“El arte es el contrapeso de la barbarie”

Diálogo con la colombiana ganadora del Premio Velázquez de las Artes

8 Mayo 2010 – ElEspectador.com – Nelson Fredy Padilla

Doris salcedo y su equipo de trabajo

Doris Salcedo  y expertos del equipo con el que trabaja en una instalación sobre desaparición forzada. Foto: David Campuzano

[…] ¿Qué significa el Premio Velázquez para su obra?

Es una obra que ha estado basada absolutamente en el mismo tema: la experiencia de las víctimas de la violencia, invisibles, sin nombres, desaparecidas. Una obra hecha con materiales muy humildes. Es muy gratificante que sea reconocida.

El jurado resalta ese compromiso social. ¿Por qué tanta fuerza política en su arte?

A mí sí me interesa lo político. Yo soy un ser político. Las víctimas con las que trabajo son de violencia política. Soy colombiana, trabajo para abrir espacios para el pensamiento y para lo poético desde acá, que se supone es el lugar propio de la barbarie.

¿Poética de la barbarie?

Quiere decir que estamos contando la historia de los vencidos. La historia siempre la cuentan los triunfadores y aquí tenemos una perspectiva invertida: no tenemos ni arcos del triunfo, ni columnas de Nelson, ni obeliscos, tenemos ruinas de la guerra y de nuestra historia. Eso nos lleva a trabajar una obra que articule la historia de los derrotados, porque también somos capaces de pensar y de narrar nuestra historia.

Se cree que usted vive más afuera que aquí. ¿Podría trabajar desde otro país?

No. Toda mi obra de los últimos 25 años la he hecho aquí en Colombia. Necesito narrar desde aquí, no es igual desde cualquier parte, esta es la perspectiva que me interesa.

¿Cómo dirige la mirada a través de las fracturas sociales?

Es imposible señalar todos los eventos violentos que ocurren en Colombia. La mirada es selectiva. Trato de tomar ciertos elementos que creo son los que tienen la capacidad de narrar lo que nos está ocurriendo. No sólo en blanco y negro, porque esta no es sólo la sociedad del horror, hay otras cosas, movimientos muy saludables, mucha gente trabajando y pensando. En nuestro caso, el horror en la obra muestra la capacidad de pensamiento que tenemos. El arte le hace contrapeso a la barbarie y a una realidad muy compleja.

Pero, esa selectividad genera polémica, otra razón por la que le otorgaron el premio.

Me parece el piropazo. Es horrible el autoritarismo y el unanimismo, la homogeneidad me parece espantosa. Yo no necesito 80 por ciento de popularidad durante ocho años, eso me aterra, es malsano, enfermizo, es fanatismo. En cambio es maravilloso cuando las cosas se discuten. Hay gente se relaciona con mi obra y otra no. Hay un espacio de libertad. En el arte no necesitamos imponer nada. Debemos generar espacios donde la gente pueda dudar, pueda pensar, pueda estar en desacuerdo. La obra insinúa. Cuando eso no esté creo que será hora de retirarme.

Por ejemplo, la grieta  en la Tate Modern de Londres fue un mensaje muy fuerte sobre el tercer y el primer mundo.

En un centro de arte muy importante de Europa hay una grieta que cuenta nuestra historia y el espacio que ocupamos dentro de lo que ellos consideran lo más refinado en cultura y lo que yo considero nuestra condición como seres humanos.

¿Y la cicatriz quedó allí?

Sí porque somos eso, somos la cicatriz, ese dolor. Representamos muchas cosas, esa modernidad que ellos construyen sobre muchas vidas y sobre el saqueo. Somos parte integral de la modernidad pero la parte negativa, no reconocida. La cicatriz siempre estuvo pero yo la evidencio y es imborrable.

¿Físicamente sigue en el piso?

Sí. Construimos el espacio negativo que ocupamos los seres del tercer mundo, logramos además que la cicatriz de esa grieta permanezca en ese espacio y ellos lo sabían y lo aceptaron.

¿Qué sensación le causa que con el premio la pongan al lado de grandes del arte contemporáneo como Gaya, Tápies, Soriano, Meireles, Muntadas?

Es maravilloso. Por la obra de Muntadas, de Cildo Meireles, siento un enorme respeto. Es importante que haya artistas latinoamericanos abriendo esos espacios en condiciones de igualdad. Hemos sido educados bajo el canon de occidente y sin embargo no somos reconocidos como parte de él sino como el apéndice no deseado.

¿Quiere cerrar ese abismo que representó en Shiboleth?

Eso no se va a cerrar (ríe). Más que cerrar el abismo es estar en el mismo lugar.

¿Cómo subvertir formalismos sin caer en intelectualismos?

