Historias familiares

Gracias a la inspiración que obtuve en la última clase tras haber hablado sobre las guerras que luchó Finlandia durante el siglo XX, decidí ponerme a descubrir cómo son las historias de guerra de mi propia familia. Desgraciadamente, mis abuelos se han muerto hace ya años y mis bisabuelos ya se habían muerto cuando nací yo, así que solo he podido preguntar a mis padres sobre las historias de su infancia y sobre lo que les habían contado sus padres y abuelos. Antes no me interesaba el tema de las guerras finlandesas –  o la guerra en general – y por eso nunca preguntaba a mis abuelos por sus recuerdos cuando estaban vivos y tampoco me hablaban del tema – o quizá se me haya olvidado si alguna vez contaron algo. No creo que hubiera sido raro que no me hablaran del tema; la guerra deja huellas dolorosas.

Pero antes de centrar en las memorias de las guerras – de invierno y de continuación, porque la guerra civil finlandesa es demasiado lejano – cabe aclarar la historia geográfica de mi familia. Mis abuelos paternos eran de Lieksa, que es una ciudad pequeña en la Carelia del Norte. El padre de mi abuela se mudó a Finlandia durante los años 1930 de un pueblo que hoy en día está en Rusia, pero creo que en aquel entonces todavía era un municipio finlandés. Mi abuela materna, por otra parte, era de un pueblo cercano a Lappeenranta, y mi otro abuelo de Nurmijärvi, como sería yo más de medio siglo después.

En cuanto a los actos bélicos, según mi madre, o según lo que su padre le había contado, casi no se notaba las guerras en Nurmijärvi, pues está lejos de la frontera donde tuvo lugar la mayor parte de las luchas y como no está muy cerca de Helsinki no hubo bombardeo allí. La historia de mi abuela es más triste: uno de sus hermanos, un tío de mi madre, desapareció en 1944 – no he conseguido saber dónde exactamente – y la hija de este fue mandada a Suecia como una refugiada y pasó varios años allí. No puedo imaginar el dolor que sufrió la familia de mi abuela cuando supieron que no podrían enterrar a su hijo. La abuela materna fue la primera de nacer de mis abuelos y probablemente tenía más recuerdos de las guerras porque ya tenía nueve años cuando estalló la guerra de invierno y vivía a poca distancia de la frontera. Sin embargo, solo tengo pocos recuerdos de lo que me contaba de su infancia y adolescencia.

La historia de mi familia paterna es menos triste; nadie se murió en la guerra – que yo sepa. La madre de mi padre era la más joven de mis abuelos, nacida en 1941, y por eso no creo que hubiera tenido muchos recuerdos sobre la guerra aunque le hubiera preguntado por ellos. Tampoco no he hablado mucho con sus hermanos y hermanas. Mis bisabuelos paternos, por otra parte, casi llegaron a vivir hasta mi nacimiento; se murieron en los años 1980. El padre de mi padre luchó en la guerra, fue herido en la pierna pero sobrevivió.

Para resumir, las guerras mundiales son de gran interés no solo por las consecuencias internacionales y globales, sino también desde un punto de vista más personal. Algo nuevo he sabido últimamente, pero queda mucho más información de la cual nunca me enteraré porque mis parientes con conocimientos  personales de las guerras ya se habían muerte antes de que nací yo o incluso mis padres. Queda mucho que quisiera saber, porque para entender el presente hay que conocer la historia, y supongo que concierne también a la familia de cada uno.

Las milicianas rojas en España y Finlandia

La Guerra Civil Española (1936-1939) y la Guerra Civil Finlandesa (1918) fueron muy importantes para los dos países y aunque las consecuencias de estas guerras fueron horribles y miles de finlandeses y de españoles murieron, también hay historias de heroísmo. En este trabajo voy a tratar las heroínas de la guerra, las milicianas. Tanto en la Guerra Civil Española como en la Finlandesa la mujer jugó un papel importante no solo en el hogar y el hospital sino también en la frente al lado del hombre.

En febrero de 1918 en Finlandia se crearon los grupos de Naiskaarti que equivalían a las milicianas de España. Correspondientemente en la España de 1936 se crearon organizaciones como la Agrupación de Mujeres Antifascistas que dependía del Partido Comunista, y Mujeres Libres, una organización anarquista.

