-La parte de los críticos- en 2666 de Roberto Bolaño bajo el aspecto de la migración

Roberto Bolaño quién fue uno de los autores hispanohablantes contemporáneos más celebrados de las últimas décadas, muestra, a pesar de su lamentablemente corta vida, un currículum largo y transcultural, lo que se presenta también en sus trabajos prosaicos. Después de ser nacido y haber crecido en Chile, pasó su juventud en México. Bolaño vuelve a su país de orígen con 20 años para participar en la visión socialista en el país, liderada por Salvador Allende. Poco después, el golpe de estado destruye las esperanzas de una generación y Bolaño se encuentra en captividad para aperentemente ocho días. Saliendo de la cárcel, con la ayuda de amigos, logra huir el país, regresa a México y luego emigra del continente americano para vivir en España, dónde nacen sus hijos y pasa la gran parte del resto de su vida, que termina en Barcelona en el año 2003, debido a una cirrosis, que resultaba de una infección con hepatitis en su juventud que no había sido tratada adecuadamente.

Su vivencia personal de migración ciertamente se encuentra entre las páginas de su obra completa, pero en este ensayo quiero dibujar algunas de las diferentes formas de migración que se encuentran en su obra póstuma 2666. Esta ficción, alabada por los críticos, se compone de 5 partes que contienen varias interreferencias. Lamentablemente, un concepto general no podía ser evidenciado, porque el autor mismo, en sus últimas semanas de enfermedad, que pasó escribiendo en la cama del hospital, aparentemente articulaba el deseo de que las partes fueran publicadas como cinco obras distintas, lo que ha sido denotado de ser más lucrativo para sus amados. Pero al final no podemos tener certitud y puede ayudar ver 2666 como una obra coherente.

Decidí examinar la primera parte <<parte de los críticos>>, en la que 4 críticos de literatura, más específicamente, seguidores del autor alemán ficticio Benno von Archimboldi, van de búsqueda por el autor, quién queda desconocido al público. Esta búsqueda les hace correr el continente europeo y les lleva finalmente hasta México, a una ciudad ficticia Santa Teresa, que imita la ciudad fronteriza de Juárez. Allí, una sombra oscura se señala desde la cuarta parte de 2666, <<la parte de los crímenes>>. En ella, una serie de feminicidios terroriza la ciudad y el narrador usa una gran parte de las 400 páginas para contar lo que se sabe sobre las asesinadas y describir detalladamente los cuerpos muertos.

Un aspecto interesante en la <<parte de los críticos>> acerca de la migración se encuentra en el cosmopolitismo europeo, que los académicos persiguen y que los une. Sus países de orígen son Inglaterra, Italia, España y Francia. Con el alemán y el inglés tienen dos lenguas en común y cuando su amistad se desarrolla tras los años y el amor les pega juntos aún más fuerte, sus viajes frecuentes les llevan de una parte de Europa a la próxima. Pero a pesar de estar en regiones desconocidas, nunca se encuentran en una crísis. Sin embargo, la novela nos deja con la impresión, que para estas personas, los países del oeste son hogar para todos los descendientes del oeste mismo. Bolaño no incluye otros lenguajes en esta parte, dibujando un imagen homogeneo de la comunicación intraeuropea. De esta manera, la percepción de una unión europea que es verdaderamente unida en la mente se nos presenta.

Esta idea me persiguió durante la lectura completa de la novela. La idea del otro tiene pocos lugares para interferir con los académicos, pero una situación es fundamental para entender la separación de europeos cosmopolitos en general y personas provenientes de la periferia, nombrados migrantes. En Londres, Pelletier, Espinoza y Norton, tres de los cuatro académicos insultan a un taxista paquistaní, reiendose de su mala educación. El paquistaní entiende que ellos se están encumbrando sobre él y responde con un insulto sexista y vulgar contra Norton.

<<Y cuando Norton le dijo que se había perdido y le indicó qué calles debía tomar para enderezar el rumbo el taxista permaneció, otra vez, en silencio, sin más murmullos en su lengua incomprensible, para luego reconocer que, en efecto, el laberinto que era Londres había conseguido desorientarlo.

Algo que llevó a Espinoza a decir que el taxista, sin proponérselo que era Londres había citado a Borges, que una vez comparó Londres con un laberinto. A lo que Norton replicó que mucho antes que Borges, Dickens y Stevenson se habían referido a Londres utilizando ese tropo. Cosa que, por lo visto, el taxista no estaba dispuesto a tolerar, pues acto seguido dijoque él, un paquistaní, podía no conocer a ese mentado Borges, y que también podía no haber leído nunca a esos mentados señores Dickens y Stevenson, y que incluso tal vez aún no conocía lo suficientemente bien Londres y sus calles y que por esa razón la había comparado con un laberinto, pero que, por contra, sabía muy bien lo que era la decencia y la dignidad y que, por lo que había escuchado, la mujer aquí presente, es decir Norton, carecía de decencia y de dignidad, y que en su país eso tenía un nombre, el mismo que se le daba en Londres, qué casualidad, y que ese nombre era el de puta…>>

Los dos hombres Pelletier y Espinoza entonces salen del carro y lo pegan hasta el punto de considerar que le hubiesen matado. Huyen y no enfrentan las consequencias. Este acto de violencia nos deja despatarrados, porque no se muestra por nada en el contacto social académico que suelen hacer los críticos hasta entonces.

Cuando finalmente siguen una huella del escritor alemán que les lleva a México y al centro de una crísis de feminicidios, se desvela el carácter de los académicos. Se sienten incómodos en el lugar de la perifería, donde además, la crísis del neoliberalismo en el continente americano se muestra tan gráfica con los asesinos de cientos de mujeres que están mayormente de paso migratorio en el camino hacia los Estados Unidos. Sobre todo, cómo el francés y el español actuan allí es bastante interesante. El francés Pelletier se queda mayormente en el hotel y lee libros, mientras el español Espinoza recorre los bares y explota una vendedora joven sexualmente. Se puede interpretar en estos dos carácteres la colonización intelectual por las ideas franceses y la colonización literal del continente americano por España.

