Author Archives: Mertsi M Lindh

Estructura de ∅

La novela Conjunto vacío, escrita por Verónica Gerber Bicecci y publicada en 2015, cuenta la historia de Verónica, artista visual y coleccionista de inicios. Está buscando a sí misma, mientras luchando en el eterno juego de relaciones amorosas y tratando de vivir una vida en que la desaparición de su madre ha dejado un agujero que no se puede llenar.

La estructura de la novela, tanto la externa como la interna, está llena de fragmentación. En cuanto a la estructura externa, podemos dividir la obra en 135 fragmentos, y también tenemos una dedicatoria y agradecimientos. La dedicatoria nos revela el nombre del hermano de Verónica, Ale, hecho que no se menciona en el texto mismo. Como esta novela es autoficción, es decir, la identidad entre la protagonista y la autora es como una línea trazada en el agua, podemos suponer que también el nombre del hermano real y ficticio se coinciden, justo como lo que pasa con el nombre de Verónica. Los agradecimientos, a su vez, indican, por ejemplo, que algunos dibujos presentados son homenajes a cuadros reales.

Toda esta fragmentación de la obra refleja de manera muy acertada la vida de Verónica. Como su vida está llena de comienzos sin finales e historias sin conclusiones, es como un puzzle o, como se menciona en la página 26, ‘’un dibujo que no alcanzamos a ver por completo’’. Además, cabe destacar que la novela carece por completo de títulos. Podemos pensar que también este rasgo refleja la naturaleza de la vida, a saber, en ella no tenemos capítulos fijos o bien definidos, sino que todas las fases se amalgaman, formando así un conjunto sólido a que damos la denominación de ‘vida’.

Algunos de los fragmentos están en forma de narración típica, pero también tenemos otros estilos u otros tipos de fragmentos como cartas e imágenes, tema en que profundizaremos más adelante. La correspondencia entre Verónica y Alonso es curiosa debido a la manera en que se comunican. 

Caniróve sau nau gualen datavenin rapa bircries sus jessamen. Ne taes gualen, mostiverin le denor ed sal baslasí ed daca bralapa, ed ranema euq al ramepri balasí ed al bralapa alre se rahoa al matiúl, y cevi saver. Másdea, is mosnete braslapa ed nau balasí, loso mostiverin le denor ed tases trasle treen ís. Ne troso tospecas, taes gualen se moco le ñolpaes malnor.

Me encanta también la manera en que escribe Alonso. Parece que a ambos les
gusta usar una lengua cifrada. Usa versos acrósticos, es decir, podemos formar frases y
jugar con ellas, usando, en este caso, las primeras palabras de cada verso, acompañadas
con un mensaje oculto. Este tipo de correspondencia es bastante ingeniosa, y la plasticidad de
las palabras es una maravilla. Gracias a esta particularidad, estos segmentos, que llamamos
palabras, tienen el poder para cambiar el mundo.

La correspondencia entre Verónica y Alonso tiene algunas similitudes con la de la madre muerta de Alonso, Marisa, y su misterioso amante, de cuyo nombre solo sabemos la inicial, S. Aunque esta historia de amor ha pasado unos 40 años antes, el resultado será el mismo que en el caso de Verónica y Alonso —un comienzo sin fin—. Además, Verónica y Marisa son similares como personajes, ya que esta tiene experiencia de principios y adversidades también: 

‘’Marisa(Mx) empezó muchas veces una sola historia; eso me parece admirable. Muchos principios distintos solo puede ser sinónimo de muchos fracasos, de narraciones mutiladas. Eso es lo que Yo(Y) tengo’’ (p. 101)

Según la abuela de Verónica y su hermano, podemos encontrar aún más similitudes, puesto que piensa que Verónica parece a Coty, madre de los hermanos, y Ale, a su vez, a su abuelo. 

