde sí hubo grupos armados que ejercían la represión de forma clandestina, pero no como una organización civil directamente respaldada por el Régimen. Hubo muchas menos víctimas”. “Además, en España todo el aparato del Estado participa en la extirpación social de la República: de los fusilamientos, de las desapariciones, de los robos de niños. Por eso el franquismo no muere con Franco. Porque los delitos los cometió todo el Estado franquista, no sólo sus dirigentes”.

El letrado asegura que el primer objetivo de la querella es “el esclarecimiento de la verdad” y que la justicia tiene que darse prisa para que “no desaparezcan quienes la saben”. En cualquier caso, concluye, “que no quedaran responsables vivos no impediría investigar. La culpabilidad es algo posterior”, aunque en este caso, añade, “los hay”.

Sobre el uso de símbolos y ruinas

21 May 2010 – blog Dominio Público

RICARD VINYES

05-21.jpgNuestro paisaje simbólico está en cambio. Monumentos a próceres fascistas se desvanecen en la madrugada sin dejar rastro. Estatuas de militares golpistas son confinadas, de repente y sin aviso, en lugares ocultos a la mirada; y bien parece que las melodramáticas águilas negras de San Juan alzaron el vuelo sin dejar rastro en las cornisas donde anidaron siete décadas.
Una parte de nuestra sociedad pidió con insistencia que los símbolos de la dictadura fuesen retirados del espacio público; y con razón, porque esas efigies, esos pájaros, nombres, dardos y arcos victoriosos, ese palacio del miedo en Cuelgamuros, son ejemplo tan solo de dos cosas: la violencia como proyecto y la humillación como instrumento.
Transcurridos 30 años, el resultado de esa demanda ha sido el artículo 15 de la Ley de reparación 52/2007 de 26 de diciembre, que establece la retirada de todo el ajuar faccioso; con salvedades: las que ampare la presunta condición de arte. En cualquier caso, la ley permite una limpieza notable. Y ahora que eso es posible, considero urgente meditar los términos de su retirada. ¿Deben desaparecer sin más? Opino que no. Pensar qué hacer con todo ello es más efectivo que la precipitada solución terminal, porque esa siempre existirá. No se trata de usar los iconos de la dictadura y actuar en ellos para establecerlos como pieza didáctica para “aleccionar-sobre-lo-que-pasó”, sino para levantar interrogaciones, curiosidad –esa acción que Nabokov definió como la transgresión en estado puro– sobre la ética de nuestra sociedad, puesto que los símbolos es de ética de lo que hablan. Resignificar es otorgar la posibilidad de debatir nuevos contenidos para la memoria pública, que no es otra cosa que la imagen del pasado públicamente discutida. Derribar o transformar un monumento o edificio sin meditar su provecho es una pérdida grande, tras la cual sólo aparece el vacío. ¿Era eso lo deseado, un vacío permanente?
El 20 de noviembre de 2005, Montserrat Iniesta, una de las más interesantes museólogas de este país, directora de Vinseum, se dirigió a la sala de reserva del museo y regresó con el busto del dictador que había presidido el Salón de Plenos del Ayuntamiento. Estaba en buenas condiciones. Colocó en el vestíbulo una peana y sobre ella la cabeza de piedra de aquel símbolo principal de la dictadura. Añadió una mesa y puso en ella un libro con páginas limpias, lo asistió con un bolígrafo de tinta azul y un videomatón cercano a una esquina de la sala. Dispuso luz templada y colgó en la entrada el nombre de aquella instalación: Escolta, Franco. Acto seguido, convocó a los ciudadanos a visitar el busto para decirle a Franco lo que nunca le habían podido decir, por escrito, o de viva voz, podían hablar o entonar una canción. El resultado fue integral: aplausos y recriminaciones. Radio, televisión y prensa se hicieron eco de aquella propuesta con un entusiasmo desconocido en los eventos conmemorativos y sus aburridas liturgias. Nunca se habló tanto de Franco ni de memoria como en aquellos días. El espacio de la instalación que exhibía el símbolo central de la dictadura se convirtió en fuente de la memoria democrática con la interpelación permanente de ciudadanos que expresaron sus opiniones sobre el dictador, y sobre la bondad o la maldad de aquella iniciativa. En síntesis, alguien había pensado cómo actuar en los procesos sociales que pueden generar los símbolos. Aquel acto constituye una decisión de referencia para pensar con sosiego, más allá de la iconoclasia simple, precipitada.
El mismo año, Rudolf Herz se reunía con un albañil suabo a quien el Ayuntamiento de Dresde había entregado las piezas del enorme monumento a Lenin, retirado del centro de la ciudad. Llegaron a un acuerdo. Herz montó el busto de Lenin y sus dos anónimos guardianes en la plataforma descubierta de un camión tráiler, y cruzó Europa durante cuatro semanas. Denominó la operación Lenin on tour. Se detenía en mercados y plazas, o ante edificios y lugares emblemáticos y concurridos. Retrató las reacciones de los transeúntes. Hubo de todo, botes de pintura y flores, asombro, deleite, curiosidad. Entrevistó y filmó ciudadanos ante la efigie, y constituyó un archivo cuya exposición podía verse en el Museo Ludwig de Colonia el pasado otoño. Impresiona el debate generado. Herz contó el objetivo de su actuación: “Mostrar Lenin a mis contemporáneos para que me muestren ellos el Lenin del siglo XXI”. La piedra puede ser dialógica.
Imagino pasear por España la nave con la que el generalísimo surcaba las aguas extrayendo peces que ilustraban los noticieros, y que ahora muere en una llanura de Burgos, pasto del ácido y la yedra, despojada de sentido y de valía. La imagino ante el arco de la Victoria, en Moncloa, o frente al Ayuntamiento de Quintanilla de Onésimo, o ante el Parlamento. Y que alguien filme y guarde.
Retengo, por encima de cualquier otro, el proyecto que Horst Hoheisel presentó al concurso público para realizar el Memorial del Holocausto en Berlín. Situaba sendos pilares con los nombres de los principales campos de extermino ante los dos pabellones que encuadran la puerta de Brandeburgo. El siguiente paso consistía en dinamitar el conjunto monumental. Así, las ruinas de la puerta de Brandeburgo, el monumento que encarna la “grandeza nacional de Alemania”, entrelazadas con los nombres de los campos de la muerte, serían el Memorial del Holocausto. Como era de esperar, el proyecto no prosperó. Pero me parece una buena sugerencia para el Valle de los Caídos, mucho más que mutarlo en un ridículo museo de la Guerra Civil. Sí, sugiero ese proyecto para el Valle. Desde luego, antes deberían sacar los restos allí recluidos; y a los benedictinos, claro, que nadie por un descuido se olvide de ellos, pobre gente.