 

Estos cuatro académicos representan una unión europea que es educada, cosmopólita, plurilingual, violenta, represor y colonialista. De toda manera, interpretando como sea, estos europeos se encuentran enfrentados con algo que no conocen y que no les da un hogar intelectual para sentirse cómodos, lo que se muestra en sus actos. Bolaño entonces, indicando, que la percepción cosmopolita de los académicos incluye una hegemonia intelectual y que existe un otro que no saben superar, llama la atención en las rutas migratorias y la dirección que ellas tienen y ataca de manera crítica el margen de la intelectualidad del oeste.

 

 


Bolaño, Roberto; Penguin Random House Grupo Editorial; Barcelona 2017 (herederos de Roberto Bolaño 2004)

El exilio y la postdictadura argentina en “Conjunto vacío” de Verónica Gerber Bicecci

En este trabajo analizaré cómo se trata la temática de la memoria postdictatorial en Conjunto vacío de Verónica Gerber Bicecci. Aunque se han publicado muchas obras sobre este tema, Conjunto vacío permite acercarse al exilio y a la postdictatura argentina desde un punto de vista tanto personal, social como político poniendo el foco en las consecuencias del exilio que se alargan en el tiempo. Esto es visible incluso en la expresión escueta de la obra a la que la autora en una entrevista se refiere como “el exilio del lenguaje” (Editorial Almadía 2015). A pesar del interés que ofrece el análisis de los aspectos lingüísticos de la obra, el objetivo de este trabajo es estudiar cómo se representan las concecuencias del exilio y de la dictadura militar argentina en la temática de Conjunto vacío.

Verónica, la protagonista de la obra, sufre desde hace años de la desaparición de su madre. El sentimiento de abandono define su vida, sus relaciones de pareja y sus recuerdos del pasado; ella se siente atascada en su vida, vuelve a repetir el mismo tipo de errores en sus relaciones y el trauma del pasado se convierte en un obstáculo que le parece insuperable. Ella misma habla de la renuncia, la renuncia de volver a empezar cuando todas sus historias acaban en la misma manera. No sabe explicar lo que le pasa a su madre, lo cual le impide encontrar sentido en su vida: ”Cuando un suceso es inexplicable se hace un hueco en alguna parte. Así que estamos llenos de agujeros, como un queso gruyere. Agujeros dentro de agujeros.” (Gerber Bicceci 2015: 44). La desaparición de la madre es particular en el sentido de que la protagonista no puede “ir a un lugar como la Plaza de Mayo a exigir que nos la devuelvan” (Gerber Bicecci 2015: 99) como los que perdieron sus famialiares durante las represiones de la dictatura argentina. Es más bien por las concecuencias alargadas del régimen por las que Mamá (M) pierde su capacidad de estar presente en la vida de sus hijos. Este tipo de desaparición, que la protagonista describe como una herida que “abre un poco más cada día” (Gerber Bicecci 2015: 79), es más complicado que la muerte, ya que impide la curación con el paso del tiempo. Es un conjunto vacío que representa la paradoja de la existencia y de la ausencia de su madre con una entidad matemática que existe pero sin ningún contenido (Deffis 2020: 20).

Otra de las consecuencias de un pasado traumático de la familia es el silencio impuesto por la dictadura. La protagonista busca expresarse mediante los dibujos porque “hay cosas […] que no se pueden contar con palabras” (Gerber Bicecci 2015: 25), pero por las lagunas de conocimientos sobre su historia familiar siente que solo le quedan huecos que no sabe rellenar. Su padre era posiblemente un revolucionario, por lo cual sus padres tenían que salir de Argentina, pero todos en la familia se desmienten y el silencio se impone sobre el asunto. Nunca se habla de Argentina si no para comentar cosas triviales como el gusto de los argentinos por duraznos en almíbar. Por esta razón, resulta importante la historia de Marisa, una mujer exiliada cuyos papeles la protagonista ordena después de su muerte, ya que los ecos de su vida se convierten en un universo paralelo con “pinta de una salida de emergencia” (Gerber Bicecci 2015: 79) para la protagonista y le permiten reflexionar el trauma del exilio a través de la vida de otra persona. Sin embargo, esta puerta se cierra cuando sufre una nueva ruptura y se da cuenta de que después de un final siempre vuelve a empezar para fracasar de nuevo: “Muchos principios distintos solo puede ser sinónimo de muchos frascasos, de narraciones mutiladas” (Gerber Bicceci 2015: 101).  La protagonista es incapaz de encontrar palabras para expresar su dolor o compartir su soledad. El peso de un secreto que nadie entiende ni intenta entender y la incapacidad de encontrar respuestas a las incógnitas de la historia familiar le condenan al silencio.

La circularidad y el desorden del tiempo, que se reflejan tanto en la forma como en el contenido de la obra, son un síntoma de las pérdidas de la protagonista y de su incapacidad de soltar el pasado. Observa que “el pasado, al parecer, no desaparece, se queda allí flotando en algún lugar y no deja de reconfigurarse” (Gerber Bicecci 2015: 150), pero que no es posible volver atrás, aunque a veces sí se vuelve a empezar un recorrido en un camino similar y se repiten los mismos errores. Por consiguiente, la protagonista desea distanciar el pasado para no tener que enfrentarlo y a la vez entender qué le pasó a su familia en los años de la dictadura. Reconoce que no puede conseguir ninguna de las dos cosas. Su madre y el misterio de su desaparición están tanto en el pasado como en el futuro. También quiere volver a los lugares que le habrían pertenecido si no fuera por el exilio, pero es incapaz de regresar en el tiempo: “Es extraño llegar a un lugar que se corresponde contigo pero al que no perteneces. […] Encontrar un hueco justo de tu tamaño, pero no poder llenarlo (Gerber Bicecci 2015: 165). De todo esto surge la fragmentación temporal que la protagonista intenta romper mediante los conjuntos de Venn para dar orden a la dispersión absurda que causan el exilio y la dictadura.

