Diario de aprendizaje V (Anna)


En este último diario de aprendizaje quiero tratar un tema que tiene mucha importancia para mí: el flamenco y su relación con la dictadura. Se ha hablado bastante poco de esto: conocemos que Franco utilizó el flamenco para crear una imágen bonita y turística: los toros, el flamenco apasionante… Todavía hoy el flamenco sufre de esta estigmatización. En la realidad, muchos artistas no podían expresarse; para tener trabajo había que dejar los temas sociales y politicos al lado y concentrarse en la fiesta y en temas folclóricas. También hecharía a Franco una gran parte de la culpa de que el flamenco haya sido clasificado como “español”, como un arte nacional. Más que español, el flamenco proviene de Andalucia, y ha evolucionado en la convivencia de los gitanos, los árabes, los judíos y la gente pobre andaluza. Pero Franco veía en él un símbolo que podría servir a España. Y tenía razón.

Aunque sea evidente que en el mundo flamenco también haya necesidad de recuperar la memoria, destaca la escacez de los testimonios de las experiencias durante la dictadura. Hay que tomar en conciencia que los flamencos siempre han vivido y siguen viviendo al margen de la sociedad. Sin embargo, sus cantes han tenido también una dimensión política: existen cantes sobre la persecusión de los gitanos, sobre cárceles, sobre soldados, icluso sobre las guerras de Napoleón. Pero de la guerra civil – nada. Por cierto, hay una letra tradicional de tangos que tiene su origen en el barrio de Triana, un barrio sevillano poblado por gitanos (antes de que fueran trasladados a los alrededores de la ciudad).

Dice la letra:

Triana, Triana

que bonita está Triana

cuando le ponen al puente

la bandera republicana

Sin embargo, no sé por qué razones, he escuchado a algunos cantaores sustituir “la bandera republicana” por “la banderilla gitana”.

Siendo flamenco un arte marginal, los historiadores que escriben de la postguerra y de la dictadura, apenas le dedican dos lineas. El error que comete la mayoría, es confundir el flamenco y la copla con su parte kitsch. Durante la dictadura de Franco, sobre todo en los años cuarenta y cincuenta, el franquismo utilizó el flamenco para imponer una imagen uniforme de la cultura española. El régimen se apropió del arte como un símbolo representativo del nacionalismo, ignorando por completo sus raíces profundamente raciales y regionales. En vez de ser asociado con sus creadores en las clases bajas y minorías étnicas, el flamenco fue exportado al mercado mundial.

Según William Washabaugh, profesor de antropología en la Universidad de Wisconsin-Milwaukee y autor del libro Flamenco: pasión, política y cultura popular (1996), no era ni la primera ni la última vez que el arte jondo se usaba con fines ideológicos explícitos. El padre de los poetas Antonio y Manuel Machado, Demófilo, que fue un estudioso del folklore, vio ya en las últimas décadas del siglo XIX en el cante flamenco la manifestación artística que mejor expresaba la “esencia cultural de lo andaluz”. Esto, con el franquismo pasó a representar toda España.

La canción popular era peligrosa por su caracter espontánea, su crítica y rápida difusión. Durante la dictadura las ferias públicas y gratuitas fueron prohibidas y sustituidas por actos con venta de entradas, para controlar más el contenido de las obras. El folklore cayó en manos de la Sección Femenina con lo que el estado pasaba a controlar la cultura musical popular. Algunos cantaores, como Enrique Morente (que sigue cantando y es uno de los cantaores más creativos) o José Menese, lucharon con su arte contra el franquismo en los años sesenta. Me enteré de que un cantaor, Luis Marín, murió arrollado en la Castellana por un coche conducido por fascistas. Así que existió resistencia, a pesar de que la imagen oficial del flamenco era lo que podriamos llamar kitch. Sin embargo, el flamenco resistió su opresión. La muerte de Franco en 1975 trajo consigo una revolución artística con el nacimiento del Nuevo Flamenco.

Como hemos visto, los temas de la guerra civil y el franquismo aparecen con abundancia en la literatura española de las últimas décadas. En el baile flamenco conozco dos ejemplos que han tratado estos temas. La compañía de danza Arrieritos tiene una obra sobre las trece rosas. No he visto la obra, pero pongo aquí el trocito que encontré en el YouTube. http://www.youtube.com/watch?v=ICog22CBEI0

El genial bailaor y coreórafo sevillano, Israel Galván, estrenó en la Bienal de Sevilla en 2002 su obra Galvánicas. La tercera parte de la obra trataba de la guerra civil. Yo estuve en el estreno viendo como una parte del público se marchó durante el espectáculo – no sé si por el tema elegido por Israel, o por su forma revolucionar de bailar.

