¿Cómo convertir en novela un relato real?

En la novela Soldados de Salamina de Javier Cercas un personaje llamado Javier Cercas decide  escribir un libro que ”no sería una novela, sino sólo un relato real, un relato cosido a la realidad, amasado con hechos y personajes reales, un relato que estaría centrado en el fusilamiento de Sánchez Mazas y en las circunstancias que lo precedieron y siguieron” (52). No obstante, falla en su amasijo y no consigue completar la costura, porque se tropieza con dos problemas. En primer lugar, se da cuenta de lo falso y imposible de su intento de transcribir la realidad o la historia sin cambiar nada en este acto. También llega a entender que en Sánchez Mazas no va a encontrar el héroe que ha buscado.

El relato real que escribe el narrador-protagonista forma la segunda de las tres partes de la novela. Es fácil de notar, como también hace el protagonista, que falta algo de su libro y que está quedando flojo. Pero ¿por qué la historia de Sánchez Mazas, por sí sola, no vale una novela? Como vemos en la frase citado en el inicio, hasta el protagonista ve el relato real como algo inferior a una novela. Es sólo un relato real. En este sentido, es importante notar como Cercas el personaje menosprecia a sí mismo y todo lo que hace: es una persona insegura, lo que podemos advertir por ejemplo en el desdeño con que trata a su novia (a quien sin embargo se agarra), o en las bromas despectivas que continuamente gasta a las dos novelas que ha escrito. A mi ver esta inseguridad causa que intenta aislar el relato real de todo lo que tiene que ver con él, todo lo personal, todo el punto de vista, y relatar los hechos como si él no existiera como intermediario.

En el relato real Cercas se oculta detrás de un narrador impersonal y un estilo copiado de cualquier biografía (en contexto de la novela, un parodia bien logrado) creyendo que la tradición del género literario le trajese autoridad y le salvase de la responsabilidad. Si el autor del relato real lograse de verdad transformar lo pasado como tal en escritura, el resultado final carecería tanto el estilo como la estructura, solo tendría una sustancia histórica desordenada. Sin embargo el relato real de Cercas cumple una estructura cronológica rígida y convencional y hasta parece que pretende ser lo que los formalistas rusos llamaron fábula, una línea de sucesos sin trama. (Para entender la falta de trama en el relato real, basta ver el anticlímax de sus últimas frases: ”[h]oy poca gente se acuerda de él, y quizá lo merece. Hay en Bilbao una calle que lleva su nombre.”) Pero curiosamente, parece que es la novela que está formada por la desordenada sustancia histórica, porque al mismo tiempo es la novela escrito por el autor real y la novela que el protagonista va a escribir, lo que parece ser la única solución posible para hacer encajar las dos novelas y para perfeccionar la metaficción, puesto que si una novela incluyera la otra, no podrían ser la misma. La novela, en contraste con el relato real, desarrolla unas ideales barthesianas revelando el proceso de escribir y mostrando los motivos más íntimos del punto de vista (el amor fracasado, la muerte del padre, la frustración profesional) y, lo más importante, implicando el escritor dentro de la ficción y deconstruyendo de esta manera la división artificial entre la ficción y la representación de la realidad.

El protagonista de Soldados de Salamina se interesa en Sánchez Mazas porque se identifica intensamente con su historia. El paralelismo entre el escritor fracasado y el cobarde falangista queda muy claro. Cercas el personaje proyecta sus propios fracasos y desilusiones en Sánchez Mazas y al parecer convive el alivio de su salvación, a lo mejor porque cree que él mismo no va a tener una salida de la desgracia en que vive. Cercas en su relato real incluso sale en defensa de Sánchez Mazas varias veces: dice que aunque no es un gran escritor, es ”un buen poeta menor” (80), justifica su ideología fascista sosteniendo que es ”falso falangista” (136) y que ”es probable que […] nunca en su vida haya creído en nada; y, menos que nada, en aquello que predicaba y defendía” (138); también parece que siente un pinchazo de culpa porque el protagonista de su relato real no ha escrito el libro que prometió a los amigos del bosque.

