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Las trece rosas: representaciones artísticas y literarias en torno al suceso

Tras la lectura de La voz dormida de Dulce Chacón y la mención que se hace en la novela sobre la historia de las “trece rosas”, voy a hacer una reseña de las diferentes representaciones artísticas y literarias que han surgido en los últimos años en torno a este suceso histórico.

Con la llegada de la democracia a España, tras la Guerra civil y la dictadura franquista, a partir de la década de los 80 y particularmente en la primera década del siglo XXI han surgido innumerables creaciones literarias y cinematográficas en torno a los acontecimientos que tuvieron lugar durante la guerra y postguerra españolas. Uno de estos sucesos fue el acontecido a un grupo de mujeres conocidas como «las trece rosas», cuya historia, ya rayando en leyenda, ha sido muy difundida a través de diferentes medios.

Las Trece Rosas fueron un grupo de trece mujeres fusiladas el 5 de octubre de 1939, de las cuales nueve tenían entre 18 y 21 años y las otras cuatro 23, 24, 27 y 29 años. En España, en aquella época, la mayoría de edad era a partir de los 21 años, por esta razón a las Trece se las llamaba las Menores en la cárcel de Ventas (Madrid), donde estuvieron prisioneras antes de ser ejecutadas. En 1936, bajo el mando del Partido Comunista Español, se habían unido la Unión de Juventudes Comunistas y la Federación de las Juventudes Socialistas dando lugar a las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU). Al finalizar la guerra, la misión de las JSU era localizar a compañeros que corrían peligro, ayudar a las familias y protegerlas a la vez que esperaban conocer las medidas que los vencedores tomarían. Cuando algunos de sus dirigentes fueron detenidos y, bajo tortura, delataron a sus compañeros, esto dio lugar a que las Trece Rosas fuesen detenidas también en el mes de mayo de 1939.

El 29 de julio de ese mismo año, el comandante Isaac Gabaldón, junto a su hija de 18 años y su chófer de 23, fueron asesinados. El régimen de Franco aprovechó este suceso para acabar de una vez con una organización que le podría causar muchos problemas. Por tanto, se decidió la ejecución de 13 mujeres y 43 hombres como respuesta ejemplarizante por el crimen perpetrado. En realidad, los autores del crimen fueron tres hombres, quienes fueron detenidos un poco después, aunque no identificados como los autores del asesinato.

No fue hasta la publicación de la novela de Jesús Ferrero, Las trece rosas, en el año 2003 y el libro ensayístico Trece rosas rojas de Carlos Fonseca un año más tarde, que en España despertara el verdadero interés por la historia de las Trece Rosas. Antes de la publicación de estos libros, no existía más que un trabajo que tratara de este tema y era el de Jacobo García Blanco-Cicerón titulado «Asesinato legal (5 de agosto de 1939). Las Trece Rosas» publicado en febrero de 1985. Algunos datos sobre ellas también aparecían en el libro de Tomasa Cuevas, también de 1985, Cárcel de mujeres. La publicación de los libros de Ferrero y Fonseca desencadenó la creación de obras relacionadas con el tema en otros ámbitos culturales: los documentales Que mi nombre no se borre de la historia (Verónica Vigil y José María Almela) y Del olvido a la memoria. Presas de Franco (Jorge Montes y Tomás Sequeiros); el poema de Julián Fernández del Pozo (2004) titulado Homenaje a las trece rosas; un espectáculo flamenco de la compañía de danza Arrieritos en 2005; una obra de teatro en Barcelona en el 2006; y en el cine la película Las trece rosas de Emilio Martínez-Lázaro (2007).1

Las obras de mayor relevancia en la recuperación de la memoria del suceso de las Trece Rosas han sido los libros de Ferrero y Fonseca, y la película. Parece ser que Ferrero, al escribir su novela, no tuvo en cuenta más documentación que la proporcionada por los trabajos de los años 80, presentando estos trabajos algunas imprecisiones al no haber tenido acceso sus autores a ciertos documentos a los que Fonseca sí tuvo acceso. La intención de Ferrero era la de escribir una historia verosímil de los últimos días de las Trece Rosas con los datos generales que conocía y, al ser estos insuficientes, requirió del apoyo de elementos inventados para lograr esa verosimilitud. La novela de Fonseca, en cambio, está mejor documentada históricamente, ya que el autor tuvo acceso al sumario y a los testimonios de varias personas que habían conocido a algunas de las Trece Rosas, así como a los testimonios de algunos de los familiares de estas.

