Diario de aprendizaje V (Marianne)

Nunca me ha gustado mucho analizar una novela o alguna otra obra del arte. Son pasatiempos, y en mi tiempo libre prefiero dejar de pensar en las brutalidades de este mundo y meterme en un otro sin problemas que me afecten en la realidad. La ficción puede funcionar como una ventana por la que veo y recibo información, pero me deja tan fuera de todo de manera que me quede interesada y entusiasmada sin estar mareada o tener mala conciencia. No estoy dispuesta a trabajar cuando es el tiempo de relajarme. Sin embargo, las obras que hemos tratado durante el curso han abierto nuevos aspectos a la literatura precisamente por todo el esfuerzo que hemos hecho analizándolas.


Leer la novela Soldados de Salamina fue un aburrimiento. Es muy pesado leer las frases larguísimas – también en finés – y pensaba que está mal traducida porque tuve que repetir algunas frases de la primera parte para entender a que se refieren. El estilo del lenguaje es parecido a un informe y hay tantos nombres que es difícil distinguir cuáles son los que importan. A pesar de todo eso, la novela mudó de piel cuando se analizó.


La apariencia de la novela es totalmente distinta del contenido analizado. El aburrido paquete, la forma y los trucos narrativos (inventivos y, al mismo tiempo, técnicos hasta ser pesados), da un contraste a la busca del héroe, que es como un sueño de algo invencible. Todo ese juego es también demostración de la virtuosidad del escritor y de su capacidad de dominar la estructuración del argumento, pero no hace la novela nada peor.  Sin analizar la obra, al lector sólo le queda el paquete vacío.


Los juegos de la novela están escondidos y exigen un esfuerzo al lector para que sean resueltos. Toda la información sobre el escritor es importante y a lo mejor por eso, es siempre una ventaja conocer el estilo del escritor antes de leer su novela. Muy a menudo buscar los datos es un trabajo que dejo a otros lectores, y si no los encuentro en las críticas de los periódicos, no los encuentro en ninguna parte. Parece que no soy una lectora activa, y por lo tanto, muy oportuno público para los escritores inventivos.


Los soldados de Salamina ha sido la más difícil de entender entre las novelas del curso. Para entrar en su mundo hay que buscar los datos importantes fuera del entorno fictivo, si no, es una novela incomprensible. Sin embargo, las otras obras también suben al otro plano cuando analizadas. Unas necesitan el esfuerzo y otras son comprensibles sin él, en todo caso, éstas también ganan más profundidad. El análisis ofrece siempre algo nuevo pasado de largo sobre los personajes, la composición, etc. “El vano ayer” expone la parcialidad de un relato, pero ¿cómo se ve? “Llegada para mí la hora del olvido” narra la vida del dictador, y “La luna de lobos” construye un entorno infrahumano, pero ¿por qué? El análisis da una respuesta.


A pesar de todo, los lectores escogen sus obras preferidas según sus aficiones, y todas novelas tienen su público (aunque todas no deberían ser publicadas). Yo leo libros fáciles y para los más complicados necesito un entorno, un curso o un círculo de lectores, en el que analizar claves junto con otros. No creo que mi manera de leer cambie tras el curso, pero por lo menos entiendo que no puedo juzgar una obra por las apariencias sin pensarla en más profundidad.

3 thoughts on “Diario de aprendizaje V (Marianne)”

  1. Es verdad que el hecho de leer con atención y analizar una obra una supone un esfuerzo, pero en la mayoría de los casos también nos premia con una mayor comprensión y una satisfacción intelectual. Me ha gustado mucho leer tu experiencia sobre este fenómeno. Mi experiencia con Soldados de Salamina es muy parecida a la tuya: no puedo decir que la obra me guste, pero me parece muy interesante desde el punto de vista narrativo.

    Parece que a muchos participantes del curso El vano ayer ha sido la novela más difícil del curso. Reconozco que exige una lectura atenta, o quizás dos, para revelarse en toda su complejidad e ingenio, pero creo que es una obra que realmente vale la pena!

  2. A mí tampoco me ha gustado analizar ningún tipo de obra de arte pero durante este curso como Elina nos ha obligado a hacerlo, de alguna manera me ha empezado a gustar. Sigo odiendo la parte de hacer el análisis pero después de haberlo hecho siento que me ha dado mucho, que ha valido la pena aunque haya sido horrible. Es como tu experiencia con Soldados de Salamina, te ha costado mucho leerlo y analizarlo pero al final creo que has encontrado y aprendido algo nuevo.

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