Zarpa el Stanbrook, la República naufraga.

La Segunda República española agonizó de forma lenta, dolorosa y sangrienta durante todo el mes de marzo de 1939. El gobierno de Negrín se aferraba a la idea de que la II Guerra Mundial era inminente y que, si estallaba, los aliados intervendrían en favor de la República para evitar la consolidación de un régimen de corte fascista en España. Por otra parte, el coronel Casado, apoyado por PSOE y anarquistas, pensaba que la guerra estaba ya perdida y era inútil prolongar la masacre, por lo que dio un golpe de Estado y derrocó a Negrín. Habiendo Franco promulgado la Ley de Responsabilidades Políticas en la zona sublevada, Casado quiso, infructuosamente, negociar la rendición a cambio de que no se represaliase a los republicanos. Franco sólo aceptaba una rendición total y se limitó a lanzar al aire una tibia promesa verbal de ‘’castigar sólo a los que habían cometido crímenes de sangre’’. Los soldados republicanos empezaban a abandonar el frente, Madrid se rindió y las tropas franquistas tomaron la capital el 28 de marzo sin encontrar resistencia alguna.

Con la Ley de Responsabilidades Políticas ya vigente y sin garantías de no convertirse en víctimas de la represión del nuevo régimen, miles de personas se dirigieron a los puertos del levante para tomar barcos al exilio. Los pocos soldados republicanos que quedaban en activo sólo pudieron intentar hacer tiempo y facilitar la salida al exilio de aquellos que lo creyesen necesario. La República no tenía la posibilidad logística de organizar evacuaciones porque la inmensa mayoría de la marina republicana (unos 4000 hombres) ya habían huido por mar semanas antes, el 8 de marzo.  Al caer Murcia y Valencia, miles de personas se dirigieron al puerto de la última ciudad republicana: Alicante.

Tal y como se recoge en Así terminó la guerra de España, de los historiadores Javier Cervera y Ángel Bahamonde (2000, 497-502), durante todo el mes de marzo habían salido unos cuantos barcos con refugiados desde el puerto de Alicante, por lo que miles y miles de republicanos se dirigieron allí con la esperanza de poder escapar al extranjero. El 28 de marzo sólo se encontraban atracados en ese puerto el carbonero inglés Stanbrook, y otro barco, el Maritime. Sólo unos pocos cupieron y la mayoría quedó en tierra: El Stanbrook se llevó a unos 2600 refugiados, y el Maritime, a 30. Ningún otro barco atracó en Alicante después de que estos dos buques zarpasen.

Miles de personas quedaron en tierra esperando a otros barcos que les evacuasen. Esa esperanza fue truncada cuando el 31 de marzo el ejército italiano tomó el puerto de Alicante, lo que causó una de las escenas más terroríficas de la historia reciente de España: el caos y el pánico se apoderaron de los allí reunidos, algunos se suicidaron, otros fueron asesinados in situ y el resto fue llevado al campo de concentración de Albatera. Un día después, el 1 de abril, Franco emitía un comunicado anunciando el fin de la guerra y proclamándose vencedor de la misma.

A día de hoy, aún no sabemos con certeza por qué el Maritime, de mayor capacidad que el Stanbrook, sólo recogió a 30 refugiados; todos dignatarios republicanos o familiares de éstos. Según Juan Martínez Leal (2005, 65-81), historiador de la Universidad Miguel Hernández de Elche, hay indicios de que el capitán del Maritime se negase a embarcar a civiles porque los veía como ‘’asesinos españoles’’. Tampoco se sabe a ciencia cierta por qué el capitán del Stanbrook, que había recibido órdenes expresas de no embarcar civiles y limitarse a cargar provisiones de naranjas y azafrán, embarcó a refugiados hasta que ya no cupieron más. Martínez Leal señala que unos dicen que fue una hazaña heroica mientras que otros dicen que altos cargos republicanos emborracharon al capitán para convencerlo de que cargue civiles. Sin embargo, no hay fuentes fidedignas que confirmen ni desmientan ninguna de las dos teorías. Entre los pasajeros del Stanbrook se podía encontrar a gente de todas las edades, clases sociales y profesiones; no se hizo ningún tipo de selección de pasajeros. Como curiosidad, cabe mencionar que, según el registro de pasajeros del buque, había un finlandés de nombre Valo Laksor, marinero de profesión. La lista de pasajeros del Stanbrook se puede encontrar en la relación redactada por Juan Bautista Villar, de la Universidad de Murcia, en 1983.

