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El cuarto trabajo

Reflexión sobre el curso

 

Antes de empezar el curso, la migración en la literatura, el tema del curso me pareció curioso y algo inusual. Inusual en el sentido de que no le había dado mucha reflexión al tema: qué es y por qué es importante una literatura migrante. En este texto intentaré reflexionar sobre el tema y al final responder a la pregunta, ¿por qué es importante una literatura que trata temas de migración?

El párrafo anterior, como el contenido del curso, me propone dificultad a la hora de definir adecuadamente el propio término para el concepto de una literatura migrante/inmigrante/de migración/de inmigración. Según Rantonen (2009), investigadora de literatura de la Universidad de Tampere, varios de los intentos de nuevos términos finlandeses para describir la literatura de inmigrantes, uussuomalainen (“‘- nuevofinlandesa”), ylirajainen (“- sin bordes”) o diasporinen kirjallisuus (“literatura diaspórica”) están cargados con burocracia y política y asociados con imágenes negativas. Para poder dar reconocimiento a los autores que viven en un otro país que en el de su origen, es necesario que se institucionalice un término lo neutral posible en cada lengua, ya que es la lengua que representa las imágenes y percepciones existentes de cada cultura. El título de este curso evita esta problemática otorgando por un término más libre, la migración en la literatura hispánica.

No quiero pararme demasiado en el asunto de la terminología, no obstante, hay que mencionar que justamente la dificultad de definir un término apropiado para expresar la literatura que trata migración o la literatura escrita por inmigrantes o emigrantes fue algo esencial del curso. Quiero relacionar la complejidad de la terminología con la rigidez y conservacionismo de las instituciones finlandesas de la literatura. El hecho de que visitamos dos eventos diferentes que me introdujeron autores inmigrantes, el de Pasila y el de Eira, me ayudó a imaginar y entender la frustración que puede tener un autor o una autora que viene de fuera. Para que el camino de un autor inmigrante sea más fácil, o digamos menos obstaculizado, aprendí que varios cambios institucionales serían necesarios.  Para mencionar solo un par de ellos, la unión de escritores podría reconocer más idiomas que solo finés o sueco y en vez de donar becas como premios, las podrían donar a los que realmente las necesiten.

La historia de la literatura finlandesa no es tan larga en comparación con los países vecinos, Suecia o Rusia. Taalaskivi (2018) resalta la imposibilidad de imaginar en la Finlandia de hoy el valor que ha significado la fundación de la unión de escritores finlandeses en el año 1897 y continúa que hasta la década de los 1990 la inmigración en Finlandia fue muy escaza comparada con otros países de la Europa Occidental. Taalaskivi argumenta que esto explica porque las lenguas y culturas minoritarias quedaban invisibles en la literatura.

Al parecer pasa lo mismo a la literatura migrante en Finlandia que a las modas en general: todo llega más tarde a estas alturas. Para cambiar la situación, hace falta redefinir el concepto de la literatura finlandesa. Los escritores inmigrantes tienen que organizarse, justo lo que está haciendo, por ejemplo, Roxana Crisólogo con su proyecto Sivuvalo, más cursos de este tipo tienen que ser organizados para crear más discusión sobre el tema y, lo más importante, el público finlandés tiene que leer obras que tratan migración y presentan nuevas identidades finlandesas. El último argumento nos guía a la pregunta de mi reflexión, la importancia de la literatura migrante.

Finlandia está en una puerta de cambios de la identidad. Cada año más gente viene de fuera y gracias a las tecnologías cada vez más rápidas e innovadoras el rumbo de vida se hace más global. Las culturas se mezclan y nacen nuevas. La literatura, como forma de arte, es una representación (muchas veces crítica) del mundo o de la sociedad en que vivimos. Para poder definir la identidad finlandesa, hay que dar la voz para todos. De aquí nace la pregunta, ¿las voces son igual de importantes? ¿Cuánta importancia tiene la voz colorada finlandesa al lado de una voz blanca finlandesa? ¿Qué forma de arte apreciamos más y quién define las posibles características de un arte?

Para acabar, propongo una respuesta algo simple a la pregunta ¿por qué es importante una literatura que trata temas de migración? Primero, sabemos que varios estudios argumentan a favor de grandes beneficios de la lectura a la hora de educarse y desarrollarse la comprensión. Para que los niños y niñas en el futuro vivirían en un mundo mejor que el de hoy, no considero una mala idea de dejarlos leer obras que tratan la migración, que suele despertar preguntas sobre la igualdad y justicia y, tal vez, si está escrito por un autor inmigrante, puede que los ayuda a reflexionar su propia identidad nacional y observarla de los demás.

 

RANTONEN, Eila (2009): “Muuttavatko maahanmuuttajat suomalaisen kirjallisuuden?”. Kiiltomato. [disponible en https://kiiltomato.net/muuttavatko-maahanmuuttajat-suomalaisen-kirjallisuuden/, consultado el 18.12.2019].

TALASKIVI, Katri (2017): “Historiatietoisuutta, muutosvastarintaa vai resurssien varjelua? Suomalainen kirjallisuusinstituutio muunkielisten kirjailijoiden (sivu)valossa”. Tuli & Savu, 94, 15-21. [disponible en: https://www.tulijasavu.net/osastot/nro-94/, consultado el 18.12.2019].

Las consecuencias y razones de la desaparición de Mamá (M)

Verónica Gerber Bicecci, quien nació en Ciudad de México en 1981, es la escritora de la obra Conjunto vacío (2015). Su libro mezcla ficción y realidad, por ejemplo la edad y el nombre de la protagonista coinciden con los suyos, así que podemos decir que se trata de un cierto tipo autoficción, aunque ella misma ha negado que fuera ella el personaje principal (Verónica Gerber Bicecci en la entrevista de AlmadiaEditorial). Además, en su obra hay aspectos de varios otros géneros, por ejemplo lenguaje matemático, referencias científicas y cartas.

