“El cómic de la Guerra Civil me costó dos amigos”

TEREIXA CONSTENLA – El País –  14/04/2010

Carlos Giménez defiende el conocimiento de la vejez.- CRISTÓBAL MANUEL

Había una taberna idealizada donde Carlos Giménez (Madrid, 1941) quería comer: el Boquerón, sanctasanctórum de las gambitas en Lavapiés. La cosa se fue posponiendo por vicisitudes varias: un flemón, un viaje, un festivo, hasta que de repente llegó la fecha -un lunes sin flemones, viajes ni festivos- y nos encontramos frente a un burlón cartel que se interponía entre nosotros y las gambas: “Cerrado hasta el nosécuántos”. Aggg. Giménez reacciona.

-Se me ocurre una cervecería junto al Congreso. Si también está cerrada, lo mejor es que tú te vayas a tu casa y yo a la mía.

Estaba abierta. Y con una mesa disponible mirando hacia la iglesia de Jesús de Medinaceli. El dibujante se desprendió de su gorra, sugirió unas tostas y, durante tres horas, habló por los codos. Aquella mañana había perfilado una cocina medieval con criados, infantes y un traidor para su nuevo cómic, Año 1000: la sangre, un álbum de encargo que se leerá en 2011. En él no hay vivencias directas como en Paracuellos, la saga sobre internados de posguerra en manos del Auxilio Social sobre los que atrajo la atención de historiadores, ni cercanas como Malos tiempos (36-39), el cómic sobre la Guerra Civil. “Soy un mendigo de historias, las mías las he contado casi todas”. Por las suyas, las de Paracuellos, ha recibido este año el Premio Patrimonio del Festival de Angulema. Por las otras, las de Malos tiempos, ha sacrificado a dos personas queridas. “Ese álbum ha molestado. Nunca he tenido problemas por meterme con políticos, pero la guerra levanta ampollas. Me ha costado perder a dos amigos, supongo que esperaban que no contradijese la historia franquista”.

Carlos Giménez, amante del picante y de meter el dedo en el ojo, dibuja a través de un niño a los sufridos habitantes de un Madrid bombardeado y hambriento. Un pasado atroz. Y, sin embargo, más sugerente para el dibujante que el futuro. “El mundo al que vamos me interesa cada vez menos. Ser viejo te da conocimiento. Mi vida ha sido muy interesante. Hay una parte de mi biografía que no he elegido, pero otra la he hecho yo. El momento que vivo me gusta”.

Bueno, un matiz: “Quizás me gustaría tener 45 años. No usaba gafas, tenía pelo y ya sabía dos cosas fundamentales: abordar a una mujer y saber decir no sin enfadarme”. La, digamos, progresiva retirada del pelo es un atentado a la cuidada estética de Carlos Giménez, que abrazó el negro de joven por una veleidad macarra y lo mantiene por su efecto rebajakilos. Coqueto, impúdico, emocionado al recordar a su madre -“una heroína”- y libre. Entre bocado y bocado, el dibujante se va dibujando a grandes trazos. “Puedo entrar y salir, enamorarme, leer mis libros, escuchar mi música y tener a mis amigos”. Sus amigos no sólo están en sus tebeos, también en su vida. “Cuando te haces mayor te das cuenta de tu incapacidad para hacer nuevas amistades y tu facilidad para resucitar viejos fantasmas”.

Hace un par de años recibió un mensaje de alguien que deseaba reencontrarse con él. “Vivía en mi rellano. Tenía un cesto lleno de juguetes y una madre enfermera que olía muy bien, a alcohol e inyecciones”. Los niños eran íntimos. Saltando sobre las décadas, han retomado su amistad donde la dejaron y siguen llamándose Alfonsito y Carlines. Tienen cena y cine una vez a la semana. De ahí sale otra historieta.

“Garzón me ayudó a saber quién soy”

Carla Artés vivió casi una década con el presunto asesino de su madre

NATALIA JUNQUERA El País14/04/2010

Carla Artés tenía un año y dos meses cuando mataron a su padre. Su madre es una de las desaparecidas de la dictadura argentina. Y ella supo quién era en realidad a los 10 años, cuando la recuperó a su abuela. “Viví todo ese tiempo con un torturador que posiblemente es el asesino de mi madre”, explicaba ayer, en el anfiteatro de la Facultad de Medicina de la Complutense, donde acudió al acto de apoyo a Baltasar Garzón. La diferencia entre su caso y el de muchos de los familiares de víctimas del franquismo que la rodeaban ayer, explicó, “es que el torturador que me retuvo está en la cárcel y en junio voy a declarar a un juicio. Garzón me ha ayudado a saber quién soy, a recuperar mi identidad, promoviendo los primeros juicios a la dictadura argentina”.

