La guerra civil y el franquismo en la novela española actual

Curso de literatura española contemporánea

La guerra civil y el franquismo en la novela española actual

La voz dormida llevada a la música y al cine

Os dejo aquí algunas cosas relacionadas con La voz dormida que os pueden interesar.

Escuchad con atención la letra de esta canción (“Hasta siempre Tensi” de Barricada, del disco La tierra está sorda):

Tenéis aquí un artículo publicado en El País sobre el disco-libro de Barricada.

Y este documental narra el viaje de Barricada a Zafra (Badajoz), lugar de orígen de Dulce Chacón:

Para más información sobre el disco, podéis ver el siguiente artículo:

P. Folgueira (2012): “La tierra está sorda. La visión del grupo Barricada sobre la Guerra Civil”. Clío 38.

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La voz dormida también ha sido adaptada al cine. La película, también titulada La voz dormida (2011), fue dirigida por Benito Zambrano. Aquí tenéis el tráiler:

Y aquí una crítica no tan elogiosa de la película.

Los Beatles en España

Público rememora la primera visita de los Beatles a España:

Aquel mítico julio en el que los Beatles lograron poner nervioso a Franco

Madrid y Barcelona celebran los 50 años de la primera y única visita de los cuatro de Liverpool a España

Los Beatles a su llegada a España

Foto: Los Beatles a su llegada a España

Los Beatles en aquel mítico concierto en Barcelona
Foto: Los Beatles en aquel mítico concierto en Barcelona
YERAY CALVO

MADRID.- Fueron dos conciertos que marcaron un antes y un después para el cuarteto de Liverpool. Este año se cumple el 50 aniversario del desembarco de los Beatles en España, cuando ofrecieron los dos únicos conciertos en nuestro país, en la plaza de Las Ventas de Madrid y en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona en julio de 1965. Dos fechas que supusieron un gran acontecimiento para su legión de fans pero que fue minimizada y vista con gran recelo por la dictadura franquista. Con motivo de tal efeméride, Barcelona y Madrid celebrarán este 2015, el dos y tres de dicho mes, 50 años después, su particular revival con la banda británica The Bootleg Beatles -considerado uno de los mejores grupos tributo- como maestros de ceremonias. Citas que tendrán lugar, entre otros actos, en el Sant Jordi Club y en Las Ventas.

“Cuando vinieron a España los Beatles en el 65 eran todo un fenómeno”, recuerda Leslie, el cantante de Los Sirex, grupo que se encargó de telonear a los fab four en la plaza barcelonesa. La expectación que levantaron los británicos a su llegada a España fue algo inusual, dejando estampas para enmarcar, como las decenas de fotógrafos encaramados en sitios inverosímiles en busca de la mejor instantánea. Entre las anécdotas más revisitadas está algunas de las preguntas que realizó la prensa a los músicos: “¿Tienen ustedes asegurado el cabello?”, le llegaron a preguntar a George; a lo que Harrison respondió que “no”; “Y ésta es la primera vez que me preguntan algo así”, comentó sorprendido. También hablaron de toros, cómo no.

“Efectivamente se empezaron a abrir ventanas de aire fresco con su llegada, pero ojo, porque era una época en la seguíamos con los zapatos bien atados”, subraya el líder de Los Sirex a Público. El frontman recuerda cómo en aquella época grupos como ellos tuvieron que pasar un examen ante un sindicato vertical para poder realizar sus actuaciones. Una prueba, por cierto, que sólo superaron dos de sus cinco integrantes.
 Los Sirex, en aquel 3 de julio de 1965

Los Sirex, en aquel 3 de julio de 1965

Era una época gris pero los cuatro “melenudos” de Liverpool consiguieron poner nervioso a Franco. El régimen nunca los vio con buenos ojos por los aires de libertad que representaban, por su gran capacidad para movilizar masas y la gran habilidad para contorsionar cuerpos y agitar melenas. Sin embargo, no se atrevieron a vetar su entrada al país por miedo a causar un conflicto diplomático. “La de Barcelona fue una noche de éxito. Veníamos de dar a conocer La Escoba e íbamos con toda la ilusión del mundo. Había cierta preocupación porque en Madrid no había ido muy bien, había policía por la calle, se pensaba que iban a haber bofetadas, pero no pasó nasa. La gente fue con una ilusión tremenda para cantar la canción de sus ídolos”, rememora el líder de la banda catalana.

