Diario de Aprendizaje IV (Hanna)

Las impresiones que el libro Llegada para mí la hora del olvido y la película Buen viaje, Excelencia dan sobre la personalidad de Franco me hicieron pensar bastante,especialmente porque estaba leyendo muchas cosas sobre él para mi presentación al mismo tiempo que leía el libro. En este diario de aprendizaje voy a hablar un poco sobre las diferentes imágenes de la personalidad de Franco

La película Buen viaje, Excelencia está burlando a Franco. El personaje es ya viejo, senil y estúpido que ya no tiene sentido común y no recuerde nada ni entiende lo que está pasando alrededor. La diferencia entre el personaje y cualquier viejo demenciado es que el personaje presentaba a un dictador que seguía en su puesto a pesar de su condición. El Franco senil era un reflejo de los vicios que supuestamente tenía: cuando uno ya es viejo y su salud mental y físico ya está en esa condición toda la auto-critica desaparece. Los autores de la película quieren decir que realmente a Franco le gustó torturar a la gente, tenía quizá un complejo de inferioridad y quería compensarlo con varios detalles: quería parecer al jefe grade y alto, tenía vicio de la musica militar, etc.

El libro Llegada para mí la hora el personaje de Franco está escribiendo un autobiografía, pero en muchas partes parece ser un diario suyo. El el libro Franco está, en su propio voz, describiendo sus sentimientos, deseos, alucinaciones y ilusiones. El Franco del libro está loco. Su salud mental es la protagonista del libro. Todo lo que escribe refleja de algún modo sus sentimientos distorsionados sobre el mundo, del país, sí mismo y sobre las personas que están alrededor. Él se ve como un dios. A la vez está admitiendo que no tiene todo el poder, por ejemplo, ve su mujer Carmen Polo superior de él.

Ni el libro ni la película quieren crear una imagen realista sobre Franco: los dos están aprovechando las posibilidades que da la falta de material sobre su vida privada y la personalidad. Buen viaje, Excelencia burla a Franco, ya que, por fin, es posible hacerlo. Llegada para mí la hora del olvido critica a Franco con su propio voz y crea la impresión de una persona loca. Lo curioso es que los dos pueden ser ciertos. Es, en realidad, bastante probable que en sus últimos años Franco era igual que muestra la película, suponiendo que tenía parkinson y demencia. Sin embargo,si su estado mental y físico realmente hubiese sido tan malo, ya no habría sido él quien tenía la responsabilidad sobre la situación, sobre él siguiendo en él poder. Entonces, ¿quién lo habría tenido?

Como no se sabe mucho sobre la vida privada o la personalidad del Franco, los artículos que han sido escritos sobre él dan imágenes muy variadas. Dentro del serie de artículos “25 años después de Franco”1 de El País se puede ver puntos de vista diferentes. Por ejemplo Manuel Vicent 2 escribe:

Franco tenía muy desarrolladas sólo las virtudes menores. No era noble, magnánimo o preclaro, sino taimado, obstinado, receloso, desconfiado, con un instinto finísimo para percibir el lado malo o débil de cada persona que sabía aprovechar muy bien en beneficio propio.”

En realidad sólo era un militar. Tenía en la cabeza una papilla somera ligada con algunas ideas extraídas de aquí y de allá del Tradicionalismo y de Acción Española, con cuatro tópicos de la Historia de España y lugares comunes sobre los peligros del comunismo, las asechanzas de la masonería y del valor patriótico que le sirvieron de adobo para su guión de la película Raza. “

Su artículo crea una imagen de Franco como una persona simple, que creía en un mundo en blanco y negro. Según este artículo parece una persona mediocre, obsesionada y sin buenas habilidades sociales. La impresión de Paul Preston sobre Franco es diferente. Su articulo del mismo serie está titulado “El gran manipulador”3

El proceso comenzó tan pronto como sus aventuras en África empezaron a llamar la atención de la prensa. El joven comandante descubrió enseguida un talento para la manipulación que puso en práctica con los periodistas.”

Sin embargo, cuando comenzó la guerra civil, su sentido instintivo del valor de la prensa volvió a serle útil. No hay duda de que el ascenso de Franco al poder en la zona nacional se basó en sus indiscutibles cualidades y triunfos militares y en su astuto e implacable empeño en ser Generalísimo y posteriormente Caudillo. “

Sin embargo, sería absurdo sugerir que Franco era todo imagen, sin nada de sustancia. Al asegurarse la ayuda del Eje, prácticamente garantizó el triunfo, pero su empeño también fue esencial para la victoria de los nacionales. Tenía la capacidad -la misma que tiene un buen entrenador deportivo- de mantener la moral de sus seguidores en ebullición. “

El Franco de Paul Preston parece mucho más inteligente que el de Vicent: era un estratégico, que tenía unas cualidades por las cuales habría logrado su puesto. En algunos momentos el articulo habla sobre Franco con un tono positivo incluso.