Ricard Vinyes es historiador

Ilustración de Alberto Aragón

“Lo de Garzón va a hacer mucho daño a España”

Patricio Guzmán. Director chileno del documental ‘Nostalgia de la luz’

GONZALO DE PEDRO AMATRIA – Público – 19/05/2010 08:30

El cineasta chileno, ayer en Cannes.afp

El cineasta chileno, ayer en Cannes.afp

En el desierto de Atacama, al norte de Chile, uno de los lugares más secos del planeta, un grupo de astrónomos trabaja escudriñando el pasado del universo. A sus pies, un grupo de mujeres palpa el desierto, centímetro a centímetro, en busca de un pasado más reciente: los huesos de sus familiares asesinados por la dictadura de Pinochet. Patricio Guzmán (Santiago de Chile, 1941), incansable luchador en pro de la recuperación de la memoria, enlaza esas dos miradas hacia el pasado en un documental, Nostalgia de la luz, tan poético como doloroso, personal y militante, presentado en la sección oficial fuera de competición.

Lleva años trabajando el tema de la recuperación de la memoria, ¿siente alguna responsabilidad?

Ninguna: me apasiona el tema de la memoria y por eso hago la película, pero no me siento un abanderado de nada. Es cierto que en Chile, como en los lugares donde hubo conflictos fuertes, hay una amnesia colectiva. El caso más dramático es España: 70 años después hay 200.000 cuerpos fuera de los cementerios.

