Personalidades francesas muestran su apoyo al juez Garzón

Profesores universitarios, periodistas, escritores, sindicalistas e intelectuales firman un manifiesto de apoyo al juez español que harán llegar a la embajada de España en París

El magistrado de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón. EFE/Archivo

Público – 19/04/2010 15:00

Desde hace días cuando se habla de España en el extranjero es para hacerlo del caso Garzón. Varios cientos de profesores universitarios y personalidades de la sociedad francesa muestran su apoyo al juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, procesado por investigar los crímenes de la dictadura franquista en España (1939-1975), en una declaración que ya ha sido firmada por más de 700 personas.

El promotor de esta recolecta de firmas, el profesor de la Universidad de Pau (al sur de Francia) Jean Ortiz, dijo este lunes que este miércoles llevará las signaturas en apoyo a Garzón a la Universidad Complutense de Madrid y las trasladará al colectivo universitario y al movimiento sindical que respaldan al magistrado.

“Es un grupo con gente muy prestigiosa y de un espectro muy amplio”, afirmó Ortiz sobre los firmantes, entre los que se encuentran, por un lado, más de 400 profesores universitarios, y por el otro, personalidades de la cultura y de las artes francesas, así como ciudadanos de a pie.

Entre ellos, Lise London, antigua voluntaria en las brigadas internacionales, oficial de la Legión de Honor y medalla de la Resistencia.

Asimismo, catedráticos universitarios, músicos como Bernard Lubat, escritores como Ramón Chao, o periodistas como Patrick Appel-Muller, director del diario L’Humanité.

En la declaración se reclama que la justicia española abandone esta “persecución infundada” contra Garzón y se alerta de que, si se destituye al juez de sus funciones, la democracia española y su sistema judicial quedarían “gravemente hipotecados”.

Aberración política

El Sindicato Nacional de la Enseñanza Superior (SNESUP), el mayoritario en Francia, mostró en un comunicado su apoyo a esta iniciativa y animó a recolectar más firmas.

El SNESUP protesta “con indignación” contra esta “aberración política e histórica”, resalta el comunicado.

Señala además que comparte las motivaciones de la llamada a la movilización de los sindicatos españoles Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO) “contra la persecución de la cual es víctima el juez” Garzón.

El proceso de recogida de firmas sigue abierto y se espera superar las 800 durante el día de hoy.

Un grupo de hispanistas franceses ya se manifestaron el pasado 13 de abril ante la Embajada española en París para mostrar su apoyo a Baltasar Garzón.

Ortiz anunció su colaboración y cooperación con este grupo —tienen previsto realizar una declaración conjunta— y su intención de entregar las firmas a la Embajada de España en París y al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

El infierno de Azaña

Perdida la Guerra Civil, Manuel Azaña se vio abandonado por casi todos los suyos y vivió huyendo de franquistas y nazis hasta su muerte, hace ahora 70 años. Extracto de un nuevo libro sobre el ex presidente de la II República

MIGUEL ÁNGEL VILLENA El País – 18/04/2010

Manuel Azaña, pronunciando un discurso como presidente de la II República.-

Mientras el ahora simple ciudadano Manuel Azaña vivía aquel exilio introvertido y melancólico, las autoridades franquistas incoaban en Madrid un expediente, iniciado el 31 de agosto de 1939, a quien fuera símbolo de la República. Con su casona familiar de Alcalá saqueada y posteriormente ocupada por la Falange, los servicios policiales y militares iban calificando a Azaña de persona “de carácter seco, agrio, con dureza más efectiva que real”, iban tildando al político de “hábil sofista, contundente polemista y enemigo rencoroso de la Iglesia” y, en definitiva, iban desgranando los tópicos que más tarde persiguieron, durante las décadas del franquismo, al jefe del Estado republicano. Maricón, pervertido, anticlerical, monstruo, cobarde o destructor del Ejército y de los valores patrios fueron lugares comunes de una de las campañas de desprestigio más sistemáticas y brutales de la España contemporánea.

Cuando el tribunal de depuración dictó su sentencia, en abril de 1941, Azaña ya había muerto, aunque esa circunstancia no impidió que fuera condenado al pago de 100 millones de pesetas, una fortuna para la época.

(…) La incomodidad y el nerviosismo de todos aumentó enormemente cuando el 1 de septiembre de aquel año (1939) la Alemania nazi ocupó Polonia y obligó a Francia y el Reino Unido a declarar la guerra a Hitler. El temor a una invasión germana del territorio francés y los recelos hacia la posibilidad de que Suiza pudiera perder su neutralidad llevaron a los Azaña Rivas a sopesar la posibilidad de trasladarse al oeste de Francia. “No creo que Franco vaya a buscarnos a Burdeos”, fue el comentario esperanzado de don Manuel. Se equivocaba, no obstante. De este modo, el grupo refugiado en Collonges-sous-Salève recogía la sugerencia que les había hecho Carlos Montilla, ex embajador republicano en Belgrado y La Habana, un diplomático demócrata y admirador de Azaña, a quien había visitado en su refugio alpino. Así pues, a mediados de octubre, Manuel Azaña y su inseparable cuñado realizaron el largo viaje desde Collonges-sous-Salève hasta Arcachon en ferrocarril, y no por carretera, dadas las dificultades para conseguir gasolina y permisos de circulación en Francia una vez iniciada la guerra. Guiados por Montilla y por su mujer, que ya se habían instalado en Pyla-sur-Mer, llegaron a aquel paraje de la costa atlántica, famoso por sus inmensas dunas, muy cerca de Arcachon y a 50 kilómetros de Burdeos.

