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La Voz Dormida-Película

http://www.recpelis.com/pelicula/3170/la-voz-dormida.html

Cuelgo aquí un link por si a alguien le interesa ver la versión cinematográfica de La Voz Dormida (Isabel: no encontré tu email por ninguna parte, asi que pongo el enlace directamente aquí en el blog. Ignora los botones de DOWNLOAD y PLAY NOW, simplemente baja un poquito hacia abajo y veras el video en una pantallita.). Tal vez haya mejores versiones, pero creo que esta está bastante bien.

Me gustó mucho la cancion que canta Tensi: ”Nana de la hierbabuena”. Está escrita por Carmen Agredano y ganó un Goya por mejor canción original.

Ay mi niña morenita
no te asustes con mi pena,
que las lágrimas que corren

riegan a la hierbabuena.

Duerme mi niña duerme.
La luna te mira,
tu hermana te quiere.

Adoctrinamiento franquista en la educación -¿cómo es la Nación española y El Caudillo? (primer trabajo)

“Hoy la nación española es una — es grande — es libre.” La libreta Así quiero ser (el niño del Nuevo Estado) (segunda edición, Burgos, 1940) es un buen ejemplo del adoctrinamiento y absurdidad de los tiempos de Francisco Franco en España. Presenta las nuevas doctrinas del nuevo régimen conteniendo ochenta y un temas. Voy a basar mi escrito en esta libreta, concentrando sobre todo en la primera parte “La Nación Española”. Mi intención es reflexionar qué cosas se enseñaba de la nación española y de El Caudillo, qué valores se transmitieron y cómo todo esto parece a un lector crítico.

El elogio desbordante de la Nación española y de El Caudillo es obviamente una cosa muy fundamental en la propaganda franquista. “Es necesario que en toda nación hay un orden, una disciplina, una ley; uno que mande y otros que obedezcan. Entonces la nación se convierte en Estado.” El Caudillo es ciudadano mejor, superior a todos, quien legítimamente se ha elegido a su puesto, quien responde ante Dios y ante la Historia y quien es el único que sabe cómo mandar bien. “Debemos obedecer sin discutir. Quien manda sabe lo que hace y por qué lo hace. Es más difícil mandar que obedecer. El que obedece no se equivoca nunca.” El poder y la bondad de El Caudillo se representan indiscutibles e imprescindibles. La Nación española es como un hormiguero: todos tienen su deber y su puesto, y todos tienen que acordárselo.

Sin embargo, hay muchas contradicciones en las doctrinas, que en mi opinión destruyen la imagen de El Caudillo como salvador de España. Por ejemplo, sobre la cuestión de la libertad se habla que la libertad no es para un individuo, sino que hay que servir los intereses generales. “Pues si uno cualquiera quita con su libertad la de los demás, no cree en la libertad ajeno, sino que en la suya propia, o sea que no cree más que en la que le conviene. Eso no es ser libre, eso es ser déspota.” Esto es muy curioso, porque esto es justamente lo que hace El Caudillo mismo. Aunque sea superior a los demás ciudadanos, ¿no debería servir como un ejemplo o un modelo? Todo el concepto de la libertad se pierde su sentido aquí y pone en duda las intenciones de El Caudillo. Del individuo se dice así: “Yo no puedo querer para mí algo que sea a costa de los demás: eso es individualismo.” Aquí otra vez se habla de valores importantes, pero muestra obviamente que El Caudillo mismo no cumple estos valores y así su credibilidad sufre.

Se habla mucho de bienestar, de felicidad etc.; El Caudillo hace a España feliz si todos le obedecen, y también las acciones paternales del Estado son para que los ciudadanos “se sientan lo más felices posible.” Esto suena muy cursi, porque hay tanta desigualdad y violencia en los tiempos de Franco. “La revolución constructiva consiste en convertir el desorden en orden, la injusticia en justicia y la arbitrariedad en derecho.” Es justamente el contrario lo que pasó cuando Franco entró en el poder. Antes de la guerra civil había orden, justicia y derecho con la democracia, pero todo se perdió con Franco.

La disciplina, el orden y la obediencia son las cosas más importantes que se enseñan en esta libreta. El mensaje es muy fuerte, demasiado fuerte para un niño. El carácter de todos los niños es preguntar, cuestionar  y poner las cosas en duda, pero uno de los objetivos de las doctrinas es eliminar todo esto. La justificación de todas las cosas es solamente ‘así tiene que ser’. Las cosas se han empaquetado en un paquete bonito, aunque en realidad todo es un engaño.

 

BIBLIOGRAFÍA:

ASÍ QUIERO SER (EL NIÑO DEL NUEVO ESTADO), SEGUNDA EDICIÓN, BURGOS, 1940

La construcción de la imagen de la mujer en la posguerra

Voy a analizar cómo fue la imagen de la mujer que se construyó en la posguerra. Para llegar a ese objetivo, voy a echar un vistazo a los cambios jurídicos que se relacionan a la posición de la mujer, acontecidos durante la Segunda República y después de la Guerra. También voy a estudiar brevemente cómo se veía a la mujer en la República, siendo eso la base ideológica en que el Régimen tuvo que basarse, o que tuvo que rechazar.

