Espacios en blanco

Hoy hemos tenido la oportunidad de conocer al autor del cómic “Espacios en blanco”, ilustrador e historietista Miguel Francisco, un español nacido en Badalona afincado en Finlandia.

Espacios en blanco” es la historia de Miguel Francisco y su familia, antes y después de la guerra civil española contada a través de un cómic.

Tenía la idea de que los cómics eran para niños y que sólo contaban historias divertidas. Me sorprendió cuando en la asignatura de “La guerra civil” tuvimos que leer un cómic. El último que he leído creo que era el de Tintín y del cual tengo muy buen recuerdo, pero este era diferente. Cuando empecé a leerlo enseguida me enganchó la historia y no pude parar hasta que lo terminé. Me atrapó la vida de Miguel, su presente en una Finlandia que me resulta familiar y su pasado que le persigue con preguntas de las cuales no tiene respuesta y necesita responder.

Miguel a través del cómic nos ha abierto las puertas de su vida, de su familia actual con un pequeño rubiales que le hace preguntas al igual que él se las hacía a su padre cuando era pequeño. Pero Miguel ya siendo adulto investigó, viajó y se documentó para saber qué ocurrió a sus familiares cuando tuvieron que exiliarse o emigrar en tiempos de guerra y descubrió la verdad que duele, saber que por tu forma de pensar dejan de darte trabajo, o por ser pobre te envían el primero a luchar en la milicia o por perder la guerra pierdes hasta tu propia casa.

Imagino que ha tenido que ser difícil rasgar en las heridas del recuerdo, donde se quería despertar a un sufrimiento que estaba durmiendo y que el abuelo de Miguel simplemente ocultaba tras una sonrisa y era incapaz de hablar de ello. Miguel también habló mucho con su padre con el cual tenía una relación muy estrecha, pero hubo un momento donde su padre ya no pudo hablar más. Es difícil ponerse en la situación de alguien que lo ha perdido todo o que no tiene ni para comer, lo que significa pasar hambre de verdad, tener que disparar a alguien por tus ideas o tener que quemar un santo cuando perteneces a una cofradía y simplemente no quieres. Son situaciones que no he vivido y es importante que se cuenten, para conocer la verdad, para aprender de los errores del pasado y para valorar lo bien que se vive en paz y en libertad.

Hay otros aspectos de la obra en los que me he sentido identificada, como ser una persona de nacionalidad española y residente en Finlandia, tengo familia aquí como el autor y además también he sentido algunas veces la soledad, un tema del que apenas se habla por estos lares. Yo pensaba que la soledad solo era para personas muy mayores que ya habían perdido a todos sus conocidos, pero al vivir en otro país es una sensación rara que se experimenta, cuando no tienes a nadie para salir a tomar un café o poder hablar de cuestiones personales. Como no hay mal que dure cien años con el tiempo se conoce una nueva cultura y se hacen nuevas amistades que espero duren de por vida.

Este libro es un estupendo legado para su hijo que ya ha mostrado orgulloso en la guardería las chicas guapas que salen en el cómic a sus amiguitos. Algún día podrá entender que dentro del colorido cómic existe una historia real de la que él mismo forma parte ya que es el futuro y tendrá la suerte de poder leer su pasado en forma de libro.

Me gusta esta forma de escribir y de contar historias, Miguel Francisco utiliza un lenguaje claro y conciso, un dibujo donde a través de los colores podemos saber si estamos en el pasado de las imágenes en blanco y negro o los colores vivos del presente con imágenes de lugares que paseamos a diario. Me ha resultado admirable cómo el autor ha tratado de ser fiel a sí mismo en todo momento, contar su historia y no desviarse por otros caminos. Además, no le han faltado toques de humor que nos han hecho disfrutar de una historia amarga.