Por eso Carla Artés está dispuesta a ir a todos los actos que se convoquen en defensa del magistrado de la Audiencia Nacional, como el de ayer. “Es el juez que más se ha involucrado en la defensa de los derechos humanos. Han ido a por él. Ojalá hubiera más jueces como Garzón”. Mientras, confía en la vía que se ha abierto en Argentina. “La justicia es universal, ¿no?”, añadió

Carla Artés besa a su abuela

Carla Artés besa a su abuela en el acto de apoyo a Garzón.- ULY MARTÍN

El juez Varela presiona a Robles para que el Poder Judicial respalde al Supremo

El presidente de la Sala Penal cita a la prensa extranjera para rebatir las críticas

J. M. LÁZARO / J. YOLDI El País14/04/2010

El juez instructor del Tribunal Supremo Luciano Varela exigió ayer un nuevo comunicado de apoyo a su actuación y a la de la Sala Penal del Tribunal Supremo frente a las críticas que vienen suscitando los procesos abiertos al juez Baltasar Garzón y en particular su próximo juicio por investigar los crímenes del franquismo. Durante la celebración de un almuerzo institucional en Granada, con motivo de la presentación de unas jornadas de comunicación, Varela llamó a su amiga la vocal del Consejo General del Poder Judicial Margarita Robles para quejarse de las “inadmisibles” manifestaciones del primer ex fiscal jefe Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo. En el acto de apoyo a Garzón celebrado ayer, Villarejo calificó la actuación de los jueces del Supremo como “golpe brutal a la democracia”.

Robles, visiblemente nerviosa, se llevó aparte al presidente del Poder Judicial, Carlos Dívar y al vocal conservador Manuel Almenar, con el que negocia los nombramientos de altos cargos, para proponer una nota de protesta. La también vocal de la Comisión Permanente Almudena Lastra se descolgó de la iniciativa por considerar que las opiniones de Villarejo estaban amparadas por la libertad de expresión.

De regreso a la mesa, una Margarita Robles cada vez más alterada siguió recibiendo llamadas. El presidente, al abandonar el acto, dejó encargado el comunicado, que redactó Robles, y firmaron también Almenar y el vocal Antonio Dorado. En la nota, atribuida al Consejo, se expresa la “preocupación y tristeza” por los ataques al Supremo realizados por “personas con responsabilidades en instituciones básicas del Estado”, en alusión a Villarejo, que no resultan “tolerables”.

Fuentes del Poder Judicial criticaron un acuerdo adoptado sólo por la Comisión Permanente, con la abstención de la vocal Lastra, y con el que otros vocales se mostraron disconformes.

Por otra parte, el Tribunal Supremo, por primera vez en su historia, convocó ayer a los principales corresponsales extranjeros a una “reunión informativa”, que se realizará el viernes, para explicarles las peculiaridades de los tres procesos abiertos al juez Baltasar Garzón, en vísperas de su suspensión de funciones.

La convocatoria, a instancias del presidente de la Sala Penal, Juan Saavedra, se realiza después de que los principales diarios del mundo, entre ellos The New York Times, The Guardian, Le Monde o The Economist, criticaran la “parodia de justicia” en España a propósito de la “injusticia” del Supremo con el juez Garzón.

El rechazo a los actos de apoyo a Garzón divide al Poder Judicial

El órgano de gobierno de los jueces critica a los cargos públicos que participan en la campaña de solidaridad con el magistrado.

El País13/04/2010

El ex fiscal anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, durante su discurso a favor del juez Garzón.- REUTERS [ver más fotos]

La Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial difundió el martes un comunicado en el que rechaza los actos de apoyo al juez Baltasar Garzón, que ha provocado la división en el órgano de gobierno de los jueces. La nota expresa “su preocupación y tristeza” por las muestras de apoyo al juez de la Audiencia Nacional que de “forma sistemática” se vienen produciendo y que, a su entender, suponen un ataque a “la actuación jurisdiccional del Tribunal Supremo”. Además, se muestra especialmente dolido por el acto, el martes por la mañana, en la Universidad Complutense de Madrid porque en él han participado “personas que han ocupado destacadas responsabilidades en instituciones básicas del Estado”, como el ex fiscal jefe anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo.