 Aunque la mayoría de las milicianas finlandesas trabajaba en un hospital o como cocineras, también había mujeres que querían participar en la “verdadera” guerra y trabajar en el frente. Dos tercios de la milicianas finlandesas tenían trabajo en el campo de la industria antes de la guerra pero cuando estalló la guerra perdieron su trabajo. El motivo más importante para las mujeres a devenir milicianas era el desempleo y la falta de comida, tanto para las españolas como las finlandesas.

Así reflejaba el periódico Juventud el 25 de julio de 1936, los ánimos de las mujeres republicanas por luchar en el frente:

“no quieren ser solo auxiliares, quieren ser una fuerza de choque […]. Todas me dicen que quieren ir al frente, que no quieren que se las emplee solo para la Cruz Roja ni cosas semejantes, que quieren combatir”

La mayoría de las milicianas españolas y finlandesas eran jóvenes y solteras. Muchos de ellas tenían tan solo 15 años.  Hasta tres por ciento de los soldados finlandeses eran mujeres. En las batallas de la Guerra Civil Finlandesa cayeron 130 mujeres, 460 fueron fusiladas – aunque durante la guerra solo una mujer fue condenada a muerte – y en los campamentos para los prisioneros murieron 80 mujeres.

Un hombre finlandés que participaba en la guerra cuenta su memoria de las milicianas finlandesas y aplaude a las mujeres por haber aprendido muy rápidamente usar las armas y por no tener miedo de usarlas. Le parecía también que las mujeres fueron más interesadas en las ideologías socialistas detrás de la guerra que los hombres. También las milicianas españolas participaron en la guerra porque querían defender los derechos políticos y sociales que habían adquirido durante la Segunda República. En España las mujeres fueron discriminadas por los hombres que no creían en la capacidad de las mujeres de participar armadas en la guerra. Sin embargo, algunas dijeron que los hombres les trataban de una manera igualitaria. Una mujer conocida por su combatividad fue Rosaria La Dinamitera, a la que el poeta Miguel Hernández dedicó un poema:

Rosario, dinamitera,

sobre tu mano bonita

celaba la dinamita

sus atributos de fiera.

Nadie al mirarla creyera

que había en su corazón

una desesperación,

de cristales, de metralla

ansiosa de una batalla,

sedienta de una explosión.

Muchas milicianas finlandesas acabaron en los campamentos de prisioneros y fueron fusiladas allí. El promedio de edad de estas mujeres era solo 20 años. Lo que pasa tanto a las milicianas españolas como a las finlandesas es que muchos aplauden su valentía pero algunos dicen que se ha exagerado su colaboración en la guerra como milicianas y hasta se ha dicho en España que “en realidad la figura de la Miliciana tuvo más un carácter propagandístico que real”.

 

Fuentes:

Entrevista de Tuulikki Pekkalainen, escritora de Susinartut ja pikku immet, 21/11/2011: https://areena.yle.fi/1-1253883

Risto Lindstedt, Naiset punakaartissa 1918, 28/10/2011:

https://suomenkuvalehti.fi/jutut/kotimaa/naiset-punakaartissa-1918/

Hanna Lumme, Tutkimus: Hennalan vankileirillä tapettiin mielivaltaisesti yli 20 naista – nuorimmat 14-vuotiaita, 01/04/2016: https://yle.fi/uutiset/3-8775599

Pablo Alcántara, La mujer en la Guerra Civil Española: las milicianas 07/03/2017:

https://radiorecuperandomemoria.com/2017/03/07/la-mujer-en-la-guerra-civil-espanola-las-milicianas/

El papel de la mujer en la Guerra Civil Española, 23/05/2012:

https://arqueopatas.files.wordpress.com/2012/06/el-papel-de-la-mujer-en-la-guerra-civil-espac3b1ola1.pdf

Sami Suodenjoki, Naiskaartilaiset Tampereen taisteluissa: http://www15.uta.fi/koskivoimaa/valta/1918-40/naiskaar.htm

Álvaro López Franco, Las milicianas de la Guerra Civil Española, 10/09/2015:

https://descubrirlahistoria.es/2015/09/las-milicianas-de-la-guerra-civil-espanola/

