Almodóvar rodará la vida de Marcos Ana

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El director manchego adquiere los derechos de la biografía del poeta comunista

JOSEBA ELOLA El País – Madrid – 17/02/2008

Hace algo más de cuatro meses, el domingo 30 de septiembre, Pedro Almodóvar se enamoró de una historia. Fue un fogonazo que le asaltó al leer las páginas de este periódico.

Aparecía publicado en el suplemento Domingo un avance de las memorias de Marcos Ana, poeta que se convirtió en voz de los presos de la era franquista. Relataba su salida de prisión tras 23 años entre rejas: la luz cegadora, los mareos al circular en coche, el incómodo reencuentro con la libertad y el vértigo ante su primera experiencia amorosa, a los 41 años. Ese hombre temeroso que nunca había estado con una mujer, sus titubeos, esa prostituta que se enternece con su historia y no quiere cobrarle, ese paseo de madrugada por la Gran Vía y esa noche inolvidable se convirtieron rápidamente en celuloide en la cabeza del cineasta manchego. Al día siguiente, el mismo lunes por la mañana, Almodóvar pedía que le enviaran el libro. A los cuatro días decidía que quería conocer a Ana y hacer la película. La semana pasada cerró el acuerdo para hacerse con los derechos.

Subiendo las escaleras camino de su piso, Marcos Ana se queja de la rodilla, pero sube como un tiro: “No tengo tiempo para estar enfermo, por eso estoy así a los 88 años”, dice. Desde luego, aparenta 65. Una foto del Che Guevara preside su librería. Con un puñado de cuadernos de poemas entre las manos, cuenta que su relación con el director manchego puede ser el inicio de una gran amistad, “como en el final de Casablanca”. Ana -nacido Fernando Macarro Castillo, adoptó los nombres de su padre y su madre para firmar- ingresó en prisión a los 19 años y sobrevivió a abominables torturas y a dos condenas de muerte. En el año 1954, encerrado en una celda de castigo, empezó a escribir poemas apoyándose del revés del plato que le daban para comer. A la luz de un minúsculo candil, hecho con un tintero, alcohol y mecha, compuso versos que pronto trascendieron los muros de prisión y empezaron a ser publicados por comités de solidaridad en el exilio. Los compañeros presos que salían en libertad los memorizaban para poder dictarlos a su salida. Se convirtió así en una voz intramuros de la España perseguida.

Escribir sus memorias era una de sus asignaturas pendientes. Ya en una madrugada de 1963, apenas dos años después de salir de prisión, su amigo Pablo Neruda le abroncó tras una larga noche en que Ana le contó su vida: “¡Somos unos insensatos, las palabras se las lleva el viento, si hubiéramos tenido un magnetofón ya tenías escrito el libro!”, exclamó el poeta chileno. Ana, humilde hasta decir basta, nunca osó negociar la publicación de sus poemas: “La poesía era un arma más para luchar por las libertades, no sé si mis versos son buenos o malos, sólo sé que fueron necesarios”, dice con la lucidez de un hombre que sigue viviendo a contrarreloj, ganándole tiempo al tiempo, intentando recortar el efecto de 23 años entre rejas. Hace tres años, las presiones de sus amigos le llevaron a ponerse a escribir por fin sus memorias, Decidme cómo es un árbol (Editorial Umbriel-Tabla Rasa), el material en el que se basará Almodóvar, que hará dos películas antes de ésta (en mayo empieza a rodar Los abrazos rotos).

Gran amigo de Rafael Alberti, Ana es un comunista convencido: “Lo único que puede compensarme a mí es el triunfo de mis ideales”, dice con voz cadenciosa, profundo. “Solidaridad es hoy la palabra más hermosa y más necesaria. Este mundo es muy injusto y eso tiene que explotar. Muchos jóvenes saben que otro mundo es posible”.