Entre otras reformas que se realizaron en la Segunda República se encuentran algunas que mejoraron la posición de la mujer. De mayor importancia de éstas son el sufragio universal, que dio el derecho de voto a mujeres, y la Ley del Divorcio, que “aceptaba la disolución del matrimonio ‘por mutuo disenso o la petición de cualquiera de los cónyuges’” (Vizgarra: 64). Éste último también igualóa los hijos legítimos e ilegítimos. Y en la constitución de 1931 se reconocía la igualdad de hombres y mujeres, aunque se trate de igualdad formal y no real. Es decir, aunque no se concluyeron la mayoría de los avances que se estaban planeando y la desigualdad de géneros seguía marcada en bastantes aspectos de la vida, se permitió que hubiera una diversidad de opiniones e incluso que, poco a poco, estas iniciativas progresaran.

En cambio, al imponerse el Régimen, se renunció a todos estos avances y se volvió un gran paso atrás. Se abolió las leyes de divorcio, matrimonio civil, de sufragio y para la mujer se designó un papel carente de todo tipo de independencia. Un papel de “portadora de los valores morales, guardiana del hogar y puntal de la familia, como esposa y madre.” (Murillo: 90) Se excluyó la sexualidad y la capacidad de actuar como sujeto político de la imagen de la mujer: sólo existían “madonas” y putas, y la vida de las madonas se limitó únicamente al espacio del hogar.

La imagen de la mujer que se construyó después de la Guerra Civil seguía las tendencias misóginas que se encuentran en la historia ya desde hace siglos. En otras palabras, no fue nada nuevo, pero sí que fue dramático el retroceso, especialmente para las mujeres que apoyaron a la Segunda República: fue mucho lo que perdieron. Pero, aunque no cabe duda de que la victoria de Franco empeoró gravemente la situación de las mujeres, la imagen discutida de mujer no carecía de controversias también en la Segunda República. Por ejemplo, la conocida Pasionaria, Dolores Ibárruti, tenía prejuicios sobre la emancipación actual y una postura a favor hacia la simbología tradicional de la maternidad. Sin embargo, la ampliada manera de ver a la mujer permitió que entraran en la fuerza laboral y militar. No obstante, no duró ni siquiera un año antes de que se confundiera la imagen de la miliciana con la de la prostituta. Según Martínez Fernández, no se estaba dispuesto a aceptar a las mujeres en el frente tampoco por parte de la República, a pesar de la relativamente avanzada postura hacia los derechos de la mujer.

Sobre esta base el franquismo con la ideología del nacional-catolicismo construyó la imagen de la perfecta casada y ángel del hogar (Fernández García: 332). La maternidad y la exclución de algunas áreas públicas fueron puntos de semejanza entre la Segunda República y la dictadura, pero sólo el franquismo disoció la mujer de toda capacidad de actuación política o pública. Investigando los juicios sumarios, las expedientes y las acusaciones que se hizo, Fernández García plantea que los “delitos” de mujer antes, durante y después de la Guerra Civil fueron cuatro: ser visible, tener voz, tener autoridad y manejar el pensamiento abstracto. Es decir, no se permitió conductas de un sujeto autónoma y independiente.

El papel destinado para la mujer en la ideología franquista obligó a numerosas mujeres quedarse en silencio por décadas. Fue un silencio doble: silencio del vencido, y silencio del género sometido. Desde la Transición, el silencio ha empezado a quebrarse tanto a través de la ficción como de la documentación, pero aún queda mucho que desvelar.

BIBLIOGRAFÍA

FERNÁNDEZ, Adriana Martínez (2006): “Rojas: la costrucción de la mujer rebuplicana en la memoria de España.” Alpha: Revista de Artes, Letras y Filosofía, pp. 127-141.

FERNÁNDEZ GARCÍA, Sandra (2012): “Muertas en vida. Investigación sobre la represión dada a las mujeres en la posguerra española en la Ciudad Real.” Revista de Antropología Iberoamericana 7-3, pp. 327-360.

MILQUET, Sophie (2012): “Escribir el trauma en femenino: las obras de Agustin Gomez-Arcos y Dulce Chacón.” Bulletin of Spanish Studies 89, pp. 109-121.

MURILLO, José Luis (2008): “Eros y nacionalcatolicismo. La doble moralidad en la España de la posguerra.” Confluencia 24-1, pp. 89-100.

VIZGARRA, Isabel Lizarraga: Libertad (1931), de María Martínez Sierra: La mujer española frente al código civil. Dialnet.

1er trabajo escrito – Los niños robados: Política de exterminio de la población republicana

Durante la Guerra Civil Española y hasta finales de los años 50, era común separar a niños de sus madres republicanas así sea en las cárceles, en los campos de concentración o en las repatriaciones forzadas desde Francia y otros países. Posteriormente esta práctica derivó en un procedimiento común contra madres solteras o mujeres pobres que continuó hasta los años 90. Continue reading