El Poder Judicial reitera en su comunicado que su papel “nuclear” consiste en la defensa de la independencia judicial y subraya “la ineludible necesidad de respetar la actuación de los órganos judiciales, cuya cúspide ostenta el Tribunal Supremo”, donde el juez de la Audiencia Nacional tiene abiertas tres causas, una de ellas por haber investigado los crímenes del franquismo iniciada a raíz de la querellas presentadas por el pseudosindicato ultraderechista Manos Limpias y Falange.

Los jueces admiten que es legítimo criticar las resoluciones judiciales, pero entiende que este tipo de actos producen un “descrédito hacia el propio Estado de Derecho” que “no resulta tolerable”.

No obstante, la nota ha sido aprobada por cuatro de los cinco miembros de la permanente y ha contado con la abstención de la vocal Almudena Lastra, quien, según fuentes del propio Consejo, formuló un voto particular en el que señaló que le parecía inoportuno que el órgano de gobierno de los jueces censurara la libertad de expresión de los ciudadanos.

La Comisión Permanente decidió redactar esta queja tras una llamada del magistrado del Tribunal Supremo Luciano Varela, encargado del proceso a Garzón por investigar los crímenes del franquismo, a la vocal Margarita Robles para protestar por las manifestaciones de Jiménez Villarejo.

La comisión permanente está formada por el presidente del Poder Judicial y el Supremo, Carlos Dívar; los vocales Margarita Robles (también magistrada del Supremo), Manuel Almenar, la fiscal Almudena Lastra y el secretario judicial Antonio Dorado. Robles se ha distinguido por su intento de suspender a Garzón desde que Luciano Varela dictó su primer auto imputando al juez, el pasado 3 de febrero.

Universidad y sindicatos ante el ‘caso Garzón’

ANTONIO ELORZA El País – 13/04/2010

Los medios de opinión de la derecha española han iniciado ya desde hace semanas una campaña contra la posibilidad de que los sindicatos mayoritarios decidan una u otra forma de actuación frente al delirante procedimiento que está a punto de acabar con la carrera judicial de un prestigioso magistrado por el terrible crimen de intentar fijar de una vez las responsabilidades de quienes se sublevaron el 18 de julio de 1936, no sólo para acabar con la democracia, sino para eliminar masivamente a todos aquellos que la defendían. En una palabra, de quienes planearon y llevaron a cabo un genocidio, con más de cien mil ejecutados, amen de desencadenar la Guerra Civil.

Asimismo clamarán ahora contra el hecho de que nuestra Universidad se sume a la iniciativa de UGT y CC OO, olvidando que la Universidad era presentada por el dictador como el centro en que se fraguaba la degeneración de España, en virtud de lo cual muchos universitarios fueron asesinados y/o represaliados. La Universidad fue víctima del genocidio franquista. Es lógico que tome una posición pública frente a aquellos que desde cualquier ángulo y condición traten de frenar la declaración del levantamiento franquista como crimen contra la humanidad y que apoyen a los perseguidos injustamente por intentar una delimitación jurídica de esa responsabilidad criminal, no para ejecutar venganza alguna, sino para que de una vez por todas resulte deslegitimado todo intento de edulcorar la imagen de ese genocidio, en la opinión pública, y sobre todo en la enseñanza.

Tantas o más razones existen para la movilización de los sindicatos mayoritarios (curiosamente la derecha ha callado cuando se han puesto en acción los fascistas, verdaderos grupúsculos sin otra presencia que la reconocida para ellos por la Sala Segunda del Tribunal Supremo).

CC OO no existía en 1936, pero UGT, sí, y de acuerdo con las instrucciones del general Mola, en los documentos previos al 18 de julio e inmediatos a esa fecha que reproducía en su auto el juez Garzón, en tanto que pertenecientes a la izquierda y al Frente Popular, la suerte de sus miembros no debía ser otra de antemano que el pelotón de ejecución. Había que imponer el terror; un simple delito político para la argumentación del juez Varela contra Garzón, como si delito político y plan de exterminio político (y físico, esto Varela lo omite) fueran la misma cosa.

