Ha finalizado la Transición en España? (Primer trabajo)

El tema sobre la Transición Española despertó mi interés, particularmente la cuestión sobre si la misma continúa actualmente.

La Transición Española comenzó el 22 de noviembre de 1975, al ser coronado Juan Carlos I como rey de España, dos días después de la muerte de Francisco Franco el 20 de noviembre de 1975 y de 40 años de dictadura franquista.

Hay dos grandes teorías sobre el momento en que se puede dar por concluida la Transición. Por un lado, está la tesis de los que creen que es cuando se celebraron las primeras elecciones democráticas en España en junio de 1977. Ganando entonces Adolfo Suárez del UCD (Unión del Centro Democrático). Durante su mandato consiguió celebrar las primeras elecciones democráticas con la participación de los partidos de derecha, izquierda, centro y nacionalistas, cosa que le costó grandes problemas con su propio partido (UCD), al reconocer sobre todo al partido comunista. El quería que las elecciones fuesen completamente limpias y por ello la redacción de la nueva Constitución la hicieron siete partidos. El texto redactado de la nueva Constitución fue aprobado por las Cortes en 1978 y refrendado por los españoles ese mismo año. Adolfo Suárez no pudo terminar su mandato por las diferentes luchas internas de su partido y dimitió en 1981 para sucederle como Presidente de Gobierno Calvo Sotelo hasta 1982 que se celebraron nuevas elecciones y ganó ampliamente el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) con Felipe González como Presidente de Gobierno, gobernando por primera vez y en solitario después de 40 años un partido de izquierdas.

Aún cuando se considera que la transición culminó oficialmente con las eleciones del año 1982 y la victoria del PSOE, soy de las personas que opinan que España vive aún un periodo de transición. A pesar de que cuando murió Franco hubo debate sobre la República como sistema de gobierno, después de la aprobación de la constitución de 1978 no se había abierto de nuevo el mismo. Mientras siga existiendo una monarquía en España, la cual, en este caso, fue implantada como una continuación del franquismo y del dominio de la oligarquía en un nuevo contexto político,  se puede hablar de una ”transición inacabada” (Notas de un testigo. Armando López Salinas).

Aunque en el caso de España se trate de una monarquía constitucional y parlamentaria y que se considere que sin la actuación del Rey Juan Carlos la transición a la democracia no hubiese sido posible ; en los tiempos actuales se puede pensar que la monarquía tiene un cáracter anacrónico, ”contrario a los valores de una sociedad democráticamente avanzada (igualitarismo, mérito personal, logro individual)”( Jose Juan Toharia, El País,25 de agosto 2012). Los valores antes mencionados no puedan atribuir actualmente reconocimiento al párrafo 3 del artículo 56 de la Constitución referente a la inviolabilidad, irresponsabilidad y refrendo : “La persona del rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”. Opino que la legitimidad constitucional y la historia no deberían ser razones de peso para que se prolongue la monarquía en España.

La cuestión no sólo es la corrupción y el desgaste de la Corona sino que España está viviendo una étapa que plantea la necesidad de hacer cambios en el sistema institucional del estado y una reforma más amplia de la Constitución.

Los escándalos y los excesos de la Casa Real, así como también  la situación política y social de España han aumentado el descontento de la sociedad española y provocado que se ponga en cuestión la necesidad de la existencia de la monarquía. Surge la pregunta: qué es lo mejor para el país, la Monarquía o la República?

Una posible III República, que incluso ha llevado a la propuesta fallida de un referéndum al respecto, sería para muchos la mejor alternativa.

En este periódo de transición ha jugado un papel muy importante la participación activa de las masas que han expresado su descontento con el panorama económico, político y social de manera pacífica a través del movimiento 25-M que exige el fin del bipartidismo PSOE-PP y una democracia más participativa. Sus causas, entre otras, han sido la austeridad económica, los casos de corrupción política, la crisis económica española de 2008-2014, democracia representativa, el desempleo. Su intención ha sido mejorar el sistéma democrático.

“Nosotros los desempleados, los mal remunerados, los subcontratados, los precarios, los jóvenes… queremos un cambio y un futuro digno. Estamos hartos de reformas antisociales, de que nos dejen en el paro, de que los bancos que han provocado la crisis nos suban las hipotecas o se queden con nuestras viviendas, de que nos impongan leyes que limitan nuestra libertad en beneficio de los poderosos. Acusamos a los poderes políticos y económicos de nuestra precaria situación y exigimos un cambio de rumbo.”   Comunicado de prensa de “Democracia Real YA” (17/5/2011)

El 11 de marzo de 2014 se fundó el partido Podemos, partidario de una III República, pero parco en su discurso, al menos, en el discurso del 31 de enero del año 2015 en la Marcha a Sol; que algunos ven más como una marcha de apoyo a Podemos que por el cambio. Aunque partidario públicamente de un referéndum, Pablo Iglesias ha declarado que el protagonismo de las manifestaciones para decidir en referéndum entre Monarquía y República “tiene que ser de los ciudadanos…”Ningun partido político-ha dicho-debe colocarse por delante” (en entrevista de Marisol Hernández, Periódodico El Mundo, 27.6.2014).

