Diario de aprendizaje II (Enrique)

En esta segunda parte de la asignatura se han tratado dos temas, el maquis, distinguiéndose entre la guerrilla organizada y la mera supervivencia aislada, y la situación carcelaria durante la guerra y la posguerra, con los agravantes de la injusticia reinante y la dura represión aplicada, entre otros.  

Como fuentes referenciales las emblemáticas novelas Luna de Lobos y La voz dormida, la evocadora película Silencio roto, de contenido sórdido y hermético, una presentación sobre Raza y Espíritu de una raza (la propaganda y el franquismo), otra sobre La memoria y el simbolismo de Las trece rosas, las explicaciones, reflexiones y comentarios de clase y una completa colección de artículos.  

Todas las narraciones se tratan desde una óptica sensibilizada con el lado republicano, la víctima humillada y oprimida por el lado vencedor, el tiránico verdugo fascista, que impone su ley del terror, sesgando impunemente vidas, desmembrando familias, forzando al exilio, ultrajando obsesivamente el alma republicana. Es cierto y se trata de delitos sumamente graves. También lo es que la considerable parte de población que nunca cuestionó al franquismo nunca los sufrió (hecho que no lo exculpa naturalmente).     

Las posturas radicales “quien no está conmigo está contra mí” eran la tónica de aquellos tiempos. No obstante, debo decir que discrepo parcialmente del soslayado planteamiento con que se enfoca el tema, pues cabe hacer matizaciones sobre el tono tan extremoso de citadas narraciones y obra cinematográfica. La verosimilitud expresada con un incuestionable valor artístico queda parcialmente mermada por su sectarismo (las atrocidades sólo las cometía un bando), su ámbito restringido (no extensible a una gran parte del pueblo) y su precaria articulación histórica, factores que, si no en su estilo sí en su fondo, comparten con la mayoría de las novelas franquistas. La voz dormida es históricamente más completa. En cualquier caso, Luna de lobos invita poderosamente a una reflexión que reservo para el final. (Las consideraciones anteriores tampoco pretenden justificar las transgresiones cometidas).    

La radicalización fue denominador común a ambos bandos, como ya dije en el diario precedente. El 18 de julio supuso en toda España un levantamiento de la veda para la caza de unos españoles por otros. En la prensa de la zona republicana se concede la justificación popular de la justicia, e incluso se aplaude que “la justicia del pueblo” -es decir, los asesinatos a mansalva por motivos muchas veces personales- se adelante e incluso suplante a la justicia del Estado. En la zona nacional los presuntos “incontrolados” eran con frecuencia conversos de organizaciones izquierdistas que trataban de justificar historias adversas; o derechistas de toda la vida que interpretaban así su afiliación  a la Falange. [“Las matanzas colectivas en territorio rebelde no excusan las que tuvieron lugar en zona republicana. … Los españoles se mataban entre sí”, afirma el historiador de afiliación comunista M. Tuñón de Lara]. En la guerra la pertenencia a uno de los bandos sólo llevaba al suicidio; tendencia que tras ella continuó. 

En el Museo del Ejército de Madrid existe un gran cuadro que evoca las matanzas con una clara leyenda: “Españoles: perdonad, pero no olvidéis”.

(Sólo cabe la más viva repulsa y condena a toda aquella degradación humana, con independencia de su signo). 

Monte, anochecer, herido, sin comer, valiente, nombre verdadero, combate sangriento, Guardia Civil, … voces componentes de una canción guerrillera que recrea al galicismo francés “maquís” (matorral o lugar poblado de matorrales), “los que se echan al monte”, “los huidos”, “los fugados”, “los del monte”, para designar a la resistencia activa antifascista de los años cuarenta. Este contingente junto con la población reclusa constituyeron los focos preferentes de la dura represión franquista.  

Desde la retirada de las guarniciones alemanas de la vertiente pirenáica en 1944, las guarniciones fronterizas españolas y los puestos de la Guardia Civil registraban movimientos sospechosos y sufrían hostigamiento y agresiones armadas. Comenzó así una prolongación de la Guerra Civil. En alegatos de tono triunfalista el ejército guerrillero español (el/los maquis) trataba de presentarse como el enemigo activo del franquismo. “La unión de bolsas de huidos al finalizar la guerra civil y de los maquis infiltrados desde Francia hizo posible la guerrilla propiamente dicha”, afirma Secundino Serrano. 

En aquel ajedrez político se creó en Buenos Aires un Comité Nacional de Liberación, apareció una Junta de Unión Nacional auspiciada por el Partido Comunista, se lanzaban manifiestos monárquicos, republicanos y nacionalistas (vascos y catalanes, naturalmente) en pro de la invasión conducente a la Reconquista de España, aludiéndose al hambre, las tenebrosas mazmorras, los pelotones de fusilamiento, el reguero de sangre y los gemidos del pueblo, etc, ante el criminal contubernio de carroña y podredumbre … de “Franco, la muerte de España, cuyo derrocamiento es el umbral de la resurrección de la patria. ¡Mueran Franco y su maldita Falange! ¡Viva el Gobierno de la República!”. … “La canalla franquista, -el “enano sangriento” y sus esbirros-, emplea contra nosotros todos sus recursos represivos y terroristas: Guardia Civil y Policía armada; moros y Tercio Extranjero; Guardia Nacional Portuguesa y contrapartidas de forajidos y espías. Pero sus esfuerzos criminales están condenados al fracaso”.   

Resultado, el sangriento fracaso de las agrupaciones guerrilleras, como los 6.000 hombres de las brigadas-cuadro (en referencia a los cuadros de mando) que en su hábil penetración por el pirineo leridano y Roncesvalles ocuparon en sorpresivo ataque varios pueblos, tras arrollar a sus guarniciones (como vimos en Silencio Roto), en cuya contraofensiva se empleó un grupo móvil de divisiones hasta envolverlos (conforme a la táctica tradicional conocida como “la horca del Caudillo”). Durante la retirada algunos grupos ya no pudieron regresar y se adentraron en el país uniéndose a los huídos, escondidos desde el final de la guerra en grupos aislados, y sobrevivieron gracias al apoyo de una parte de la población campesina.  

El Partido Comunista trató de organizar a estos hombres para crear un frente único de liberación en el interior. Las agrupaciones guerrilleras se estructuraron con forma organizada y territorial, incluyendo una escala de mandos, disciplina castrense, responsabilidades políticas y militares, se creó una escuela técnica de capacitación para guerrilleros y se publicó un boletín de combate (el periódico El guerrillero). Existían puntos de apoyo que suministraban el abastecimiento de las bases. Sus objetivos eran civiles y militares, asaltaban trenes, secuestraban personas por las que se pedía un rescate, unido a las ejecuciones ejemplarizantes de falangistas o traidores. Realizaron campañas de propaganda, principalmente entre el campesinado, mostrándose como la única esperanza para acabar con el modelo caciquista que el falangismo pretendía perpetrar. [Recuérdese que el régimen semifeudal imperante en el campo mantenía al campesinado en unas condiciones paupérrimas]. Piénsese que durante el año 1947 toda la zona de actuación de la agrupación querrillera del Levante fue declarada zona de guerra, llegando a crearse compañías móviles para su control.     