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El S.S. Stanbrook

 

Pocos de los que habían embarcado en el Stanbrook se imaginaban que, aunque habían conseguido huir, el calvario estaba lejos de haber acabado. El capitán del barco, Archibald Dickinson, puso rumbo a Orán. En el libro El exilio de los marinos Republicanos (2009), Victoria Fernández Díaz narra las penurias pasadas por los pasajeros: una vez allí, las autoridades francesas no dejaron desembarcar a los refugiados y el barco tuvo que pasar 27 días atracado en el puerto con sus pasajeros dentro, en condiciones totalmente insalubres y sin apenas provisiones. Incluso ya estando en tierra las autoridades francesas fueron abiertamente hostiles con los refugiados españoles, mandándolos a albergues (campos de concentración) en paupérrimas condiciones durante más de un año. Algunos murieron por las enfermedades que allí proliferaban.

Los destinos de los pasajeros del Stanbrook, una vez liberados de los campos de concentración, fueron de lo más variado. La mayoría emigró a Francia, Cuba, Argentina o México; muy pocos se quedaron en Argelia o Marruecos. Una vez liberado, el Stanbrook continuó su actividad comercial. Unos meses después, el buque fue torpedeado en el Mar del Norte por un submarino alemán. Según los registros británicos, el capitán Dickinson murió en 1939, lo que hace pensar que estaba en el Stanbrook en el momento de su derribo. Hoy en día podemos encontrar un busto en su memoria en el Muelle de Ponente del puerto de Alicante.

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Busto del capitán Dickinson en el puerto de Alicante

 

 

FUENTES:

  • Vilar Ramírez, J.B. 1983. La última gran emigración política española. Relación nominal de los militantes republicanos evacuados de Alicante por el buque inglés <<Stanbrook>> con destino a Orán en 28 de marzo de 1939.Anales de Historia Contemporánea, ISSN 0212-6559, Nº. 2, 1983, págs. 273-33
  • Martínez Leal, J. 2005. El Stanbrook. Un barco mítico en la memoria de los exiliados españoles. Pasado y memoria. Revista de Historia Contemporánea, 4, 2005, pp. 65-81
  • Fernández Díaz, V. 2009. El exilio de los marinos republicanos. Publicacions de la Universitat de València. Valencia 2009. ISBN 978-84-370-7395-8. Pág. 94
  • Bahamonde Magro, A y Cervera Gil, J. 2000. Así terminó la guerra de España. Marcial Pons. Madrid 2000. Págs 497-502.

El silencio como consecuencia de la represión en la obra La Voz Dormida

La novela La Voz dormida (2002) de la autora Dulce Chacón es una novela histórica que, a través de la combinación de ficción y verdad, narra las consecuencias de la represión política y social en la España de la posguerra. La mayoría de los acontecimientos y personajes se basan en hechos reales. Ya que me interesa el concepto del silencio colectivo durante la dictadura, dentro de este comentario literario, he decidido enfocarme en aquella consecuencia de la represión y analizar la descripción del silencio en la obra.  El objetivo de la novela es revelar las historias de guerra de las que antes no se había podido hablar libremente. El nombre de la obra hace alusión a esas personas que sufrieron en la guerra y la posguerra, pero no fueron escuchadas en su tiempo. La dedicatoria reza: “A los que se vieron obligados a guardar silencio”.

La novela está divida en tres partes. La primera funciona como una introducción a las historias de los personajes principales y consiste en 35 capítulos: se presenta a los personajes y se indica cómo han llegado a sus situaciones respectivas. La protagonista es Pepita, una mujer joven que tiene a una hermana, Hortensia, encarcelada por su ideología comunista. Pepita la visita en la prisión y le lleva cartas de parte de su marido Felipe, que pertenece a un grupo guerrillero que resiste el nuevo régimen. Pepita y Paulino, un amigo y compañero de guerrilla de Felipe, se enamoran, pero no pueden estar juntos porque los guerrilleros han de vivir a escondites. La primera parte acaba en la declaración de Franco del 1. abril 1939: “En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas Racionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado.” (p. 63) La declaración es irónica ya que, a pesar de acabar con el conflicto armado, el sufrimiento de Pepita y cientos de miles de personas siguieron sufriendo de la represión a pesar de haber acabado la guerra. Tras la guerra de tres años, más de 50 000 personas fueron fusilados, casi 300 000 personas detenidos. (Cambrer & co.)