Supongo que está enterado del tema de Garzón…

Me parece un desprestigio enorme para la imagen de España. Garzón se adelantó a la Corte Penal Internacional, y creo que es un error apartarle del trabajo, porque quiere entrar en el jardín secreto de la Guerra Civil. Es algo que va a hacer mucho daño a España, un paso atrás. Yo tuve mucho trato con él cuando rodé El caso Pinochet y me pareció un hombre obsesionado por la justicia. Y que sea mediático… ¿qué más da? Si es guapo, y tiene buena planta. Es como Allende, que era más elegante que la derecha y lucía trajes estupendos… ¡tanto mejor!

¿Cómo se reciben sus películas en Chile?

Ninguna película mía ha sido pasada por las televisiones chilenas. Tampoco han sido compradas por el Ministerio de Educación, ni por el de Cultura, ni por los museos, ni por el recientemente creado Museo de la Memoria. Desde 1996 he conversado año tras año con las televisiones y la respuesta es siempre la misma: “Es todavía pronto, vuelve el año que viene”. Al final me di cuenta de que hay un pacto de silencio para no tocar ciertos temas, como en España.

¿Sigue siendo tabú?

Se habla más, pero hay demasiada prudencia, nadie quiere meter el dedo en la llaga, y la opinión generalizada es “yo no fui, yo no estuve, yo no vi”. El pueblo chileno no se hace responsable de sus actos, cuando la memoria no es un problema abstracto, es algo que tiene que ver con la energía de un país: si un pueblo tiene energía es porque ha solucionado sus problemas con el pasado. Recordar ayuda a construir el futuro

¿Cómo consigue entonces ayudas para poner en marcha una película?

No es nada fácil. Todavía tenemos muchas deudas. No conozco a nadie que se haya hecho rico haciendo documentales.

* * * * *

Para ver extractos de la película Nostalgia de la luz, haz clic aquí.

“Es terrible que la Falange lleve a un juez al banquillo”

Javier Bardem se ha unido a la plataforma de apoyo a Baltasar Garzón por considerar que es de “sentido común” defender el derecho a la información de las familias de las víctimas

CARLOS PRIETO – Público – 19/05/2010 08:20

Para Javier Bardem, aún hay dos Españas.REUTERS

Para Javier Bardem, aún hay dos Españas.REUTERS

Ni pajarita ni chándal. Javier Bardem (Las Palmas de Gran Canaria, 1969) no iba ayer disfrazado para la alfombra roja. Tampoco de Uxbal, el hombre machacado por la vida que interpreta en Biutiful, la nueva película de Alejandro González Iñarritu.

El actor no sólo vestía ayer pantalón vaquero gris, camisa rosa y playeras, sino que estaba relajado y sonriente, lejos del estado de ansiedad (y subidón) en el que uno espera encontrar a los actores que compiten aquí estos días. El trasiego es grande y la promoción interminable. “Venir aquí a hablar de ti mismo durante horas y horas es lo peor. La promoción es una enfermedad necesaria”, dijo para arrancar.

Quizás por ello no duda a la hora de contestar a cualquier pregunta, aunque no tenga que ver con la promoción de su trabajo en el mayor escaparate del cine mundial. Los ataques que suele sufrir (tanto él como su madre) por parte de un sector de los medios de comunicación españoles, no le han quitado las ganas de seguir opinando sobre ciertos asuntos políticos de actualidad. El actor se ha unido recientemente a la plataforma de apoyo al juez Baltasar Garzón, apartado de su cargo en la Audiencia Nacional por querer abrir un proceso al pasado franquista.

“Creo que mi postura es de sentido común. Que Falange Española lleve al banquillo a un juez por investigar los crímenes del franquismo es algo terrible y retrógrado. Es de sentido común defender el derecho a la información y al bienestar de las familias de las víctimas. Con este asunto hemos dado un paso atrás importante. Gran parte del legado del franquismo sobrevive todavía en ciertos tribunales”, espetó.