Ummmm. Yo no sé. Creo que cuando hay una combinación: primero, partir de una experiencia vital que sea válida para todos, para el primer mundo como para nosotros; segundo, articular el pensamiento de muchos filósofos, poetas y escritores; tercero, construir una imagen capaz de concretar los dos primeros aspectos. Mi obra es una colaboración, un terreno en el cual está la experiencia de la víctima, el pensamiento, la ayuda de mi equipo y mis ideas.

¿Cuáles son sus puntos de referencia en filosofía y poesía?

Tengo una influencia muy fuerte de pensadores judíos, Walter Benjamín, Emmanuel Lévinas, son faros que guían mi trabajo. En este momento estudio muchísimo a Jacques Ranciére. En poesía a Paul Celan  con  fervor.

¿Y Duchamp, el ready-made?

En cuanto a lo objetual sí viene esa línea, más que como referencia como punto de partida elegido. Pero hay otras influencias como Goya, Cezane, igualmente importantes.

Y ahora Velázquez y su luz.

(Ríe a carcajadas) Sí, aunque en la escultura la luz tiene otro régimen. Sigo más la obsesión y el rigor de Cezane, que lo forma a uno muchísimo o la mirada política de Goya, que es esencial. La arquitectura contemporánea es un campo abierto que se nutre de todo: cine, teatro, culturas antiguas, ingeniería.

Sus obras son de gran dimensión, viajan en avión y barco. Esto parece una industria. ¿Quiénes integran su equipo?

Hay un equipo básico de siete personas que jamás varía, arquitectos y técnicos. Se amplía de acuerdo a cada proyecto. En este momento somos 35, todos colombianos con experiencia en obras artísticas. Afuera tengo un asesor cubano. Aquí me ayudan con todo lo que es estructural y desarrollo de ciertas técnicas, porque yo tengo unas ideas que son un flash, pero eso tiene que materializarse y durar.

Son capaces de intervenir la estructura de un edificio como el de la Tate Modern.

Sí, fue complejo y son increíblemente creativos. Los arquitectos llegaron a una síntesis maravillosa donde la grieta  era el refuerzo estructural que se le hizo al edificio lo que implicó año y medio de trabajo en Colombia y dos meses instalando en Londres con 50 personas.

Por eso también ya la incluyen en el grupo de “las grandes damas del arte”  como Mona Hatoum y Marina Abramovic.

Con Mona somos amigas del alma desde hace mucho tiempo, es una artista a la que admiro mucho, pero lo importante no es lo que la gente diga afuera sino mantenerse fiel aquí a la experiencia de las víctimas. Mantener ese sentido de responsabilidad social.

¿Por qué los candidatos presidenciales no hablan de la memoria colectiva?

Para eso está el arte. Ahora la memoria es sumamente incómoda, por eso se hace lo que sea para aniquilar al juez Garzón, para mantenerla reprimida, que esas fosas comunes de Valencia no digan nada, no cuenten la historia de las víctimas. Entonces el Holocausto va a ser negado, los serbios hicieron un esfuerzo enorme por evitar la reconstrucción de los cuerpos de la masacre de Srebrenica. En Colombia es muy difícil encontrar una fosa, están los hornos crematorios de Mancuso, los cuerpos mutilados en los ríos, los falsos positivos. Es casi imposible rehacer esa memoria y a los artistas nos corresponde hacer. Desafortunadamente no existe la palabra en español que lo resume en inglés que es memorial. Mi función es esa, construir esos memorials. Aquí no estamos cantando a héroes, a triunfos, todo lo contario, simplemente estamos recordando a nuestros muertos.

¿Cuál fue el momento de su vida en que supo que la violencia debía estar ligada a su obra?

No hubo un momento, estuvo siempre ahí. Desde que empecé a dibujar dibujaba eso.

¿El arte influencia la política?

La teoría de filósofos como Ranciére es que sí, pero a través de siglos. Creo que el arte es capaz de señalarle a la sociedad caminos hacia dónde mirar, no imponerlos sino mostrar opciones. Es un trabajo de generaciones, eso no ocurre en una vida

¿Su metodología de acercamiento a esos fenómenos sociales es directa?

Cuando se puede sí. Hablando con las personas, visitándolas, conociendo sus espacios y todo lo que pueda de esas vidas. Siempre hay un trabajo de investigación muy serio, de detective.

¿Lo que ve y piensa primero toma forma escrita?

Sí, escribo y leo mucho antes de llegar a construir la imagen como tal. Trato de ser fiel a esos testimonios. Si yo veo algo en términos materiales, eso pasará a la obra tal cual. Si me han dicho ciertas palabras, esas palabras definirán la forma de la obra.

¿Esa poética podría transformarla en literatura?