Ha sido un placer poder conocer a Miguel Francisco, una persona encantadora con una importante trayectoria profesional y siempre listo para empezar nuevos proyectos. Espero que le vaya muy bien. La obra “Espacios en blanco” me ha gustado mucho y la recomendaré a mis conocidos, seguro que si mis amigos españoles solteros lo leen se vienen a Finlandia a conocer a las rubias despampanantes que hay en el norte de Europa.

 

Fuentes:

  • Francisco, Miguel: “Espacios en blanco“, Astiberri, 2017.
  • Charla con Muiguel Francisco, 29.11.2018 en la Universidad de Helsinki.

El papel de los republicanos exiliados en México y su relación con los nativos del país en la novela Los rojos de ultramar de Jordi Soler

En este trabajo voy a profundizarme en el papel de los republicanos exiliados en México y su relación con los nativos del país en la novela Los rojos de ultramar de Jordi Soler. Arcadi, el abuelo del narrador, es un republicano catalán que se tiene que huir de su país después de la Guerra Civil española. Acaba en la selva de Veracruz en México donde funda una plantación de café, en La Portuguesa, con otros cuatro exiliados republicanos. Los exiliados llegan a México y tienen que empezar a construir su vida de nuevo y bastante rápidamente alcanzan un nivel de vida superior a la de los nativos que trabajan como sus criados.  

 

Aunque los exiliados eran los que entraban en la tierra de otros y en su país de origen habían pertenecido, en cierta manera, al grupo de los discriminados, en este nuevo terreno formaban parte de la clase superior, conviviendo al lado de la clase más baja, los nativos. Su formación anterior les daba la oportunidad de avanzar en la vida y Arcadi consiguió crear una carrera de abogado y con los otros republicanos crearon la plantación de café exitosa en la selva. En la novela se menciona que “esta división es el típico esquema social latinoamericano donde los nativos morenos y los blancos conviven en paz siempre y cuando los nativos entiendan que los blancos son los que mandan”. Esta diferencia social se manifiesta en pequeños detalles en la novela, por ejemplo, cuando la familia de Arcadi es una de las únicas que tienen televisor en la zona, los nativos se quedan detrás de la ventana viéndolo, como si fuera algo mágico. En la novela esta división de los dos grupos se manifiesta, no solo en las historias contadas, sino también en las palabras del narrador. Los nativos se ven como inferiores a los blancos; el narrador cuenta como su madre se casó con su padre, un abogado de buena familia, es decir, una familia mexicana donde no había indios.  

 

Aunque los republicanos tenían nativos como sirvientes en sus casas, también trabajaban junto a ellos, por ejemplo, cuando empezaban a sembrar los cafetos después de conseguir el terreno para sus cultivos. Aunque convivían en paz con sus criados y por ejemplo Laia, la madre del narrador, crecía junto a Teodora, una de los criados, siempre detrás de sus mentes recordaban su posición social, y por ejemplo en el mercado era Teodora que iba cargada de las canastas, sin recibir ayuda de su amiga. El narrador lo compara, justificadamente, con la época de la colonia. Cuando Teodora tuvo su hijo, Lauro, también él, más tarde, seguía sirviendo a sus patrones junto a su madre. 

 

No obstante, aunque existía esta división en los nativos y los blancos, los republicanos, especialmente Arcadi, intentó disminuir el abismo entre los dos grupos sociales. Arcadi intentó cambiar el rumbo de la vida de Lauro y así también la de las futuras generaciones. Para “sacarlo de ese círculo que parecía una maldición, lo inscribió a la escuela, le compró ropa y lo trató como a uno más de la familia. Más tarde Lauro entró a la universidad y hasta consiguió algunos trabajitos que después de algún tiempo dejó para volverse a su posición habitual, de un nativo inferior a los blancos. A pesar de los intentos Arcadi no pudo cambiar la situación reinante en su comunidad.  