Aunque la protagonista evita hablar directamente de la dictadura militar argentina, admite que su vida y la vida de sus seres queridos ha cambiado por ella: ”Al parecer las consecuencias de la dictadura surgen después, mucho después. El exilio es una forma de retardarlas. Tarde o temprano: FLURPPPP, una fuerza extraña te succiona, no hay escapatoria.” (Gerber Bicecci 2015: 113). Desde pequeña ha entendido que su familia está dispersada por el mundo por la imposición de la dictadura y que la sombra del exilio también afecta a los que se quedaron. El caso de sus abuelos es ilustrativo. La construcción del piso de arriba se paró cuando los padres de la protagonista migraron a México y la casa de los abuelos se quedó parada en el tiempo. El abuelo se murió y la abuela dejó de vivir en el presente. El exilio deja heridas profundas también a las personas que se quedan atrás.

En conclusión, las concecuencias del exilio y de la dictadura militar argentina se representan en la temántica de Conjunto vacío mediante tres temas centrales: el abandano que sufre la protagonista por la desaparición de su madre, el silencio impuesto por la dictadura y la circularidad y el desorden del tiempo que fragmentan la realidad e imponen un orden de caos.  Conjunto vacío representa en una forma particular cómo el exilio y la memoria de la postdictadura se convierten en experiencias personales y sociales que pasan de generación en generación y se alargan décadas después de la caída del régimen. Sin embargo, la obra también demuestra que es posible dar orden en el caos, encontrar una voz y entender, si no superar, el dolor de la pérdida, convirtiéndose así en una declaración política contra la violencia simbólica de las dictaduras.

REFERENCIAS:

DEFFIS, Emilia (2020). “’La necrópolis interior’ en Conjunto vacío de Verónica Gerber Bicecci”. Anclajes, XXIV, 2, pp. 17-32.

EDITORIAL ALMADÍA (21 de julio de 2015). “Conjunto vacío | Entrevista a Verónica Gerber Bicecci”. [Archivo de Vídeo] Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=8aHY8xKeU7Q&ab_channel=EditorialAlmad%C3%ADa

GERBER BICECCI, Verónica (2015). Conjunto vacío. La Rioja: Pepitas de calabaza.

El valor del Hermano(H) en la obra Conjunto Vacío

En este trabajo analizaré cuál es la importancia y el valor semántico del personaje del hermano, escrito en forma de Hermano(H) a lo largo de la novela, de la protagonista en la obra Conjunto Vacío de la autora mexicana Verónica Gerber. Esta obra puede ser, y ha sido categorizada como perteneciente al género de la autoficción, en el que la línea entre la autora, la narradora y la protagonista se difumina y la trama es más o menos fiel a los hechos conocidos sobre la vida real de la autora. Se hace evidente desde el principio, que la propia autora tiene un hermano en la vida real, y es a él a quien está dedicado el libro: 

 “A mi hermano Ale, la otra mitad del conjunto vacío” 

Aunque no podemos estar completamente seguros de si la descripción que se da en la obra sobre el personaje del Hermano(H) se correlaciona con el hermano real de la autora en la vida real, todavía me parece que vale la pena observar cómo la autora ha decidido escribir sobre este personaje en el libro, que de alguna manera puede reflejar al hermano a quien se ha dedicado el libro. A continuación, voy observar las cosas que el lector descubre sobre el personaje del Hermano(H) y analizaré brevemente su significado en el libro y para la protagonista, Verónica. 

Para comenzar, ¿qué cosas concretas terminamos descubriendo sobre el Hermano(H) y su vida? Muy a principios se revela que se trata de un hermano mayor: será dos o máximo tres años mayor que la protagonista/narradora, ya que en la página catorce se narra que el Hermano(H) tenía diecisiete años dos días antes de que Verónica cumpliera quince años. Es el primogénito de la familia. Es historiador, pero como lo pone la narradora: “vive de hacer documentales” (Gerber 2015: 121). Llegamos a saber que tiene novia, con quien se muda poco después de que Verónica regrese al “búnker” después de que su novio, “Tordo(T)”, le rompiera el corazón. En la obra se descubre que el Hermano(H) ha sido bastante unido con su madre cuando ésta todavía estaba presente en sus vidas; él le solía compartir sus secretos, tales que ni siquiera compartió con su hermana. Por lo tanto, la pérdida de la madre debe haber sido una pérdida desgarradora para el Hermano(H) también. 

Cabe señalar que la presencia del Hermano(H) en la vida de Verónica a lo largo de los años también tiene el impacto de llevarla eventualmente a dos de los hombres con los que se cruza en la novela: Jürgen(J) es el alemán con quien Verónica comienza a salir tras la ruptura con Tordo(T). Se conocen en una fiesta organizada por una amiga de Verónica, quien era una antigua compañera de clase del Hermano(H). Luego, más tarde, Verónica termina conociendo a Alonso(A) después de que la novia del Hermano(H) le consigue el trabajo de arreglar todos los bienes muebles que pertenecen a la difunta madre de Alonso(A). Entonces, también de esta manera, su personaje tiene un impacto notable en la historia. 

Veo que los hermanos de la obra están unidos por los recuerdos compartidos de su infancia y crianza, así como por su herencia cultural, que solo comparten entre ellos: Verónica viaja a Argentina a la casa de la familia de su madre por iniciativa de su hermano, quien le propone irse para el viaje a fin de año. Parece que ambos comparten la experiencia de estar en la casa de su abuela de manera similar: la casa está estancada en el tiempo, y el Hermano(H) incluso advierte a Verónica antes de entrar a la casa: “[N]o ha cambiado nada (…) Está todo más viejo, eso sí, incluida ella. Más lleno de polvo” (Gerber 2015: 165). Los hermanos comparten el trauma de ser, en cierta manera, abandonados por su madre tras su “desaparición”, y la soledad que les ha hecho sentir: 

“Me veo sentada con mi Hermano(H) en el comedor (…) ¿Qué más podíamos hacer? Descubro lo solos que estábamos, los dos. Lo desamparados que estábamos mi Hermano(H) y Yo(Y).” (Gerber 2015: 133.) 

