Author Archives: Elina L.

Artículos sobre Luna de lobos y La voz dormida

He añadido en Matskut estos dos artículos:

Orsini-Saillet, Catherine (1998): “En torno a una poética de la forntera: Luna de lobos de Julio Llamazares“. Cuadernos de narrativa, 3, pp. 87-103.

Portela, Edurne M. (2007): “Hijos del silencio: Intertextualidad, paratextualidad y postmemoria en La voz dormida de Dulce Chacón“. Revista de Estudios Hispánicos, 41, pp. 51-71.

El tío Ángel de Julio Llamazares

Parece que Ángel, el narrador-protagonista de Luna de lobos, está inspirado en un personaje real, esto es, en un tío de Julio Llamazares que desapareció durante la Guerra Civil. Si os interesa leer más sobre él, os dejo aquí un enlace al cuento de Julio Llamazares titulado “El desaparecido”, publicado en el libro Tanta pasión para nada (Alfaguara, 2011) y al artículo “La perseverancia de los desaparecido”, que el autor publicó en 2008 en El País.

Asimismo, el personaje de Ángel rinde homenaje a Gregorio García Díaz, o Gorete, que permaneció escondida en una cueva en su pueblo durante once años, tres meses y cinco días. Llamazares cuenta su historia, bajo el título “Adiós a Gorete“, en el libro En Babia y en un artículo publicado en El País.

Película

Os prometí que en la próxima clase (el 13 de octubre a las 10:00, P518) veremos una película. Podríamos ver una de éstas:

https://www.youtube.com/watch?v=-KX6dI3VAfU

Podéis votar la película que más os apetece (o sugerir otra película o un documental) en los comentarios.

¡Recordad que la empezaremos la película a las 10 en punto y que el aula será el P518!

Berlín recuerda a las Brigadas Internacionales

El embajador español en Alemania, Pablo García-Bedoy Cerezo, recuerda la memoria de aquellos que “dejaron atrás a sus familias” para defender la República española

La asociación Luchadores y Amigos de la República Española organizó un homenaje a los combatientes alemanes en el parque de Friedrichshain

 

El embajador español en Alemania Pablo García-Bedoy Cerezo en el acto en recuerdo de las Brigadas Internacionales
El embajador español en Alemania Pablo García-Bedoy Cerezo en el acto en recuerdo de las Brigadas Internacionales FOTO: Gabriele Senf / Berlín

La lluvia no asusta a nadie en la capital alemana. Aunque pasados por agua, más de un centenar de personas acudieron a la cita en el Parque del Pueblo en el barrio de Friedrichshain, en el que hay un monumento a los combatientes alemanes voluntarios que apoyaron a la República en la guerra civil española.

La presidenta de dicha asociación, Kerstin Hommel, se mostró muy feliz con la presencia del embajador español en Alemania, Pablo García-Bedoy Cerezo, que pronunció un discurso en alemán sobre “uno de los capítulos más oscuros de la historia reciente”.

El embajador recordó que la Guerra Civil española fue un una lucha “de la democracia contra el totalitarismo” y que la embajada organizó hace unos meses una charla sobre los republicanos españoles prisioneros en los campos de concentración alemanes. “Ochenta años después, es una obligación”, declaraba, “recordar la memoria de estas personas que abandonaron a sus familias” para defender la democracia en España.

[Lee todo el artículo aquí.]

Reflexiones sobre lo vivido psíquico de la gente en guerra

La guerra civil española me era prácticamente desconocida antes del curso así que poco tengo que decir sobre ella. El impacto enorme que parece haber tenido en la mente española no lo llego a distinguir de la mentalidad de esta nación que precedía la guerra. Por ello voy a hablar de mis reflexiones sobre el proceso psíquico que debe de tocar los españoles.

