Algunas reflexiones sobre la Guerra Civil, el franquismo y Javier Cercas

Algunas reflexiones sobre la Guerra Civil, el franquismo y Javier Cercas

por Ezgi Özdil Saha

Quizás ya sabéis que la única hija de Franco, Carmen Franco murió el 29 de diciembre a los 91 años en Madrid [1]y las noticias han aumentado algunos debates, otra vez, sobre el pasado de España. Unos han conmemorado a Franco como el líder más grande de toda la historia de España cuando para algunos esas noticias han despertado emociones negativas y muy fuertes. Junto antes de esas noticias había leído algunos artículos sobre Javier Cercas, Soldados de Salamina y también su última obra El Monarca de las sombras, con la que otra vez vuelve al tema de la Guerra Civil desde su “propio punto de vista”. Me han surgido algunas preguntas sobre cómo se perciben la Guerra Civil y la dictadura de Franco por los vencidos y los vencedores, qué tipo de emociones ha posiblemente causado la muerte de la hija de un dictador que cambió profundamente la historia y el destino de un país europeo.

En Soldados de Salamina, Javier Cercas nos cuenta la historia de Rafael Sánchez Mazas, fundador e ideólogo de la Falange, poeta y futuro ministro de Franco, quien consigue milagrosamente escapar y ocultarse en el bosque en los meses finales de la Guerra Civil con otros presos franquistas mientras los republicanos lo persiguen; hasta que un soldado republicano lo descubre, lo encañona y, mirándolo a los ojos, le perdona la vida.[2]

En su obra El monarca de las sombras, esta vez Javier Cercas regresa al año 1936 para reconstruir la historia la historia del “héroe” de su propia familia, Manuel Mena, quien incorporó al ejército de Franco; dos años después murió combatiendo en la batalla del Ebro, y durante décadas se convirtió en el héroe oficial de su familia. Era tío abuelo de Javier Cercas, quien siempre se negó a indagar en su historia, hasta que se sintió obligado a hacerlo.[3]

Javier Cercas es un autor que trata el tema de la Guerra Civil desde un punto de vista muy personal y distinto que los otros autores que han escrito sobre el mismo tema, hasta el punto de ser controversial. Por ejemplo, su obra Soldados de Salamina se ha criticado por algunos por intentar reconciliar los vencidos y los vencedores e insistir en la idea de una transición de la dictadura a la democracia modélica y en que la reconciliación fue voluntaria.[4]

En una entrevista que se ha publicado en El Confidencial, Javier Cercas explica cuál era su intención con la obra El monarca de las sombras:  “… lo que yo me propuesto entender con ‘El monarca de las sombras’ es por qué un chaval de diecisiete años como Manuel Mena, proveniente de una humilde familia de pequeños propietarios, con inquietudes intelectuales -es el primero de la familia que estudia- se apunta a defender una causa injusta y termina muriendo en la batalla del Ebro…  Yo quiero comprenderlo, pero no hay nada que justificar. Yo lo rechazo. Manuel Mena cometió un error pero, si no se entiende, ese error se volverá a repetir. El fascismo, del que fue víctima en su momento… porque era la moda en su momento, era la nueva política, porque el fascismo era el anticapitalismo… Hoy vuelve el fascismo con otras máscaras, vuelven los líderes carismáticos, vuelve la política épica y sentimental. Y Manuel Mena, como miles de chavales de medio mundo, fueron víctimas de esas ideologías tóxicas y venenosas. En la novela digo que Manuel Mena no murió por la patria, murió porque una panda de hijos de puta envenenó el cerebro de los niños enviándolos después al matadero.”[5]

Javier Cercas es obviamente un autor que cree en la necesidad de entender las ambas partes de la guerra, como él mismo segura que es “un autor busca superar el odio y el sectarismo que se ha ido asomando una y otra vez a lo largo de la historia de España”. Justo por eso, está acusado por ser equidistante.  En la misma entrevista publicado por El Confidencial, él dice “Lo que sucede es que también hay que decir que no todos los republicanos no eran unas excelentes personas. ¿Podemos acaso decir que eran excelentes personas quienes mataron a miles de curas y de monjas a sangre fría? No creo que nadie lo pueda afirmar. Eran los canallas de las buenas causas y a la inversa: hubo gente que se equivocó políticamente, pero se equivocó de buena fe.” y continúa: “Que digan que yo soy un equidistante es una mentira malintencionada, es la postverdad. Yo nunca he dicho que los franquistas y los republicanos fueran lo mismo. El problema es que no nos hemos puesto de acuerdo sobre nuestro pasado y por esto no estamos de acuerdo sobre nuestro presente y el pasado termina siendo algo arrojadizo que nos tiramos a la cabeza.”[6]