En las partes del libro donde se narra la interacción entre los hermanos, las conversaciones y el comportamiento se presenta como algo bastante casual y práctico, las conversaciones no se convierten en nada muy profundo o emotivoAunque sí implican señales de que el Hermano(H) está realmente preocupado e interesado por su vida, por ejemplo, cuando le pregunta sobre su situación laboral o su voluntad de viajar a Argentina, traer un gato a su casa, etc. Sin embargo, en muchas ocasiones Verónica reflexiona sobre las conversaciones entre ella y su hermano, donde sí han discutido bastante profundamente sobre sus vidas y la “desaparición de su madre”: 

“Desaparecer es parecido, pero la muerte, creo, deja una herida grande (enorme), de golpe, que cierra poco a poco; y la desaparición – al contrario – hace una herida chiquita, dudosa que se abre un poco más cada día. (La teoría de las heridas la acuñamos mi Hermano(H) y Yo(Y) durante las muchísimas horas vacías que pasamos en el búnker).” (Gerber 2015: 79.) 

Considero que el personaje del hermano lleva un papel importante a lo largo de la narración como el aliado de Verónica. Él es el único personaje que permanece como una figura presente en su vida, no la traiciona ni termina abandonándola. Sigue presente en su vida. En muchas ocasiones sentí como si la narradora hablara de él como un tipo de cómplice: 

“Nosotros (mi Hermano(H) y Yo(Y)) tenemos otro tipo de problemas con el calcio (…) Dicen que cada respuesta a una pregunta es una nueva pregunta. Eso también es algo que nos une: ni los astrónomos, ni las buscadoras de desaparecidos, ni mi Hermano(H) y Yo(Y) sabemos nada.” (Gerber 2015:51-52.) 

La narradora escribe sobre el Hermano(H) como ese tipo de cómplice que los hermanos a veces pueden obtener en la vida del uno al otro: ese individuo que se entiende y conoce exactamente las raíces del otro, e incluso puede ofrecer ayuda en reflejar en como los acontecimientos de la infancia han moldeado la vidaPienso que la narradora escribe sobre el Hermano(H) en forma realista: no le está glorificando en ninguna manera, sino lo trata como un ser humano normal. No escribe sobre el en tal forma que nos haría pensar que la protagonista lo considere superior o más perfecto. El Hermano(H) también es la única persona que comparte la historia de Verónica con su madre y el trauma que ambos conllevan tras su desaparición. Mi percepción también es que, en la obra, la única persona con la que Verónica realmente habla de su madre es con su hermano, que es el único que entra en “el búnker”, la casa de su madre, aparte de ella. 

Para concluir, considero que en su obra Conjunto Vacío Verónica Gerber logra retratar el valor que el hecho de tener hermanos puede tener en la vida de alguien, especialmente para aquellos que han crecido en familias rotas o infelicesLos hermanos no son del tipo que se encuentra en la vida, como amantes o amistades cercanas, cuyo impacto a menudo podría expresarse en forma de historia de miles de formas diferentes, en múltiples páginas. No se escribe muchas canciones de amor sobre hermanos y hermanas, no es el amor lo que a menudo se expresa explícitamente. Más bien, el significado y el efecto que los hermanos tienen en tu vida a menudo puede detectarse como algo implícito: el amor, la seguridad y la alianza que te dan está ahí, sin duda, entre líneas. Al menos así es como yo lo veo. 

Bibliografía:  

Gerber, Verónica 2015: Conjunto VacíoLa Rioja: Pepitas de Calabaza. 

El tema de la desaparición en Conjunto vacío de Verónica Gerber Bicecci

Conjunto vacío (2015) de Verónica Gerber Bicecci trata del tema de desaparición, que es un tema recurrente en la historia familiar que la protagonista intenta comprender. La ruptura le fuerza a la protagonista, Verónica, a volver a la casa de su infancia donde empieza la búsqueda para entender los traumas familiares y su propia historia. Voy a analizar el tema de la desaparición en la novela y la manera en que Gerber Bicecci lo extiende a los contextos históricos.

La desaparición de la madre de la protagonista, como muchos otros aspectos en Conjunto vacío, se presta a varias interpretaciones. La ausencia de la madre se puede interpretar como una mudanza fuera de la casa familiar o como una ausencia psicológica. En la memoria de Verónica esa desconexión de la madre, física o psicológica, se culmina en el momento en la cocina de la casa donde se rompe “algo tan simple y demoledor como una estúpida taza de café” (p. 127). Los recuerdos alrededor de esa taza, tal como las descripciones sobre el deterioro de la casa familiar, describen el proceso en que la madre “empieza a difuminarse” (p. 15), en que deja de escuchar y hablar con sus hijos. Se puede entender que la condición de la madre se trata de una postrauma del exilio de la dictadura argentina. La depresión de la madre resulta en síntomas que la hacen volver la casa en un “búnker”, una casa abandonada y descuidada, y perder la conexión con sus hijos. Esto hace que la protagonista y su hermano se sientan inseguros y solos. La protagonista concluye: “creo que nunca he estado más sola que cuando Mamá(M) desapareció” (p. 133).

Esa desaparición colora toda la novela y afecta los pasos en la vida de Verónica. La protagonista recuerda: “Nos costaba mucho trabajo creer que los sucesos no tuvieran siempre un lado oscuro- – -” (p. 25). Gerber Bicecci ilustra el trauma del exilio como un trauma trasgeneracional que afecta toda la familia. Para la abuela de Verónica el “desaparecer” es una palabra tabú que evadir con innumerables sinónimos. En Conjunto vacío la salud mental inestable de la madre afecta la vida de la protagonista y la de (su) Hermano(H), pero la ausencia de la madre es algo que les cuesta explicar. Falta una manera de discutirla, encajarla y darle un contexto de una historia más consabida. Los hermanos se sienten perdidos con sus preguntas:

A veces también hemos pensado que la historia de Mamá(M) tendría más sentido si pudiéramos ir a un lugar como la Plaza de Mayo a exigir que nos la devuelvan, a preguntar: ¿dónde estás? Pero es absurdo porque no desapareció como los demás, ¿o sí? Es absurdo porque, si mi Hermano(H) y Yo(Y) pudiéramos reclamarla ahí, no habríamos nacido. (p. 99.)