En el libro hay dos temas importantes: la búsqueda de sí mismo y los efectos de una enfermedad para los familiares. La madre de la protagonista desaparece en el principio de la novela que causa sentimientos de abandono e incertidumbre en Verónica, la protagonista. Siente la ausencia de su mamá como un hueco en su alma que no puede rellenar. En realidad, el lector no sabe exactamente, cómo desaparece su madre: se muere, es enferma y por eso ya no es como antes y Verónica la ve “desdibujada”, o quizá la madre se marcha de casa y deja a Verónica y a su hermano en la casa, que la llaman “el búnker” también.

Según mi interpretación la madre tiene una enfermedad neurodegenerativa, quizá el Alzheimer porque “es la forma más común de demencia, un término general que se aplica a la pérdida de memoria y otras habilidades cognitivas que interfieren con la vida cotidiana”.[1] También, en el tiempo presente la madre es representada pasiva y desconectada de la realidad, lo que coincide con la descripción de la enfermedad: “[…] las personas pierden la capacidad de mantener una conversación y responder al entorno”.[2] Además, en el final de la novela las cosas de repente cambian de sitio en el búnker y Verónica puede oír voces, lo que en su parte indica que la madre está viva, pero su comportamiento ha cambiado debido a la enfermedad, por consiguiente, puede ser la madre quien está recolocando los objetos en la casa. Se cabe mencionar también que el bumerán se puede ver como el símbolo de la enfermedad, en el inicio (p.12) en forma de letras Rangmeboo, descodificada boomerang, y en el final (p.193) en la imagen en forma de un bumerán, porque como el bumerán vuelve a su punto de inicio, en algún punto también la persona con Alzheimer vuelve a contar y a hacer las mismas cosas una y otra vez porque no recuerda que ya los ha contado y hecho.

Como dicho, la desaparición de la madre tiene un papel importante al analizar a Verónica y su búsqueda de sí misma. Su padre fue de casa cuando ella era joven y su madre se “desdibujó”, así que se le rompió un modelo de las relaciones. Tiene muchas preguntas, pero nadie le da respuestas directas, ni francas. Su forma de entender la vida se ha fragmentado. Quiere encontrar respuestas, así que compara la vida de Marisa, la madre de Alonso, con la suya, viaja al Fin del Mundo para encontrar sus raíces y analiza sus relaciones amorosas meticulosamente, a veces con la ayuda de la ciencia, por ejemplo con la teoría de conjuntos. Quiere encontrar conexiones con otras personas, ya no quiere estar sola.

En conclusión, son estas pérdidas que hacen agujeros dentro de cada uno de nosotros. Unas veces son por causa de otros seres humanos, otras veces son las enfermedades que forman estos huecos. Sin embargo, forman parte de la vida y tenemos que aprender a vivir con ellos, aunque a veces este proceso puede resultar doloroso.

 

[1] https://www.alz.org/alzheimer-demencia/que-es-la-enfermedad-de-alzheimer?lang=es-MX Información esencial sobre el Alzheimer y la demencia

[2] https://www.alz.org/alzheimer-demencia/que-es-la-enfermedad-de-alzheimer?lang=es-MX Información esencial sobre el Alzheimer y la demencia

 

Fuentes:

alzheimer’s association ®

[https://www.alz.org/alzheimer-demencia/que-es-la-enfermedad-de-alzheimer?lang=es-MX, consultado el 18.12.2019]

Conjunto vacío│Entrevista a Verónica Gerber Bicecci [https://www.youtube.com/watch?v=8aHY8xKeU7Q, consultado el 18.12.2019]

GERBER BICECCI, Verónica (2015), Conjunto vacío, Primera edición, España: Pepitas de calabaza ed.

Soy escritor

Hace unos días quedé con mi amigo y escritor Jose.  Antes de entrar en detalles y resumir la tertulia que tuvimos,  me gustaría contar quién es él.

Se llama José Antonio Ruiz, es escritor y además es profesor del centro de lenguas de la universidad de Helsinki y coordinador de los exámenes de selectividad de español. Y, todavía le queda tiempo para clases particulares. Tiene publicado a día de hoy uno de los cuentos más mágicos que yo he podido leer Los gansos.  Quedamos para tomar un café y charlar sobre su carrera como escritor. Fue en este momento cuando comenzó nuestra particular tertulia.

Comentamos sus principios, sus primeros pasos en el mundo de la escritura, sus talleres de literatura creativa. Me confesó que a la edad de veinticuatro años quemó todo lo que había hecho hasta el momento y tiró las cenizas a la basura. Según él está muy feliz con lo que hizo. Empezó de nuevo. Se reescribió de nuevo. Esto nos llevó a hablar de un tema hasta ahora desconocido para mí, el concepto de identidad como escritor. Ahondamos más es ello, pues sentía curiosidad y quería saber más acerca de esto. De todos es sabido lo que significa la idea de identidad, pero para evitar confusiones busqué en el diccionario de la RAE y esto fue lo que obtuve. Se define identidad como “el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás”. Otra definición “conciencia que una persona o colectividad tiene de ser ella misma y distinta a las demás”. Pero, me preguntaba yo en ese momento ¿cómo se puede aplicar a la escritura, ¿cómo se puede crear una identidad de escritor?

