Sobre algunas figuras retóricas en Luna de lobos

La novela Luna de lobos de Julio Llamazares fue publicada en 1985 (Seix Barral), diez años después de la muerte de Franco. Es un cuento de cuatro republicanos durante la guerra civil española y la represión. El protagonista se llama Ángel y sus compañeros son Guillermo, Ramiro y su hermano Gildo. Su tragedia comienza con la caída del frente asturiano. Por las fuertes represalias de los franquistas no pueden regresar a sus casas sino tienen que esconderse en las montañas, son los del monte. La novela es dividida en cuatro partes y cada parte tiene cuatro capítulos de los cuatro años 1937,1939,1943 y 1946 y en cada parte muere uno de los protagonistas.

Julio Llamazares nació en 1955 en Vegamián al norte de León. Sus padres eran campesinos políticamente activos. Los cuentos de su infancia ahí lo influyeron mucho. Se dice que el protagonista se basa en su tío Ángel, quien desapareció durante el período bélico y que Ramiro hace referencia a otro tío suyo. Julio Llamazares inició en la poesía. Luna de lobos es su primera novela y en esta novela se puede ver la fuerte influencia de poesía, especialmente en sus imágenes de la naturaleza cuando el autor hace referencia al estado mental de sus protagonistas. Su novela es histórica pero al mismo tiempo es lírica y poética. Me gusta la expresión de Miguel Sánchez-Ostiz (según el artículo de C. Orsini-Saillet) cuando él dice que Luna de lobos es la “novela de un poeta”. En toda la novela se puede ver descripciones de noche y oscuridad, viento y lluvia, tristeza y silencio y de luna y perros. Es como música triste y fascinante.

A juzgar por el título de la novela la luna y lobos son símbolos importantes. La luna es un símbolo de muerte. Una noche … “bajo la ingravidez profunda del silencio. Incluso esa luna fría … me trae siempre al recuerdo aquella vieja frase de mi padre, una noche volviendo cerca del cementerio: – Mira, hijo, mira la luna: es el sol de los muertos.” (Llamazares, 2016: 78) Esta comparación es importante, Llamazares repite esta frase en capítulo XIV cuando otra vez Ángel recuerda estas palabras de su padre cuando era pequeño. Por otra parte, el lobo puede ser símbolo de varias cosas. Puede ser símbolo de valentía y camaradería pero también puede ser símbolo de algo temido y perseguido. En determinadas circunstancias todos nosotros podemos convertirnos en lobos en el sentido negativo: “Homo homini lupus est”. En la novela hay una historia contada por Ramiro: “Allí cazan los lobos todavía como los hombres primitivos: acorralándoles. … La estrategia consiste en acechar al lobo y empujarle poco a poco hasta un barranco … El lobo huye, asustado, hacia adelante y cae en la trampa. Le cogen vivo y, durante varios días, le llevan por los pueblos para que la gente le insulte y le escupa antes de matarle.” (Llamazares, 2016: 135-136). No se puede evitar la comparación entre los lobos y los maquis que están encerrados en las montañas. Con las búsquedas por los montes sus cazadores intentan a atraerlos en una trampa.

Símiles o comparaciones (figuras retóricas que tienen relación entre sí y que en Luna de lobos muy a menudo son conectadas con la palabra “como“) y metáforas (sin una palabra conectiva) son muy frecuentes en la novela. Las descripciones en forma de estas figuras retóricas tienen los mismos temas (ya mencionados) como en toda la novela: noche, silencio, viento, lluvia y luna, por ejemplo. Sirven la fuerza de la imaginación del lector y la belleza y musicalidad del lenguaje. Aquí hay algunos ejemplos de símiles y metáforas en la novela:

Olfatea la noche como un lobo herido. (12)

el silencio como pólvora húmeda (14)

la primera luz del alba. Es blanca y agridulce como el vapor de leche que llena la cocina. (17)

La oveja cuelga de la viga como un extraño fruto ensangrentado (41)

El viento aúlla como un lobo esparciendo la lluvia en todas las direcciones. (44)

La noche ha reventado como un barril de pólvora. (57)

el quejido helado de la niebla (12)

La noche es sólo una mancha negra y fría (12)

El sol está sangrando y me hiere los ojos. (82)

Además, en descripciones de la naturaleza hay muchísimas figuras en forma  de personificación:

las ramas doloridas de los árboles (11)

La noche está muriendo y el frío … Trae en la lengua el lamento escarchado de la niebla.(38)

Hasta la lluvia parece haber callado presagiando la tragedia. Barruntando la muerte.(126)

La luz de la mañana me sorprende boca abajo entre unas zarzas … con el corazón apretado contra el suelo para que no puedan oírse sus golpes rojos y desacompasados.(129)

Quizá el viento busca consuelo a su soledad entre las urces y los robles.(33)

una lluvia melancólica y mansa golpea suavemente las hojas de las hayas.(119)

Especialmente en las últimas capítulos del libro Llamazares usa anáfora – la repetición de la primera o primeras palabras en varias frases consecutivas – como aquí cuando Ángel está huyendo los guardias asustado.  El disparo ha segado los hilos de la niebla como una exhalación. … El disparo ha segado al unísono los hilos de la niebla y de mi corazón. … La pendiente no se detiene. La pendiente no acaba nunca. … Están ahí, mezclando casi su aliento con el mío. Están ahí. …  Sólo la niebla, negra y helada. Sólo la niebla, cubriendo todo, y, al fin, un golpe seco, brutal, bajo mis pies. … He corrido con todas mis fuerzas. He corrido con rabia, como un perro herido, conteniendo el dolor. (170)

Al fin Ángel es totalmente exhausto y deprimido. Está solo, lejos de todo y todos. Sus compañeros han muerto, su padre ha muerto, está en territorio totalmente desconocido. La repetición intensifica el sentido de soledad que siente Ángel.

Ha llegado la hora. Ha llegado el momento de volver a ese agujero irrespirable y tumbarme como un topo debajo del tablero. Ha llegado la hora del reencuentro con ese hálito de magmas .. (178)

Fuentes:

Llamazares, Julio. Luna de lobos. Barcelona: Seix Barral, Editorial Planeta, 2016.

Bultheel, Lisa: “La representación del maquis en la novela española contemporánea”. Master diss., Universiteit Gent, 2012

Orsini-Saillet, Catherine. “En torno a una poética de la frontera: Luna de lobos de Julio Llamazares”. Cuadernos de narrativa, 1998, 3, 87-103.

[El trabajo es de Anne]

 

 

 

El tío Ángel de Julio Llamazares

Asimismo, el personaje de Ángel rinde homenaje a Gregorio García Díaz, o Gorete, que permaneció escondida en una cueva en su pueblo durante once años, tres meses y cinco días. Llamazares cuenta su historia, bajo el título “Adiós a Gorete“, en el libro En Babia y en un artículo publicado en El País.