Aunque el relato real se centra alrededor de una sola persona, el protagonista Sánchez Mazas queda un poco distante, del modo que parece faltar el héroe. Si bien es cierto que Cercas identifique con Sánchez Mazas, esto es visible solamente en la relación entre las dos primeras partes de la novela, pero no en el relato real en sí, porque Cercas el personaje cuidadosamente evita inscribir su postura en el relato. Oculta la identificación porque tiene que ver con los aspectos negativos de su propia personalidad. El heroísmo (tanto como el antiheroísmo, en esto no se difieren) no es más que un punto de vista admirativo, una admiración proyectada a otra persona, deseo de entenderla o adquirir su punto de vista. Cercas no consigue admirar a Sánchez Mazas, no le interesa demasiado su punto de vista y no es capaz de ver heroísmo en el poeta falangista por lo que no puede transmitirlo en su libro. Si un antihéroe es una persona que lucha sobre todo contra sus propios defectos (ver Brans), Cercas de la novela es un antihéroe ejemplario mientras que Sánchez Mazas del relato real no llega a ser ni siquiera un antihéroe, porque Cercas acentua su pasividad y su lucha (aparte de los esfuerzos para huir y esconder) en mayoría de las veces nos pasa inadvertido. De hecho, Carlos Yushimito del Valle observa que lo que Sánchez Mazas proporciona para la novela es su función complementaria, el mero hecho de que a través de él el autor puede presentarnos varios personajes que cruzan su camino, o, como lo expresa Yushimoto, su ”generoso ejercicio de los instintos humanos”.

En cambio, en Miralles Cercas encuentra un protagonista ideal, un soldado antiheroico que más por la necesidad de las condiciones que por su propia voluntad lucha años y años contra el fascismo, pero que en un momento decisivo decide actuar por ideales que son aun superiores a la causa. Respecto al acto heroico del soldado republicano aparecen en la novela dos definiciones de héroe muy interesantes: Roberto Bolaño define el heroísmo como un acto individual y correcto en determinado momento. Según esta definición para ser héroe basta una sola decisión acertada durante toda la vida, lo que encaja hasta la perfección con el caso de Miralles. Luego tenemos la definición menos elaborada que Miralles plantea según la cual los héroes son ellos que han muerto luchando en una guerra. La definición tiene sentido solamente cuando recordamos que el heroísmo es una actitud admirativa hacia otra persona: un verdadero héroe pocas veces se lo considerará a sí mismo un héroe, sino que su admiración está proyectada en algún otro. Al final no tiene mucha importancia cuál es el motivo que Cercas encuentra para la amnistía de Sánchez Mazas por parte de Miralles (o tampoco si Miralles es el soldado indulgente), porque es precisamente esta búsqueda humanista que le convierte a Cercas en héroe de una historia de superación ya que durante el proceso gana nuevamente su autoestima y ve el futuro bajo otro aspecto.

La novela manifiesta en varios niveles que la historia no puede existir sin la percepción humana. Solamente a través de la memoria y el activo proceso de recordar, los  hechos pasados siguen vivos. La historia es una construcción mental  y por este motivo es más sincero hacer visibles los procesos y las estructuras en que se funda y no dejarlos ocultas detrás de una falsa impersonalidad y una autoridad engañosa.

BRANS, Jo “The dialectic of hero and anti-hero in Rameau’s nephew and Dangling man Ebsco Publishing 2002.

CERCAS, Javier, Soldados de Salamina. Barcelona: Tusquets Editores, Col. Andanzas, 433, 2001.

LLUCH PRATS, Javier “La dimensión metaficcional en la narrativa de Javier Cercas” AISPI. Actas XXII (2004).

YUSHIMITO DEL VALLE, Carlos: ”Soldados de Salamina: Indagaciones sobre un héroe moderno” Espéculo, número 23/2003 Madrid.