No. Es muy pobre. El lenguaje mío es la escultura. Además, yo soy como hecha en verso (ríe). La poesía me conecta con las imágenes y la materialidad, tiene una cierta concreción muy importante para mí.

¿Una meta por cumplir?

En un país donde hay tantas víctimas hay una cantidad de eventos a los que no he logrado dirigirme y eso es muy triste. Tengo mucho que hacer. Estoy yendo por ahí pero no he llegado.

¿Por qué es tan importante para usted eludir la fama y los cocteles?

El artista debe criticar una sociedad y para ser capaz de hacerlo es esencial la distancia, no estar en todos los cocteles. Además, el arte es solitario, requiere reflexión, silencio. Todo lo que distraiga no debe estar en la vida del artista y así lo vivo yo.

[…] ¿En que proyectos trabaja?

Estoy en uno que toma como punto de partida la desaparición forzada, pero que se desarrolla hasta llegar a marcar la fosa común como el objeto que tiene la capacidad para contar la historia de Colombia de los últimos 30 años.

¿Dónde lo expondrá?

Empieza en 2011 en Medellín en el Museo de Arte Moderno y luego va a México, Suecia, Lisboa, Londres y cierra en 2013 en la pinacoteca de São Paulo.

¿Pondrá a pensar a la gente sobre este país de entierros y exhumaciones?

Es peor, si ya tuviéramos el entierro estaríamos muy bien. Es el país de la muerte no enterrada, de la tumba no marcada, si ya hubiéramos llegado al ritual funerario sería un avance.

¿Cómo capta esa realidad, la procesa y la transforma en obra de arte?

No soy capaz de describirlo, ocurre a unos niveles que no son necesariamente racionales. Recojo todo tipo de información y eso pasa a través de mí.

A eso le suma disciplina.

Estoy aquí todos los días.

¿Cómo contagia al equipo con la misma obsesión?

Ellos tienen su propia inquietud política. Participan en los proyectos como si fueran propios, lo cual no tengo manera de agradecerlo.

La justicia argentina declara inconstitucional el indulto que Menem concedió al general Videla

El dictador y su ex ministro de Economía volverán a ser juzgados por el golpe de Estado de 1976, el secuestro de los dos empresarios y la desparición de un funcionario

El País28/04/2010

Jorge Rafael Videla, ex militar y dictador argentino, dentro de un vehículo de la policía de Argentina a su llegada a un juzgado para testificar en el caso de los niños robados a prisioneros políticos durante la dictadura militar argentina de 1976- 83- REUTERS

La Corte Suprema de Justicia Argentina ha declarado inconstitucionales los indultos que el Gobierno de Carlos Menem concedió al dictador Videla y a su ministro de Economía José Martínez de Hoz, por considerar imprescriptibles los delitos de lesa humanidad. Este fallo no modifica la situación de Videla, condenado a cadena perpetua en 1985 por crímenes de lesa humanidad, pero sí podría provocar la detención en las próximas horas de José Martínez de Hoz . Ambos volverán a ser juzgados por su participación en el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y que dio paso a la dictadura, por el secuestro de los empresarios Federico y Miguel Gutheim y la desparición del funcionario del Ministerio de Economía Juan Carlos Casariego de Bel.

El ex presidente argentino Carlos Menem firmó en 1989 y 1990 dos tandas de indultos que beneficiaron a a más de 1000 personas, entre ellas represores, guerrilleros, imputados por delitos comunes, participantes de distintos levantamientos y los militares responsables de Malvinas .

El fallo dictado ahora por el alto tribunal argentino confirma decisiones judiciales anteriores y pertenece a la causa que investiga el secuestro de los Gutheim, propietarios de una empresa algodonera que estuvieron presos cinco meses entre 1976 y 1977 como medida de presión para que aceptaran un contrato de exportación beneficioso para el gobierno de facto. Durante su cautiverio, los Gutheim pasaron por dos cárceles de la capital argentina e incluso mantuvieron reuniones con funcionarios que intentaron presionarlos para concretar el negocio que pretendía la dictadura. Tras su liberación, los empresarios demandaron al Estado y en septiembre de 1990 fueron indemnizados con unos 16.000 dólares.

No será el único proceso que afrontará el dictador en los próximos meses. Videla y el dictador Reynaldo Bignone serán juzgados desde el próximo 20 de septiembre por la apropiación de 33 bebés durante el último gobierno de facto (1976-1983), en el marco de una causa conocida como “Plan sistemático de robo de bebés”. La causa fue instruida por el juez federal Norberto Oyaribe, quien el año pasado ordenó que Videla, el primero de los cuatro presidentes de la dictadura, cumpliera prisión preventiva en el penal de Campo de Mayo, a las afueras de Buenos Aires, en vez de hacerlo en su domicilio. Bignone, el último presidente del régimen militar, fue condenado la semana pasada a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad cometidos en los denominados “años de plomo”, que causaron unos 30.000 desaparecidos.