 

Obviamente este esquema de discriminación estaba tan inculcado en las mentes de todos, ya antes de la llegada de los exiliados españoles, que era difícil de olvidarlo. Como este modelo ya seguía vigente desde hace siglos, es normal que los exiliados seguían viviendo, por lo menos en parte, según este modelo social. Aunque en alguna manera estaban en la misma posición con los nativos, siendo discriminados por sus compatriotas, no tenían tanta empatía hacía sus nuevos cohabitantes como se podría haber esperado. Sin embargo, también intentaban romper el círculo vicioso en que vivían los nativos, sin tener éxito.

 

Entonces los culpables de esta situación discriminadora no eran solamente los exiliados españoles, sino también la falta de voluntad de cambio y la subordinación de los nativos frenaban la transformación. Como ellos, durante generaciones, habían ido acostumbrándose a su posición, no veían nada mal en el esquema. Los españoles, por su parte, estaban conscientes de esta contraposición y seguían aprovechando de ella después de fracasar en el intento de cambiar la situación. Aceptaron su posición en la comunidad, como lo habían aceptado sus inferiores. 

 

Fuentes

Soler, Jordi. (2004). Los rojos de ultramar. Alfaguara.

La ideología y la clase social en ’’Los rojos de ultramar’’

En esta novela de Javier Soler, la ideología está presente desde el mismo título con el adjetivo rojo: izquierdista, sobre todo comunista (RAE 2014).  El ser rojos es lo que marca el destino de Arcadi, el protagonista, y toda su familia. Sin embargo, el autor no muestra la ideología como el mayor motor de las acciones de los personajes, sino más bien como la marea que los arrastra.

Durante la Guerra Civil española, Arcadi es combatiente del  bando republicano. Desde el mismo momento en el que ese hecho se revela al lector, es fácil imaginarse que Arcadi es un izquierdista que lucha movido por los ideales de la democracia, la igualdad y la justicia social, pero esa imagen se va desmenuzando poco a poco según avanza la trama. Esta primera percepción automática nace a raíz de dos estereotipos: el primero, el de la República como exclusivamente izquierdista, y el segundo, el de los republicanos como los ’’buenos’’ de la historia.

No todos los republicanos eran izquierdistas . Si bien es cierto que los partidos de la izquierda progresista apoyaban a la república como forma de gobierno, también existían partidos republicanos de derechas y conservadores (GEA 2000). La falsa imagen de la República como un proyecto fundamentalmente izquierdista se debe al empeño franquista de potenciar la división social tachando de rojo a todo aquél que no entrase en sintonía con el fascismo y el nacionalcatolicismo. La idea de los republicanos como ’’buenos’’, mucho más discutible, nace paradójicamente de esa misma división social fomentada por Franco, pero como contraposición a la crueldad del régimen franquista (además de la posición de víctimas de la brutal represión)

Estos dos estereotipos son desmontados por el autor, no sabemos si intencionalmente o como causa del realismo del relato. El Arcadi que lucha por la República y que incluso más adelante se alista en el Partido Comunista resulta ser una irónica representación del colonialismo, de la falsa idea capitalista del hombre hecho a sí mismo y del patriarca autoritario de la familia. Así, se esboza la realidad de la inmensa mayoría de los españoles de aquel tiempo: muy pocos luchaban por sus ideales, sino que la mayoría defendían el sistema que mejor podía sostener la realidad en la que vivían. La novela deja vislumbrar que Arcadi era republicano porque le había tocado serlo, y no por ser defensor ferviente del comunismo. Al empezar la guerra,  él era joven y vivía en Barcelona, ciudad doblemente republicana por ser una gran urbe y por ser catalana. Arcadi  , en realidad, luchaba por su familia, por su ciudad y por el día a día que se había construido en su vida durante la República;  no por sus ideales. De la misma forma, la afiliación al PCE es una consecuencia del ser refugiado y necesitar ser parte de una comunidad. Incluso el planear matar a Franco no tiene como motivación el abolir el fascismo, sino el no poder volver a su hogar.