Observando los fenómenos en España al estallar la guerra hay que decir que tienen aspectos en común con los fenómenos que tuvieron lugar en Alemania de la época. En el centro está el imagen fuerte de un personage absoluto e inflexible. Con el tiempo este imagen se vuelve de más en más claro y absoluto hasta llegar sin más efectos a afectar la gente como si fuera hipnótico. Un sólo imagen puede llegar a suscitar emociones extremas y dedicación, aún autodestructiva, en la gente. Como si fueran programados de responder de tal manera a tal estímulo, de tener ciertas emociones y reacciones (o cadenas de reacciones) desde un sólo imagen. Fue el imagen de Franco, caudillo de España, que actuaba en la mente española mucho de la misma manera que el imagen del Führer en la mente los alemanes nazis. Las reacciones parecen tan inmediatas como si realmente fueran reacciones, o sea respuestas directas sin mediación reflexiva. Por la fuerza y contradicción que presenta este fenómeno con la mente humana dominante antes de los sucesos tengo una impresión que los acontecimientos de la época de guerra y de posguerra ya estaban subyacentes en la sociedad y esperaban un momento oportuno para meterse en marcha. Todo eso de igual manera que en Alemania de la época donde la sociedad con sus problemas profundos ya estaba en crisis y esperando a una explosión.  En este proceso el imagen del personage carismático, sea Franco en España e Hitler en Alemania, serviría del embrague /interruptor que llegaría a dar esperanza a la nación con sus problemas y con una identidad confusa.

Lo que marcaba la guerra civil española era su brutalidad. A diferencia de varias guerras interiores que tuvieron lugar en paises europeos a la época la de España fue muy inhumana e inexplicablemente violenta y nada más por la manera de que llegó a tocar a toda la sociedad, desde dentro y con sus miembros más inofensivos, se la puede llamar con buena razón una guerra civil. Fueron ante todo los civiles que se volvieron víctimas en esta guerra. Sería posible que al estallar una guerra entre “hermanos” los sentimientos invueltos serían más profundos y el amor se convirtiría en ira dando como resultado una guerra más violenta que entre naciones. Como un equilibrio que se hace: más amor vale más ira. Esto también podría ser una de las razones por las que la memorización de una guerra interior sería más dolorosa y entonces tomaría más tiempo que en casos de guerras entre naciones. El hecho de tener que llevar cada uno el resentimiento hacia los próximos pero también el imagen de sí mismo no como matador sino como cometedor de fratricidio, origen de varios sentimientos negativos que uno tendría que aceptar como parte de su propia naturaleza: la verguënza, el arrepentimiento. Simbólicamente esta memorización tendría el mismo valor que el acto de tener que quitarse una bala de las tripas: al encontrarse la bala en proximidad de órganos vitales y al moverse el mal (la bala) existe el riesgo de que se toque algo vital. Según la misma simbología una bala en las extremidades igualiaría la memorización de la guerra entre naciones, doloroso pero no fatal ya.

En el proceso de la memorización la historia escrita juega un papel importante. Lo escrito representa lo aceptado, es decir la verdad. Escribiendo la historia de una guerra interior tiene el problema de nunca llegar a satisfacer a todos. No existe unidad ni unanimidad al interior del país. Quién será entonces quien establecerá la verdad? Y quién la aceptará? Quién puede enseñar la historia escrita? Cuenta la Sra Teofila Herreruela por ejemplo el caso de su suegra Isabel en uno de los documentales de la clase y constata ella, testiga de horrores en su propia familia, viuda desde setenta años y maestra, que nunca tuvo la oportunidad de contar en sus clases de historia lo que sabía y había visto ella misma. La historia se escribe por los vencedores. Y la historia se escribe en los libros de escuela. Pero allí no cabía la historia de una maestra. Y ahora nos tiene su discurso (en honra de un día de memorización de los víctimas) y lo finaliza con este colmo: que todo fue una mentira, que las promesas del propio caudillo no valían nada, que mató a sus ciudadanos que nada no habían hecho. Que no era por no haber cometido un délito contra el orden que no te matarían. Al llegar otros tiempos  la historia se reescribe. La verdad se redice. Desde el punto de vista de una nación tiene que ser muy doloroso esta falta de unanimidad que obliga hasta los niños de exponerse a la contradicción entre las verdades de sus padres y la de su maestro. Y los padres que han vivido la guerra o la tienen en su heritage social desde sus padres tienen que callarse si no quieren introduir esta división de verdades en la mente de aquellos. Además hay que tener en cuenta que con la guerra civil no se terminó la división de la nación española. Lo difícil con la época de posguerra es que aparenta a la paz y acaba siendo aún más peligroso para los que no están con los podertenientes.

