Un estudio de 1970 muestra que sólo el 20,8% de los españoles quería una monarquía “después de Franco”

El abogado Joan Garcés rescató en la obra ‘Soberanos e intervenidos’ una encuesta del informe Foessa 1970 sobre la situación social en el España en el que se recoge las preferencias de los ciudadanos para el futuro.  El 49% de los españoles apostaba por una república.

Francisco Franco y el entonces príncipe Juan Carlos, en el balcón del Palacio Real, en el acto de apoyo al régimen el 1 octubre 1975.

Francisco Franco y el entonces príncipe Juan Carlos, en el balcón del Palacio Real, en el acto de apoyo al régimen el 1 octubre 1975.

MADRID.- El expresidente del Gobierno Adolfo Suárez dijo en 1995 a la periodista Victoria Prego que durante la Transición manejaba encuestas que pronosticaban que, en caso de referéndum, los españoles elegirían la opción repúblicana. La confesión ha levantado un sinfín de reacciones, entre las que se encuentran los que han alegado que en aquella época Suárez ya padecía alzheimer. “Lo que dice ni se ajusta a la verdad ni al sentido común”, escribió el director de El Mundo Pedro G. Cuartango, que alegó que el expresidente “ya estaba muy afectado por el deterioro mental que le produjo el mal neurodegenerativo que padeció hasta su muerte”

Más allá de que las afirmaciones de Cuartango entran en contradicción con la biografía del propio Suárez, la Fundación Foessa ya había realizado en 1970 una encuesta en España sobre sus preferencias para “después de Franco”. Fue en el Informe sociológico sobre la situación social en España, 1970  que rescató el abogado Joan Garcés para la obra Soberanos e intervenidos. Estrategias globales, americanos y españoles (Siglo XXI de España Editores).

Encuesta recogida en la obra 'Soberanos e intervenidos' de Joan Garcés

Encuesta recogida en la obra ‘Soberanos e intervenidos’ de Joan Garcés

La encuesta pregunta a los españoles por el “sistema preferido para después de Franco” y la respuesta es clara: el 49,4% apuesta por la República, mientras que la monarquía cosecha el 20,8% de los apoyos. Un 29,8% decía que prefería un sistema “como el actual”, es decir, la continuidad del franquismo.

La misma encuesta desgranaba el apoyo a cada opción por sectores. El 76% de los estudiantes preferían una república, también el 53% de los abogados, el 45% de los empleados, el 43% de los médicos y el 30% de los obreros. Por su parte, la opción de la monarquía borbónica conseguía el apoyo del 1% de los estudiantes, el 23% de los abogados, el 5% de los empleados y el 5% de los obreros. Sorprendentemente, la opción mayoritaria en el grupo de “obreros” es la continuidad del régimen franquista, con un 55% de apoyo.

Perpetuar la subordinación de los republicanos

Joan Garcés, que ha sido asesor de Salvador Allende, explica que la revelación de la confesión de Suárez a Victoria Prego “no revela nada que no fuera conocido por quien quisiera conocerlo”. “Algunas de las encuestas hechas en los años setenta son de libre acceso, como las publicadas por la Fundación Foessa, o por otras instituciones, españolas y extranjeras, que corroboran lo que Adolfo Suárez dijo en 1995, el amplio y continuado respaldo a la forma republicana de gobierno entre los españoles”, señala en declaraciones a Público. 

El abogado explica que el “cambio de régimen fue pensado para perpetuar la subordinación de los republicanos españoles”

El abogado, que en 1974 formó parte del equipo personal de François Mitterrand en las elecciones a la Presidencia de la República francesa, explica que con estas encuestas en la mano “el cambio de régimen de partido único (la Falange fascista) al del pluripartidismo entre 1975 y 1977 fue pensado para perpetuar la subordinación/discriminación de los republicanos españoles” por lo que las “instituciones creadas a partir de 1975 buscaron tener bajo control al electorado antes de que se abrieran las urnas por primera vez desde las elecciones de febrero de 1936”.

Así, Garcés, ganador en 1999 del conocido como Premio Nobel Alternativo, defiende que “la ley electoral fue y se mantiene hoy para primar el voto rural (más conservador) sobre el resultado del voto de los grandes centros urbanos”. Además, explica, “el distrito provincial (en vez del unipersonal existente antes de 1939), las listas cerradas y bloqueadas, tuvieron, y tienen, como finalidad que los diputados/senadores elegidos estén subordinados a quien les pone en (y les quita de) las listas electorales, más que a sus electores, etc.”.

Felipe González, en el punto de mira

El control de las élites sobre el proceso de democratización del Estado para conseguir establecer una monarquía parlamentaria se ratifica en el hecho de que los partidos republicanos no fueron legalizados hasta después de las primeras elecciones generales el 15 de junio de 1977.  Isabelo Herreros, exsecretario general de Izquierda Republicana durante la Transición, señala en un reportaje de Público lo siguiente:

“Primero hubo un encuentro con Manuel Fraga, ministro de la Gobernación hasta julio de 1976, donde nos dijo que hasta que no quitásemos la ‘R’ no se nos legalizaría, ni con ese gobierno ni con ninguno de la Monarquía. Con el gobierno de Suárez apenas hubo contactos, pues la única interlocución era a través de Juan José Rosón, gobernador civil de Madrid entre 1976 y 1980, y siempre dijo que el obstáculo era el PSOE. Nos animaba a convencer a Felipe González, Javier Solana o Enrique Múgica, al parecer los más intransigentes con nuestra legalización. Presentamos los papeles cuando se abrieron los plazos. Martín Villa remitió al Tribunal Supremo la documentación, pero no para que nos legalizasen si no para que vieran si en nuestra actuación había hechos delictivos y así proceder contra nosotros“.