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Un hombre bueno

PEDRO ALMODÓVAREl País – 17/02/2008

El superviviente Marcos Ana representa el mejor modelo de reconciliación, una asignatura que cada década parece más pendiente en nuestro país.

Marcos ha sobrevivido a varias penas de muerte, a muchas jornadas de tortura en las que le dejaban por imposible, convertido en un amasijo de carne, a la durísima vida carcelaria, en condiciones dantescas, expuesto a todas las enfermedades del cuerpo y de la mente. Pero especialmente, Marcos Ana ha sobrevivido con una limpieza impresionante al odio. Él es lo contrario al discurso de las “heridas abiertas”, las suyas, profundas y persistentes (22 años, desde el año 39 al 61, arrastrándose por distintas cárceles franquistas, dan para muchas y variadas heridas) como decía, sus heridas las cerraron sus propias ganas de vivir y de convivir. Su pasión por la vida, y por la vida de los otros.

Es emocionante, cuando en el libro decide no dar el nombre de un compañero que le denunció (aunque a causa de esta denuncia le cogieron y le condenaron a muerte), no le nombra pensando que el traidor tendrá en la actualidad, hijos, sobrinos y nietos, que no son responsables de su traición y que ahora se sentirían avergonzados.

Marcos Ana es un modelo de víctima, en estos años en que las víctimas salen a las calles (todo su derecho) a gritar su dolor (nada más humano) pero que en ocasiones desafinan de un modo estridente. Marcos es una víctima que no pide venganza. Pide que el horror que el pueblo español vivió durante y después de la guerra no se vuelva a repetir

Es muy importante, y ya sé que es un tema delicado (todo mi respeto y solidaridad a las víctimas de todo tipo de violencia), es esencial que las víctimas no sean un impedimento para la reconciliación.

Marcos Ana representa todo esto. Y por ello le admiro, le quiero, y porque en el trato personal es lo más parecido a un ángel. No he conocido a nadie tan bueno. Por eso me gustaría hacer una película sobre su vida. No existen tantos hombres buenos sobre los que hacer películas, en mi cine, desde luego, brillan por su ausencia. Pero naturalmente no es por su bonhomía, por rara que sea esta cualidad, por lo que quiero hacer la película.

Su libro de memorias Decidme cómo es un árbol contiene en todos sus capítulos material cinematográfico de primer orden. Da para varias películas, muy distintas y de diversos géneros.

La que a mí me interesa, la que espero abordar dentro de dos o tres años, una vez que termine las dos películas que tengo entre manos, empezaría con Marcos Ana saliendo de la cárcel en el año 61. Según él mismo confiesa era un niño de 42 años que se da de bruces con la libertad, en el Madrid de principio de los 60. La experiencia física fue durísima, sus sentidos no están acostumbrados a los espacios abiertos y extensos, ni a la luz, montar en un vehículo le provocaba vómitos. Tampoco está acostumbrado a la presencia de las mujeres jóvenes. Le atraen enormemente pero reacciona como un niño.

Hay imágenes muy plásticas en el libro cuando describe su fascinación por el sexo opuesto. Cuando ve una mujer, la sigue a escondidas hasta que desaparece en la boca del metro, o tras la puerta de su casa.

Una de las primeras noches en libertad encuentra a un antiguo compañero, que le lleva a un cabaret. Poco después le deja solo, con una de las prostitutas a la cual le ha pagado para que le atienda toda la noche. Esa primera noche con una mujer es lo que quiero contar. A lo largo de esa noche aparecerá todo su pasado, y el pasado de la prostituta a la que no me queda más remedio que relacionar con alguno de sus compañeros de prisión para cerrar la historia…

Juntos recorrerán el Madrid nocturno de la época, intercambiando soledades. Es la historia del primer amor de Marcos Ana, una prostituta que al final de la noche no le cobró, porque noches como aquella no tienen precio.