Existe una paradoja: Verónica cree que, si su madre no hubiera exiliado a México, habría acabado listada como una más de los muertos o desaparecidos por la dictadura (“no habríamos nacido”). Al mismo tiempo la familia está sufriendo de una consecuencia del mismo trauma sentido por los argentinos. La Plaza de Mayo en Buenos Aires representa un lugar significativo para procesar y entender el trauma de las desapariciones de la dictadura. Las desapariciones forzadas durante la Guerra Sucia en Argentina (1976-1983) cuentan con más de 30 000 personas. Las madres que exigen saber los paraderos de sus hijos detenidos y desaparecidos se conocen como Madres de Plaza de Mayo por las demonstraciones semanales que empezaron 14 madres y que crecieron a ser un significante movimiento social y político. Verónica y su hermano buscan respuestas a una desaparición diferente, pero quedan solos con sus preguntas.

La desaparición en su sentido histórico se repite en la referencia que la escritora hace al documental Nostalgia de la luz(2010) de Patricio Guzmán. El documental chileno lleva el espectador a conocer uno de los mejores observatorios astronómicos del mundo en el desierto de Atacama. Aparte de mostrar el trabajo de los astrónomos, el documental sigue las mujeres que buscan en el desierto rasgos de sus familiares que desaparecieron durante de la dictadura chilena. El desierto solía ser el lugar de entierro en masas para los detenidos de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1988). Los intentos de ocultar los rasgos de los cuerpos han dejado solamente trozos de huesos y muestras de calcio en la tierra. Estos rasgos minúsculos en el vasto desierto son la única esperanza para las madres de los desaparecidos de encontrar respuestas para entender que pasó a sus hijos o esposos.

Ojalá los telescopios no miraran solo hacia el cielo, si que pudieran traspasar la tierra para poderlos encontrar…” dice una mujer con una pequeña ala en la mano en medio del desierto de Atacama. – – – Estas mujeres han encontrado restos de calcio de los huesos de sus muertos. Los astrónomos, en cambio, se dedican a medir el calcio de las estrellas. Nosotros (mi Hermano (H) y Yo (Y)) tenemos otro tipo de problemas con el calcio: cartones de leche que ni él ni Yo(Y) nos tomamos, pedazos de queso que desaparecen del refrigerador sin siquiera probarlos. (p. 50.)

No es sorprendente que la escritora haga referencia al documental de Patricio Guzmán. Existen varias interconexiones entre las obras. La protagonista de Conjunto vacío se dedica a dendrología en vez de astronomía, pero le asombra el documental que, tal como ella, busca respuestas a través de la ciencia a la herida que deja la desaparición. Verónica está, justo como las mujeres en el Nostalgia de la luz, en búsqueda. Ella persigue respuestas para entender qué pasó a su madre y explicaciones para su historia familiar y personal. Ambas obras son estudios artísticos sobre el pasado, la memoria, la existencia humana. Ambas se dedican a una exploración de universo e imaginación de universos paralelos buscando en ellos consuelo para la herida emocional de la perdida.

En Conjunto vacío hay numerosas pistas de entender la desaparición. He analizado cómo las referencias históricas a través de la intertextualidad y las menciones de lugares históricos tejen una historia que trata de una memoria más allá del exilio. La novela es interconectada con las dolorosas historias de las atrocidades de las dictaduras de Argentina y Chile. En escribir que “la desaparición – – – hace una herida chiquita, dudosa, que se abre un poco más cada día”, Gerber Bicecci junta las voces de todos que siguen buscando sus desaparecidos.

Fuentes

Gerber Bicecci, Verónica (2015). Conjunto vacío. La Rioja: Pepitas de calabaza.
Nostalgia de la luz. (2010) Dir. Patricio Guzmán. Blinker Filmproduktion, WDR, Cronomedia y Atacama Productions.

20th Nordic Migration Research conference and 17th ETMU Conference

11-14 January 2021, Online / University of Helsinki

Registration is open 26 October to 4 December 2020

Co­lo­nial/​Ra­cial His­tor­ies, Na­tional Nar­rat­ives and Transna­tional Mi­gra­tion

The Nordic countries have for long perceived themselves as outsiders to colonialism, embracing narratives of the progressive, equality pursuing and human rights defending nation-states that stand out in international comparison (e.g. de los Reyes, Molina & Mulinari 2002; Keskinen et al. 2009; Loftsdóttir & Jensen 2012; Sawyer & Habel 2014). This ‘Nordic exceptionalism’ can be understood as a form of ‘white innocence’ (Wekker 2016), building on willful ignorance of the Nordic countries’ active participation in colonial projects both overseas and in the Arctic region. Neither have the dominant national narratives included histories of racial classification and knowledge production within the region, in which the indigenous people and national minorities were categorized on the lower levels of hierarchy and subjected to intense scrutiny (e.g. Öhman 2015; Lehtola 2012). Modern nation-state formation was built on assimilation and repression of the communities, histories and knowledges that were considered to be at odds with the homogeneous nation. Likewise, migration scholars have generally dismissed the role of Nordic colonial/racial histories when investigating the post-1960s transnational migration, a large part of which originates in the former European colonies in Latin America, Africa, Asia and the Pacific.

This conference aims to provide a platform for discussions in which the colonial/racial past and present (coloniality) are seen as relevant for how diasporic communities, racialized minorities and Indigenous Peoples are encountered and acted upon in the Nordic societies, as well as how these communities resist, question, resurgence, organize themselves and seek for alternative horizons beyond hierarchies. Racial categorisations and structured inequalities characterize the Nordic societies in multiple ways, but are they addressed adequately by migration scholars? How would the national narratives and the politics of solidarity look like, if colonial/racial past and present was taken seriously? Can national narratives be rewritten in a way that incorporates transnational processes and global power relations, or should we rather abandon the aim of (re)writing national narratives and seek to develop more multilayered perspectives, with focus on local/regional/global for example? What is the role of arts in rewriting narratives of belonging, community and history? How do colonial/racial histories and currents order and shape migration policies, bordering practices and ‘acts of citizenship’ (Isin & Nielsen 2008)?

See the full programme here.

Charla con la artista Rosamaría Bolom el lunes 9 de noviembre

La artista Rosamaría Bolom, de origen mexicano y residente en Finlandia desde 2009, ha prometido dar una charla en el curso sobre su obra y su trabajo como gestora cultural en Finlandia. La charla tendrá lugar el lunes 9 de noviembre a las 12:15 horas en Zoom.

