Diario de aprendizaje III (Anna)

De los padres y otros demonios

En este diario voy a analizar la novela ´Llegada para mí la hora del olvido´ de Tomás Val desde un punto de vista psicológico, concentrándome en lo que la novela cuenta de los padres de Franco tanto como en mi experiencia de lector y los sentimientos evocados por la lectura de la novela. El título debe algo a García Marquéz, como la misma novela.

La novela ´Llegada para mí la hora del olvido´de Tomás Val me parecía poco divertido. No me hizo reir, como tampoco la película`Buen viaje Exelencia´ de Els Joglars. Sí, yo veo lo grotesco y lo carnavalesco en esa película. También entiendo que exista cierta necesidad de burlarse del dictador. Me parece que es un camino necesario hacia la memoria, hacia un pasado demasiado doloroso. A veces es más fácil tratar temas difíciles con cierta ironía. Sólo hay que pensar cuantas parodias se han hecho de Hitler – la más famosa es seguramente la película Dictador de Charlie Chaplin. Pero hacer una parodia es muy difícil – y más aún cuando la realidad en sí ya parece más absurdo que la parodia.

En vez de hacerme reir, la novela ´Llegada para mí la hora del olvido´ me reveló un Franco que casi me daba pena. Veía algo muy trágico en su persona – trágico y repugnante. Veía un niño abandonado y despreciado por su padre, un hombre lleno de inseguridad, a quién el poder y la violencia daban un sentido de control de sí mismo y de los demás. Y veía el retrato de un viejo moribundo que no sabe quién es y por lo tanto tiene que repetir para sí mismo: “Soy Francisco Franco, Caudillo de España” (p.19) y comprobar en la enciclopedia quién es: “FRANCO Bahamonde, Francisco, Caudillo de España por la gracia de Dios” (p. 24). Un anciano que se ha convertido en una figura que adorna únicamente las monedas y que desea, al final de su vida, ser un simple humano. Su vida nada más que consiste en desfiles, muerte y homenajes. (pp.123-124.)

Por cierto, es un juego interesante que el autor hace con el monólogo interno del personaje de Franco para ganar las simpatías del lector. ¿A ver, que es lo que nos cuenta del niñez de Franco? “1892 es la fecha de mi encarnación, hijo de hembra que vino al mundo para adquirir cuerpo, un 4 de diciembre, mientras el mar escupía el viento como saliva.” (p. 28) Utiliza terminos religiosos, como ´la encarnación´. El mar es un elemento esencial para Franco, y tiene una conección con la muerte: “ El paisaje de mi infancia está nublado y es fiero, es agua y metal y manchas de aceite y gritos. El Ferrol, cuando yo me encarné, era un monstruo agonizante, una maquina oxidada, un astillero tocado de muerte en el que barcos inconclusos llenaban los paseos del muelle como deshechos esqueletos de ballenas. …Es sencillo nacer y es igualmente fácil morir. Y vivir tampoco es muy complicado, todo es dejarse llevar tunnel adelante, flotar en la corriente.” (p. 43)

Me gustan las interpretaciónes psicológicas, y me parece importantísimo el papel de los padres del Franco. Creo que el autor Tomás Val ha querido darnos alguna explicación psicológica para entender la personalidad de Franco. Sin embargo, no creo que conozcamos su personalidad sino a través de sus actos, de su atracción a la muerte y a la religion.

El padre de Franco, Nicolás, es el gran ausente, el objeto de su desprecio. Lo que siente Franco por su padre es una mezcla de odio y añoranza. „Toda mi vida fue un camino hacia tí, padre…¿Qué más querías de mí? He llegado hasta el cielo, padre; he entrado bajo palio en las catedrales, he mirado de frente a los dueños del mundo…He sido amo de la vida y de la muerte y nada te satisfizo. Hasta te inventé, te dí una vida literaria en la que eras héroe.” (p.149) Con estas lineas se comprueba la necesidad de Franco de ser aprobado por su padre y satisfacerle. Val hace también referencia a las biografías inventadas de Franco. Franco acusa a su padre por haber muerto a destiempo.

La madre de Franco, Pilar, tampoco parece haber sido muy cariñosa. Lo contrario: en las palabras del anciano se unen la madre y el temor. Ella le solía decir: “Tú piensa cada noche que el angel negro puede venire a visitarte mientras duermes y haz un examen de conciencia.” (p.167) Y también: “Duérmete, Francisco, que la noche se deshace en jirones y rondan las almas penantes de la Santa Compaña” Dice Franco: ”Pobre madre , qué hermoso miedo el que tratabas de imbuirme y qué ignorante estuviste siempre de mi temores.” (p. 95) El pequeño Francisco consolaba a su madre Pilar, y dormía con ella en la cama matrimonial.