Además, las casas de Verónica y su abuela están descritas de manera igual. La de Verónica, que se denomina ‘búnker’, ‘’se quedó suspendida en el tiempo’’ (p. 11) y es ‘’una cápsula de tiempo donde todo permanece en perpetuo abandono’’ (p. 18) y, de forma similar, ‘’la casita de la Abuela(Ab) está suspendida en el tiempo’’ (p. 181).

Todas estas similitudes tienen que ver con la circularidad, rasgo fundamental de la novela. Es esto que le da a la obra su estructura interna peculiar. La temática de que todo siempre vuelve a empezar, de que no tenemos linealidad, se manifiesta, no solo en las similitudes personales o espaciotemporales, sino también a través de la relación que existe entre el texto y la imagen. Un buen ejemplo de esto es la palabra ‘rangmeboo’ (p. 12), que significa ‘boomerang’, y la imagen de la página 193. ¡Qué objeto podría simbolizar mejor la trayectoria circular de la vida, en que muchas veces nos encontramos de nuevo en la casilla de salida, que un boomerang! El otro ejemplo ideal de esta relación existe entre la imagen de escalera (p. 13) y el texto de la página 178: 

‘’La escalera que el abuelo construyó en la sala no lleva a ningún lugar. […] Arriba tendría que haber un segundo piso.’’ 

Como estos pares de texto e imagen son discontinuos, es decir, una parte está en el principio de la novela y la otra en el final, sus significados son descubiertos solo en las últimas páginas. Eso es lo que suele pasar en la vida: no hay referencias directas. 

Estos ejemplos nos muestran cómo las imágenes pueden ilustrar la historia. No obstante, esta obra está llena de diferentes tipos de imagen, cuyo sentido para la historia puede ser aún más grande. Como afirma Gerber Bicecci en una entrevista, en las situaciones donde la protagonista se queda sin palabras o simplemente no puede describir algo con ellas, usa recursos visuales. Por ejemplo, el empleo de imágenes y conjuntos para hablar de las relaciones interpersonales es bastante interesante. No pensaba que se podría retratar este tipo de relaciones con un lenguaje matemático, pero, aparentemente, este modo de pensar funciona muy bien. 

El uso de conjuntos puede también intensificar la historia y hacerla más tangible. Esto lo vemos claramente cuando Verónica y Alonso hacen el amor (pp. 154-157), acto descrito por medio de conjuntos que se van fusionando. Esta serie de conjuntos, en mi opinión, es una de las partes más fuertes de la obra, puesto que es increíble cómo algunos circulitos pueden transmitir sensaciones tan humanas y tan sensibles.

Cabe mencionar también la noción de que se emplea el concepto de universo para ilustrar si ciertas entidades existen o no en el mundo de Verónica. A veces, una mitad de estas entidades se encuentra fuera de su universo, como su madre o la parte de arriba de la escalera en la casa de la abuela, y estos detalles nos revelan la conceptualización del mundo de la novela.

Por añadidura, tenemos, por ejemplo, dibujos astronómicos y dendrocronológicos cuya función principal es enriquecer la historia y complementar lo leído.

En conclusión, la novela Conjunto vacío cuenta la historia de lo fragmentario de la vida. Este aspecto se refleja claramente en su estructura. Aunque sí podemos encontrar cierta linealidad en algunas historias que avanzan a lo largo de la novela, como la relación de Verónica y Alonso o el misterio de la madre, el tono general de la obra es el desorden y falta de cronología. Por consiguiente, la novela carece de estructura clásica. Además, el matrimonio de texto e imagen le da un toque especial, y quizás podamos entender algunas partes del libro incluso sin texto.

El conjunto vacío es un conjunto sin elementos, pero esta novela tiene muchos.

 

 

Referencias:

Gerber Bicecci, Verónica (2015): Conjunto vacío. Primera edición. España: Pepitas de calabaza ed.

Entrevista con Verónica Gerber Bicecci. [disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=8aHY8xKeU7Q, consultado el 16.12.2019].

 

La ironía y sátira social en la novela La fila india

¿Su viaje es de placer?

-No.

