¿Inmigración o no?

Aunque va a ser difícil, intentaré reflexionar objetivamente sobre la cuestión de inmigración en general. Primero de todo, hay que empezar con la obviedad que la inmigración, como ya hemos comprobado a través de los intentos de definir el concepto de la literatura de migración, es una cuestión que se puede analizar y observar, también, desde varias perspectivas distintas. Es un tema que en el discurso social de hoy, lamentablemente, suele tomar dos tonos demasiado polarizados; ¿es una amenaza o una posibilidad para la sociedad?

Resumido en general (y algo exagerado), los que consideran la inmigración como una posibilidad creen que la inmigración trae multiculturalismo a las sociedades que, a su vez, ayuda las personas de diferentes etnias entenderse mejor entre sí. La comprensión, la simpatía y el respeto entre la gente desde los distintos lugares de nuestro mundo son pilares fundamentales en la creación de una solidaridad sin fronteras. Los “pro-inmigratorios” entienden que todos estamos juntos en este planeta y todos deberíamos luchar contra la catástrofe ambiental. Estas personas saben que el mundo no es justo pero creen en una justicia igual y, tal vez, dedican sus vidas, o por lo menos una parte de ella, a un mundo más justo.

En el otro lado de la moneda tenemos los que consideran la inmigración como una amenaza para las sociedades. Los “contra-inmigratorios” temen que el multiculturalismo demuele las culturas y costumbres tradicionales. A causa de este temor, ven a los inmigrantes automáticamente con ojos negativos. De esta manera, es muy probable que no logre crearse comprensión, simpatía ni respeto entre la gente de la misma sociedad. Las personas con perspectivas negativas hacia la inmigración, también, saben que el mundo no es justo pero a diferencia de los “pro-inmigratorios” se conforman con esto defendiéndose, por ejemplo, con el argumento los fuertes sobreviven.

Otra vez, tengo que recordar que las descripciones de estos dos polares son muy estrechas y generalizadas. Las cosas no son tan simples. Seguro que cabe mucha gente en medio de este tipo de descripciones. Habrá gente que quiera hacer el mundo más justo y cree en los derechos humanos pero considera que el incremento de la inmigración como una solución no es la adecuada. O puede haber alguien quien quiera conservar su cultura y tradición pero no considera que la gente que viene de fuera las destruya. O sea, hay miles de maneras de opinar sobre las amenazas y posibilidades de la inmigración.

No obstante, no podemos ignorar los hechos. La migración no se va a parar ni reducir, si no que se va a incrementar y nosotros no podemos evitarlo. El calentamiento global causado por la rapidez del cambio climático está obstruyendo la agricultura y, de este modo, complica el acceso a la comida para una cantidad inmensa de personas. La hambruna cada año peor más las constantes guerras que nunca acaban van a obligar grandes masas de migrantes a moverse. Si no logramos acabar con las guerras, reducir calentamiento global o educar los países en desarrollo para desacelerar el crecimiento de población, vamos a tener que aprender a compartir lo nuestro, o simplemente dejamos que más y más gente se muera. ¿Cuál parece más ético?

Las culturas se van a cambiar, el idioma se va a cambiar, la calidad de vida se va a cambiar. Nosotros nos vamos a cambiar. Los cambios son siempre al mismo tiempo positivos y negativos. Para expresar mi opinión, es la pereza y debilidad del ser humano que nos dirigen a muchos hacia los aspectos negativos y es por ello por lo que muchos no quieren cambiar. Bueno, pensar y analizar lo negativo es, también, una manera de sobrevivir pero creo que mi mensaje queda claro.

 

4 thoughts on “¿Inmigración o no?

  1. lucia

    Hola , Antti:
    Muchas gracias por tus reflexiones. He optado por responderte a ti, porque tu temática se asemeja a lo que yo en parte también he escrito. No podemos quedarnos en dos bandos, los detractores o anti inmmigración y los pro migrantes. El mundo no es blanco o negro, hay cabida para “más colores”. No podemos conformarnos, esta sociedad, con políticas bipolares, debemos entablar relaciones y que todo lo menos bueno, según a quién preguntes, se convierta en positivo. Y aquí es donde entra lo que tú dices de la pereza, nos tenemos que espabilar, pues los cambios son constantes y si deseamos que todas las personas de este planeta seamos iguales, debemos aceptar que el deseo de cambios, va a ser el motor imparable que va a mover a multitudes. Qué pasará cuando el cambio climático sea tan grave que las ciudades costeras se vean anegadas por el mar? Qué pasará cuando la hambruna llegue hasta nuestras fronteras del sur de Europa? Podremos ser libres de movernos? o quizás nos pondrán barreras? La sociedad está lista para estos cambios??

    Gracias Antti por compartir tus ideas. Es un tema que cada uno de nosotros debería reflexionar, pues el futuro está ahí, cerca y parece que no es tan lindo como lo pintan.

  2. Helene A von Martens

    Estoy de acuerdo contigo respecto a la problemática de la polarización y una visión demasiada simplificada de la pregunta eterna sobre la inmigración. Agradezco tu manera directa de presentar las ideas, de esa manera al lector le queda muy claro tu mensaje. Al otro lado, como tú mismo también reconoces, al texto le falta mucho por profundizar con detalles y hechos que, por ejemplo, podrían sostener las ideologías de ambos lados de las opiniones polarizadas. Hubiera agradecido también la incorporación de textos relacionados al tema – de esa manera cualquier lector interesado en el tema fácilmente podría continuar leyendo y profundizándose por su cuenta. Sin embargo, valoro la forma directa en la que presentas tu opinión, y tanto la estructura como la coherencia del texto es clara y pertinente.

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