La UGT fue víctima de una condena a muerte extensible a todos sus miembros, y aplicable de forma preferente a todos aquellos que desempeñasen funciones directivas, partiendo del nivel local. ¿Cómo va a permanecer callada ante el intento de destrucción de la justicia que está teniendo lugar?

Y no sólo fue la muerte. A título personal, puedo mencionar el caso de mi padre, Antonio Elorza, que formó parte de la Comisión de la UGT que gestionó la Bolsa de Madrid a partir del 6 de noviembre de 1936. Guardo conmigo su carné, el que conservó hasta el fin de sus días y que hasta bien entrados los 40 le hubiera supuesto muerte. Nunca nadie le acusó de otra cosa. Mantuvo el pago de sus cuotas hasta marzo de 1939 y desde la victoria de Franco, tras salvar la piel permaneciendo escondido como topo durante varios años, perdió su empleo, y no lo recuperó hasta 1976. ¿Cuántos militantes de UGT salvaron la vida, pero vieron destrozada esa vida por el simple haber pertenecido al sindicato?

No es cuestión de venganza, sino de impedir que el mismo tiempo se corra una cortina infranqueable sobre el crimen de lesa humanidad en que consistió el franquismo y sea condenado quien intentó asumir la puesta en marcha de la justicia, siguiendo la estela de Francia, de Italia, de la propia Argentina.

Los autos del juez Varela rezuman incomprensión hacia lo sucedido a partir de julio del 36, animadversión al juez Garzón, perfectamente comprobable a partir de una lectura atenta de sus autos, y rechazo consciente de la pretensión de hacer justicia sobre algo que desde el juicio de Nüremberg debiera tener bien claro todo magistrado. Actuar frente a ellos mediante la ley y ante la opinión pública es, pues, una exigencia democrática.

Antonio Elorza es Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid.

Almodóvar se encierra por Garzón

El manchego, presenta, acompañado por actores, actrices y cantantes, el maratón de actividades de apoyo al juez en Madrid

NATALIA JUNQUERA El País13/04/2010

El director de cine Pedro Almodóvar, los actores Juan Diego Botto, José Sacristán y Pepe Viyuela, la actriz Pilar Bardem, los escritores Almudena Grandes y Luis García Montero, el doctor Luis Montes presentaron el martes por la tarde el encierro convocado por asociaciones para la recuperación de la memoria histórica en la facultad de Relaciones Laborales de la Universidad Complutense (calle San Bernardo, 49) para mostrar su apoyo al juez Baltasar Garzón. El magistrado de la Audiencia Nacional se sentará en el banquillo de los acusados por un presunto delito de prevaricación que habría cometido al abrir una causa por las desapariciones del franquismo sin contar con competencias legales. Todos han querido intervenir y expresar públicamente su repulsa al procesamiento del magistrado.

Pedro Almodóvar: “La sociedad tiene una deuda moral con los que perdieron la guerra y con los familiares de esos 113.000 cadáveres que yacen en las cunetas. Si Falange sienta a Garzón en el banquillo sería como si Franco hubiese vuelto a ganar y eso es muy difícil de digerir”.

José Sacristán: “Es intolerable desde el punto de vista moral este acoso y derribo a Garzón. No es casual que se dé en medio de la Gürtel. Es el momento de salir a la calle y decir: ¡Basta!”

Luis García Montero: “Si el Estado hubiese arropado a las víctimas como se merecían, esto no estaría pasando”.

Almudena Grandes: “La transición democrática fue un éxito desde el punto de vista de las instituciones porque trajo el periodo democrático más sólido que ha tenido este país. Pero desde el punto de vista moral, no fue un éxito porque una generación después los españoles no podemos aceptar el saldo de ese proceso”.

Juan Diego Botto: “¿Cómo vamos a confiar en una justicia que persigue un robo, pero no cientos de robos de bebés; que persigue un asesinato, pero no un genocidio; que persigue la desaparición de una niña, pero no la de 113.000 personas?”

Doctor Luis Montes: “¡A por ellos!”

Pepe Villuela: “Hago un llamamoento a todos para que salgamos a la calle y demostremos que somos una sociedad madura, que ha aprendido de los errores y que tiene memoria”.

Pilar Bardem: “En esta calle nos reuníamos contra el franquismo. Al llegar hoy aquí he sentido una especie de nostalgia negativa. No creía yo que a mis 71 años iba a estar encerrada en las mismas aulas donde me encerraban cuando tenía 18. No sé si es una barbaridad decirlo, pero esto es lo más grave que ha pasado en democracia desde el 23-F”.