Tras una reciente Guerra Civil, ante la veracidad de lo anterior no debería sorprender que el franquismo presentara al maquis (un enemigo armado) como una “conspiración exterior” o como un grupo de bandoleros, malhechores, forajidos, terroristas con las manos manchadas de sangre”, sobre todo por minimizar su importancia. [Con la banda terrorista ETA se recurre a la misma estratégia semántica (pistoleros, asesinos, bandidos), evitándose a toda costa calificarla como organización estructurada. En Rusia se alude de igual forma a los insurgentes chechenos]. Se pagaba una recompensa de hasta 5.000 pts. por cada huido o guerrillero capturado. Su delito se tipificaba como “Rebelión Militar (Bandoleros)” en juicio sumarísimo. 

Con un lapsus de dos centurias Robin Hoods a la española como Tragabuches, José María el Tempranillo, Pasos largos, Cintas verdes, Luis Candelas, etc., nombres míticos del romántico bandolerismo andaluz nacido en los tiempos de lucha contra el invasor gabacho, pasaban el testigo a Juanín, Facerías, Quico Sabaté, Caraquemada, etc., maquis rurales y urbanos de leyenda; los Migueletes, antiguos fusileros de montaña, intercambiaban papeles con los números de la Guardia Civil, los míticos depositarios del altruismo, la heroicidad y la masculinidad en la literatura franquista.   

Por su copiosa documentación y amplitud de análisis, cabe destacar el libro escrito en dos tomos, Maquis en España (1975) y El maquis en sus documentos (1976), por  Francisco Aguado Sánchez, historiador y teniente coronel de la Guardia Civil. Conforme a los archivos de la Guardia Civil, la acción del maquis produjo (en cifras aproximadas)  1.000 muertes violentas entre la población civil, 6.000 asaltos y atracos, 8.300 actos delictivos de toda clase, murieron en acción 2.200 guerrilleros o bandoleros, 3.000 fueron capturados, 550 se entregaron de forma voluntaria y 19.500 fueron detenidos como cómplices. En la contraofensiva murieron unos 300 miembros de los cuerpos armados (Guardia Civil, Cuerpo General de Policía, Policía Armada y Ejército). [Moreno Gómez descalifica esta obra con tremenda contundencia, afirmando que está escrita “sobre bases teóricas falsas, desde una defensa a ultranza de la dictadura y su Caudillo, desde un profundo desprecio hacia el sistema democrático, y desde unas fuentes unilaterales (los exclusivos fondos de la Guardia Civil, fragmentarios, tendenciosos y con muchas lagunas),…”]. Guste o no, hay que constatar que son los únicos datos que por el momento existen.      

Aquella actividad subversiva del maquis, pese a alcanzar su apogéo entre los años 1946 y 1947 (coincidiendo con las ofensivas políticas exteriores contra la España de Franco), duró hasta 1949, fecha en que el movimiento fue prácticamente aniquilado. Y pese a las consignas reconciliadoras impartidas finalmente desde el sur de Francia por el Partido Comunista, algunas guerrillas se negaron a abandonar el monte hasta entrados los años sesenta.  

La antes referida fragmentación de los grupos guerrilleros (de grupos aislados formados por huidos, como el de Luna de lobos), la paulatina disminución del apoyo familiar y popular por el miedo y el deseo de salir de la hambruna de los años de la autarquía (conforme indica José María Izquierdo), junto al control que las fuerzas de seguridad franquistas ejercían fueron factores decisivos que llevaron a su desaparición definitiva. El acoso y espionaje desplegado por la Benemérita fue de tal intensidad (téngase Silencio Roto como ejemplo) que  hasta familias enteras abandonaron todo lo que tenían para echarse literalmente al monte e ingresar en la guerrilla. “Ir a la cárcel en aquella época era ir a que te mataran a palos”, cuenta Remedios Montero, Celia, detenida en 1952 y que permaneció en prisión hasta 1960.  

El olvido los conmina a una supervivencia feroz, a una muerte en vida,  como es el caso del legendario Gregorio García Díaz, Gorete, cuyo solitario destierro en una fría y recóndita cueva se prolongó durante más de once años. El hombre que  presencia el entierro de su madre a través de unos prismáticos y siega por agradecimiento a la luz de la luna la hierba de una familia en Luna de lobos. Pese a todo, la dadivosa España democrática no llegó ni a indemnizarle mínimamente.   

La paradigmática “lucha borrosa” del maquis fue silenciada durante el régimen franquista (su lógica política para encubrir la actividad subversiva), paradójicamente incluso por el Partido Comunista, los gobiernos democráticos y las élites políticas e intelectuales. Además, la Transición fue útil para pasar de la dictadura a la democracia, pero no fue justa, ya que se construyó con una amnesia y olvido patentes, conforme observación de Secundino Serrano.  

La realidad histórica de la guerrilla antifranquista ha sido una de las áreas más desconocidas por la opinión pública y más abandonadas por la historiografía tradicional. Entre otras realidades del pasado que aúnan silencio histórico y trauma mencionar los campos de concentración franquistas, los trabajos forzados, la construcción del Valle de los Caídos, la oposición antifranquista protagonizada por mujeres, el robo de niños a los rojos, los desaparecidos, los topos, etc. Conforme a la teoría del trauma, toda víctima de un trauma no suele reconocerse a sí misma como tal víctima y evade el tema guardando silencio. El silencio es un modo de vida con el que sujeto se siente psíquicamente protegido del terror experimentado. De ahí el deseo de algunos autores a romper su silencio mediante la construcción de una memoria histórica, como representa la película vista, Silencio roto (2000).     

“Bandoleros (asesinos y secuestradores, orquestados por la “bestia parda” del Partido Comunista), héroes (valerosos y altruistas que no dudan en dar su vida por la libertad y la justicia -La voz dormida y Silencio roto-) y supervivientes (de una extrema represión y expuestos a extremas condiciones de vida; cuya la heroicidad es resultado de la lucha contra la naturaleza, que también se ha convertido en enemiga -Luna de lobos- )” son tres modelos básicos de representación del maquis español según se hayan producido en la España franquista, la del exilio o la democrática.   

Concluyo mencionando Luna de lobos. Un relato mitificador de la Guerra Civil por su dialéctica entre mito (la luna, el sol de los muertos) y trauma (los lobos, los maquis apartados de la sociedad, perseguidos a muerte, que tienen que sobrevivir en condiciones extremas, llegando incluso a matar como alimañas salvajes). Un canto a la bondad y a la maldad, al entorno aliado y al hostil, a la oscuridad y a la soledad, a la astucia y al silencio, a la resistencia o a la muerte. Está llena de matices muy sugerentes sobre la esencia del ser humano y la vida misma. Su prosa poética y su contenido filosófico me han resultado fascinantes. 

