La narrativa controversial en El monarca de las sombras (Javier Cercas)

 

El monarca de las sombras (2017) es una novela de Javier Cercas en que narra la historia de su tío abuelo Manuel Mena, un héroe del pueblo extremeño que falleció a diecinueve años en la batalla de Ebro luchando por Franco. Procura entender al personaje de un miembro familiar a quién nunca llegó a conocer personalmente, pero quién ocupa una posición importante en la memoria cultural de su pueblo Ibahernando. En este análisis mi objetivo es mostrar por qué la novela es más bien un proyecto personal del autor para hacer paces con su pasado familiar desagradable.

Desde el principio de la novela Cercas nos hace conscientes sobre su posición en la brújula política, y enfatiza que sus opiniones no coinciden con las que poseía su familia durante los años 1930. El papel de su familia durante la Guerra Civil le resulta difícil de aceptar, y la idea de investigar el pasado con más detalle, y escribir un libro sobre ello le plantea dudas. Nos da la impresión a los lectores de que la posibilidad de averiguar algo desagradable sobre sus miembros familiares le da miedo.

Cercas parece tener la necesidad de identificarse con Manuel Mena. Durante los primeros días de su investigación obtiene la impresión de que Manuel se sentía extraño en su propio pueblo – era un intelectual entre trabajadores humildes del campo con quienes no compartía los mismos intereses ni ambiciones -. A lo largo de la historia conocemos la relación compleja de Cercas a sus propias raíces, ya que no sabe si se identifica más con su pueblo Ibahernando o con Gerona adonde su familia se emigró en su infancia. Con la semejanza consoladora que establece Cercas entre sí mismo y su tío abuelo procura entender tanto a Manuel como reflejar sus propias opiniones sobre la guerra a través de él.

Durante la investigación Cercas se queda con su pariente Alejandro. Alejandro, tanto como él, se identifica más con las opiniones de izquierda, y tiene una carrera exitosa en la política. Cercas y Alejandro conversan, buscan afiliación y piedad entre sí, y concluyen que su familia había luchado por una causa equivocada. Indican que a pesar del error cometido por equivocarse del bando, las generaciones posteriores no pueden sentirse moralmente superiores a ellos porque no vivían en la misma época (p.122). La muerte de Manuel haber sido por un autoengaño enfatiza la tragedia de su tío abuelo como un individuo en vez de observarla desde un punto de vista que incluya todas sus circunstancias. Más adelante Cercas compara a Manuel con personajes de leyenda, por ejemplo, Aquiles, lo cual aumenta la grandeza de su tío abuelo (p. 186).

“Eso es lo más triste del destino de Manuel Mena. Que, además de morir por una causa injusta, murió peleando por unos intereses que no eran los suyos. Ni los suyos ni los de su familia». Y pensé: «Que murió para nada.” (p. 122)

Por demás, hay que tener en cuenta los aspectos que el autor deja sin narrar. Cercas no parece tener tanto interés en investigar el posible papel de sus parientes en la represión, sino que lo menciona brevemente desde cierta perspectiva justificante. Admite que su familia era una de las poderosas del pueblo, pero no hace directamente la conclusión lógica de que su familia ha colaborado en la represión. Por lo contrario, él define a sus familiares como campesinos con tierra, pero que eso era prácticamente lo mismo que ser sin tierra (p. 30). Eso, desde luego, no es comparable. Asimismo, defiende a su abuelo Paco Cercas, cuyo informe fue la causa indirecta de la sentencia de muerte de un vecino suyo, a quién condenaron sin investigaciones. Con el informe Paco colaboraba con el consejo de guerra, aunque en realidad no tenía ninguna obligación para hacerlo.

“Mi abuelo no había denunciado un delito político, sino un delito común.” (p. 136)

La historia experimenta un desenlace durante la conversación entre Cercas y su tío Alejandro, quien le cuenta sobre una discusión que tenía Manuel con su hermano Antonio poco antes de Manuel marcharse de nuevo a la guerra. Manuel proclamó que la única razón para él todavía participar en la guerra era porque si no lo hiciera él, sería su hermano Antonio, ya que era el mayor hijo de la familia y tenía hijos (p. 152). Al oír eso, Cercas tiene la sensación de haber encontrado la última pieza del juego de idealización de su pasado familiar – Manuel, según Cercas, ya no apoyaba los motivos políticos de Franco, sino que hacía un sacrificio para su familia por las circunstancias circundantes -. Al tener en cuenta la cantidad de errores en las fuentes históricas al reconstruir la historia de Manuel, es curioso que Cercas no cuestione la historia que cuenta su tío quien ni siquiera estaba presente en dicha situación.

“Manuel Mena había perdido la guerra tres veces: la primera, porque lo había perdido todo en la guerra, incluida la vida; la segunda, porque lo había perdido todo por una causa que no era la suya sino la de otros, porque en la guerra no había defendido sus propios intereses sino los intereses de otros; la tercera, porque lo había perdido todo por una mala causa: si lo hubiera perdido por una buena causa, su muerte habría tenido un sentido, ahora tendría sentido rendirle tributo, su sacrificio merecería ser recordado y honrado.“ (p. 188)

Definir a su tío abuelo como un perdedor de forma repetida, y de esa manera victimizarlo, Cercas desdibuja la responsabilidad de Manuel en los acontecimientos de la Guerra Civil. Al principio de la novela Cercas menciona a su madre que siempre habla de manera honrosa sobre Manuel. (p. 27) Sigue que él quiere rebelarse contra esa imagen, aunque al final resulta hacer lo mismo que su madre: pintar una imagen demasiada sencilla e ingenua de Manuel Mena, centrar solamente en lo que le conviene por motivos personales, porque ser un perdedor según él es más glorioso que ser un vencedor.

Aunque la historia tiene un final bonito en sí, en que Cercas acepta su familia tal y como está, Cercas blanquea la realidad cruel del fascismo, aunque fuera de manera inconsciente. El autor ni menciona los delitos cometidos por los falangistas, y subestima la discreción de su tío abuelo. Relata a Manuel Mena como una víctima de las circunstancias, y niega que él hubiera luchado por la causa sino más bien por la obligación. Podemos hacer la conclusión de la obra no puede ser considerada muy fiable en cuanto a la narración de la guerra civil, sino que la novela posee la función de autoayuda para asumir el pasado familiar de Cercas mismo.

Bibliografía:

Cercas, J. (2017). El monarca de las sombras. Literatura Random House.

CategoriesUncategorized

Leave a Reply