La práctica artística de Rosamaría Bolom incluye poesía, pintura, dibujo, grabado, fotografía y escultura a través del arte mexicano de la cartonería. Ella es miembro de La Colectiva, grupo formado por cinco poetas latinoamericanas establecidas en Finlandia. Asimismo, es una de las fundadoras de Third Space, colectiva transcultural situada en Helsinki.

Desmantelamiento del discurso de la migración naturalizada en Rasgos occidentales de Isaac Rosa

Isaac Rosa describe en su texto Rasgos occidentales (2006) la realidad de la costa española que es el destino de los refugiados africanos que viajan hacia Europa a través de Marruecos. En su asombrosa historia imagina la reacción de los pobladores de la ciudad costeña, las autoridades y medios de comunicación al descubrimiento de personas blancas entre las masas de cadáveres de africanos. El escritor ilustra la apatía política y actitud racista hacia la migración africana desesperada y peligrosa, que deja miles de muertos que nadie recuerda y de quienes nadie habla. En hacer un relato de la reacción emocional en la esfera pública por la muerte de personas blancas en el mismo contexto, Rosa genera el contraste a través de lo cuál analiza y critica el discurso de la migración.

Los discursos se definen como símbolos, textos, imágenes y maneras de hablar que construyen la realidad social. Estas representaciones producen el conocimiento de temas específicas que a su vez influencian las prácticas sociales. Discursos comunican ideales de lo bueno y de lo malo y moldean las ideas de lo que percibimos como natural y aceptable. En mi análisis sobre Rasgos occidentales voy a partir de la anotación de Stuart Hall (1992) que los discursos operan siempre en relación con poder. Discursos son el sistema en que el poder circula. Maneras de hablar y representar ciertos fenómenos crean, mantienen y reproducen el poder cultural.

En Rasgos occidentales Rosa relata como ‘asistimos con inquietud y asombro a la inesperada desnaturalización del fenómeno migratorio’ (p. 8), haciendo referencia al inesperado hallazgo de las personas blancas en las lanchas de refugiados. Así sostiene que la muerte de miles de personas africanas no blancas es asumida sin preguntas como el producto natural de la migración. Rasgos occidentales es un afrontamiento a este discurso popular de la migración naturalizada y un esfuerzo de visibilizar la lógica racista detrás ello. El texto es una ilustración de cómo la migración africana y sus innumerables muertes llegan a ser una noticia sólo cuando conciernen una persona ‘con rasgos occidentales’. Contrapone el silencio sobre la migración y sus víctimas a las reacciones sobre hallazgos de personas muertas que son blancas. A través de esa contraposición intenta visibilizar la hipocresía y racismo que está escondido en el silencio e indiferencia contra la situación migratoria.

El discurso de la migración es un discurso generado a través de la otredad y la deshumanización. En Rasgos occidentales Rosa lo acentúa en contraponer ‘solo africanos’ (p. 6) a ‘cadáveres hermosos’ (p. 6) y ‘tesoros’ (p. 7). Los africanos se representan como masas de cadáveres que requieren labor manual, un hecho desagradable a la cual uno tiene que acostumbrarse. Así lo recuerda uno de los personajes de la historia:

Aunque el juez había ordenado ya el levantamiento de varias docenas de cadáveres en los seis meses que llevaba al frente del juzgado de la isla, y su antecesor le había asegurado que acabaría acostumbrándose y con el tiempo ya no le impresionaría tanto, él seguía sin soportar aquella frecuencia de la muerte. Lo de hoy, además, era especialmente horrible… (p. 1)

Por otro lado, los cadáveres con rasgos occidentales son una tragedia y una noticia. Requieren investigación y más vigilancia para la realización de la cuál no faltan recursos. El escritor planta una crítica perspicaz hacia el sistema en relatar como la inercia política y la escasez de recursos terminan cuando es una cuestión de una vida blanca.

Rosa muestra la presunta diferencia de valor cultural de la vida de un africano refugiado a un africano refugiado blanco, que está reflejado en cada punto del proceso desde el encuentro del cadáver hasta el enterramiento. El cementerio es un ejemplo que representa Rosa de la naturalización de la migración con toda su violencia silenciosa. Los refugiados fallecidos son solamente cifras sin nombre, en una parte externa del círculo de recordar y honrar los difuntos.

Stuart Hall (1992, p. 205) enfatiza que el poder de los discursos se mide en su impacto. En la teoría foucaultiana de los discursos y poder se definen los discursos que llegan a formar parte de la lógica común y que tienen impactos verdaderos y prácticos como ‘el régimen de la verdad’. La historia de Isaac Rosa reprocha la verdad sobre la migración (y la manera de entenderla) e ilustra el impacto de los discursos racistas y eurocentristas a vidas humanas. Lo hace a través de imaginar como sería perder vidas de personas blancas en el contexto migratorio, y a través de ello suma la cruda realidad de la valorización cultural de las vidas racializadas. Rosa enfatiza esa percepción en escribir: ‘Algo se había roto, una grieta inesperada en la pared de lo previsible, de lo acostumbrado, de lo lógico.’ (p. 7). Así describe como la situación migratoria que produce miles de muertos ha llegado a ser algo lógicamente aceptada y pertinente. El discurso de la migración naturalizada se ha fijado como parte de nuestro sistema de conocimiento.

He expandido a través del marco teórico del poder y discurso la percepción de la migración que critica Isaac Rosa. He destacado partes del texto que representan la construcción del discurso de la migración y la naturalización de sus víctimas, y reflejado los morales, políticas y ambiente social que lo constituyen. Rosa pretende mostrar que la indiferencia y la falta de voluntad política no es únicamente una cuestión de recursos ni algo inevitable. Tiene que ver con un fenómeno de la migración discursivamente construido, basado en los ideales de hegemonía blanca. Es evidente que la representación de la migración en las noticias o en la discusión política tienen efectos reales y prácticos.

Bibliografía

Rosa, Isaac (2006). Rasgos occidentales. Inmenso estrecho II. Cuentos sobre inmigración. Kailas, Madrid.

Hall, Stuart (1992). The West and the Rest: Discourse and Power. Bram Gieben, Bram & Hall, Stuart. (Ed.) The Formations of Modernity: Understanding Modern Societies. 185–227. Polity Press, Cambridge.