Con las imágenes diferentes sobre Franco podemos llegar a conclusiones distintas. Si creemos que Buen viaje, Excelencia o Llegada para mi la hora del olvido tiene algo de razón, ¿en qué posición dejamos a los españoles? ¿Que un estúpido mediocre enfermo les ha mandado por tantos años? Por el bien de los españoles, me gustaría creer que Franco no era tan estúpido, y que Paul Preston tiene algún razón en su artículo. Puede haber sido un obsesionado que sólo quería su propio bien, y, como dice Manuel Vicent “Como dictador Franco sólo tuvo una ambición sin fisuras: durar, durar, durar hasta morir en la cama y una vez muerto ser enterrado con honores de faraón y que su falo se transformara en una gigantesca cruz de granito orlada de evangelistas”, pero un imbécil solo no crearía una dictadura de tantos años. Claro que podemos preguntas si Franco era , en realidad, un títere y el poder verdadero estuvo en unos manos diferentes, pero esa especulación dejamos para otro momento.

1 http://www.elpais.com/especiales/2000/franco/

2 http://www.elpais.com/especiales/2000/franco/vicent.htm

3 http://www.elpais.com/especiales/2000/franco/preston.htm

3 thoughts on “Diario de Aprendizaje IV (Hanna)”

  1. Me parece interesante comparar las diferentes imágenes de la personalidad de Franco, sacadas de fuentes distintas. Sin embargo, no sé si son comparables las imágenes, puesto que son escritas con objetivos distintos, unas para informar y otras para evocar sentimientos.

    Estoy de acuerdo de que el Franco senil es un reflejo de los vicios que supuestamente tenía, y que, cuando uno es viejo y en esa condición, toda la auto-critica desaparece. Lo que no veo es cómo dicen los autores de la película que a Franco le gustó torturar a la gente. Quizás no haya prestado atención yo… Tampoco estoy completamente de acuerdo contigo de que (sólo) el Franco del libro esté loco. O sea, en mi opinión, no es la misma cosa ser loco y ser senil. Aunque es bastante obvio que Franco tenía algún tipo de trastorno mental, lo tenía ya durante la dictatura y la guerra, no sólo en sus últimos años, ¿no? Lo que me parece muy interesante es la idea de que su salud mental fuera la protagonista del libro.

    Creo que la pregunta sobre la responsabilidad sobre la situación, sobre Franco siguiendo en él poder, es buena. ¿Has intentado responderlo?

  2. Me gusta mucho el tema que has elegido, es muy interesante analizar las distintas representaciones de Franco, que circulan tanto en el ámbito de las artes como en el campo de la historia. Como bien indicas, un factor clave para explicar las diferencias se halla en el hecho de que se conserva relativamente poco material biográfico sobre la vida del dictador. Asimismo, hay que recordar que durante la dictadura las biografías de Franco tenían una función propagandística importante y la construcción del mito del Caudillo fue un esfuerzo consciente de parte del régimen; la biografía de Franco respondía a las necesidades políticas del momento y, por lo tanto, iba cambiando a lo largo de las décadas. (Sobre este tema, podéis ver, por ejemplo, el artículo de Laura Zenobi: “Narrando Franco. La reconstrucción biográfica del Caudillo durante la guerra civil”)

    Según tu interpretación, el Franco de Llegada para mí la hora del olvido está loco, lo cual implica un traspaso del poder y la responsabilidad a otros. En parte, estoy de acuerdo contigo: creo que el modo que Franco está representado en la novela efectivamente le resta algo de responsabilidad sobre las atrocidades cometidas por la dictadura; por otro lado, está claro que un hombre solo no basta para mantener un régimen dictatorial durante décadas, y me parece necesario recordar que aparte del dictador hubo muchos grupos y personas que se beneficiaban de la dictadura. Efectivamente, el Franco de la novela no está en sus cabales; sin embargo, tampoco me parece que estuviera completamente loco porque por momentos se muestra capaz de llevar a cabo análisis muy lúcidos sobre muchos temas, entre ellos su propia dictadura y el papel de la literatura en una sociedad.

    Has hecho un buen trabajo, Hanna: me gusta la idea de comparar representaciones literarias de Franco con otras creados por historiadores y periodistas; usas fuentes adecuadas; tu texto me parece bien estructurado; y, además, planteas en tu trabajo preguntas muy sugerentes. Lo único que echo de falta es que tomaras una postura un poco más definida en el párrafo final, lo digo porque tu última frase me parece algo evasiva.

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