Exilio republicano en México

En los años 1936-1939 miles de republicanos españoles huyeron de la Guerra Civil, varios se exiliaron a países como Francia, la URSS y México. Uno de estos exiliados fue el abuelo del escritor Jordi Soler. En la obra Rojos de Ultramar, Soler combina ficción y realidad para contar la historia de su abuelo y sus compañeros que huyeron de la guerra a México, el país que acogió más de 20.000 españoles durante los años 1939-42.

Desde el principio de la guerra, el gobierno mexicano encabezado por el presidente Lázaro Cárdenas había decidido ayudar a los republicanos españoles. Primeros españoles en llegar a México fueron los niños que huyeron de la guerra en 1937. Después llegaron los intelectuales (científicos, artistas, filósofos etc.) en 1938 y luego en 1939 al terminar la guerra el resto de los exiliados.

En 1938 en México se fundó  una casa para los intelectuales españoles, llamada Casa de España. La idea de esta “casa” era invitar a intelectuales  españoles a México para que tuviesen un lugar seguro donde “realizar sus ambiciones”. Primero invitaron a 12 profesores españoles y después del término de la guerra arribaron muchos más intelectuales españoles a México y a la Casa de España. Este fenómeno se llamaba inmigración intelectual.

Para ayudar a los republicanos españoles se creó dos organizaciones en Francia: Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles (JARE) dirigida por el ex-ministro socialista Indalecio Prieto y Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles (SERE) creado por el político Juan Negrín. Estas dos organizaciones ayudaron a los españoles adaptarse a México.

Además de la Casa de España se fundaron también los centros Cervantes en todas partes de México e Instituto Luis Vives (creado por SERE) en la Ciudad de México para los maestros y niños exiliados. Estos colegios tuvieron como modelo educativo los principios de la Segunda República. El narrador del Rojos de ultramar menciona a Luis Vives en la obra también: “Joan y yo éramos mexicanos y punto, habíamos nacido ahí, en la plantación de café, nunca fuimos ni al colegio Madrid, ni al Luis Vives,..”

La vida en su nuevo hogar no era necesariamente un camino de rosas para los españoles. Aunque se habían adaptado a la vida mexicana, habían construido sus casas allí  y se sintieron en casa, no todos los acogieron con mucha amabilidad como cuenta Arcadi en Rojos de Ultramar: “los 15 de septiembre, el día de la independencia, permanecíamos encerrados en casa porque los mexicanos de Galatea y sus alrededores tenían la costumbre de celebrar esa fiesta moliendo a palos a los españoles”.

Al fin Arcadi y sus compañeros empezaron sentirse en casa en Veracruz  y cuando Arcadi volvió a Cataluña se dio cuenta de que la vida no era igual que antes y la lengua había cambiado; no era esa lengua que ellos llevaban años hablando en México intentando conservar algo de su patria. Quizá esto era lo que pasó en muchos casos, sólo se puede imaginar cómo ha sido volver a la patria después de tantos años. Después de una vida. 

“La idea era que cuando muriera el dictador, dejarían México y regresarían a Cataluña. Pero el dictador tardó demasiado en morir y ya para entonces mi abuelo y sus socios habían pasado más años en México que en su país, y habían tenido hijos y nietos que los ataban a aquella tierra, a esa plantación que poco a poco se había ido convirtiendo en una suerte de aldea, en la que nací yo en 1963.” -Jordi Soler

 

Fuentes:

Jordi Soler: Rojos de ultramar, 2004

Los colegios del exilio en México, 2006:

http://www.residencia.csic.es/colegiosexilio/presentacion/inicio.htm

Jordi Soler: Catalanes en Veracruz, blog, 18/11/2011:

http://catalanesenveracruz.blogspot.fi/2011/11/ser-catalan-en-veracruz.html

Jordi Soler: El catalán de ultramar, 8/10/2014:

https://elpais.com/internacional/2014/10/08/actualidad/1412800058_154396.html

La casa de España:

http://www.jornada.unam.mx/2008/09/30/index.php?section=cultura&article=a04n1cul

José Andrés Rojo: Lázaro Cárdenas, el amigo de la República, 2/10/2005:

https://elpais.com/diario/2005/10/02/cultura/1128204001_850215.html

2 Replies to “Exilio republicano en México”

  1. ¡Muchas gracias por tu trabajo! Fue muy interesante leer sobre las diferentes instituciones que fueron construidas en México para los exiliados. Me gusta también como usas algunas citas del libro Los rojos de ultramar en tu trabajo, especialmente el parte donde se menciona el Instituto Luis Vives. Muestras tus ideas claramente y hablas de varios aspectos del exilio. Quizás me habría gustado leer más sobre cómo adaptaron o no adaptaron a México los exiliados, pero esto es solo por mi propio interés por el tema, y entiendo que has querido mostrar varios aspectos del exilio y no solo uno.

  2. Gracias Elina por tu texto.

    Para mí tambien me parece muy importante el tema, como tenemos tantos exiliados hoy en día también. El fenomeno nunca desaparece de la actualidad. Redactas muy bien y las citas del texto enriquecen tu texto. Sería difícil imaginar una inmigracion intelectual que se llevaría a cabo de misma forma hoy que en el libro. Los tiempos cambian pero siempre por la guerra alguien tiene que huir y salvarse a sí mismo.

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