Diario de aprendizaje III (Estefanía)

En estas clases hemos tratado la novela Soldados de Salamina, obra que se puede estudiar desde diferentes puntos de vista: desde la metaliteratura, el punto de vista histórico, o el social (como ha evolucionado la sociedad de la guerra civil hasta la sociedad de Cercas).

Los personajes más importantes son reales, pero sus historias no. El “Javier Cercas” personaje no es el Javier Cercas autor. Él, autor, es filólogo hispánico y, actualmente, es profesor de literatura española en la universidad de Gerona, está casado y tiene un hijo; mientras, el Javier personaje es periodista y escritor, y su estado civil es separado, y ha tenido varias historias sentimentales; actualmente, está con Conchi, (un personaje histórico, humorístico o, como dice Eva Antón en su artículo, una muestra de la misoginia del autor).

Y Rafael Sánchez Mazas –el real-, no se parece mucho al de la novela, (algunos críticos consideraron la novela “algo” franquista, porque se olvida de los hechos que este hombre realizó posteriormente a la guerra). Sánchez Mazas fue miembro fundador de la Falange Española, compuso tanto la oración por los muertos de Falange, y a posteriori, participación en la composición de la letra del Cara al Sol, himno de la Falange. Y fue ministro, sin cartera, de Franco. (Y, casualmente- curiosamente, estuvo exiliado en la embajada de Chile). Fue uno de los responsables de la Guerra Civil de España. Por culpa suya y de cuatro cinco tipos como él, se desató una guerra entre hermanos.[1] El modo en que se liberó del fusilamiento durante su encarcelamiento republicano inspiró Soldados de Salamina. Gracias a la obra de Cercas mucha gente conoció a esta persona, y, sus experiencias inspiraron al autor.

Roberto Bolaño, era un escritor y poeta chileño, que se exilió a Cataluña. Apoyó el proceso de reformas sociales de Salvador Allende y se unió a la resistencia contra el nuevo orden dictatorial de Pinochet. El movimiento infrarrealista –que él había creado- tuvo como guía la ruptura con lo oficial y establecerse como vanguardia.

A Trapiello es un escritor, editor y tipógrafo que ha llegado a preparar ediciones de la obra de Sánchez Mazas.

Todo esto se inscribe en la autoficción, estar en un campo intermedio entre los dos grandes pactos literarios, entre los relatos “verdaderos” y los “ficticios”. El autor busca la ambigüedad, y para eso juega con el proceso paulatino de apropiación de la memoria/ historia. Uno de los factores que refuerza la confusión que facilita lo llamado “relato real” es el uso de personajes reales y/ o circunstancias reales. Y, también, dentro de la metaficción está el uso de escritores profesionales como personajes, y, en este caso tenemos varios: Cercas, Sánchez Mazas, Sánchez Ferlosio, Bolaño, Trapiello..).

Para concluir, me parece relevante el hecho de que Cercas, a través de la ficción, haya conseguido que las nuevas generaciones sepan quienes fueran personas, que directa o indirectamente, han marcado la historia de España, y, al utilizar nombres de personas reales e irreales, igualmente, provoca la confusión del lector. Y, eso es uno de los puntos más interesantes de dicha novela.

Un hecho anecdótico es, como dice Leopoldo de Trazeguies Grande, el título de “soldados de Salamina”. Porque existe un paralelismo entre la novela y la susodicha batalla que existió entres los griegos y los persas: la confusión. Terminamos la novela sin saber el proyecto de la República, quienes eran los militares golpistas, porque andaban los republicanos huyendo por los montes de Francia, que defendían ambos, que atacaba los otros… tal vez, porque al autor no le arece relevante. O, el final, no acabamos de saber su Miralles es el miliciano que Cercas busca.

CERCAS, Javier. Soldados de Salamina. Ed. Tusquets. Barcelona.

ANTÓN, Eva: “Soldados de Salamina: Guerra y Sexismo, otro ejemplo narrativo de la reacción patriarcal”. Labrys, études feminines, 16, 2006.

TRAZEGUIES GRANADA, Leopoldo. Hablando de los griegos. www.trazeguies.arrakis. es/cercas2.html.

PONIATOWSKA Elena. México D.F. 6 de julio de 2003. La jornada.