Fuentes: 

Aguado Sánchez, Francisco, 1975 y 1976. Maquis en España y El maquis y sus documentos.  

De la Cierva, Ricardo, 1976. La Historia se confiesa. Tomos III y V. Planeta. Barcelona.

Izquierdo, José María. 2002. Maquis: Guerrilla antifranquista. Un tema en la literatura de la memoria española.

http://www.duo.uio.no/roman/Art/Rf-16-02-2/esp/Izquierdo.pdf 

Llamazares, Julio. 1991. “Adiós a Gorete”. En Babia. Seix Barral. Barcelona.  

Los últimos guerrilleros. La historia de los maquis. Documental.  

Moreno-Nuño, Carmen. 2006. Las huellas de la Guerra Civil. Mito y trauma en la narrativa de la España democrática. Ediciones Libertarias. Madrid. 

Serrano, Secundino. 2001. Entrevista: Antifranquista. Nueva Leer nro. 122.  Serrano,

Secundino. 2001. Maquis: Historia de la guerrilla antifranquista. 

10 thoughts on “Diario de aprendizaje II (Enrique)”

  1. Muchas gracias, Enrique. No quiero comentar tu diario hasta que lo haya hecho primero la próxima persona que postea su diario (acordamos en la clase que a cada uno le tocaba comentar el diario anterior al suyo). Espero que los demás no tarden mucho en terminar sus diarios.

  2. Acabo de releer tu diario de aprendizaje para comentarlo. Lo que me gusta mucho en tu manera de escribir es que utilizas varias fuentes diferentes y nos das mucha información histórica (que por lo menos yo desconocía). Sin embargo, me hubiese gustado ver más reflexión personal, por ejemplo de las matices sobre la esencia del ser humano y de la vida misma en Luna de lobos.

  3. Gracias, Päivi, por tomarte la molestia de sopesar mi diario y el modo en que lo haces.

    Como sabéis, no me es fácil escribir abiertamente sobre este tema. Lo veo desde una perspectiva distinta y sin querer me involucra emocionalmente. Creo que los hechos, novelescos y reales, desde sus respectivas ópticas hablan por sí solos. Por eso, el sentido de mis “reflexiones” las puedes entrever/interpretar detrás del resumen que entresaco sobre el tema que comento.

    Respecto a lo que aludes de reflexionar sobre la esencia del ser humano y la vida misma, es una disertación que da para mucho. Me refiero a que a través de todos esos personajes y el mundo tan descarnado en que viven se abre (al menos ante mí) la esencia de la naturaleza humana y se pueden establecer equiparaciones con el mundo que consideramos como el normal. Brevemente decir que, cada persona vive sola (en su esencia), es objeto de ataques (de muy diversa índole), es atacante a su vez, emula otras conductas que le son ajenas, busca apoyo en los seres queridos, pese a las dificultades trata continuamente de vislumbrar soluciones a los problemas, el futuro es camino a la esperanza, etc, etc; los contrastes que cito sobre Luna de lobos, precisamente, aunado el casi mágico estilo con que Llamazares lo envuelve (el hombre también tiende a dulcificar sus/las historias más duras). A eso me refería.

  4. Aunque Päivi ya ha comentado tu diario, yo también quiero decir algo. Como tu texto es bastante largo, no lo voy a comentarlo punto por punto, aunque me temo que mi comentario va a ser bastante largo (se nota que has trabajado mucho y creo que tu trabajo merece una respuesta detallada). Primero voy a hacer algunas observaciones generales y luego comentaré algunos párrafos concretos.

    Empezaré por lo positivo. En primer lugar, se ve que el tema te interesa y te apasiona, lo cual me alegra. Has leído mucho sobre el maquis y aportas datos y bibliografía, lo cual está muy bien. Por otro lado, utilizas bastante espacio para explicar lo que has leído y los datos que has averiguado y un poco menos para analizarlos y reflexionar sobre ellos; me gustaría que fuese al revés. Además, estaría bien que fueses más sintético a la hora de escribir porque el formato de blog no favorece los textos largos, se hacen algo pesados. Una posible solución para esto sería elegir un tema muy bien definido y discutir sólo eso; ahora quieres comentar muchas cosas y, así, el texto se alarga y el lector se pierde con más facilidad. Asimismo, definir mejor el tema de tu diario te permitiría profundizar más en lo que dices; en este diario tocas muchos temas que me parecen interesantes (indicaré algunos más adelante), pero no ahondas mucho en ellos.

    Una cosa más sobre la bibliografía. Está muy bien que la incluyas y que cites varias fuentes, pero me he dado cuenta que en tu bibliografía no aparecen todas las obras a las que haces referencia en tu diario. En tu diario hay también algunas citas sin indicación bibliográfica. Evidentemente, un diario de aprendizaje no es un artículo científico, sino un género más libre en cuanto a la forma, pero en cualquier tipo de trabajo académico habría que indicar bien las fuentes. (Indicaré los párrafos en cuestión más adelante.)

    A continuación, reproduciré primero un párrafo de tu diario y luego mis comentarios, creo que así quedará más claro lo que quiero decir. (Hay todo tipo de comentarios, unos muy puntuales y sin mayor importancia, otros más generales y quizás más relevantes.)

    En esta segunda parte de la asignatura se han tratado dos temas, el maquis, distinguiéndose entre la guerrilla organizada y la mera supervivencia aislada, y la situación carcelaria durante la guerra y la posguerra, con los agravantes de la injusticia reinante y la dura represión aplicada, entre otros.

    Más que tratar el tema de maquis o de la situación carcelaria en sí, he querido hablar de la representación literaria y/o cinematográfica de estos dos temas (por lo menos eso ha sido mi intención).

    Como fuentes referenciales las emblemáticas novelas Luna de Lobos y La voz dormida, la evocadora película Silencio roto, de contenido sórdido y hermético, una presentación sobre Raza y Espíritu de una raza (la propaganda y el franquismo), otra sobre La memoria y el simbolismo de Las trece rosas, las explicaciones, reflexiones y comentarios de clase y una completa colección de artículos.

    ¿Te ha parecido hermética la película Silencio roto? ¿En qué sentido?

    Las posturas radicales “quien no está conmigo está contra mí” eran la tónica de aquellos tiempos. No obstante, debo decir que discrepo parcialmente del soslayado planteamiento con que se enfoca el tema, pues cabe hacer matizaciones sobre el tono tan extremoso de citadas narraciones y obra cinematográfica. La verosimilitud expresada con un incuestionable valor artístico queda parcialmente mermada por su sectarismo (las atrocidades sólo las cometía un bando), su ámbito restringido (no extensible a una gran parte del pueblo) y su precaria articulación histórica, factores que, si no en su estilo sí en su fondo, comparten con la mayoría de las novelas franquistas. La voz dormida es históricamente más completa. En cualquier caso, Luna de lobos invita poderosamente a una reflexión que reservo para el final. (Las consideraciones anteriores tampoco pretenden justificar las transgresiones cometidas).