Marjo Liukkonen, “Hennalan naismurhat 1918”, Lectio praecursoria 4.4.2016, 15/04/2016:

http://www.ennenjanyt.net/2016/04/marjo-liukkonen-hennalan-naismurhat-1918-lectio-praecursoria-4-4-2016/

 

 

Fotos:

Kansan arkisto: https://suomenkuvalehti.fi/jutut/kotimaa/susinartut-naiset-punakaartissa-1918-kuvakertomus/

https://radiorecuperandomemoria.com/2017/03/07/la-mujer-en-la-guerra-civil-espanola-las-milicianas/

Fusilamiento de mujeres en Hennala en 1918

Kansalaissota. Suomen sisällissota. Vankileirit. Hennalan punavankileiri (Hennalan vankileiri) Fellmanin pellolla Vesijärven rannalla Lahdessa. Punaisia vankeja. La foto: Yle arkisto

Durante el curso hemos tratado el tema de la guerra civil española. Hemos hablado mucho de los horrores que tuvieron lugar en España durante la guerra civil y la dictadura del Franco, y sin duda lo hemos considerado como algo que nunca hubiera podido pasar en Finlandia. Sin embargo, como hemos visto en la última clase, han pasado cosas igual de escalofriantes en Finlandia – y en la misma manera que en España aquí tampoco se habla de ellas. En este último trabajo escrito para este curso, inspiradas por “Las trece rosas” compartimos con vosotros una breve reseña sobre las 218 mujeres que perdieron sus vidas en los fusilamientos del campo de concentración de Hennala hace 99 años.

La guerra civil finlandesa tuvo lugar hace cien años, en 1918. Era una confrontación cruel entre dos bandas, los blancos y los rojos, dividiendo Finlandia y causando mucho terror. El campo de concentración más grande de la guerra civil finlandesa existía en Lahti, y es allí donde fusilaron mucha gente durante los pocos meses que duró la guerra; muchas de los fusilados fueron mujeres.

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Marjo Liukkonen, licenciado en ciencias sociales, lleva más de 20 años estudiando la literatura y las investigaciones sobre los campos de prisioneros. Liukkonen interesó del tema en primer lugar por el destino de su bisabuelo que murió en uno de los campos de prisioneros del 1918 en Hämeenlinna.

El año pasado (2016) publicó su investigación de predoctorado “Hennalan naismurhat 1918” en que arroja luz sobre la verdadera naturaleza de “los campos humanitarios” que uno puede encontrar en algunas historiografías oficiales. Después de haber recorrido más de 26 000 tarjetas de prisioneros, encontrando hechos que estuvieron en contradicción con lo que antes había leído del tema,  Liukkonen entendió que la mayoría de la información presentada en la literatura científica sobre Hennala fue errónea; no se habla de las 2216 mujeres ni de los niños (incluso lactantes) encarcelados en el campo de concentración, no se menciona nada sobre la malnutrición ni el abuso que sufrieron los prisioneros. En general, la historiografía anteriormente representado ni siquiera refiere a Hennala como una verdadera campo de concentración, sino como campo de prisioneros, aunque en realidad cumple todas las características de uno.

La vida en Hennala era dura. A los prisioneros se les daba solo un trocito de pan y un poco de arenque, aunque en aquella época en Hennala ya tenían el agua corriente y de la comida no había escasez. A pesar del ambiente de peligro, la gente de la zona quería ayudar a los prisioneros y los niños solían pasar secretamente pan a los prisioneros a través de la valla que rodeaba el campo. Si uno no murió de hambre, las enfermedades como la viruela, la escarlatina y la gripe española eran muy probablemente su destino. Muchas personas que estaban a punto de morirse de hambre se les llevaron a la enfermería, y una vez allí era casi imposible evitar las enfermedades y salir vivo.

El acontecimiento que más nos afectó era el fusilamiento de cientos de mujeres sin juicio. Hasta el día de hoy no había investigaciones sobre lo ocurrido y por casi cien años la gente callaba totalmente de lo sucedido. Según la información anteriormente expuesto, en el campo de Hennala fueron fusilados solo 104 mujeres y no había niños en los fusilados. Ahora sabemos que en realidad había 218 mujeres cuya edad media era 20, las más jóvenes tenían apenas 14 años. Dicho de otra manera, las fusiladas eran un grupo de las mujeres más jóvenes del campo de concentración, y por ello no podían ser elegidos aleatoriamente.