“No entiendo el castigo a Garzón por rastrear la memoria”

JUAN CRUZ El País – 28/04/2010

Gelman vive comprometido con la búsqueda de desaparecidos.- G. LEJARCEGI

Juan Gelman, el poeta argentino, cumple 80 años el 3 de mayo. Parece que tiene 32 menos.

Hay algo de radiante en él, y en su esposa, Mara La Madrid, psicoanalista, o, como ella dice, “speakanalista”.

Ambos celebran, con una alegría muy privada, algo que ocurrió en 2000 y cambió sus vidas. Luego él ganó el Cervantes, publicó más libros, pero como aquello no hubo nada, ni habrá nada.

Él lo relata ahora, en este desayuno frugal, como si lo estuviera diciendo por vez primera. Mara le aporta algún dato, y explica: “Para él es tan emocionante; cualquier palabra se le quiebra mientras lo dice”.

Fue el año 2000, cuando los esfuerzos, sobre todo de Mara, dieron el fruto de encontrar a la nieta de Juan, que nació del matrimonio de su hijo y de María Claudia García Iruretagoyena, secuestrados y asesinados por los militares argentinos en 1976. María Claudia estaba embarazada. Se supo que de ese embarazo nació “un baby”, hasta ahí llegaron las noticias. Juan desgrana el proceso de la búsqueda, que duró tres años. Con los primeros indicios, Mara y él vinieron a ver al juez Garzón; tocaron en el Vaticano, en el Gobierno uruguayo, pero en todas partes sólo había hilillos y desesperanzas.

Hasta que en el año 2000 las evidencias les llevaron a Uruguay. Una gran campaña, organizada a partir de la generosidad de sus amigos José Saramago y Eduardo Galeano, alertó como una campana universal, y llegó a los oídos de alguien que había oído…, y así sucesivamente.

El encuentro con la nieta (primero en la residencia del obispo de San José, Uruguay, que ayudó, y después, casi clandestinamente, en la casa de Galeano) fue a tientas, casi, porque había que establecer todos los elementos analíticos que añadieran ciencia al convencimiento. Antes de ese encuentro, Gelman relataba esa búsqueda como si los ojos se le fueran a salir, con las lágrimas, de las órbitas. Su camisa blanca, las flores amarillas de la mesa, la sonrisa de Mara pespunteando las erratas del relato…, todo conspira para que en esa mirada haya ahora una sonrisa que todavía abraza el momento del reencuentro definitivo con quien para él (y para muchos) fue símbolo de la supervivencia frente a la barbarie. Macarena Gelman, la nieta, que ahora tiene 32 años.

Detrás de esa búsqueda han nacido muchos símbolos y su decidida defensa, también, de los que buscan en otros lugares a sus desaparecidos. Esa actitud fue la que le llevó a escribir en este periódico, el 12 de febrero, un artículo breve sobre lo que sucede con el juez Garzón. Gelman tituló: No se entiende nada. Ayer le preguntamos, cuando ya ha consumido su sexto cigarrillo, si ahora entiende. Y dijo: “Sigo sin entender nada. No se entiende que se pretenda castigar a un juez que está buscando la memoria de una nación, necesaria para la construcción de una ciudadanía de memoria sana, capaz de construir hacia adelante, a partir de la conciencia de lo ocurrido”.

Ha consumido su zumo, sus frutas, y nosotros le hemos mirado hablar. No hemos dicho nada de la comida, Juan, le decimos. “Di que desayuno así, casi nada. Y que en España me gusta el jamón”. ¿Y además? “Y además, el jamón”. Hay en su mirada, ahora, un alivio que se parece a la alegría.

Condenado a 25 años de prisión el último presidente de la dictadura argentina

A Reynaldo Bignone, de 82 años, se le imputa la desaparición de 30.000 personas y el robo de 500 bebés

El País21/04/2010

Reynaldo Bignone, durante el juicio- REUTERS

Un tribunal de Buenos Aires ha condenado a 25 años de prisión al dictador argentino Reynaldo Bignone, el último presidente de la dictadura militar (1976-1983), por delitos de lesa humanidad cometidos en el mayor centro clandestino de detención del régimen de facto, Campo de Mayo. Se le imputa la desaparición de más de 30.000 personas y el robo de unos 500 bebés cuyas madres fueron obligadas a dar a luz en centros de detención clandestinos.

Asimismo, el Tribunal Oral Federal 1 de la localidad de San Martín, a las afueras de la capital argentina, dictó también penas para otros seis imputados: los ex militares Santiago Omar Riveros y Fernando Verplaetsen (25 años de prisión), Carlos Tepedino (20 años) y Jorge García y Eugenio Guañabens Perelló (18 y 17 años, respectivamente), y absolvió al ex policía Germán Montenegro.