    Creo que entiendo bien la primera parte del párrafo (opinas que la verosimilitud de los relatos analizados sufre por la toma de postura a favor de los perdedores de la guerra), aunque no utilizaría una palabra tan fuerte como ‘sectarismo’. Sin embargo, no me queda claro lo que quieres decir en la segunda parte del párrafo. ¿Por qué mermaría la verosimilitud del relato el ámbito restringido en que se desarrolla? La lucha contra el maquis, por ejemplo, tuvo lugar en un ámbito bastante restringido (el rural, y no en todo el país). A lo mejor no entiendo bien lo que quieres decir. También me gustaría que explicases mejor lo que quieres decir sobre la “precaria articulación histórica”, sobre todo porque luego dices que La voz dormida resulta históricamente más completa que Luna de lobos. ¿Por qué? ¿Y qué quieres decir con que las novelas analizadas en clase comparten con la mayoría de las novelas franquistas “si no en su estilo sí en su fondo”? En suma, evocas cuestiones interesantes, pero luego los abandonas sin desarrollarlas prácticamente.

    La radicalización fue denominador común a ambos bandos, como ya dije en el diario precedente. El 18 de julio supuso en toda España un levantamiento de la veda para la caza de unos españoles por otros. En la prensa de la zona republicana se concede la justificación popular de la justicia, e incluso se aplaude que “la justicia del pueblo” -es decir, los asesinatos a mansalva por motivos muchas veces personales- se adelante e incluso suplante a la justicia del Estado. En la zona nacional los presuntos “incontrolados” eran con frecuencia conversos de organizaciones izquierdistas que trataban de justificar historias adversas; o derechistas de toda la vida que interpretaban así su afiliación a la Falange. [”Las matanzas colectivas en territorio rebelde no excusan las que tuvieron lugar en zona republicana. … Los españoles se mataban entre sí”, afirma el historiador de afiliación comunista M. Tuñón de Lara]. En la guerra la pertenencia a uno de los bandos sólo llevaba al suicidio; tendencia que tras ella continuó.

    Como dije en las primeras clases, al principio de la guerra el Gobierno legítimo perdió las riendas durante un tiempo y en muchas zonas los grupos revolucionarios tomaron el poder, y tuvieron lugar matanzas, que el Gobierno no aprobaba. Sin embargo, en la zona nacional las matanzas fueron toleradas y hasta incitadas por las autoridades. Esta parece ser la postura de la mayorías de los historiadores hoy en día, entre ellos Preston. Tu afirmación de que “[e]n la zona nacional los presuntos ‘incontrolados’ eran con frecuencia conversos de organizaciones izquierdistas” me parece simplemente fantástica y muy propia de propaganda franquista (¿de qué fuente has sacado semejante idea?). Cosas terribles pasaron seguramente en los dos bandos, sobre eso estamos de acuerdo, pero creo que también hubo importantes diferencias. En este párrafo citas a Tuñon de Lara, pero la fuente no aparece en la bibliografía.

    En aquel ajedrez político se creó en Buenos Aires un Comité Nacional de Liberación, apareció una Junta de Unión Nacional auspiciada por el Partido Comunista, se lanzaban manifiestos monárquicos, republicanos y nacionalistas (vascos y catalanes, naturalmente) en pro de la invasión conducente a la Reconquista de España, aludiéndose al hambre, las tenebrosas mazmorras, los pelotones de fusilamiento, el reguero de sangre y los gemidos del pueblo, etc, ante el criminal contubernio de carroña y podredumbre … de “Franco, la muerte de España, cuyo derrocamiento es el umbral de la resurrección de la patria. ¡Mueran Franco y su maldita Falange! ¡Viva el Gobierno de la República!”. … “La canalla franquista, -el “enano sangriento” y sus esbirros-, emplea contra nosotros todos sus recursos represivos y terroristas: Guardia Civil y Policía armada; moros y Tercio Extranjero; Guardia Nacional Portuguesa y contrapartidas de forajidos y espías. Pero sus esfuerzos criminales están condenados al fracaso”.

    Aquí sólo me gustaría saber de dónde procede la cita que está entre comillas.

    Por su copiosa documentación y amplitud de análisis, cabe destacar el libro escrito en dos tomos, Maquis en España (1975) y El maquis en sus documentos (1976), por Francisco Aguado Sánchez, historiador y teniente coronel de la Guardia Civil. Conforme a los archivos de la Guardia Civil, la acción del maquis produjo (en cifras aproximadas) 1.000 muertes violentas entre la población civil, 6.000 asaltos y atracos, 8.300 actos delictivos de toda clase, murieron en acción 2.200 guerrilleros o bandoleros, 3.000 fueron capturados, 550 se entregaron de forma voluntaria y 19.500 fueron detenidos como cómplices. En la contraofensiva murieron unos 300 miembros de los cuerpos armados (Guardia Civil, Cuerpo General de Policía, Policía Armada y Ejército). [Moreno Gómez descalifica esta obra con tremenda contundencia, afirmando que está escrita “sobre bases teóricas falsas, desde una defensa a ultranza de la dictadura y su Caudillo, desde un profundo desprecio hacia el sistema democrático, y desde unas fuentes unilaterales (los exclusivos fondos de la Guardia Civil, fragmentarios, tendenciosos y con muchas lagunas),…”]. Guste o no, hay que constatar que son los únicos datos que por el momento existen.

    No creo que sean los únicos datos, hay muchos estudios más recientes y probablemente bastante más rigurosos del maquis. En todo caso, más que exponer cifras o acopilar datos, me interesaría tu propia postura ante esos materiales, tú análisis e interpretación. En este párrafo citas a Moreno Gómez, pero la fuente no aparece en la bibliografía.

    La realidad histórica de la guerrilla antifranquista ha sido una de las áreas más desconocidas por la opinión pública y más abandonadas por la historiografía tradicional. Entre otras realidades del pasado que aúnan silencio histórico y trauma mencionar los campos de concentración franquistas, los trabajos forzados, la construcción del Valle de los Caídos, la oposición antifranquista protagonizada por mujeres, el robo de niños a los rojos, los desaparecidos, los topos, etc. Conforme a la teoría del trauma, toda víctima de un trauma no suele reconocerse a sí misma como tal víctima y evade el tema guardando silencio. El silencio es un modo de vida con el que sujeto se siente psíquicamente protegido del terror experimentado. De ahí el deseo de algunos autores a romper su silencio mediante la construcción de una memoria histórica, como representa la película vista, Silencio roto (2000).