Méndez: “Estamos ante una vergüenza histórica”

Más de mil personas asisten a un acto de UGT y CC OO en defensa de Garzón.- Cospedal acusa a los sindicatos de antidemocráticos y Jiménez Villarejo responde que las imputaciones son “un golpe brutal contra la democracia”

NATALIA JUNQUERA El País13/04/2010

Acto en defensa del juez Garzón

El ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, saluda a Gervasio Puerta, presidente de la Asociación de Ex-presos y Represaliados Políticos Antifranquistas, durante el acto de defensa del juez Garzón.- ULY MARTIN

“Las querellas interpuestas contra Garzón persiguen injustamente al juez por otras actuaciones judiciales, como la instrucción del caso Gürtel. Es una vergüenza histórica”. Unas mil personas, más las que no han podido acceder por falta de espacio, han abarrotado el auditorio de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid para asistir al homenaje UGT y CC OO han tributado al juez de la Audiencia Nacional, imputado en tres causas por el Tribunal Supremo. En una declaración conjunta, ambas centrales han dejado claro el trasfondo político, en su opinión, del acoso al juez.

Multitudinario acto de apoyo a Baltasar Garzón en la Complutense

Decenas de asistentes, entre los que se encuentran las Madres de la Plaza de Mayo, han apoyado a Garzón en la Complutense. Muchos ni siquiera han podido entrar al anfiteatro.- ULY MARTÍN

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, se ha mostrado sorprendido en su discurso de que las querellas contra el juez provengan “de organizaciones que deberían ser ilegales”. La declaración conjunta añade que los impedimentos judiciales que el Supremo impone al magistrado habrían hecho “imposible el proceso de Nüremberg contra los nazis”. Las reacciones políticas al acto no se han hecho esperar. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, lo ha calificado de”disparate” y “atentado contra la democracia” que trata de “presionar” al juez Luciano Varela, el magistrado del alto tribunal que ha firmado los autos más duros contra Garzón por investigar los crímenes del franquismo y que, en opinión de la número dos del PP, “ejerce su magistratura de acuerdo con la ley”.

“Si estuviera afiliada a un sindicato”, ha continuado en una entrevista en Telemadrid, “para mí sería una vergüenza que mis representantes se dedicaran a actuar contra la democracia de esta manera tan absolutamente disparatada”. El acto ha arrancado a las 11.30 tras la inauguración de su rector, Carlos Berzosa, quien ha defendido vehementemente la convocatoria. Además, han asistido el coordinador general de IU, Cayo Lara, y su diputado, Gaspar Llamazares, el ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, que encabeza el manifiesto Una memoria sin fronteras en defensa del juez, y el ex fiscal Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo, que ha iniciado su intervención entre el aplauso cerrado de todos el público asistente. También han acudido el presidente del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Óscar Iglesias, y el embajador en misión especial para proyectos en el marco de la Unión Europea (UE), Carlos Carnero.

Respuesta a Cospedal

En su intervención, Villarejo ha acusado a los magistrados del Supremo de dar “un golpe brutal a la democracia española convirtiéndose en instrumento de expresión del fascismo español”. Antes de comenzar la protesta, Llamazares ha respondido a Cospedal al asegurar que “es un acto democrático y perfectamente lícito en defensa de la honestidad de un juez”. El político asturiano ha acusado a la secretaria general del PP de tener “su propia noción de la legalidad” y ha rematado: “Le encantaría vetar e incluso prohibir todo con lo que no está de acuerdo”.

El propio Berzosa se ha sumado a las críticas a Cospedal al asegurar que “el atentado sería que no pudiéramos celebrar este acto”. El rector de la UCM ha asegurado no que no entiende “por qué Cospedal dice que es un atentado a la democracia que la gente se reúna y exprese libremente”. Además, ha defendido que se celebre en la Universidad porque esta debe ser “un foro abierto a la libertad de expresión”. Por su parte, otro de los asistentes al acto, el historiador Ian Gibson, ha asegurado que la persecución que sufre Garzón es un “acto de cobardía que demuestra el miedo terrible a afrontar el genocidio”.

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Más movilizaciones

Con esta convocatoria se inicia una serie de movimientos en apoyo de Garzón que encabezará la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y otras asociaciones de memoria, que convertirán la Facultad de Relaciones Laborales de la Universidad Complutense, en el número 49 de la madrileña calle de San Bernardo, en una especie de cuartel general desde el que defenderán al magistrado y su causa contra el franquismo.