Diario de aprendizaje I (Ilona)

Estudiar la historia española de los últimos casi 80 años me ha parecido sumamente interesante e importante. Lo que tal vez más me haya hecho pensar durante este curso es un tema que me ha tormentado ya antes: el problema de la dictadura, sea derechista o comunista. Una dictadura represiva que persigue a sus críticos, los que no están de acuerdo con la ideología official, encarcelándolos y torturándolos, sigue existiendo en muchos países del mundo (Coréa del Norte, Cuba, Birmania etc.) En la política rusa actual, no lejos de Finlandia, también existen espantosas tendencias de despotismo, como la censura de los medios de comunicación críticos del presidente y de su gobierno y la eliminación de periodistas y otros que se atreven presenter una opinión que difiere de la official. Lo que estas distintas dictaduras tienen en común, y lo que explica hasta cierta medida su existencia, es que  benefician ciertos grupos de la sociedad, aunque sean minoritarios, son influenciales.

Tanto Julián Casanova como Gabriel Jackson destacan en sus artículos la importancia del reconocimiento de los crímenes de la dictadura. Sin embargo, dice Jackson que “no son los afectados más inmediatos -las viudas e hijos de las víctimas republicanas-, sino sus nietos, quienes impulsan el movimiento para crear un recuerdo veraz y digno del periodo entre 1931 y 1975”. Quizás sea así con la mayor parte de aquellos ‘afectados más inmediatos’, pero no es completamente cierto en cuanto al artista  Carlos Giménez: no sé si impulsó un movimiento, pero participó en “crear un recuerdo veraz y digno” cuando públicó el primer album de la serie Paracuellos ya en 1977.

Las historietas “Paracuellos” de Giménez, incluídas en las lecturas complementarias del curso son otra cosa que me ha impresionado, primero porque el tebeo me fascina como forma de arte y representación de la historia, del pasado, pero también porque aprendí de ellas un nuevo aspecto de la dictadura franquista. En estas historietas Giménez relata sus experiencias en los Hogares de Auxilio Social, que eran instituciones de corte falangista para niños de padres republicanos muertos en la Guerra, encarcelados o con problemas económicos. En estos colegios, la educación se componía básicamente de la religión y de la instrucción militar. La experiencia y el punto de vista de un niño que sufrió durante la dictadura franquista, me parecen muy interesantes: parecen, si posible aun más trágicos que los de un adulto, ya que en la infancia nuestra identidad no se ha formado aún, sino estamos en una fase importante de desarrollo intellectual y emocional y dependemos de los adultos que nos rodean.

En un artículo que escribió como prólogo a una obra de Giménez Antonio Martín cita a Carlos Groocke, jefe de Informaciones e Investigaciones que en 1941 se refirió a los niños acogidos en los Hogares «Comprende usted… estos niños no son responsables. Y representan la España futura. Queremos que lleguen a decir un día: sin duda la España falangista fusiló a nuestros padres pero fue porque lo merecían. […] Los que, pese a todo, a los veinte años nos odien todavía, serán los que no tengan valor alguno. Los desperdicios». (Max Gallo según Antonio Martín, http://www.carlosgimenez.com/obra/paracuellos.htm) Por lo tanto, los Hogares eran una herramienta más del Gobierno franquista para humillar y reorientar niños de familias republicanas, y negarles su historia.

Hanna habló en su diario de la importancia de la historia para la identidad de una persona. El tema de la identidad y los factores que influyen en su formación,  me interesan mucho y quiero terminar este texto con una cita del artículo de Antonio Martín, en la que explica el daño que sufre una persona, y especialmente un niño, cuando se le prohibe tener su historia personal. ”Durante los años del franquismo se intentó ocultar, borrar, negar la historia previa, creando un enorme vacío vital en el que nos movíamos los que entonces éramos niños. Debido a ello tuvimos que aprender desde cero quiénes éramos y dónde estábamos, comenzando por volver a dar vida a lo que parecía, y el régimen quería, muerto. Esta larga tarea por la recuperación de nuestras señas de identidad se ha llevado gran parte de nuestro esfuerzo y tiempo y explica muchos de nuestros errores”.