‘Sevilla en guerra’: la base rebelde que cimentó la victoria de Franco

La exposición ‘Sevilla en guerra: 1936-1939’ muestra el papel trascendental de la capital andaluza en el estallido golpista y en la propia guerra civil.

La Consejería de Cultura y el Archivo Histórico Provincial de Sevilla sacan a la luz un patrimonio documental, en parte inédito, para construir “memoria colectiva”.

Exposición 'Sevilla en guerra'.
La directora del Archivo Histórico Provincial, Amparo Alonso, junto a la viceconsejera de Cultura, Marta Alonso Lappí. | JUAN MIGUEL BAQUERO

“La memoria intenta preservar el pasado sólo para que le sea útil al presente y a los tiempos venideros”, decía el historiador francés Jacques Le Goff. Y para construir las páginas de la historia, nada más útil que el aporte documental. Como muestra, la exposición ‘Sevilla en guerra: 1936-1939’ organizada por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía a través del Archivo Histórico Provincial de Sevilla.

Cuando se cumplen 41 años de la muerte del dictador, Francisco Franco, y a 80 años del estallido golpista que provocó la guerra civil española quedan relatos por escribir. El país de la desmemoria,  sembrado de fosas comunes y de olvido a las víctimas del fascismo, ofrece a cuenta gotas escaparates tan completos como el expuesto. Una recopilación que certifica, si había dudas, el “papel capital que tuvieron Sevilla y su provincia en el comienzo de la rebelión y en el trascurso del periodo bélico”.

Sevilla, entonces, como base del ulterior triunfo fascista. Y también del terror fundacional del franquismo. La exposición, inaugurada por la viceconsejera de Cultura, Marta Alonso Lappí, y el director general de Memoria Democrática, Javier Giráldez, está abierta al público hasta el próximo día 5 de enero de 2017. Participaron en el arranque la directora del archivo provincial, Amparo Alonso, y el comisario de la exposición, Antonio García.

expo sevilla en guerra
‘Sevilla en guerra’, una muestra para la memoria colectiva. | J.M.B.

En la elaboración de ‘Sevilla en guerra: 1936-1939’ han colaborado las direcciones generales de Memoria y de Innovación Cultural y del Libro. El material seleccionado sirve además para afianzar el compromiso “con la recuperación de la Memoria Histórica a partir de la difusión y el conocimiento, de la investigación y de la puesta en valor de los archivos como centros de transmisión de saber sobre nuestro pasado”, según la organización.

Un golpe “vergonzoso y criminal” contra la República

El material seleccionado parte de distintos fondos documentales del Archivo Histórico Provincial de Sevilla. De aquellos legajos salen a la luz fotografías, libros y escritos que atestiguan cómo el ejército Sur, comandado por Queipo de Llano, usa la ciudad como base rebelde que cimenta la victoria final de Franco y los sublevados.

expo sevilla en guerra
El Gobierno republicano pide la rendición de las tropas sublevadas. | AHPS

Un “rico patrimonio” obtenido para la muestra del Fondo de la Prisión Provincial de Sevilla, del Juzgado de 1ª Instancia sevillano, del Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas y del archivo de la Naviera Ybarra que proporcionaría apoyo logístico. Con el ‘barco de la muerte’, por ejemplo: el cabo Carvoeiro.

“Al levantaros en armas contra la República habéis cometido un acto vergonzoso y criminal”, escribía el Gobierno republicano en unas octavillas inéditas que fueron impresas en los talleres del diario El Liberal de Sevilla. La idea, tatuada en estos pergaminos rescatados del olvido, era lanzar esta proclama sobre las tropas sublevadas en el Protectorado Español de África ordenando su rendición. Está fechado el propio 18 de julio de 1936, por orden del presidente de la República, Santiago Casares Quiroga.

‘Sevilla en guerra: 1936-1939’ expone cómo se desarrolló y quiénes protagonizaron los sucesos golpistas en la ciudad. Qué elementos toman las armas y cómo se produce la sucesiva ocupación a sangre y fuego de los pueblos. Incluso cuenta de qué forma sucedía la vida cotidiana en una Sevilla transformada en plaza clave de la retaguardia franquista.

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A la derecha, imagen de un triunfal Queipo. | J.M.B.

Patrimonio documental para la memoria colectiva

Con este objetivo divulgador, la exposición explica las fases y los distintos procedimientos represivos ejecutados por los golpistas durante el periodo bélico y la posguerra. Y hay un apartado, también, a informar sobre las diversas iniciativas investigadoras relacionadas con la Memoria Histórica que han basado sus trabajos en los documentos obrantes en el Archivo Histórico Provincial.

El patrimonio documental, puesto así, como sustento de la memoria colectiva y fuente primaria para la investigación histórica. Para contar cómo la conspiración contra la República devino en un golpe de Estado que, en Andalucía, sólo triunfaría en capitales como Cádiz y Córdoba junto a Sevilla. Y cómo el fracaso de la asonada provocó una cruenta guerra civil que sumió luego a España en una larga dictadura.

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Reproducción de la fachada de la Prisión Provincial. | J.M.B.

Como dice el párrafo 50 del Informe del Relator Especial de la ONU sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición, dedicado a las violaciones de los derechos humanos durante la guerra civil y la dictadura franquista: los archivos están en una situación central en el impulso del derecho a la verdad. Y la muestra ‘Sevilla en guerra: 1936-1939’ cumple con el propósito al establecer mecanismos de acceso a los archivos y fondos documentales. O como escribía Le Goff, “procuremos que la memoria colectiva sirva para la liberación de los hombres y no para su sometimiento”.