A partir de esta tarde, y en principio hasta el día 22, cuando está previsto que se reúna el Consejo General del Poder Judicial para estudiar la posible suspensión del juez, el recinto académico acogerá conferencias sobre la memoria histórica, testimonios de familiares de víctimas y la proyección de varios documentales sobre los crímenes de la Guerra Civil y la dictadura.

Entre otras actividades, está previsto que familiares de desaparecidos y fusilados lean en voz alta el auto del 16 de octubre de 2008 por el que el juez Garzón se declaró competente para investigar los crímenes del franquismo. También se procederá a recoger firmas en apoyo del magistrado

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Más de 1.000 personas denuncian “la vergüenza histórica” del proceso a Garzón

Zapatero pide “respeto” para el Supremo y también para quienes expresan su apoyo a Garzón

Cospedal arremete contra los sindicatos por apoyar a Garzón

UGT y CCOO convocan un acto para defender al magistrado con la presencia de la izquierda política y educativa.- Ian Gibson, sobre la persecución al juez: “es un acto de cobardía que demuestra el miedo terrible a afrontar el genocidio”

NATALIA JUNQUERA El País13/04/2010

El acto de apoyo al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, imputado en tres causas por el Tribunal Supremo, que han convocado hoy los sindicatos UGT y CCOO ha sido tildado por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, de”disparate” y “atentado contra la democracia” que trata de “presionar” al juez Luciano Varela, el magistrado del alto tribunal que ha firmado los autos más duros contra Garzón por investigar los crímenes del franquismo y que, en opinión de la número dos del PP, “ejerce su magistratura de acuerdo con la Ley”.

“Si estuviera afiliada a un sindicato”, ha continuado en una entrevista en Telemadrid, “para mí sería una vergüenza que mis representantes se dedicaran a actuar contra la democracia de esta manera tan absolutamente disparatada”.

El acto tendrá lugar a las 11.30 de hoy en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense, y lo inaugurará el propio rector, Carlos Berzosa. Además, asistirán el ex fiscal Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, el coordinador general de IU, Cayo Lara, y su diputado, Gaspar Llamazares, así como el ex presidente de la Generalitar, Pasqual Maragall, que encabeza el manifiesto Una memoria sin fronteras en defensa del juez.

Antes de comenzar la protesta, el diputado de Izquierda Unida Gaspara Llamazares ha respondido a Cospedal al asegurar que “es un acto democrático y perfectamente lícito en defensa de la honestidad de un juez”. El político asturiano ha acusado a la secretaria general del PP de tener “su propia noción de la legalidad” y ha rematado: “Le encantaría vetar e incluso prohibir todo con lo que no está de acuerdo”.

El propio Berzosa se ha sumado a las críticas a Cospedal al asegurar que “el atentado sería que no pudiéramos celebrar este acto”. El rector de la UCM ha asegurado no entender “por qué Cospedal dice que es un atentado a la democracia que la gente se reúna y exprese libremente”. Además, ha defendido que se celebre en la universidad porque esta debe ser “un foro abierto a la libertad de expresión”.

Por su parte, otro de los asistentes al acto, el historiador Ian Gibson, ha asegurado que la persecución que sufre Garzón es un “acto de cobardía que demuestra el miedo terrible a afrontar el genocidio”.

Con esta convocatoria, se inicia una serie de movimientos en apoyo de Garzón que encabezará la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y otras asociaciones de memoria, que convertirá la Facultad de Relaciones Laborales de la Universidad Complutense, en el número 29 de la madrileña calle de San Bernardo, en una especie de cuartel general desde el que defenderá al magistrado y su causa contra el franquismo.

A partir de esta tarde, y en principio hasta el día 22, cuando está previsto que se reúna el Consejo General del Poder Judicial para estudiar la posible suspensión del juez, el recinto académico acogerá conferencias sobre la memoria histórica, testimonios de familiares de víctimas y la proyección de varios documentales sobre los crímenes de la Guerra Civil y la dictadura.

Entre otras actividades, está previsto que familiares de desaparecidos y fusilados lean en voz alta el auto del 16 de octubre de 2008 por el que el juez Garzón se declaró competente para investigar los crímenes del franquismo. También se procederá a recoger firmas en apoyo del magistrado.