La segunda parte, de dieciocho capítulos, desarrolla los destinos de los personajes principales. Paulino y Felipe huyen a Francia donde adoptan a nuevas identidades para protegerse. Hortensia está condenada, “como autora del delito de adhesión a la rebelión, con las agravantes de trascendencia y peligrosidad, a la pena de muerte” (p. 99) por fusilamiento. Como está embrazada, la sentencia no se ejecutará hasta después del parto al final de la segunda parte de la obra. La hija de Hortensia es entregada a Pepita después del fusilamiento. Las primeras dos partes de la novela cubren los acontecimientos de algunos meses, pero la tercera, de 32 capítulos, resume varios años y ofrece un desenlace para las vidas de los personajes principales.

A lo largo de la historia todos los personajes sufren los horrores de la opresión, y a través de la obra llegamos a conocer y sentir el dolor que sienten. La fuerte represión se usa como herramienta de fortalecer el nuevo gobierno. (Montegut) Las persona en las que se basan los personajes de la obra guardaron silencio porque no les quedaba más remedio. “En silencio y en orden” está repetido a lo largo de los primeros capítulos como una alusión a la represión. Igual que vimos en clase, la paz social durante el franquismo se obtuvo y se mantenía con miedo y control. Por lo tanto, era una paz entre comillas, una sensación falsa de tranquilidad mientras que una gran parte del país sufría. Los vencidos se quedaron con el miedo de hablar de su sufrimiento, sus pensamientos y sus ideologías. Toda ideología que no fuera franquista estaba prohibida. En la obra se contrasta la política con “una araña peluda muy negra muy negra.” (p.27) y así se refiere al miedo de guardar diferentes ideologías.

Por el ambiente de desconfianza que rige en el país nadie sabe de quien deben fiarse y por lo tanto es más seguro mantenerse callado. Así mismo, el cartero va corriendo a Gobernación después de entregar la carta de Paulino a Pepita, para delatar que acababa llevar correspondencia del extranjero. “Cuánto embuste en nombre de la Causa, cuánta denuncia, hasta falsa. Cuánto desbarajuste,” (p.28) critica el narrador. Como vimos en clase, este ambiente dominará durante todo el franquismo. El narrador contrasta el silencio abiertamente con el temor: “Volverá el silencio, la parálisis, el miedo” (p. 91). Los traumas de la guerra son también una razón por la cual guardan silencio las víctimas porque contar la historia es recordar la muerte de los suyos. “Es verlos morir otra vez. La voz dormida al lado de la boca. La voz que no quiso contar que todos habían muerto.” (p. 95)

La mayoría los personajes se basan de alguna forma en personas reales: el narrador alude varias veces a sitios y acontecimientos reales y verdaderas víctimas de la posguerra, como por ejemplo ‘las trece rosas’ que fueron fusiladas el 5 de agosto de 1939 cerca de la prisión de Ventas en Madrid unos meses después de que Franco anunciara el fin de la guerra.  (Carceller) A través de los personajes ficticios de la obra, las personas y víctimas que realmente existieron obtienen la oportunidad de vocear sus testimonios. La autora cede la palabra a estas personas que no fueron escuchadas en su tiempo. Como hablamos en clase, durante la dictadura solo se llegó a conocer una versión de la guerra. Las actitudes indiferentes actuales hacia la guerra civil solo demuestran que el pacto de silencio durante la transición fue eficaz. Estoy de acuerdo con la autora de la obra: Mientras que no se quiera hablar del tema solo se muestra que no aún no se ha llegado a una reconciliación. “La reconciliación real todavía no ha llegado, porque aún no se ha producido esa conversación,” opina la autora Dulce Chacón en una entrevista. La voz dormida es un medio de tener en consideración los que no han sido escuchados: “Ya conocemos la historia de los vencedores. Ahora toca los vencidos.” (Dulce Chacón, en la entrevista de Santiago Velazquez)