Una muestra dividida en varios espacios expositivos

El primer ámbito de la exposición, titulado Sevilla, julio de 1936, narra la forma en que se produjo el golpe de Estado en Sevilla, la resistencia mostrada por las autoridades republicanas y los vecinos de los barrios obreros y la ocupación de la provincia por parte de los sublevados. Este ámbito se articula en las siguientes escenas: El Golpe, 18 de julio; La batalla de la Plaza Nueva; La columna minera de Huelva, 19 de julio; Banderas blancas en Triana, 20 – 21 de julio; La resistencia de los barrios, 22 de julio; Consummatum est, resistencia y ocupación de la Provincia, 18 de julio – 11 de septiembre; y, la instalación Barricada de la Memoria, donde se proyectarán documentales relativos al conflicto civil en Sevilla.

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Queipo y simbología nazi en publicaciones de la época. | J.M.B.

El segundo ámbito, denominado Capital del Virreinato, pretende representar cómo el General Franco fue acaparando el poder en el “Nuevo Estado” creado por los sublevados. Además, a través de los documentos se testimonia como fue la vida cotidiana en la Sevilla del General Queipo de Llano, militar que convirtió a la capital hispalense en el centro de su poder. Una Sevilla de discursos grandilocuentes, de desfiles, de himnos patrióticos y de grandes actos públicos. El área se desarrolla en las escenas: Una nueva era; ¡Buenas noches Señores!; En el frente; y, Victoria sin Paz.

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Fotografía de golpistas. | J.M.B.

El tercer ámbito, Borradas la piedad y la amnistía, recibe su título de una expresión utilizada frecuentemente por el General Queipo de Llano para advertir de las consecuencias que conllevaban la oposición al golpe de Estado. Desde el inicio del conflicto civil los sublevados desataron una ola represiva destinada a la neutralización física del enemigo político y al control del resto de la población mediante la ejemplaridad, la obediencia y la sumisión. Esta violencia no solo acompañó al golpe en sus comienzos, provocando multitud de muertes en los momentos de combate abierto entre sublevados y defensores de la República. La represión se extendería durante y después de la Guerra Civil, cuando en la ciudad hacía tiempo que no se producían enfrentamientos armados. Este espacio se estructura en las siguientes escenas: En la Prisión de Sevilla; Cárceles provisionales; El barco-prisión Cabo Carvoeiro; Bando de Guerra; Consejos de Guerra; Responsabilidades políticas; Depuración.

El cuarto y último ámbito, titulado Recuperando el pasado, muestra las iniciativas públicas y privadas que desde la Transición han permitido reconstruir los hechos y recuperar la memoria de este período. El área destaca el papel de las familias en la reconstrucción de la memoria de las víctimas a través de la escena titulada Me llamo Antonino Sanz Toscano. La escena Memoria de Sevilla expone las investigaciones sobre la Guerra Civil en Sevilla realizadas con documentos de este Archivo Histórico Provincial.

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Misas en honor a Franco: el culto que une fascismo e iglesia cada 20N

Como cada 20 de noviembre, los templos eclesiásticos son morada para nostálgicos del franquismo con actos religiosos y homenajes a los caídos.

 

Misas en honor a Franco, escenario recurrente cada 20N.
Misas en honor a Franco, escenario recurrente cada 20N.

¿Debe la iglesia católica acoger misas dedicadas a un dictador? Quizás en otras naciones sería un escándalo e incluso una ilegalidad manifiesta y punible, pero en España sí. En el país de la desmemoria, cada aniversario de la muerte de Franco se suceden los cultos religiosos en honor al líder fascista. Un 20N más, los templos eclesiásticos son morada para nostálgicos del franquismo.

¿Y hay misa en honor a Franco en la Catedral de Sevilla? Según las fuentes consultadas por este medio en una de las principales iglesias de la ciudad, sí hay un culto el lunes en homenaje al dictador. En conversación telefónica, desde el propio templo catedralicio informan que “antes sí se hacían” pero que ahora no pueden confirmar este extremo “porque son misas privadas”.

Francisco Franco fue uno de los militares conspiradores que pergeñó el golpe de Estado contra la República cuyo fracaso provocó una cruenta guerra civil. Y el calendario de actos en homenaje a Francisco Franco arranca en Granada, donde la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación había exigido  que el Arzobispado granadino suspendiera la misa en homenaje al dictador y a José Antonio Primo de Rivera, líder del fascismo español y fundador de Falange Española.

“Un año más vuelve a colaborar con la ultraderecha, con motivo del 20 de noviembre, fecha que recuerda la muerte del dictador”, denuncia el colectivo memorialista. El agravio a las víctimas del franquismo, contrario en teoría a la Ley de Memoria Histórica por enaltecimiento y apología de la dictadura, continúa con un Homenaje a los Caídos.

El propio domingo, 20N, el listado de homenajes religiosos sigue en Jaén con una misa en la Santa Iglesia Catedral. Desde el templo no confirman que se trate de un homenaje al dictador sino que se celebrará una misa “por el difunto Francisco Franco”. En Jerez de la Frontera (Cádiz) también está previsto el 20N una misa en la iglesia de los Padres Capuchinos. La persona que atiende el teléfono señala que “siempre se ha celebrado” en esta fecha aunque en esta ocasión “nadie ha conunicado nada en concreto ni han venido a encargarla”.

Un día después, el lunes 21, hay varios actos previstos en Almería y Lucena (Córdoba), con un ‘homenaje a los caídos’, según ha difundido Fuerza Nueva – Andalucía en varias páginas webs de corte fascista. También anuncian otra ceremonia en Sevilla, en la basílica de El Salvador, aunque las fuentes del propio templo consultadas por  eldiario.es Andalucía informan que el culto no es allí sino “en la Catedral de Sevilla”.

Los estertores del 20N arrastran ofrendas hasta el 22. Será en Málaga, con homenajes a los caídos y una misa en cartel.