Y una vez que cogió carrerilla ya no hubo quién para pararle. “Las dos Españas existen, lo vemos todos los días. Lo que quiere hacer Garzón es limpiar esas heridas para que no se vuelvan a abrir. Intentar impedir que se reabra este tema [investigar los crímenes del franquismo] tiene una motivación puramente política”, zanjó. Más claro, blanco y en botella.

Su papel en Biutiful, una película que se sumerge en el submundo del trabajo clandestino, le ha servido para conocer de primera mano el infierno cotidiano en el que viven muchos sin papeles en nuestro país. Una situación que califica de “esclavitud moderna” y que, en su opinión, ejemplifica “el modo en el que nuestro bienestar se basa en la miseria de los demás”.

Pero su malestar va más allá de las declaraciones bienintencionadas. Durante el festival se ha anunciado que Bardem producirá y narrará Hijos de las nubes, un documental sobre el conflicto del Sáhara occidental que dirigirá Álvaro Longoria. “Pretende ser un trabajo objetivo tras 30 años de despropósitos políticos sobre la situación. Desprovisto de emoción porque creo que la realidad va a dar siempre la razón al pueblo saharaui”, matizó. La película tratará de analizar “los intereses políticos y económicos” que se esconden detrás de la “partida de ajedrez geopolítica” jugada por Marruecos. Y lo hará a lo grande: el equipo de Hijos de las nubes aspira a entrevistar a nombres como Nicolas Sarkozy, Abdelaziz Bouteflika, James Baker, José María Aznar, Henry Kissinger y Bill Clinton.

Uno de los roles más densos

El actor parece haberse quitado ya de encima a Uxbal, uno de los papeles más densos de su carrera. “No es cierto que haga siempre personajes dramáticos e intensos. Aunque Biutiful es un drama extremo. No hay mucho humor aquí, no” (risas). Bardem dice que la lectura del guión de Iñárritu le “conmovió” porque mostraba a “la compasión como el último signo de salud de una sociedad corrupta y explotada”.

El intérprete ha estado durante muchos meses metido en la piel de Uxbal. Admite que se considera un actor “un poco obsesivo” y que a veces le cuesta “salir de sus personajes”, aunque no tiene alma de masoquista. “Es básico encontrar lo que te une al personaje. Pero esta búsqueda debe ser sólo un trampolín. Los trabajos terapéuticos son poco atractivos de ver. Les falta imaginación. De lo que se trata es de desentenderte de tus movidas personales para hacer algo que es mucho más importante. Los dramas de los personajes son más grandes que los tuyos”, contó.

Todo esto puede sonar muy abstracto, pero el hombre que ganó un Oscar por No es país para viejos (Joel y Ethan Coen) lo aclara con un pequeño ejemplo. En Biutiful hay una inmigrante subsahariana con críos que hace de sí misma. Eso sí entra dentro de lo que Bardem llama un trabajo terapéutico y doloroso. “El papel le afectaba personalmente. A cambio los niños actuaban con la frescura e ignorancia propia de su edad. Yo me sitúo entra esas dos vías, aunque la segunda me parece más saludable”, aseguró.

Eso sí, si uno tiene que meterse dentro del personaje se mete. Aunque sea un psicópata. Con todas las consecuencias. “Si me toca hacer de Hitler me pongo el traje de nazi. Y me pongo a favor de Hitler. Intento comprender sus motivaciones, por caóticas y fascistas que fueran, como hizo Bruno Ganz de un modo fantástico en El hundimiento“, razonó. Y señaló que los roles de los que más le cuesta desprenderse son los basados en personas de carne y hueso, “como Ramón Sampedro [Mar adentro] o Reinaldo Arenas [Antes que anochezca]”. Pero el esfuerzo no es nada comparado con “el lujo de poder dedicarme a esto”. Un tipo contento y con suerte, pues.