Bibliografía

Dulce Chacón. La Voz Dormida. 2002. Santillana de Ediciones Generales. http://jotero.en.eresmas.net/Dulce%20Chac%C3%B3n%20-%20La%20voz%20dormida.pdf

Carceller. A. 2012. Julia Conesa, que mi nombre no se borre de la historia. Revista sociocultural desde Valencia. https://losojosdehipatia.com.es/cultura/historia/julia-conesa-que-mi-nombre-no-se-borre-de-la-historia/

Santiago Velázquez J. 2002 Dulce Chacón: La reconciliación real de la guerra civil
aún no ha llegado. Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid. https://webs.ucm.es/info/especulo/numero22/dchacon.html

Montagut, E, 2016. Historia de España. La represión franquista. Nuevatribuna.es https://www.nuevatribuna.es/articulo/historia/represion-franquista/20160208174906125173.html

Cambra L. Fleta C. Gualdoni F. Altares G. 2006. Represaliados después del 39. El País https://elpais.com/diario/2006/07/23/domingo/1153626753_850215.html

 

La situación de la mujer durante la Guerra Civil

A mí siempre me ha interesado el papel de la mujer, especialmente durante diferentes acontecimiento históricos que lo han modificado. En este trabajo voy a concentrarme en la situación de la mujer durante la Guerra Civil española.

Para entender bien como la situación de la mujer cambió por esta guerra, hay que entender como era anteriormente. Era durante la Primera Guerra Mundial cuando la situación de la mujer empezó a mejorarse significativamente. Necesitaban a los hombres en el frente que a su vez obligó a la mujer a incorporar al mercado laboral, a los puestos tradicionalmente ocupados por los hombres. Sin embargo, después de la guerra los hombres volvieron a ocupar estos puestos. En todos modos la Primera Guerra Mundial inició el cambio hacia mejor. La llegada de la II República en 1931  con el pensamiento democrático fortalezó la lucha de las mujeres y permitió muchos cambios importantes. Por ejemplo la mujer incorporó a la política,  se reconoció el sufragio femenino, se aprobó la Ley del Divorcio y se aceptó muchas reformas significativas en el ámbito laboral.

Sin embargo, todo cambió durante la Guerra Civil y el franquismo. Las mujeres de ambos bandos (republicano y nacional) perdieron libertad y derechos que había supuesto la República. Pero hay caráteristicas significativamente distintivas entre estas dos zonas en la situación de la mujer y ahora voy a fijarme en ellas y como prograron durante la Guerra Civil.

En la zona republicana las mejoras que las mujeres habían alcanzado durante la República eran un motivo importante para seguir luchando. Contra el fascismo nacieron varias organizaciones antifascistas como por ejemplo Agrupación de Mujeres Antifascistas la (A.M.A.), o de la ideología ananarquista como era la organización llamada Mujeres libres. Gran parte de las mujeres se marcharon al frente. Querían sentirse libres y luchar por los derechos conseguidos durante la República, poniendo en peligro su vida al mismo tiempo. De echo, en las regiones libres se mantuvo la legislación republicana y los derechos de mujeres a los principios de la Guerra Civil. En los carteles republicanos la mujer era la protagonista, con un león al lado que transmitía un mensaje de que las mujeres eran fuertes y libres.

A comienzos de 1937 el número de mujeres en el frentre cayó, las milicianas estaban obligadas a retirarse de allí por la orden de Franco. Sin embargo, no todas aceptaron la orden. La imagen republicana de la igualdad del género fue cayendose al mismo tiempo que la realidad cambiaba. También había discriminación de la mujer en el bando republicano y el pensamiento de ‘’la madre sufridora’’ en los trabajos de asistencia ocupó cada vez más lugar.También la propaganda republicana cambió poco a poco hacia esta dirección, según la que el lugar de la mujer no estaba en el frente. Había mujeres muy valientes que seguían luchando contra el franquismo por el miedo de perder la libertad. Sin embargo, muchas tuvieron que enfrentarse al final a la pena de muerte o pasar muchos años encarcelada. Las condiciones de las presas eran muy malas.