Existen dos posibles motivos para el fusilamiento pero no se sabe cuál afectó más en la hora en que el fusilamiento fue puesta en práctica. La primera es la eugenesia, las mujeres del pelo corto que habían trabajado en fábricas o eran solados fueron consideradas inmorales y por eso eran un peligro a la raza finlandesa. La mayoría de las fusiladas había llevado pantalones o tirantes y se supone que eran soldados – o tocayas de una soldado. El otro motivo que se ha propuesto como argumento del fusilamiento es la envidia que tenían los soldados finlandeses contra los soldados alemanes. Los alemanes tenían mejores conocimientos de la guerra y de las mujeres, cual provocó mucha irritación a los finlandeses. Los soldados finlandeses querían tomar venganza, pero en vez de matar a los alemanes, decidieron fusilar a las mujeres jóvenes quienes gozaron del favor de los soldados alemanes.

Según la investigación de Liukkonen, las prisioneras sufrieron de todo tipo de abusos que uno puede imaginar; fueron violados, tuvieron que realizar servicios sexuales para que les dieran de comer y una vez fusiladas, sus cuerpos fueron deshonrados de distintas maneras. Todos los prisioneros del campo sufrieron de malnutrición, violencia e incluso propone Liukkonen que los prisioneros fueron contagiados con diferentes enfermedades intencionalmente. Como los niños ni deberían haber existido en los campos de concentración, una vez muertos sus cuerpos fueron escondidos en los pasillos y en las azoteas de los cuarteles.

Lo que Liukkonen quiere recordarnos a todos, es que tanto que nosotros los finlandeses a lo largo de los años hemos extrañado de como puedo pasar lo que pasó en Alemania en los años 30 y 40, la explicación es relativamente simple: estas cosas pueden pasar cuando se demoniza una parte de una nación!

Para acabar con esta reseña, agregamos aquí una historieta creado por delineante Aino Sutinen (2017) a base de los apuntes que sacó durante la conferencia que dio Marjo Liukkonen en el museo nacional de Helsinki el 20 de octubre de este año (el dibujo que empieza el tebeo está ya presentado despúes de los primeros dos capítulos de esta reseña):

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Bibliografía:

Aino Sutinen blog: Neon tunisia. Hennalan naismurhat 1918 – luentomuistiinpanot piirroksina. http://aino.sarjakuvablogit.com/2017/10/21/hennalan-naismurhat-1918-luentomuistiinpanot/. Leído 17.12.2017.

Ennen ja nyt. Historian tietosanomat. Marjo Liukkonen: Hennalan naismurhat 1918. (4.4.2016). http://www.ennenjanyt.net/2016/04/marjo-liukkonen-hennalan-naismurhat-1918-lectio-praecursoria-4-4-2016/. Leído: 17.12.2017.

Marjo Liukkonen blog: Lahti-Hennala 1918 (8.3.2014). http://lahtihennala1918.blogspot.fi/. Leído: 17.12.2017.

Yle Uutiset. Tutkimus: Hennalan vankileirillä tapettiin mielivaltaisesti yli 200 naista – nuorimmat 14-vuotiaita. (1.4.2016). https://yle.fi/uutiset/3-8775599. Leído: 17.12.2017.

Emma&Hansku

FELIZ NAVIDAD!

Critica contra Soldados de Salamina en la obra de Isaac Rosa El vano ayer

El vano ayer es un libro escrito por Isaac Rosa y fue publicado el año 2004. Es una obra que narra el proceso de construcción de la novela y al mismo tiempo narra la historia de los protagonistas de la obra. Los protagonistas son Julio Denis, un profesor de la universidad, y André(s) Sánchez, un alumno de la universidad, y el narrador intenta averiguar que les pasó. Sin embargo, en vez de concentrar en las historias de los protagonistas, el libro concentra más en probar diferentes estilos cómo narrar la historia, y en el rol del lector al leer la novela, o las novelas que tratan del franquismo en general. Así que, en la novela domina el metadiscurso, pero también la hibridez por los diferentes estilos. El libro hace a su lector reflexionar sobre cómo percibimos el pasado a través de la literatura, pero también pensar en cómo percibimos el pasado a través de diferentes estilos o géneros literarios. La obra también hace al lector reflexionar sobre su responsabilidad, pero también pensar en la responsabilidad que tienen los autores. Además, El vano ayer contiene varias referencias a otras novelas escritas sobre la Guerra Civil o el franquismo, y una de las más destacadas es Soldados de Salamina escrita por Javier Cercas.  

