Metáforas en la construcción de la identidad palestina en “Volverse Palestina” de Lina Meruane

En este trabajo, analizaré las metáforas con las que se construye la identidad palestina en el relato autobiográfico Volverse Palestina (2014) de Lina Meruane. Las metáforas son una estrategia literaria que la autora emplea para describir cómo la identidad de la protagonista/narradora Lina Meruane evoluciona. Durante el transcurso de la obra, la protagonista atraviesa una transformación personal donde su identidad palestina va cambiando, pero a pesar de la voluntad de encontrar respuestas a las incógnitas identitarias, muchas preguntas en relación con su identidad quedan sin resolver. La autora emplea las metáforas para dar sentido a este proceso de evolución borroso y fluctuante.

Al principio de la obra, la protagonista Lina Meruane afirma sentirse como chilena “común y corriente” (Meruane 2014: 40) igual que sus abuelos que llegaron a Chile a principios del siglo XX. Reconoce haber subrayado su palestinidad solo cuando le han tomado como turca en Chile.  Lo palestino para ella ha sido “un rumor de fondo” (Meruane 2014: 17). Esta metáfora define el punto de partida para la transformación de identidad palestina de la protagonista. Hasta ahora no se ha interesado por sus raíces y ha vivido lejos de su familia en un ambiente cosmopolitano en Nueva York. Por lo tanto, ha tenido poco contacto con la comunidad palestina en Chile y tampoco ha leído Al Damir, la revista de los palestinos de su tierra de nacimiento. La familia de la protagonista ha tenido una fuerte voluntad de asimilación a la sociedad chilena, por lo cual sus abuelos castellanizaron sus nombres y no enseñaron la lengua árabe a sus hijos. La palestinidad es un “rumor de fondo” al que la protagonista no ha prestado atención, un relato que ha circulado en la familia para explicar su origen común, pero que no ha tenido importancia personal para la protagonista. Además existe una desconexión entre las generaciones donde los nietos de los abuelos palestinos ya no necesitan luchar por su posición en la sociedad chilena mientras que el pasado migrante todavía define la forma de vivir de sus padres. Esta falta de conexión personal con Palestina permite que la protagonista se interese por su pasado familiar y trate de rellenar las lagunas en la memoria colectiva de la familia.

A causa de esta voluntad de recuperar el pasado y entender el presente, la identidad de la protagonista entra en un estado confuso y fragmentado. Su palestinidad no existe en ella como algo claro ni definido, sino que se ha construido a base de los relatos de la familia. Como consecuencia, hay muchos huecos en el conocimiento, y por falta de reivindicación personal, la identidad palestina de la protagonista se manifiesta a través de la “agonía de las cosas” (Meruane 2014: 24). Esta metáfora simboliza la nostalgia ante un “pasado familiar fragmentario y eventualmente inventado” (Ochoa Provoste 2020: 109). La protagonista quiere volver a la casa de sus padres, entender el pasado de su familia y dar sentido a su propia identidad, pero las huellas ya han sido borradas y la palestinidad del presente está compuesta a partir de las memorias ajenas. “Las cosas palestinas desaparecieron misteriosamente mientras yo mataba el tiempo en otras cosas […]” (Meruane 2014: 33), lamenta la protagonista al visitar la antigua casa de la familia.  Al final, tiene que asumir que no puede recuperar el pasado, sino que tiene que construir su identidad en el presente.

El encuentro con los oficiales israelíes en el aeropuerto de Heathrow es un punto de inflexión en la forma en la que la protagonista percibe su propia palestinidad. La metáfora de la cicatriz describe a la perfección el telón de fondo violento y traumático de su identidad palestina que la categoriza como un sujeto peligroso ante las autoridades israelíes. Sin embargo, la protagonista se siente orgullosa por esta distinción, ya que la palestinidad impuesta por los oficiales israelíes le permite solidarse con la causa palestina que ahora también es la suya. Su “superioridad en el peligro” (Meruane 2014: 65) ante los ojos del Estado de Israel hace que ella encuentre una vinculación personal con lo palestino. “Tengo la certeza de que en las horas que pasé con los tiras fui más palestina que en mis últimos cuarenta años de existencia” (Meruane 2014: 64), asegura la protagonista sobre la incidencia en el aeropuerto londinense. Esta palestinidad impuesta y teñida de un tono negativo posibilita, a pesar de todo, que la protagonista pueda formar una conexión con su origen y empezar a construir su propia identidad palestina.