Franco sigue metiendo goles

En el país de la desmemoria, el partido lo pierden las víctimas del franquismo: en la parafernalia simbólica y en el cumplimiento de los derechos humanos

Que España cuente su historia reciente en las escuelas de forma equidistante no es casual y sí una herramienta para el olvido

 

Homenaje a Franco en un partido de fútbol.
Homenaje a Franco en un partido de fútbol.

Franco sigue jugando al fútbol. Y es una estrella en lo suyo, meter goles en la Liga (del fascismo). Imaginen un locutor que desgrana, con voz de antiguo noticiero, la alineación del equipo más ofensivo.

“Repite once la temida escuadra entrenada por el tuerto, cojo y manco Millán-Astray. En la portería, el cancerbero Primo de Rivera. Defienden los aguerridos Fraga, Martín Villa y Utrera Molina. Sanjurjo cierra el medio campo acompañado en la destrucción por Gil-Robles y los creativos March y Pemán. Como delanteros, el tridente mortal con los extremos Mola y Queipo comandados por la máxima figura del balompié nacional: Paquito Franco”.

La metáfora futbolera rescata una realidad palpable: la memoria del franquismo sigue vigente y, lejos de recibir tarjeta roja, campa por las canchas con total impunidad. Franquismo sociológico, dicen los historiadores. ¿Imaginan un Hitler Club de Fútbol? O un Recreativo Stalin, Real Videla, Sporting Pol Pot, Pinochet Deportivo…  El Villafranco CF aún existe, como contábamos en el especial de eldiario.es por el  40 aniversario de la muerte del dictador (que provocó una oleada de insultos y amenazas, y también, justo es decirlo, de felicitaciones).

Mensajes ofensivos contra el periodista Juan Miguel Baquero.
Mensajes ofensivos contra el periodista Juan Miguel Baquero.

En tiempos de mundialización del odio, con los derechos humanos a precio de saldo, en España nadie puede impedir que un equipo de fútbol honre con su nombre a uno de los militares que con el fracasado golde de Estado provocaron la guerra civil española. Rebeldes que dejaron una tierra sembrada de fosas comunes. Ahí sigue el Villafranco Club de Fútbol, para escarnio de las víctimas y sus familias.

Y es sintomático. Una muesca más en la empuñadura del régimen campeón en el mantenimiento de parafernalia simbólica. El enaltecimiento de la dictadura está en topónimos, en calles y plazas dedicadas a golpistas, en el Valle de los Caídos, los regates del Estado a la investigación de los crímenes franquistas y hasta en la Fundación Nacional Francisco Franco que vela por la “memoria y obra” del genocida.

Pero lo más grave no se ve. Está bajo tierra: unos 150.000 desaparecidos forzados, muertos a tiros por los sublevados y condenados luego al olvido en el país de la desmemoria. A 80 años del estallido golpista, la estrategia de aniquilación del adversario social y político mantiene a España como una de las naciones donde más en entredicho está el cumplimiento de los derechos humanos, según la ONU y Amnistía Internacional. Un manto nocivo para que florezca una sociedad sana, reparada, verdaderamente democrática.

La educación es un elemento vertebrador esencial en este sentido. Lo confirma, como detalle paradigmático, aquel reguero de reacciones a la publicación del reportaje sobre el conjunto balompédico que porta el apellido de Franco. Mensajes insertos en la mayoría de casos, ahí está la clave, en el repleto estadio del odio y el desconocimiento.

Porque España nunca contó su historia reciente en las escuelas. Ni en las facultades. O, mejor, la contó mal a sabiendas. El analfabetismo ante la barbarie franquista es el triunfo del terror y la derrota de la democracia. La construcción de un relato histórico equidistante, falaz, no es una jugada casual y sí una herramienta útil que pasa la mano a un listado interminable de crímenes contra la humanidad e impide que sea delito llevar impreso el apellido de un genocida en la camiseta. Como pasaría en Alemania, sirva el ejemplo.

El resultado final del partido está todavía en juego. En la Liga de la memoria, la zamarra a patrocinar es la que lleva en su escudo un lema: verdad, justicia y reparación para las víctimas del fascismo. Derechos humanos, garantía de no repetición, respeto a nuestros muertos. O Franco seguirá metiendo goles.

Colau, Forcadell y Romeva entran dentro de la prisión Modelo para pedir justicia para las víctimas del franquismo

Las entidades de memoria histórica y Òmnium Cultural reclaman cerrar la Modelo para convertirla en un centro de recuerdo de la represión franquista.

La alcaldesa confía en poder anunciar “muy pronto” el cierre de la prisión.

Colau, junto a presos políticos de la dictadura en la prisión Modelo
Colau, junto a presos políticos de la dictadura en la prisión Modelo

Medio centenar de represaliados por la dictadura y políticos catalanes de varios partidos han protagonizado este domingo un hecho inédito: han entrado en la prisión Modelo de Barcelona, y, en un acto en el auditorio de la cárcel, han reclamado justicia para las víctimas del franquismo. El acto ha sido organizado por Òmnium Cultural para conmemorar los 41 años que se cumplen este 20-N de la muerte del dictador Francisco Franco.

En su intervención, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha recordado que el Ayuntamiento se ha puesto al servicio de los vecinos de la ciudad que quieran personarse en las causas por los bombardeos italianos en Barcelona y en la que investiga la jueza argentina María Servini. El objetivo, ha añadido Colau, es ayudar en el “anhelo de reparación” a las víctimas. “Exigimos justicia para que el crimen no quede impune y el recuerdo sirva a las nuevas generaciones”, ha afirmado la alcaldesa.