 

Bibliografía:

PRESTON, Paul: La guerra civil española. Barcelona, Mondadori, 2004.

Artículos:

CASANOVA, Julián: “Después de tanta memoria…“. El País, 20/09/2007.

JACKSON, Gabriel: “El reconocimiento del pasado trágico“. El País, 02/04/2006.

MARTÍN, Antonio: La obra nacional del Auxilio Social. En la página web: http://www.carlosgimenez.com/obra/paracuellos.htm 15/02/08

Diario de aprendizaje I (Ruth)

En este curso, que en principio me interesaba por el tema y la literatura, estoy aprendiendo mucha historia. Mi conocimiento de la Guerra civil española hasta hace unos diez años era sobre todo culturo-mítico-emocional.  Sobre todo se trataba de representaciones: canciones, posters, películas, algunos libros, los relatos de conocidos de mis padres.  Crecí con “Morir en Madrid” y las canciones republicanas, con una serigrafía de “Guernica”, escuchando historias de exiliados y brigadistas, leyendo a Rafael Alberti o a León Felipe. Y con una frase de la Pasionaria en un pequeño cuadro colgado en la pared:  “Más vale morir de pie que vivir de rodillas”. Pero sin tener una visión general y amplia de la guerra civil ni del franquismo. Un día, leyendo “Por quién doblan las campanas” pensé que debería saber un poco más sobre esa época.  Leí algunos libros, articulos, de vez en cuando encontraba algo interesante en internet y le seguía el rastro. Pero no había sistematizado mis conocimientos.  De ahí el gran interés con que seguí las tres primeras clases del curso donde  aprendimos las circunstancias históricas, los hechos más importantes de la guerra civil y sus consecuencias, y las distintas etapas del franquismo. Hasta ahora no había tenido la oportunidad de ver la propaganda franquista. Como la republicana, la de la resistencia francesa, la nazi o la soviética, la franquista es hija de la época y responde a arquetipos, estereotipos y clichés. Las representaciones de un hecho (o de un mito ) nos forman tanto como el hecho mismo. Y tanto los republicanos como los rebeldes han utilizado la propaganda en una forma muy directa y apelando a los sentimientos patrióticos más básicos, mostrando quién es el enemigo, con quién hay que solidarizarse.

Los  artículos leídos (Jackson, Casanova, Pradera, Cercas, Preston, etc) y el material de clase me han permitido acceder a datos que desconocía totalmente, como la cantidad de ayuda que recibieron en soldados, armas o materiales republicanos y franquistas. También ponerle fecha aproximada a algunos hechos como la huelga de mineros de Asturias o la batalla de Madrid ha sido importante para mí.  Aprender datos sobre la situación de la mujer en España durante la dictadura de Franco ha sido casi chocante al conocer, o por lo menos tratar de entender el alcance del nacional-catolicismo en esferas de la vida privada que desconocía.

Lo que no deja de sorprenderme es cómo la guerra duró tres años. Cuanto más leo, mi impresión es que la lucha republicana frente a los alzados nació muerta. Me emociona esa lucha sin héroes, o con anti-héroes del pueblo republicano, con tan pocas posibilidades militares frente a los ejércitos organizados con los que se enfrentó. No deja de entristecerme, aún hoy la injusticia de ver un régimen elegido democráticamente derrocado por una dictadura militar. No fue la primera, ni fue la última. América Latina aprendió muchas lecciones de dictadores europeos. Pero es una de las que más duelen.

Como en cualquier país luego de catástrofes humanas, faltan muchos, de ambos lados, pero de uno faltan muchos más, muchos más sufrieron  juicios sumarios, humillaciones, cárcel, escarnio,  muerte.  El verdugo no fue sólo el que ordenaba o el que obedecía órdenes, el verdugo fue también el silencio.