 

Sin embargo, Arcadi parece no sentir gran contrariedad entre su afiliación política y su vida de facto. Es comunista, pero no se lo piensa dos veces en usar a los nativos como mano de obra y sirvientes para hacerse rico y fundar su colonia. No se nos llega a contar la ocupación de Arcadi antes de la Guerra Civil, pero sabemos que es hijo de un periodista. Si bien es cierto que llega a México con los bolsillos vacíos, sabemos que él parte de la clase media urbana barcelonesa, por lo cual se derrumba la imagen típicamente capitalista que quiere dar: la de haberlo ganado todo únicamente con el sudor de su frente. El único que le hace pensar sobre su posición es Lauro, al que intenta en vano ayudar. Además, el narrador describe a Arcadi como un abuelo hosco y autoritario, lo cual casa con la imagen del patriarca tradicional español.

El que sí que parece ver estos conflictos de ideología y clase es su nieto, el narrador de la historia. El narrador utiliza las historietas de su infancia para ilustrar la diferencia abismal entre su familia de exiliados catalanes y los nativos que trabajaban en el cafetal o como sirvientes. No repara mucho en los nativos pero, cuando lo hace, es para contar historias tan extraordinarias que parecen de otro mundo. Lo cruento del destino de Lauro y su familia contrasta con la caricatura surrealista del pobre Jovito, o incluso con el hecho de que un elefante que se había escapado del circo merodeaba libremente por la plantación y se asomaba a la ventana de la casa del narrador para cer la televisión.

El narrador es consciente de que él pertenece a un mundo paralelo, diferente al de los indígenas de la plantación, pero tampoco sabe decir con exactitud a dónde pertenece. Pone de manifiesto que él y su hermano eran mejicanos y fueron criados como tal, pero su familia vivía como españoles. El narrador no parece sentir un conflicto, sino que ve el ser mejicano y el tener raíces españolas como cosas complementarias entre sí, no excluyentes. El narrador incluso alterna los gentilicios catalán y español para hablar de las mismas personas, los miembros de su familia, por lo que no parece reconocer un conflicto entre ambas identidades sino que forman parte de una misma.

 

La historia narrada en Los rojos de ultramar comprende muchas décadas, por lo que la visión que tienen Arcadi y el narrador del mundo y de la realidad social va cambiando y se va moldeando por sus experiencias. Sin embargo, cada uno ve conflictos diferentes que el otro no ve. El hecho de que se nos muestre la historia tanto a ojos de Arcadi como a ojos de su nieto busca posiblemente una visión de la realidad lo más amplia posible mediante la conexión de dos extremos diferentes. Ese es el mérito de Soler: ir atando cabos hasta conectar a tres generaciones a dos lados del Atlántico.

 

Fuentes:

– Gran Enciclopedia Aragonesa (GEA), 2000. Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA). http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=4115

– Real Academia Española de la Lengua. Diccionario RAE, 2014. http://dle.rae.es/?w=rojo

La novela ”Los rojos de ultramar” presenta la voz de los exiliados españoles en México y habla de su viaje duro

En la novela ’’Los rojos de ultramar’’ Jordi Soler narra la historia del exilio de su abuelo Arcadi. Arcadi es un exiliado de España que intenta huir a México a través de Francia pero esto resulta todo menos fácil. Durante el viaje él encuentra muchas dificultades en los que voy a concentrarme ahora. A mí la historia me emocionó mucho, especialmente los tiempos duros que esperaban a los republicanos después de haber cruzado la frontera de Francia.

Arcadi, como muchos otros republicanos, intenta escapar de las autoridades franquistas y refugiar de España a finales de la Guerra Civil. Logra cruzar la frontera de Francia con algunos otros republicanos pero allí los espera un campo en la playa en un pueblo llamado Argelès-sur-Mer. Él llega allí el 6 de febrero de 1939. Arcadi descubre pronto que están tratados como prisioneros, no es un lugar de refugio. En la playa de Argelès-sur-Mer hay cien mil refugiados y las condiciones son ínfimas: hay epidemias de enfermedades, sufren de mala alimentación, hace frío y tienen que dormir sobre la arena.

