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La focalización y la narración y sus papeles en la novela Luna de Lobos (1985) de J. Llamazares

La obra de Julio Llamazares cuenta la historia de un grupo de cuatro hombres durante y después de la Guerra Civil Española. Los hombres forman parte de la resistencia al ejército franquista, y por consiguiente están obligados a esconderse de la Guardia Civil en el monte leonés. El narrador “yo” y el protagonista de la novela, Ángel da la voz a un soldado republicano, huido de la persecución de los vencedores de la Guerra. La descripción de los acontecimientos y del entorno es desarrollada, por una parte, por un narrador anónimo en tercera persona. Éste se puede considerar como la mirada del protagonista también, pero no hay seguridad completa.  

 

-Mira, Gildo. Esta nuestra es una guerra perdida. Y tú lo sabes tan bien como yo.

Yo lo que sé – dice él mirándome por fin – es que Franco está al caer. Ya no puede aguantar mucho más.

 

-Yo soy él que no aguanta ya más. Estoy harto, Gildo. ?Sabes?

 

Gildo se queda un instante en silencio, mirándome. (…)

-Para vosotros es muy fácil marchar – me dice -pero yo tengo una mujer y un hijo, solos, ahí abajo. (p. 132)

 

La novela contiene bastante diálogo entre los personajes. En los pasajes de ese tipo, falta la voz del narrador, y la focalización es como la de una cámara cinematográfica, observando desde fuera a los locutores. Luego, se vuelve a tomar como focalizador el punto de vista del protagonista. El diálogo tiene por lo menos dos funciones: ofrece información sobre las relaciones interpersonales de los participantes, y al mismo tiempo, sobre datos imprescindibles para el desarrollo del enlace. La forma dialógica contribuye a hacer menos monotónica la narración. De esa manera, la diversificación de los modos de narrar es importante para mantener el interés del lector.

Llamazares opta por dar forma a los estados y a los sentimientos de los personajes de un modo estético-poético. La naturaleza tiene un papel tan eminente en la obra que es casi un personaje más, y un hecho reflejado ya en el título. Donde aparece la descripción de las fuerzas o entidades naturales, es con frecuencia narrada por el anónimo en tercera persona. En esas ocasiones, la escena está apropiada por ellas.

La fiebre va en aumento, y a mediodía, su cuerpo es ya una llama viva. Afuera, mientras tanto, un viento helado y duro muerde con rabia los piornos y las urces, aúlla en las aristas de la peña, se cuela por el estrecho pasadizo hasta el fondo de la cueva y huye de nuevo por los montes llevándose consigo el fuego helado de los ojos de Ramiro. (p. 176)

El autor hubiera podido elegir a alterar la focalización entre los cuatro hombres del grupo, o a dar lugar a la voz de los personajes secundarios. Sin embargo, la voz del protagonista Ángel como única subraya la importancia de su experiencia personal de un hombre perseguido que a lo largo de la batalla pierde los compañeros y el apoyo moral de sus familiares. La focalización desde la perspectiva de un solo personaje crea una continuidad y una armonía, y a pesar de las numerosas elipsis de la estructura temporal, el desarrollo del argumento se mantiene previsible para el lector.