En otra entrevista, Javier Cercas dice: “La única forma de hacer algo útil con el futuro es tener siempre presente el pasado. ¿Por qué la Transición salió razonablemente bien? Los hispanistas norteamericanos piensan que hubiese sido mejor que nos matásemos, entonces ellos podrían escribir su libro y volver a su cómoda democracia mientras los españoles nos dedicábamos a matarnos. Pero ¿por qué salió razonablemente bien y decidimos no matarnos y construir una democracia? Porque todo el mundo, desde Adolfo Suárez a Santiago Carrillo, tenía el recuerdo de la guerra. Lo de que en la Transición hubo un pacto de olvido es falso; lo que hubo fue un pacto de recuerdo. Otra cosa es que no se quisiera utilizar políticamente el pasado, como instrumento de lucha política. Ahora, ¿olvido? Ninguno. Al contrario, el pasado siempre estaba presente, y por eso salió razonablemente bien. Ahora ocurre exactamente lo mismo: estamos repitiendo lo que sucedió en los años 30.”[7]

Javier Cercas insiste en su intención de aprender de los errores que cometimos en el pasado para no repetirlos de nuevo y que España no se haya puesto de acuerdo con su pasado y tenga el pacto de recuerdo. Entonces, ¿qué posiblemente aprendieron los franquistas de sus pasados y errores? ¿Han pedido perdón? ¿Han puesto de acuerdo con sus crímenes? ¿A cuántos franquistas les condenaron por los delitos que cometieron durante la Guerra Civil? ¿Cuántos franquistas tuvieron que dejar todo lo que tenían, sus casas, sus identidades e irse de exilio a un país o continente totalmente nuevo? ¿Y los miles de mujeres que les quitaron sus niños y esos niños perdidos, huérfanos o los que tuvieron salir hacia México sin sus padres?

A pesar de su optimismo sobre la Transición, yo creo que fue un proceso demasiado injusto para los españoles que perdieron todo con la Guerra y con la dictadura y no creo que esa dicha transición haya recuperado sus experiencias y sufrimientos inolvidables. Así que no creo que haya salido razonablemente bien, salvo ellos que no tuvieron que responder por sus delitos. Tampoco creo que, como afirma Javier Cercas, que los dos bandos de España buscaran venganza y la oportunidad de matarse unos a otros. La Transición debería haber sido un proceso de la reparación a las víctimas y por la búsqueda de la verdad y la justicia sobre las graves violaciones a los derechos humanos cometidas durante la Guerra Civil (1936-1939) y la dictadura franquista (1936/39-1975).[8] Pero, como dice Vicenç Navarro, lo que ocurrió en la Transición no fue una reconciliación sino un pacto entre dos bandos sumamente desiguales en cuanto al poder de decisión. Las derechas tenían a su disposición todos los aparatos del estado, además de los medios de información, mientras que las izquierdas acababan de salir de la cárcel, de la clandestinidad o del exilio.[9]

Entonces, una pregunta que me ocurre: ¿En qué buena fé busca Javier Cercas la reconciliación con el pasado en sus obras? Viniendo de una familia franquista, ¿quizás está buscando remedio para aliviar la conciencia?

¿Qué opináis vosotros sobre Soldados de Salamina y en general las opiniones de Javier Cercas?

[1] El País Muere Carmen Franco, la única hija del dictador, a los 91 años 29.12.2017

[2] Soldados de Salamina, sinopsis, https://www.megustaleer.com/libro/soldados-de-salamina/ES0129733

[3] Soldados de Salamina, sinopsis, https://www.megustaleer.com/libro/soldados-de-salamina/ES0129733

[4] H. Riaño, Peio El negocio de Javier Cercas: el marketing de la memoria (histórica), El Español 9.2.2017

[5] Maria Iglesia, Anna Javier Cercas explota: “¿Ha quedado claro que no soy un equidistante?” El Confidencial 26.3.2017

[6] Maria Iglesia, Anna Javier Cercas explota: “¿Ha quedado claro que no soy un equidistante?” El Confidencial 26.3.2017