Un escritor se crea uno mismo por convicción. Existe una lucha interna dentro del novel escritor que debe sobrepasar. Dejar atrás sus dudas es el hándicap de cada uno de ellos y llega un momento en el que por su boca salen las palabras que lo definen: “Hola soy… y soy escritor/escritora” Ese momento es crucial para cada uno de ellos y llega de distinta manera. Unos lo sabían desde pequeñitos, otros se fueron dando cuenta en su adolescencia, como a Jose le sucedió, y otros por azar de la vida a edades más tardías. Incluso ese momento a veces no se aparece. A partir de entonces, esas palabras “soy escritor” inundan la mente del escritor y ve el mundo con otras gafas, con las gafas con las que se siente cómodo, las gafas de escritor. La batalla interna la ganó Jose y ahora está disfrutando de esas dos palabras tan cautivadoras “soy escritor”. Ha dejado atrás los miedos y ha seguido hacia delante.

Otro factor importante en la creación de la identidad como escritor es la sociedad en la que vivimos. Existen una enorme presión, ya no solo a nivel creativo como creador de historias, sino a todos los niveles. La postura que la sociedad tiene frente a estos escritores se podría escribir como: ¿qué es lo que tú tienes que te hace diferente del resto, que nos pueda interesar y que sepas contarlo de una manera especial? Una gran presión se cierne sobre sus cabezas. Si antes de este gran salto no han ganado la batalla que tenían contra ellos mismos, lamentablemente, la sociedad los hará añicos. Quedándose en un rincón y olvidando su gran deseo de convertirse en escritor.

Mientras íbamos tomando a sorbitos el café y la tarta deliciosa de chocolate volvimos a sumergirnos en temas profundos. Desde pequeña siempre he sido muy curiosa. Mis padres cariñosamente me decían “la niñas de los porqués”. Y gracias a esta curiosidad a lo largo de mi vida he aprendido y he encontrado las respuestas a mis dudas. Una de estas dudas me condujo a preguntar a Jose por la metodología de la creación de las obras. En otras palabras, yo le pregunté: ¿cómo empiezas a escribir? ¿de dónde te sale la idea principal? ¿cómo la desarrollas? ¿qué haces para escribir? Jose fue explicándome su metodología a partir de la creación de su cuento Los gansos. Él tenía claro tres motivos por los cuales quería escribir dicho cuento. Sabía desde el comienzo que quería contar algo de una persona que fuera finlandés de clase trabajadora, se imaginaba ya a su personaje hablando finés, no lo concebía hablando español Estaba convencido de que su personaje era finlandés y por tanto hablaría en su cuento en finés. Me explicó que el cómic es una de sus pasiones. Le encanta el cómic y pensó que podría incluir parte de ese género en su creación. Y, ¡qué bien lo hizo! Finalmente, su gran reto, ser capaz de hacer volar algo. A partir de estos tres elementos fue construyendo el cuento Los gansos. También, me dijo que para él es importante la soledad para poder crear. Necesita estar solo, solo con sus pensamientos para ordenar y escribir sus ideas. Además, me dijo que cada escritor tiene su propio sistema de creación. Hay algunos a los que les gusta sentarse delante de un papel en blanco y empezar a teclear lo que se le va ocurriendo y luego posteriormente van dando forma. Otros, por el contrario, tienen una frase que su personaje ya le ha susurrado al oído y van construyendo su obra en base a eso. Esto es el caso del cuento en el que en estos momentos está trabajando. Tuve la primicia de leer unas líneas y me enganchó tanto, que estoy deseando que lo acabe. Para este cuento, su personaje principal ya tenía unas líneas que contar, ahora solo faltaba que Jose fuera encajando las piezas para completar su cuento.

A estas alturas de la conversación estaba tan entusiasmada que olvidé controlar la hora y para mi desgracia había pasado demasiado tiempo. Así que decidimos de mutuo acuerdo dejar esta conversación en una especie de modo en espera, en modo reposo. Para futuros encuentros. A modo de despedida le hice mi última pregunta: ¿deseos para el próximo año, 2020? Y Jose me respondió: “mis tres proyectos que tengo entre manos. Acabar la colección de cuentos, retomar  la novela que la tengo muy avanzada y crear un cómic que está esperando en el tintero. ¡Tres grandes deseos para un gran escritor!

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Lucia 🙂

Estructura de ∅

La novela Conjunto vacío, escrita por Verónica Gerber Bicecci y publicada en 2015, cuenta la historia de Verónica, artista visual y coleccionista de inicios. Está buscando a sí misma, mientras luchando en el eterno juego de relaciones amorosas y tratando de vivir una vida en que la desaparición de su madre ha dejado un agujero que no se puede llenar.

La estructura de la novela, tanto la externa como la interna, está llena de fragmentación. En cuanto a la estructura externa, podemos dividir la obra en 135 fragmentos, y también tenemos una dedicatoria y agradecimientos. La dedicatoria nos revela el nombre del hermano de Verónica, Ale, hecho que no se menciona en el texto mismo. Como esta novela es autoficción, es decir, la identidad entre la protagonista y la autora es como una línea trazada en el agua, podemos suponer que también el nombre del hermano real y ficticio se coinciden, justo como lo que pasa con el nombre de Verónica. Los agradecimientos, a su vez, indican, por ejemplo, que algunos dibujos presentados son homenajes a cuadros reales.

Toda esta fragmentación de la obra refleja de manera muy acertada la vida de Verónica. Como su vida está llena de comienzos sin finales e historias sin conclusiones, es como un puzzle o, como se menciona en la página 26, ‘’un dibujo que no alcanzamos a ver por completo’’. Además, cabe destacar que la novela carece por completo de títulos. Podemos pensar que también este rasgo refleja la naturaleza de la vida, a saber, en ella no tenemos capítulos fijos o bien definidos, sino que todas las fases se amalgaman, formando así un conjunto sólido a que damos la denominación de ‘vida’.