El último listado de presos políticos

Las sentencias del Tribunal de Orden Público (TOP) recopilan las historias de más de 10.000 hombres y mujeres

PEDRO ÁGUEDA – Público – 19/05/2010

Carmen, esposa del histórico Sánchez Montero.G. DEL RÍO

Carmen, esposa del histórico Sánchez Montero.G. DEL RÍO

Ángel se quedó sin trabajo en 1969. Tenía 17 años y fabricaba carburadores en un polígono industrial de Madrid. “Ausencia injustificada”, decía la carta de despido que llegó a su casa. Tres días llevaba sin aparecer por el tajo. No podía, lo estaban moliendo a palos en la Brigada Político Social para ver si cantaba el nombre de algún compañero de las entonces incipientes Juventudes de Comisiones Obreras de San Blas. El patrón que firmaba la carta era el mismo que lo había delatado.

Y Ángel Jurado, Andrés para la clandestinidad, contaba ayer el asunto del despido como “una anécdota”, sin atisbo de rencor en su rostro, por el que tampoco asomaba el orgullo que debía sentir por haber traído la democracia a este país. Porque eso es lo que hicieron los más de 10.000 hombres y mujeres que aparecen en las sentencias del Tribunal de Orden Público (TOP), recopiladas ahora por la Fundación de los Abogados de Atocha en un CD que permite buscar a los protagonistas a través de treinta buscadores. Porque, como reconoció ayer en la presentación el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, “debajo” de todas las lecturas políticas que se han hecho están todos aquellos que hicieron la Transición a pie de calle y en los calabozos de la Puerta del Sol. Invitado por ser la versión democrática de los ministros de Gobernación, Rubalcaba dijo que fueron aquellos estudiantes, trabajadores, abogados, profesores y artistas, juzgados y condenados por el TOP, los auténticos “héroes de nuestra democracia”.

Silencio, pero no olvido

“Hemos hecho en este país la transición a la democracia sobre la bisagra de una reforma accidentada en el silencio y la ruptura de la espiral de la venganza. Así había que hacerla y no había que arrepentirse, pero del silencio al olvido sólo hay dos pasos y sería pernicioso que algunos los dieran”. La cita es del jurista Francisco Tomás y Valiente y fue utilizada por Rubalcaba para explicar el sentido de la obra presentada por la Fundación.

El magistrado Juan José del Águila y los catedráticos José Gómez Alén y Rubén Vega han recopilado las 3.797 sentencias dictadas por el TOP entre 1964 y 1977, con excepción de las del primer trimestre de 1972, que se han perdido. “Era imposible ser sindicalista y no estar en el TOP. Sólo había un sindicato (legal)”, contó ayer Cristina Almeida, una de aquellas abogadas. Almeida dio un salto a la actualidad: “No quiero echar más lágrimas por ver al juez Garzón perseguido por el sindicato Manos Limpias o, mejor dicho, manos sucias. Tampoco por quienes no pueden desenterrar a sus familiares y hacerles un monumento”.

Al terminar el acto, José Luis Ballesteros se quejaba con amargura: “Ha venido Rubalcaba, que no quiso dejar en pie la cárcel de Carabanchel”, símbolo de la represión franquista. Allí fue a dar con sus huesos José Luis, tras un juicio militar, y muchos de los condenados por el TOP, incluido Ángel. Tenía diecisiete años entonces y pasó tres meses en el talego. Y al salir de la cárcel, en paro.

ICV denuncia el coste público de las obras del Valle de los Caídos

Joan Herrera pregunta cuánto ha gastado el Gobierno en la restauración

MIGUEL ÁNGEL MARFULL – Público – 19/05/2010 02:00 Actualizado: 19/05/2010 03:00

Vista del Valle de los Caídos.mónica patxot

Vista del Valle de los Caídos. Mónica Patxot

El Valle de los Caídos vuelve a pasar factura al erario público. Los recortes no afectan a una restauración en la que, según informó Público en abril, Patrimonio Nacional reconoce un gasto de 27.000 euros sólo para desmontar La Piedad, escultura que saluda a la entrada del mausoleo del dictador.

La restauración podría costar medio millón de euros, según expertos consultados por este diario, aunque Patrimonio prefiere “no especular” sobre este desembolso.

Por este motivo, el portavoz de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Joan Herrera, ha trasladado al Gobierno una batería de preguntas sobre el montante final de la operación y el fondo de esta actuación a cargo de fondos públicos.