En una resolución que fue aplaudida por familiares de las víctimas de la dictadura que presenciaron la lectura del veredicto, el tribunal ordenó además que se revoque la prisión domiciliaria que hasta hoy cumplían Bignone (1982-1983), Tepedino y Guañabens Perelló, quienes ahora deberán ser conducidos a una cárcel común junto al resto de los condenados.

“Estamos felices por las condenas y la decisión de internarlos en una cárcel común, por los 30.000 desaparecidos, por las madres, las abuelas, los hijos, por el pueblo argentino”, afirmó Estela de Carlotto, de Abuelas de Plaza de Mayo. En la misma línea se pronunció el secretario de Derechos Humanos del país, Eduardo Luis Duhalde, para quien la sentencia es “justa, acorde con los hechos probados”.

Bignone, de 82 años, ha afirmado en su testimonio final ante los jueces que en Argentina se desarrolló una “guerra irregular” en la que las Fuerzas Armadas “tuvieron que intervenir para derrocar al terrorismo”. El dictador, para quien las víctimas de la represión “ni eran tan jóvenes ni tan idealistas”, recurrió a una cita del ex presidente Juan Domingo Perón para justificar la represión y cuestionó las cifras de víctimas del régimen de facto.

Frente a los 30.000 desaparecidos y 500 bebés apropiados denunciados por los organismos humanitarios, Bignone ha asegurado que “no está demostrado” que hubiera más de 8.000 desaparecidos y unos 30 niños robados durante la dictadura.

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Videla cumplirá sus condenas pendientes en Argentina

Un tribunal alemán pide la extradición del dictador Videla

El final de la impunidad en Argentina

La invisibilidad de las víctimas

JUAN DIEGO BOTTO – El País –  18/04/2010

Al bisabuelo español de mi hija

La primera persona que va a ser juzgada por los crímenes del franquismo es precisamente la única que ha pretendido investigarlos. Esta paradoja cuestiona la naturaleza de nuestro Estado de derecho y nuestra democracia. La transición nació fruto del siguiente pacto: Estado de derecho sí, pero vamos a hacer un aparte con este genocidio y estos crímenes de lesa humanidad para que sea posible avanzar. Y así se desarrolla nuestra democracia, manteniendo en los aparatos del Estado a quienes habían administrado la dictadura.

Mi generación (nacidos en 1975) siempre pensó que era cuestión de tiempo, que cuando la democracia estuviera asentada llegaría el momento de las víctimas. Lo que ha ocurrido es precisamente lo contrario. Este auto del juez Luciano Varela es el equivalente a la peor de las leyes de punto final. Peor, porque en este país ya nadie pedía sentar en el banquillo a los responsables. Lo único que se pedía era dar amparo a víctimas y familiares.

Preguntémonos con qué autoridad moral se asienta un Estado de derecho que investiga a quien comete un asesinato pero no a quienes cometen 100.000; que investiga la desaparición de una niña pero no la de decenas de miles de personas; que persigue a quien roba un coche pero no a quien organiza un entramado para robar niños. Sobre esa estructura es improbable que alguien llegue a confiar en sus instituciones. La mejor manera de garantizar que ningún grupo ose alzarse de nuevo contra la democracia es demostrar que la justicia será con ellos implacable. Pero a quienes lucharon por la República se les ha premiado con una fosa común con vistas al olvido.

Según las encuestas, la mayoría de los españoles prefiere la democracia a la dictadura franquista, a la que la mayoría considera sangrienta. Ello presupone que cualquier gobierno en estos años de democracia estaba legitimado para enfrentar una tarea que, sin embargo, ninguno acometió.

Se trataba, simplemente, de catalogar esos delitos como lo que son y, más importante aún, ofrecer reparación a las víctimas. Si desde el Estado se cometieron los crímenes -y se hizo además desde las fuerzas del Estado y en nombre del Estado- es éste, sin duda, el que debe asumir buscar, desenterrar y averiguar cómo fueron eliminados sus ciudadanos. La visibilidad de casi 1.000 víctimas del terrorismo etarra es uno de los grandes aciertos de la democracia española; sin embargo, la lacerante invisibilidad de los al menos 113.000 desaparecidos y miles de torturados, encarcelados y exiliados es una de sus más imperdonables deudas.

En cuanto a la Historia, se recurre a menudo al argumento de la equidistancia: “Por ambos bandos se cometieron atrocidades”. Sí, muy probablemente el bando republicano cometiera crímenes de guerra. Todos deberían ser investigados. Ahora bien, eso no puede nunca oscurecer el hecho históricamente nítido de que la contienda tuvo un responsable, un bando que se sublevó contra la democracia y que ello derivó en una guerra. Más aún, no se puede negar que hubo durante la guerra y también en los años posteriores a ella un plan sistemático para acabar con un grupo político o ideológico.