En las zonas franquistas todas las mujeres tuvieron que adaptarse al único modelo existente de mujer según el que el lugar de la mujer estaba con sus hijos, lejos del frente, ocupando los puestos tradicionalmente considerados como femeninos. La mujer debía esperar el marido en casa y ocuparse de las tareas domésticas. En las regiones de rápida ocupación el papel de la mujer cambió rápidamente del pensamiento republicano y se empezó a seguir las normas franquistas según las que la mujer tenía un puesto secundario en la sociedad, el protagonista era el hombre. El cambio era radical.

En los carteles del bando franquista se puede encontrar un carácter común: el hombre es el centro de la atención, el protagonista. Los carteles transmiten un mensaje del puesto secundario de la mujer. Por ejemplo las mujeres están haciendo trabajos domésticos o están cuidando de los hijos y que las mujeres son débiles y no deberían ir al frente. En el cartel abajo de la zona nacional se ve a hombres con armas listos para luchar y a una mujer dentrás cuidando de un hijo.

Así los tres años de la guerra habían cambiado radicalmente la situación de la mujer. Al final todos los derechos igualitarios ganados durante la Segunda República Española se quedaron olvidados. Además, las mujeres entre los 17 y los 35 años tuvieron que cumplir un servicio en labores asistenciales en el Servicio Social sin recibir salario. Este servicio contribuyó la imagen de la mujer como madre humilde, cuidando de su familia.

 

Fuentes

‘’La mujer en el trabajo durante el franquismo’’
https://repositorio.unican.es/xmlui/bitstream/handle/10902/5874/MARBANGONZALEZ.pdf?sequence=1

‘’El papel de la mujer en guerra civil española’’ http://bibliotecavirtualsenior.es/wp-content/uploads/2016/06/El-papel-de-la-mujer-en-la-Guerra-Civil-espa–ola.pdf

‘’La «lucha» de las mujeres en la Guerra Civil’’
https://revistas.uca.es/index.php/ubi_sunt/article/download/4038/3632

‘’ La República y las mujeres’’ https://losojosdehipatia.com.es/cultura/historia/la-republica-y-las-mujeres/

Las Trece Rosas

En la primera obra que leemos en el curso, La voz dormida, aparecen carácteres que me llamaron la atención por lo significante que parecían. Las Trece Rosas juegan un papel menor en la historia del libro, pero para los carácteres significan algo más. ¿Quiénes son las Trece Rosas, y porqué son tan significantes?

Las Trece Rosas se llaman a las trece mujeres que fueron matadas brutalmente el 5 de agosto en 1939, después de que acabó la Guerra Civil. Eran rojas, de izquierda, o sea de la parte que perdió la Guerra, y muchos pertenecían al grupo Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) (Huete Machado, 2017). Antes de la ejecución las Trece Rosas pasaron tiempo en la cárcel de Ventas, que ya conocemos de La voz dormida. Las fusilaron en el Cementerio del Este de Madrid, también un lugar ya familiar.

Se ejecutó en el mismo fusilamiento a 56 personas. En total, después de la Guerra durante el franquismo, en el cementerio del Este se murieron 2895 personas, de las cuales 80 eran mujeres (Memoria y Libertad, 2018). ¿Porqué se destacan las Trece Rosas entre todos los muertos?

Las mujeres se llaman Trece Rosas por lo jóvenes que eran, siete de ellas menos de 21 años. Además, algunas de ellas eran activas en el sector de Chamartín de la Rosa (Quiénes eran, 2016), y me pregunto si ha inspirado el nombre. Los nombres de las Rosas son Carmen Barrero Aguado, Martina Barroso García, Blanca Brisac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Julia Conesa Conesa, Adelina García Casillas, Elena Gil Olaya, Virtudes González García, Ana López Gallego, Joaquina López Laffite, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García y Luisa Rodríguez de la Fuente.

En el artículo de El País (2017) se dice que la JSU (combinadas la Unión de Juventudes Comunistas y la Federación de Juventudes Socialistas) mostraba un peligro para el franquismo. Los miembros eran  mujeres o jovenes, porque todos los hombres ya se encontraron en la cárcel. Y con miembros jóvenes, vivirá mucho tiempo la resistencia de la JSU y causará problemas para los de derecha. Por eso, mejor acabar con ellos lo más rápido posible. Las Trece Rosas ayudaban a reforzar las tropas clandestinas.