[7] Martin Rodrigo Inés Javier Cercas: «La Transición salió bien porque hubo un pacto de recuerdo, no de olvido» ABC.es 16.2.2017

[8] La necesidad de recordar Goethe Institut, Spanien

[9] Navarro, Vicenç Javier Cercas y su manipulación de la memoria histórica 31.12.2014

El soldado desconocido

En este trabajo reflexiono sobre el papel de la obra “El soldado desconocido” en la sociedad finlandesa. Es una obra importante a la hora de crear una memoria colectiva de la historia de Finlandia. De muchos modos representa la “versión oficial” de la Guerra de Continuación. Muestra la resistencia colectiva contra un enemigo común y así tiene valor simbólico para unificar el país. Sin embargo, ¿sigue teniendo relevancia hoy en día?

Cien años de independencia

El logo oficial de Finlandia 100 años

Finlandia celebró los cien años de independencia el año pasado. Para conmemorarlos, hubo varias festividades, exposiciones y colecciones de productos “Suomi 100”. Entre ellos también se estrenó la película “El soldado desconocido” el 27 de octubre. La película batió récords de taquilla en su estreno. Después del preestreno y el primer fin de semana 170,265 espectadores ya habían visto la película.

El presupuesto de la película también fue notable: 7 millones euros.

La película trata de la Guerra de Continuación. Un año después de su independencia, Finlandia sufrió la una guerra civil, que todavía es un tema difícil. Después ocurrieron la Guerra de Invierno (1939–1940) y la la Guerra de Continuación (1941–1944) contra la Unión Soviética.

Luchar contra un enemigo común inspiraba un sentimiento de pertenencia a una colectividad y solidificaba la identidad nacional.

Ví la película “El soldado desconocido” en noviembre con mi hermano. A él la película le hizo recordar otras películas del mismo género, por ejemplo “Salvar al soldado Ryan”. Finalmente también Finlandia tiene su película bélica con suficientes explosiones.

En los medios de comunicación comentaron sobre el papel de las mujeres en la película. En comparación con las versiones anteriores las mujeres jugaban una parte más importante que antes. Por ejemplo, la película incluye mujeres de la organización auxiliar femenina “Lotta Svärd” que dieron primeros auxilios en la primera línea de fuego y repartieron comida, además de otras tareas.

A pesar de esto, la película sigue siendo una descripción de la guerra desde el punto de vista masculino.

La cantante compositora Paula Vesala en su rol de Lyyti Rokka con sus hijas en la película “El soldado desconocido” (2017)

El valor simbólico de la obra

La película “El soldado desconocido” está basada en la novela del mismo nombre escrito por el autor finlandés Väinö Linna. También tiene escenas de la novela “Sotaromaani” (trad. Novela de Guerra) que es la versión del libro más amplio sin las supresiones hechos por los editores del libro.

La novela “El soldado desconocido” forma parte de la memoria colectiva de la historia del país. Tiene la función de afrontar traumas de la guerra. Además la novela juega un papel importante para crear mitos sobre la identidad finlandesa. Por eso es un artefacto cultural importante. La primera adaptación de la novela al cine fue dirigido por Edvin Laine en 1955, solo un año después de la publicación de la novela. En 1985, 30 años después, Rauni Molberg dirigió una versión nueva de la novela. En 2017, 32 años después, tenemos la adaptación nueva.

Si seguimos así, vamos a tener una version nueva en el año 2047, ¿o ya es suficiente tanto mirar al pasado?

Cada año el 6 de diciembre, el día de independencia, ponen “El soldado desconocido” en la televisión. Es un ritual para recordar la historia del país, conmemorar las proezas de los soldados y consolidar una identidad nacional. Sin embargo, ¿sigue siendo una representación justa a la población de Finlandia hoy en día? La mayoría de los personajes en la película son hombres blancos. Eso se puede justificar con el argumento que así eran los soldados y es una representación históricamente exacta. Pero la población de Finlandia no es tan homogénea como antes. Es cierto que la identidad nacional de un país tiene que cambiar con el tiempo, no es algo estático. Si esta historia es tan importante, que hay que ponerlo en la tele cada año, ¿por qué no se pueden renovar los personajes?

Al fin y al cabo la cuestión es: ¿Cuál es más importante: la historia y su relevancia en la actualidad o una representación históricamente objetiva?