La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, se ha comprometido ante las víctimas a “continuar exigiendo reparación” desde las instituciones. “Lo hacemos por la dignidad del conjunto de la sociedad”, ha añadido. Por su lado, el conseller de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia, Raül Romeva, ha pedido disculpas a las entidades de memoria histórica porque la reparación “llega tarde”. “Franco murió, pero el franquismo no y revive de manera constante cotidianamente”, ha lamentado.

Los presos políticos recuerdan su paso por la Modelo

La Modelo fue, junto a la comisaría de la Policía de la Via Laietana o el Camp de la Bota, uno de los epicentros de la represión franquista. En esta cárcel se ajustició mediante el garrote vil al militante anarquista Salvador Puig Antich en 1974, y fueron encarcelados muchos otros presos políticos. Algunos de ellos han tomado la palabra en el acto de este domingo.

Visiblemente emocionado, Agustí Alcoberro, militante del PSAN que celebró su 17 cumpleaños en la Modelo, ha recordado el vínculo que dentro de la cárcel tenían con los presos comunes, como con el Vaquilla y la familia Moreno Cuenca. Asimismo, ha rememorado como el 20 de noviembre de 1975 les pusieron en el patio de la cárcel el discurso de Arias Navarro anunciando la muerte del dictador.

Josep Lluís Carod-Rovira, exconseller en cap del Govern, fue detenido en la llamada “caída de los 113” de la Assemblea de Catalunya. “Franco es muerto pero una parte del franquismo es vivo”, ha afirmado. Raimon Carrasco, hijo de Manuel Carrasco i Formiguera (político de Unió Democràtica ejecutado en Burgos durante la Guerra Civil), ha recordado las últimas palabras de su padre antes de ser fusilado: “Visca Catalunya Lliure! Jesús, Jesús, Jesús!”.

Anna Sellés, una de las pocas presas políticas encarceladas en la Modelo durante el franquismo, ha explicado que la policía la detuvo en la universidad durante una manifestación de apoyo a la huelga minera de Asturias en 1962 y que pasó seis meses encarcelada . “Las clases sociales también se notaban dentro de la cárcel. Yo era ‘la estudiante’ y prácticamente todo el tiempo estuve sola y los funcionarios tenían hasta un trato deferente”, ha aseverado. Y es que el resto de mujeres encerradas en la Modelo, ha recordado Sellés, eran prostitutas, asesinas o ladronas.

La Generalitat pide cerrar la Modelo

Por su lado, el conseller de Justicia de la Generalitat, Carles Mundó, ha recordado que la Modelo tiene 112 años y que a día de hoy todavía están encarcelados en ella 900 presos. Ha pedido “cerrar lo antes posible” la prisión Modelo como un “acto de justicia” para los represaliados. En este sentido, el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha reclamado que la cárcel, una vez se cierre, se convierta en un espacio de memoria histórica. La alcaldesa ha cogido el guante y ha confiado en poder anunciar “muy pronto” un acuerdo con la Generalitat para cerrar la prisión.

El acuerdo necesario  para cerrar la Modelo entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona todavía está pendiente de las negociaciones entre las administraciones. El anterior alcalde, Xavier Trias, firmó un convenio que nunca llegó a ejecutarse para trasladar la prisión a la Zona Franca, atendiendo una larga petición vecinal.

Cuixart también ha afeado al Estado que 41 años después de la muerte del dictador “no haya juzgado nunca” al franquismo. “El Estado español no ha rendido nunca cuentas con su pasado totalitario y todavía es cómplice de los asesinatos franquistas”, ha aseverado, algo que ha considerado “inaceptable” en la Europa del siglo XXI. “No descansaremos nunca hasta conseguir que sus crímenes sean juzgados”, ha añadido.

Además de Colau, Romeva y Forcadell, han acudido al acto, entre otros, los tenientes de alcaldía de Barcelona, Gerardo Pisarello y Jaume Asens (BComú); la diputada de la CUP, Mireia Boya; la alcaldesa de Berga, Montse Venturós (CUP); la diputada de Catalunya Sí Que es Pot, Jéssica Albiach (Podem); la expresidenta del Parlament, Núria de Gispert (Demòcrates); y los secretarios generales de CCOO y UGT de Catalunya, Joan Carles Gallego y Camil Ros.

Las mujeres quieren desbancar a Franco en las calles

Algunos ayuntamientos como Valencia, Oviedo o Cádiz fomentan los nombres de mujeres aprovechando la sustitución de los callejeros franquistas.

Las 27 constituyentes, la periodista Carmen de Burgos o la ministra Federica Montseny reemplazarán a cargos de la dictadura en las calles alicantinas.

“No se trata de cambiar todas las calles por nombres femeninos, sino de potenciar una política municipal que apueste por ello”, asegura la profesora de Historia Antigua de la Universidad de Vigo Susana Reboreda.

 

Son muchas las científicas,matemáticas, artístas, filósofas o políticas que con sus obras e ideas contribuyeron al progreso de la Humanidad
Algunos ayuntamientos impulsan los nombres de mujeres al sustituir el callejero franquista

El callejero en España tiene nombre de varón. Las mujeres se pueden contar casi con los dedos de las manos en los mapas de las ciudades. Las cifras no alcanzan el 5% en algunas como León y en otras como Cádiz son ocho el número de vías dedicadas a nombres propios de mujeres de un total de 736.

Pero las calles sí se convirtieron en espejo del golpe de Estado de 1936, la victoria del ejército franquista tres años después y la dictadura. Por eso muchas ciudades cuentan con avenidas y plazas con nombres de cargos del régimen y personalidades franquistas que, nueve años después de la aprobación de la Ley de Memoria Histórica, continúan marcando los callejeros.