La fila india (2013), novela escrita por Antonio Ortuño cuenta de las violencias contra los migrantes en México. La protagonista de la obra es la funcionaria llamada Irma que empieza a trabajar en la ciudad de Santa Rita. Quiere creer en lo bueno de la humanidad, pero se le va relevando que no todo es lo que parece y que la naturaleza humana tiene muchas caras.

Esta novela retrata la sociedad y sus problemas de manera muy inteligente y perspicaz, aprovechando recursos satíricos e irónicos para transmitir el mensaje y para influir en el lector. Según Tieteen termipankki, la sátira es un recurso, en este caso literario, con que podemos moralizar indirectamente, por ejemplo, estados, pueblos, instituciones o clases sociales. A través de esta moralización, tenemos la posibilidad de prestar atención a algunos problemas sociales que están presentes en la actualidad. La ironía, a su vez, es un juego de contrariedades que también de manera indirecta revela la verdad.

Podemos ver rasgos de la sátira contra las instituciones en el caso del nuevo Delegado. Este ejemplo nos muestra la facilidad con que se puede sustituir a un burócrata por otro y en realidad nada cambia ‒la espiral de la violencia y corrupción sigue ejerciéndose‒. En otras palabras, los burócratas son solo piezas en el gran engranaje del sistema en que cada uno tiene su función, y sirven a un propósito más grande. 

Otro ejemplo de este tipo de sátira son los informes escritos por Vidal y publicados por la Comisión Nacional de Migración (Conami). Por una parte, estas versiones oficiales sobre los acontecimientos violentos sí tienen que tener una forma uniforme y coherente, pero, por la otra, ilustran muy adecuadamente el disfuncionamiento de la política que muchas veces está llena de palabras vacías y promesas gloriosas. Más adelante en la novela, cuando nos enteramos de que es Vidal que está detrás de la violencia, estos informes llegan a tener una pinta satírica. Es un lobo con piel de oveja, persona de doble cara, que refleja la corrupción presente en la sociedad. Cabe añadir que incluso el propio nombre de la Conami tiene su versión satírica: la Conamierda.

La hipocresía de Vidal nos muestra la inversión de papeles de cómo los buenos son realmente malos. Otro ejemplo de esta inversión y el juego de contrariedades es el ex-marido de Irma. Es un hombre educado e intelectual, humanista incluso, pero actúa de manera asquerosa hacia los migrantes. Este personaje nos recuerda que cualquiera de nosotros puede tener un lado oscuro.

En cuanto a la sátira relacionada con las clases sociales, la novela habla de manera punzante de los nombres de niños mexicanos. Se menciona que los niños pobres tienen nombres americanos como Jay, Chad o Lizibeth. Por lo tanto, las familias pobres glorifican lo americano y lo imitan tanto como sea posible. Aparte de mexicanos pobres, también los centroamericanos tienen nombres similares. Y en América Central hasta los gatos se llaman así. Al contrario, los nombres de los niños ricos son de tipo Eduviges, Aristeo o Petra, pero, irónicamente, estos nombres, que ahora son cultos y nobles, hace una década solían ser nombres de gato. Curioso caso, el de nombres. 

La glorificación irónica de los Estados Unidos de que habla el autor alcanza también otros campos de vida. Por ejemplo, la ropa comprada en outlets texanos es obviamente de mejor calidad, la Coca-Cola tiene mejor sabor y su burbuja es perfecta. Incluso el papel higiénico californiano tiene un toque diferente. Dicho de otro modo, los Estados Unidos son una Disneylandia eterna donde los sueños se hacen realidad y donde todo es automáticamente mejor, mientras que México ‒y sobre todo Centroamérica‒ es un lugar oscuro y lleno de problemas; un lugar que está lejos de la utopía americana. Quizás esta utopía esté demasiado lejos, puesto que se titula un capítulo de la novela ‘’Santa Rita, lo que se da no se quita’’. Podemos ver este título de manera irónica, de modo que si uno nace como mexicano o centroamericano, lo será siempre y no podrá quitar este estigma.