La elección del narrador tiene bastante impacto a cómo percibe el lector la obra en su totalidad. El narrador “yo” ayuda al lector a identificarse con los pensamientos y emociones de él quien narra. Como la obra representa la vanguardia de la literatura sobre los maquis, se puede imaginar que el autor hubiera prestado mucha atención a los detalles constituyentes de la obra para “modificar” la percepción del público en cuanto a los personajes y a sus motivos. La actividad política de los personajes apenas se menciona, ya que no es la intención del autor de hacer comentarios sobre esa cuestión, sino dar lugar a la descripción de las condiciones casi insoportables a que se enfrentan, a las emociones que constituyen la humanidad del protagonista puesta en un compromiso y a las relaciones interpersonales de vital importancia para el protagonista. El autor ha tomado una decisión consciente al incluir algunos aspectos, mientras deja fuera otros. Lo destacable es que rechaza las dos representaciones válidas en la época de Franco. Llamazares escribe en El País (26.9.2008) en un artículo de opinión con el titular “La perseverancia de los desaparecidos” que el personaje de Ángel tiene enlazos a la vida real, más concretamente al tío del autor. Queda claro en el artículo que el autor rinde homenaje a la memoria de su tío y los que han sufrido su destino a través de escribir su obra ficticia. El modo de contar la historia mediante la perspectiva de Ángel también rinde homenaje a su experiencia y da ocasión al lector de entrar en el mundo de él.

Fuentes:

Llamazares, J. (1985) Luna de Lobos.

Apuntes de clase 06.10.2016

Llamazares, J.: “La perseverancia de los desaparecidos” . El País, 26.9.2008.

La parte de los republicanos en Luna de Lobos

 

Luna de Lobos (1985) nos cuenta una historia de un grupo de cuatro soldatos republicanos que están de fuga, intentando evitar a toda costa cualquier confrontación con las fuerzas nacionales o con la Guardia Civil, escondiéndose en las montañas lo más cerca posible de su pueblo natal. La novela tiene cuantro partes que se centran en los años 1937, 1939, 1943 y 1946. La Guerra Civil llegó a su fin en el 1939, pero para ellos los que habían pertenecido a los republicanos, o sea al bando perdedor, la lucha solo había empezado.

Los cuatro protagonistas, Ángel, Ramiro, Gildo y Juan viven como refugiados en las montañas leonesas, ocultándose donde puedan; unas veces en minas abandonadas, otras en cuevas isoladas, o simplemente en la oscuridad de la noche. Pasan meses que poco a poco se convierten en años, y su único objetivo es encontrar la manera de sobrevivir. Viven con la falta constante de alimentos, pero gracias a la caza y la ayuda de sus familiares y otros conocidos, se mantienen. El miedo a ser encontrados por los guardias está presemte a todas horas, y las visitas a su pueblo para ver a los queridos se hacen cada vez más arriesgadas. Además, la Guardia Civil centra la frustración de no lograr capturar a los refugiados en sus familiares, persiguiéndoles y dándoles palizas constantes.

Al hacer la primera visita en el pueblo, el Juan desaparece, y los demás acuden al pueblo sin encontrarle. Cuando vuelven a su cueva, están sorprendidos por los guardias, pero por suerte logran escapar. Algún tiempo después, Ángel se mete en un lío por matar a un hombre en intento de robar una tienda, y el ambiente se hace aún más tenso por lo cual empiezan a planear la huida a Francia con ayuda de un amigo del padre de Gildo. Este mismo niega en irse porque no quiere abandonar a su mujer y su hijo. Para conseguir dinero, raptan al dueño de una mina, pero su mujer no se deja chantajear sino que llama a los guardias, y así los tres protagopnistan se encuentran una vez más en un tiroteo y acaban matando al dueño. También se muere Gildo.

 

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Ángel y Ramiro ven que la última esperanza que les queda es ponerse a salir del país de nuevo porque sino pronto o tarde los guardias les volverían a descubrir. Se enteran de una pareja que se dedican a ayudar a los refugiados a atravesar la frontera, y los dos se esconden en su casa. Pronto aparecen los guardias y les vuelven a pillar. Se produce otro tiroteo más, y otra vez se les escapan, pero la suerte no puede durar para siempre. Ramiro necesita ver a un médico, y durante la visita inevitable en el pueblo, el tercer refugiado se muere. Ya solo queda Ángel.