La repugnacia que sentí al leer el libro se intensificó a partir de la página 125, donde Franco cuenta del nacimiento de su hijo. A su concepción participan Franco vestido de Caudillo Victorioso, Carmen Polo en su camisón de boda, agujereado en el centro, y el brazo de Santa Teresa. (pp.133-134.) Primero no entendí lo del brazo incorrupto, pero después de haber leido esta novela, me he encontrado con el brazo de la santa varias veces. Coindiciendo con la fecha del nacimiento del hijo, se convoca una gran manifestación en la Plaza de Oriente. Franco quiere presentar a su hijo y heredero. Pero el niño nace muerto y Franco le deja fuera para que fuera pasto de lobos. Franco se siente humillado por no ser padre de un varón. (p.138)

Me chocó el tono despectivo con que Franco habla de los españoles: “Sentí desprecio por esta España miserable que había conquistado. Desprecié también mi yo anterior, mi etapa de Dios, por haberme ocupado y preocupado de estos seres anodinos, de estas personas insignificantes que se llaman españoles.” (p.178) Es un imágen muy triste de un pueblo que vive una doble vida: la vida dura, silenciosa y temerosa de cada día y otra que parece como una escena montada de un teatro, reservada para los momentos de saludar a Franco. El concepto de la muerte es interesante, y de alguna forma la muerte tiene un papel importante en la cultura española. Ya casi en las últimas páginas (p.230) dice Franco: “ España es una inmensa prisión de la que no se sale sino mediante la muerte.”

El monólogo de Franco es un monólogo interno, salta de una cosa al otra como se le ocurre. Son unas memorias curiosas, porque él también se imagina lo que pasará después de su muerte: Franco ha desaparecido, rezarán los titulares de los periódicos, comunicarán los embajadores, gritarán los obispos desde los púlpitos catedralicios, se susurrarán temorosos y acariaciantes los seminaristas. Franco ha desaparecido, vocearán acaso las campanas de toda España y los curas fascistas, excitados bajo la sotana, predicarán que he ascendido en cuerpo y alma a los cielos. A la mierda entonces la Transición, los partidos politicos, las conspiraciones, las absurdas esperanzas de la democracia; adiós a las elecciones añoradas, adiós a la amnesia de los ministros falangistas, adiós a todo. Adiós a España, que entrará en una espera de siglos, que se convertirá entera en un santuario franquista, preservando todo rastro de memoria, aguardando la segunda llegada, la parusía del Caudillo.” (pp.111-112)

Me llamó la atención la profundez de unos frases sobre el destino (pp.148-149): “Existe un destino, pero no lo aceptamos más que cuando es inevitable, cuando llegamos a ser viejos. No hacemos la historia, editor: se va haciendo ella misma.” Yo veo una contradicción entre estas frases y el hecho de que Franco se considera Dios.

Para terminar quiero volver a lo absurdo, a lo grotesco. A pesar del tono trágico de la obra, algo de humor encontré. Me gustó, por ejemplo, el toque absurdo que la novela da mezclando cosas de la vida cotidiana de ´Paco y Carmen´ con el monólogo de Franco. “- Come, Paco, que se te va a quedar fría la merluza – me advierte Carmen Polo-. Y a propósito, ¿no tienes la impresión de que es congelada?” (p. 39)

4 thoughts on “Diario de aprendizaje III (Anna)”

  1. Ha sido muy interesante leer tus opiniones sobre la novela porque la hemos visto de manera muy diferente. A mí me ha hecho reír muchas veces y el personaje de Franco no me ha dado nada de pena. Lo que cuenta la novela de sus padres me parece más bien un cliché que los traumas de la niñez justifiquen todo lo malo que haces en la vida. No quiero menospreciar el dolor de los que sufren en su infancia pero en este caso Franco no ha ganado mis simpatías.
    A mí también me chocó el tono despectivo con el que hablaba Franco de su pueblo. Dices al principio que veías a Franco lleno de inseguridad pero a mí justo el tono despectivo que utiliza de los españoles me da a entender que no era un hombre inseguro sino lleno de arrogancia.

  2. Gracias por tu comentario, Maria. El hecho de que existen muchas opiniones e inrerpretaciones sobre las novelas hace este blog – y el curso entero- tan interesante. Hemos entendido algunas cosas de forma contraria, pero para aclarar mi visión sobre la inseguridad de Franco quiero explicar por qué lo veía así. Es justo el comportamiento contrario, lo me me hace pensar de este modo. Cuanto más profunda la inseguridad, más arrogante el comportamiento.

  3. Me gusta mucho tu diario: tu análisis de la novela de Val me parece sutil, y explicas y argumentas muy bien tu punto de vista.

    Y desde luego, la variedad de reacciones que la obra ha provocado entre los participantes del curso resulta fascinante. Además, parece que la novela no deja a nadie indiferente, hay algo “molesto” en ella. El Franco de Tomás Val es un personaje bastante ambiguo, incluso contradictorio. Como indicas, es por un lado un personaje inseguro, pero también un megalómano arrogante; es a la vez un dictador sádico y un pobre viejo que chochea. Aunque la novela de Val quizás no sea la mejor obra sobre el franquismo, me parece un logro en sí construir una novela y un personaje que permitan tantas lecturas distintas.

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