Diario de aprendizaje II (Seija)

APARENTEMENTE TRIVIAL

”La mujer que iba a morir se llamaba Hortensia. Tenía los ojos oscuros y no hablaba nunca en voz alta.” Así empieza la novela de Dulce Chacón, La voz dormida (2002). Es una cuenta de la guerra civil española describido del punto de vista de las mujeres. Principalmente esto libro no es sobre de los perpetraciones más injustos que pueden hacer durante la guerra, por ejemplo los violaciones, sino que sobre las experiencias cotidianas y típicas de las mujeres. Aunque la vida cotidiana por la mayoría en esta novela significa una vida en el cárcel, una vida llena de injusticias y miedo, también hay felicidad y cariño.

En esto diario de aprendizaje voy a contemplar el papel y experiencias distintas de las mujeres durante la guerra civil española. ¿Cuales experiencias pequeñas tenemos que considerar? No queremos escribir una historia superficial, sólamente sobre las luchas y movimientos de los jefes grandes.

Las experiencias distinctivamente femeninas incluyen el embarazo y el parto, la menstruación y la menopausia. Por ejemplo, las protagonistas describen cómo las mujeres en el cárcel pueden arreglárse cuándo tienen no más que tres paños higiénicos. Hay también descripciones de las reglas morales para los novios en la sociedad española de aquella epoca.

Hay otras experiencias y problemas típicas que no son tan obvias. Las mujeres sufrieron de distintas castigos que los hombres. Por ejemplo, se pelaron la cabeza. En La voz dormida hay muchas pasajes sobre la importancia del pelo. Una mujer podía peinar el pelo de la otra y, en esta manera, demostrar su afección.

Una descripción sobre la vida cotidiana es Doña Celia mirando Pepita cuando ella planchaba el vestido de Hortensia. Claro, en aquellos tiempos, a planchar era trabajo de las mujeres. Ambos ejemplos (peinar y planchar) simbolizan algo fragil, algo que se pueden perder: momentos pequeños y aparentemente trivial, sin importancia. Pero actualmente son muy significativos. Estos tipos de experiencias forman un parte de la cultura feminina, por lo menos en España del período. Son exactamente estos experiencias que La voz dormida se hace audible.

Las ”cosas de mujeres”, una y otra vez romanticas, salin a la superficie y crean una pintura del miedo silencioso mezclado con añoranza y amor. Por ejemplo, Hortensia ha recibido un mensaje de su marido, y ahora tenía que tragarlo: ”No quiere tragar, desea mantener en su boca los besos que le manda Felipe. […] Quire saborear su nombre, escrito por la mano de Felipe. Cómetelo, Tensi, no sabe mal, y piensa en mí. La celulosa se va deshaciendo y Hortensia no quiere tragar. Piensa que estaré en tu boca, Tensi. La bola seca que se formó al principio es ya una pasta amarga con sabor a tinta. No quiere tragar, pero los pasos de la guardiana se acercan. Te mando muchos besos, Tensi, todos lo que no he podido darte. Los pasos de la guardiana se acercan. Te mando muchos besos, Tensi. Los pasos de la guardiana resuenan por la galería, es la hora de taller. Aguanta, vida mía.” (p. 10) Esto pasaje tiene suspensión, y me gusta mucho la alteraciónes entre lo que está ocurrido y lo que está diciendo Felipe y pensando Hortensia. Todo eso es mezclado con los acercandos pasos de la guardiana.

El punto de visto cambia a menudo. Hay varias memorias. Hay distintas personajes que han  dado sus historias a la escritora. Y Dulce Chacón ha dadolas la voz. Hay tambien varios silencios. Las mujeres observan el una al otra, reflexionan los modos de supervivencia, y recibin fuerza de la historias de cada una.