Algunos de los fragmentos están en forma de narración típica, pero también tenemos otros estilos u otros tipos de fragmentos como cartas e imágenes, tema en que profundizaremos más adelante. La correspondencia entre Verónica y Alonso es curiosa debido a la manera en que se comunican. 

Caniróve sau nau gualen datavenin rapa bircries sus jessamen. Ne taes gualen, mostiverin le denor ed sal baslasí ed daca bralapa, ed ranema euq al ramepri balasí ed al bralapa alre se rahoa al matiúl, y cevi saver. Másdea, is mosnete braslapa ed nau balasí, loso mostiverin le denor ed tases trasle treen ís. Ne troso tospecas, taes gualen se moco le ñolpaes malnor.

Me encanta también la manera en que escribe Alonso. Parece que a ambos les
gusta usar una lengua cifrada. Usa versos acrósticos, es decir, podemos formar frases y
jugar con ellas, usando, en este caso, las primeras palabras de cada verso, acompañadas
con un mensaje oculto. Este tipo de correspondencia es bastante ingeniosa, y la plasticidad de
las palabras es una maravilla. Gracias a esta particularidad, estos segmentos, que llamamos
palabras, tienen el poder para cambiar el mundo.

La correspondencia entre Verónica y Alonso tiene algunas similitudes con la de la madre muerta de Alonso, Marisa, y su misterioso amante, de cuyo nombre solo sabemos la inicial, S. Aunque esta historia de amor ha pasado unos 40 años antes, el resultado será el mismo que en el caso de Verónica y Alonso —un comienzo sin fin—. Además, Verónica y Marisa son similares como personajes, ya que esta tiene experiencia de principios y adversidades también: 

‘’Marisa(Mx) empezó muchas veces una sola historia; eso me parece admirable. Muchos principios distintos solo puede ser sinónimo de muchos fracasos, de narraciones mutiladas. Eso es lo que Yo(Y) tengo’’ (p. 101)

Según la abuela de Verónica y su hermano, podemos encontrar aún más similitudes, puesto que piensa que Verónica parece a Coty, madre de los hermanos, y Ale, a su vez, a su abuelo. 

Además, las casas de Verónica y su abuela están descritas de manera igual. La de Verónica, que se denomina ‘búnker’, ‘’se quedó suspendida en el tiempo’’ (p. 11) y es ‘’una cápsula de tiempo donde todo permanece en perpetuo abandono’’ (p. 18) y, de forma similar, ‘’la casita de la Abuela(Ab) está suspendida en el tiempo’’ (p. 181).

Todas estas similitudes tienen que ver con la circularidad, rasgo fundamental de la novela. Es esto que le da a la obra su estructura interna peculiar. La temática de que todo siempre vuelve a empezar, de que no tenemos linealidad, se manifiesta, no solo en las similitudes personales o espaciotemporales, sino también a través de la relación que existe entre el texto y la imagen. Un buen ejemplo de esto es la palabra ‘rangmeboo’ (p. 12), que significa ‘boomerang’, y la imagen de la página 193. ¡Qué objeto podría simbolizar mejor la trayectoria circular de la vida, en que muchas veces nos encontramos de nuevo en la casilla de salida, que un boomerang! El otro ejemplo ideal de esta relación existe entre la imagen de escalera (p. 13) y el texto de la página 178: 

‘’La escalera que el abuelo construyó en la sala no lleva a ningún lugar. […] Arriba tendría que haber un segundo piso.’’ 

Como estos pares de texto e imagen son discontinuos, es decir, una parte está en el principio de la novela y la otra en el final, sus significados son descubiertos solo en las últimas páginas. Eso es lo que suele pasar en la vida: no hay referencias directas. 

Estos ejemplos nos muestran cómo las imágenes pueden ilustrar la historia. No obstante, esta obra está llena de diferentes tipos de imagen, cuyo sentido para la historia puede ser aún más grande. Como afirma Gerber Bicecci en una entrevista, en las situaciones donde la protagonista se queda sin palabras o simplemente no puede describir algo con ellas, usa recursos visuales. Por ejemplo, el empleo de imágenes y conjuntos para hablar de las relaciones interpersonales es bastante interesante. No pensaba que se podría retratar este tipo de relaciones con un lenguaje matemático, pero, aparentemente, este modo de pensar funciona muy bien. 

El uso de conjuntos puede también intensificar la historia y hacerla más tangible. Esto lo vemos claramente cuando Verónica y Alonso hacen el amor (pp. 154-157), acto descrito por medio de conjuntos que se van fusionando. Esta serie de conjuntos, en mi opinión, es una de las partes más fuertes de la obra, puesto que es increíble cómo algunos circulitos pueden transmitir sensaciones tan humanas y tan sensibles.

Cabe mencionar también la noción de que se emplea el concepto de universo para ilustrar si ciertas entidades existen o no en el mundo de Verónica. A veces, una mitad de estas entidades se encuentra fuera de su universo, como su madre o la parte de arriba de la escalera en la casa de la abuela, y estos detalles nos revelan la conceptualización del mundo de la novela.

Por añadidura, tenemos, por ejemplo, dibujos astronómicos y dendrocronológicos cuya función principal es enriquecer la historia y complementar lo leído.

En conclusión, la novela Conjunto vacío cuenta la historia de lo fragmentario de la vida. Este aspecto se refleja claramente en su estructura. Aunque sí podemos encontrar cierta linealidad en algunas historias que avanzan a lo largo de la novela, como la relación de Verónica y Alonso o el misterio de la madre, el tono general de la obra es el desorden y falta de cronología. Por consiguiente, la novela carece de estructura clásica. Además, el matrimonio de texto e imagen le da un toque especial, y quizás podamos entender algunas partes del libro incluso sin texto.

