Representaciones de maternidad en La Voz Dormida

El propósito de este pequeño ensayo es comparar los roles de maternidad en el lado republicano en la obra La Voz Dormida (2002). La Voz Dormida es una novela histórica escrita por Dulce Chacón, narrada en tres partes y que cuenta la historia de un grupo de mujeres prisioneras en la posguerra civil española desde al año 1939 hasta el año1963.

La novela nos retrata la historia de un grupo de mujeres, encarceladas en la madrileña cárcel de mujeres de las Ventas, cuyo crimen general simpatizar con la causa republicana. La historia se centra en sus luchas personales por sobrevivir, sus motivaciones para la lealtad que tienen a la República, sus miedos y sus silencios. Cívico (2009) afirma que La Voz Dormida forma parte del movimiento subversivo conformada por escritoras, quienes buscan remediar el silenciamiento de la historiografía patriarcal, introduciendo mujeres como sujetos activos en la historia y re-escribiendo la historia en el proceso. Para facilitar el análisis, se presentará una pequeña revisión de los valores maternales en cada lado del conflicto durante y después de la guerra. Posteriormente, se analizará los personajes con roles maternales presentes en la novela.

En el bando nacionalista, las mujeres en sus roles de esposas y madres, estaban constantemente motivadas a participar en el Auxilio social y, por ejemplo, durante 1937 el lado nacionalista implementó un período de 6 meses de Servicio Social, donde las mujeres tenían que preparar alimentos, elaborar uniformes y cuidar soldados heridos. El ideal de la madre franquista era una mujer abnegada y dispuesta al sacrificio. En la revista falangista Ecos del 19 de julio de 1937 se puede leer el siguiente ejemplo: “Dios y la Virgen María me han otorgado mi deseo más ferviente. Mi hijo ha muerto por Dios y por España como corresponde a un buen cristiano”. (Finnerty, 2014)

Las madres republicanas también eran comandadas a realizar grandes sacrificios por la República. Las primeras normativas eran sobre la necesidad de proteger a los niños de las fuerzas nacionales. Posteriormente, se destacaba el rol combativo de las mujeres en criar y proteger a su familia en los valores de la República a cualquier costo. Políticas de planificación familiar y derechos sexuales y reproductivos de las mujeres fueron llevadas a cabo en la República y tuvieron fuertes influencias anarquistas. Se puso especial énfasis en el desarrollo de la conciencia social de las madres para lograr una mejor crianza de la nación. (Ibid)

Al ganar la guerra, el lado franquista glorifica el rol tradicional de la mujer en la sociedad destacando la importancia del rol de la mujer en el hogar. Franco confió dicha tarea a la Sección Femenina del Falange, cuyo principal propósito era educar a las españolas en los valores católicos y domésticos para prepararlas al matrimonio y la maternidad. Maternidad y patriotismo se entremezclaron; la principal forma de patriotismo para una mujer era tener y criar un hijo según las directivas del Nuevo Orden.(Ibid; Milquet, 2012)

La maternidad republicana constituyó un virus y una enfermedad que infectaba España y que debía ser erradicada. El régimen franquista se esforzó mucho por castigar y silenciar a las madres republicanas para prevenir la transmisión de valores republicanos. Muchas madres republicanas fueron encerradas, ejecutadas o perdieron la custodia de sus hijos. Las familiares de republicanos y las presas liberadas eran también sometidas a intensa vigilancia por el Patronato Central de la Merced para la Redención de Penas por el Trabajo, la Acción Católica, el Patronato de San Pablo y el Patronato de Protección a la Mujer. (Ibid)

Por otro lado, la Unión de Mujeres Españolas, que funcionaba en Francia, promovía la participación activa de las madres en la resistencia y en la esfera pública. En la revista Mujeres Antifascistas Españolas dice: “Si la causa Republicana es sagrada para todos los Republicanos, lo es mucho más para las madres que perdieron a sus hijos por defenderla”. (Ibid)

Análisis de la representación de maternidad en La Voz Dormida

En La Voz Dormida, las protagonistas se expresan con su propia voz, hacen pública su historia y no quieren ser olvidadas. Las protagonistas múltiples presentan perspectivas cambiantes y nos ofrecen una multiplicidad de voces. Los personajes son voces autónomas que interactúan y argumentan sin la dominancia del autor. La multiplicidad de voces constituye un coro armonioso, donde cada voz representa un papel y tiene su propia volunta y deseo. Las mujeres “compartían la costumbre de hablar en voz baja” y “se reparten el hambre y la comida” pero cada una de ellas era una persona distinta con su propia historia y sus propios deseos. (Christenson, 2012)

El silencio es lo que más les duele a las mujeres en la cárcel de Las Ventas: incomunicación como castigo. Las narrativas de las mujeres se convierten en un silencio compartido. Con las canciones que entona este coro, se rompe este silencio de las mujeres calladas y el silencio del miedo: “Es preciso ahuyentar la angustia de la espera, presidida por el silencio de esta mañana […] Es posible tomar aire de esta asfixia, engañar a la tristeza. Es posible. Y Elvira comienza a cantar […] cantarán todas juntas la tarántula […] se desenvolvían […] como acordes pero sin fundirse […] como armonía eterna de voces diferentes”. (Ibid)