Las circunstancias insoportables pueden llevar a un hombre hasta actos desesperados, violentes y brutales ya que está luchando por su vida, como un animal que vive en medio de la naturaleza salvaje. Ángel continúa escondiéndose en las montañas. Tras perder su pueblo, su libertad y sus compañeros, lo único que le sigue acompañando, es la soledad. En los pocos momentos que se ecnuentra entre las personas se siente que es un hombre, pero cada vez que vuelve solo a la cueva le llena la sensación de haberse hecho un animal que se prefiere conservar en la soledad y que ya no sabe sentirse cómodo acompañado de la gente. En fin su hermana le dice varias veces que no tiene otro remedio que marcharse del país. Por más que haya luchado, parece que Ángel se lo ha perdido todo hasta sí mismo, y todo se acaba en estas frases:

Sólo oigo el rumor negro

y frío del tren que me arrastra.

Sólo hay nieve dentro

y fuera de mis ojos“.

 

Llamazares, Julio 1985.Luna de lobos. Barcelona: Seix Barral.

Las trece rosas: representaciones artísticas y literarias en torno al suceso

Tras la lectura de La voz dormida de Dulce Chacón y la mención que se hace en la novela sobre la historia de las “trece rosas”, voy a hacer una reseña de las diferentes representaciones artísticas y literarias que han surgido en los últimos años en torno a este suceso histórico.

Con la llegada de la democracia a España, tras la Guerra civil y la dictadura franquista, a partir de la década de los 80 y particularmente en la primera década del siglo XXI han surgido innumerables creaciones literarias y cinematográficas en torno a los acontecimientos que tuvieron lugar durante la guerra y postguerra españolas. Uno de estos sucesos fue el acontecido a un grupo de mujeres conocidas como «las trece rosas», cuya historia, ya rayando en leyenda, ha sido muy difundida a través de diferentes medios.

Las Trece Rosas fueron un grupo de trece mujeres fusiladas el 5 de octubre de 1939, de las cuales nueve tenían entre 18 y 21 años y las otras cuatro 23, 24, 27 y 29 años. En España, en aquella época, la mayoría de edad era a partir de los 21 años, por esta razón a las Trece se las llamaba las Menores en la cárcel de Ventas (Madrid), donde estuvieron prisioneras antes de ser ejecutadas. En 1936, bajo el mando del Partido Comunista Español, se habían unido la Unión de Juventudes Comunistas y la Federación de las Juventudes Socialistas dando lugar a las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU). Al finalizar la guerra, la misión de las JSU era localizar a compañeros que corrían peligro, ayudar a las familias y protegerlas a la vez que esperaban conocer las medidas que los vencedores tomarían. Cuando algunos de sus dirigentes fueron detenidos y, bajo tortura, delataron a sus compañeros, esto dio lugar a que las Trece Rosas fuesen detenidas también en el mes de mayo de 1939.

El 29 de julio de ese mismo año, el comandante Isaac Gabaldón, junto a su hija de 18 años y su chófer de 23, fueron asesinados. El régimen de Franco aprovechó este suceso para acabar de una vez con una organización que le podría causar muchos problemas. Por tanto, se decidió la ejecución de 13 mujeres y 43 hombres como respuesta ejemplarizante por el crimen perpetrado. En realidad, los autores del crimen fueron tres hombres, quienes fueron detenidos un poco después, aunque no identificados como los autores del asesinato.

No fue hasta la publicación de la novela de Jesús Ferrero, Las trece rosas, en el año 2003 y el libro ensayístico Trece rosas rojas de Carlos Fonseca un año más tarde, que en España despertara el verdadero interés por la historia de las Trece Rosas. Antes de la publicación de estos libros, no existía más que un trabajo que tratara de este tema y era el de Jacobo García Blanco-Cicerón titulado «Asesinato legal (5 de agosto de 1939). Las Trece Rosas» publicado en febrero de 1985. Algunos datos sobre ellas también aparecían en el libro de Tomasa Cuevas, también de 1985, Cárcel de mujeres. La publicación de los libros de Ferrero y Fonseca desencadenó la creación de obras relacionadas con el tema en otros ámbitos culturales: los documentales Que mi nombre no se borre de la historia (Verónica Vigil y José María Almela) y Del olvido a la memoria. Presas de Franco (Jorge Montes y Tomás Sequeiros); el poema de Julián Fernández del Pozo (2004) titulado Homenaje a las trece rosas; un espectáculo flamenco de la compañía de danza Arrieritos en 2005; una obra de teatro en Barcelona en el 2006; y en el cine la película Las trece rosas de Emilio Martínez-Lázaro (2007).1