Para terminar quiero mencionar una canción, una rumba. Con ella me pasó un poco lo mismo que con la novela La voz dormida. Esa novela no me inquietó de forma intelectual como lo hizo El vano ayer de Isaac Rosa. Es que me acogió y me llevó a otros tiempos, a otros sitios. Puede ser que La voz dormida parezca a una novela rosa, pero no hay que menospreciar su poder. Las novelas escritas al estilo de Rosa nunca llegarán a ser peligrosas, porque son demasiado complicadas para el gran público lector, mientras el estilo de Dulce Chacón es más peligrosa, es sentimental, es manipulador. No quiero decir que no me gustó, al contrario. Puede ser que Chacón presente a las mujeres republicanas de una forma romantizada, pero no me importa. Me emocionó el amor de Pepa y Jaime que puede esperar unos veintitantos años hasta verificarse. ¿Sería esto posible hoy en día? Me emocionó la cadena de generaciones, la jóven Tensi que no llegó a conocer a sus padres y que se metía en el comunismo. Y que Pepa vivía en la calle Magdalena, en la misma calle dónde yo tenía mi pisito de buhardilla en Madrid… Así que confieso que soy una admiradora tanto de Isaac Rosa como de Dulce Chacón.

Y aquí está la canción Ay Carmela! con unas fotos de mujeres republicanas.

http://www.youtube.com/watch?v=OFZLwsA-Si8


La letra de esta canción republicana, también conocida como El Paso del Ebro y Viva la XV Brigada, es de los años de la guerra civil. La melodía es tradicional de los principios del siglo XIX.

El Ejército del Ebro,
rumba la rumba la rumba la.
El Ejército del Ebro,
rumba la rumba la rumba la
una noche el río pasó,

¡Ay Carmela! ¡Ay Carmela!

una noche el río pasó,

¡Ay Carmela! ¡Ay Carmela!

Y a las tropas invasoras,
rumba la rumba la rumba la.
Y a las tropas invasoras,
rumba la rumba la rumba la
buena paliza les dio,

¡Ay Carmela! ¡Ay Carmela!

buena paliza les dio,

¡Ay Carmela! ¡Ay Carmela!

El furor de los traidores,
rumba la rumba la rumba la.
El furor de los traidores,
rumba la rumba la rumba la
lo descarga su aviación,

¡Ay Carmela! ¡Ay Carmela!

lo descarga su aviación,

¡Ay Carmela! ¡Ay Carmela!

Pero nada pueden bombas,
rumba la rumba la rumba la.
Pero nada pueden bombas,
rumba la rumba la rumba la
donde sobra corazón,

¡Ay Carmela! ¡Ay Carmela!

donde sobra corazón,

¡Ay Carmela! ¡Ay Carmela!

Contraataques muy rabiosos,
rumba la rumba la rumba la.
Contraataques muy rabiosos,
rumba la rumba la rumba la
deberemos resistir,

¡Ay Carmela! ¡Ay Carmela!

deberemos resistir,

¡Ay Carmela! ¡Ay Carmela!

Pero igual que combatimos,
rumba la rumba la rumba la.
Pero igual que combatimos,
rumba la rumba la rumba la
prometemos combatir,

¡Ay Carmela! ¡Ay Carmela!

http://www.esflamenco.com/script/news/esnews.asp?frmIdPagina=660


http://ayp.unia.es/index.php?option=com_content&task=view&id=252

http://www.elpais.com/articulo/opinion/ESPAnA/FRANQUISMO/Flamenco/copla/franquismo/elpepiopi/20000314elpepiopi_12/Tes/

Francisco Gutierrez Carbajo: La copla flamenca y la lírica de tipo popular, Editorial Cinterco, Madrid 1990

2 thoughts on “Diario de aprendizaje V (Anna)”

  1. Ha sido muy interesante leer tu diario sobre el flamenco, un tema del que conozco las muñecas bailaoras de plástico. Los aspectos a la Guerra Civil y el franquismo no se agotan nunca. Tienes razón, la falta de letras sobre el pasado reciente llama la atención, cuando está visible una ruptura de tradición comprometida (o quizá no comprometida sino simplemente, descriptiva).

    Me imagino que no será posible quitarles a los gitanos el flamenco, aunque lo hubieran hecho suyo los franquistas para sus propios fines. Al final, sólo podían controlar las fiestas públicas y la imagen en el extranjero. No puedo estar sin pensar que la música y la danza no desaparecerían del todo de los barrios de los gitanos. El flamenco sería actualmente “fuera de la moda” o hasta inaceptado como son todas las costumbres de la era de Franco, si fuera así. En cambio, gracias a los barrios o comunidades cerradas de gitanos en que sería la base para el flamenco de hoy en día, tenemos la forma actual apreciada, y la forma kitsch para los turistas está separada y despreciada. Afortunadamente, el arte es de carácter expresivo; si están reprimidos los elementos fácilmente entendidos, como las letras, se puede expresar utilizando las otras partes de la música y el baile.

  2. Muy interesante el tema que has elegido! Me has dado muchas ganas de leer el libro de William Washabaugh, y acabo comprobar con gran alegría que está en la biblioteca.

    Como indica Marianne en su comentario, la influencia del franquismo se puede ver en todos los aspectos de la cultura y la sociedad españolas; en clase solo hemos podido tratar una mínima parte de la cuestión, por lo cual te agradezco mucho habernos introducido en el tema del franquismo y el flamenco.

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