Diario de aprendizaje II (Päivi)

Tanto en El silencio roto como en La voz dormida me llamó la atención la manera en que se representa el papel de la mujer ‘activa’ y los motivos por las cuales se meten a luchar. En honor del Día Internacional de la Mujer, voy a concentrarme en las mujeres de las dos obras en este diario.Tradicionalmente las guerras han sido representadas desde el punto de vista de los personajes masculinos. En muchas obras literarias y cinematográficas destaca una clara distinción entre el frente de batalla, visto como un territorio masculino, y el espacio femenino, en otras palabras, el hogar con sus alrededores. Obras de la primera Guerra Mundial como Jacob’s Room de Virginia Woolf y The Return of the Soldier de Rebecca West concentran, en su mayor parte, en representar la vida en el espacio femenino durante la guerra. Sin embargo, en ambas obras el papel de la mujer es bastante tradicional, o sea secundario. Estas mujeres no van a luchar al lado de sus maridos, sino se quedan en casa para cuidar a sus hijos, llorar y esperar. Este tipo de mujeres han sido comparadas a mártires, porque son dispuestas a hacer (y soportar) cualquier cosa para apoyar el heroísmo masculino.

En este sentido, la situación en una guerra civil como la de España no es, en mi opinión, comparable a una guerra internacional: el frente de batalla ya no es un territorio exclusivamente masculino, porque también hay mujeres que toman armas. Por lo tanto, las mujeres ya no son solamente hadas del hogar – igual pueden ser furias de los frentes de batalla. La oposición entre la frente de batalla y el espacio femenino se borra, porque están entremezclados los dos. En estas condiciones muchas mujeres se activan; salen del espacio (tradicionalmente considerado como) femenino y participan en la lucha como pueden. Lo que me molesta muy a menudo en la representación (sobre todo literaria) de una mujer políticamente activa es su motivación. Supongo que no son obligadas a tomar armas, sino lo hacen por su propia voluntad e interés. Sin embargo, varias obras dan la impresión que el motivo de la mujer activa no es ideológico sino sentimental; está enamorada con un ‘revolucionario’ y es por eso que quiere participar en la lucha. Espero que entiendan que no estoy tratando de argumentar que se puede separar la ideología de los sentimientos, o que todos los (tanto hombres como las mujeres) que han luchado por algo durante los últimos 2000 años hayan siempre tenido una ideología clara. Solo es que me parece que en las representaciones literarias el interés de una mujer es siempre principalmente relacionado con el amor; el mensaje ideológico siempre tiene que venir de los labios de su marido/novio/amante antes de que pueda ser comprensible. Inevitablemente este tipo de mujeres no son tan comprometidas a la meta de los demás y así son de poca confianza en el grupo de los revolucionarios. Es como si podrían cambiar tranquilamente al otro lado si se dan cuenta que el amor (ya) no es recíproco y conoce a un chico guapo del lado del enemigo.

En La voz dormida, las mujeres en la cárcel tienen todas una idea de la situación política del país. Por lo menos saben en que lado están. Tensi, por ejemplo, ha sido bastante activa en la lucha antes de estar detenida. Sin embargo, su participación revolucionaria parece estar relacionada con su marido. En cuanto a Pepita, me parece que la Guerra Civil no le interesa para nada antes de encontrar La chaqueta negra. Está más bien harta de la guerra y de sus consecuencias. Es casi humillante el cambio en su actitud cuando encuentra La chaqueta negra. Ya no le importa que un novio republicano signifique problemas, que significa compromiso político. Por supuesto, el hecho que es un héroe conocido debe tener algo que ver con su éxtasis inmediato. De todas maneras, La chaqueta negra ha tenido que lavar su cerebro muy bien para que esté dispuesta a esperar tantos años a un hombre que ni siquiera conoce muy bien. En El silencio roto, las mujeres apoyan a sus maridos/novios/amantes republicanos con todas sus fuerzas. La historia entre Manuel y Lucía es la que vemos desde más cerca. Cuando Lucía llega a la aldea, tiene una actitud casi demasiado ingenua: podría enamorarse con cualquier joven del pueblecito. Como hemos visto, es Manuel, quien la cautiva y después se compromete a la lucha. Sin embargo, me parece que no lo va a continuar cuando se va del pueblo al final de la película. Parece haber sido una lucha por motivos sentimentales que se acaba cuando muere el amante, como en tantas otras representaciones de una mujer políticamente activa.