Ampararse en que ambos bandos cometieron atrocidades para igualar a los contendientes sería tanto como afirmar que no se puede juzgar a los nazis porque los aliados también cometieron crímenes. Sin lugar a dudas las cometieron. Es difícil pensar que los bombardeos sobre Dresde no fueran un crimen de guerra. Eso, sin embargo, no ampara ni una sola de las atrocidades cometidas por los nazis.

Para sostener que hubo prevaricación, el juez Varela señala que la Ley de Amnistía impide juzgar los crímenes del franquismo. Pues bien, aclaremos que la propia Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas pide la nulidad de dicha ley, porque los delitos de lesa humanidad y genocidio no pueden estar sujetos a leyes de amnistía. Son delitos considerados tan graves que no se permite a los políticos el derecho de amnistiarse ni arrebatar a las víctimas el derecho a obtener justicia. Por otra parte, esa interpretación que coloca la Ley de Amnistía por encima del amparo a las víctimas es contradictoria con los artículos 10.2 y 96.1 de la Constitución, en vinculación con varios tratados y convenciones internacionales suscritos por España.

Varela indica, además, que los delitos han prescrito, pero eso solo sería posible si se observa cada caso individualmente, es decir, si se niega la existencia de crímenes masivos y por ende, la intencionalidad del franquismo de cometerlos, dado que los crímenes de genocidio y lesa humanidad no prescriben.

Varela señala también que Garzón ha incumplido la Ley de la Memoria Histórica al usurpar tareas que corresponden a la administración, lo cual es falso, porque dicha ley señala en su disposición adicional segunda que las previsiones contenidas en la misma son compatibles con el ejercicio de las acciones establecidas en las leyes o tratados y convenios internacionales suscritos por España.

Cuando la justicia da cobertura a una dictadura a costa de negar auxilio a sus víctimas, cuando se actúa de espaldas a la voluntad de la mayoría, ¿qué Estado de derecho es éste? ¿Qué democracia es ésta?

Juan Diego Botto, hijo de desaparecido de la dictadura argentina, es actor.

“Garzón me ayudó a saber quién soy”

Carla Artés vivió casi una década con el presunto asesino de su madre

NATALIA JUNQUERA El País14/04/2010

Carla Artés tenía un año y dos meses cuando mataron a su padre. Su madre es una de las desaparecidas de la dictadura argentina. Y ella supo quién era en realidad a los 10 años, cuando la recuperó a su abuela. “Viví todo ese tiempo con un torturador que posiblemente es el asesino de mi madre”, explicaba ayer, en el anfiteatro de la Facultad de Medicina de la Complutense, donde acudió al acto de apoyo a Baltasar Garzón. La diferencia entre su caso y el de muchos de los familiares de víctimas del franquismo que la rodeaban ayer, explicó, “es que el torturador que me retuvo está en la cárcel y en junio voy a declarar a un juicio. Garzón me ha ayudado a saber quién soy, a recuperar mi identidad, promoviendo los primeros juicios a la dictadura argentina”.

Por eso Carla Artés está dispuesta a ir a todos los actos que se convoquen en defensa del magistrado de la Audiencia Nacional, como el de ayer. “Es el juez que más se ha involucrado en la defensa de los derechos humanos. Han ido a por él. Ojalá hubiera más jueces como Garzón”. Mientras, confía en la vía que se ha abierto en Argentina. “La justicia es universal, ¿no?”, añadió

Carla Artés besa a su abuela

Carla Artés besa a su abuela en el acto de apoyo a Garzón.- ULY MARTÍN

Con pedido para que se aceleren los juicios

UNA MULTITUD COLMO LA PLAZA DE MAYO EN EL ACTO CENTRAL POR EL DIA NACIONAL DE LA MEMORIA, POR LA VERDAD Y LA JUSTICIA

Decenas de miles de personas se manifestaron en todo el país. En el acto central, Madres y Abuelas destacaron ante una multitud que desbordaba la Plaza de Mayo la necesidad de que todos los represores respondan ante la Justicia.