Las obras de mayor relevancia en la recuperación de la memoria del suceso de las Trece Rosas han sido los libros de Ferrero y Fonseca, y la película. Parece ser que Ferrero, al escribir su novela, no tuvo en cuenta más documentación que la proporcionada por los trabajos de los años 80, presentando estos trabajos algunas imprecisiones al no haber tenido acceso sus autores a ciertos documentos a los que Fonseca sí tuvo acceso. La intención de Ferrero era la de escribir una historia verosímil de los últimos días de las Trece Rosas con los datos generales que conocía y, al ser estos insuficientes, requirió del apoyo de elementos inventados para lograr esa verosimilitud. La novela de Fonseca, en cambio, está mejor documentada históricamente, ya que el autor tuvo acceso al sumario y a los testimonios de varias personas que habían conocido a algunas de las Trece Rosas, así como a los testimonios de algunos de los familiares de estas.

En la novela de Ferrero, las trece mujeres son caracterizadas como heroínas que aceptaron morir para que otras no muriesen en su lugar, lo cual concuerda con los mensajes esperanzadores que por carta varias de ellas enviaron a sus familiares antes de su ejecución. Fonseca, sin embargo, lo que pretende es restablecer toda la verdad y para ello da muchos detalles referentes a su detención, a las delaciones e incluso reproduce el acta de sentencia del proceso. Ferrero trata de lograr un alto grado de emoción estética y de misticismo en torno a las protagonistas en su relato, mientras que Fonseca está más preocupado por el restablecimiento de la verdad presentando a las trece mujeres como las víctimas que fueron. El guion de la película surge a partir de la obra de Fonseca, aunque sin la intención de ser un documento histórico. Sin embargo, el rigor histórico que no se ha exigido de la novela de Ferrero, sí ha contado en la valoración de la película que se la ha tachado de «irregular y superficial» (Bejarano, 2007). Es muy posible que esto haya resultado de la expectativa por parte del público de encontrarse ante un caso de cine documental, al tratarse de un hecho histórico, en lugar de una película de ficción.

Sea como sea que se haya representado este episodio de la historia de España, lo importante es que se ha traído a la memoria; y que a través de las diferentes representaciones literarias y artísticas se ha podido transmitir su verdadero espíritu, a la vez que se ha hecho una restitución de la verdad, tal como ha sido el deseo y voluntad de tantos que vivieron y fueron parte directa o indirecta de estos trágicos acontecimientos.

BIBLIOGRAFÍA

BEJARANO, Fernando (2007), «Las 13 rosas», Cine para leer. En línea en http://www.cineparaleer.com/index.php?option=com_content&task=view&id=375&Itemid=28&ref_=ttexrv_exrv_7 [21/10/2016]

CÉSPEDES GALLEGO, Jaime (2007). «Las trece rosas de la guerra civil vistas por el novelista Jesús Ferrero y el periodista Carlos Fonseca». Revista Electrónica de Estudios Filológicos. (Université Paris 10 Nanterre, Centre d’Études Ibériques et Ibéro-Américaines)

FERNÁNDEZ DEL POZO, Julián (2004). «Homenaje a las Trece Rosas». En línea: http://www.foroporlamemoria.info/documentos/poema_jfernandez_pozo_ene2004.htm# [19/10/2016]

GUARINOS, Virginia (2008). «Ramos de rosas roja. Las trece rosas: Memoria audiovisual y género». Universidad de Sevilla.