Muchos mueren de frío y de humedad, de desesperanza o de alguna enfermedad. También la forma de cuidar de la higiene de los refugiados me parece increíble e inhumana: ‘’Una vez por semana los formaban desnudos en una línea y los bañaban con una manguera conectada a una pipa. El agua se dispensaba con lentitud, a veces los prisioneros esperaban hasta un cuarto de hora para recibir el chorro, pero esta situación no era tan grave como la de los que recibían el chorro primero y luego tenían que esperar ese cuarto de hora, desnudos y empapados, con una temperatura ambiente que en las mañanas de invierno rondaba los menos diez grados centígrados’’. Muchos refugiados piensan que los tratan mal porque quieren obligarlos a regresar a España. El embajador Luis Rodríguez les da un poco esperanza porque intenta a ayudar a los refugiados españoles en Francia a refugiar en México.

Al final Arcadi pasa en Argelès-sur-Mer un total de diecisiete meses. Después obligan a los refugiados a subir al tren de Franco que los llevaría a España. Para Arcadi, regresar a España no es una opción, allí a los prisioneros les esperan campos de prisioneros de Franco y porque sabe que ‘’Si en Francia la situación de los republicanos era desesperada, en España, con la represión franquista que les esperaba, no tenía remedio’’. Después del ejemplo de algunos prisioneros, Arcadi también decide saltar del tren. Su idea es intertar buscar a Rodríguez para que lo ayudara a llegar a México. Cuarenta días después de haber caminado hacia occidente, se ecuentra con Jean Barrieres, un militante del partido comunista, que le ofrece refugio para más de un mes en Toulouse. Sin embargo, una vez los agentes de la Gestapo entran en su cuarto y lo detienen pero lo logran librerar a cambio de dinero. Después Barrieres llega a la conclusión de que Arcadi debería marcharse ya para ir a un lugar más seguro y hablar con el embajador Rodríguez para participar en el proyecto de evacuación de los refugiados.

Arcadi logra hablar con Rodríguez y este le ofrece asilo en el hotel Midi. Allí a principios no tiene nada del espacio personal, tiene que compartir la habitación con circa veinte refugiados pero Rordíguez los deja pasear en el pasillo afuera de la habitación siempre que sea posible. Parece que les trataron bien a los refugiados en el hotel: ‘’La vida en la habitación del hotel Midi era monótona pero tenía sus comodidades, el embajador se las arreglaba para que sus huéspedes tuvieran comida, periódicos, libros, un mazo de cartas y un tablro de ajedrez.’’

Sin embargo, cinco semanas seguidas el nombre de Arcadi aparece en la ‘’lista de españoles deportables’’ de Franco y tienen que esperar para que él pueda marcharse del asilo. Después de que el nombre de Arcadi deja de aparecer en la lista de Franco, Rodríguez ayuda a él a embarcarse el 16 de octubre de 1940.  El barco llega hasta Nueva York y desde allí Arcadi toma un tren hasta Galatea, México. Finalmente, después de haber pasado más de un año en Francia, él logra llegar a México.

Rodríquez tiene que acabar su proyecto el 27 de diciembre de 1940 por los agentes de Franco y de la Gestapo pero había logrado ya ayudar a miles de refugiados y también evacuar algunos a México, como por ejemplo a Arcadi. Aprecio mucho todo el esfuerzo de Rodríquez para cuidar y ayudar a sobrevivir a los republicanos refugiados de España, pero también aprecio el ejemplo de México de tratarlos bien y sobre todo, de dejarlos pasar a México.

Esta historia reflexiona las dificultades que una de los republicanos refugiados de España tenía que encontrarse, pero durante todo el libro estoy pensando en el gran número de los que tienen una historia parecida o en los que murieron en Argelès-sur-Mer o en otros campos de prisioneros en Francia o en los que tomaron el tren de Franco a España. Me surgen muchas preguntas de la acción de gobierno francés y pienso que es muy importante que se habla de este tema. Estos testimonios son también importantes a los mexicanos que son descendientes de los españoles refugiados, forma parte de la identidad y la historia del país.

