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El primer trabajo

“Migracion de supervivencia”

Más de cuatro millones de personas ya han huido de la crisis económica e institucional de Venezuela en los últimos tres años y más de 1,4 millones de ellos han cruzado la frontera de Colombia. Según diferentes fuentes la razón fundamental de la crisis humanitario es la política y defraudación hechas por el presidente Carlos Andrés Pérez (él que nacionalizó la producción de petróleo del país en los años 70), la política y los intereses personales del difunto presidente Hugo Chávez o el régimen y el abuso de autoridad del presidente actual Nicolas Maduro. (BBC1.)

Sea como fuese la razón, un estado de fabulosos ingresos petróleos anteriores tiene una población cada día más famélica. La hiperinflación venezolana, un lío que se aproxima a 1.000.000 % parece incomprensible e incalculable. (BBC1.)

La gente venezolana emigra para que pueda sobrevivir. “Las restricciones y las visas no frenan una migración de supervivencia” destaca Felipe Muñoz, funcionario del Gobierno colombiano. Colombia atiende con una política excepcional de puertas abiertas en la frontera con Venezuela. Por consiguiente, Colombia, como mayor receptor de la migración venezolana, sufre de gran presión en sus servicios sociales. La gente venezolana, así como la de Colombia, tienen necesidades de p. ej. salud y de educación. La crisis de Venezuela y sus países vecinos se ha convertido en un reto humanitario de nivel global. A pesar de que ha sido enormemente generosa la sociedad colombiana, como afirma el señor Muñoz, por primera vez las encuestas han mostrado descontento entre los colombianos contra la política de puertas abiertas, así que el gobierno de Colombia se ha girado hacia la comunidad internacional para que solicite más ayuda. (ElPaís.)

Las restricciones colombianas en la frontera con Venezuela generarían, cuando se trata de una migración de supervivencia, solamente pasos clandestinos entre los dos países. La crisis migratoria en Colombia no terminaría, aunque la situación política y económica de Venezuela recuperase hoy día: muchos de los migrantes ya llegados no mudarían hacia atrás. Desde el punto de vista del Gobierno de Colombia el manejo de la migración, sobre todo, es una cuestión de seguridad – y aquí la palabra clave es el manejo. (ElPaís.)

El éxodo venezolano no muestra señales de disminuir, sino va acelerando. La longitud de la frontera compartida entre Colombia y Venezuela es 2 219 kilómetros. El área es montañosa, hay ríos y desierto. Además de los siete pasos formales, Colombia no puede controlar toda la frontera porosa. (ElPaís.)

El fenómeno migratorio ha cambiado Colombia para siempre. Sin embargo, totalmente sombría no parece la situación. Los migrantes y los nativos colombianos hablan una lengua compartida. Las identidades culturales de los dos pueblos son homogéneas, además, hay lazos familiares nacidos anteriormente entre los venezolanos y los colombianos. Por lo tanto, debería transcurrir el proceso de la integración más fácil. “Estamos en un proceso de responsabilidad histórica” declara el señor Muñoz. Se refiere a la migración desde Colombia hacia Venezuela, en la cual más de tres millones de colombianos mudaron a Venezuela. (ElPaís.)

Los colombianos han migrado por varias razones. Se puede distinguir tres olas en la migración colombiana: la primera ola trata de la migración hacia Estados Unidos en los años sesenta, la segunda hacia Venezuela en los años ochenta y la tercera hacia España en los años noventa. Principalmente, los colombianos se han ido a Estados Unidos y a Venezuela por razones económicas en la búsqueda de trabajo y la posibilidad de aumentar los ingresos, aun la migración por razones políticas no ha sido un factor inusual. El destino de la migración fue España durante los dos últimos años del milenio anterior por la crisis económica colombiana. (Cancillería.)

La decisión del gobierno colombiano atender con la política de puertas abiertas en la frontera con Venezuela ha sido esencial en impedir inmigración ilegal y migración desordenada. Por supuesto, no se puede evitar todas las consecuencias negativas ilegales, pero seguramente han disminuido.

 

Fuentes:

BBC1: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-46463299

referido el 24 de septiembre 2019

 

Cancillería: https://www.cancilleria.gov.co/colombia/migracion/historia

Referido el 25 de septiembre de 2019

 

ElPaís: https://elpais.com/internacional/2019/09/11/colombia/1568212954_656592.html

referido el 24 de septiembre de 2019

Fuga de cerebros desde México

A lo largo de la historia siempre han existido personas que han emigrado de un país a otro por su propia voluntad, la razón siendo, en muchas ocasiones, el trabajo o los estudios. En los últimos años, este flujo migratorio ha vuelto más grande y atribuido al fenómeno conocido como fuga de cerebros.