Sin embargo, no se resuelve la incertidumbre alrededor de la identidad palestina de la protagonista ni al final de la obra.  La metáfora de la llave describe la naturaleza inestable de una identidad que se ha basado en los relatos de los demás, pero necesita construcción propia para sostenerse.  Del mismo modo, los palestinos desplazados han guardado las llaves de sus casas como recuerdos de su tierra, pero ya no existen las puertas que se podrían abrir con esas llaves. La protagonista sabe que en parte su palestinidad es una construcción borrosa e impuesta por otros. Pero a pesar de todas las incógnitas, el viaje es liberador porque la protagonista encuentra un lugar de origen personal “al que no se puede regresar, pero […] al que sí se puede ir” (Guzmán Rubio 2019: 156). En el ensayo “Volvernos otros” que acompaña el relato, Lina Meruane define su identidad palestina de esta manera: “[…] no soy ni israelí ni judía ni verdaderamente palestina, solo un poco árabe de apellido inverosímil y otro poco chilena pero ciudadana de diversos conflictos que me imponen «el deber elemental de dejar constancia» […]” (Meruane 2014: 186). De esta manera, ella vincula su palestinidad con la causa solidaria del pueblo palestino y esta es su forma de volver. No físicamente, sino que volviéndose palestina en el sentido afectivo. Sin embargo, esta identidad no tiene contornos definidos, sino que es fluctuante e imprecisa y entiende las áreas grises y la complejidad del conflicto palestino-israelí.

En conclusión, la transformación de la identidad palestina de Lina Meruane en Volverse Palestina se refleja mediante el uso de las metáforas que describen los diferentes tonos que adopta lo palestino en la identidad de la protagonista. Evoluciona desde algo poco definido y poco personal hacia una marca de la solidaridad y una construcción propia. Las metáforas describen el proceso de concienciación y crecimiento de la protagonista, pero también demuestran que a pesar de la presión que la narradora recibe desde fuera, su manera de ser palestina y definirse a si misma es el resultado de una evolución personal que evita categorizaciones simples. Son las metáforas las que guían al lector a través de este proceso, donde la protagonista acepta las incógnitas y la inseguridad que llegan con las identidades múltiples, pero también reivindica una palestinidad solidaria y dinámica desde un punto de vista multicultural.

REFERENCIAS:

GUZMÁN RUBIO, Federico (2019). “El viaje a la raíz: un nuevo modelo de crónica en tres autoras chilenas contemporáneas”. Literatura y Lingüística, 40, pp. 141-158.

MERUANE, Lina (2014). Volverse Palestina. Barcelona: Penguin Random House.

OCHOA PROVOSTE, Alejandra (2020). “Desplazamientos y apropiaciones: La construcción del yo en Volverse Palestina, de Lina Meruane”. Alpha, 50, 97-111.

Las lenguas como representaciones de pertenencia en “Volverse Palestina” de Lina Meruane

En este trabajo analizaré cómo las diferentes lenguas que se mencionan en la obra Volverse Palestina de Lina Meruane reflejan sentimientos de pertenencia en la autora-protagonista. Con “pertenencia” me refiero a la definición de Antonsich en que se describe el concepto como “un sentimiento personal e íntimo de sentirse ‘en casa’ en un sitio” (apud Lähdesmäki et al. 2016: 236). Como par del término “pertenencia” voy a usar el concepto de “no-pertenencia” que según Harris & Ganfoldo significa “un bienestar en no formar parte de algo” (apud Lähdesmäki et al. 2016: 238). Analizaré la función de las lenguas como representaciones de pertenecerse o no en algo: quiere decir, en algunas de las lenguas de la obra la protagonista se siente en casa, en otras no.

Para la autora-protagonista el castellano es la lengua en la que se siente más en casa. Es la lengua en que ha crecido en Chile y es la lengua que habla con sus padres y que hablaba con sus abuelos. La historia también se narra en castellano. Además, la narradora-protagonista se dirige en castellano a todos los parientes o amigos palestinos que sepan hablarlo –Ankar, Zima y Maryam–. La narradora también dedica un párrafo bastante largo a describir cómo la lengua castellana ha sido una manera de regreso para sus antepasados, lo que a su vez demuestra que siente fuertemente que el castellano es una parte de ella y algo en que su familia también se siente en casa:

Los inmigrantes árabes adquirieron el castellano a medida que perdían el idioma materno […] No les costó tampoco sumar el castellano a sus lenguas porosas: sus antepasados habían habitado el español durante siglos en la península ibérica, lo habían arabizado, le habían conquistado el alma con el silencioso paréntesis de la hache intercalada y de los alharacos prefijos árabes. Hablarlo ahora era otra manera del regreso. (p. 29-30)