Por Diego Martínez – Página 12 – Jueves, 25 de marzo de 2010

Una multitud, reunida por tres convocatorias, marchó a Plaza de Mayo a los 34 años del golpe. La mayoría de los organismos de derechos humanos abrió el camino con su enorme bandera con los rostros de los desaparecidos. Los partidos de izquierda llevaron sus protestas y cerró Hebe de Bonafini, quien aseguró que “Argentina es el único país que condena a los genocidas”

A dos meses del bicentenario, con ocho juicios en curso y centenares de imputados por crímenes de lesa humanidad a la espera de ser sometidos a proceso, decenas de miles de personas marcharon en todo el país para repudiar el último golpe de Estado, del que se cumplieron ayer treinta y cuatro años. El acto central para conmemorar el Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia se desarrolló en la Plaza de Mayo, a la que decenas de Abuelas y Madres rejuvenecidas por las buenas nuevas de los últimos años ingresaron portando una bandera interminable con los rostros de miles de desaparecidos. Los organismos de derechos humanos históricos leyeron un documento consensuado en el que celebraron las conquistas pero también recordaron que “la dictadura se hizo entre muchos, militares y civiles al servicio del exterminio y la apropiación de niños”, y reclamaron la “urgente aceleración de los juicios a genocidas, cómplices, ideólogos y beneficiarios”.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, por la mañana, también reclamó celeridad al Poder Judicial y destacó ante Abuelas de Plaza de Mayo su compromiso para lograr que se esclarezcan las adopciones irregulares de los hijos de Ernestina Herrera de Noble. Es “una prueba de ácido para saber si vivimos en democracia”, aseguró. A menos de una semana del fallo de la Sala II de la Cámara de Casación Penal que suspendió la realización de análisis de ADN a los jóvenes registrados como hijos de la dueña del Grupo Clarín, que había ordenado la Cámara Federal de San Martín, la mandataria le manifestó en público a Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas, su confianza en que “luego de tantos años de impunidad del poder mediático vamos a poder conocer realmente la identidad que usted está tratando denodadamente de buscar”. “Si no encontramos justicia en la Argentina”, agregó, acompañará a Abuelas “a otros tribunales internacionales” para esclarecer las posibles apropiaciones (ver página 7).

“Nunca hubiésemos pensado en ver a los asesinos en las cárceles, muchos condenados, cientos de procesados, anuladas las leyes de obediencia debida y punto final”, admitió horas después Hebe de Bonafini, sobre el mismo escenario que antes ocuparon los organismos, en nombre del grupo de Madres que a poco de asumir Raúl Alfonsín perdió toda esperanza en la vía judicial. “Estamos orgullosas de vivir en este maravilloso país. ¡Gracias Cristina!”, redondeó emocionada (ver aparte). La contracara de la jornada estuvo a cargo del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, que reúne a agrupaciones de izquierda, marchó por separado y leyó su documento desde el trailer de un camión.

[leer todo el artículo]

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Otros artículos relacionados con el Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia publicados en el diario Página 12:

Lo clásico y los cambios

Cada 24 de marzo repite escenas, promesas, imágenes. Los asistentes se reencuentran, se abrazan, se festejan y emocionan. Los rostros de las pancartas son los mismos, la consabida larga bandera descorre las avenidas que desembocan en la Plaza. La escena, con variaciones federales, se replica en tantas otras del país.

“Los voy a acompañar a otros tribunales”

En el acto oficial por el Día de la Memoria, realizado en la ex ESMA, la Presidenta pidió “dar vuelta la página de la historia con verdad y justicia”. También se comprometió con la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo y criticó la “impunidad del poder mediático”.

Solo como Duhalde el Día de la Memoria

El ex presidente propuso que en 2011 se vote también si seguir o no con los juicios por los crímenes de la dictadura. Hasta los macristas reprobaron su idea. El centroizquierda promoverá una declaración del Congreso en contra de su iniciativa.

Otro acto a la izquierda de la Plaza

El Encuentro por la Memoria, la Verdad y la Justicia marchó desde el Congreso y se manifestó a un costado de la Plaza de Mayo. Hubo críticas al Gobierno por “pretender monopolizar” la manifestación. Reclamaron “no a la impunidad de ayer y de hoy”.

Esperanza y certeza

El primer acto en conmemoración del Día Nacional por la Memoria, la Verdad y la Justicia se realizó en las primeras horas de ayer en el centro porteño. La convocatoria del artista Gabriel Serulnicoff y del escritor Juan Diego Incardona para homenajear al escritor y periodista Rodolfo Walsh inauguró en la esquina de San Juan y Entre Ríos la jornada de actos en todo el país. La lectura de la “Carta Abierta a la Junta Militar”, difundida por Walsh en el primer aniversario del golpe militar, en la esquina donde fue asesinado, fue el corolario de una marcha que había comenzado frente al edificio de la ex ESMA horas antes y simulaba el recorrido inverso al que realizó el cuerpo del periodista tras enfrentarse con un grupo de tareas el 24 de marzo de 1977.