El papel de los protagonista-narradores en Soldados de Salamina y Los rojos de ultramar

Soldados de Salamina, escrito por Javier Cercas en 2001, cuenta de Rafael Sánchez Mazas, un escritor e ideólogo fascista, y de la investigación del protagonista sobre él. Los rojos de ultramar (2004) de Jordi Soler es la primera parte de la trilogía La guerra perdida. En la novela el protagonista investiga y cuenta de la vida de su abuelo, un soldado republicano que huyó a México después de la Guerra Civil. Los autores, Javier Cercas y Jordi Soler, aparecen como personajes en las historias, y cuentan del proceso de escribir sus obras, de sus investigaciones y de sus sentimientos.

Soldados de Salamina es una novela de metaficción, Los rojos de ultramar más de autoficción. En metaficción la novela cuenta de la creación de sí misma, en autoficción se mezcla ficción con autobiografía. Los rojos de ultramar no trata solo sobre la vida del protagonista-narrador, sino aún más, sobre la vida de su abuelo, Arcadi. Las novelas constan de hechos ficticios y de hechos reales. El lector no puede saber cuáles partes se ha inventado el autor y cuáles no, salvo algunos acontecimientos históricos.

Javier Cercas aparece en su obra con su propio nombre. Aunque en la obra el protagonista Javier Cercas realiza la misma investigación que el real Javier Cercas ha realizado, no tiene los mismos datos personales que el autor mismo. Por ejemplo, en la novela, el padre del protagonista ha muerto, pero el del autor no. Es decir, aunque el protagonista Cercas y el autor Cercas tienen mucho en común, no son exactamente la misma persona. Al protagonista de Los rojos de ultramar no se refiere con nombre sino como el nieto de Arcadi. Soler ha pasado su infancia como la retrata en la novela, y tiene familiares iguales a los del protagonista. No hay muchos hechos contradictorios entre su carácter protagonista y su carácter real, pero algunos sí, como sus trabajos. Sin embargo, es él quien protagoniza su obra.

En ambas obras el protagonista está investigando pasado. Entrevistan a gente, viajan por distintos lugares y desean saber qué pasó en el pasado. Los motivos, sin embargo, son distintos: Soler está investigando su propio pasado, su historia familiar, mientras que Cercas lo hace por interés y la promoción de su carrera.

Los dos narradores también participan en la historia de una manera muy distinta. Cercas es el claro protagonista de la historia (salvo en la segunda parte de Sánchez Mazas) al que el lector sigue y su comportamiento y hechos dictan lo que en el libro pasa (menos en la segunda parte). Soler, a su vez, más redacta lo que le ha contado su abuelo, e identificar al protagonista de la novela no es tán fácil. Arcadi, el abuelo, es el quién más domina la novela con sus experiencias, contadas por su nieto Soler. Sin embargo, Soler también actúa en la obra, cuando investiga y visita lugares de las memorias de Arcadi. Pero por la mayor parte de la novela, no participa en los hechos de la historia, no los afecta. Solo cuenta lo que ha contado Arcadi, sin meterse en las historias como un participante activo. En la historia de Arcadi no tiene un papel significativo además de aquello de narrador y testigo en algunos momentos.

Tanto en Los rojos de ultramar como en Soldados de Salamina se pueden detectar rasgos de machismo – ¿pero por causa de qué o quién? ¿Son los autores o los narradores los que traen el machismo a las obras? Hay que recordar que las novelas cuentan de tiempos diferentes a hoy en día. A Javier Cercas especialmente se ha acusado por el machismo en Soldados de Salamina por el enfoque en los personajes masculinos y por el carácter de Conchi, su novia. Jordi Soler, por su parte, menciona que su abuelo siempre se refería a las personas femeninas como ”la mujer de alguien”, ”la esposa o hija de alguien”. De esto se puede deducir que el estilo de Soler sigue el de su abuelo, el de no prestar mucha atención a las mujeres.