Tomasa, una mujer fuerte, está muy discontenta porque su amiga, Reme, incorpora a la fila para ir al taller. A Tomasa se parece mansa, una persona que no sabe valor. Reme sólo cuenta los muertos y los llora. Pero en la celda de aislamiento Tomasa no puede más que pensar en Reme: la risa de Reme, su voz que es ”un gallo negro en una noche negra”. El cárcel es un sitio de restricciones, reglas y regulaciones, pero una mujer como Reme – silencioso y sonriente – puede sobrevivir. Por supuesto, ella es silencioso porque las autoridades lo quieren; pero es también sonriente porque la sonrisa se ayuda endurecerse. En la sociedad patriarcal las mujeres son flexibles y silenciosos simplemente para sobrevivir. Y la gente en general (los hombres equal que las mujeres) no quieren que la opresión los continua definir para siempre y por todas partes: ”Ella se niegan aceptar que los tres años de guerra comienzan a formar parte de la Historia. No. Sus muertos no forman parte de la Historia […] Ella no va a dar treinta años de su vida para la Historia. Ni un solo día, ni un solo muerto para la Historia.”  (p. 11)

Pero a tener una historia completa, debemos que escribir todo el cuento. Muchas veces las historias de las mujeres quedan en el silencio. Ya hay ”un espacio blanco en el tiempo pasado, un espacio que sólo puede llenar con palabras.” (p. 157)

3 thoughts on “Diario de aprendizaje II (Seija)”

  1. Me gusta el tema que has elegido. Como sostienes en tu diario, la perspectiva femenina no es “aparentemente trivial” para nada. La voz dormida es, ante todo, una novela sobre la vida cotidiana y sobre las experiencias de las mujeres en los años de la posguerra – sobre lo que suele olvidarse en los libros de historia.

    Gracias a la presentación de Anna, sabemos que según los consejos elaborados por la Sección Femenina para preparar a la mujer al matrimonio, “los intereses de las mujeres son triviales comparados con los de los hombres.” Dado que hasta hace 35 años se pensaba así en España, veo importantísimo que se hable desde el punto de vista femenino ahora, a posteriori. Sin embargo, me interesaría el punto de vista masculino también. Las novelas cuyos protagonistas y autores son hombres tienden a concentrarse en lo que ocurrió, no en los pensamientos y sentimientos que provocaron los acontecimientos. No son sólo las mujeres las que sienten y sufren. No creo que la experiencia masculina de la dictatura se limita a historias de heroismo, guerrilla, lucha clandestina, tortura y encarcelamiento.

    En tu diario haces alusión a muchos detalles en los cuales no había pensado: el pelo, por ejemplo. Ahora que lo haces notar, veo que sí va cargado de simbolismo y tiene un gran significado. El pelo que vuelve a crecer después de que lo rapan es símbolo de que hay esperanza, que hay que seguir adelante, que el paso del tiempo cura las heridas. Por otro lado, el pelo de algunas de las encarceladas no vuelve a ser como antes, sino que cambia de color, lo que significa que el pasado no se olvidará nunca. Y, como dices, el que una mujer peine el pelo de otra es una muestra de cariño y de afecto, además de ser un intento de crear un poquito de belleza donde está ausente.

  2. A mí también me gusta el tema de tu diario, y el título que le has puesto me parece excelente. Tienes mucha razón cuando dices que generalmente se narran las guerras –y en este caso, la posguerra– desde el punto de vista masculino, contando batallas, heroicidades, victorias, muertes épicas. Estos ingredientes están presentes en La voz dormida, pero la novela de Chacón cuenta también muchas cosas más, el otro lado de la historia. Como dices, la novela narra de forma muy sútil la vida cotidiana de un grupo de mujeres.

    Cuando se habla de las mujeres o de lo femenino en La voz dormida, a menudo se hace referencia a la presencia de mujeres politizadas, luchadoras, o por el contrario, a la sentimentalidad de las historias narradas. Sin embargo, creo que uno de los logros más importantes de la novela es conseguir transmitir la experiencia femenina: los gestos y las complicidades, de los que hablas en tu diario, y también el embarazo y el parto, la menstruación y la menopausia, experiencias femeninas por excelencia, pero muchas veces omitidas, sobre todo en la narrativa sobre la (pos)guerra. Tu diario presta atención a este aspecto central de la novela, que casi no tratamos en clase, y por tanto, te doy las gracias por llamar nuestra atención sobre él.

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