VIGIL, Verónica ; ALMELA, José María (2006). Que mi nombre no se borre de la historia. En línea : https://www.youtube.com/watch?v=vTLwDRnDCr4 [21/10/2016]

HOMENAJE A LAS TRECE ROSAS

Madrid se viste de luto,
por trece rosas castizas,
trece vidas se cortaron,
siendo jóvenes, casi niñas.

Malditas sean las almas,
de sus verdugos fascistas,
que con guadañas de odio,
segaron sus cortas vidas.

España es vuestra madre,
su cielo vuestra sonrisa.
sus campos tienen la sangre,
de unas rosas, casi niñas.

El pueblo de Madrid os quiere,
ese pueblo que abomina,
de salvadores de patrias,
de rojos y de fascistas.

Madrid es patria de todos,
su nombre solo mancillan,
el odio de los caciques,
cuya razón es la envidia.

Las rosaledas de parques,
de esta, nuestra España chica,
reflejarán vuestras caras,
vuestras sonrisas de niñas.

Benditas seáis mil veces,
benditas vuestras familias,
malditos los asesinos,
que nuestras rosas marchitan.

Julián Fernández del Pozo

Los paratextos en la novela “La voz dormida”

Hola a todos:

Me adelanto un poco a la fecha de entrega de trabajos, subiendo hoy el trabajo del relato: La voz dormida. Muchas gracias y nos vemos el próximo jueves!

lavozdormida

  1. Introducción

Después de leer las lecturas obligatorias, Luna de lobos y La voz dormida, he de reconocer que me ha cautivado y ha conseguido que opte por realizar este trabajo la pluma de la escritora Dulce Chacón. Definida como novela histórica, se desarrolla en la postguerra civil española (1939-1963), estructurada en tres partes. Fue publicada en 2002 por la editorial Alfaguara.

La trama se desenvuelve principalmente en dos sitios. La cárcel de Ventas para mujeres, donde un grupo de presidiarias republicanas hacen lo imposible por sobrevivir, las encarceladas, y una pensión de la calle Atocha, donde vive otra de las protagonistas representando la otra cara de la moneda, simbolizando a las mujeres libres.

Para este trabajo, he elegido el tema de análisis de paratextos. Observé que el ejemplar que leí no tenía el paratexto más importante, no tenía portada. Tenía en mis manos un libro negro que apenas decía en el canto: La voz dormida, Dulce Chacón. Después de leer el artículo de Edurne Portela, me hizo reflexionar cuán de importante es hoy en día una buena portada, ya que guían al lector hacia una lectura efectiva. En este trabajo trataré de analizar los paratextos de la novela y finalmente dar mi opinión sobre ellos.

  1. ¿Qué son los paratextos?

Antes de comenzar el tema de análisis, conviene mencionar de manera sucinta. En primer lugar, definir qué es un paratexto, “un discurso auxiliar, al servicio del texto, que es su razón de ser”. Así fue cómo lo definió Genette, considerado como uno de los padres de la narratología. Su finalidad es aportar más información sobre la obra en cuestión y organizar su estructura. G. Genette organiza su descripción de los elementos que integran el paratexto a partir de las clásicas preguntas: ¿quién?, ¿cómo?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿para qué? Atendiendo a estas preguntas se pueden clasificar los paratextos en: paratexto icónico (ilustraciones, esquemas, fotografías, variaciones tipográficas, diagramación, etc.); paratexto verbal (título, prólogo, índice, referencias bibliográficas, notas al pie, etc.). Otra posible clasificación sería: paratextos a cargo del autor (en muchas ocasiones es él quien redacta el prólogo, las notas aclaratorias, los índices, los títulos y subtítulos, la dedicatoria, la bibliografía, los glosarios y los apéndices); paratextos a cargo del editor (solapas, tapas, contratapas, las que constituyen lugares estratégicos de influencia sobre el público, ilustraciones); paratextos a cargo de un tercero (en algunos casos, los prólogos son escritos por personalidades reconocidas, en ciertos libros aparecen comentarios, glosas, notas al pie hechas por especialistas con el propósito de explicar o aclarar algunos aspectos, con el propósito de facilitar la comprensión. Algunos paratextos, como el título del libro y el prólogo, pueden ser el resultado de “negociaciones” entre el editor y el autor (“Los paratextos como guía de lectura”, 2016).