En este coro de voces podemos encontrar dos diferentes roles de maternidad que se complementan y se contradicen. Por un lado, el rol de madre sufriente y sacrificada, cuya principal motivación es cuidar y proteger a sus hijos, y, el rol de la madre combatiente y políticamente activa, que ve a sus hijos como parte de una sociedad a la cual hay que mejorar y reformar, para que sus hijos puedan vivir en un lugar mejor. Para la madre combativa no se puede separar la maternidad y la crianza de los hijos de la actividad política y la transmisión de valores. Para la madre sufriente, es necesario apartarse de las ideas políticas con el fin de proteger a su familia y evitar hablar de política para que sus hijos fueran aceptados en una sociedad franquistas. (Finnerty, 2014)

Hortensia es una de las protagonistas de la historia y la que representa mejor el rol de madre combativa. Embarazada cuando fue capturada, su principal motivación es sobrevivir para contar la historia. Ella representa la voluntad colectiva de las mujeres de sobrevivir y criar a sus hijos de acuerdo a sus ideales políticas. En los instantes previos a su ejecución, Hortensia demuestra su alto grado de compromiso con la causa republicana cuando se rehúsa a confesarse y recibir la comunión aunque eso le cueste el no poder amamantar a su hija. Ella deja sus memorias y sus ideas políticas a su hija en la forma de cuadernos y cartas, donde también transmite la memoria del padre desaparecido, esperando que de esa manera pueda influir en la crianza de su hija y en su orientación política.

Pepita es un ejemplo de madre sufriente, que al ver la suerte que corrieron su padre, hermana y cuñado, decide no involucrarse en actividades políticas pero que respeta la última voluntad de su hermana de comunicar su mensaje política a su hija. Pepita encuentra la fuerza para atreverse a participar en actividades comunistas por el gran amor que siente por su hermana mayor, quien siempre la había cuidado. Los papeles se intercambian y es la hermana menor la que debe cuidar a su hermana mayor. Cuando cuida a Tensi, Pepita hace todo lo posible para evitar que la niña se involucre en política: “ella dirá que la niña se aburre, para no decir que es muy chica para que le pique la política. Y que ella no va a consentir que le pique”. No obstante, los cuadernos azules logran convencer a Tensi unirse al movimiento comunista ante la mirada impotente de su tía Pepita: “Pepita sabe que no podrá convencer a Tensi. Sabe que no podrá ir en contra de las palabras que escribió [Hortensia]. Lucha, hija mía, lucha siempre, como lucha tu madre, como lucha tu padre, que es nuestro deber, aunque nos cueste la vida”.

Reme evita contar las cosas malas de su propia historia para que no se sienta el dolor y para poder seguir viviendo. Para narrar las cosas dolorosas, específicamente las penurias y el abandono de sus hijos luego de su reclusión, Reme devuelve la palabra a la escritora. Reme es tal vez la que representa mejor la combinación del papel de madre combativa y sufriente de forma equilibrada. Probablemente, la familia de Reme es simpatizante de la República pero ninguno es militante activo. Su aprisionamiento por razones ridículas lleva a Reme a conocer y familiarizarse con la ideología comunista en la cárcel y a su activa participación al ser liberada como responsable de un grupo de ayuda a familiares de los presos en una cédula comunista. Su participación política se combina con el rol de madre-hermana que ha tomado con Tomasa a la que le envía cartas y paquetes rutinariamente. Reme deja la inocencia para burlar la censura y forma parte activa de la resistencia.

Tomasa comienza como un personaje altamente político y comprometido con la resistencia y el mantenimiento de su dignidad. No quiere contar su propia historia debido a la experiencia traumática que vivió al ver a toda su familia arrojada a un río y asesinada. Tomasa no se permite mostrar debilidad y mantiene una actitud desafiante. A la muerte de Hortensia, rompe finalmente su silencio y no puede controlar la voz dormida: “palabras que siempre estuvieron ahí, al lado dispuestas. La voz dormida, al lado de la boca. La voz que no quiso contar que todos habían muerto”. Su rol de madre parece haber acabado porque perdió a toda su familia y no tiene a nadie que la espere fuera de la cárcel. Sin embargo, con el transcurso de la historia, su rol de activista política va disminuyendo y el rol de madre sufriente adquiere más importancia con su obsesión por ver al mar y cuando se pone al cuidado de Reme y se va con ella a su pueblo, a ver el mar.

Un ejemplo de maternidad sufriente en los personajes secundarios está encarnada en doña Martina la madre de Elvira y Paulino. Martina nunca se atreve a cuestionar directamente la prohibición de su marido en cuanto a la vocación artística de Elvira pero la animaba cuando su marido no la veía. Martina presencia con impotencia el alistamiento de Paulino al ejército republicano pues se da cuenta que su hijo es ya un hombre y que ”las decisiones de los hombres no se discuten”.