El término ‘fuga de cerebros’ aparece en los años 60 en Gran Bretaña para definir a los profesionales que tienen una carrera universitaria en su país “y emigran a otros sitios para continuar con su educación, desarrollar investigaciones o encontrar mejores oportunidades de trabajo” (Maltos, 2013). Para describir este fenómeno se necesita también otros tres términos según el Glosario sobre Migración de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM): ‘brain gain’ para hablar de los países que reciben a los académicos, ‘brain exchange’ o ‘brain circulation’ para aludir a “la migración temporal de personas calificadas que, eventualmente, regresarían a su país de origen” y ‘reverse brain drain’ que se usa “para referirse al retorno masivo de los individuos calificados a su país de origen, […]”.

Como mencionado, no se trata de un fenómeno reciente, dado que la ‘fuga de cerebros’ se conoce en América Latina hace muchos años. Especialmente, la migración desde México hacia Estados Unidos y Canadá ha sido continuo en los últimos años. Esto se debe a los cambios en sus regulaciones migratorias y al mejor nivel de ingresos y calidad de vida, tanto como a los periodos de crisis económica en México que han causado olas migratorias fuera del país.

Actualmente, México es la cuarta nación a nivel mundial en exportar profesionistas según Maltos, pero no se sabe con exactitud cuántos académicos mexicanos viven en Estados Unidos y Canadá, porque el censo exhaustivo de académicos provenientes de México no existe. Sin embargo, algunas estadísticas del Censo de Población de Estados Unidos y del American Community Survey muestran que, entre los años 1990 y 2005, el número de académicos mexicanos en Estados Unidos casi cuadruplicó. En otras palabras, 19% de los hombres mexicanos con maestría y 29% de las mujeres mexicanas con el mismo grado, y además, 32% de los hombres, así como 39% de las mujeres con un doctorado, dejaron México y emigraron a Estados Unidos (Latapí & Martin, 2006).

Entonces, ¿qué atrae a la gente a Estados Unidos y Canadá? En la mayoría de los casos, la razón para emigrar son los estudios, mejor dicho, los estudios de doctorado (Lalinde, 2007). Otros motivos suelen ser un salario mejor y el deseo de avanzar en la vida profesional, por consiguiente, muchas veces al finalizar los estudios en el país de acogida los académicos mexicanos optan por quedarse en el extranjero en vez de volver a su país. Según Lalinde (2007) las principales causas para este comportamiento son escasa inversión en investigación en México, falta de salarios competitivos, falta de desarrollo en la esfera académica, intervención política en el mundo de investigación y carencia de un sistema laboral adecuado. Además, la política, en cuanto al uso de los académicos mexicanos en el extranjero en beneficio del país, es bastante reciente comparado con otros países de América Latina.

En conclusión, la migración de los académicos mexicanos a América del Norte, o sea a Estados Unidos y Canadá, es un fenómeno significativo que tiene que ser más investigado. Es esencial para poder mejorar los diferentes programas de movilidad académica, por ejemplo, y para poder elaborar una política más efectiva que antes alrededor de este tema. Por último, hay que reforzar los puentes entre los académicos en el extranjero y los que están en el país de origen.

 

Fuentes:

LALINDE, A. M. (2007), “La otra migración: 100 mexicanos que enseñan en universidades de Estados Unidos”, Poder y Negocios, n°22, México, Zoom Media Mexicana.

LATAPÍ, A. & MARTIN S., Coord. (2006), “La gestión migratoria México – Estados Unidos: Un enfoque binacional”, Guadalajara, CIESAS Occidente ISIM-U. of Georgetown.

MALTOS, Miriam (2013). “Fuga de cerebros, la diáspora del conocimiento”. En: http://ciencia.unam.mx/leer/150/Fuga_de_cerebros_la_diaspora_del_conocimiento

MARMOLEJO, Francisco (2009). “Redes, movilidad académica y fuga de cerebros en América del Norte: el caso de los académicos mexicanos”. En: Sylvie Didou Aupetit & Etienne Gérard (eds.), Fuga de cerebros, movilidad académica, redes científicas. Perspectivas latinoamericanas, México: Cinvestav, pp. 101-116.

[disponible en: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000186433, consultado el 24.9.2019]

El problema del concepto de “literatura finlandesa”

Esta publicación tratará la situación de autores inmigrantes en Finlandia y sus posibilidades de ejercer su profesión en nuestro país.

¿Sabían que en Finlandia hay autores residentes que escriben en otro idioma que finlandés, sueco o sami? Si tienen contacto con personas cuya lengua materna no es una de las previamente mencionadas, es muy posible que la respuesta sea afirmativa, pero al no ser el caso, este dato les puede resultar completamente nueva y, sobre todo, sorprendente. Ahora les presentaré unos datos al por qué. 

Katri Talaskivi, en su artículo Historiatietoisuutta, muutosvastarintaa vai resurssien varjelua? Suomalainen kirjallisuusinstituutio muunkielisten kirjailijoiden (sivu)valossacuenta que en el 2017 contactó con más de 70 autores residentes permanentemente o parcialmente en Finlandia con el propósito de entrevistar a autores cuya lengua materna no es el finlandés, sueco o sami. En primavera del 2018 había recibido 31 respuestas en 6 lenguas: inglés, español, árabe, ruso, alemán e incluso en finlandés, pero los autores anunciaron un total de 15 lenguas maternas o nativas. Según Talaskivi, la variedad podría ser aún mayor, ya que la mayoría de los autores cuya lengua materna no es una de las lenguas oficiales del país o el sami, no se encuentran en los registros finlandeses de becas, ni tienen una casa editorial finlandés ni son miembros de Kirjailijaliitto (una unión para autores finlandeses) ni de Finlands svenska författareförening (una asociación para autores suecoparlantes en Finlandia).  