    En este párrafo abordas el tema del trauma, que me interesa mucho. Sin embargo, es una cuestión muy compleja y creo que merecería mayor profundización, sobre todo en este caso en que estamos hablando de varias generaciones (el director Montxo Armendáriz nació en 1949 y, por lo tanto, no vivió los años más traumatizantes). Si quieres leer más sobre este tema, te recomiendo los libros de Cathy Carruth y Dominick LaCapra. Asimismo, Marianne Hirsch ha escrito mucho sobre la transmisión de la memoria y de la adopción de la memoria traumática por las generaciones siguientes.

    “Bandoleros (asesinos y secuestradores, orquestados por la “bestia parda” del Partido Comunista), héroes (valerosos y altruistas que no dudan en dar su vida por la libertad y la justicia -La voz dormida y Silencio roto-) y supervivientes (de una extrema represión y expuestos a extremas condiciones de vida; cuya la heroicidad es resultado de la lucha contra la naturaleza, que también se ha convertido en enemiga -Luna de lobos- )” son tres modelos básicos de representación del maquis español según se hayan producido en la España franquista, la del exilio o la democrática.

    Aquí citas sin mencionar la fuente. Me gustaría que, aparte de citar, comentases también lo que opinas tú mismo sobre la tipología tripartita o de las representaciones mismas.

    Concluyo mencionando Luna de lobos. Un relato mitificador de la Guerra Civil por su dialéctica entre mito (la luna, el sol de los muertos) y trauma (los lobos, los maquis apartados de la sociedad, perseguidos a muerte, que tienen que sobrevivir en condiciones extremas, llegando incluso a matar como alimañas salvajes). Un canto a la bondad y a la maldad, al entorno aliado y al hostil, a la oscuridad y a la soledad, a la astucia y al silencio, a la resistencia o a la muerte. Está llena de matices muy sugerentes sobre la esencia del ser humano y la vida misma. Su prosa poética y su contenido filosófico me han resultado fascinantes.

    Aquí no queda claro a qué te refieres con la dialéctica entre mito y trauma. La idea me parece muy interesante, pero deberías desarrollarla más o el lector no sabe a qué te refieres. Asimismo, mencionas que la novela está llena de matices sugerentes sobre la esencia del ser humano y la vida misma, pero luego abandonas el lector sin aclarar cuáles son. Como dije al principio, creo que sería mejor definir muy estrictamente el tema que quieres tratar y luego profundizar en él, en vez de sugerir muchas cuestiones pero no poder ahondar en ellas. Entiendo que hay muchos temas que te interesan y que quieres comentar, pero también hay que pensar en los lectores! (Aunque me temo que no soy la mejor persona para decir esto después de haber escrito un comentario larguííííísimo…)

    Muchas gracias por tu diario, Enrique, me parece que en ella sugieres muchas preguntas interesantes. (Por cierto, no pretendo que contestes a las preguntas que hago en el comentario, sería muchísimo trabajo para ti; puedes considerarlas más bien como preguntas retóricas que yo he hecho a la hora de leer tu texto, o como consejos para el próximo diario.)

  5. Gracias, Elina, por la lectura y comentario evaluativo de mi diario II. Ignoraba lo del formato del blog, por lo que siento haberme extendido rayando en la pesadez con ambos diarios. No fue premeditado sino debido al interés que el marco histórico que tocamos me suscita. Seré sintético en los tres restantes.

    Primero decir que, pese a la impresión causada, no olvido que estudiamos la representación de la guerra civil española y el franquismo conforme a varias novelas de autores nacidos a partir de los cincuenta, así como que uno de los objetivos de la asignatura es ampliar los conocimientos de la historia española sobre la Guerra Civil y el franquismo. Como sabes mi desaparecido “tío Ramiro”, casi toda mi familia y entorno social más próximo estaban con el bando del cuasi sempiterno “enano sangriento” y compañía. Pese a la treintena transcurrida desde su muerte –en la cama, como todo dictador que se precie-, la impronta educativa recibida y mis más que positivas experiencias de infancia y juventud refrenan mi deseo de participar por escrito en una crítica abierta hacia la figura del Caudillo. Sé que está oficialmente condenado por las innumerables tropelías/”excesos” cometidos durante su mandado, pero abundar en ello me incomoda, y desearía acordarme de todo lo positivo (su anticomunismo, su sentido de unidad de la patria, etc, etc, pese a todas sus torpezas y limitaciones).

    A Päivi ya le comenté que el sentido de mis “reflexiones personales” debería entreverse del resumen entresacado. La figura del maquis que nos ofrecieron las novelas leídas y analizadas me resultó parcial y, por vagos recuerdos que conservo, traté de familiarizarme un poco con el fondo histórico del tema. Entendí que el importante carácter lúdico y artístico de la novela histórica parece que por inercia tiende a desvirtuar parcialmente el contenido de la realidad histórica. Y, a diferencia de Eerika, la disonancia entre ambos aspectos a mí sí me importa. Así, elaboré un diario no falto de redacción y estructuración propia, estableciendo relaciones con el material tratado y entremezclando entre líneas no pocas alusiones personales no copiadas de ningún sitio (pese a la impresión de mera transcripción causada).

    Respondiendo a tus preguntas, comienzo diciendo que soy sin duda un pésimo analista literario y que no sé que otro análisis puedo hacer de los datos que aporto. Creo que toda la exposición estaba clara y hablaba por sí misma; redundar en ello para mí estaría de más. Si el mensaje principal no se ha extendido, diré que el indefenso maquis que nos presenta Llamazares no se corresponde con la realidad del movimiento guerrillero que se trató de reorganizar. Había mucho más. Las ofensivas del maquis y sus variadas actividades delictivas han quedado minimizadas y justificadas en esas novelas y película. Pese a lo anterior, siento que mi idea y estilo hayan pecado de superficialidad.

    Lo de la bibliografía me queda entendido. En el apartado final creo haber puesto todas las fuentes consultadas.

    ¿Te ha parecido hermética la película Silencio roto? ¿En qué sentido?

    Sí, hermético, cerrado, aislado, en el sentido del pequeño recinto poblacional (cuatro casas) sometidas al férreo control, despotismo e instinto asesino de semejante “Guardia Civil” (que no parece estar en defensa del bien y la seguridad de los ciudadanos, sino de su caza y tortura). Daba la pesadillesca impresión de estar todo el pueblo como metido en recipiente hermético (sin escapatoria) y que ese cuerpo armado lo aporreaba con completa impunidad. De ahí el hermetismo aludido. Por lo visto la autoridad judicial no existía. La ley y el castigo provenían caprichosamente del puesto de la Guardia Civil (aspecto que parece extraño).
    [Sobre lo del castigo por lo del “me c. en Dios” –que Hanna nos refiere como algo hoy trivial- (aunque creo que más habitual sería decir “me c. en diez/la leche” y no citar ni a su padre/madre/muertos, etc) claro que fue totalmente desmesurado, pero es que a ninguna persona temerosa de Dios se le ocurría decir algo así en aquellos tiempos y menos al lado de la Policía Armada o de la Guardia Civil, a menos que quisiese provocarla].