Además, el título mismo de la novela encierra ironía en sí. Como argumenta Ortuño en una entrevista, la fila india se puede referir a los migrantes centroamericanos que marchan hacia el norte, como si fueran hormigas que buscan remedios para sobrevivir. Otro ejemplo de la ironía con un pellizco de sátira es el primer capítulo de la obra. Compuesto de un diálogo de solo dos líneas, este capítulo capta mucho más que sus meras palabras. Podemos entender el significado de estas palabras solo en el desenlace de la novela: en el mundo de migraciones y huidas no hay viajes de placer.

En conclusión, la novela entera es una crítica en contra de la sociedad mexicana. No obstante, detrás de las fronteras nacionales, también hay crítica contra la mente humana en general. Con la ayuda de la sátira e ironía, el autor ilustra problemas sociales con mucha perspicacia y nos hace pensar en las cuestiones eternas de la humanidad y su cara oculta.

 

Referencias:

Ortuño, Antonio (2013): La fila india. Primera edición. México: Editorial Océano de México.

Entrevista con Antonio Ortuño. [disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=hG-9m1A6X_4, consultado el 19.11.2019].

Tieteen termipankki: Ironia. [disponible en: http://tieteentermipankki.fi/wiki/Kirjallisuudentutkimus:ironia, consultado el 18.11.2019].

Tieteen termipankki: Satiiri. [disponible en: http://tieteentermipankki.fi/wiki/Kirjallisuudentutkimus:satiiri, consultado el 18.11.2019].

 

La visualidad en el cómic Asylum

En los cómics el aspecto visual tiene mucha importancia. Son obras en que el lector tiene que tomar en consideración no solo el lenguaje usado sino también toda la visualidad que está presente en las viñetas, de manera que se puede comunicar bastante con todo lo que se ve. Asylum de Javier de Isusi (2015) no hace una excepción en este sentido. Esta obra cuenta la historia de cinco personas cuya vida está vinculada con el exilio y cuyos caminos se cruzan entre sí.

Primero, cabe destacar que todo el cómic está pintado con acuarela, hecho que le da al cómic una pinta suave y agradable. Las viñetas de los acontecimientos del presente tienen varios colores mezclados y no existe un único color que sea dominante, pero todos los protagonistas sí que tienen su propio color que predomina las viñetas de cada relato separado. La historia de Marina, que se sitúa en gran parte en la Guerra Civil Española, está con tonalidad sepia, lo que da una impresión de tiempos viejos, ya que las viñetas son como fotos antiguas.

En cuanto a los demás relatos, que son más recientes, se usan colores más vivos. Todos estos colores se pueden ver en las primeras cuatro viñetas de la página 89 del cómic. El color predominante del relato de Aina es el rojo. Este color nos comunica grandes emociones, porque el exilio de Aina está lleno de acontecimientos terribles. Por ejemplo, sufre violencia sexual y cuando pierde a su hija, todo su mundo se llena de tonos rojos. Esto lo podemos ver muy claramente en las primeras viñetas de las páginas 67 y 69, donde incluso la arena y el cielo se vuelven rojos. Así, el color del amor, pero también el de la sangre, está muy presente. El color principal del relato de Christopher es el amarillo. Su historia tiene aspectos contradictorios, puesto que piensa que ha encontrado amor, lo que le trae alegría y esperanza, pero todo esto al final resulta mentiroso. Por lo tanto, el amarillo, color de felicidad, no es lo que se podría pensar a primera vista. El color de Sanza, a su vez, es el verde con sus tonos diferentes. El verde representa la tranquilidad y la naturaleza, de modo que este color se concuerda perfectamente con la personalidad de Sanza, ya que es una figura materna serena, natural y de gran aprecio que sabe cuidar a los demás. Por ejemplo, muestra su cariño y empatía hacia Aina cuando están en el mismo Centro de Internamiento de Extranjeros. Por último, el color de Imelda es el marrón. Este color, como el verde, es suave y así representa la personalidad de Imelda. El marrón es también un color cálido, y la necesidad de calor humano se puede ver en la última viñeta de la página 81 cuando Imelda solo quiere abrazar a su marido. Por añadidura, este calor humano se puede ver en la profesión de Imelda. Es periodista, así que su trabajo exige que esté interesada en la vida de los demás. Como hemos visto, los colores usados en cada relato nos transmiten diferentes sensaciones y nos muestran algo sobre la personalidad de cada protagonista. Cabe mencionar también que los colores diferentes ayudan al lector a diferenciar los relatos de uno a otro y, de esta manera, se puede dividir el cómic en diferentes partes.