Rastros de deshumanización en Rasgos occidentales

Mi objetivo en este texto es analizar en qué formas el proceso de deshumanización está presente en la narración sobre los inmigrantes de rasgos africanos en la obra Rasgos occidentales (2006) de Isaac Rosa. El concepto de deshumanización se refiere al proceso, donde un ser individuo o un grupo se niega la característica de humanidad y, a su vez, se compara con algo que no es humano, lo que promueve una actitud de ellos contra nosotros que crea separación entre diferentes grupos. A lo largo de la historia, la deshumanización ha estado estrechamente relacionada con la discriminación, la opresión, la violencia y hasta el genocidio. La deshumanización puede ser discreto e inconsciente, pero también se ha descubierto que es un fenómeno motivado que conduce a la agresión y al desprendimiento de convicciones morales. (Véase Warnock 2019.) Considero que el acto de deshumanización de los refugiados es uno de los temas principales de la historia de Isaac Rosa, por lo que aquí analizaré algunas de las formas en que el escritor retrata este proceso en su narración. 

El narrador ejemplifica el efecto de deshumanización vía cierto uso de palabras y retórica. Un ejemplo de estos, y uno de los elementos más efectivos es el uso repetitivo de la frase “solo africanos”, lo que enfatiza la falta de valor que se le da a los africanos fallecidos que han perdido la vida en el intento de cruzar el mediterráneo y buscar seguridad y una vida mejor. La palabra “sólo” es muy descriptiva, resaltando la emoción de decepción y menosprecio que sienten, por ejemplo, los periódicos y periodistas europeos, interesados en escribir titulares sobre el misterio del difunto blanco. “Sólo” desgarra a los africanos del valor humano, y este valor se disminuye por completo en la penúltima página, donde el autor narra sobre el fotógrafo que gana un premio por una serie de imágenes del ahogamiento de dos inmigrantes: ver a un inmigrante africano perder la vida sí que es digno de un espectáculo. Esta es la única parte de la historia en la que a los africanos se les da algo de “valor”, y es entonces cuando los hemos visto morir.

Una forma de deshumanización visible en la obra es el hecho de despojar a los refugiados de rasgos africanos de cualquier rasgo de carácter personificado: para los personajes de obra los refugiados “africanos” son un mero grupo de personas no identificadas sin atributos, aparte de su color de piel oscuraEllos, como grupo, se reducen a un color de piel, un grupo impersonalizadodel cual solo conocemos la cantidad de cadáveres de que consta, aunque tampoco nos fijamos mucho en esta cifra. En el texto se habla de los africanos en forma pasiva, y llegan a ser referidos como cadáveres, ahogados o como en el decimosexto párrafo: polizones exhaustosEn contraste, por ejemplo, la mujer y el bebé de piel blanca terminan siendo referidos como “la imagen de la madre y el hijo“, palabras que transmiten un sentido de identidad y apego a alguien o algún lugar. 

Una forma clara de cómo este proceso de deshumanización se hace evidente, por supuesto, es a través del contraste: cuán diferente son los cuerpos de personas con “rastros occidentales” tratados por las autoridades y otros personajes 

“Lo de hoy, además, era especialmente horrible, por la terquedad con que los cadáveres estaban enlazados unos a otros. Hacían falta dos guardias para doblar un brazo, que se tronchaba con un crujido de madera vieja. Un guardia joven vomitaba a pocos metros (…) [s]e parece al chico de mi hermana, me cago en todo -dijo otro entre dientes. (Rosa 2006: 1–2.) 

Los cuerpos en el barco se están pudriendo, huelen y hacen que los oficiales se sientan mal del estómago. Pero también es el caso de los cuerpos de los que tienen rastros occidentales, pero los funcionarios superan la repugnancia y el disgusto para tratar esos cuerpos como restos de un ser humano, de una manera completamente diferente a la forma en que se trata a los de los africanos: 

El guardia saltó de la barca hasta el muelle, con el niño en brazos, al que cogía ahora como si fuera su hijo, contra el pecho, la cabecita apoyada en el antebrazo izquierdo y la mano derecha sujetándolo por debajo, con cuidado, y no se atrevió a depositarlo en el suelo, como si no estuviera tan muerto como en efecto estaba (…) contradiciendo su piel acartonada, sus ojos hundidos y sobre todo el olor, el fortísimo olor a podrido del pequeño cuerpo, de sus vísceras secas. (Rosa 2006: 2.) 

A los cuerpos blancos de rasgos occidentales se acerca con respeto y delicadez, pero los cuerpos de los africanos en su multitud están más asociados con sentimientos de disgusto y hasta frustración  fíjense a la expresión “terquedad” en la primera citación sin percepciones de compasión por estos individuos humanos o su humanidad. Este contraste en el respeto por los cuerpos culmina también en la descripción del narrador de los arreglos funerarios: los cuerpos caucásicos se entierran por separado de las fosas comunes de refugiados de piel oscura. Incluso etiquetar a los blancos fallecidos como “refugiados” se considera problemático. El mensaje es claro: ¿cómo se puede llamar a un caucásico refugiado, o sea “un otro”, cuando el color de su piel ya indica que forma parte del “nosotros”, que es un individuo con el que es posible identificarse? Esta consideración y compasión no se muestra a los refugiados de origen africano. 

Además, al narrar las formas en que diferentes fuentes han tratado de darle sentido al descubrimiento de cuerpos blancos en un barco lleno de refugiados africanos, hay temas claros y formas de retórica que se pueden rastrear en el proceso de deshumanización de los refugiados: 

 (…) tal vez se habían comido al padre y la madre, y que se reservaban el mejor plato, el infantil, pero la muerte les llegó antes de poder zampárselo (…) tal vez el niño hubiese sido secuestrado, y que detrás estuviera una trama de tráfico de órganos, y para sostener su teoría contó algunos casos de niños secuestrados en países del tercer mundo mientras estaban de vacaciones con sus padres y de los que nunca más se supo (…). (Rosa 2006: 23.)” 