¿Y hoy? a casi setenta años del comienzo del oscurantismo franquista, a más de treinta de la muerte de su instigador y creador, todavía no se ha recuperado la memoria histórica “aparcada” según Cercas durante la Transición.   La pregunta  subyacente, en artículos sobre la muerte de Franco o cada vez que se abren fosas comunes resultados de los “paseos”, es ¿por qué? o ¿para qué? o ¿de qué sirve recordar, homenajear, restituir honores, poner nombres en lápidas que no existían? Alguien dijo que no se puede construir sobre los muertos.  Los que no quieren recordar dicen que todo eso pasó hace demasiado tiempo.  Sólo hace treinta y siete años que murió Franco. El ejercicio de la memoria activa, de la recuperación de la memoria histórica quizás no sirva para no repetir errores, pero quizás sirva para construir un país de paz. Países como Chile, Uruguay o Argentina, están en el doloroso y accidentado proceso  de la recuperación de la memoria histórica, abriendo fosas conocidas sólo por los represores de las dictaduras de los años ´70, creando museos donde hubo centros de tortura, recuperando niños robados. Sólo hace un poco más de treinta años que sucedió. Pero si en esos países no es fácil construir un futuro, menos lo será sin la transparencia, sin revisar leyes de “obediencia debida”  o indultos indebidos.  Sin devolver la dignidad a sus muertos.

Diario de aprendizaje I (Ruska)

Me parece muy interesante la guerra civil española y el franquismo, y sobre  todo las causas y razones por las que todo esto sucedió en España. Aunque estudié en España por 3 años y también he viajado mucho en el país, no me parece haber oído hablar casi nada sobre la guerra, pero debe ser también porque los jovenes no hablan tanto de esas cosas. Me acuerdo solamente haber oído un poco sobre Franco.

A mí me da un angustia hablar sobre la guerra, por todo lo que sufrío la gente; las matanzas, torturas etc. Pero pienso que para la gente que lo vivió debe ser un alivio hablar sobre los acontecimientos traumatizantes que tuvieron que aguantar sin poder hablar sobre ellos en voz alta durante mucho tiempo.

En mi opinión para una persona de nuestra época es casi incomprensible entender por qué la gente aguantó la dictadura por tanto tiempo sin atreverse a oponer a Franco y al fascismo, por qué tuvieron tanto miedo y no defendieron a sus amigos, sino  que hasta los vecinos denunciaban unos a otros.

El papel de la mujer  durante el franquismo también me asombra muchísimo, y no pienso que ninguna de las mujeres de hoy aceptarían unas normas tan estrictas.

Unamuno y Millán Astray

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Al iniciarse la guerra civil, Unamuno apoyó inicialmente a los rebeldes, pero posteriormente se arrepintió públicamente de su apoyo a la sublevación. Durante el acto de apertura del curso académico (que concidía con la celebración del “Fiesta de la raza”) el 12 de octubre de 1936, en el Paraninfo de la Universidad, varios oradores soltaron los consabidos tópicos acerca de la “anti-España”.

Un indignado Unamuno, que había estado tomando apuntes sin intención de hablar, se puso de pie y pronunció un apasionado discurso. “Se ha hablado aquí de guerra internacional en defensa de la civilización cristiana; yo mismo lo hice otras veces. Pero no, la nuestra es sólo una guerra incivil. (…) Vencer no es convencer, y hay que convencer, sobre todo, y no puede convencer el odio que no deja lugar para la compasión. Se ha hablado también de catalanes y vascos, llamándolos anti-España; pues bien, con la misma razón pueden ellos decir otro tanto. Y aquí está el señor obispo, catalán, para enseñaros la doctrina cristiana que no queréis conocer, y yo, que soy vasco, llevo toda mi vida enseñándoos la lengua española, que no sabéis…”.