​La mayor parte de las informaciones que llegaban a España de las peripecias de los británicos, por aquel entonces, tenía que ver en su mayoría con detenciones y desperfectos causados en sus conciertos. El NO-DO se encargó de recordar como Paul, Ringo, John y George pasaron “sin demasiada pena ni demasiada gloria” por España. Bien es cierto que en ningún de los dos conciertos llenaron, cosa que los informativos del régimen se encargaron de subrayar.

Las entradas para los recitales costaban entre 75 y 450 pesetas. Ya entonces se hablaba del “mal rollo” entre John Lennon y Paul McCartney y de la posibilidad de que aquella fuera su última gira, cosa que al final no fue ocurrió. Leslie lo desmiente: “En la tercera canción John hizo la intro con una armónica al estilo Bob Dylan pero se le cayó, fue bonito ver como Paul se acercó para recogerla del suelo y tener un gesto bonito con su compañero. A la gente le gusta mucho hablar”, lamenta. El concierto de Barcelona les reportó a los de Liverpool, más allá de anécdotas curiosas, cerca de millón y medio por los 35 minutos de actuación y las 12 canciones que interpretaron.

https://www.youtube.com/watch?v=nZfyfDaPjd0

Los británicos abrieron los dos conciertos con Twist and shout, continuando con otros éxitos como She’s a woman, Can’t buy me love, I feel fine o Hard days night. Entre los presentes se pudieron ver a personalidades como Miguel Ríos o Ava Gadner, pasando por Rosa Montero o Joan Gaspart que, cuentan, le tuvo que cambiar los pantalones a Lennon, demasiado arrugados para culminar su gran noche.

Fue precisamente sobre el escenario de La Monumental en el que Los Beatles terminarían su gira europea. Un evento en el que Los Sirex tuvieron un protagonismo especial y que quedó registrado para siempre en sus memorias. “Pese a todo pudo más la música, las ganas de ser feliz. La gente estaba cantando, coreando las canciones. Todo esto imperó en aquella noche en la plaza de toros”, recuerda Leslie. Una noche frenética para Los Sirex, que en aquella jornada hicieron doblete con otro bolo en Cornellá, que les impidió disfrutar del concierto completo de los cabeza de cartel. Leslie recuerda con especial emoción el final de su espectáculo, justo antes del bis, cuando coincidió con Paul McCartney tras el escenario y este le preguntó, en su trayecto hacia al lavabo, si estaba cansado, al verlo asfixiado y sudoroso. Sería el único contacto que mantendría con la banda, perfectamente escoltada por una seguridad que apenas dejó que les fotografiaran durante toda su estancia en España.

Para Leslie, todo aquello fue un gran espectáculo, “algo que recuerdas para el resto de tu vida”. Sin embargo, en las crónicas del día después no se plasmó nada de eso. Se habló sobre todo de cómo los allí presentes respetaron el orden público en una época en la que Manuel Fraga era Ministro de Información y Turismo, y cómo el respetable “se tomó las cosas con mayor filosofía que la de otras latitudes”.

Españoles en los campos de concentración nazis

Un artículo publicado en El País el mes pasado sobre los españoles en los campos de concentración nazis relacionado con el libro Los últimos españoles de Mauthausen (Ediciones B) de Carlos Hernández de Miguel:

Últimos testigos de Mauthausen

El periodista Carlos Hernández reconstruye la historia de los 9.000 republicanos españoles internados en campos nazis con la aquiescencia de Franco.

Tereixa Constenla Madrid 26 ENE 2015

Foto: Derribo del símbolo nazi en el campo de Mauthausen, tras su liberación.

Durante años Sigfried Meier fue muchas cosas en la vida para tratar de ocultar aquella que le habían obligado a ser contra su voluntad: un superviviente del nazismo. Judío de Fráncfort, Meier llegó de niño a Auschwitz, donde vio morir a su padre y afinó al máximo dos armas: el afán de supervivencia y el espíritu de rebeldía. Cuando entró en Mauthausen, trasladado en un convoy de la muerte sin ninguna noción de estar vivo, llevaba consigo tanta rabia que se atrevió a gritarle a los nazis que intentaron raparle. Y así fue, gracias a sus gritos y a su impecable perfil ario, cómo el capo de turno lo puso en manos de Saturnino Navazo, el preso español que organizaba partidos de fútbol en Mauthausen y que le adoptó como un hijo. Meier se emociona cada vez que recuerda a Saturnino. José Alcubierre lo hace cada vez que recuerda a su padre, asesinado a golpes en el campo de Gusen.

