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Tortura en la película La Voz Dormida: ¿dolor humano o crueldad innecesaria?

La versión cinematográfica de La Voz Dormida sin duda se diferencia de la obra original de Dulce Chacón. Algunos ejemplos de estas diferencias son la reducción en el número de personajes que aparecen en pantalla y la simplificación de la trama. La mayoría de estos cambios son, por supuesto, razonables, ya que a la hora de llevar una obra tan rica y compleja a la pantalla, resulta imposible conservar todos los detalles presentes en la obra original. Debido a que una película normal no puede durar mucho más de dos horas, el director tiene que centrarse en captar el espíritu de la obra, dejando de lado algunos de los detalles y matices que hacen de la novela tan peculiar y extraordinaria. La mayoría de los cambios en la versión cinematográfica de La Voz Dormida no llaman demasiado la atención, pero sin embargo, existe una diferencia en concreto que resalta en la película: la brutal tortura a la que es sometida Pepita.

En la novela, Pepita recibe una carta de su novio Paulino, un guerrillero comunista en busca y captura. Tras un chivatazo por parte del cartero, Pepita es arrestada por la Guardia Civil y llevada a comisaría. Allí nadie llega a poner ni un solo dedo sobre la aterrada Pepita, ya que don Fernando y su padre llegan justo a tiempo para sacarla de allí. Pepita no sufre ningún tipo de tortura en la novela, y es importante resaltar que, en general, La Voz Dormida contiene solo descripciones vagas y escasas sobre la tortura sufrida por los personajes. En muchos casos las menciones de tortura están esparcidas en diferentes párrafos, y el lector tiene que juntar estas pistas en su cabeza. En este párrafo se explica la tortura de Elvirita de forma breve y rápida, sin mayores detalles: Los tres días que permaneció recluida en la celda de castigo por haber intentado explicarle a su abuelo que soportó el dolor en los interrogatorios, hincada de rodillas sobre los garbanzos, sin despegar los labios, sin contestar una sola pregunta, sin desvelar la identidad de su hermano Paulino (8). Los horrores tampoco son contados en tiempo presente. Al entrar Pepita en comisaría, un guardia arrastra el cuerpo ensangrentado de Carmina, la vendedora del mercado: La mujer está muerta, en efecto. Dos policías la arrastran por el suelo tirando de ella por las manos (128). La tortura y el asesinato ya han sucedido y solo se muestra el resultado, sin reparar en detalles escabrosos.

Por otra parte, en la versión cinematográfica de la novela, Pepita no recibe ninguna carta de Paulino ni es delatada por el cartero. Pepita es recogida por la Guardia Civil en un coche cuando esta va a prisión a visitar a su hermana. Esto es uno de los muchos cambios que se entienden, ya que el argumento ha sido simplificada de tal forma que Paulino y Felipe ya han sido arrestados. La película se hubiera alargado considerablemente si se hubiera mostrado la larga trama de Paulino y Felipe por los montes. En este punto la Guardia Civil simplemente quiere que Pepita los reconozca como guerrilleros. Sin embargo y a diferencia de la novela, en esta versión nadie llega a tiempo para rescatar a Pepita de la tortura. En comisaría, los guardias le muestran a un Felipe y a un Paulino torturados y ensangrentados, pero Pepita se niega a reconocerlos. Tras golpearla, uno de los guardias le desgarra la camisa a Pepita y la tortura con electroshocks en los pezones. Sin duda es una tortura violenta y de carácter sexual, y la vejación continua cuando la pobre Pepita es abandonada completamente desnuda en una celda fría y sucia, sin haber confesado nada. El padre de don Fernando se presenta poco después en la celda y sujeta violentamente la cara de Pepita. La amenaza y la prohíbe volver a casa de su hijo Fernando, al mismo tiempo que Pepita intenta desesperadamente cubrir su desnudez con sus manos. La violencia en estas escenas no parece tener ningún propósito concreto, ya que no avanza la trama ni tampoco tiene consecuencias. No se vuelven a mencionar la tortura o la humillación ni se muestra el efecto que han tenido en Pepita. Parecen ser solo detalles aislados añadidos por el director, que solo sirven para victimizar a Pepita y crear un sentimiento de angustia y repulsión en el espectador.

 
Sin duda, el sufrimiento de Pepita en comisaria parece innecesario y despierta varias preguntas. ¿Por qué el director, Benito Zambrano, decide mostrarnos esta tortura que no aparece en la historia original? ¿Cuál es su función? ¿Intenta, quizás, mostrar la crueldad de las interrogaciones y la tiranía que el gobierno de Franco ejercía sobre ciudadanos inocentes? Pero ¿por qué ha elegido el director específicamente este tipo de tortura tan degradante? El propio Zambrano asegura que desea que la película “sea una bajada al infierno porque aquello era un infierno’’ […] “Yo sabía que tenía que contar cuál era la situación de terror al final de la Guerra Civil, meter al espectador en esa situación y que entienda el dolor humano”. Tal vez las vejaciones que sufre Pepita pudieran pasar por una intención del director de mostrar lo horribles que eran las torturas en la realidad, y el carácter degradante que tenían en muchos casos. Sin embargo, este no parece ser el propósito original de la novela, o al menos no es el más importante. Aunque Chacón sin duda quiere mostrar las injusticias y la violencia sufrida por los presos republicanos y sus familiares, el deseo de la autora es ante todo romper el silencio y establecer una conversación para recuperar la memoria de aquellos que no han tenido el derecho de expresar sus propios recuerdos y, así, recuperar la memoria histórica . La historia original intenta dar voz a los vencidos, en concreto a las vencidas, poniendo el énfasis en las relaciones de profunda amistad entre las mujeres, el amor, la camaradería y la esperanza a pesar de los horrores sufridos. Es inquietante que en vez de resaltar estos temas ya presentes en la historia original, Zambrano decida añadir imágenes gráficas de tortura y violencia contra las mujeres. Quizás estas no cambien radicalmente el mensaje original de la historia, pero sin duda le da un tono mucho más oscuro y angustioso.