Ya tenemos suficientes libros de historia. Si tenemos en cuenta que muchos son escritos por hombres blancos, parece natural que den énfasis al papel de los hombres blancos. Un largometraje relativamente reciente, El mariscal de Finlandia, mostró que la historia es lo que importa. Esta película sobre la vida personal de Mannerheim. Levantó mucha polémica porque el actor de rol Mannerheim es de piel morena. Intenta mostrar que también Mannerheim era una persona con sentimientos y una vida privada. Si la historia es lo que importa, puede aguantar una interpretación más moderna.

El mariscal de Finlandia (2012, Yle)

 

Fuentes

Louhimies, Aku. (2017). Tuntematon sotilas. Finlandia: Elokuvaosakeyhtiö Suomi 2017 Oy.

Noticia: “Aku Louhimiehen TUNTEMATON SOTILAS -elokuva rikkoo ennätyksiä” en la página web oficial de la película.

Noticia: “Suomen Marsalkka -elokuva kohautti jo ennen ensi-iltaansa”

Yle elävä arkisto: Suomen Marsalkka – The Marshal of Finland.

Blog: “Mariscal Mannerheim, ‘hecho en Kenia’” SEPA MÁS. 17 ago 2012.

Resumen de las guerras de Finlandia

Durante este curso se me ha crecido el interés sobre la historia de guerra y sobre todo cómo la guerra y la memoria de ella han influido en las sociedades actuales y pasadas. Sin duda, lo que más me ha impactado es la gratitud por los tiempos que vivimos hoy y el respeto hacia los que han tenido que sufrir por las guerras y las consecuencias.

Este curso, como también algunos otros cursos de la Filología Hispánica, nos ha familiarizado con las diferentes historias de las guerras del mundo hispano. Casi nada, sin embargo, fuera de este curso hemos estudiado sobre las guerras de Finlandia. Entonces, en el último trabajo voy a resumir brevemente la historia de guerra de Finlandia desde el siglo XIX.

En la guerra, llamada ‘la Guerra de Finlandia’, en los años 1808-1809 Rusia conquista el territorio finlandés y da autonomía a Finlandia. La guerra empieza porque Alejandro I de Rusia presiona a Suecia para que se reúna con el Bloqueo Continental de Napoleón, que tiene en objetivo bloquear económicamente el Reino Unido de Gran Bretaña del resto de Europa. Sin embargo, Gustavo IV Adolfo de Suecia odia tanto a Napoleón que tiene que rechazar la amenaza del Alejandro I. Por esta razón ataca Rusia a Suecia y el mayor objetivo de la guerra se convierte en la conquista del territorio finlandés. Una vez conquistado, Rusia da autonomía a Finlandia en 1809.

Por más de 100 años Finlandia pertenece a Rusia y no tiene propias guerras. Algunos soldados finlandeses luchan con el ejército ruso, p.ej. en el Levantamiento de Noviembre en Polonia 1830-1831, en la Guerra de Crimea 1853-1856. En la Primera Guerra Mundial 1914-1918 Finlandia no tiene un papel importante sino el Gran Ducado de Finlandia ve la oportunidad en independizarse tras la revolución de Rusia.

Después de la independencia las presiones de una sociedad de clases incrementaron y en 1918 empezó la ‘Guerra Civil’ que duró 4 meses. La guerra fue dura y numerosos fusilamientos por parte de las dos bandas (los Blancos y la Guardia Roja) fueron ejecutados, también después de la guerra, por parte de los vencedores, los Blancos. La Guerra Civil tiene varios nombres, que hasta hoy discuten cual se debería usar; Guerra de Clases, Rebelión Roja, ‘guerra de hermanos’, Guerra de Libertad etc.

En la historia de la Finlandia independizada, ahora por 100 años, después de la Guerra Civil hemos tenido tres guerras, de las cuales la Guerra de Invierno es la primera. En 1939 La Unión Soviética atacó Finlandia sin una declaración de guerra. Stalin creía que conquistaría los territorios importantes del este del país fácilmente en dos semanas. La guerra, sin embargo, se prolongó hasta 105 días y el ejército soviético sufrió grandes daños. Aunque Finlandia perdió las partes de Carelia y algunas islas, globalmente se consideró la resistencia de Finlandia contra USSR casi como un éxito. Por la buena resistencia decidió Hitler atacar la USSR, aunque Hitler consideró que la buena resistencia debió de ser resultado del nivel débil del Ejército Rojo.