En la novela de Ferrero, las trece mujeres son caracterizadas como heroínas que aceptaron morir para que otras no muriesen en su lugar, lo cual concuerda con los mensajes esperanzadores que por carta varias de ellas enviaron a sus familiares antes de su ejecución. Fonseca, sin embargo, lo que pretende es restablecer toda la verdad y para ello da muchos detalles referentes a su detención, a las delaciones e incluso reproduce el acta de sentencia del proceso. Ferrero trata de lograr un alto grado de emoción estética y de misticismo en torno a las protagonistas en su relato, mientras que Fonseca está más preocupado por el restablecimiento de la verdad presentando a las trece mujeres como las víctimas que fueron. El guion de la película surge a partir de la obra de Fonseca, aunque sin la intención de ser un documento histórico. Sin embargo, el rigor histórico que no se ha exigido de la novela de Ferrero, sí ha contado en la valoración de la película que se la ha tachado de «irregular y superficial» (Bejarano, 2007). Es muy posible que esto haya resultado de la expectativa por parte del público de encontrarse ante un caso de cine documental, al tratarse de un hecho histórico, en lugar de una película de ficción.

Sea como sea que se haya representado este episodio de la historia de España, lo importante es que se ha traído a la memoria; y que a través de las diferentes representaciones literarias y artísticas se ha podido transmitir su verdadero espíritu, a la vez que se ha hecho una restitución de la verdad, tal como ha sido el deseo y voluntad de tantos que vivieron y fueron parte directa o indirecta de estos trágicos acontecimientos.

BIBLIOGRAFÍA

BEJARANO, Fernando (2007), «Las 13 rosas», Cine para leer. En línea en http://www.cineparaleer.com/index.php?option=com_content&task=view&id=375&Itemid=28&ref_=ttexrv_exrv_7 [21/10/2016]

CÉSPEDES GALLEGO, Jaime (2007). «Las trece rosas de la guerra civil vistas por el novelista Jesús Ferrero y el periodista Carlos Fonseca». Revista Electrónica de Estudios Filológicos. (Université Paris 10 Nanterre, Centre d’Études Ibériques et Ibéro-Américaines)

FERNÁNDEZ DEL POZO, Julián (2004). «Homenaje a las Trece Rosas». En línea: http://www.foroporlamemoria.info/documentos/poema_jfernandez_pozo_ene2004.htm# [19/10/2016]

GUARINOS, Virginia (2008). «Ramos de rosas roja. Las trece rosas: Memoria audiovisual y género». Universidad de Sevilla.

VIGIL, Verónica ; ALMELA, José María (2006). Que mi nombre no se borre de la historia. En línea : https://www.youtube.com/watch?v=vTLwDRnDCr4 [21/10/2016]

HOMENAJE A LAS TRECE ROSAS

Madrid se viste de luto,
por trece rosas castizas,
trece vidas se cortaron,
siendo jóvenes, casi niñas.

Malditas sean las almas,
de sus verdugos fascistas,
que con guadañas de odio,
segaron sus cortas vidas.

España es vuestra madre,
su cielo vuestra sonrisa.
sus campos tienen la sangre,
de unas rosas, casi niñas.

El pueblo de Madrid os quiere,
ese pueblo que abomina,
de salvadores de patrias,
de rojos y de fascistas.

Madrid es patria de todos,
su nombre solo mancillan,
el odio de los caciques,
cuya razón es la envidia.

Las rosaledas de parques,
de esta, nuestra España chica,
reflejarán vuestras caras,
vuestras sonrisas de niñas.

Benditas seáis mil veces,
benditas vuestras familias,
malditos los asesinos,
que nuestras rosas marchitan.

Julián Fernández del Pozo