No es que a los autores no les interese estas asociaciones, todo lo contario, sino que el concepto de literatura finlandesa es muy estrecho. Problemas son por ejemplo la noción del derecho de llamarse autor profesional, requisitos de tener publicaciones (y no en cualquier editorial), además del requisito que las publicaciones tienen que ser en finlandés o en sueco. Según Talaskivi, una gran parte de los autores que ejercen su profesión y desean publicar en su lengua materna llevan muchos años viviendo y trabajando en Finlandia, además de tener familia aquí y, a pesar de ser reconocidos en sus países de origen o internacionalmente, nadie los conoce en nuestro país.  Varios de ellos han traducido literatura finlandesa a su lengua natal y gracias a su labor autores finlandeses han llegado a ser conocidos por el público en sus países. En Finlandia, sin embargo, no los reconocen los editoriales, ni los conocen el público, ni siquiera los mismos autores finlandeses.  

Para ser autor profesional en Finlandia hay requisitos institucionales bastante definidos, y el problema es que esos requisitos solo son aplicables para finlandeses que escriben en finlandés o en sueco. Otros autores pueden tener dificultades en cuanto a mostrar su “profesionalidad” debido a que han publicado en internet o una casa editorial extranjera o que sus manuscritos están en un idioma que los editoriales finlandeses no tienen recursos para evaluar. La posibilidad de postular becas para poder, por ejemplo, trabajar o traducir sus obras para el público finlandés también es mínima, ya que es difícil para las fundaciones encontrar a una persona cualificada que pueda evaluar un manuscrito en la lengua en cuestión. Además, dice Talaskivi, puede que un autor hable y escriba cinco idiomas, pero no puede ni siquiera postular una beca por falta de conocimiento del finlandés, sueco o inglés, cuáles son los idiomas en que las fundaciones requieren las postulaciones.  

Los datos presentados no solo pesan en la vida profesional de autores que quieren vivir y trabajar en Finlandia, pero cuya lengua materna, natal o profesional no es el finlandés o el sueco, sino que son una lástima para la riqueza de literatura finlandesa y para el posible público. Para un lector o una lectora finlandés(a) sin duda sería interesante leer las obras de estos autores, ya que nuestro país y nuestra cultura inevitablemente han influido en su labor y nos contarían sus experiencias de vivir y trabajar aquí, mientras también aprendiéramos de sus culturas. 

TALASKIVI, Katri: “Historiatietoisuutta, muutosvastarintaa vai resurssien varjelua? Suomalainen kirjallisuusinstituutio muunkielisten kirjailijoiden (sivu)valossa”. Tuli & Savu, 94, 2017, 15-21. [disponible en: https://www.tulijasavu.net/osastot/nro-94/, consultado el 24.9.2019].

Reflexiones sobre la literatura de la migración en Finlandia

¿Quién puede ser un escritor finlandés? ¿Cómo es la vida de un escritor migratorio en Finlandia? ¿Puede este escritor ser considerado como un escritor finlandés?

Como menciona Katri Talaskivi en su artículo “Historiatietoisuutta, muutosvastarintaa vai resurssien varjelua? Suomalainen kirjallisuusinstituutio muunkielisten kirjailijoiden (sivu)valossa” (Tuli & Savu, 2007), la inmigración a Finlandia lleva aumentando de manera drástica desde los años 90, de manera que también el número de escritores migratorios será más alto que antes. Por todo esto, tanto el mundo literario finlandés como los autores migratorios están buscando su sitio y relación de uno al otro.

El 19 de septiembre, tuvimos una oportunidad maravillosa de oír qué piensan algunos escritores migratorios del mundo literario finlandés y cómo es trabajar en Finlandia, pues la biblioteca de Pasila fue el anfitrión del evento llamado  Bridges, Voices, and Enclosures: Wording Land Into Sight. Los panelistas eran Zoila Forss, poeta y traductora de origen peruano; Hope Nwosu, cuentista de origen nigeriano; y Mustafa Hamid, periodista de origen iraquí. Todos llevan ya bastantes años viviendo y trabajando en Finlandia, así que tenían mucho qué decir.

Un aspecto que surge es la cuestión de qué pueden ofrecer los escritores migratorios para el mundo literario finlandés. Forss y Nwosu están de acuerdo que sus temas enriquecen la literatura finlandesa, puesto que aumentan la comunicación entre culturas diferentes. Ambas escritoras se inspiran en sus respectivos países, y, por ejemplo, Nwosu trata también sobre la migración en general. En las obras de Forss, a su vez, está presente el estilo latinoamericano, es decir, hay rasgos del surrealismo, uso de metáforas y filosofía.