En cuanto a esta división, podemos ver también que cada relato empieza con algunas viñetas que solamente muestran el busto del protagonista en cuestión, y estas viñetas siempre están en la parte superior de la página. Estos aspectos, combinados con los colores temáticos, facilitan la lectura. Aparte de eso, las caras son una manera de mostrar focalización interna desde la perspectiva de otro protagonista, ya que todas las personas, excepto Marina, están sentadas a la misma mesa. La viñeta en que se puede ver excelentemente la focalización interna, en este caso desde el punto de vista de Christopher, es la segunda de la página 34. Esta viñeta, donde se ve la pantalla del móvil, muestra todo lo mismo que ve él con sus propios ojos. De esta manera, el lector puede identificarse con el protagonista y vivir la historia con él. En el cómic lo que también ayuda a sentir la historia y las emociones que provoca son los gestos, posturas y caras expresivas dibujadas tan detalladamente. Creo que en una obra tan extensa como esta, lo detallado tiene mucha importancia para que se mantenga el interés del lector. Por añadidura, hay un detalle en el cómic que merece ser destacado separadamente: en las páginas 18 y 19, cuando los aviones franquistas bombardean Otxandio, las viñetas se rompen en pedazos, lo que simboliza de manera muy adecuada cómo, justamente ese momento, se muere también la vida de Marina que había tenido hasta entonces.

Aún más simbolismo lo podemos ver en las últimas viñetas del cómic. El ángulo de toma va alejándose de la ciudad, y al final se ve toda África desde el espacio. La mayoría de los protagonistas son de África y, en general, Europa recibe muchos refugiados justo de este continente. Además, África no suele ser retratada como el centro del mundo el los mapas, así que es grato ver variación en este sentido. La imagen de África de la página 96 también nos recuerda que, al fin y al cabo, somos todos de allí metafóricamente. Lo que vale la pena añadir es el hecho de que en estas últimas viñetas no se ven fronteras entre países, puesto que en el fondo no existen; son solamente construcciones creadas por nosotros y en realidad somos todos iguales, en un mundo sin fronteras.

En conclusión, toda esta visualidad que está presente en Asylum –sin olvidar los diferentes ángulos de toma– le da al cómic un tinte muy cinematográfico. Junto con el mensaje importante, Isusi nos ofrece una experiencia multidimensional que es tan rica en colores como las viñetas mismas.

Reflexiones sobre la literatura de la migración en Finlandia

¿Quién puede ser un escritor finlandés? ¿Cómo es la vida de un escritor migratorio en Finlandia? ¿Puede este escritor ser considerado como un escritor finlandés?

Como menciona Katri Talaskivi en su artículo “Historiatietoisuutta, muutosvastarintaa vai resurssien varjelua? Suomalainen kirjallisuusinstituutio muunkielisten kirjailijoiden (sivu)valossa” (Tuli & Savu, 2007), la inmigración a Finlandia lleva aumentando de manera drástica desde los años 90, de manera que también el número de escritores migratorios será más alto que antes. Por todo esto, tanto el mundo literario finlandés como los autores migratorios están buscando su sitio y relación de uno al otro.