Poco después de la Guerra de Invierno Alemania junto con Finlandia atacaron la USSR con la intención de reconquistar los territorios perdidos en la guerra anterior. Esta guerra se llama la ‘Guerra de Continuación’ y empieza en 1941 y acaba en 1944. Cuando parecía que Alemania se iba a perder la Segunda Guerra Mundial, Finlandia y USSR firmaron el Armisticio de Moscú, en que se quedaron que Finlandia, otra vez, traspasara territorios de la Carelia, Petsamo de Laponia y arrendara Porkkala durante 50 años a la Unión Soviética (aunque ya en 1956 se devolvió a Finlandia), y pagara 300 millones de dólares como reparaciones de guerra a los soviéticos.

Una de las condiciones del Armisticio de Moscú es que Finlandia expulsaría a los alemanes de Laponia. Este condujo a la tercera guerra, la Guerra de Laponia. Mientras los alemanes se retiraban de Laponia a Noruega, quemaron una gran parte de los pueblos finlandeses. Rovaniemi fue quemada casi completamente.

Aunque somos una sociedad bastante pequeña, existe un gran número de guerras en nuestra historia, y por lo tanto unas huellas de la guerra todavía presentes. Ojalá el número ya no crezca.

En la Guerra Civil murieron unos 20 000 finlandeses.

En la Guerra de Invierno murieron 25 000 finlandeses.

En la Guerra de Continuación murieron 63 000 finlandeses.

En la guerra de Laponia murieron 1000 finlandeses.

Fuentes:

Exordio – La Segunda Guerra Mundial – Finlandia http://www.exordio.com/1939-1945/paises/finlandia.html

Anne Frank – Tietopankki – Suomen Sodat http://www.annefrankguide.net/fi-FI/bronnenbank.asp?tid=151569

Yle.fi – Elävä Arkisto – Suomen Sota 1808-1809 https://yle.fi/aihe/kategoria/elava-arkisto/suomen-sota-1808-1809

Wikipedia – Jatkosota, talvisota, lapin sota https://fi.wikipedia.org/wiki/Jatkosota

La literatura y la violencia en Colombia

Inspirado por los libros, temas y las interesantes conversaciones alrededor de la guerra y la literatura durante la clase, considero relevante echar un vistazo a la literatura colombiana y su relación con los conflictos armados que desde siempre han estado presentes en la historia del país.

La violencia ha sido una constante en la historia de Colombia. Ya desde la conquista española el derramamiento de sangre ha sido una constante que ha impregnado las diferentes áreas socioculturales del devenir del país. Después de las guerras de independencia, empezaron a aparecer enfrentamientos bipartidistas que, en gran parte, han generado la guerra civil que de cierta manera aún se vive en el país.

Uno de los eventos clave en lo que se conoce como “ La Violencia”, fue el asesinato del candidato presidencial Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948. Este evento fue a su vez la cúspide y el generador de los odios bipartidistas entre conservadores y liberales. Una vez ocurrido el asesinato y el caos posterior (conocido como El Bogotazo), se inició una ola de violencia entre partidos que produjo miles de muertos, desaparecidos y desplazados. Estas luchas y persecuciones fueron las que causaron la formación de grupos guerrilleros como las FARC y el M-19, en un principio compuestos por liberales campesinos que intentaban resistir los ataques del ejército nacional al mando de un estado conservador.

La fase siguiente a la violencia bipartidista y guerrillera es la causada por la aparición del narcotráfico y los paramilitares. En ese momento el país se sumió en una lucha por el poder a través del negocio, donde las ideologías se olvidaron para dar paso a una guerra por la supervivencia y el dinero. Esta guerra afectó a todo el país y sus consecuencias todavía están presentes en la sociedad. Ahora que los carteles de las drogas han sido acabados y las FARC han firmado la paz con el gobierno, la violencia ha disminuido considerablemente, aunque no ha desaparecido.

Como se puede ver, la violencia en Colombia ha sido “pan de cada dia”. Resulta entonces obvio que mucha de la narrativa de ficción producida durante los siglos XX y XXI, esté influenciada en mayor o menor medida por la guerra. Ha de notarse que así como la violencia se ha convertido en algo rutinario, su uso en las artes y en la literatura también. No han existido tabús a la hora de tratar la violencia y lo que ha cambiado ha sido el punto de vista y el estilo de la narración, más no los contenidos que se han podido – o no – tratar en los textos.