El compromiso político o revolucionario de las mujeres ha sido representado de la misma manera en varias obras que tratan de la lucha de los republicanos irlandeses (IRA revolucionario) en Irlanda del Norte, como por ejemplo en la obra de teatro Ourselves Alone de Anne Devlin y en la novela The House of Splendid Isolation de Edna O’Brien. Estoy consciente de que una historia de amor es casi necesaria en una obra histórica/política/bélica para que pueda captar la atención del publico (y luego mantenerlo). Sin embargo, pienso que este tipo de representaciones producen una impresión falsa de las mujeres: el papel de la mujer suele ser secundario y demasiado simplificado. Después de haber leído el diario de Ruth, me quedé pensando en la misma frase que Elina aborda en su comentario: “Las representaciones de un hecho (o de un mito) nos forman tanto como el hecho mismo”. ¿Qué aprendemos, entonces, de este tipo de representaciones? Por lo menos que el amor de estos personajes femeninos “todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (Corintios 13:1). Desgraciadamente, las representaciones de este tipo pueden también fortalecer la idea de la mujer como un ser dependiente e impresionable que no debería estar en poder porque no sabe manejarlo.

Fuentes:
Corintios 13:1 en http://www.bibliaonline.net/bol/?acao=por_verso&livro=46&capitulo=&versiculo=&versao=5&grupos=&agrupar=&link=bol&cab=1&pag_ini=300〈=AR

Devlin, Anne. Ourselves alone. London: Faber, 1986.

O´Brien. Edna. House of Splendid Isolation. London: Phoenix, 2002

West, Rebecca. The Return of the Soldier. 1922.
En http://digital.library.upenn.edu/women/west/soldier/soldier.html

Woolf, Virginia. Jacob’s Room. London: Vintage, 2004.

3 thoughts on “Diario de aprendizaje II (Päivi)”

  1. Muchas gracias, Päivi! No voy a comentar tu diario hasta que la próxima persona que postee su trabajo haya hecho sus comentarios, como acordamos en la última clase. A ti te toca comentar el diario de Enrique, que está un poco más abajo (puedes comentar todo lo que quieras, pero es suficiente con que indiques un par de cosas positivas y un par de cosas que se podrían desarrollar).

  2. Estoy de acuerdo con que la historia de amor en La voz dormida es un poco “cursi”, pero pienso que de todas formas sirve para tener algo de romántico en la novela, porque ligera un poco el tema. En la novela hay muchas otras mujeres fuertes, y por eso no pienso que la imagen que da de la chica enamorada moleste tanto al lector.
    También pienso, que el papel de la mujer es secundario, porque en aquellos tiempos se consideraba que la mujer era inferior al hombre y a lo mejor por eso se las representan también secundarios en la obra.
    En mi opinión todas las mujeres no sabían tanto de la guerra o de la política, sino que estaban allí sólo porque tenían algún familiar luchando contra franco.

  3. Me gusta mucho el tema que has elegido, la representación de la mujer y, sobre todo, las razones de su implicación en la lucha contra el franquismo en la novela y el cine contemporáneo. Es un tema concreto, interesante y políticamente muy relevante sobre el que no hablamos mucho en clase. Además, me gusta que hayas relacionado las obras discutidas en clase con textos que proceden de otros países y hablan de otros conflictos, eso te da más perspectiva.

    Sin embargo, creo que a la hora de comparar obras como Jacob’s Room y The Return of the Soldier con La voz dormida y Silencio roto, hay que recordar que estas fueron escritas unos ochenta años despues de aquellas. Por lo tanto, la segunda comparación con Ourselves Alone (1986) y The House of Splendid Isolation (2002), textos más o menos contemporáneos con los que hemos analizado en clase, me parece más acertado, por lo menos desde el punto de vista cronológico. (Lamentablemente, no puedo opinar más al respecto porque no conozco las dos obras en cuestión.)

    Hay dos observaciones en tu diario que me parecen acertados y creo que merecen ser reflexionados con detenimiento:

    Solo es que me parece que en las representaciones literarias el interés de una mujer es siempre principalmente relacionado con el amor; el mensaje ideológico siempre tiene que venir de los labios de su marido/novio/amante antes de que pueda ser comprensible. Inevitablemente este tipo de mujeres no son tan comprometidas a la meta de los demás y así son de poca confianza en el grupo de los revolucionarios. Es como si podrían cambiar tranquilamente al otro lado si se dan cuenta que el amor (ya) no es recíproco y conoce a un chico guapo del lado del enemigo.

    Después de haber leído el diario de Ruth, me quedé pensando en la misma frase que Elina aborda en su comentario: “Las representaciones de un hecho (o de un mito) nos forman tanto como el hecho mismo”. ¿Qué aprendemos, entonces, de este tipo de representaciones? Por lo menos que el amor de estos personajes femeninos “todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (Corintios 13:1). Desgraciadamente, las representaciones de este tipo pueden también fortalecer la idea de la mujer como un ser dependiente e impresionable que no debería estar en poder porque no sabe manejarlo.

    Querría saber también qué opinan los demás sobre estas dos citas!

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