Herrera quiere saber si el Ejecutivo “considera prioritaria” la restauración de “una estatua de dudoso valor artístico” como La Piedad, cuánto costará hacerlo, si se plantean otras reformas en el complejo franquista y si el Ejecutivo no encuentra mejor destino para el dinero público que lavar la cara al monumento erigido por Franco, entre otras cuestiones.

Trasladar a Franco

El parlamentario ecosocialista interpela al Gobierno también sobre el futuro de este icono del franquismo: “¿Se han planteado otras actuaciones, como, por ejemplo, el traslado de las tumbas de los dictadores Primo de Rivera y Franco?”, interroga Herrera, según recoge la iniciativa parlamentaria a la que ha tenido acceso Público. La respuesta le será remitida al diputado por escrito.

La restauración de La Piedad no es, además, la única tarea de recuperación que se ha realizado en el Valle de los Caídos en los últimos meses. También se han rehabilitado las imágenes falangistas de la bóveda de la basílica, cuya iconografía roza todos los límites de la Ley de Memoria Histórica al exaltar sin complejos la Guerra Civil y el franquismo.

Herrera cuestionó ayer la restauración del Valle de los Caídos, una vez que no se ha convertido a este complejo en un espacio para la memoria, como es Villa Grimaldi en Argentina, o antiguos campos de concentración nazis en Alemania. “No se trata de demolerlo, sino de explicarlo”, concluyó Herrera.

Kirchner vuelve a defender con vehemencia al juez Garzón

Pese a las críticas del PP, la presidenta de Argentina vuelve a alabar al  juez que convirtió a España “en un faro de los derechos humanos”

Público – 18/05/2010 20:10 Actualizado: 18/05/2010 20:30

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha defendido con vehemencia al suspendido juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón cuando se le preguntó al respecto en la rueda de prensa posterior a la clausura de la Cumbre UE-América Latina y Caribe. Kirchner recordó que, en otro tiempo, “la propia España admiró a ese juez que convirtió a este país en un faro de los derechos humanos”.

“Tengo por Garzón un gran aprecio personal y un gran respeto y admiración institucional”, proclamó la presidenta argentina, que ayer se reunió con Garzón aprovechando su visita a España.

Kirchner, que aseguró que, si en su país no se hubiera derogado la ley de punto final, tanto ella como su marido habrían concedido la extradición de los altos cargos de la dictadura argentina, recordó los elogios que recibió Garzón al juzgar al militar Adolfo Scilingo y al ex dictador chileno Augusto Pinochet.

“La vigencia de los derechos humanos”

Tampoco se escondió a la hora de expresar su opinión sobre el debate de fondo. “Sostenemos la vigencia de los derechos humanos como una cuestión universal”, afirmó. “Los derechos humanos no son privativos de un país, son universales y así lo entendió la propia España”, recordó, cuando los abanderó Garzón, a quien Kirchner le expresó su apoyo y le reiteró su amistad y admiración.

Por el contrario, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no se atrevió a posicionarse sobre el caso Garzón, que tanta polémica ha causado por la supuesta intromisión de algunos miembros del PSOE en las causas abiertas contra él en el Tribunal Supremo. Eso sí, quiso aclarar que el franquismo ha quedado “afortuadamente superado”, indicando implícitamente que no quedan resquicios del mismo en la magistratura.

Por lo demás, en relación a Garzón se limitó a constatar que “hay un gran debate sobre la justicia internacional” y que lo que en cualquier caso “sí es de justicia” es que quienes “durante décadas no han sabido dónde estaban sus familiares” ejerzan su “derecho” a rendirles “recuerdo”.

Una actitud “intolerable”

Donde no han sentado demasiado bien las palabras de Kirchner es en el seno del PP.  La portavoz del grupo del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, ha afirmado que es “intolerable” que la presidenta argentina “venga de fuera a dar lecciones de respeto a la Justicia”.

Cristina Fernández de Kirchner y su marido “son los menos indicados para dar lecciones de Justicia y de seguridad jurídica a nadie”, ha destacado la portavoz de los populares en la Cámara Baja.