En cuanto a trabajar en Finlandia, los tres afirman que es bastante complicado. Todo sería mucho menos laborioso si se supiera finés o sueco. Hamid subraya lo importante que es la transmisión del mensaje y, por ende, quisiera que se tradujeran sus libros en las lenguas nacionales de Finlandia. Quizá por esta razón, piense que existe distancia entre el público finlandés y sí mismo. Estoy de acuerdo con Hamid que sin una lengua común será muy difícil, si no casi imposible, estar en la misma página. Forss menciona también que escribir en finés es un proceso muy duro y que es bastante arduo sacar becas. Nwosu tiene pensamientos muy  acertados, ya que dice que no es fácil ganar reconocimiento como una escritora minoritaria y que es difícil competir con los escritores finlandeses.

El aspecto institucional de la literatura finlandesa despierta  varias opiniones en el seno de los panelistas. Los orígenes de esta institutionalización están, como destaca Talaskivi en su artículo, en el nacimiento del nacionalismo del siglo XIX. Fue importante que los autores finlandeses pudieran escribir en finés –su lengua nacional–, pero, como ya estamos en el siglo XXI, este modelo de pensar puede ser demasiado anticuado. A saber, los autores que no escriben en finés no se pueden afiliar a Kirjailijaliitto. Esto significa que los que escriben en sami  tampoco tienen acceso a este sindicato, lo que me parece muy discriminador, ya que los samis son el pueblo indígena de Finlandia. Según este pensamiento institucional, solo los que escriben en finés son escritores finlandeses, pero el mundo real del siglo XXI, en mi opinión, no puede ser tan estrecho de miras. A un autor que vive en Finlandia, aunque no escriba en finés o sueco, se le debería considerar como un escritor finlandés. Como la situación es lo que es, los panelistas quisieran más diálogo entre los autores migratorios y las instituciones. Según Nwosu, sería muy importante reconocer a los escritores migratorios, y ella anima a más inmigrantes a escribir. Creo que esto podría ser una buena iniciativa para llamar la atención de los órganos que deciden, pero, sin embargo, las instituciones tienen que hacer concesiones también.

El mundo va cambiando y la literatura cambia con él. En estos tiempos cuando los jóvenes son aún más dependientes de la tecnología y redes sociales y leen aún menos, tenemos que apoyar la riqueza que nos ofrece la literatura. La literatura, y la palabra en general, tiene el poder de ampliar nuestra visión del mundo. No vale la pena construir muros entre “nosotros” y “los demás”, sino buscar maneras para un mejor entendimiento mutuo.

 

Fuentes:

TALASKIVI, Katri: “Historiatietoisuutta, muutosvastarintaa vai resurssien varjelua? Suomalainen kirjallisuusinstituutio muunkielisten kirjailijoiden (sivu)valossa”. Tuli & Savu, 94, 2017, 15-21. [disponible en: https://www.tulijasavu.net/osastot/nro-94/, consultado el 23.9.2019].

¿Inmigración o no?

Aunque va a ser difícil, intentaré reflexionar objetivamente sobre la cuestión de inmigración en general. Primero de todo, hay que empezar con la obviedad que la inmigración, como ya hemos comprobado a través de los intentos de definir el concepto de la literatura de migración, es una cuestión que se puede analizar y observar, también, desde varias perspectivas distintas. Es un tema que en el discurso social de hoy, lamentablemente, suele tomar dos tonos demasiado polarizados; ¿es una amenaza o una posibilidad para la sociedad?

Resumido en general (y algo exagerado), los que consideran la inmigración como una posibilidad creen que la inmigración trae multiculturalismo a las sociedades que, a su vez, ayuda las personas de diferentes etnias entenderse mejor entre sí. La comprensión, la simpatía y el respeto entre la gente desde los distintos lugares de nuestro mundo son pilares fundamentales en la creación de una solidaridad sin fronteras. Los “pro-inmigratorios” entienden que todos estamos juntos en este planeta y todos deberíamos luchar contra la catástrofe ambiental. Estas personas saben que el mundo no es justo pero creen en una justicia igual y, tal vez, dedican sus vidas, o por lo menos una parte de ella, a un mundo más justo.

En el otro lado de la moneda tenemos los que consideran la inmigración como una amenaza para las sociedades. Los “contra-inmigratorios” temen que el multiculturalismo demuele las culturas y costumbres tradicionales. A causa de este temor, ven a los inmigrantes automáticamente con ojos negativos. De esta manera, es muy probable que no logre crearse comprensión, simpatía ni respeto entre la gente de la misma sociedad. Las personas con perspectivas negativas hacia la inmigración, también, saben que el mundo no es justo pero a diferencia de los “pro-inmigratorios” se conforman con esto defendiéndose, por ejemplo, con el argumento los fuertes sobreviven.