Una carrera por la verdad y contra el olvido

Más de dos mil personas corrieron una “prueba atlética por la Memoria, la Verdad y la Justicia”, que organizó el municipio de Morón, como parte de la conmemoración del 24 de marzo. En la largada estuvieron el diputado del EDE Martín Sabbatella, el intendente Lucas Ghi, y las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora Nora Cortiñas, Delicia Córdoba de Mopardo y Pepa de Noia, además de Sara Steimberg, de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas. La experiencia reedita la Carrera de Miguel, que se corre en la ciudad de Buenos Aires y en Italia.

La memoria recorrió todo el país

Se inauguró un sitio de memoria en un predio militar donde funcionó un centro de detención y una obra artística en homenaje a los desaparecidos mendocinos. Entre otras cosas, se realizaron también exposiciones de fotos y de biografías de las víctimas.

Con necesidad de justicia y memoria

El ministro Alak sostiene que se debe avanzar con la Justicia en los crímenes de la dictadura para alcanzar la paz. La decana de Derecho, Mónica Pinto, destaca la importancia de la memoria. La legisladora Bisutti, ex detenida-desaparecida, sostiene que no puede haber olvido ni perdón.

Imagen: Leandro Teysseire

“La de los hombres fue una búsqueda más silenciosa”

Joaquín Daglio (director) y Juan Vitale (guionista y productor junto a Maximiliano Cerdá y Milena Vidal) entrevistaron a una decena de padres de desaparecidos para saber cuál fue su rol en la búsqueda de sus hijos durante la dictadura

Página 12 – Martes, 23 de marzo de 2010 – Por Oscar Ranzani

Daglio y Vitale sostienen que a los padres de desaparecidos los movilizó que se les acercaran personas de la edad de sus nietos. Imagen: Jorge Larrosa

No es conocido públicamente pero tiene la marca del dolor que le provocaron los asesinos con botas: Rafael Beláustegui, nacido en 1927, es abogado, escritor y un apasionado de la náutica. La dictadura le produjo un desgarro emocional que no cede: tiene tres hijos desaparecidos. En plena época del terrorismo de Estado, Beláustegui tenía que tomar un avión para ir a Córdoba y, casualmente, a la aeronave subió nada menos que Emilio Eduardo Massera. Beláustegui no lo conocía pero no se pudo contener, se sentó a su lado y le dijo: “Disculpe que lo moleste, pero es una oportunidad para mí que no puedo dejar pasar. Yo soy padre de chicos desaparecidos y quizás usted me pueda decir algo”. Mirándolo con desprecio, Massera le contestó: “Bueno, lo que puedo decir es que los chicos, en algún lugar están y, en algún momento, los devolveremos, pero en el momento en que las condiciones lo aseguren. No me pregunte nada más”. “¡Que hijo de puta!”, grita Beláustegui, más de treinta años después, frente a una cámara, para descargarse el dolor que lacera su alma.

El grito de Beláustegui es conmovedor y forma parte de los testimonios del documental Padres de la Plaza, 10 recorridos posibles, de Joaquín Daglio y Juan Vitale (ambos egresados de Diseño e Imagen de Sonido de la UBA) y Maximiliano Cerdá y Milena Vidal (estudiantes de Comunicación de la UBA). El film –que obtuvo Mención Especial del jurado de la Competencia Argentina en el último Festival Internacional de Cine de Mar del Plata– se proyectará hoy a las 19 y a las 21 en el Espacio Incaa Km 0 Gaumont (Rivadavia 1635), a escasas horas del 34º aniversario del golpe de Estado. Su título brinda una aproximación al trabajo que hicieron los realizadores para poder plasmar en la imagen la inquietud que tenían: si las Madres, Abuelas, Hijos y Hermanos se agruparon y formaron organizaciones de derechos humanos, ¿qué pasó con los padres? Entonces, les otorgan voz a diez padres de desaparecidos, quienes cuentan sus vidas y las de sus hijos a través de relatos impactantes.

“Nuestro motor fue esa pregunta, y nuestra idea no es concluirla o dar una respuesta unívoca, sino poder generar otras preguntas y espacios de reflexión”, comenta Joaquín Daglio, encargado de la dirección y de las entrevistas que le dan cuerpo al documental. “Sí podemos decir que los padres siempre estuvieron presentes, que su lucha fue diferente; las Madres asumieron un rol protagónico y su lucha es emblemática. Los padres acompañaron esa lucha, también por una cuestión estratégica, al ver que la lucha de las Madres resultaba tan potente”, agrega Daglio. Y Juan Vitale, productor y guionista junto a Daglio y Maximiliano Cerdá, completa que “fue consensuado”. Vitale asegura que no se produjo un choque de protagonismos “sino que, en su momento, entre todos decidieron que el mejor camino era el protagonismo de las Madres. Y ellos han realizado otro tipo de búsquedas de una manera más silenciosa, por así decirlo”.

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Trailer del documental Padres de la Plaza – 10 Recorridos Posibles:

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=B9AyFvdpd_0]