Por ello, ha pedido al Gobierno que no permita que nadie “ponga en entredicho” a las instituciones españoles, si bien ha matizado acto seguido: “Cuando desde dentro del Gobierno las debilitan,. algunos desde fuera se ven legitimados para hacer lo mismo”.

La presidenta de Argentina se manifestó ayer preocupada, dolida y sorprendida por el caso de Garzón, toda vez que la decisión del Tribunal Supremo le resulta “una regresión en la concepción de la justicia universal en materia de derechos humanos”.

El Poder Judicial permite a Garzón trabajar en La Haya

La comisión permanente del CGPJ no concede al juez los servicios especiales que pidió y opta por un polémico y confuso acuerdo

ÁNGELES VÁZQUEZ MADRID – Público – 18/05/2010 20:49 Actualizado: 19/05/2010 02:47

La comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) optó ayer por un acuerdo polémico y confuso por el que autoriza al juez Baltasar Garzón a “prestar servicio de consultoría en la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional“, pese a haber sido suspendido de sus funciones jurisdiccionales el viernes. La resolución ni siquiera menciona la situación en la que el juez pedía ser declarado (en servicios especiales), lo que le permitía conservar su plaza en la Audiencia Nacional.

La decisión se adoptó con los votos del presidente del Consejo y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, y los vocales Manuel Almenar y Margarita Robles, el primero nombrado a propuesta del PP y la segunda, del PSOE. Los otros dos miembros de la permanente, Antonio Dorado y Almudena Lastra, anunciaron sendos votos particulares.

Todos los informes recabados por la permanente eran favorables a la petición del juez Garzón. Pero el determinante para formular técnicamente la autorización fue el del secretario general del Consejo, Celso Rodríguez, que entendía que los servicios especiales eran incompatibles con la suspensión cautelar de funciones en la que se encuentra Garzón desde el pasado día 14.

Tras regresar de Burgos, donde celebraron la reunión semanal de la permanente, sus cinco miembros volvieron a citarse en Madrid a partir de las 19.30 horas. El acuerdo alcanzado repasa el caso de Garzón, es decir, la suspensión en la que se encuentra y los informes favorables emitidos por “la Sala Segunda del Tribunal Supremo, de la Fiscalía General del Estado y el Ministerio de Asuntos Exteriores”, a petición de la permanente reunida el pasado viernes.

El acuerdo de la permanente dice textualmente: “La comisión permanente acuerda participar a Baltasar Garzón Real, así como a la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional, que desde el punto de vista orgánico, no se aprecian razones legales que impidan la contratación del expresado magistrado para prestar servicio de consultoría en la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional, y en consecuencia, la comisión permanente permite tal contratación”.

No resuelve lo solicitado

Tanto Almudena Lastra como Antonio Dorado discrepan de la mayoría, porque entienden que la permanente no resuelve lo solicitado, que es la declaración en servicios especiales. La primera, nombrada a propuesta del PSOE, cree que no hay inconveniente legal para conceder esta situación, como la Fiscalía General del Estado informó ayer al respeto en un extenso dictamen. Antonio Dorado, designado a propuesta del PP, dice, en cambio, que la comisión ha negado la declaración en servicios especiales, por lo que el “acuerdo debería limitarse a esta declaración, sin perjuicio de que una nueva petición de Garzón de naturaleza distinta hubiera podido ser estimada”.

Fuentes del Consejo indicaron que con este acuerdo Garzón no pierde su plaza en la Audiencia Nacional. Y se dará la paradoja de que compatibilizará el sueldo base que percibe estando suspendido con lo que cobre en la Corte Penal Internacional, porque implícitamente la permanente está permitiéndole la compatibilidad de ambas situaciones.

Otras fuentes señalan que en vez de dar una solución a Garzón, la permanente le ha planteado un nuevo problema, fiscal, porque cobrar ambas remuneraciones es incompatible. Añaden que la compatibilidad de los jueces sólo está prevista para la docencia, por lo que el acuerdo podría acabar forzándolo a pedir una excedencia.