Las elecciones municipales de mayo de 2015 supusieron la entrada a los consistorios de plataformas políticas y confluencias  que reavivaron el debate. Así, muchos ayuntamientos comenzaron a poner en marcha la medida a la que les obliga el artículo 15 de la ley: eliminar las calles franquistas.

Los cambios –o la declaración de intenciones– revolucionaron el panorama, pero mientras la polémica crecía, en varios puntos de España comenzaban a recopilar nombres de mujeres. Las dos circunstancias –la invisibilización femenina y las exaltaciones franquistas– han llevado a muchos grupos políticos a entrecruzarlas.

La ministra sustituye a un coronel

Pintoras, historiadoras, periodistas, científicas, republicanas, feministas, mujeres vinculadas de alguna manera a las ciudades… Algunos ayuntamientos han aprovechado la Ley de Memoria Histórica para hacerles un hueco en los callejeros. “La representación femenina actual está liderada con diferencia por monjas, reinas o vírgenes“, dice Victoria Rodríguez, de León en Común.

El grupo acaba de cerrar la votación que proponía 100 nombres de mujeres para sustituir las 35 con denominación franquista que deberá cambiar el consistorio, gobernado por el PP, a raíz de la denuncia que ha presentado el abogado Eduardo Ranz. La más votada ha sido la maestra, escritora e inventora Ángela Ruiz Robles, que en 1949 desarrolló la primera propuesta de enciclopedia mecánica.

Hipatia de Alejandría, que logró numerosos avances en el mundo de la ciencia, la astronomía y las matemáticas, Dolores Ibárruri ‘La Pasionaria’, la pedagoga María de Maeztu o Rosa Parks son algunos de los nombres recopilados. Algunos compartidos por otras ciudades como Alicante, que el pasado martes aprobó modificar el nombre de casi 50 calles franquistas.

Las 27 constituyentes –diputadas del parlamento democrático tras la dictadura– reemplazarán a Adolfo Muñoz Alonso, falangista y procurador en Cortes durante el franquismo; la periodista Carmen de Burgos sustituirá al ministro del Ejército franquista, el general Varela, y la primera mujer en ocupar un cargo ministerial en España, Federica Montseny, hará lo mismo con Teniente Coronel Chápuli.

Nombres femeninos como política municipal

“Lo primero es tomar conciencia de que las mujeres no estamos en las calles porque nos hemos acostumbrado a esta invisibilidad y lo segundo es tener voluntad política”, afirma la profesora de Historia Antigua de la Universidad de Vigo, Susana Reboreda. “No se trata de cambiar todas las calles por nombres femeninos, sino de potenciar una política municipal que apueste por ello”, prosigue.

Es el caso de Valencia, cuya Comisión de Igualdad ha dado luz verde a la medida de que cuatro de cada cinco calles que se denominen a partir de ahora tengan nombre de mujer. “Esto afectará a las calles franquistas que se van a renombrar y a las nuevas”, afirman fuentes de Cultura.

La decisión ya ha sido tomada en el municipio valenciano de Quart de Poblet, que tiene en marcha una consulta ciudadana para suplir ocho vías que aluden a nombres de la dictadura por mujeres de una lista de 24 ilustres. Entre ellas, Rosa Luxemburgo, Las 13 Rosas, Marie Curie o Carmen Martín Gaite.

Un criterio, el de incluir a mujeres, que también tendrán en cuenta en Oviedo, gobernado por Somos Oviedo, PSOE e Izquierda Unida. “Se está cerrando la lista final de vías que se deben modificar, que serán 22”, aseguran fuentes del consistorio. Bilbao y Cádiz también seguirán esta tendencia, que en Santander está de momento paralizada.

Ganemos Santander Sí Se Puede presentó una moción en el pleno que fue rechazada con los votos en contra de PP y Ciudadanos. Quería romper con el callejero marcado por el franquismo, pero también por el machismo. “Nuestra apuesta era renombrar las calles con mujeres represaliadas por la dictadura, muchas abanderadas del feminismo en España”, apunta Susana Ruiz, coordinadora general de la formación.

La ciudad gaditana, sin embargo, sí se sacudirá el franquismo de sus calles. Los datos que ha recopilado hasta ahora el consistorio reflejan la oscuridad a la que han sido sometidos los nombres femeninos. Solo ocho nombres propios de mujeres tienen alguna calle. El resto se refieren a santas –Santa Bárbara, Santa Inés…–, vírgenes o denominaciones impersonales –La amante, Rosa, Concepción…–.

Adolfo Suárez no sometió a referéndum la monarquía porque las encuestas le dijeron que perdería

En una entrevista inédita al expresidente en 1995, que desvela este viernes La Sexta Columna, Suárez confiesa que incluyó la palabra rey y monarquía en la Ley de la Reforma Política de 1977 para no tener que hacer la consulta.

Según Suárez, era Felipe González quien pedía el referéndum sobre la monarquía.

eldiario.es

https://www.youtube.com/watch?v=cnkAyimqAz4

 ¿Por qué no hubo referéndum sobre monarquía o república durante la transición? Esta consulta estuvo encima de la mesa, la exigían los países extranjeros, pero se desechó. En una entrevista no conocida de la periodista Victoria Prego en 1995 al expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, Suárez responde a esta pregunta. Esta noche, La Sexta Columna hace pública por primera vez esta confesión inédita.

Adolfo Suárez asegura, en la entrevista en Antena 3, que los Gobiernos extranjeros pedían una consulta sobre monarquía o república instigados por Felipe González: “Era Felipe el que estaba pidiendo a los otros que lo pidieran”. Suárez le confiesa a Victoria Prego, pensando que no está siendo grabado, que el Estado hizo encuestas y el resultado era que monarquía perdía.