Hay por lo menos dos cartas famosas de las Rosas. Muestran que fuertemente creían en su causa. La primera carta se la encontró también en La voz dormida. Aquí un trozo. La última frase se ha quedado histórica, siendo también el nombre de un documental.

“–Madre, madrecita, me voy a reunir con mi hermana y papá al otro mundo, pero ten presente que muero por persona honrada. Adiós, madre querida, adiós para siempre. Tu hija que ya jamás te podrá besar ni abrazar.

Julia Conesa

Besos para todos, que ni tú ni mis compañeras lloréis. Que mi nombre no se borre en la historia.”

También la carta de Blanca Brisac Vázquez se conoce. Un trozo:

“– Voy a morir con la cabeza alta. Sólo por ser buena: tú mejor que nadie lo sabes, Quique mío. Sólo te pido que seas muy bueno, muy bueno siempre. Que quieras a todos y que no guardes rencor a los que dieron muerte a tus padres, eso nunca. Las personas buenas no guardan rencor y tú tienes que ser un hombre bueno, trabajador. –“

De las Trece Rosas se han escrito libros, hay obras de teatro, documentales y películas. La Fundación Trece Rosas se ha inspirado en ellas y se concentra en igualdad y justicia social. Sin embargo, a todos no les parece adecuado el exagerado homenaje a las Rosas. Luis F. Villamea hace recordar en su artículo Trece Rosas… con sus espinas que también eran “autenticas criaturas manipuladas” y advierte de que es fácil caer en sentimentalismo (2007). La película Trece rosas (2007) se nombra en la introducción del mismo artículo “propagandística y panfletaria”.

No era especialmente fácil encontrar información sobre las Trece Rosas. Eso me sorprendió, dado que hay un homenaje para ellas en la tapia del cementerio de Almudena de Madrid. ¿Porqué justamente a estas mujeres se recuerdan todavía, qué las destacó de los miles de fusilados? Como si no fuera bastante horrible el hecho en sí, parece que el número de ellas y su edad les hicieron destacar, además de su actividad en los rojos. Ellas son una muestra terrible y concreta de lo que pasaba en aquel entonces, aunque su historia no es única.

Fuentes

Huete Machado, Lola. (2017). La corta vida de Trece Rosas. El País. 8.10.2018. <https://elpais.com/diario/2005/12/11/eps/1134286010_850215.html>

Memoria y Libertad. (2018). Listado abierto víctimas mortales del Franquismo en Madrid. 8.10.2018. <http://www.memoriaylibertad.org/LISTADO_ABIERTO_VICTIMAS_MORTALES_DEL_FRANQUISMO_EN_MADRID_.htm>

Partido Comunista de España. (2017). El PCE y la Fundación Trece Rosas conmemoran el 68 aniversario del fusilamiento de las 13 jóvenes, el 5 de agosto del 39. 8.10.2018. <http://www.pce.es/q_pl.php?id=1783>

Quénes eran. (2009). Trece Rosas. 8.10.2018. <http://quieneseran.blogspot.com/search/label/Trece%20Rosas>

Villamea, L. F. (2007). Trece Rosas… con sus epinas. Fundación Nacional Fransisco Franco. 8.10.2018. <https://fnff.es/memoria-historica/480300955/trece-rosas…-con-sus-espinas.html>

Los campos de concentración franquistas en España

Quería profundizar más en el tema sobre los campos de concentración franquistas, los que ya se mencionaron brevemente en clase. Cuando se está hablando de campos de concentración, muchos pensamos enseguida en los del Alemania nazi. En la España de postguerra se empezó a construir campos que servían de campos de trabajo para prisioneros políticos. Mi objetivo en este trabajo es averiguar más sobre cómo eran los campos y qué tipo de vida llevaban los presos. Además de eso voy a hablar sobre la memoria histórica relacionada al tema. Como fuentes he utilizado un artículo del investigador Javier Rodrigo y otros artículos publicados online en el País y el Diario. 

 

Según Rodrigo, en España había 188 campos de concentración que empezaron a abrirse en 1936 y algunos seguían funcionando hasta 1947. En estos campos había cerca de medio millón de internos republicanos. Eran en su mayoría prisioneros de guerra y también presos políticos sacados de las cárceles para trabajar en el campo. Según Rodrigo, el objetivo de estos campos no fue asesinar a sus internos sino separar el bien del mal, o sea la España de la anti-España. 