Resulta difícil ignorar que el cine tiene una larga historia de victimizar a sus personajes femeninos para crear sentimientos de horror, angustia o morbo en el público. Buen ejemplo de esto son las numerosas películas de terror en las que las protagonistas femeninas son sometidas a todo tipo de calvarios y torturas, en algunos casos de tipo sexual; las víctimas son desnudadas, vejadas, y en el peor de los casos violadas; sus cuerpos utilizados y manejados al antojo de los hombres. Este fenómeno, que aparece tanto en el cine como en la televisión, los videojuegos y los comics, ha llevado a la creación del término torture porn: tortura pornográfica. El cine español en general, sin importar demasiado el género de la película, contiene abundante violencia contra las mujeres. Son buen ejemplo de esto películas tan aclamadas como Tesis (1996), Ágora (2009), La Piel que Habito (2011) o La isla mínima (2014), que utilizan la violencia contra las mujeres como herramienta para crear angustia, drama y morbo. En ciertos casos la victimización sufrida por las mujeres es utilizada también para motivar las acciones de un personaje masculino, que busca vengar a su hija/esposa/hermana que ha sido torturada/violada/asesinada.

En este tipo de películas la violencia contra las mujeres rara vez es un tema central. La intención no es criticar el machismo y las agresiones que muchas mujeres sufren a diario. Tampoco intentan mostrar el efecto que dicha violencia tiene en las mujeres psicológica y emocionalmente. La violencia sufrida por las mujeres es utilizada más bien para añadir drama a la historia de una forma rápida y eficaz y así crear un impacto en el público. Sospecho que es esta la razón por la que Zambrano ha decidido modificar la historia original de Chacón incluyendo escenas gráficas en las que tortura y humilla a Pepita, escenas que son enmascaradas en una denuncia contra la violencia sufrida por las mujeres durante la represión franquista, pero que en realidad no hacen mucho por criticar dicha violencia. Sin duda Zambrano tiene buenas intenciones, pero desgraciadamente el método con el que pretende ‘bajar a los espectadores al infierno’ forma parte de una larga tradición en la que el sufrimiento de las mujeres es explotado en la gran pantalla para conseguir dar un toque oscuro y dramático al guion, sin intención de pararse demasiado a analizar de forma crítica esta violencia y las consecuencias que tiene en la vida real de millones de mujeres.

Chacón, Dulce. La voz dormida, Santillana de Ediciones Generales, S.L., 2002.
El Mundo, ‘Zambrano Muestra Su Película ‘La Voz Dormida’ Para Que La Historia ‘No Se Repita”. 22/09/2011.
Domínguez, Antonio. Rebelión, ‘Entrevista con Dulce Chacón’. 23/3/2003
Alberti, John: Screen Ages: A Survey of American Cinema. New York: Routledge. 2015.

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4 thoughts on “trabajo 2

  1. Estoy de acuerdo contigo Cristina en que la escena de tortura de Pepita no parece aportar mucho a la trama. Creo que la captura y el empeño de no delatar a sus amigos hubieran sido suficientes para demostrar que Pepita era una mujer fuerte y valiente a pesar de no tener afiliaciones políticas. Tal vez, como dijiste, el director quería resaltar la crueldad e impunidad con que actuaban los torturadores y la maldad de los altos mandos del ejército en ignorar la crueldad de esos maltratos.
    Por otro lado, quizás se quería dar una imagen más fuerte de Pepita porque el hecho que ella se desmayara y que la tuvieran que rescatar podía general la impresión de una mujer pasiva y sumisa que no puede defenderse y también resaltar que nadie estaba a salvo por más que no haya participado nunca en actividades políticas. La escena de la detención de Pepita, así como el escape de Elvira y Sole de la cárcel, puede parecer muy inocente, muy edulcorada o muy poco realista a un sector del público y, tal vez, los críticos hubieran pensado que le quita credibilidad a una historia que se presume basada en hechos reales. En resumen, fue una apuesta muy arriesgada que seguro causó mucho debate y polémica.

    • Interesante idea, Isabel 😀 De todas formas, si la intención era hacer que Pepita pareciese menos sumisa y pasiva, se podria haber hecho de otra forma. No se. Personlamente creo que Pepita es muy fuerte, aunque no tenga ideas políticas como su hermana ni participe en la lucha. Es una fortaleza diferente, supongo.

  2. El tema que has escogido es muy interesante. Las versiones de literatura y cine son siempre diferentes, y cuando se lo analiza minusiosamente como has hecho, es aun más interesante. Los comentarios me parecen bien argumentados y la vitimización de los personajes femeninos es un tema que no conozco. El cambio que ha hecho el director es significante, opino yo, también porque no encaja con el personaje de Pepi, ella dice más de una vez que no resistiría ni una sola patada. Interesante! Y ahora sé que no quiero ver la película. 😀

  3. Gracias, Cristina. Tu trabajo me parece excelente: está muy bien enfocado, redactado y argumentado. Tu análisis de las diferencias entre la novela y la adaptación cinematográfica me parece muy acertada, al igual que el hecho de situar el tratamiento del personaje de Pepita en el contexto de la victimización de los personajes femeninos en el cine de terror. Muy bien!

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