La relación entre historia y ficción en la novela La voz dormida

En este trabajo voy a analizar la relación entre historia, o sea realidad y ficción en la novela La voz dormida de Dulce Chacón. La obra no es una historia real pero sí está basada en hechos y personajes reales. Estévez-Sherer la califica como una obra de realismo narrativo” o sea una obra que cuenta la historia real a través de los testimonios de personas que vivieron durante la época usando al mismo tiempo los recursos de la narrativa novelesca.

Mientras leía la novela me preguntaba continuamente cuáles son los acontecimientos y quiénes son los personajes que de verdad existían. En la obra se hace referencia a varios acontecimientos, lugares y personajes históricos que van mezclando con los personajes ficticios. Por ejemplo, se mencionan personajes como Francisco Franco, Julia Conesa y otras de Las Trece Rosas; lugares como la prisión de las Ventas y partidos políticos como la Falange y la CEDA, sucesos históricos como la Toma/Batalla de Teruel y el desembarco de Normandía, entre muchas otras. Estas referencias no solo ayudan al lector en ubicarse en el periodo pero también ayudan relativizar e intensificar las historias sacadas de los testimonios.  

Además de las referencias históricas, en la novela aparecen otros personajes reales como eran por ejemplo Pepita y Tomasa. Sus historias se cuentan junto a los de los otros personajes creados, como por ejemplo Hortensia. Aunque en el mundo real no exista, no significa que su historia no sea de verdad. Aunque sea una novela de ficción, y aunque todos los personajes no sean reales, la obra es una presentación de la gente que vivió durante la época y cuenta sus historias reales con la ayuda de ficción. Aunque pueda ser difícil distinguir la realidad de la ficción, creo que es justamente la mezcla entre los personajes y los acontecimientos reales y ficticios que hace la obra tan interesante. Ofrece al lector información sobre la historia pero a la vez logra enganchar con historias a veces divertidas pero mayormente tristes y trágicas. Ni siquiera es necesario o posible saber hacer la distinción entre la verdad y la ficción. 

La obra tiene un papel importante en la conservación de la memoria histórica. Cuenta la historia de los silenciados y hace que también sus vidas sean recordadas en el futuro. Seguramente existen críticas y sospechas sobre la veracidad de los acontecimientos contados en los testimonios y es verdad que siempre son experiencias subjetivas. Sin embargo, aunque las historias contadas no sean de todo veraces, los sentimientos, el sufrimiento y la esperanza son reales. Creo que la ficción y la imaginación que el autor ha usado escribiendo esta obra son unas herramientas muy poderosas y útiles para despertar la empatía de la gente. El lector puede identificarse con los personajes y así el relato parece aún más verdadero y conmovedor y así da que pensar. 

La obra enfatiza la importancia de contar y recordar las historias de la época de la Guerra y la dictadura y muestra que también la ficción es una buena forma de conservar las historias y las memorias. Quizás estas historias no hubieran sido contadas, por miedo o por vergüenza, si las personas que dieron los testimonios hubieran sabido que sus historias irían a ser transmitidas tal y como son. Por eso, la combinación de ficción y verdad en esta obra ha servido como una plataforma de poder contar la historia de los que sufrieron, en una manera honesta y honrada, respetando la intimidad de las víctimas pero aun así sin tener que embellecer la verdad. 

Fuentes

Chacón, Dulce (2002). La voz dormida. Madrid. Polifemo7. Documento de Kindle.  

Estévez-Sherer, M. C. (2012). Testimonios históricos y ficción literaria en La voz dormida de Dulce Chacón (tesis de maestria). University Complutense of Alcalá de Henares, Grecia. Recuperado de https://getd.libs.uga.edu/pdfs/estevez-sherer_maria_c_201205_ma.pdf 

2 Replies to “La relación entre historia y ficción en la novela La voz dormida”

  1. Hola, Heidi:

    Tu trabajo es muy interesante. Estoy completamente de acuerdo contigo cuando dices que la subjetividad de los testimonios y la adición de elementos imaginados no restan realismo a la obra, ya que yo misma pienso que no existe una realidad absoluta, sino que cada uno construye la suya. Si todo lo que se narra fuese cierto al cien por cien, el libro no sería una novela, sino más bien una biografía de las víctimas.

    Estoy también de acuerdo con tu idea de que es necesario ’’transformar’’, que no embellecer, la realidad; si no, no se habrían obtenido los testimonios necesarios para escribir la novela. Además, pienso que también es importante distorsionar un poquito la realidad al contar historias reales, ya sean en forma de cine o literatura, para proteger la intimidad e incluso la seguridad de quien da el testimonio. Y eso que yo normalmente leo sólo no-ficción o novela histórica porque no me gusta leer cosas ’’irreales’’.

    Me habría gustado ver otros ejemplos además de ’’La voz dormida’’ con pequeñas comparaciones. Por lo demás, pienso que tu comentario está muy bien cuidado; es estructuralmente lógico y coherente y, además, desde el punto de vista lingûístico no hay errores grandes.

  2. Gracias por tu trabajo, Heidi. Has escrito una buena reflexión en torno a la relación de historia y ficción en La voz dormida y el papel de la ficción en la construcción de la memoria colectiva en general.

    Comparto muchas ideas que desarrollas en el texto. Por ejemplo, creo que no es necesario o ni siquiera posible distinguir entre lo histórico y lo imaginario en la obra, pero al mismo tiempo es esa mezcla de elementos reales y ficticios la que da un atractivo especial a la obra. Dulce Chacón ha expresado en muchas entrevistas su deseo de transmitir experiencias verdaderas, pero como autora de ficción no se renuncia a utilizar su imaginación y sus habilidades literarias para dotar las historias que narra de una forma narrativa capaz de enganchar y conmover al lector. Como explicas en tu texto, la inmersión en la historia y la identificación con los personajes convierte la lectura en una experiencia poderosa que se graba en la memoria con facilidad.

    También me gusta la observación que haces en el último párrafo: seguramente existen muchas personas que no están dispuestos a hablar de sus experincias en público, pero que sin embargo se alegran de la posibilidad de darlas a conocer de modo más anónimo a través de ficción.

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