Qué pasará en España si el partido izquierdista Podemos gana las próximas elecciones?. Está en peligro la monarquía española?. Vendrá la III República?. Todo esto está por ver.

Por todo lo expuesto anteriormente, podemos considerar que España se encuentra aún en étapa de transición, a la espera de un cambio.

 

Yanira Avila

 

 

1er trabajo escrito – Los niños robados: Política de exterminio de la población republicana

Durante la Guerra Civil Española y hasta finales de los años 50, era común separar a niños de sus madres republicanas así sea en las cárceles, en los campos de concentración o en las repatriaciones forzadas desde Francia y otros países. Posteriormente esta práctica derivó en un procedimiento común contra madres solteras o mujeres pobres que continuó hasta los años 90. Continue reading

Los finlandeses en la guerra civil española – la solidaridad con la República (Trabajo I)

Entre 1936 y 1939, aproximadamente 240 finlandeses participaron en la guerra civil española. 14 de ellos apoyaron a los franquistas, pero la inmensa mayoría, 225 voluntarios, lucharon junto a las tropas republicanas. ¿Qué les incitaba a cruzar toda Europa, o incluso el océano Atlántico, y luchar contra el franquismo? ¿Qué tipos de razones tenían? En este trabajo voy a reflexionar estas preguntas.

Los años treinta fueron una década de las ideologías políticas extremas en Europa. En 1933 Adolf Hitler llegó al poder al Partido Nazi en Alemania mientras que su vecino oriental, José Stalin, lideraba el Partido Comunista de la Unión Soviética. El Movimiento Lapua, una organización nacionalista y extrema derechista, influenció en Finlandia antes de su ilegalización en 1932. Durante la época España estaba muy agitada. En 1936, después de un intento de golpe de Estado, la guerra civil española estalló entre el gobierno de la Segunda República Española y los rebeldes nacionalistas liderados por Francisco Franco.

Al oír de la guerra, el ilegal Partido Comunista de Finlandia, abreviado SKP, comenzó el reclutamiento secreto de voluntarios en Finlandia (Juusela 2003, 119). Muchos de los voluntarios finlandeses eran comunistas que querían participar en la guerra por motivos ideológicos. Eran ”los vencidos” de la guerra civil finlandesa, muchos de los cuales habían perdido familiares en y después de la guerra y todavía guardaban rencor hacia sus enemigos antiguos, los conservdores. Quizá querían luchar junto a sus camaradas ideológicos, los rojos de la guerra civil española (también en la guerra civil finlandesa los izquierdistas eran conocidos como ”rojos”) y de esta manera compensar las pérdidas de la guerra y la dolorosa división entre los vencedores y los vencidos que dominó el debate público en Finlandia hasta los años sesenta.

Curiosamente, la mayoría de los finlandeses que participaron en la guerra civil española no venían de la propia Finlandia, sino de los Estados Unidos y Canadá. Eran un grupo variado de miembros de sindicatos, marineros, y estudiantes radicales que, como sus compañeros de Finlandia, luchaban principalmente por motivos ideológicos y odiaban el fascismo. Además, la participación en la guerra era una buena oportunidad para huir las consecuencias de una profunda crisis económica que había comenzado en los Estados Unidos en los años 30. A veces, los finlandeses iban sin ninguna razón especial – según Juusela (2003), algunos simplemente se voluntaron por un mero aventurismo.

Más de 90% de los voluntarios finlandeses lucharon junto a las brigadas republicanas. ¿Por qué la guerra atraía a tantos izquierdistas? ¿Puede ser que el Partido Comunista de Finlandia simplemente hiciera un excelente trabajo reclutando los voluntarios a España? Ante todo hay que recordar que los izquierdistas operaban desde un punto de vista muy diferente comparado a los derechistas. El comunismo, por ejemplo, es una ideología que subraya la necesidad de la igualdad, la colectividad y la solidaridad. En este sentido es comprensible que los comunistas se apoyen uno al otro, incluso en caso de guerra. Por el contrario, los derechistas suelen valorar más el individualismo, el patriotismo y el conservadurismo. Es posible que los derechistas finlandeses simplemente no estuvieran interesados en intervenir en los problemas internos de un país tan lejano como España.

Sobretodo, los finlandeses tenían varios razones de voluntarse en la guerra civil española. Los motivos tanto ideológicos como personales llevaron más de dos cientos voluntarios a luchar contra los franquistas en la Península Ibérica. En 1939, casi ocho meses después del final de la guerra civil española, la Unión Soviética atacó a Finlandia. Es evidente que el estallido de la guerra de invierno creó una situación muy curiosa para los finlandeses que hubieron apoyado a los republicanas en España.

 

Bibliografía:

Juusela, J. 2003. Suomalaiset Espanjan sisällissodassa. Jyväskylä: Atena Kustannus Oy.