Ya en 1924 se publicó La Vorágine de Jorge Eustácio Rivera, considerada por muchos una de las dos obras más importantes de la literatura colombiana junto a Cien años de soledad de García Márquez. La Vorágine  enmarca su trama amorosa con las difíciles condiciones que enfrentaban los indígenas y campesinos en la región cauchera colombiana, en las fronteras con Ecuador y Perú. Estas dificultades estaban estrechamente relacionadas con la violencia, en este caso, entre patrones y trabajadores. Cien años de Soledad, por su parte, hace referencia a otro evento trágico de la historia colombiana llamada La matanza de las bananeras, ocurrido a principios del siglo XX y en el cual la intervención de empresas norteamericanas en la región del Urabá, produjo huelgas por parte de los cultivadores, que fueron acalladas con las armas del mismo ejército nacional.

Sobre la violencia generada a partir del Bogotazo y la influencia que tuvo en la sociedad (sobre todo rural), escribió Gustavo Alvarez Gardeazabal en su libro Cóndores no entierran todos los días (1971). En esta obra se cuenta la historia de León María Valencia, un sicario al servicio de los conservadores que estaban en el poder hacía 1950, que se hizo famoso por su mano dura y por la violencia de los asesinatos que cometía.

La época de los enfrentamientos más voraces entre la guerrilla y el ejercito aparecen en un sinfín de novelas. Entre las mas reconocidos se encuentra Delirio (2004) de Laura Restrepo, El olvido que seremos (2006) de Héctor Abad Faciolince o El ruido de las cosas al caer (2011) de Juan Gabriel Vásquez. Aunque estas novelas no tengan como eje central el conflicto armado, si que dependen de dicho conflicto para el desarrollo de sus personajes y sus historias.

Por otro lado aparece la literatura “sicarista”, cuyo eje narrativo principal son los sicarios (asesinos en motocicleta, usualmente hombres jóvenes de bajos recursos), y por ende, el narcotrafico que generó dicho fenómeno. La característica principal de este periodo de violencia y, por ende, de la literatura que lo trata, es la aparición del aspecto urbano. Hasta ese momento, la guerra era vista como un problema rural; la guerrilla solía esconderse y combatir en las montañas. El narcotráfico y su violencia eran propios de los barrios pobres de las ciudades. Al ser un negocio, era importante para los narcotraficantes estar cerca de sus clientes y así mismo de los centros de negocios. Por tal razón, mucha de esta literatura se detiene en describir el barrio, la importancia del mismo, así como de la ciudad y de las formas de habla. Es el caso de No nacimos pa´ semilla (1990), obra cumbre del “sicarismo”, donde destaca, entre otras cosas, un glosario al final del libro a manera de apéndice, de términos usados por los sicarios. Dentro de este género aparece también la famosa novela La virgen de los sicarios (1994) de Fernando Vallejo, con temáticas muy similares a las tratadas por Salazar, estudiando la vida de los sicarios y del narcotráfico.

Estas son, a grandes rasgos, algunas obras representativas de la narrativa acerca de las distintas épocas de guerra que ha habido en Colombia. Existen muchas más novelas con temáticas similares y esta selección se ha hecho a manera general y por gusto particular. Importante recordar también la cantidad de escritos periodísticos y biografías existentes. Este último genero tuvo un boom de publicación en la década del 2000-2010, con autobiografías de personalidades que habían vivido la guerra en piel propia, como combatientes y/o secuestrados.

Lamentablemente sea posible que esta historia de violencia nunca termine y por lo tanto, la lista de literatura que cuenta sobre ella siga creciendo. Como remedio solo queda leer los libros, entender los fenómenos e intentar no cometer los mismos errores de nuevo.

Fuentes:

http://www.revistaarcadia.com/impresa/especial-arcadia-100/articulo/arcadia-100-condores-no-entierran-todos-los-dias-gustavo-alvarez-gardeazabal/35065

https://www.senalmemoria.co/piezas/historia-de-la-literatura-sobre-la-violencia-en-colombia

La vorágine y la retórica de la violencia:

http://agenciadenoticias.unal.edu.co/detalle/article/el-conflicto-tema-recurrente-en-la-literatura-colombiana.html

Presentación: Los niños de la guerra