 

Para los presos de los campos la única forma de eludir la cárcel o la posible muerte era trabajar gratuitamente, sin comida y vivir en condiciones primitivas en el campo de concentración. Rodrigo describe la forma en que trataron a los presos como una moderna forma de esclavitud y también se ve usar el término esclavos de Franco. Rodrigo considera el sistema como una manera de castigar a los perdedores de la Guerra. Los presos eran los que reconstruyeron mucho de lo que fue destruido durante la Guerra Civil. Los franquistas pensaban que los perdedores tenían que ayudar en la reconstrucción de España porque fueron los culpables de la destrucción. Para el Estado este sistema fue beneficioso económicamente. El trabajo que hacían era muy duro físicamente. Trabajaban en obras públicas o agrícolas teniendo que excavar y mover mucha tierra sin equipamientos necesarios para el trabajo. Construían, entre otras cosas, fortines, carreteras, campamentos militares y pistas de aeropuertos que aún están operativas. Una de las obras construidas por los presos es el Valle de los Caídos. 

 

Los campos no fueron completamente iguales a los campos de exterminio de nazis pero aún así había muchas víctimas por la elevada mortandad. Muchos presos murieron por enfermedades, hambre o frío. Por el carácter exigente del trabajo había muchos accidentes laborales. Además muchos campos contaban con demasiados presos y por eso era imposible mantener buena higiene u ofrecer comodidades básicos para todos. Las condiciones en las que los presos fueron obligados a vivir no eran duras solo físicamente sino los presos fueron humillados también psicológicamente. Les dieron de comer al mismo tiempo con el ganado y la comida la llamaban pienso. La única compensación por aguantar el tratamiento era no tener que ser encarcelados, exiliados o ejecutados.  

 

¿Por qué se desconoce la historia relacionado a los campos de concentración franquistas y cómo se podría conservar la memoria? Creo que de los campos de concentración, como de los demás memorias de la época, no se hablaban muy abiertamente durante la dictadura o tampoco después. También puede ser que se creó una imagen torcida y hasta positiva del sistema; durante el franquismo para llamar estos campos de concentración se usaban eufemismos como centro de regeneración para el trabajo. Es entendible que los presos no han querido hablar sobre sus sufrimientos en los campos, no solo por el miedo, pero porque hay personas cuyas historias acabaron mucho peor. Quizás pueden sentir hasta culpabilidad por haberse escapado de la ejecución o años en la cárcel.  

 

Es importante conservar la memoria sobre acontecimientos de la historia, también la de los negativos. Creo que para las familias de las víctimas es importante y consolador que se muestre el respeto hacía los que sufrieron durante la dictadura. Un ejemplo de homenajear las víctimas del franquismo y de conservar la memoria y proteger los campos de concentración, entre otros lugares importantes de la historia, es la ruta memorialista en Andalucía que marca sitios de acontecimientos de la época. En el llamado Catálogo de Lugares de Memoria Histórica de Andalucía se incluyen sitios a propuesta de ayuntamientos, asociaciones memorialistas, familiares de víctimas e historiadores. En el Catálogo está marcado, por ejemplo, La isla de Saltés, uno de los campos de concentración del franquismo pero aún faltan muchos por marcar. 

 

 

Fuentes 

 

Baquero, J. M. (22.4.2015). El mapa andalúz del recuerdo: 50 lugares de Memoria Histórica. El Diario. Recuperado de: https://www.eldiario.es/andalucia/Lugares-Memoria-Historica-barbarie-fascista_0_348565146.html  

Limón, R. (8.9.2015). Los campos de concentración de Franco: así eran y así se sobrevivía. El País. Recuperado de: https://elpais.com/politica/2015/09/02/actualidad/1441192097_268557.html 

Limón, R. (25.8.2011). Éramos esclavos en los campos de concentración de Franco. El País. Recuperado de: https://elpais.com/diario/2011/09/25/espana/1316901612_850215.html 

Rodrigo, J. (2006). Internamiento y trabajo forzoso: Los campos de concentración de Franco. Hispania Nova. Revista de Historia Contemporánea, 6. Recuperado de: http://hispanianova.rediris.es/6/dossier/6d027.pdf