3. Los paratextos en la obra La voz dormida

Título: La voz dormida. Por norma general, el título se sitúa en la portada y en lomo del libro acompañando al nombre del autor y al sello de la editorial. Este título queda explicado de una manera muy poética en la parte II, capítulo 17, momento en el que Tomasa, grita en la celda incomunicada su historia, esa historia que no se había atrevido a contar nunca y que comienza a hacerlo para no volverse loca y para sobrevivir en la cárcel como le había dicho Hortensia. Al mismo tiempo el título va unido a la dedicatoria.

Dedicatoria: “A los que se vieron obligados a guardar silencio”. Con esta frase, la autora ya deja claro qué es lo que el lector se va a encontrar en su relato. La historia de la parte de los vencidos en la Guerra Civil, aquellos que tuvieron que guardar silencio. Desde mi punto de vista, existen muchos tipos de silencio, los principales que se encuentran en esta obra son: silencio de duelo (aquel que mantienes por tus seres queridos), silencio de protección (aquel para evitar delatar a tus conocidos); silencio de cobardía (aquel que usas para escapar del castigo), silencio de impotencia (aquel que debes mantener para en algunos casos sobrevivir), silencio de orgullo (aquel que mantienen las presas que son fusiladas), silencio de soberbia y orgullo (aquel que mantiene la mujer de Fernando, porque no quiere perder sus estatus social) y el peor de todos, el silencio de dolor.

Datos editoriales: Incluyendo los datos básicos de la obra, junto con los datos relevantes de la editorial. Aquí se halla la información de la fotografía de la portada. Miliciana de la “Columna Uribarry” con un niño en brazos. Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares, Madrid). Indagando más en estos datos encontré que esta Columna Uribarry fue muy activa a comienzos de la Guerra Civil. Creada por Manuel Uribarry, en Valencia, se desplazó hasta las Islas Baleares para evitar que los italianos pusieran armamento pesado en las proximidades de la Península y posteriormente se marchó al Frente de Extremadura para contraatacar a las columnas del Ejército de África que avanzaban hacia Madrid.

Epígrafes, cada parte de la novela tiene el suyo propio.

“En vano dibujas corazones en la ventana: el caudillo del silencio abajo, en el patio del castillo, alista soldados” Paul Celan. Poeta Alemán de origen judío rumano, que sufrió él mismo los horrores de una guerra. Su madre fue fusilada y su padre enviado a un campo de concentración, donde murió de tifus. Estuvo en un campo de trabajo hasta 1944. Militó activamente en las organizaciones socialistas y apoyó la causa de la República en la Guerra Civil.  La cita sugiere el contraste entre los sueños y la crudeza de la realidad (Leguen Peres, Almela Boix, Sanfilippo, 2010). La autora en una de sus entrevistas, dijo que fue un autor que le influyó mucho. Es el epígrafe de la parte I de la novela.

“Quieres llorar. Y es tiempo de sequía. Quieres llorar. Y son tus ojos girasoles marchitos” Martín Romero Moreno. Poeta extremeño, vecino de Zafra, localidad donde Dulce Chacón nació y creció. Un guiño muy especial hacia un poeta de su tierra. Es de una fuerza increíble, ya que refleja lo que está pasando en la España de la postguerra. Quieres llorar, pero no puedes, tienes muchos ojos que te miran. Ni en tu propia casa estarás tranquilo para poder llorar y contar tu historia. La sociedad de ese momento te lo impide. Refleja otro contraste entre el orgullo y el coraje frente al despotismo y la tiranía (Leguen Peres et al., 2010). Es el epígrafe de la II parte del relato.