unamuno-astray.jpg En ese punto, el general José Millán Astray (el cual sentía una profunda enemistad por Unamuno, que le había acusado inopinadamente de corrupción), empezó a gritar: “¿Puedo hablar? ¿Puedo hablar?”. Su escolta presentó armas y alguien del público gritó:¡Viva la muerte!”. En lo que, según Ridruejo, fue un exhibicionismo fríamente calculado, Millán habló: “¡Cataluña y el País Vasco, el País Vasco y Cataluña, son dos cánceres en el cuerpo de la nación! ¡El fascismo, remedio de España, viene a exterminarlos, cortando en la carne viva y sana como un frío bisturí!”. Se excitó sobremanera hasta tal punto que no pudo seguir hablando. Resollando, se cuadró mientras se oían gritos de “¡viva España!”. Se produjo un silencio mortal y unas miradas angustiadas se volvieron hacia Unamuno que dijo: “Acabo de oír el grito necrófilo e insensato de ’¡viva la muerte!’. Esto me suena lo mismo que, ¡muera la vida!’. Y yo, que he pasado toda la vida creando paradojas que provocaron el enojo de quienes no las comprendieron, he de deciros, con autoridad en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. Puesto que fue proclamada en homenaje al último orador, entiendo que fue dirigida a él, si bien de una forma excesiva y tortuosa, como testimonio de que él mismo es un símbolo de la muerte. ¡Y otra cosa! El general Millán Astray es un inválido. No es preciso decirlo en un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero los extremos no sirven como norma. Desgraciadamente, hay hoy en día demasiados inválidos. Y pronto habrá más si Dios no nos ayuda. Me duele pensar que el general Míllán Astray pueda dictar las normas de psicología de las masas. Un inválido que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, que era un hombre, no un superhombre, viril y completo a pesar de sus mutilaciones, un inválido, como dije, que carezca de esa superioridad de espíritu suele sentirse aliviado viendo cómo aumenta el número de mutilados alrededor de él. (… ) El general Millán Astray quisiera crear una España nueva, creación negativa sin duda, según su propia imagen. Y por ello desearía una España mutilada…

Furioso, Millán gritó: “¡Muera la inteligencia!”. En un intento de calmar los ánimos, el poeta José María Pemán exclamó: “¡No! ¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales!”. Unamuno no se amilanó y concluyó: “¡Éste es el templo de la inteligencia! ¡Y yo soy su supremo sacerdote! Vosotros estáis profanando su sagrado recinto. Yo siempre he sido, diga lo que diga el proverbio, un profeta en mi propio país. Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta; pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil pediros que penséis en España”.

La esposa de Franco, Carmen Polo, toma del brazo a don Miguel y le acompaña a su casa, rodeados de su guardia personal lo que evita que el incidente acabe en tragedia. Ese mismo día, la corporación municipal se reunió de forma secreta y expulsó a Unamuno. El proponente, el concejal Rubio Polo, reclamó su expulsión “…por España, en fin, apuñalada traidoramente por la pseudo-intelectualidad liberal-masónica cuya vida y pensamiento […] sólo en la voluntad de venganza se mantuvo firme, en todo lo demás fue tornadiza, sinuosa y oscilante, no tuvo criterio, sino pasiones; no asentó afirmaciones, sino propuso dudas corrosivas; quiso conciliar lo inconciliable, el Catolicismo y la Reforma; y fue, añado yo, la envenenadora, la celestina de las inteligencias y las voluntades vírgenes de varias generaciones de escolares en Academias, Ateneos y Universidades“. El 22 de octubre, Franco firma el decreto de destitución de Unamuno como rector.

Ver vídeo en Youtube.