“Cuando la mayor parte de los jefes de Gobierno extranjeros me pedían un referéndum sobre monarquía o república…, hacíamos encuestas y perdíamos”, admite el expresidente fallecido en marzo de 2014. La solución para que esta consulta no se realizara fue meter “la palabra rey y la palabra monarquía en la ley” de la Reforma Política de 1977. De esta manera, “dije que había sido sometido a referéndum ya”, explica. Poniendo  monarquía en la ley, se aseguró la permanencia de la institución. 

El vídeo que abre el artículo es un avance de lo que emitirá este viernes el programa ‘La Sexta Columna’ de La Sexta a partir de las 21.30h.

El momento de exhumar a Franco

Saquemos del Valle de los Caídos a Franco y a José Antonio. ¿De verdad es necesario explicar los motivos? ¿Puede alguien que no sea franquista defender que permanezcan allí enterrados como si fueran héroes en lugar de asesinos?

Franco y sus biografías: las mil caras de un romo poliedro
Francisco Franco Bahamonde. EFE

Es ahora o ahora. 41 años después de la muerte del dictador ha llegado el momento de acabar para siempre con su negro legado. A los hijos, nietos y bisnietos de las víctimas del franquismo ya no les consuela mirar al pasado reciente para culpar de la situación actual a la complicidad de la derecha, a la cobardía de Felipe González o la injustificable marcha atrás de Zapatero con su bienintencionada Ley de Memoria Histórica. No es tiempo de lamentos sino de ejecutar, de una vez por todas, una misión democrática que el resto de Europa culminó hace 70 años.

2016 ha supuesto un impulso muy importante. La llegada de gobiernos progresistas a ayuntamientos como Valladolid, Alicante, Pamplona o Barcelona y a comunidades autónomas como Navarra, Valencia o Baleares han servido como catalizadores para la adopción de iniciativas de enorme trascendencia. En cuatro décadas de democracia, las instituciones navarras no se habían atrevido a sacar de su lujoso panteón público los restos mortales de los sanguinarios generales Mola y Sanjurjo; ni se había presentado en la Comunidad Valenciana una ley que permitirá excavar todas las fosas; ni se había visto a una consejera balear asistiendo a una exhumación; ni habíamos escuchado a los responsables de Educación en Aragón comprometerse a incorporar la represión franquista como materia de estudio en las escuelas; ni los portavoces de la Generalitat de Cataluña habían prometido trabajar hasta encontrar el cuerpo del último ‘desaparecido’.

Siendo cierto ese papel esencial de los llamados “gobiernos del cambio” y el arrastre que han suscitado en otras instituciones, nada habría sido posible sin el heroico trabajo que han desempeñado los descendientes de las víctimas y asociaciones memorialistas como la ARMH, Foro por la Memoria o Recuerdo y Dignidad. Miles de ciudadanos anónimos que se han dejado su salud, su tiempo y sus ahorros para buscar los restos de padres, madres, hermanas y abuelos. Personas como la entrañable Ascensión Mendieta, como el incansable Emilio Silva y como tantos otros, que se han quedado por el camino, son los verdaderos responsables de que la derecha no haya logrado echar una capa de olvido e impunidad sobre la memoria y los cadáveres de los más de 100.000 asesinados que continúan tirados en las cunetas.

Es una verdadera lástima que esta ola no esté siendo secundada con la determinación necesaria por otros gobiernos, teóricamente, progresistas. Dejaremos al margen Andalucía, confiando en que Susana Díaz no acabe destrozando su importantísima Ley de Memoria Democrática. Sin embargo, Castilla La Mancha, Extremadura, Asturias o el Ayuntamiento de Madrid, por citar solo algunos ejemplos, siguen actuando con los mismos complejos que nos han llevado a ser una verdadera anomalía democrática en Europa. Anomalía democrática, sí, porque lo que ocurre en nuestro país no pasa en ningún otro lugar del mundo. Solo aquí se tacha de radicales a los que exigen acabar con los vestigios de una dictadura y se justifica a quienes siguen venerando a líderes fascistas.

Para confirmar lo que somos, resulta muy revelador ver la cara incrédula que se les pone a los historiadores y periodistas alemanes o británicos cuando su colega español les explica que en su país existen calles dedicadas a los golpistas; o que un general genocida que animaba a sus soldados a violar mujeres, sigue reposando en una santísima tumba de la basílica sevillana de La Macarena. El mismo rostro de perplejidad que se les queda al conocer que el dictador español aliado de Hitler y de Mussolini continúa enterrado en un gigantesco mausoleo, construido con el sudor y la sangre de miles de presos políticos.

Somos muchos los que pensamos que esto no solo es injusto y antidemocrático sino que representa un perverso legado para las futuras generaciones. Por ello deberíamos aprovechar esta ola generada en 2016 para zanjar el tema para siempre. No es tan complicado como algunos intentan hacer creer: se trata de eliminar los símbolos de la dictadura, permitir que las familias de las víctimas recuperen los restos de sus seres queridos y hacer que en las escuelas se estudie Historia en lugar de la versión franquista de los hechos.

En ese camino tendremos que dinamitar democráticamente el Valle de los Caídos como defendió en este mismo diario Jon Lee Anderson o, en el peor de los casos, reconvertirlo en un museo dedicado a las víctimas de la dictadura. Antes de eso, como ya han propuesto varios partidos políticos y ha exigido judicialmente Baltasar Garzón, saquemos de allí a Franco y a José Antonio. ¿De verdad es necesario explicar los motivos? ¿Puede alguien que no sea franquista defender que permanezcan allí enterrados como si fueran héroes en lugar de asesinos? ¿Es necesario apelar a la imaginación para pensar en lo que sentiríamos si Hitler, Mussolini o Pétain contaran con un memorial en su honor?