“… si no veis a nadie, si os asustan los lápices sin punta, si la madre España cae- digo, es un decir- salid niños del mundo, id a buscarla! …” César Vallejo. Poeta peruano, figuras de la lírica hispanoamericana del siglo XX. Este poema da nombre a una de sus obras póstumas que se editaron después de su muerte, España, aparta de mí este cáliz (1940), conmovedora visión de la guerra de España y expresión de su madurez poética, el poemario canta al pueblo en lucha, a las tierras recorridas por la contienda, y en que da salida a su amor por España y a su esperanza y al absurdo de la guerra (Biografía de César Vallejo, 2016). La necesidad de luchar por los sueños y no resignarse, no rendirse. Ya que la desgracia de Hortensia al comienzo de la novela, se convierte en esperanza cuando Tensi, su hija, retoma la lucha que su madre comenzó, liberar a España de la dictadura en la que está envuelta. Es el epígrafe de la parte III de la narración.

“Y a lo lejos la empalizada temporal improvisaba el horizonte imprescindible” Luis Álvarez Piñer. Poeta y ensayista asturiano, muy ligado al partido y movimiento republicano. Este epígrafe se localiza antes de los agradecimientos, algo que no suele ser muy habitual; por lo que mucha gente ha considerado que quizás no sea un simple anexo de agradecimientos y debería ser considerado como una parte más de la propia historia.

Agradecimientos finales:

Un primer agradecimiento general a todos aquellos que han compartido su historia con la autora. “Mi gratitud a todas las personas que me han regalado su historia”

Continúa, un agradecimiento exclusivo a Pepita, la cordobesa de ojos azulísimos, y a su marido Jaime. Ya que se trata de los protagonistas que más han modelado la novela. Gracias a este agradecimiento, se puede saber que Pepita, seguía viva en el momento que se editó el libro y que su marido falleció a los pocos años de salir de la cárcel y rehacer su vida juntos en Córdoba.

Por último, la autora acaba con los agradecimientos a cada una de las personas que le han regalado su historia. Unas con nombres propios y otras sin nombre para mantener su anonimato. Con los años que han pasado y todavía hay silencio por romper. A ver si esas voces despiertan y gritan a pleno pulmón.

Para finalizar con este trabajo, comentar brevemente un detalle relativo al paratexto más importante que existe hoy en día, la portada. Cuando recogí el libro en la biblioteca me encontré con libro negro que nada más llevaba grabado en su lomo La voz dormida, Dulce Chacón. Y me dispuse a leerlo sin más. En ese momento, como lectora, no disponía de más información que el título, no pude hacerme una idea de qué es lo que estaba entre mis manos y tengo que decir que fue lo que más me gustó. Al no ver la portada con la foto la miliciana de la “Columna de Uribarry”, simplemente leí el libro y posteriormente cuando contemplé la portada, supe sin ninguna duda que la autora había hecho un trabajo exquisito, realmente la foto era “nuestra” Tensi.

Bibliografía

  • Alvarado, Maite. Paratexto (2006). Buenos Aires EUDEBA.
  • Biografía de César Vallejo. (2016). Biografiasyvidas.com. Retrieved 23 October 2016, from http://www.biografiasyvidas.com/biografia/v/vallejo.htm
  • Cervantes, B. (2016). Textos y paratextos en los libros infantiles / Gemma Lluch Crespo | Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. com. Retrieved 23 October 2016, from http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/textos-y-paratextos-en-los-libros-infantiles–0/html/361ad18e-783d-4c44-be20-83a92e797681_2.html
  • LEGUEN PERES Briguitte, ALMELA BOIX Margarita, SANFILIPPO Marina. Universos Femeninos en la Literatura Actual. Mujeres de Papel. UNED. UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACION A DISTANCIA, 2010.
  • Los paratextos como guía de lectura. (2016). ar. Retrieved 23 October 2016, from https://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__20c3a89c-7a0b-11e1-83aa-ed15e3c494af/index.html
  • Los paratextos. (2016). com. Retrieved 23 October 2016, from https://prezi.com/2ga4ilaplach/los-paratextos/