Por ejemplo, un rastro clásico de la narración deshumanizante es vincular a un grupo de personas y delincuencia. Otro es imponer estereotipos culturales sobre los rituales, creencias y comportamiento de un grupo marginado. Estas son formas con que ciertos grupos pueden ser alejados y alienados de la mayoría. También refuerzan ciertas asociaciones y crean prejuicios hacia estos “otros” que no son como “nosotros” y, por lo tanto, no deben ser tratados ni concedidos derechos similares a nosotros. Ambos elementos se pueden encontrar en el texto, y creo que Rosa ha incluido estos elementos en la historia para criticar la narración estrecha practicada y aplicada por los medios occidentales. 

Para concluir, considero que el cuento de Isaac Rosa es una obra que en apenas ocho páginas logra narrar muy efectivamente la falta de humanidad en cómo los países europeos afrontan la catastrófica y desgarradora crisis de refugiados, y cómo el color de la piel sirve como filtro para decidir a quién debemos mostrar reciprocidad y a quién debemos ver como humano. El cuento contiene varios elementos sobre la deshumanización, y solo he logrado arañar la superficie en este breve análisis. Evidentemente, el propio autor es muy crítico hacía la situación de los refugiados y el trato racista que reciben por parte de “nosotros” los europeos, por lo que es evidente que Rosa ha fomentado estos elementos en su obra como un medio para retratar conscientemente el proceso de deshumanización de los refugiados africanos. Opino que sobresale en este objetivo. 

Bibliografía: 

https://docs.lib.purdue.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1365&context=jpur

“Despertar diez años después” y Flashbulb-Memory

El siguiente ensayo tiene como objetivo, analizar el capítulo <<despertar diez años antes>> de la novela autobiográfica <<Volverse Palestina>> escrita por Lina Meruane y desarrollar algunas ideas para puntos de enfoque que podrían ser proseguidos por la ciencia literaria.

El capítulo en cuestión se encuentra en la segunda parte de la novela <<El llamado palestino>>. Esa posición en la mitad del texto y el título en sí muestran que la sequencia es decisivo para el entendimiento profundo de la novela.

Los eventos descritos en ello son los del 9 de septiembre de 2001 y ensiguiente quiero relacionar los detalles descritas por la autora bajo el conocimiento de los estudios sobre flashbulb-memory que están siendo continuado por casi veinte años.

Este concepto describe básicamente, como momentos de asombro emocionál se graban en la memoria con cierta certitud sobre la exactitud de hasta los detalles más profanos. Parecido al flash de una cámara, una imágen factorial se manifesta delante el ojo interior.

Los ataques en Nueva York del 11 de septiembre 2001 se grabaron en la memoria colectiva del pueblo estadounidense y de todo el mundo como pocos otros eventos de la década. Pero detrás de los innumerables reportes mediales, cada individuo tiene memorias muy particulares e individuales conectadas con ese día. Personas recuerdan precisamente y detalladamente, dónde estaban cuando escucharon del ataque. Recuerdan, con quíen estaban y si hacía sol o si llovía. Igualmente Lina Meruane describe la situación en su apartamento, dice qué hora era y menciona el detalle interesante de una taza de café frío que se bebía mientras miraba la televisión. Reseña las imágenes que se repetían en la televisión y sus sentimientos. Ensiguiente quiero enfocar tres detalles del capítulo e introducir algunas ideas para analizarlos:


 

  1. La descripción profana, detallada

Sólo días después de los eventos, científicos empezaron a trabajar en estudios que tenían como objetivo guardar las historias de individuos de este día para compararlas con lo que recuerdan esas personas en varios puntos más tardes en su vida. En esos estudios se mostraba que en realidad no existía una memoria muy precisa, pero que existe una certitud más fuerte sobre la exactitud de lo que se recuerda.

Como ya mencionado, la autora recuerda y nombra algunos detalles muy profanos del día de los ataques. La obra fue escrita en el año 2012 y los estudios ganaron una grán atención en las medias. Así que es legítima considerar la posibilidad de que la autora conocía estudios de este tipo y hace la referencia a sus resultados para llamar la atención una vez más en la naturaleza de la memoria.

 

  1. El uso de lenguaje

Por primera vez en la novela, el inglés está introducido. La noticia le llega inicialmente del novio de su compañera de casa. Lo que escuchaba de él, está traducido al castellano en voz directa (<<Están cerrando el metro, […] y despierta a Niki, pónmela al teléfono.>>). Pero al final de lo recontado, en cursiva, dice <<Please>>. A lo largo  del capítulo aparecen recortes de varias voces que suenan del televisor.  Esas reacciónes de reporteros no son traducidos o recontados por el yo, sino que puesto en cursiva como impresiones casuales. Aunque Meruane nota, que en la mañana tiene problemas con el inglés (<<Y a lo mejor era su acento o mi dificultad con el inglés por la mañana>>), esas fráses aparentemente se grabaron en la memoria de ella no como información sobre lo que pasó, sino como imágen vivo del sonido de las palabras en un lenguaje extraño.

 

  1. La recapitulación del breve artículo del mismo día que lee años después

Al final del capítulo, Meruane nos cuenta de algo que escribió el mismo día para un diario chileno. Este texto relaciona todo lo que escribe más de diez años después, informandonos de que sí, existe una cierta certitud acerca de sus emociónes y los eventos, como ella los vivió el once de septiembre.

Una sequencia del mismo reporte está, entre comillas, asentada en el texto y Meruane refleja sobre ello, <<…un momento parpadeando ante el recorte>>, lo que muestra la discrepancia entre su memoria y sus apuntes de entonces. Así que esta diferencia entre la memoria flash-bulb de Meriane y su fuente de información que escribió ella misma diez años antes puso en marcha una reflexión en la autora y lo debería hacer en nosotros también.


 

Entonces, las teorías sobre flashbulb-memory podrían ayudarnos a entender porqué Meruane incluye detalles profanos en el capítulo; porqué, de repente usa el inglés; y que importancia se puede dar a su reflexión al final del capítulo.

Voy a concluir, notando, que hay por supuesto más aspectos interesantes en el capítulo, pero que bajo el aspecto de la memoria, la concepción del capítulo entrega muchas preguntas sobre cómo la autora evalua memorias individuales y como nosotros podríamos evaluar las otras memorias colectivas e individuales que están presentadas sobre todo en la primera parte de la novela.