El conjunto vacío es un conjunto sin elementos, pero esta novela tiene muchos.

 

 

Referencias:

Gerber Bicecci, Verónica (2015): Conjunto vacío. Primera edición. España: Pepitas de calabaza ed.

Entrevista con Verónica Gerber Bicecci. [disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=8aHY8xKeU7Q, consultado el 16.12.2019].

 

Espacio narrativo en Volverse Palestina

En la obra Volverse Palestina la escritora chilena Lina Meruane cuenta su historia de visitar en Palestina, el país de sus abuelos. Sus abuelos, los padres de su padre, huyeron de Palestina durante la expulsión de los turcos de Palestina entre los años 1917 y 1918. Los abuelos se conocieron en Chile donde se casaron. A Lina le interesaría los orígenes de su familia, pero su padre no tiene ganas de hablar de ellos, sólo le dice a Lina que las tías podrían contarle algo. Lina decide viajar de Chile a Palestina. Aunque Lina nunca ha visitado Palestina, siempre ha sentido que es su país de origen.

Lina comienza a organizar su viaje a Palestina en Nueva York. Pero su viaje a Israel, lo empieza verdaderamente en el aeropuerto de London, Heathrow, donde Lina tiene la oportunidad de conocer el trabajo de la personal de la seguridad de la línea aérea El Al. Es la primera manifestación del espacio cada día reduciendo durante la narración y el viaje.

En Israel Lina se aloja en la casa de su amigo Ankar y la familia de él. Primera noche Ankar le cuenta a Lina que en la ciudad de Jaffa los ciudadanos y sus empresas no sólo son judíos sino mezclas de varias religiones, pero en Tel Aviv “ahí son todos judíos”. Antes el puerto de Jaffa era lleno de palestinos, ahora es una zona de la alta burguesía judía -y los turistas. Jaffa es un sitio caro de vivir, un hecho que se puede considerar como expropiación de los palestinos. Zima, la esposa de Ankar dice a Lina: “… la condición de los refugiados para los palestinos es hereditaria.”

En Israel la constante presencia militar le sobrecoge a Lina, pero se acostumbra pronto que cuando quieran se pueden pedir a abrir su bolsa. Por su propia seguridad -claro. Piensa que “le abriré mi bolso a cualquier desconocido casualmente apostado en una puerta”. Para los palestinos la situación con muros concretos y muros móviles que se llaman los checkpoint la vida es totalmente limitado. Los palestinos están apresados en sus territorios como Cisjordania o Gaza. Los pocos palestinos que todavía viven en Hebrón no tienen permiso para andar por las calles. Tienen que mover por los techos o subir por las ventanas para que puedan entrar en sus casas.

P.S. Además de las fronteras de los países cada persona en el mundo tiene su espacio narrativo e histórico. El espacio puede ser limitado por asuntos económicos, sociales, políticos, raciales, territoriales, geográficos, etc. El espacio es uno de los casos que nos determina. ¿De dónde somos? ¿A dónde vamos? Pero ¿cuál será la vida sin ninguna posibilidad de elegir su espacio propio o de vivir en un espacio pacífico? La respuesta no puede ser una prisión de fronteras políticas. En Israel hay por lo menos dos pueblos encarcelados: los israelís y los palestinos.

Reflexión sobre el curso Migración en la Literatura Hispánica: migración, nacionalidad y “literatura finlandesa”

La migración es un tema muy actual ya desde hace tiempo y es internacionalmente discutido. La prensa y los líderes de los estados, especialmente los grandes, no dejan de mencionar el tema de la migración en sus portales, campañas electorales y discursos. Los medios de comunicación nos muestran diferentes puntos de vista, pero ya sean partidarios de la migración, adversarios, o algo entre los dos extremos, tendríamos que ver más allá de lo que vemos en, por ejemplo, las imágenes de las noticias. ¿Qué es la migración en realidad? ¿Cuáles son las razones para ella? ¿Quién es inmigrante? ¿Quién tiene derecho a migrar? ¿O considerarse perteneciente a una nacionalidad? ¿Qué entendemos con las palabras relacionadas a migración? Estas son unas de las muchas preguntas que hemos abordado en el curso de Migración en la Literatura Hispánica y, alguna de ellas, en el curso de Cultura y Sociedad Catalana, otro curso que cursé durante el primer semestre del año académico 2019/2020. En este último comentario trataré uno de los primeros temas del curso: “literatura finlandesa”, usándome de las preguntas sobre el derecho de la pertenencia a una nacionalidad y sobre quién se considera inmigrante.  Además, incluiré una reflexión breve sobre mi propio aprendizaje acerca del contenido.

Las obras que hemos leído son de autores que, por una razón u otra, han tenido que dejar su país natal. Nos hemos profundizado a través de comentarios escritos en algunas de ellas y, además, hemos podido disfrutar de visitas literarias tanto en clase como fuera del aula. Cada obra leída fue también tratada en clase, en el momento del cual nos planteó la profesora o nos planteamos los estudiantes las preguntas antes presentadas. Este procedimiento, a mí personalmente, me ayudó a analizar la obra y fijarme en el contenido o mensaje, de una manera que quizás no me hubiera surgido haciendo la reflexión meramente individualmente.