Muestra sobre Franco, Victòria, República, Impunitat i Espai urbà en Barcelona

Muestra en el centro cultural del Born BCN

Hola todos,

Leyendo el periódico esta mañana, me he encontrando con este artículo. Se trata de una exposición sobre Franco, y una de las estatuas de la muestra la han decapitado.

A ver qué os parece

Nos vemos en la siguiente clase!

Miguel Hernández

Aquí os dejo la presentación de Miguel Hernández.

miguel-hernandez

Este es un poema de Miguel Hernández cantado por Joan Manuel Serrat:

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.

MIGUEL HERNÁNDEZ, El hombre acecha, (1938-39)

La Ley de Memoria Histórica y la reconciliación española

El debate sobre la Ley de Memoria Histórica ofrece una buena idea de la situación actual del discurso en España en transición después de la época de Franquismo y la precedente Guerra Civil. Se han recorrido muchas etapas de la memoria colectiva, y en los años dos mil el debate público ha surgido como opción. Julián Casanova escribe en el apartado Opinión del diario El País (20.9.2007) sobre la ley sugerida, presentado en julio de 2006. El escritor es catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza, y por su profesión tiene mucho peso sus cuidadosamente elegidas palabras.

El debate vale más que la indiferencia política y social de los décadas pasadas. Pero un debate donde cada participante defiende lo suyo sin escuchar a los demás no lleva a resultados. La sociedad civil no es capaz de crear una presión que sirva de contrapeso frente a los poderes institucionales porque falta un sentido de unidad compartido por la sociedad civil en su enteridad. Está conocido que no hay algo más unificador que un enemigo común, sea una entidad o concreta o simbólica.

Lo que ayuda a mantener vivo el debate sobre la memoria histórica es las representaciones culturales, especialmente las obras que procuran romper los modos convencionales de presentar el tema. Obras (semi-)ficticias son capaces de invitar al miembro de público a reconsiderar sus posturas previas desde puntos ajenos al suyo y provocar necesario debate.

Los cambios alcanzan el nivel institucional con menos rapidez que el nivel individual o colectivo. Casanova no hace mención de por qué no se ha establecido una Comisión de la Verdad en España. Es de suponer que una propuesta se haya hecho según el modelo internacional, pero  que la idea se ha abandonado. Este hecho refleja la naturaleza única de cada sociedad en transición. La situación española es particular por la dictadura establecida directamente después de la Guerra Civil. El régimen autoritario se mantenía en marcha mientras las fuerzas contrapuestas seguían en efecto en un ambiente de miedo y de recelo.

Para la Iglesia católica española su afiliación a la dictadura resulta difícil de reconciliar, especialmente su participación en el mantenimiento de prisiones.Sin embargo, podría actuar como un poder institucional ejemplar que haga reaccionar a los demás instituciones.

En Finlandia la sociedad civil tuvo que unificarse para el esfuerzo de guerra contra Rusia. La reconciliación finlandesa fue una necesidad ante la amenaza de Rusia. La reconciliación es un fenómeno a qué atribuyen múltiples factores socioculturales, y no es sensible hacer simplificaciones basadas en hechos que no toman en cuenta la naturaleza y las condiciones propias de cada sociedad.

Fuentes

Casanova, J.: “Después de tanta memoria…“. El País, 20/09/2007.

Apuntes de clase “Memorias del pasado” 29/9/2016