Frente a estas decisiones necesarias solo se revolverá con rabia un puñado de fascistas sinceros. Otro grupo mucho mayor y más hipócrita, lo hará tratando de ocultar su filofranquismo tras las sandeces habituales: “Se reabren heridas”, “dejemos de mirar hacia el pasado”, “todos cometieron excesos”… No aceptemos sus argumentos falaces porque no hacer nada, es hacer mucho; no hacer nada, es permitir la dulcificación de la dictadura y la humillación de las víctimas; y esto es lo que llevamos tolerando desde hace 40 años.

En unos días veremos una nueva consecuencia de esta inacción: una serie de televisión humanizará a un galán llamado Ramón Serrano Suñer, responsable de innumerables crímenes y de la deportación y muerte de miles de españoles en los campos de concentración nazis. Es solo una prueba más de lo que nos espera si seguimos tragando desmemoria.

El momento, por tanto, es ya. Saquemos de sus tumbas al dictador y al fundador del partido fascista español para colocarles en el negro lugar de la Historia que les corresponde. Es hora de convertirnos en un país… normal.

Powerpoint de clase: Los rojos de ultramar (parte 1)

Tenéis acceso alo powerpoint de la clase de hoy aquí.

Aquí tenéis también algunos artículos relacionados con la clase de hoy:

El papel del personaje secundario Don Fernando en la novela Voz dormida (2002) de Dulce Chacón

Dulce Chacón introduce una galería amplia de personajes en su novela Voz dormida (2002). El personaje de Don Fernando representa a la burguesía urbana, una clase social distinta de los personajes principales femeninos. Es frecuentemente aludido a su apariencia al salir a la calle: se viste de una capa española. La capa simboliza un estatus que permite ventajas y protección, pero que también coloca el peso de responsabilidades sobre los hombros del propietario. La profesión de médico es considerada como una vocación, y por esa razón dejar de ejercerla es tal vez un signo de una crisis personal. Se revela que Don Fernando ha sido testigo de una matanza, y que él va en contra a su ética como médico. Por consiguiente, opta por trabajar de contable, lo que no es adecuado para un hombre de alto estatus social.

Es introducido al lector como patrón de Pepita, quien trabaja de criada en su casa. Ella tiene acceso a un secreto familiar oculto de la vista pública para mantener la apariencia de un matrimonio sin complicaciones. Ese hecho refleja las dos cosas sagradas para la burguesía, la educación formal de sus miembros y el matrimonio. Forman las constituyentes que esencialmente garantizan la continuidad de la capa social.

El médico vuelve a ejercer la medicina, curiosamente en la cárcel de Ventas donde están condenadas las protagonistas. La prisión carece de la higiene y de metros cuadrados, y la atención médica es insuficiente en su totalidad. Don Fernando demuestra su bondad al exigir mejoraciones a las condiciones pésimas de los dirigentes de la prisión.

El personaje burgués se ubica mayoritariamente en la vida urbana madrileña. Luego, conoce a la vida carcelaria y es testigo a las condiciones en que viven las mujeres encarceladas, pero al acabar el día laboral vuelve a su propia realidad. Las dos realidades son muy lejos una de otra, y Don Fernando tiene acceso a las dos. Sin embargo, en la cárcel aparece solamente como un profesional, sigue realizando su vocación tratando a las presas.

Los personajes secundarios masculinos aún más destacados son Mateo y Jaime que forman parte de los maquis. José María Izquierdo escribe en el artículo La literatura de la generación del cincuenta y la narrativa actual de la memoria (2004) que “Se recupera en ellos [los maquis] la figura del guerrillero antifranquista desde su perspectiva de luchador resistente, pero se soslaya una valoración de su posición política e ideológica.”  Al comparar la posición de los maquis con la del médico, las dos están en fuerte contraste. El compromiso político de Don Fernando merece poca explicación a lo largo de la obra, lo que da un toque de misterio al personaje. Sin embargo, es evidente que su compromiso le trae angustia en la situación sociopolítica española. A los maquis, en cambio, sus compromisos políticos, bien expuestas en la historia, les cuestan su libertad y sus parientes.

El médico es un personaje secundario estático, quiere decir que su desarrollo personal no está en el foco a lo largo de la obra. Esto no significa que es sin utilidad alguna, considerada la obra en conjunto. El personaje de Don Fernando sirve para ofrecer “un polo” burgués a los personajes principales de la clase obrera. La relación del médico con Pepita es introducido al lector como una profesional al principio. Sin embargo, los dos personajes llegan a necesitar uno a otro por razones ligadas a la situación política de la sociedad. El médico de supuestas afiliaciones izquierdas es dependiente del silencio de Pepita, mientras que a ella le hace falta el prestigio y el poder de la familia del médico. La realidad llena de interrelaciones que construye la autora refleja cómo personas de distintas clases sociales procuran mantener sus condiciones de vida en un sistema extraordinario. El lector no sabe exactamente si a él Don Fernando le gusta o le disgusta, por un lado es un personaje que siente simpatía hacia los desvalidos, pero por otro lado protege a todo lo suyo frente a la represión franquista aprovechando su privilegio. La ambivalencia que siente el lector hacia él es bien premeditada. Refleja un conflicto en que la política, las simpatías y los vínculos interpersonales no son todo blanco y negro.

El personaje de Don Fernando, aunque tiene un papel secundario en la obra, representa rasgos que forman una parte integrada de la historia en su totalidad. Sin él, la descripción de la realidad sociopolítica, y las condiciones de las mujeres del bando vencido no sería completa.

Fuentes

Apuntes de clase 20.10. Sobre La Voz Dormida (2002) de Dulce Chacón

IZQUIERDO, José María: “La literatura de la generación del cincuenta en España y la narrativa actual de la memoria“. Études romanes de Lund, 70, 2004, pp. 77-90.