    Como fuentes referenciales las emblemáticas novelas Luna de Lobos y La voz dormida, la evocadora película Silencio roto, de contenido sórdido y hermético, una presentación sobre Raza y Espíritu de una raza (la propaganda y el franquismo), otra sobre La memoria y el simbolismo de Las trece rosas, las explicaciones, reflexiones y comentarios de clase y una completa colección de artículos.
    Las posturas radicales “quien no está conmigo está contra mí” eran la tónica de aquellos tiempos. No obstante, debo decir que discrepo parcialmente del soslayado planteamiento con que se enfoca el tema, pues cabe hacer matizaciones sobre el tono tan extremoso de citadas narraciones y obra cinematográfica. La verosimilitud expresada con un incuestionable valor artístico queda parcialmente mermada por su sectarismo (las atrocidades sólo las cometía un bando), su ámbito restringido (no extensible a una gran parte del pueblo) y su precaria articulación histórica, factores que, si no en su estilo sí en su fondo, comparten con la mayoría de las novelas franquistas. La voz dormida es históricamente más completa. En cualquier caso, Luna de lobos invita poderosamente a una reflexión que reservo para el final. (Las consideraciones anteriores tampoco pretenden justificar las transgresiones cometidas).

    Creo que entiendo bien la primera parte del párrafo (opinas que la verosimilitud de los relatos analizados sufre por la toma de postura a favor de los perdedores de la guerra), aunque no utilizaría una palabra tan fuerte como ‘sectarismo’. Sin embargo, no me queda claro lo que quieres decir en la segunda parte del párrafo. ¿Por qué mermaría la verosimilitud del relato el ámbito restringido en que se desarrolla? La lucha contra el maquis, por ejemplo, tuvo lugar en un ámbito bastante restringido (el rural, y no en todo el país). A lo mejor no entiendo bien lo que quieres decir. También me gustaría que explicases mejor lo que quieres decir sobre la “precaria articulación histórica”, sobre todo porque luego dices que La voz dormida resulta históricamente más completa que Luna de lobos. ¿Por qué? ¿Y qué quieres decir con que las novelas analizadas en clase comparten con la mayoría de las novelas franquistas “si no en su estilo sí en su fondo”? En suma, evocas cuestiones interesantes, pero luego los abandonas sin desarrollarlas prácticamente.

    Digo sectarismo, refiriéndome a su carácter parcial, que sólo ofrece la visión de una parte (pero no me refiero al sentido extremoso del término de que fueran fanáticos pertenecientes a sectas). Sectario equivale a partidista.

    Lo del ámbito restringido, me refiero al ámbito poblacional. No sé, pero tales narraciones y película parecen dejar la impresión de que lo sufrido por sus protagonistas y familiares era una situación extendida en la sociedad, algo común, y yo creo que se trataba de una minoría, pues una gran parte se exilió del país y otra vivió una vida pacífica pese a su distinta ideología (todas las personas que no estaban implicadas directamente en el conflicto, ni podían resultar sospechosas de ello. Pero injusticias y venganzas donde pagaron justos por pecadores claro que ocurrieron -como por bordar la bandera republicana o por hacer públicamente algún comentario improcedente, por ejemplo, que leímos).

    Con lo de la precaria articulación histórica, me refiero a que se cuentan histórias por el mero placer de dar a conocer las injusticias ocurridas, con frágil semblanza histórica, aunque se haga en preciosa prosa y esté repleto de entresijos psicológicos como es el caso de Llamazares. Creo que una novela escenificada en un contexto histórico tan convulsivo como el tratado ganaría más con la introducción de alusiones/pinceladas históricas para parecer más creíble y tener más calada social. La obra leída de Dulce Chacón, pese a puntuales ingenuidades, es buena muestra de ello, aventajando en mucho en ese aspecto a la de Llamazares. Comprendo que las pretensiones de cada autor son distintas.

    Dije que las novelas analizadas en clase comparten tales factores con la mayoría de las novelas franquistas “si no en su estilo sí en su fondo”, por tratarse de un material propagandístico/(histórico)divulgativo/reivindicativo/artístico, en el simple sentido de que cada cual “barre para casa”, los papeles de la maldad y la bondad se intercambian conforme a la inclinación política de su autor/autores (considérese al tribunal censor también como coautor durante el franquismo). Ni unas ni otras me parecen verosímiles. Habría que hacer un difícil combinado entre ambas para conseguirlo. Sería importante señalar al otro bando con menos extremismo (todo bueno o todo malo). No, sino que sin rechazos traumáticos (lo cual aún resulta imposible de pedir) se supiese o pudiese reconocer también aspectos positivos del contrario, a verle gestos de humanidad, dentro de una misma obra. Este sería el paso decisivo hacia la auténtica reconciliación.

    Respecto al estilo, está claro que durante el franquismo se hablaba de otra forma, con orgullo triunfalista, pomposidad y grandilocuencia, emotivo preciosismo y estilo santificador. [Se me ocurre citar al admirado Emilio Romero, destacado periodista y escritor, ganador del Premio Planeta en 1957 con La paz empieza nunca]. En las actuales, pese a los distintos estilos, el lenguaje es logicamente más moderno, palpable y carente de una prosopopeya como bajada de las alturas. Los estilos han cambiado ostensiblemente.

    La radicalización fue denominador común a ambos bandos, como ya dije en el diario precedente. El 18 de julio supuso en toda España un levantamiento de la veda para la caza de unos españoles por otros. En la prensa de la zona republicana se concede la justificación popular de la justicia, e incluso se aplaude que “la justicia del pueblo” -es decir, los asesinatos a mansalva por motivos muchas veces personales- se adelante e incluso suplante a la justicia del Estado. En la zona nacional los presuntos “incontrolados” eran con frecuencia conversos de organizaciones izquierdistas que trataban de justificar historias adversas; o derechistas de toda la vida que interpretaban así su afiliación a la Falange. [”Las matanzas colectivas en territorio rebelde no excusan las que tuvieron lugar en zona republicana. … Los españoles se mataban entre sí”, afirma el historiador de afiliación comunista M. Tuñón de Lara]. En la guerra la pertenencia a uno de los bandos sólo llevaba al suicidio; tendencia que tras ella continuó.

    Como dije en las primeras clases, al principio de la guerra el Gobierno legítimo perdió las riendas durante un tiempo y en muchas zonas los grupos revolucionarios tomaron el poder, y tuvieron lugar matanzas, que el Gobierno no aprobaba. Sin embargo, en la zona nacional las matanzas fueron toleradas y hasta incitadas por las autoridades. Esta parece ser la postura de la mayorías de los historiadores hoy en día, entre ellos Preston. Tu afirmación de que “[e]n la zona nacional los presuntos ‘incontrolados’ eran con frecuencia conversos de organizaciones izquierdistas” me parece simplemente fantástica y muy propia de propaganda franquista (¿de qué fuente has sacado semejante idea?). Cosas terribles pasaron seguramente en los dos bandos, sobre eso estamos de acuerdo, pero creo que también hubo importantes diferencias. En este párrafo citas a Tuñon de Lara, pero la fuente no aparece en la bibliografía.