Mi primer comentario El problema del concepto de la literatura finlandesa nació basándose en el artículo de Katri Talaskivi: Historiatietoisuutta, muutosvastarintaa vai resurssien varjelua? Suomalainen kirjallisuusinstituutio muunkielisten kirjailijoiden (sivu)valossa (2017) y de una visita colectiva a la biblioteca de Pasila al evento “On Bridges, Voices, and Enclosures”, dónde escuchamos a escritores procedentes de diferentes países residentes en Finlandia. Tanto el artículo como la visita dio luz a varias de las preguntas mencionadas, pero la atención se dirigió especialmente a la preocupación del concepto de “literatura finlandesa” y de quién consideramos o se considera ser inmigrante, y, en el momento de redacción, a la pregunta de ¿quién tiene el derecho de considerarse perteneciente a una nacionalidad dada? Estas preguntas están ligadas una a la otra porque, al definir “literatura finlandesa” primero tenemos que definir qué o quién podemos incluir en la noción de la palabra “finlandesa”. Como presento en mi comentario, basándome en Talaskivi, el concepto de “finlandesa” en el marco de la literatura es muy rígida, ya que se basa en requisitos institucionales (véase el artículo de Talaskivi) y académicos aceptables para una persona con pasaporte finlandés, pero casi insuperables a una que no lo tenga. Es verdad que dichas instituciones tienen requisitos lingüísticos que evidentemente delimitan sin perdón lo que es “literatura finlandesa”, pero encuentro que el problema está en el hecho de que se interpreta la palabra “finlandesa” de manera demasiado estrecha. Según el diccionario Kielitoimiston sanakirja, compilado por la Institución de Lenguas de Finlandia, suomalainen (“finlandes,-a”) refiere a

  1. Suomeen kuuluva, Suomesta kotoisin t. lähtöisin oleva, Suomen asukkaille, oloille tms. ominainen; kansallisuudeltaan Suomen väestöön kuuluva; Suomen kansalainen (Kielitoimiston sanakirja.fi).

 

es decir, a “algo o alguien perteneciente a Finlandia, algo o alguien con residencia (presente o pasada) en Finlandia, precedente de Finlandia, algo característico de los residentes o condiciones etc. finlandeses; de nacionalidad perteneciente a la población finlandesa; ciudadano finlandés”. Respecto a la noción “literatura finlandesa”, según esta definición, podemos decir que no hay prácticamente ningún caso en que el escritor o la escritora no cupiera dentro de lo “finlandés”. Esto, porque todos los escritores que escriben en Finlandia y, consecuentemente, deberían poder ayudarse de las instituciones literarias finlandesas, pertenecen o residen en Finlandia, y, por lo tanto, representan algo característico de los residentes en Finlandia. El problema, obviamente, está en que las instituciones oficiales tienen otra manera de definir lo “finlandés”: el requisito de escribir en finlandés o en sueco. Es decir, ni siquiera es suficiente entender y hacerse entender en una de esas lenguas (lo cual, sin embargo, tampoco en todos los casos sería suficiente), sino que las facilidades institucionales se otorgan exclusivamente a las personas que publican en estas lenguas oficiales del país. El lector atento habrá notado que, al lado de la situación de todas las otras lenguas en que uno podría ejercer su profesión literaria en Finlandia, se posicionará también el sami, la lengua de la población originaria de Finlandia. Si el Estado de Finlandia, ocupador de las tierras de los indígenas del territorio, no incluye a esa población a lo “finlandés”, ¿cómo lo va a hacer con personas que cientos de años después establecen una vida aquí?

Esta pregunta es, sin duda, otro tema que en este comentario no podré tratar más, pero válida de tener en cuenta. Por último, quisiera mencionar los diferentes enfoques respecto a la definición de “perteneciente a una nacionalidad”, usado por los nacionalismos que principalmente se ha visto en la historia contemporánea. Tenemos, por un lado, la definición basado en el concepto de jus sanguinis y, por otro lado, el nacionalismo cívico (Clua i Fainé, 2011). El primer nacionalismo se basa en una clasificación étnico-racional (ejemplo alemán), mientras el segundo define la nacionalidad en términos de una que “combinaría la voluntad de compromiso cívico del sujeto con la ciudadanía y una herencia cultural compartida” (Clua i Fainé, 2011). Refiriéndose a Meinecke (2011), en el artículo Catalanes, inmigrantes y charnegos: “raza”, “cultura” y “mezcla” en el discurso nacionalista catalán, Clua i Fainé (2011), menciona este modelo paradigmático del nacionalismo, el cual sería interesante aplicar al tratar de la literatura de migración y de su definición.

 

Bibliografía

Clua i Fainé (2011). Catalanes, inmigrantes y charnegos: “raza”, “cultura” y “mezcla” en el discurso nacionalista catalán. Universitat Autónoma de Barcelona

Talaskivi (2017). Historiatietoisuutta, muutosvastarintaa vai resurssien varjelua? Suomalainen kirjallisuusinstituutio muunkielisten kirjailijoiden (sivu)valossa. Tuli&Savu, nro 94

Referencias

Meincke (1962). Welbürgertum und Nationalstaat. München: Oldenburg.