Soldados de Salamina es una obra que narra el proceso de escribir la propia obra. En el centro de la novela es la historia de Rafael Sánchez Mazas, un escritor y falangista de alto rango, el que se libró de su fusilamiento durante la Guerra Civil de una manera misteriosa. Esta historia enigmática inspira a Javier Cercas, también el narrador y la protagonista de la obra, a intentar averiguar que realmente pasó años atrás y a escribir la obra Soldados de Salamina. Aunque ambas novelas parten de las mismas condiciones (hay que descubrir qué le pasó a alguien), las similitudes no van más para allá. 

En El vano ayer no se menciona de nombre ningún autor que se critica, pero es evidente que Soldados de Salamina por lo menos forma parte de las novelas que tratan del franquismo, las que sí que se critican en la obra. Se critican las novelas que no requieren la participación activa del lector y que cuentan sobre el pasado, pero no muestran lo que realmente pasó. Todo esto causa, según el narrador de El vano ayer, que el lector no piensa de forma crítica mientras este leyendo y de esta manera estas novelas corrompen la memoria de los lectores. Además, se critica que normalmente en las novelas, las que tratan del franquismo y de la Guerra Civil, suelen ser muy marcados los roles de los héroes valientes y buenos, y los roles de los malos malvados y terribles. “Mucho cuidado con los héroes, con los luchadores ejemplares, esculturas de una sola pieza que ni sombra proyectan bajo el sol; mucho cuidado con los héroes, especialmente si son jóvenes. De la misma forma que debemos tener precaución con los villanos, que como los héroes se burlan del autor y se enrocan en caracteres sin aristas, como marionetas del bien o del mal…”.  

La obra de Rosa también critica las novelas asombrosas y cinematográficas, a las que sin duda pertenece Soldados de Salamina. No exactamente por el estilo de narrar, porque a veces el estilo parece periodístico, sino por la búsqueda por la verdad que hace que la novela parezca casi como una novela policíaca. Dice el narrador de El vano ayer: “Atención: la mecánica repetición narrativa, cinematográfica y televisiva de ciertas actitudes, roles o simples anécdotas descriptoras de un determinado fenómeno o período consigue convertir tales elementos en tópicos, más o menos afortunados clichés que, cuando son utilizados en relatos  provocan a la vez el malestar del lector inquieto y el sosiego del lector perezoso.” 

Una cosa que muestra también lo satírico de la novela de Rosa, es cómo el narrador elige a uno de los protagonistas para la historia que quiere contar y cómo revela su destino. En El vano ayer la historia que sirve como herramienta para examinar las diferentes maneras de contar sobre el franquismo es la de Julio Denis y de André(s) Sánchez. En los principios de la novela, cuenta el narrador que eligió el profesor porque vio su nombre al margen de un libro de historia, y luego, a lo largo de la novela él ofrece al lector diferentes posibilidades sobre qué le pasó a Denis, que pueden ser de verdad o no, y por causa de ello queda para el lector averiguar y reconstruir la historia de Julio Denis. Al contrario, en Soldados de Salamina el narrador-protagonista elige para la historia que quiere contar un personaje conocido con una historia enigmática. Además, intenta reconstruir él la verdadera histora de este personaje y ofrecerla hecha y descifrada al lector. 

Por último, hay una frase que parece demasiada oportuna para que no hiciese referencia a Soldados de Salamina. En Soldados de Salamina el narrador usa el termino relato real de vez en cuando para referir a su propia obra: “…decidí también que el libro que iba a escribir no sería una novela, sino sólo un relato real, un relato cosido a la realidad, amasado con hechos y personajes reales, un relato que estaría centrado en el fusilamiento de Sánchez Mazas y en las circunstancias que lo precedieron y lo siguieron”. En El vano ayer, ya en las primeras páginas el narrador menciona lo siguiente cuando está contando sobre su búsqueda por información sobre Julio Denis en la biblioteca: “…tras varios días de disciplinada visita a la biblioteca nuestra pesquisa alcanza un minúsculo éxito, pues nuestro profesor es nombrado, sólo nombrado, por HermetLo cual, pese a seguir ajenos a esa ansia por entregarnos al relato real, nos decide a ampliar el plazo de búsqueda durante varios días”. Es decir, el narrador se dirige al lector y dice que no quiere escribir un relato real, pero seguirá buscando si hay algo más sobre el profesor Julio Denis. Cómo ya sabemos, no encontró nada más en los libros de historia.  