    Sobre lo de las matanzas, si historiadores como Preston llegan a esa conclusión, no me extraña, y respeto sus conclusiones, igualmente que hago eco de lo dicho por historiadores españoles como Ricardo de la Cierva (derechista) y Manuel Tuñón de Lara (comunista exiliado, ya fallecido, de gran prestigio). [Me parece que para calibrar adecuadamente la multiplicidad de factores y matices inherentes a semejante conflicto social, el historiador, con independencia de su nacionalidad, tiene que ser imparcial, un profundo conocedor de la lengua, la cultura del país, etc. El valioso material que el historiador Paul Preston recopila en sus dos obras, lo salpica tomando parte en el conflicto y desvirtuando con demasiada frecuencia el auténtico sentido de las cosas. No sé si es por su ideología política o porque realmente algunas cosas no las entiende; pero distorsiona el sentido. No lo digo con ánimo de ofensa, sino sinceramente. El reputado hipanista John Elliott, aunque estudioso de otro período histórico, me parece un autor neutral y excepcional.

    La afirmación a la que te refieres está en La historia se confiesa, tomo 3, capítulo Romper un tabú: El falso millón de muertos/ El número real de víctimas/Los asesinatos en las dos retaguardias (pág. 9) y La noble versión de Tuñón de Lara(pág. 10).
    Al final del capítulo se citan las fuentes más interesantes en las que se han apoyado, entre otras: Tuñón de Lara, M. (1974). La España del siglo XX. Tomo III. Laia. Barcelona.

    En aquel ajedrez político se creó en Buenos Aires un Comité Nacional de Liberación, apareció una Junta de Unión Nacional auspiciada por el Partido Comunista, se lanzaban manifiestos monárquicos, republicanos y nacionalistas (vascos y catalanes, naturalmente) en pro de la invasión conducente a la Reconquista de España, aludiéndose al hambre, las tenebrosas mazmorras, los pelotones de fusilamiento, el reguero de sangre y los gemidos del pueblo, etc, ante el criminal contubernio de carroña y podredumbre … de “Franco, la muerte de España, cuyo derrocamiento es el umbral de la resurrección de la patria. ¡Mueran Franco y su maldita Falange! ¡Viva el Gobierno de la República!”. … “La canalla franquista, -el “enano sangriento” y sus esbirros-, emplea contra nosotros todos sus recursos represivos y terroristas: Guardia Civil y Policía armada; moros y Tercio Extranjero; Guardia Nacional Portuguesa y contrapartidas de forajidos y espías. Pero sus esfuerzos criminales están condenados al fracaso”.

    Aquí sólo me gustaría saber de dónde procede la cita que está entre comillas.

    La historia se confiesa, tomo 5, capítulo El maquis en España: la leyenda y los documentos/Las estadísticas definitivas del maquis/La invasión del Pirineo (a/pág. 147); Partidos de Galicia (Ha sonado la hora de la ofensiva general) (b/ y c/pág. 159). Textualmente:

    a/ “Franco en el poder es la muerte de España. El derrocamiento de Franco es el umbral de la resurrección de la patria”.

    b/ “La canalla franquista emplea contra nosotros todos sus recursos represivos y terroristas. Guardia Civil y Policía Armada; moros y Tercio Extranjero; Guardia Nacional Portuguesa y contrapartidas de forajidos; espías y provocadores; todo es utilizado por Franco para destruirnos. Pero sus esfuerzos criminales están condenados al fracaso. El ‘enano sangriento’ y sus esbirros ignoran que la guerrilla es pueblo y, como pueblo, es invencible. … Intentan privarnos del apoyo del pueblo calificándonos de ‘bandoleros’. Este es el recurso de todos los verdugos fascistas cuando se ven perdidos. … Hitler … Napoleón … ”

    c/ “¡Mueran Franco y su maldita Falange! ¡Viva el Gobierno de la República!”

    Por su copiosa documentación y amplitud de análisis, cabe destacar el libro escrito en dos tomos, Maquis en España (1975) y El maquis en sus documentos (1976), por Francisco Aguado Sánchez, historiador y teniente coronel de la Guardia Civil. Conforme a los archivos de la Guardia Civil, la acción del maquis produjo (en cifras aproximadas) 1.000 muertes violentas entre la población civil, 6.000 asaltos y atracos, 8.300 actos delictivos de toda clase, murieron en acción 2.200 guerrilleros o bandoleros, 3.000 fueron capturados, 550 se entregaron de forma voluntaria y 19.500 fueron detenidos como cómplices. En la contraofensiva murieron unos 300 miembros de los cuerpos armados (Guardia Civil, Cuerpo General de Policía, Policía Armada y Ejército). [Moreno Gómez descalifica esta obra con tremenda contundencia, afirmando que está escrita “sobre bases teóricas falsas, desde una defensa a ultranza de la dictadura y su Caudillo, desde un profundo desprecio hacia el sistema democrático, y desde unas fuentes unilaterales (los exclusivos fondos de la Guardia Civil, fragmentarios, tendenciosos y con muchas lagunas),…”]. Guste o no, hay que constatar que son los únicos datos que por el momento existen.

    No creo que sean los únicos datos, hay muchos estudios más recientes y probablemente bastante más rigurosos del maquis. En todo caso, más que exponer cifras o acopilar datos, me interesaría tu propia postura ante esos materiales, tú análisis e interpretación. En este párrafo citas a Moreno Gómez, pero la fuente no aparece en la bibliografía.

    No lo sabía, al menos Carmen Moreno-Nuño que comenta el tema en su libro de 2006 no los cita, sino que sólo hace alusión a este referente. Sobre lo que me dices de comentar las cifras (si es que son ciertas), creo que ya lo comenté suficientemente con todo lo referido al respecto; que se trataba de un auténtico movimiento guerrillero organizado, con apoyo de la población, motivo por el que fue duramente represaliada (cifra de cómplices), y no sólo de pequeños grupos de huidos. Me parece que si encima analizo las cifras me voy a repetir.

    El comentario de Moreno Gómez sobre la obra de Aguado Sánchez venía en el libro de Carmen Moreno-Nuño, Las huellas de la Guerra Civil. He tratado de encontrar las fotocopias que hice pero ahora no doy con ellas. Por eso no te puedo poner el apartado y la página.

    La realidad histórica de la guerrilla antifranquista ha sido una de las áreas más desconocidas por la opinión pública y más abandonadas por la historiografía tradicional. Entre otras realidades del pasado que aúnan silencio histórico y trauma mencionar los campos de concentración franquistas, los trabajos forzados, la construcción del Valle de los Caídos, la oposición antifranquista protagonizada por mujeres, el robo de niños a los rojos, los desaparecidos, los topos, etc. Conforme a la teoría del trauma, toda víctima de un trauma no suele reconocerse a sí misma como tal víctima y evade el tema guardando silencio. El silencio es un modo de vida con el que sujeto se siente psíquicamente protegido del terror experimentado. De ahí el deseo de algunos autores a romper su silencio mediante la construcción de una memoria histórica, como representa la película vista, Silencio roto (2000).