Diario de aprendizaje I (Estefanía)

Para mí, lo más novedoso de estas clases ha sido el punto de vista. Se ha explicado el conflicto español desde un punto de vista foráneo, para mí, claro. Este punto de vista es un poco diferente al que yo tenía. La guerra civil española enfrentó dos movimientos políticos, dos puntos de vista muy diferentes sobre la vida: los republicanos y los franquistas. Una de las posibles causas que provocó la derrota de los republicanos pudo ser que su ejército estaba formado por personas sin ningún tipo de experiencia militar: estaba formado por intelectuales, panaderos, albañiles, maestros… pero realmente nadie tenía preparación suficiente para una guerra. Esto provoco que ellos no estuvieran capacitados y no fueran capaces de sobrellevar las embestidas del lado contrario. Mientras tanto, los franquistas estaban mucho más preparados, contaba con un conocimiento militar, y tuvieron un apoyo económico y político real, de las principales potencias: Inglaterra, Portugal (que les permitió la entrada de material proveniente de Alemania a través de sus aguas), Italia, Suiza, Bélgica… e incluso, en el caso de EE.UU. fue relevante el hecho de que, mientras el gobierno se nombraba neutral y no apoyaba a ninguno de los bandos enfrentados, los empresarios del petróleo prestaron petróleo y aceite al bando franquista, y sin pedir nada a cambio (económicamente, quiero decir).En el lado republicano se encontraron con un montón de problemas: empezando con el económico. Se vieron obligados a arruinarse y a ceder buena parte del oro del país a la Unión Soviética. Los soviéticos, a cambio, tardaron tres meses en enviar a los voluntarios y las armas. Tres meses que fueron decisivos para la derrota de la guerra.

No es difícil imaginarse la dura situación en la que se encontraban los republicanos: arruinados, sin apoyo “real”, sin conocimientos sobre las guerras… habría sido un milagro, casi, casi, que hubieran ganado.

Pero, la situación dura para los republicanos no terminó con la guerra: tras la misma, el estado franquista consiguió imponer un ambiente de silencio y miedo, donde los muertos franquistas eran héroes, y los republicanos no eran más que rojos y, casi, casi, un peligro para la sociedad. Este miedo y este silencio provocaron que la población decidiera no buscar respuestas a las preguntas que se realizaban, y muchas personas se quedaron sin una solución, pues había muchas fosas comunes, y parecía que a nadie le interesara realmente quien estaba allí enterrado. Ni se quisiera averiguar qué había pasado, aunque en los pueblos todo el mundo sabía quien había matado a quien, quien estaba enterrado… pero el miedo a represalias por parte del sistema provoco el silencio y el temor por parte de los ciudadanos.

Pero todo cambio en el momento en que se comenzó a debatir sobre los derechos humanos, termina la Guerra Fría y, desaparecen los regímenes comunistas de Europa del Este, todo esto provoco en la sociedad española una necesidad por saber la verdad. Se crean asociaciones, y se empieza pedir al gobierno que levante las fosas comunes para devolver los cadáveres a sus familiares. Hasta la entrada en el poder de zapatero se encontraron con todo tipo de dificultades, e incluso, la Ley de Memoria Histórica sigue, hoy en día, sin estar aprobada. La causa de este retraso está en la oposición por parte del PP y de la iglesia. A pesar de todo, ha aumentado increíblemente la publicación de libros que tratan este período. Y, ahora los “hijos y nietos” de aquellos ciudadanos que se callaron por miedo, ahora reivindican la búsqueda de la verdad.

La conclusión que tengo de todo lo anterior es, el cambio tan sustancial en la sociedad española, y como sigue habiendo dos bandos enfrentados, que aun no se han perdonado.

También, me ha llamado la atención los carteles que se exhibían en la época en aquella época: los colores, las palabras, las formas… todo estaba más que medido. Más que estudiado para transmitir los ideales a los ciudadanos.