Ahora se dice que ya no se quiere hablar de vencedores porque todos están pagando por lo pasado. Identificarse como vencedor significaría excluirse a sí mismo de su pueblo. La “monopolización de la memoria” por los podertenientes durante la dictadura  debe de haber afectado lo vivido realmente de una minoría, es decir lo de los niños de posguerra cuyos padres aceptaron callarse de su vivido. Cuántos fueron realmente? Aunque sea una referencia casi inexistente, pienso que el hecho de no haber conocido yo personalmente un solo español cuyos padres se habrían callado dentro de la casa significa que la verdad quiere vivir. La verdad, tal como cada uno la conoce. La verdad subjetiva. A lo mejor hubieron padres que se callaron por el miedo de meter a sus hijos y a sí mismos en peligro, pero se puede también comprender el riesgo que corren los padres que eligen diferentemente: quieren vivir mentalmente, quieren existir, quieren que se admita lo que han vivido y no sólamente quedar en vida.

Lo que más me ha tocado son estas experiencias de individuos, lo que veían y lo que sentían. En uno de los articulos del curso se habló del caso de una mujer embarazada que se hizo echar en un pozo profundo con seis de sus siete hijos. Pasó en uno de los pueblos del norte montañoso. Parece que se mezclaron sentimiento de celos y de ira, no las ideas o ideologías de la guerra. Este caso me hace pensar que la guerra también a veces sirve de excusa para los individuos de echar lo menos preciable de su propia naturaleza encima de un otro. Entonces serían víctimas los que en otros tiempos serían superiores de alguna manera a los agresores: más ricos, más guapos, con algún caracter de más. Quizás. Pero detrás de estos celos aparentes deben haber verdaderos sentimientos de malestar liados con las circunstancias. Desde un punto de visto moral también se puede decir que, aunque este tipo de crímenes no son de menor importancia cuando cometidos por los extranjeros, en un aspecto posterior a la guerra pueden resultar más difíciles sobrepasar si fueron hechos por el propio pueblo. Tres generaciones no son mucho para olvidar los hechos de la guerra. Y mucho menos si uno tiene que vivir integrado entre los que en otros tiempos hubieran sido sus enemigos.

En estas circunstancias, qué podrían conseguir las dichas comisiones de verdad? No podemos meter en duda el hecho que nada de lo pasado no lo podrían deshacer. Nada podrían volver de concreto, ni personas ni vidas. Aún los sentimientos de quién que sean, por ser experiencias tan subjetivas podrían aprofundizarse en unos al mismo tiempo que otros sentirían una gratitud ante el proceso analítico y la admisión de hechos. Pero los vividos y las memorías quedarían allí donde están. Las verdades subjetivas no cambiarán. Quienes tienen memoría propia la tienen independientemente de las verdades establecidas desde fuera. Y quienes no las tienen (las experiencias propias) sólo pueden tirar conclusiones una vez de más. Quizás son estas conclusiones las que nos dirigen en la continuación y pueden servir de ejemplos para no olvidar. Pero no estaría bien de poder también olvidar a partir de un momento? Si lo hecho no se deshace no sería posible de dejar el pasado y empezar a vivir ahora? En la clase discutimos un poco el tema de abrir o no una fosa tantos años después. Hay que ser muy fuerte para abrir heridas que son profundas. Quizás algunos de nosotros se cicatrizan más de prisa que los demás.. Quizás nunca habrá una unanimidad y un olvido sano. Quizás siempre los habrán quienes se molestan.. De hecho, la idea que me está molestando con las comisiones de verdad es que al fin presentarían sólo una verdad de más. Y sería una verdad peligrosa puesto que estaría establecida por una comisión de verdad. Quién podría ya decir una palabra de más?

En fin, lo que atraye mi atención es esta brutalidad que tocó toda la nación española.Hombres, mujeres, guerrilleros, civiles, todo el país se puso en un ritmo frenético cometer crímenes contra humanidad hermano contra hermano. Y una vez terminada la guerra no se terminó la persecusión. Y una vez muerto el personage carismático muere la persecusión pero persiste aún esta necesidad de buscar en el pasado. Qué es este círculo? En qué termina? De qué empezó? Cuál será la étapa siguiente? Este tipo de fin sin fin definido y sin resolución determinada deja al aire la impresión de algo que está a la espera de una nueva oportunidad o un nuevo personage carismático.

[trabajo de Heidi]

Lecturas para la siguiente clase

Kuvahaun tulos haulle Cambio16, noviembre de 2015

Os dejo aquí enlaces a dos artículos para que los leáis antes de la siguiente clase (la del 29 de septiembre):