    En este párrafo abordas el tema del trauma, que me interesa mucho. Sin embargo, es una cuestión muy compleja y creo que merecería mayor profundización, sobre todo en este caso en que estamos hablando de varias generaciones (el director Montxo Armendáriz nació en 1949 y, por lo tanto, no vivió los años más traumatizantes). Si quieres leer más sobre este tema, te recomiendo los libros de Cathy Carruth y Dominick LaCapra. Asimismo, Marianne Hirsch ha escrito mucho sobre la transmisión de la memoria y de la adopción de la memoria traumática por las generaciones siguientes.

    Esto también se comentaba en el libro de Carmen Moreno-Nuño. Un tema ciertamente interesante. Mi madre es psicóloga y se lo estuve refiriendo. Gracias por las obras recomendadas.

    “Bandoleros (asesinos y secuestradores, orquestados por la “bestia parda” del Partido Comunista), héroes (valerosos y altruistas que no dudan en dar su vida por la libertad y la justicia -La voz dormida y Silencio roto-) y supervivientes (de una extrema represión y expuestos a extremas condiciones de vida; cuya la heroicidad es resultado de la lucha contra la naturaleza, que también se ha convertido en enemiga -Luna de lobos- )” son tres modelos básicos de representación del maquis español según se hayan producido en la España franquista, la del exilio o la democrática.

    Aquí citas sin mencionar la fuente. Me gustaría que, aparte de citar, comentases también lo que opinas tú mismo sobre la tipología tripartita o de las representaciones mismas.

    Corresponde también al libro de Carmen Moreno-Nuño.
    ¿Qué más se puede comentar si ya está comentado entre paréntesis? Es evidente que no es más que la muestra de un fenómeno visto desde tres ópticas distintas. Por más que pienso no se me ocurre nada.

    Concluyo mencionando Luna de lobos. Un relato mitificador de la Guerra Civil por su dialéctica entre mito (la luna, el sol de los muertos) y trauma (los lobos, los maquis apartados de la sociedad, perseguidos a muerte, que tienen que sobrevivir en condiciones extremas, llegando incluso a matar como alimañas salvajes). Un canto a la bondad y a la maldad, al entorno aliado y al hostil, a la oscuridad y a la soledad, a la astucia y al silencio, a la resistencia o a la muerte. Está llena de matices muy sugerentes sobre la esencia del ser humano y la vida misma. Su prosa poética y su contenido filosófico me han resultado fascinantes.

    Aquí no queda claro a qué te refieres con la dialéctica entre mito y trauma. La idea me parece muy interesante, pero deberías desarrollarla más o el lector no sabe a qué te refieres. Asimismo, mencionas que la novela está llena de matices sugerentes sobre la esencia del ser humano y la vida misma, pero luego abandonas el lector sin aclarar cuáles son. Como dije al principio, creo que sería mejor definir muy estrictamente el tema que quieres tratar y luego profundizar en él, en vez de sugerir muchas cuestiones pero no poder ahondar en ellas. Entiendo que hay muchos temas que te interesan y que quieres comentar, pero también hay que pensar en los lectores! (Aunque me temo que no soy la mejor persona para decir esto después de haber escrito un comentario larguííííísimo…)

    Como habras podido leer a Päivi ya traté de explicarle a qué me refería.

    La idea para el próximo diario me queda clara: elegir un tema muy concreto y, con brevedad y síntesis, tratarlo profundizando en él. Nada de “echarse de nuevo al monte” de la superficialidad. Trato de tomar como modelo de referencia los diarios del resto de mis compañeras. Gracias por todas las observaciones y el trabajo que te has tomado.

  6. Enrique, no hacía falta que contestases todos mis comentarios uno por uno, te has tomado mucho trabajo. Quizás fui demasiado dura al comentar tu diario; no quería desanimarte, todo lo contrario. Simplemente quería decirte que, en mi opinión, no habías argumentado lo suficiente algunas de tus afirmaciones. En realidad, me resulta muy interesante tu punto de vista y todo lo que dices, y tengo muchas ganas de leer tu próximo diario. Como ya dije una vez, tú eres el único en clase que ha vivido el tiempo del que hablamos y creo que tu aportación enriquece mucho las clases.

  7. Elina, gracias de nuevo, no ha sido ningún trabajo contestarte, lo contrario. Quise además explicarte mi intención. Sobre tus apreciaciones, decirte que me resultan estimulantes en lugar de desanimantes. Espero que me sirvan para afinar la punteria en los diarios restantes. A mí también me resulta interesante conocer vuestros puntos de vista sobre el tema que tenemos entre manos.

    Olvidé mencionarte una nueva novela que, no sé si ya conocerás, mencionada por mi madre como interesante, “Dientes de leche”, de Ignacio Martínez de Pisón, que trata sobre la historia de una familia desde la Guerra Civil hasta los años ochenta.

    [El italiano Raffaele Cameroni llega a España en 1937 para luchar como voluntario en el bando franquista, y pronto su amor por una guapa enfermera española le hace renunciar a volver a su país. A través de la historia de tres generaciones de la peculiar familia Cameroni seremos testigos de cómo el tiempo transforma a los seres queridos, borra las promesas y desentierra los secretos. En Dientes de leche la saga familiar convive con una singular crónica de medio siglo de la reciente historia española. A veces tierna y divertida, a veces dura y vibrante pero siempre conmovedora, es una novela que se disfruta con la emoción con que se comparten las cosas de casa. Una novela tierna y divertida, que nos permite conocer la historia de España a través de la vida de una familia singular: la familia Cameroni].

  8. Qué casualidad, acabo de comprarme Dientes de leche, pero aún no he tenido tiempo para leerlo! Si te interesa y aún no lo has leído, puedo dejártelo a ti primero; si lo has leido, me gustaría saber qué te ha parecido.

  9. Vaya, estás realmente al día, es una publicación bastante reciente. No la tengo pero por supuesto que me gustaría leerla. Te agradecería si me la pudieses prestar para la segunda semana de abril. Tras su lectura te comento mi impresión. Ahora necesito entregarme casi de lleno al trabajo de proseminario.

    Ayer vi la película Buen viaje Su Excelencia. Una parodia bien conseguida que arranca no pocas sonrísas. Por ahora no comento más.

  10. Encontré las fotocopias del libro de Carmen Moreno-Nuño, Las huellas de la Guerra Civil. El comentario crítico de Moreno Gómez sobre la obra historiográfica del teniente coronel Aguado Sánchez (“probablemente el estudio franquista más renombrado”) viene en la pág. 274, bajo el epígrafe Un ejemplo paradigmático: Luna de lobos de Julio Llamazares.

Leave a Reply