Aunque el castellano es la lengua que mejor domina la protagonista, el árabe también despierta sentimientos de pertenencia en ella. Es un idioma que no habla y también describe que lo han olvidado sus parientes que han querido asimilarse a la cultura chilena. No obstante, la protagonista reconoce algo familiar, algo que le hace sentirse en casa en la manera árabe en que habla el taxista neoyorquino Jaser: “Debería ir allá, usted, dice activando mi palestinidad con el ritmo de su habla.” (p.40) Aunque la autora no habla el árabe, la entonación, el ritmo y la forma son algo que activan alguna parte de su identidad, algo en que pertenece. El árabe también está presente en el apellido Meruane de la protagonista, algo que construye una parte significante de su identidad. En varias partes de la obra también queda claro que se siente más cómoda usando términos árabes en vez de hebreos, por ejemplo, prefiere usar el nombre Jaffa en vez de Yafo.

El inglés también es un idioma que la protagonista usa en su vida diaria, tanto en Nueva York como en su viaje a Palestina. Sin embargo, parece que esta lengua no tiene un significado especial para ella, es una herramienta que usa para comunicarse con personas que no hablan el castellano. En situaciones en que se habla el inglés, la narradora no dedica descripciones a la lengua como hace en algunas partes del habla castellana o árabe. Además, se narran algunos diálogos parcialmente en inglés, por ejemplo, su conversación con las rusas en el aeropuerto de Londres:

El supervisor vino a buscarme y las rusas, reconociendo mi superioridad en el peligro, acusaron el trato preferencial que me otorgaban. Lucky you!, dijo una. Special treatment!, dijo la otra. Indeed, dije yo, sin volver la cara, […] (p.65)

Una lengua más que se menciona en la obra, pero que ningún de los familiares o amigos de la protagonista hablan, es el hebreo. Sin embargo, el hecho de que nadie cercano a la protagonista ni ella lo hablan es una demonstración de no-pertenencia. La autora-protagonista hasta no se siente a gusto cuando tiene que usar palabras hebreas: “Me gusta mucho Yafo, contesto, aunque la palabra que modulo por dentro es Jaffa.” (p.102) La protagonista no se siente en casa en el hebreo, ya que para ella esa lengua representa una cultura que no considera parte de su identidad, algo que no resuena con su palestinidad. La protagonista no se siente en casa hablando el hebreo, pero tampoco lo desea.

En la obra Volverse Palestina las distintas lenguas tienen una función importante: reflejan sentimientos de pertenencia. En conclusión, el castellano es la lengua más importante para ella y la lengua en la que se siente más en casa. El árabe, en menor medida, también despierta sentimientos de pertenencia en la protagonista ya que, aunque no lo habla, representa la palestinidad y sus raíces. El hebreo funciona como un ejemplo de no-pertenencia porque la protagonista no lo habla ni quiere hablarlo –para ella, representa la cultura israelí y quiere distanciarse de ella también por vías de la lengua–. El inglés también es una lengua bien presente en la obra, pero la narradora-protagonista parece no tener ninguna relación con él, funciona más bien como una herramienta de comunicación para ella.

BIBLIOGRAFÍA:

Fuentes principales

MERUANE, Lina (2016): Volverse Palestina. Barcelona: Penguin Random House.

Fuentes secundarias

LÄHDESMÄKI et al. (2016): “Fluidity and Flexibility of Belonging: Uses of the Concept in Contemporary Research.” Acta Sociologica 59 (3), pp. 233-247.

 

Diapositivas de la clase de hoy & podcast “Akateeminen vartti”

Encontraréis las dispositivas de la clase de hoy sobre Volverse Palestina de Lina Meruane en Moodle. Las diapositivas contienen instrucciones sobre el primer trabajo escrito y la revisión por pares de los trabajos.

Al final de la clase mencioné el podcast en que Iida habla sobre su trabajo de fin de máster sobre los relatos de viajeros franquistas a los Países Nórdicos. Es el podcast titulado Akateeminen vartti / El cuarto de hora académico, producido por el Instituto Iberoamericano de Finlandia con motivo del festival de culturas iberoamericanas FestIBAL. En el podcast varios investigadores finlandeses hablan sobre su trabajo. Podéis escuchar el episodio en que participa IIda aquí.

Diapositivas de la clase & tarea

Tenéis acceso a las diapositivas de la clase de hoy sobre el relato “Rasgos occidentales” de Isaac Rosa en Moodle.

El texto que discutiremos la próxima semana es Volverse Palestina de Lina Meruane. He subido tres artículos (de lectura voluntaria) sobre la obra en Moodle.

Aquí tenéis una entrevista con Lina Meruane, en la que la autora habla también de Volverse Palestina (hasta 10:45 min.):