El 19 de septiembre, tuvimos una oportunidad maravillosa de oír qué piensan algunos escritores migratorios del mundo literario finlandés y cómo es trabajar en Finlandia, pues la biblioteca de Pasila fue el anfitrión del evento llamado  Bridges, Voices, and Enclosures: Wording Land Into Sight. Los panelistas eran Zoila Forss, poeta y traductora de origen peruano; Hope Nwosu, cuentista de origen nigeriano; y Mustafa Hamid, periodista de origen iraquí. Todos llevan ya bastantes años viviendo y trabajando en Finlandia, así que tenían mucho qué decir.

Un aspecto que surge es la cuestión de qué pueden ofrecer los escritores migratorios para el mundo literario finlandés. Forss y Nwosu están de acuerdo que sus temas enriquecen la literatura finlandesa, puesto que aumentan la comunicación entre culturas diferentes. Ambas escritoras se inspiran en sus respectivos países, y, por ejemplo, Nwosu trata también sobre la migración en general. En las obras de Forss, a su vez, está presente el estilo latinoamericano, es decir, hay rasgos del surrealismo, uso de metáforas y filosofía.

En cuanto a trabajar en Finlandia, los tres afirman que es bastante complicado. Todo sería mucho menos laborioso si se supiera finés o sueco. Hamid subraya lo importante que es la transmisión del mensaje y, por ende, quisiera que se tradujeran sus libros en las lenguas nacionales de Finlandia. Quizá por esta razón, piense que existe distancia entre el público finlandés y sí mismo. Estoy de acuerdo con Hamid que sin una lengua común será muy difícil, si no casi imposible, estar en la misma página. Forss menciona también que escribir en finés es un proceso muy duro y que es bastante arduo sacar becas. Nwosu tiene pensamientos muy  acertados, ya que dice que no es fácil ganar reconocimiento como una escritora minoritaria y que es difícil competir con los escritores finlandeses.

El aspecto institucional de la literatura finlandesa despierta  varias opiniones en el seno de los panelistas. Los orígenes de esta institutionalización están, como destaca Talaskivi en su artículo, en el nacimiento del nacionalismo del siglo XIX. Fue importante que los autores finlandeses pudieran escribir en finés –su lengua nacional–, pero, como ya estamos en el siglo XXI, este modelo de pensar puede ser demasiado anticuado. A saber, los autores que no escriben en finés no se pueden afiliar a Kirjailijaliitto. Esto significa que los que escriben en sami  tampoco tienen acceso a este sindicato, lo que me parece muy discriminador, ya que los samis son el pueblo indígena de Finlandia. Según este pensamiento institucional, solo los que escriben en finés son escritores finlandeses, pero el mundo real del siglo XXI, en mi opinión, no puede ser tan estrecho de miras. A un autor que vive en Finlandia, aunque no escriba en finés o sueco, se le debería considerar como un escritor finlandés. Como la situación es lo que es, los panelistas quisieran más diálogo entre los autores migratorios y las instituciones. Según Nwosu, sería muy importante reconocer a los escritores migratorios, y ella anima a más inmigrantes a escribir. Creo que esto podría ser una buena iniciativa para llamar la atención de los órganos que deciden, pero, sin embargo, las instituciones tienen que hacer concesiones también.

El mundo va cambiando y la literatura cambia con él. En estos tiempos cuando los jóvenes son aún más dependientes de la tecnología y redes sociales y leen aún menos, tenemos que apoyar la riqueza que nos ofrece la literatura. La literatura, y la palabra en general, tiene el poder de ampliar nuestra visión del mundo. No vale la pena construir muros entre “nosotros” y “los demás”, sino buscar maneras para un mejor entendimiento mutuo.

 

Fuentes:

TALASKIVI, Katri: “Historiatietoisuutta, muutosvastarintaa vai resurssien varjelua? Suomalainen kirjallisuusinstituutio muunkielisten kirjailijoiden (sivu)valossa”. Tuli & Savu, 94, 2017, 15-21. [disponible en: https://www.tulijasavu.net/osastot/nro-94/, consultado el 23.9.2019].