7 Replies to “¿Cómo convertir en novela un relato real?”

  1. Gracias, Antero, por un diario muy bueno. Es muy interesante que encontraste un enlace entre Javier Cercas el personaje y Sánchez Mazas. También me gustaban tus ideas sobre el heroísmo y el antiheroísmo en esta novela.
    Yo también presté atención en las faltas del segunda parte, o sea, el relato real. Me parece que el autor trata con todas sus fuerzas evitar rasgos ficticios y por eso, la historia queda sin vida. Presenta los hechos, pero no menciona muchos detalles y no usa su imaginación para colorear la historia. No tiene un punto de vista, sino que pretende un objetivismo completo. Por el estilo formal que usa, la segunda parte es como un artículo en una enciclopedia. El autor quiere escribir un relato real, pero falta el rasgo básico de un relato: la trama.
    Las reflexiones de Cercas el personaje y las faltas del relato real reflejan un problema grave: una falta de pasión y ambición. Cómo escribir una novela (o un relato real) interesante, si el autor mismo no tiene el interés suficiente por el tema de que trata? En el principio, el autor está algo entusiasmado, pero al escribir el relato parece perder el interés. En el fin, él mismo piensa que ha fallado y también el lector se pone a cuestionar el motivo del autor: por qué eligió a Sánchez Mazas? Por qué pensaba que la historia de él merece ser contado?
    Me gusta mucho tu observación de que Cercas el personaje trata de alejar el relato del autor por su propia inseguridad. Quizás es este alejamiento que le hace perder la percepción humana que mencionas en el último párrafo de tu diario. El punto de vista humano sería imprescindible para que los lectores pudieran identificarse con la historia y disfrutar de la lectura.

  2. Gracias por tu diario. Me gusta el título y me gustaba mucho leer lo que escribiste. Veo que es un texto crítico hacia la novela “Soldados de Salamina”, hasta un análisis literario con que te acercas a los personajes de la obra. Tienes un punto de vista que quieres justificar presentando unos argumentos que claramente has reflexionado. Puedo ver que leíste la novela desde un punto de vista bastante crítico.

    Javier Cercas ha tenido una tarea bastante difícil: mezclar la realidad con la ficción, lo que no se puede llevar a cabo muy objetivamente – aunque el autor escriba de manera objetiva, el lector igual no es capaz de eso. Como hasta el protagonista ve la novela “sólo como un relato real”, podemos decir que el autor ha fallado totalmente? O igual está creando un nuevo género? No leemos cada día novelas cuyo autor se convierte en el protagonista. Esta novela puede confundir a cualquier lector, ya sepa mucho de los hechos reales o no.

    Yo personalmente, al leer la novela, me pareció un poco un autobiógrafo. Después me hice familiar con lo que es de verdad y me sorprendí; perdí la mayoría de mi interés. Cuando leo algo, me gusta leerlo sin información anterior (lo que puede ser bueno o malo) y crear mi propio mundo alrededor de lo leído. En este caso, leí la novela sin saber si creer que es verdad o no, lo que me entusiasmó, ya que podría (hasta algunos hechos) adivinar el límite entre la realidad y la ficción. En cuanto a la inseguridad del protagonista, estoy de acuerdo contigo. Además, creo que revela demasiado de sí mismo al principio y por eso la segunda parte no corresponde con nuestras expectativas.

    Lo que a mí me había gustado leer en tu diario, habría sido quizás alguna referencia a otra obra con el mismo carácter, sólo como aspecto comparativo. Eso ya requiere algo de investigación – sería un tema interesante para un trabajo más extenso, y de todos modos, en un diario de aprendizaje sólo nos acercamos a unos temas para introducírnoslos.

  3. Gracias por los comentarios! Ruut, aquí tienes un artículo sobre obras parecidas a Soldados de salamina, donde un escritor fracasado se envuelve en metaficción en su búsqueda de historia: http://letrashispanas.unlv.edu/Vol4iss1/GomezTrueba2.pdf Incluso La velocidad de luz, la novela siguiente de Cercas incluye una trama muy similar de autoficción y parabolismo, y efectivamente sería muy buen tema para un diario comparar los dos libros.

  4. Al igual que a Sanni y a Ruut, me ha gustado mucho tu diario. Tu forma de explicar la problemática del ”relato real” a partir de la inseguridad de Cercas el personaje me parece muy acertada, y el análisis, sutil. Además, tu trabajo está muy bien redactado y estructurado y, por lo tanto, resulta una lectura agradable. Quiero también agradecerte las referencias bibliográficas, ya que no conocía el artículo de Lluch Prats ni el de Gómez Trueba, que mencionas en el comentario.

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