Pujol habla de tortura

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“Llegó a mis oídos que Franco pensaba realizar ese mismo año (1960) una larga visita a Barcelona. (…) Teníamos que boicotear la visita. (…) Redacté un texto largo, con mucha letra. “La falta de libertad es absoluta. Y sólo se ve atenuada por el estado de corrupción en el que vivimos. El general Franco, el hombre que pronto vendrá a Barcelona, ha escogido como instrumento de Gobierno la corrupción”. (…) Alcanzamos el objetivo de echar a perder la visita de Franco.

(…) La noche del sábado tenía un acto en Manresa. Creo que por motivos relacionados con las noticias que llegaban de Barcelona, el encuentro se suspendió y me fui a dormir temprano. A la una y media de la madrugada vinieron y se me llevaron. Cuando llegué a la jefatura de Via Laietana, los policías me dijeron: “Ya nos damos cuenta de que usted no es un hombre experto. Aquí ha venido gente muy entrenada, muy experimentada, y todos han acabado diciéndonos lo que tenían que decirnos. De manera que no quiera hacerse el gallito”. (…)

He tenido mucho cuidado al utilizar la palabra “tortura”. Cuando pienso que hay gente que ha muerto a manos de sicarios muy entrenados en la práctica de hacer sufrir, personas que han saltado por la ventana porque no han podido más, o a las que han tirado, a mí me da vergüenza calificar de tortura lo que sufrí esa noche. Pero, ¿qué fue si no? ¿Maltrato? ¿Tengo que decir que fui víctima de maltratos? La palabra resulta insuficiente. La realmente adecuada es “tortura”. Me dieron una paliza muy fuerte y muy profesional. Bofetadas en la cara, una detrás de otra. Puñetazos en lugares estratégicos para no dejar marcas. Sólo una vez a uno de los agentes se le fue la mano y me partió la ceja. Un compañero le dijo que fuera con cuidado. Golpes con una porra en el culo y en las partes blandas del cuerpo. Golpes continuados con un palo en las plantas de los pies. Golpes en los empeines, calculados para no romper huesos. Hicieron que me pusiera en cuclillas con las manos esposadas por debajo de las piernas. En esta posición, que se conoce con el nombre de “cigüeña”, me pegaban y hacían que me cayera al suelo. (…) Todo de noche y en un subterráneo, sabiendo que es inútil gritar porque no te oirá nadie. (…) Aquellos hombres tenían las de ganar. (…)Di el nombre de Francesc Pizón, el impresor.

Consejo de guerra sumarísimo. (…) Tres años para Francesc Pizón y siete para mí. (…) La sentencia fue ratificada y al cabo de unos días nos destinaron a la cárcel de Torrero, en Zaragoza. (…)Me soltaron el 22 de noviembre de 1962. Pizón había quedado libre un año antes. (…) La prisión me afectó negativamente. Antes de entrar era una persona más dúctil, de carácter más abierto, más alegre, más franco. Nunca me he recuperado completamente.

Memorias (1930-1980) Historia de una convicción. Jordi Pujol, con la colaboración de Manuel Cuyàs. Ediciones Destino.

[El País, 03/02/2008]

Presentaciones

Os propongo las siguientes fechas para las presentaciones. Si queréis, podéis cambiar las fechas entre vosotros, pero me gustaría que por lo menos Päivi e Ilona aceptaran la fecha propuesta porque su presentación tiene mucho que ver con el tema de la clase en cuestión.

7.2. (Luna de lobos) No hay presentación

14.2. (película) No hay presentación

21.2. (La voz dormida) Hanna: El cine y el franquismo

28.2. (La voz dormida) Päivi: Las trece rosas

13.3. (Soldados de Salamina) Eriikka: Paracuellos de Jarama & Enrique: Millán Astray

27.3. (Soldados de Salamina) No hay presentación

3.4. (Llegada para mí…) Estefanía: Los niños de Rusia

10.4. (película) No hay presentación

17.4. (El vano ayer) Ruska: Pilar Primo de Rivera

24.4. (El vano ayer) Ruth: Los exiliados españoles en América Latina

?? Ilona: Españoles en los campos de concentración nazis

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