Los rojos de ultramar y Soldados de Salamina tienen una estructura diferente narratológicamente. En la segunda parte de la obra de Cercas el narrador no participa en la historia, solo expresa pensamientos de vez en cuando. La primera y la tercera parte se pueden relativizar con las partes de Los rojos de ultramar en las que Soler cuenta de sus propios descubrimientos sobre su abuelo. En vez de haber sido compartido en distintas partes como en Soldados de Salamina, en Los rojos de ultramar la técnica de metaficción está metida entre las memorias de Arcadi.

Un seminario sobre las guerras civiles y el cine (en finés)

Sisällissotien työstäminen elokuvassa – Suomi ja Espanja vertailevan tutkimuksen valossa

Seminaarin lähtökohtana toimii Jukka Kekkosen vertaileva sisällissotatutkimus Kun Aseet puhuvat – Poliittinen väkivalta Espanjan ja Suomen sisällissodissa. Kuten Kekkonen toteaa ”Vertaileva tutkimus voidaankin katsoa eräänlaiseksi vuorovaikutusprosessiksi, jossa yhdestä kohteesta tehdyt havainnot synnyttävät uusia kysymyksiä toisesta kohteesta ja niin edelleen.” Suomen ja Espanjan sisällissodat muodostavat tässä suhteessa erinomaiset vertailukohdat toisilleen. Molemmissa maissa ensin kirjallisilla, siten elokuvallisilla taiteellisilla esityksillä on ollut keskeinen rooli sisällissodan traumojen työstämisessä. Vertailemalla erityisesti näitä sisällissotia käsitteleviä elokuvia avaamme vuoden 1918 muistovuoden päätteeksi vielä uusia näkökulmia näihin kansallisiin identiteetteihin kipein tavoin kietoutuviin kysymyksiin.

Aika ja paikka:
Tiedekulman Think Lounge maanantaina 10.12.2018 klo 16–19.

Puhujat ja aiheet:
Jukka Kekkonen: Miksi vertaileva sisällissotatutkimus on tärkeää?
Mari Hatavara: Visualisoitu historia Leena Landerin Käskyssä: Romaani, dramatisoinnit ja filmatisointi
Kimmo Laine: Sisällissodan työstäminen fiktiossa
Rami Mähkä: Sisällissota 2000-luvun suomalaisessa näytelmäelokuvassa
Henry Bacon: Sisällissodan henki uudessa Espanjalaisessa elokuvassa

Formaatti:
20 minuutin puheenvuoroa + 10 min keskustelua
Loppukeskustelu

Järjestävät tahot:
Helsingin yliopiston elokuva- ja televisiotutkimuksen oppisuunta
Suomen Elokuvatutkimuksen Seura

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20N de 2018: Cumpleaños fatal para el dictador Franco”

  • El 20 de noviembre de 1975 moría en la cama. Pendiente de su  exhumación, la ilegalización de su Fundación o una anunciada Comisión de la Verdad, este será su aniversario más convulso
  • Mientras el Gobierno sigue intentando evitar su entierro en la Almudena, un puñado de iglesias acogerá misas “por el alma del Generalísimo”
  • La afluencia de nostálgicos del franquismo al Valle de los Caídos se prevé alta, ya que este podría ser el último año en el que el dictador resposa en Cuelgamuros

Juan Miguel Baquero – eldiario.es – 18/11/2018

“Un puñado de iglesias acogerá misas en honor a Franco el 20N”

  • La Fundación Franco anuncia las ceremonias religiosas convocadas “por el alma del Generalísimo” en, al menos, ocho iglesias del país
  • Las citas tendrán lugar en Madrid, Zaragoza además de Andalucía que concentra la mayoría: Málaga, Jaén, Almería, Granada y doblete en Córdoba
  • Las misas de conmemoración franquista se encuadran en el contexto del proyecto para la exhumación de la momia del militar golpista