Pensamientos de una escritora “chilestina”, Lina Meruane: Volverse Palestina

 

La introducción de la novela
La novela Volverse Palestina (2014) de Lina Meruane cuenta autobiográficamente la historia de la escritora. La obra consiste en tres partes. En la primera parte, La agonía de las cosas, la historia de su familia, cómo llegaron de Palestina a Chile, tiene un estilo reflejo e incluso un poco humorístico. Cuenta entre otros cómo se encontraron sus abuelos y cómo se mudaron a Chile alrededor del año 1915.   En la segunda parte, El llamado palestino, la narradora refleja sus raíces, habla de sus viajes alrededor del mundo y quiere regresar a Palestina.
La tercera parte, Palestina en pedazos, es la más larga y quizás más interesante. La narradora actualmente viaja a Palestina. Encuentra unas personas bastante interesantes y multidimensionales allí: una pareja cuya mujer Zima es palestina musulmana y el hombre Ankar/Munir el nieto de un judío y criado cristiano por su madre, luego converso de animismo y sikhismo y al final un converso a islam por Zima. También hay una mujer Maryam Abu Awad, la hija de la sobrina del abuelo de la narradora, que le cuenta a la narradora que el apellido originario de su familia no es Meruane sino Saba. También la narradora conoce a Ira, un hombre judío que está en la escuela judía-árabe y Alan y Anne, dos activistas en Gaza. Y las vecinas judías, las viejas Aviva y Moriah, ambas experimentado antisemitismo y por eso quieren defender a los palestinos. Aviva sobrevivió de un campo de concentración con sus padres y Moriah desciende de judíos rusos que huyeron de los pogromos. En el fin la narradora va a volver a casa y no sabe si ha vuelto o pueda volver nunca.

 

El marco teórico: el contexto histórico

En este ensayo utilizo el artículo de Tahia Abdel Nasser. El artículo examina representaciones de Palestina a través de paisajes culturales, políticos y literarios entre el mundo árabe y el latinoamericano, se concentra en Volverse palestina (2014) de Lina Meruane, donde la escritora chilena de origen palestino mira hacia atrás o atraviesa a Palestina. El aspecto central es la conexión entre Palestina y América Latina.
En cuanto al contexto histórico, según Jabra Ibrahim Jabra (apud Tahia Abdel Nasser) la pobreza grave que sucedió en Palestina hacia finales del siglo XIX causó que un gran número de hombres jóvenes de Belén (Bethlehem) emigraran a América del Sur y América Central. A principios de los años 1920, el efecto de la inmigración era claramente visible en muchos edificios y casas vacías cuyos propietarios se habían marchado desesperados y negligentes, lo que caracterizaba a cienes de casas y agros alrededor de la ciudad. Los que se marcharon de Palestina, buscaban prosperidad en América Latina. Simultáneamente, la presencia de las largas comunidades palestinas en Chile, Honduras y Argentina crearon vínculos históricos y culturales con Palestina. Dentro de estas redes sociales, escritores chilenos de linaje palestino han explorado estos vínculos más explícitamente y contribuido a las corrientes de literatura y cultura árabe-latinoamericanas. Por ejemplo, en Chile los escritores (como Mahfud Massis) han revisitado a estas redes sociales entre Palestina y América Latina, explorando las experiencias de desposesión y diáspora distintamente palestinas (Abdel Nasser 2017: 239).
En cuanto al contexto histórico, dice Abdel Nasser (2018: 240-242) a finales del siglo XIX había grandes olas migratorias a los Países latinoamericanos. El artículo se concentra en Chile, que según Abdel Nasser es hogar de la diáspora palestina más larga consistiendo de inmigrantes árabes de Beit Jala y Beit Sahour. En 2011 Chile reconoció el estado soberano de Palestina y en 2014 varios países latinoamericanos, incluyendo Chile, condenaron el ataque de Israel hacia Gaza. Esta solidaridad fue iniciada entre otros por las organizaciones de la diáspora palestina y grupos a la izquierda.
El contacto árabe-latino alcanza a tres olas migratorias del mundo árabe predominantemente de Levante a las Américas a finales del siglo XIX y a comienzos del siglo XX. La primera ola ocurrió durante el Imperio otomano (en 1860 y 1914), la segunda durante el mandato británico (1918-1948) y la tercera durante el establecimiento de Israel (1948 y 1967).  Los árabes que inmigraron del Imperio otomano con pasaportes turcos empezaron a ser llamados “turcos”.  Según Carol N. Fadda-Conrey (apud Abdel Nasser), en América Latina muchos inmigrantes árabes comenzaron a trabajar como buhoneros o dueños de tiendas pequeñas, pero lograron alcanzar prosperidad en sus nuevos países, aún manteniendo relaciones fuertes con sus países de origen. Entre otros en Chile, la diáspora árabe tenía papel en la vida política, cultural y económica. Los descendientes de inmigrantes árabes en América Latina exploran raíces palestinas y ofrecen más redes sociales de intercambio entre América Latina y el mundo árabe.

 

Marco teórico: cómo ve Abdel Nasser la novela Volverse Palestina

Lina Meruane (nacida en 1970) es descendiente de inmigrantes palestinos en Chile y una de las escritoras contemporáneas chilenas más prominentes. Meruane dedica su obra Volverse Palestina a su padre “que se niega a regresar” y as sus amigos Ankar y Zima “que se niegan a partir”.  En esta obra autobiográfica Meruane conmemora el viaje que hizo a Palestina en marzo 2012 para rastrear los orígenes de su apellido. Aunque la escritora no logra visitar la casa de su padre, su viaje le ofrece un vistazo a la historia poco sabida de la inmigración de sus abuelos a Chile. Volverse Palestina se concentra en la autora Meruane en Chile, la inmigración de su abuelo a América Latina y su propio viaje a Palestina.
Volverse Palestina se concentra en corrientes multidireccionales transatlánticas, rastreando migración árabe a América Latina y la vuelta de Meruane a Palestina. Cuando su padre recuenta la historia de su migración a América Latina, Meruane empieza a buscar las raíces de su apellido. Cree Meruane que su padre comenzó a ver atrás y retrasar de nuevo su historia en la ciudad chilena donde él creció y donde los nombres iniciales palestinos están inscritos en al alfabeto latino en las tiendas. Escribe Abdel Nasser que mientras los nombres de inmigrantes árabes fueron latinizados –por ejemplo, el Issa árabe llega a ser Salvador español – el abuelo de la escritora retiene el apellido además de los vínculos a Palestina. Meruane piensa que tiene que volver a la casa de su abuelo en Chile por la petición de su padre. Escribe Abdel Nasser (2018: 245): “ Meruane thinks to herself, “Empecemos a volver” (16; Let’s return) to her grandfather’s house in Chile at the behest of her father, the verb “volver” echoing a “return” to the land of her ancestors”.  Cuando la autora vuelve a la casa de sus abuelos y rumia la herencia de los palestinos en Chile, simultáneamente contempla la posibilidad de la vuelta a Palestina. Volverse Palestina ofrece un cuento de vuelta en español, y este cuento cuidadosamente rastrea las rutas entre Palestina y América Latina. También contribuye al corpus de Palestina en árabe y en inglés, iluminando otras experiencias palestinas: la migración palestina a América Latina y la vuelta palestina de la palestina chilena a Palestina (Abdel Nasser 2018: 244-248).