Otra vez, tengo que recordar que las descripciones de estos dos polares son muy estrechas y generalizadas. Las cosas no son tan simples. Seguro que cabe mucha gente en medio de este tipo de descripciones. Habrá gente que quiera hacer el mundo más justo y cree en los derechos humanos pero considera que el incremento de la inmigración como una solución no es la adecuada. O puede haber alguien quien quiera conservar su cultura y tradición pero no considera que la gente que viene de fuera las destruya. O sea, hay miles de maneras de opinar sobre las amenazas y posibilidades de la inmigración.

No obstante, no podemos ignorar los hechos. La migración no se va a parar ni reducir, si no que se va a incrementar y nosotros no podemos evitarlo. El calentamiento global causado por la rapidez del cambio climático está obstruyendo la agricultura y, de este modo, complica el acceso a la comida para una cantidad inmensa de personas. La hambruna cada año peor más las constantes guerras que nunca acaban van a obligar grandes masas de migrantes a moverse. Si no logramos acabar con las guerras, reducir calentamiento global o educar los países en desarrollo para desacelerar el crecimiento de población, vamos a tener que aprender a compartir lo nuestro, o simplemente dejamos que más y más gente se muera. ¿Cuál parece más ético?

Las culturas se van a cambiar, el idioma se va a cambiar, la calidad de vida se va a cambiar. Nosotros nos vamos a cambiar. Los cambios son siempre al mismo tiempo positivos y negativos. Para expresar mi opinión, es la pereza y debilidad del ser humano que nos dirigen a muchos hacia los aspectos negativos y es por ello por lo que muchos no quieren cambiar. Bueno, pensar y analizar lo negativo es, también, una manera de sobrevivir pero creo que mi mensaje queda claro.

 

La migración internacional y el deseo de cambios. España, una puerta giratoria hacia los cambios

El texto que a continuación el lector o la lectora leerá contiene reflexiones propias de la autora que ha ido recabando a lo largo de su experiencia vital. El tema del que me propongo reflexionar es a día de hoy un tema candente, puesto que existen dos bandos de opiniones muy confrontados. Por una parte, surgen los partidarios de las migraciones internacionales; consideran que estos movimientos, estos flujos de personas tienen efectos positivos tanto para los migrantes como para los países receptores. Pero, por otra parte, están los detractores de estas ideas, los movimientos, los flujos de personas no traen más que quebraderos de cabeza para el estado al que llegan. Esta última ideología encaja perfectamente con los movimientos ultraderechas o populistas que están aflorando tanto en Europa como a nivel global.

La migración internacional es un fenómeno con el que he convivido desde pequeña. Nací en España, a finales del siglo pasado. Y puedo contar con los dedos de la mano, cuántas olas de migrantes han ido pasando por el territorio español, quisiera hacer una reflexión sobre este fenómeno visto desde los ojos de una persona que ha vivido en un país que se le consideró país con muchas oportunidades para mejorar la calidad de vida, tanto económica como socialmente del migrante y cómo con el paso de los años esa ilusión de “El Dorado” se fue resquebrajando y se fue desplazado hacia otro lugar, con lo que supuso una nueva migración de los propios habitantes hacia nuevas tierras. Esto último es lo que yo hice hace ya nueve años, migré a este país con el deseo de cambios.

Lo cierto es que hasta la adolescencia no me di cuenta de que, en mi barrio, en mi ciudad o en mi comunidad autónoma había inmigrantes. El término inmigrante era el que se usaba al principio. Posteriormente se fueron añadiendo adjetivos para concretar qué tipo de inmigración era la que estaba acercándose en pateras a las costas españolas. La inmigración ilegal, los sin papeles, eran algunos de los términos. Los primeros en arribar fueron los marroquíes. Tan solo nos separa un pequeño estrecho de agua. El efecto llamada que en su momento los políticos defendieron era que en España se vivía bien, se ganaba mucho dinero y mejoraba tu calidad de vida. Lo cierto era que sí se ganaba dinero, pero no de una manera tan legal como se quisiera. De manera paralela a la entrada por mar a España, también lo hacían, sobre todo los menores, por vías increíbles e imposibles, por vía terrestre. Se metían en los bajos de los camiones aún a sabiendas de que podían ser atropellados, podían ser descubiertos o podían morir. Por mi mente corren muchas imágenes de jóvenes y adultos en las cuales sus ojos delatan ese anhelo de cambio, conseguirlo cueste lo cuesta, al precio que haga falta, luchar y seguir ese camino hasta su meta. Llegar sí o sí a Europa para forjarse un nuevo futuro. Después de los marroquíes, comenzaron a llegar también en pateras los subsaharianos. Este era y es el término oficial, pero, desgraciadamente, se escuchaban y escuchan cosas como los negros, los de color, los que no son marroquíes.  No hay que olvidar que además de estas migraciones del sur, también había migración que provenía de países del Este, Polonia, Rumania, Serbia, Croacia, Bulgaria. Cada uno de ellos tenía su propio nicho de trabajo. Los del sur iban al campo, a hacer la vendimia, a recoger frutas de los invernaderos, allí donde se necesitaba mano de obra “barata” para trabajar el campo, un oficio muy duro y mal pagado (lo pongo entre comillas, porque en realidad me estoy refiriendo a mano de obra sin contrato, mano de obra sin derecho a seguridad social, a paro, o a cualquier prestación estatal). Los del este eran los “curritos” de la obra, albañiles, fontaneros, gruistas, carpinteros, soldadores. Cada cual tenía y sabía dónde iba a acabar trabajando. Pero, os pregunto, ¿En dónde encajan todo esto las mujeres? Pues desgraciadamente como bien lo estaréis pensando, las mujeres han sido tratadas mucho peor. Con ellas se han hecho negocio, se han traficado, se las ha considerado material de intercambio entre mafias, las han tratado como ganado, eran fantasmas de la noche, con las que había gente que se lucraba. Todo para acabar desgraciadamente en un puticlub de carreteras con un chulo maltratador, o haciendo la calle en las grandes ciudades, como Madrid o Barcelona. Antes los medios de comunicación no hablaban tan abiertamente de estos sucesos. Aparecían pequeñas reseñas en periódicos, en los telediarios no se les daba cabida. Pero cuando la sociedad empezó a alzar la voz por aquellas víctimas, entonces sí que se leía o se oía que la policía había desmantelado alguna red de prostitución, redes de tráfico de drogas, redes de trata de blancas, redes de tráfico de personas.