* * * * * *La Fiscalía y el Supremo no ven impedimento en el traslado de Garzón a La Haya

En defensa del juez Garzón

BARBARA PROBST SOLOMON El País19/05/2010

Era yo adolescente cuando, durante una breve estancia en Alemania en 1948, busqué Dachau. Pero en la ciudad de Dachau nadie parecía haber oído hablar del campo de exterminio. En esa misma época escribí una carta a mis padres sobre el periodo que había pasado en la Sorbona: “Hablan de este filósofo alemán, Martin Heidegger, que era nazi, pero dicen que no importa”. Medio siglo después, sí importa.

Ahora Dachau ya no es un lugar escondido, vigilado por el Ejército estadounidense; las matanzas de Katyn ordenadas por Stalin ya no están envueltas en misterio y las nerviosas amnistías otorgadas a los principales criminales de la Francia de Vichy en la posguerra inmediata se han visto sustituidas por los juicios abiertos y las reflexiones históricas posteriores. En estos mismos momentos, en Múnich, el Gobierno alemán busca justicia y claridad en el juicio a John Demjanjuk, el asesino del campo de exterminio; una forma de honrar a las víctimas de la barbarie de aquellos años en el país, que ayudará a dejar atrás ese pasado oscuro. Sin ese reconocimiento, las víctimas corren peligro de permanecer en el limbo histórico de las no personas.

Sin embargo, España, a diferencia de otros países europeos, no ha gozado de esa claridad ni ha podido dejar atrás oficialmente sus propias atrocidades pasadas. Pero las leyes no tienen por qué ser una colección inmutable de normas rígidas; deben reflejar los intereses del bien social general. Para llevar a Klaus Barbie a juicio, el Gobierno francés tuvo que pasar por alto el hecho de que a Barbie ya se le había juzgado en ausencia e invocar por primera vez el delito de crímenes contra la humanidad, que no prescribe. Lo que hizo posible el proceso -además de los enormes esfuerzos de activistas de derechos humanos, abogados y jueces y la cooperación de otros Gobiernos que facilitaron su extradición- fue, al final, la voluntad del Gobierno francés de examinar su turbio periodo de Vichy. Lo importante no fueron las personalidades de los involucrados en el proceso. Lo importante fue que siempre se debe prestar atención a los crímenes contra la humanidad. Por consiguiente, insto a los responsables de la suspensión del juez Garzón a que, en interés del bien general, le reinstauren en su puesto para que pueda continuar su valiosísima labor.

La justicia argentina acepta el recurso de los familiares de las víctimas del franquismo

Ahora será la Cámara Federal de Apelaciones la que finalmente decida si se inicia la causa que investigue los crímenes de la dictadura

El País19/05/2010

La Justicia federal de Argentina ha aceptado el recurso de apelación planteado por familiares de víctimas del franquismo tras haber sido rechazada la apertura en este país de una causa que investigue los crímenes de la dictadura, según los abogados de los demandantes. La jueza federal María Servini de Cubría ha notificado a los letrados que representan a los querellantes que les concede el recurso, por lo que será la Cámara Federal de Apelaciones la que finalmente decida si se inicia la causa, ha explicado el abogado Ricardo Huñis, uno de los redactores de la demanda.

La apelación fue presentada el pasado 12 de mayo, cinco días después de que la magistrada rechazara la denuncia presentada el 14 de abril y ampliada posteriormente con nuevas víctimas, que, arropadas de una decena de organismos humanitarios, se amparan en el principio de “jurisdicción universal” para que se investiguen en Argentina los crímenes de la dictadura de Francisco Franco. Servini de Cubría rechazó la apertura de la causa después de considerar vinculante el dictamen del fiscal Federico Delgado, para quien es “ilegal” el inicio de un proceso que en España desarrollan “numerosos tribunales”, indicó.

Los abogados de los demandantes sostienen que actualmente no existen causas abiertas en España que investiguen los crímenes del franquismo, por lo que esperan que la Cámara acepte la apelación y habilite a la jueza a solicitar información judicial a las autoridades españolas.

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La querella en Argentina por crímenes franquistas avala a Garzón

Familiares de víctimas piden a la justicia argentina que juzgue los crímenes de Franco