[1] Elena Poniatowska. México D.F. 6 de julio de 2003. La jornada.

3 thoughts on “Diario de aprendizaje III (Estefanía)”

  1. Gracias, Estefanía. Por favor, escribe un pequeño comentario sobre el diario de Ruth, que está posteado justo antes del tuyo.

  2. Es verdad lo que dices, Estefanía, que a través de la ficción (de Cercas, por ejemplo) nuevas generaciones de lectores pueden conocer a las personas que, como dices, “han marcado la historia de España”.

    A mí también me gustó mucho esa ambigüedad intencional y la manipulación de la memoria/historia en Soldados de Salamina. Pero este tipo de novelas detectivescas pueden también causar cierta frustración al lector, por ejemplo el hecho que no llega a resolver el problema del misterioso miliciano.

    No sé si es una problema técnica, pero por lo menos yo no puedo ver las referencias en el texto, aunque al final aparece una lista de fuentes.

  3. Como indicas, una obra de literatura siempre se puede estudiar desde muchos puntos de vista y utilizando muchas metodologías diferentes. Sin embargo, creo que tu ejemplo de un estudio social sobre Soldados de Salamina (analizar “cómo ha evolucionado la sociedad de la guerra civil hasta la sociedad de Cercas”) no me parece muy adecuado. Estudiar la evolución de una sociedad no pertenece realmente al campo de los estudios literarios; como mucho, se podría estudiar cómo se representa dicha evolución en la obra. En todo caso, creo que resultaría más interesante estudiar la forma en que el autor retrata la sociedad española contemporánea y, especialmente, el interés actual por la Guerra Civil, porque creo que es precisamente este fenómeno, el casi obsesivo interés por “la recuperación de la memoria”, lo que pretende comentar Javier Cercas con su novela.

    En tu diario, hablas sobre todo de los personajes “reales” de la novela. Está bien que te centres en un tema concreto, eso es lo que os pedía, pero sin embargo no veo muy claro el hilo conductor de tu texto: ¿Qué el lo que quieres decir sobre los personajes? ¿Cuál es tu argumento? Por ejemplo, opinas que Rafael Sánchez Mazas, el personaje histórico, no se parece mucho al personaje homónimo de la novela. Sin embargo, los datos que das de él son prácticamente iguales que defiende el autor-narrador de la novela (“Fue uno de los responsables de la Guerra Civil de España. Por culpa suya y de cuatro cinco tipos como él, se desató una guerra entre hermanos”). Asimismo, afirmas que, en tu opinión, una de los apectos positivos de la novela es que da a conocer a las nuevas generaciones algunas de las personas que han marcado la historia de España. Entoces, ¿te parece que la novela representa a estas personas de modo adecuado?

    También quiero aclarar un detalle sobre el concepto de autoficción. Como indicas, la autoficción se sitúa en un campo intermedio entre los dos grandes pactos literarios, entre los relatos “verdaderos” y los “ficticios”. Sin embargo, el término autoficción no puede aplicarse a cualquier relato que juegue con el límite entre la historia y la ficción o la vida y el arte: la autoficción es un tipo de relato que tiene una apariencia autobiográfica porque en él coinciden el autor, el narrador y el personaje (en el caso de Soldados de Salamina, tanto el autor, el narrador como el personaje se llaman Javier Cercas). Por lo tanto, no resulta muy correcto decir que los demás personajes más o menos reales de la novela se inscriban en la autoficción, aunque sí forman parte del mismo juego metaficticio que la homonimia autor/narrador/personaje.

    En el final de tu diario hablas también de la confusión que suscita la novela en el lector y de su función. Sin embargo, no entiendo bien tu aclaración según la que “existe un paralelismo entre la novela y la susodicha batalla que existió entres los griegos y los persas: la confusión”. ¿Por qué relacionas la batalla entre los griegos y los persas con la confusión? ¿Crees que la confusión es el único denominador común o podría haber otra razón para que el título de la novela haga referencia a dicha batalla?

    Y un último comentario: tanto tú como Päivi hacéis referencia al hecho de que la novela no revela todos los secretos ni da respuesta a todas las preguntas que formula. ¿No os parece que este procedimiento pueda ser deliberado, que pueda formar parte de la estrategia del narrador?

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