Volvamos un momento a los movimientos migratorios. Finales de los años 90. De nuevo la prensa se hace eco de la inmigración, en este caso hay que mirar hacia otro lado. Ahora no llegan por patera o hacinados en camiones de doble fondo, llegan por avión desde Latinoamérica. Todos ellos piensan que tendrán mejores expectativas de cambios porque nos une una misma lengua, el español, quizás una misma cultura. Este movimiento migratorio tuvo altibajos, momentos muy importantes de llegada de latinoamericanos y momentos en los que regresaban. Los recién llegados venían pisando fuerte, ya que, en sus países, algunos habían hecho maestrías, eran doctores y otros, en cambio, llegaban con su graduado escolar. Todos intentaban encontrar trabajo de lo suyo, unos lo conseguían mejor que otros. Lista interminable de papeleos para convalidar títulos, pago de tasas, etc. Se podía encontrar gente muy cualificada para tareas domésticas, para trabajos en restauración. Lo único que importaba era conseguir un contrato para obtener la legalidad en el país y comenzar el largo camino de la reunificación familiar. Poder ver a sus hijos crecer en un país próspero es el mayor deseo que todos tenemos. Los hombres, en su mayoría fueron a parar a sector primario o terciario, la falta de personal en restauración hizo que ese volumen de personas fuera absorbido rápidamente por la gran demanda. También la construcción absorbió este movimiento y el campo. La mayoría de las mujeres latinoamericanas que entraron en España, fueron a través de contratos de tareas domésticas, limpiadoras, chicas del hogar, cuidadoras de niños y ancianos, etc. Por aquel entonces desde el lejano oriente, desde China, comienza otro movimiento migratorio. La pequeña comunidad china, buscaba su nicho. Y lo encontró. Las tiendas de todo a 100 pesetas, las tiendas de productos baratos, los restaurantes chinos. Este nicho fue ampliándose poco a poco, después vinieron las tiendas de comida, productos de primera necesidad, como el pan, la leche, o la cerveza, eran lo que se vendía y se vende en estos establecimientos. La jerga popular creó un nuevo concepto: ir al chino,por ejemplo se oye decir: voy al chino, ¿quieres algo? Más adelante, el sector terciario abría las manos a los chinos, los restaurantes, aquellos que no tenían reemplazo de personal, eran cogidos por chinos. Y actualmente, tenemos peluquerías chinas, centros de bellezas de uñas de chinos. Y, por supuesto el término, voy a la china a hacerme las uñas, o voy a la china a cortarme y teñirme, se normaliza en la jerga popular.