 

Mis reflexiones y pensamientos personales

La historia de la familia de Meruane parece ser como directamente de lo que escribe Abdel Nasser. El abuelo de Meruane emigró a Chile de Levante alrededor del año 1915, cerca de la primera ola migratoria de que habla Abdel Nasser.
Otro asunto interesante es la castellanización de los nombres: el abuelo de Meruane se llamaba Issa (que significa Jesús en árabe) y su abuela se llamaba Milade pero cambiaron sus nombres a Salvador y María. Una cosa muy irónica en la novela era el apellido; el abuelo había conservado el único rasgo palestino, el apellido Meruane, pero cuando la escritora va a Palestina, se entera que Meruane ni siquiera es el apellido original de la familia. También la familia de Meruane ha sido llamado “turcos” en Chile.

Un tema central en la novela es identidad. Meruane ha nacido y crecido en Chile y apenas habla árabe (salvo por ejemplo marjaba). Pero cuando pasa la novela, ha encontrado algo palestino en sí. Por ejemplo, cuando Meruane llega a Tel Aviv, las autoridades israelíes la sospechan y realizan acciones totalmente absurdos:

Llevo repuestos para mi máquina de insulina. Entre esos repuestos hay agujas, agujitas. Pero el supervisor se queda en la frase anterior o no conoce la palabra “needles”. ¿Qué máquina?, dice. Oigo la adrenalina subiendo como pito en su laringe. Me meto la mano entre las tetas y extraigo el aparato que me mantiene viva. (p.63-64)

Las autoridades israelíes piensan que incluso las máquinas de insulina son sospechosos, si pertenecen a una persona de origen palestino. La parte crucial donde Meruane realmente piensa en su palestinidad está en taxi:

El hombre-de-la-kipá acepta por fi llevarme aunque se sola. – – – Él dice, como hablándose de sí mismo, que no le entusiasma venir a Yafo. A ninguno de los taxis; no nos gustan los árabes, dice,  sombrío, asombrosamente franco, y a los árabes no les gustan los judíos.

Mis palabras salen con hastió. No se gustarán pero no les queda más opción que convivir porque nadie se va a ir de aquí. (p.102)

Sí, convivir es la única opción, ¿por qué no hacerlo en paz? En mi opinión Meruane intenta introducir gente que realmente lucha por paz. Por ejemplo, la pareja Ankar y Zima son un ejemplo de que dos personas de diferentes etnias pueden formar una relación. Y aunque la soberanía de Israel está clara, en la escuela Max Rayne en Jerusalén, los niños árabes y judíos pueden estudiar juntos. En la escuela hay un funcionario judío que se llama Ira, le cuenta a Meruane que hay padres judíos que quieren que sus hijos conozcan a los árabes, que crezcan con ellos, y a pesar de las diferencias (Ira me lanza una mirada reprobatoria) terminan por amistarse (p.88).
También es emocionante leer de los activistas norteamericanos Alan y Anne quienes trabajan con una tropa de israelíes y palestinos contrarios a la integración propuesta por ciertos sectores y a favor de la convivencia entre dos pueblos distintos, donde nadie se vea forzado a renunciar a lo propio ni al derecho de reclamo (p.94). Alan le dice abiertamente a Meruane que antes él fue sionista. Y no un sionista “ligero” sino un sionista de esos que quieren expulsar a todos los palestinos de sus tierras, de esos que creen que Dios les ha dado el derecho exclusivo a esas tierras. Es increíble como un sionista de ese tipo pueda llegar a ser un activista que lucha por paz. Si se habla de la gente que lucha por paz, no hay que olvidar a las viejas vecinas Aviva y Moriah de quienes he hablado en la introducción de la novela y  quienes han aprendido qué es opresión (holocausto, pogromos) y la quieren prevenirla en el mundo de hoy en día.

De todos modos, Volverse Palestina es una novela que pone al lector (o en mi caso, a la lectora) a pensar en la situación en Palestina e Israel. Claro, no la puedo solucionar, pero puedo ser consciente de lo que está pasando en esta esquina del mundo.
Quiero terminar este ensayo en dos frases pequeñas: Paz con vosotr@s:

Shalom aleichem
Salam aleikum

 

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-Amina Saara Soliymani-

 

Fuentes:

 

-MERUANE, Lina (2014): Volverse Palestina

 

 

-NASSER, Tahia Abdel (2018): “Palestine and Latin America: Lina Meruane’s Volverse Palestina and Nathalie Handal’s La estrella invisible“. Journal of Postcolonial Writing, 54:2, 239-253.

 

-IMAGEN: https://www.teepublic.com/es-mx/pegatina/1856395-shalom-salam-peace