La corrupción en La fila india de Antonio Ortuño

En este trabajo voy a hablar sobre cómo se muestra la corrupción en la obra de Antonio Ortuño La fila india (2013). Ortuño nos cuenta la historia de Irma, una trabajadora social en México, quien va con su hija a un pueblo pequeño llamado Santa Rita a ayudar la sede de Conami, La Comisión Nacional de Migración, tras la muerte de uno de sus funcionarios. A lo largo de la novela tanto Irma como el lector van descubriendo lo que está pasando detrás del telón: corrupción, amenazas, tráfico de migrantes y negocios con las bandas o como se llaman en el libro, polleros.

Primero, existen varias definiciones para el termino corrupción, pero lo que más define la corrupción en La fila india, es corrupción sistémica. Para contrastarlo, en caso de la corrupción individual (p.ej. de un funcionario), la corrupción es la excepción y cuando esta conducta es descubierta, el funcionario será sancionado. Se trata de sobornar a otros empleados públicos con dinero o pequeños favores. Luego, la corrupción sistémica debilita la efectividad de la institución desviándola de su función, debilitando la confianza del público. Se usa una institución pública para obtener beneficios individuales, y mientras tanto reduce la calidad de los servicios prestados. Cuando la corrupción se extiende como norma, se vuelve sistemática, y en este caso no importa que haya leyes y normativas, porque obviamente no se cumplen. Además, los usuarios de los sistemas públicos y el sector privado prefieren no hacer nada porque resulta más fácil.

En La fila india se pueden encontrar cuatro formas diferentes en las que la corrupción se ha vuelto sistémica. La primera es la más evidente, los funcionarios de los servicios públicos como Vidal, Licenciado de Conami en Santa Rita y su amigo el Delegado de Conami colaboran con los polleros en el tráfico de migrantes. Pero no son solo ellos, están metidos todos hasta la policía. “Y sabe también, como cualquiera que se detenga a considerarlo, que trabajan juntos, los polleros y quienes cobran para combatirlos

La segunda es la aceptación de las prácticas corruptas, y se muestra en la actitud pasiva de casi todos. Se da de entender que es información común que Vidal y delegado colaboran con los polleros. De esta manera, tampoco hay tanta confianza en que funcione Conami como debería. La única persona quien quizás al principio quería creer que Conami funcionaría para el bien de los migrantes fue Irma. Es un personaje un poco ingenuo, y aunque la avisan dos secretarias sobre Vidal, con quien ella mantiene una relación, no las quiere creer o no les entiende bien hasta que ya es demasiado tarde. “Se divorció y lo mandaron acá. Al poco tiempo llegó el Delegado. Como que es gente suya…Que a lo mejor no es lo que usted cree. Tiene hasta un hijo.” En final Irma también decide aceptar todo y callarse, y aunque ya se encuentra lejos de México, el miedo de que las garras de Vidal la alcanzaran está presente. “La abogada era optimista…Bastaba con no hablarles de Vidal para que mi neurosis se redujera. No necesitaba culpar a nadie más que al Delegado

Luego, la tercera forma es cómo se usan informes en los que se cuenta “la versión oficial” sobre los acontecimientos como incendios o masacres en los alberges de los migrantes. Los del libro son escritos por Vidal, quien es el encargado del departamento de prensa en Santa Rita, y él utiliza su poder para cubrir la corrupción y mantener una buena imagen. En cierto modo funcionan como propaganda, pero es cuestionable si alguien crea en lo que se dice en ellos. “Asimismo, esta Comisión ratifica su compromiso inalterable de proteger y salvaguardar los derechos humanos de toda persona, especialmente las familias que transiten por territorio mexicano…

La cuarta y última forma es que los funcionarios corruptos y los polleros usan violencia y métodos psicológicos para mover los obstáculos en su camino. Se amenaza a la gente directamente como a Irma y a su hija: “El pan era redondo, con una cruz de semillas marcada claramente de arriba abajo, de izquierda a derecha”. Sin embargo, también existe una amenaza indirecta, como nos muestra el caso de Gloria. Ella fue una funcionaria a la que mataron (supuestamente) por hacer su trabajo demasiado bien. Todos saben qué les puede pasar si no aceptan silenciosamente la cooperación de Conami con los polleros, y esta amenaza indirecta causa que, o no hacen nada y miran al otro lado, o participan en la corrupción y en tráfico de los seres humanos con los polleros. “Una pequeña multitud de migrantes…se había reunido en torno a la ambulancia que se llevaba el cuerpo de Gloria. La buena de Gloria. La que siempre ayudaba…nadie hizo otra cosa que echarse atrás y negar con la cabeza cuando los agentes preguntaban si habían escuchado, visto, olido lo que fuera.” Efectivamente, todos viven en un clima de terror por parte de alguien y no hace falta que les hayan avisado directamente. “Nunca lo amenazó, el Morro, con matarlo si lo delataba. Se daba por sentado.”

Sin duda, La fila india funciona como crítica hacia la situación actual en México. Cuando Irma decide escapar de Santa Rita, con una línea Ortuño describe la sociedad corrupta en el final del libro: “Debía rescatarnos de la máquina de picar carne que era la ciudad.”

 

INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY (2007): “2.2 Tipos de corrupción” en Módulo 1. Introducción: Cómo mejorar la gobernabilidad para combatir la corrupción. México. Disponible en línea:http://www.cca.org.mx/funcionarios/cursos/stbg/contenido/01/t2_p2.htm

ORTUÑO, Antonio (2013): La fila india. Océano de México, Ciudad de México.