Finalmente, recordemos el gran estruendo que se generó en 2008. Quiebra de Lehman Brothers. Crisis económica mundial. Ya unos años antes, la España que tanto prometía se venía abajo, se derrumbaba. El mercado laboral no podía absorber a los recién licenciados de las universidades, a los recién titulados de la formación profesional, tampoco podía con el volumen de demandantes de empleo extranjeros. Sí, ahora la denominación había cambiado. Ahora los inmigrantes, se les llamaba con otro término, extranjeros. ¿Por qué cambió la terminología? Me imagino que los políticos cambiaron su discurso a uno más radical. Los que venían, eran “los otros”, no eran de nuestro entorno. Esa barrera que deseaban interponer con la terminología, lo estaba consiguiendo, dividía, más y más a la sociedad española. No podía ser que nos clasificaran a todos en, nosotros y ellos, los otros (recomiendo la lectura del libro Suomalainen vieraskirja, el cual trata estos conceptos de una manera muy sencilla, y te hace pensar realmente en una cosa. Desde el comienzo de los países, de las sociedades estas dos ideas han estado muy presentes, o somos “nosotros” o somos “los otros”). La crisis apareció de lleno y para reducir las cifras de paro, los políticos crearon la ayuda de retorno, es decir, a los demandantes de empleo extranjeros se les incentivaba a retornar a su país, se les daba una ayuda económica para que abandonaran la búsqueda de su Dorado y volvieran a sus países, con algo de plata en sus bolsillos, para que sintieran que todos esos años de esfuerzo y sacrificio habían merecido la pena. La crisis hizo que los jóvenes y no tan jóvenes que querían trabajar, que querían independizarse, que querían vivir sus vidas salieran al extranjero. Ahora ese nosotros, se convertía en los otros. La fuga de personal cualificado y no cualificado se veía constantemente en los medios de comunicación. Incluso en los anuncios de la televisión. Y en esa fuga entro yo. Con un trabajo estable de ingeniero de una multinacional, siendo el más joven y el último en llegar tenía todas las papeletas para ser el primero en salir. Y antes de que eso sucediera, me marché. Decidimos mi marido y yo empezar una nueva vida, deseábamos cambios. Empaquetamos toda nuestra vida en cajas y nos mudamos a Finlandia. Comenzaba una nueva aventura. A buscar nuestro Dorado. Y en eso estamos, en el camino…

Las cifras de paro en España están bajando, se empieza a ver a migrantes que vuelven al país del que salieron, pero ¿volverías a tu país aun sabiendo que la crisis puede volver a reaparecer y entonces tendrías que reemprender de nuevo el viaje hacia otro lugar y ser de nuevo “los otros”? Todos, al fin y al cabo queremos pertenecer a un grupo.

Literatura escrita por inmigrantes

El artículo de Katri Talaskivi (Tuli & Savu, 94, 2017, 15-21) habla de la intención de investigar escritores que viven en Finlandia a mediados de los años 2010, cuya lengua maternal es algo otro que el fines, el sueco o el sami.
Talaskivi obtuvo respuestas entre otros en inglés, árabe, español, ruso y alemán. Muchos de los escritores entrevistados por Talaskivi son miembros del Proyecto Sivuvalo de Roxana Crisólogo, aunque no pertenecen a la union de escritores. Algunos han traducido literatura finlandesa a su lengua maternal, pero en Finlandia no se suele conocer a ellos.
En cuanto a la definición de un/una artista, según la Unesco el artista se refiere a cada uno que considera su trabajo creative artístico como y así contribuye al desarrollo del arte y de la cultura. Se considera o quiere que le consideren como artista independiente de si es en una relación laboral o miembro/miembra de una organización.
Según Talaskivi, algunos de los escritores publican textos en árabe en el internet o en revistas de literature porque las editorials en sus lenguas maternas han sido olvidadas debido a los conflictos bélicos que han durado décadas. Algunos por su vez publican por ejemplo en español o alemán porque tienen una editorial con buena calidad y una audición amplia en algún lugar fuera de Finlandia. Algunos han empazado a pensar demasiado libremente con respect a su seguridad en sus países natales. Muchos viven y educan a sus hijos en Finlandia. Talaskivi menciona los poetas Mohsen Emadi, Dorothea Grünzweig y Manfred Peter Hein.
Estos escritores entrevistados por Talaskivi no se consideran como escritores profesionales porque no escriben en fines y sí a algunos les molesta el hecho de que no pueden integrarse en las unions que negocian de la seguridad social de la profesión de escritor.  Lo problemático es que como no hay requisitos oficiales para ser escritor, mucha gente solo puede soñar con la asociación de la union de escritores cuando solo un pequeño porcentaje de los libros se publica.
También habla Talaskivi de las raíces de la literatura finlandesa, las que están en la época de estado nación, y en los años 1960 se construyó un Sistema auxiliary del arte, el que se ha basado en los mismos aspectos durante 50 años.  Hasta los años 1990 el escaso número de inmigrantes y lenguas y culturas minoritarias se quedaron casi invisibles en la literatura. También en esa década el estado de bienestar empezó a estar sustituido por la sociedad neoliberalística, y como consecuencia el sector cultural consiguió muy poco apoyo financial.

La posición económica de escritores es muy insegura; como la union de escritores es union de escritores finlandeses, suele aceptar solo los que escriben en fines como miembros. Para esccritores inmigrantes es muy difícil encontrar becas si no escriben en finlandés, sueco o inglés.

Las editoriales no suelen tener recursos para evaluar la calidad de manuscritos que no sean en finés, sueco o inglés.
Según Talaskivi, lo que une los escritores individuos es el amor hacia la lengua como herramienta y material, y también el objeto de crear un texto que tenga conexión al lector. En muchas asociaciones locales, los escritores han tenido conversaciones como colegas encima de las fronteras lingüísticas.
El mensaje que transmite Talaskivi es que en Finlandia tendríamos ampliar el concepto de la literatura finlandesa.  “Cuando los escritores individuales se encuentran sin los pesos de política lingüística centenaria, las posibilidades al diálogo son mucho mejores que en el caso donde los representativos de las instituciones griten sus opinions en un periódico official”.