La señora Celia es un personaje maternal para Pepita. Es una madre sufriente que ha perdido a su hija pero a la vez es una madre combatiente que es empujada por su propia pérdida a ayudar a identificar a los desaparecidos para que otros familiares no tengan que sufrir la pena de no saber. Celia también logra armarse de valor para ayudar a Pepita a salir de la Gobernación y, posteriormente, cumple el papel de abuela para Tensi cuando Pepita la trae a su casa.

En conclusión, La Voz Dormida describe mayoritariamente el rol de madre sufriente y protectora y da muy pocos ejemplos sobre las madres combatientes que siguieron participando activamente en las actividades de resistencia durante el franquismo. Finnerty (2014) comenta que la mayoría de los testimonios recogidos, y los más extensos, en la colección recopilada por Tomasa cuevas en Testimonios de mujeres en las cárceles franquistas, correspondían al rol de madres combatientes quienes enlazaban su labor de madres a su labor política. Por lo tanto, es curioso que en la novela de Chacón, que también se basó en testimonios reales de mujeres perseguidas, el rol de las madres combatientes no sea tan visible. Es probable que las licencias literarias que Chacón debió tomar para que los testimonios se conviertan en una obra literaria unificada y se adecuen a ciertas características de narración y estilo, hayan interferido en la creación de la novela y evitaron que se convirtiera en un reflejo más fiel a la realidad histórica de los testimonios recogidos.

Referencias:

Christenson, Eleonore (2012). El coro en La Voz dormida. Análisis de las voces polifónicas. Bachelor’s Thesis. Högskolan Dalarna.http://www.diva-portal.org/smash/get/diva2:583211/FULLTEXT03

Cívico Lyons, Inma (2009). “Writing Gender in Revolutionary Times: Male Identity and Ideology in Dulce Chacón’s La voz dormida”. Hispania 92 (3): 465-475.

Finnerty, Deirdre (2014). “The Republican Mother in Post-transition novels of Historical Memory: A re-inscription into Spanish cultural memory?” pp. 213 – . En Memory and Cultural History of the Spanish Civil War. Morcillo, Aurora (Ed.). Brill Academic Pub: Leiden – Boston.

Milquet, Sophie (2012). Escribir el trauma en femenino: las obras de Agustín

Gomez-Arcos y Dulce Chacón, Bulletin of Spanish Studies: Hispanic Studies and Researches on Spain, Portugal and Latin America 89 (7-8): 109-121

 

3 thoughts on “Representaciones de maternidad en La Voz Dormida

  1. Muy interesante tema, especialmente para mi porque mi tema de presentación va sobre las mujeres en los tiempos de franco. Me gustó la introducción al tema y que antes de comenzar a analizar el libro, primero hay hechos historicos. La construcción está bien, aunque me hubiera gustado que las referencias y las citas hubieran corrido al lado de tu propio reflexión. Ahora como primero están las referencias y solo al final están tus pensamientos, no sé, me parece un poco estilo periodístico o algo así. Los fragmentos parecen a veces un poco separados. Pero el contenido está muy bien y quizás tu trabajo sirve para material para mi presentacion! 😀

    • Gracias por el comentario!! Espero que el pequeño ensayo sea de utilidad para tu tema 🙂
      Mi idea era presentar primero la literatura y luego mi propia opinión/análisis pero tienes razón que es más claro y fructífero si presento mi opinión desde el inicio.

  2. Gracias por tu trabajo, Isabel. Tu ensayo es bastante largo, pero se lee con facilidad porque está bien estructurado. Además, lo he leído con gran interés porque contiene mucha información histórica aparte del análisis de la obra. La división de las formas de maternidad en dos tipos podría resultar excesivamente reduccionista, pero creo que lo consigues evitar: en primer lugar, incluyes en tu análisis relaciones maternales muy diversas y, en segundo lugar, mencionas que algunos personajes combinan aspectos de ambos tipos. Me habría gustado que reflexionases un poco más sobre por qué Chacón ha incluido en su obra más madres sufrientes que madres combativas (aunque eso habría alargado demasiado tu trabajo); ¿quizás la decisión de la autora está relacionada con el mensaje que quiere transmitir con su obra?

    Solo una observación de carácter narratológico: en el primer párrafo de la segunda parte de tu ensayo dices (citando a Christenson) que “las protagonistas se expresan con su propia voz” y que esas voces “interactúan sin la dominación del autor”. En primer lugar, en la novela hay bastantes diálogos en las que las protagonistas efectivamente se expresan con su propia voz, pero también hay muchos pasajes en las que sus voces están subordinadas a la voz del narrador, que cuenta lo que dicen, hacen, piensan y sienten las protagonistas. En realidad, es la voz del narrador (la figura de la autora no aparece en la novela) la que domina en la novela, dado que es el narrador el que organiza el relato y decide cuando da la voz a los personajes y cuando no. Sé que este es un detalle que no tiene que ver con el argumento central de tu trabajo, pero quería aclarar la cuestión porque tiene que ver con la terminología que usamos en clase.

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