El vano ayer trae preguntas sin respuesta: Interpretación del pasado en la novela de Isaac Rosa

El vano ayer busca denunciar la impunidad de la represión en la época del franquismo. La novela intenta rescatar todas las historias censuradas e ignoradas, además de presentar todos los puntos de vista, y denunciar las violaciones contra los derechos humanos como actos ilegales, que aún tienen repercusiones en la sociedad actual. Sin embargo, el propósito de Rosa no es reivindicar a las víctimas o darle la oportunidad a los vencidos de poder ser escuchados, su objetivo es llamar la atención sobre los temas irresueltos del franquismo.

En una entrevista para el Tribunal, Rosa afirma: “He leído libros de memorias, de ficción y de entrevistas porque tampoco me he entrevistado con gente que haya vivido esa época. Si he conseguido hacer un retrato fiel de aquel tiempo me alegro, pero tampoco era el objetivo. Era necesario pero no una finalidad” (Crespo, 2004: 26). El vano ayer presenta supuestas entrevistas, testimonios y puntos de vista de personas que vivieron en la época del franquismo, las cuales no son verídicas pero son verosímiles. Como Rosa explica, su propósito no era presentar la verdad escondida pero que los lectores evalúen sus concepciones e ideas sobre el pasado de manera crítica y reflectiva.

Macciuci (231) afirma que “Isaac Rosa demuestra desde las primeras páginas de El vano ayer estar familiarizado con los debates en torno a la dificultad de narrar experiencias marcadas por la violencia extrema así como saber de los riesgos que entrañan los usos triviales o intransitivos de la memoria”. El problema de cómo interpretar el pasado reciente luego de un conflicto armado, dictadura o guerra civil trae distintos puntos de vista y distintas soluciones: se puede organizar una comisión de la verdad y castigar fehacientemente o simbólicamente a los opresores y indemnizar a las víctimas, o se puede declarar una ley de amnistía, creer que ambos bandos fueron igualmente culpables, perdonar y olvidar. España eligió el segundo camino y Rosa intenta analizar esta falsa conciliación con su novela extremadamente provocadora y controvertida.

De acuerdo con Macciuci (232): “El vano ayer invita y hasta obliga al lector a repensar el pasado y a desarticular las visiones esquemáticas o catárticas de la dictadura franquista”. Rosa no excluye a nadie en sus críticas feroces, los españoles de todos los credos y orientaciones políticas son acusados de participar en el pacto del olvido y el conformismo. Recordar el franquismo como una época pintoresca y encantadora, es una falta muy grave para Rosa. Es por ello, que en El vano ayer se insiste en promover una visión crítica de la historia y de las representaciones ficticias, ya sean literatura, cine o televisión, de la guerra civil, la post-guerra y el franquismo.

Con el fin de crear polémica y despertar a los lectores complacientes, Rosa presenta una visión innovadora sobre la relación de la historia con la literatura. Según Macciuci (234): “La historia y la literatura tienen la misma capacidad de narrar un hecho histórico. En el vano ayer, la historia se pone al servicio de la literatura rompiendo el modelo de la novela histórica”. A diferencia de Soldados de Salamina, Rosa no utiliza hechos históricos verdaderos ni fuentes fidedignas para construir la historia como es el caso de Cerca, quien utiliza la literatura para llenar un vacío de información en el campo de la historia. Rosa utiliza los géneros y estilos de la investigación histórica para enmarcar El vano ayer en una realidad y analizar sus representaciones.

No obstante, la historia y el pasado son relevantes para Rosa solo por su relación con el presente y las nuevas interpretaciones que el pasado puede traer a la realidad actual. Hafter (2006: 249–250) afirma que El vano ayer se estructura en el cruce de dos ejes: la memoria sobre el pasado reciente y la construcción de una ficción literario. “El vano ayer no es un intento por recuperar el pasado como anécdota particular, sino que se plantea como una búsqueda, una indagación sobre lo que pudo haber ocurrido en el ámbito social para reflexionar, en consecuencia, sobre el presente”.

Hafter (2006) concluye: “El vano ayer es el encuentro con la memoria de todos, desde la ficción, y es así como se transforma en una novela necesaria. La obra de Rosa es un llamado a la memoria como posibilidad o, mejor dicho, como necesidad para intentar comprender el presente”. La memoria colectiva de los hechos recientes acontecidos en España está en formación y está altamente fragmentada; no existen puntos referenciales en los que la mayoría estaría de acuerdo; por ello El vano ayer es necesario en su búsqueda por crear debate, polémica, reflexión y crítica a representaciones del pasado ligeras, superficiales e incorrectas. De acuerdo con Valle (2010: 57), “al decidir escribir sobre el franquismo y fingir que lo que cuentan fue real los novelistas corrompen la memoria del público demasiado ingenuo para distinguir lo histórico de lo ficticio. Rosa quiere responsabilizar a los autores igual que a los lectores. Las referencias al autor así como a los lectores convierten el texto en un espejo de sus actitudes habituales frente a la ficción y pretenden, así, hacerlos pensar”.

A lo largo de la novela, la ficción literaria es interrumpida constantemente con comentarios y dilucidaciones sobre la orientación y el contenido de la obra. El autor es altamente crítico con su propio contenido y con las actitudes conformistas de algunos de sus lectores, quienes no quieren pensar en hechos incómodos y sólo quieren entretenerse. De esta manera, Rosa construye una crítica hacia toda la sociedad española y un llamado a los lectores en general a analizar sus propias representaciones del pasado y a ser críticos con el contenido de obras de ficción con base histórica.

Referencias:

Crespo, Mariano (2004). “El franquismo torturó y ejecutó hasta el último momento”. Tribuna. pp. 26–27.

Hafter, Evelyn (2006). “Reseña de El vano ayer”. Olivar 7 (7): 249–252.

Macciuci, Raquel. “El pasado sin red. Poética y moral de la memoria en El vano ayer de Isaac Rosa”.

Valle Colado, Mélanie (2010). Juegos metaliterarios en El vano ayer de Isaac Rosa. Tesina. Université de Liège.

2 thoughts on “El vano ayer trae preguntas sin respuesta: Interpretación del pasado en la novela de Isaac Rosa

  1. Muy buen trabajo, el tema de la interpretación del pasado es muy interesante. Lo que dice Valle en el penúltimo párrafo: “al decidir escribir sobre el franquismo y fingir que lo que cuentan fue real los novelistas corrompen la memoria del público demasiado ingenuo para distinguir lo histórico de lo ficticio…” despierta preguntas: ¿por qué pensará que el público es demasiado ingenuo para distinguirlos? Creo que la mayoría de ellos saben que todos los libros del mundo están escritos desde algún punto de vista, que no hay libros objetivos. De todos modos está bien que Rosa quiera responsabilizar tanto a los autores como a los lectores, aunque el hecho triste es que la literatura ligera siempre vende mejor que la literatura más profunda.

  2. Gracias por tu trabajo, Isabel, y disculpa que haya tardado tanto en comentarlo.
    Me parece un trabajo excelente. Has elegido un tema que te permite analizar varios aspectos interrelacionados de la novela, de modo que ofreces al lector un amplio análisis de la obra y de las cuestiones que plantea. Las fuentes que has utilizado son buenas y las citas muy bien elegidas, ya que todas ellas son relevantes: no solo apoyan tu argumentación, sino que contribuyen a profundizarlo.

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