El artículo de Talaskivi es muy actual en el mundo donde es casi imposible tener su obra publicada en algún otro idioma que fines, sueco o inglés.
Eso lo aprendí más concretamente en el evento en la biblioteca de Pasila donde teníamos la peruana Zoila Forss, Hope de Nigeria  Mustafa de Iraq y el dueño Hamza de Argelia.

Zoila Forss escribe mayoritariamente poesía pero también prosa. Tiene libros trelingues, como Arpón sin culpa /Syytön harppu donde hay poemas en español, fines e inglés.
A Hope le gusta escribir novelas y cuentos y se describe como “natural storyteller”.Ella escribe sobre la maternidad, la inmigración y la identidad.
Mustafa es de Iraq y él no escribe novelas fictivas sino de temas actuals en la política de Iraq, lo cual le ha causado amenazas. Sus temas incluyen entre otros el dictador Saddam Hussein y del conflict entre los musulmanes shi’a y sunni.

El fondo de inmigración es visible en sus producciones. Dice Zoila que que le importan sus raíces y su historia y aunque escriba en fines, sigue teniendo el estilo completamente lationamericano, incluyendo surrealismo. También escribe de libertad y filosofía.
Sus fuentes de inspiración son Blanca Varela y el famoso escritor español Federico García Lorca.
Sus raíces se perciben especialmente en la novela Caravana, donde narra de la inmigración y como los conquistadores esclavizaron gente lationamericana. Por otro lado, constata que puede jugar con la lengua finlandesa, pero en español no puede jugar de misma manera.
Fors dice que no escribe solo a una cierta audiencia, quiere añadir interacción y multilingüalismo.
Todos los tres han tenido un camino difícil con respect a ser escritor inmigrante en Finlandia. Constata Hope que no es fácil ser reconocida como escritora y que las instituciones finalndesas deben reconocer más escritores inmigrantes aunque estos no escriban en fines, sueco o inglés. También se necesita los “platforms” para ayudar a escritores inmigrantes, especialmente los autores venideros acá en Finlandia.
Señala Mustafa que es importante escribir en la lengua del país en que vive el escritor y espera que sus obras sean traducidas al finés. Dice él que algunos de sus amigos han conseguido el apoyo financial. Las obras de Zoila han traducido entre el español y el finés y se pueden encontrar en bibloitecas finlandesas. Ambos Hope y Mustafa quieren que sus obras sean traducidas al finés y quieren escribir en finés en el futuro.
En cuanto al problema que mencionó Talaskivi, lost res sugieren diferentes soluciones. Zoila querría más información, discusión y materiales. Ella incluso ha intentado conversar con politicos finlandeses pero estos no suelen comprender el tema “el multilingüalismo en la literatura”.
Dice Hope que más obras inmigrantes deban ser traducidas al finés y deban ser promocionados los escritores inmigrantes, a ella le encantaría si hubiera competiciones a los escritores inmigrantes.
También hay dificultades. Zoila menciona los politicos. También dicen todos que los premios, por ejemplo el premio Finlandia, son inasequibles para los que no escriben en finés o sueco. Roxana opine que es imposible publicar un libro si uno no tiene demasiado dinero para pagar a un traductor professional. El estado no suele dar dinero para esto y también require que el escritor inmigrante tenga algún título y obras publicadas antes. Cómo uno puede tener obras publicadas antes si no le dan la oportunidad a publicar su novella primera… Y además, el estado de Finlandia rompe el principio de Unesco de un artista en mi opinion.
Mustafa menciona que para escritores inmigrantes es imposible conseguir el premio y que hay un hueco entre los escritores inmigrantes y las instituciones, estos dos no necesariamente saben de uno de otro. También piensa él que está demasiado lejos de los lectores finlandeses. Quiere tener apoyo financial y publicar sus libros en Finlandia. En mi opinion preguntó Mustafa una cosa maravillosa: si es mejor oír por ejemplo de los eventos ocurridos en Siria vía la media o a través de la literatura de una/a escritor(a) siria. Casi todos respondimos que claro queremos oír cosas vía literature, que la literatura da la cara a los individuos que viven estos eventos.
Al oír de todos los problemas yo solo sabía levantar las manoa. Si han estado en Maailma kylässä y Runokuu, no sé qué ayudaría. A lo mejor sólo los individuos podemos ayudar.
Se me ocurrió que como futura profesora podría conocer a la gente que escribe en otra lengua que en finés y por ejemplo inviter a ellos a mis clases y mis lugares de trabajo.
En el evento tuve tiempo para invitar a Roxana a nuestra clase. Y creo que el Proyecto de Roxana, Sivuvalo, ayuda a muchos escritores. Deseo todo lo mejor a Zoila, Hope y Mustafa y espero que al cabo de unos añitos podamos leer sus obras en finés. También espero verlos con el premio Finlandia. Gracias a Elina del artículo de Katri Talaskivi y de esta visita –la cultura la necesitamos para ser humanos.

-Amina-