En conclusión, aunque Isaac Rosa no menciona en El vano ayer ni la obra Soldados de Salamina ni el nombre del autor de esta obra, Javier Cercas, es evidente que ella forma parte de las novelas que se critican. Por eso, se puede deducir incluso que la intertextualidad forma una parte importante de El vano ayer con los otros rasgos como la hibridez, y el de exponer y exigir la responsabilidad tanto por parte del autor como del lector.  

 

Fuentes: 

CERCAS, Javier (2001): Soldados de Salamina. Tusquets Editores, Barcelona. 

LIIKANEN, Elina (3.11.2017): “Powerpoint de clase: Soldados de Salamina (primera parte)”. Disponible en línea: https://blogs.helsinki.fi/literaturaguerracivil2017/archives/1094 Consultado: 16.12.2017 

LIIKANEN, Elina (1.12.2017): “El Powerpoint de la clase de hoy: El vano ayer (primera parte)”. Disponible en línea: https://blogs.helsinki.fi/literaturaguerracivil2017/archives/1208 Consultado: 16.12.2017 

ROSA, Isaac (2004): El vano ayer. Seix Barral, Barcelona. 

VALLE COLLADO, Mélanie (2006-2007): Juegos metaliterarios en El vano ayer de Isaac Rosa. Université de Liegè, Faculté de Philosphie et Lettres. Disponible en línea: http://ahbx.eu/ahbx/wp-content/uploads/2010/02/tesina-melanie-valle-collado.pdf Consultado: 16.12.2017 

La(s) memoria(s) de la guerra civl finlandesa

Decidimos que en la próxima clase hablaríamos sobre la(s) memoria(s) de la guerra civil finlandesa y quizás también de la segunda guerra mundial (la llamada Guerra de Invierno).

Os dejo algunos materiales por si queréis leer algo sobre el tema. Los dos primeros textos son muy breves, de una y cinco páginas respectivamente.

El Powerpoint de la clase de hoy: El vano ayer (primera parte)

Encontraréis el powerpoint de hoy aquí.

En la próxima clase, seguiremos hablando de la intertextualidad de la novela. El título de la obra hace referencia al poema “El mañana efímero” de Antonio Machado:

EL MAÑANA EFÍMERO

A Roberto Castrovido.

La España de charanga y pandereta,
cerrado y sacristía,
devota de Frascuelo y de María,
de espíritu burlón y alma quieta,
ha de tener su mármol y su día,
su infalible mañana y su poeta.
El vano ayer engendrará un mañana
vacío y por ventura pasajero.
Será un joven lechuzo y tarambana,
un sayón con hechuras de bolero,
a la moda de Francia realista
un poco al uso de París pagano
y al estilo de España especialista
en el vicio al alcance de la mano.
Esa España inferior que ora y bosteza,
vieja y tahúr, zaragatera y triste;
esa España inferior que ora y embiste,
cuando se digna usar la cabeza,
aún tendrá luengo parto de varones
amantes de sagradas tradiciones
y de sagradas formas y maneras;
florecerán las barbas apostólicas,
y otras calvas en otras calaveras
brillarán, venerables y católicas.
El vano ayer engendrará un mañana
vacío y ¡por ventura! pasajero,
la sombra de un lechuzo tarambana,
de un sayón con hechuras de bolero;
el vacuo ayer dará un mañana huero.
Como la náusea de un borracho ahíto
de vino malo, un rojo sol corona
de heces turbias las cumbres de granito;
hay un mañana estomagante escrito
en la tarde pragmática y dulzona.
Mas otra España nace,
la España del cincel y de la maza,
con esa eterna juventud que se hace
del pasado macizo de la raza.
Una España implacable y redentora,
España que alborea
con un hacha en la mano vengadora,
España de la rabia y de la idea.

autógrafo

Antonio Machado, 1913