Ambos son algunos de los protagonistas de Los últimos españoles de Mauthausen (Ediciones B), el libro donde el periodista Carlos Hernández de Miguel rastrea la historia de los 9.000 deportados a campos nazis, con un doble objetivo: “Darles voz a las víctimas e identificar a los culpables”.

[Lee aquí todo el artículo.]

Un cónsul homenajea la División Azul

Una noticia publicada en Público:

El cónsul en San Petersburgo homenajea a los fascistas españoles que sitiaron Leningrado

El diplomático Juan Antonio Martínez-Cattáneo es hijo de divisionario, militar franquista y fundador de la Editorial Fuerza Nueva con Blas Piñar

La División Azul

Foto: La División Azul

Un gran ramo de rosas conformando los colores de la bandera española, colocada sobre el campo de batalla nevado de Krasny Bor, situado a 38 kilómetros al sureste de San Petersburgo, es el homenaje rendido el pasado día 10 por ex combatientes, familiares y nostálgicos de la dictadura franquista, a los voluntarios de la División Azul que, junto al ejército nazi, fueron derrotados por las tropas soviéticas en febrero de 1943, en el cerco cruel cerco a la población civil de Leningrado, durante la Segunda Guerra Mundial.

Entre los participantes de este homenaje con motivo del 72 aniversario de la batalla de Krasni Bor, se encontraba, según confirman fuentes de la Fundación División Azul, el vigente cónsul general de España en San Petersburgo, Juan Antonio Martínez-Cattáneo, quien accedió al cargo a mediados de 2014, tras finalizar su destino diplomático en Colombia.

En los documentos públicos de la propia Fundación División Azul y a través de foros y webs de ideologías similares, se pone de manifiesto la implicación del diplomático español destinado en Rusia Martínez-Cattáneo en la exaltación de la “heroicidad y la memoria de los caídos” de la División Azul, una unidad de voluntarios y veteranos del bando nacional formado por más de 10.000 hombres, que fue creada ad-hoc en 1941 para combatir “el comunismo”, bajo las órdenes supremas de Adolf Hitler, quien acababa de lanzar la invasión de la Unión Soviética en la llamada Operación Barbarroja.

[Lee todo el artículo aquí.]

Entrevista con Julio Llamazares

Julio Llamazares acaba de publicar un nuevo libro y El País hizo una entrevista con el autor. La cuestión de la memoria histórica no sale hasta la última pregunta/respuesta:

Julio Llamazares: “La memoria histórica de un país es su literatura”

El autor relata en ‘Distintas maneras de mirar el agua’ el destierro olvidado de los vecinos de pueblos sumergidos en pantanos. “Son los judíos españoles del siglo XX”

Javier Rodríguez Marcos 14 FEB 2015

Foto: Julio Llamazares, en su casa de Madrid después de la entrevista. / Alejandro Ruesga

“Todavía existe”. La vida de Julio Llamazares está tan unida a lugares desaparecidos que cuando habla del pueblo en el que pasó casi toda su infancia —Olleros de Sabero— aclara sin darse cuenta de que todavía existe. Los que no existen, o no del todo, son Vegamián —el lugar en el que nació en 1955, hoy anegado por un pantano— y Ainielle, la aldea deshabitada del Pirineo aragonés en la que situó la acción de La lluvia amarilla,su segunda novela, que lo consagró en 1988.

Tras décadas siendo algo así como “el escritor del pueblo sumergido”, Llamazares publica Distintas formas de mirar el agua, el relato coral de una familia que vuelve al embalse del Porma —el que anegó Vegamián— para dispersar en sus aguas las cenizas del patriarca. En su casa de Madrid, el escritor cuenta que siempre ha escrito el mismo libro, que todo lo que ha hecho son variaciones sobre el primer verso del primer poema de su primer libro. Lo dice metafóricamente, pero, por si acaso, el libro es La lentitud de los bueyes. De 1979. El verso es este: “Nuestra quietud es dulce y azul y torturada en esta hora”. Son las cinco, llueve. No es literatura.

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