(…) A medida que pasaban los meses de su exilio francés, el ex presidente se iba desilusionando de la actitud del país vecino, esa Francia a la que él había admirado, casi reverenciado, desde su juventud. Pero cuando llegó la hora del destierro, Azaña se percató de que, junto a una minoría de franceses, que lo saludaban y lo elogiaban en la calle, el resto de ciudadanos y, de manera especial, las autoridades adoptaban una actitud despectiva no tanto hacia su persona, sino, lo que era más grave, hacia el régimen republicano que él había encarnado. Así pues, sus críticas hacia la cínica e injusta política de no intervención durante la guerra se vieron acrecentadas por el trato que se daba a los españoles en los campos de concentración del Mediodía francés, por la escasa consideración que recibían los combatientes de la República y, en suma, por el menosprecio del que eran objeto unos soldados y civiles que habían defendido en España la libertad de Europa.

Esta actitud miope y cobarde de los gobiernos de París le indignó mucho. No fue el único refugiado de talla que dejó constancia de su decepción con Francia. La abogada, miembro de Izquierda Republicana y diputada Victoria Kent, enviada por el Gobierno en 1937 a la embajada en París para canalizar la salida de los refugiados, se vio forzada, tras la entrada de los nazis en la capital francesa en junio de 1940, a vivir de forma clandestina durante cuatro años para evitar que la Gestapo y la policía franquista la detuvieran y la deportaran a España para ser juzgada y “probablemente fusilada”, como dijo ella misma. Con el nombre falso de madame Duval, y protegida por la Cruz Roja y la Resistencia, Kent pudo observar la actitud de los franceses, que osciló entre el colaboracionismo y la oposición, pasando por una gran mayoría acomodaticia.

(…) Los temores a que Azaña fuera detenido por la Gestapo, que dominaba la zona de Arcachon y toda la fachada atlántica francesa hasta la frontera con España, se volvieron más fundados cada día que pasaba, y por ello los diplomáticos mexicanos, que se habían hecho cargo de su protección, recomendaron su desplazamiento hacia el sureste de Francia. Es importante reseñar que los terribles oficiales nazis actuaron durante aquellos tiempos a las órdenes de la policía franquista en lo que se refería a la persecución y detención de dirigentes republicanos, y el ex jefe del Estado era, por supuesto, una de las piezas más codiciadas por el nuevo régimen fascista. De hecho, el cuñado de Franco y ministro de Exteriores, Ramón Serrano Súñer, puso especial empeño en que Azaña fuera extraditado, si bien no logró su propósito. Convencido, pues, por los mexicanos, el matrimonio Azaña Rivas decidió finalmente abandonar Pyla-sur-Mer. Su secretario, Martínez Saura, refirió en sus memorias la marcha de Azaña, a finales de junio, desde Pyla-sur-Mer hasta Montauban, una pequeña ciudad de provincias cercana a Toulouse. (…) El grupo salió de Pyla-sur-Mer con los nazis pisándoles literalmente los talones.

(…) Todo el cuadro se había oscurecido aún más desde que la pareja recibiese la noticia de que la Gestapo y la policía franquista habían detenido a Cipriano Rivas Cherif (cuñado de Azaña), Carlos Montilla y Miguel Salvador, un ex diputado de Izquierda Republicana en Pyla-sur-Mer, el 10 de julio, poco después de la marcha de los Azaña Rivas. Los tres fueron extraditados casi de inmediato a España, donde fueron juzgados en consejo de guerra sumarísimo y condenados a la pena de muerte, una noticia que fue conocida a finales de aquel septiembre. (…) Azaña, que había sufrido un amago de infarto cerebral al conocer aquella noticia, ya casi no podía ni hablar y estaba, por tanto, incapacitado para realizar ningún tipo de gestión. Sólo acertó a decir en una ocasión: “¡Bien saben lo que me han hecho! Esto sí que no lo resisto!”.

Ciudadano Azaña, de Miguel Ángel Villena. Editorial Península. Precio: 23,90 euros.

En el velódromo de la vergüenza

El filme ‘La rafle’, que recrea la detención de 13.000 judíos en París en 1942, reabre en Francia las heridas por la colaboración con los nazis

ANA TERUEL El País18/03/2010

Un fotograma de La rafle, de Roselyne Bosch, en el que se recrea la deportación de judíos a través de la estación de Austerlitz, en París.- B. CALVO

“¡Pero qué bonita es Francia!”. El grito, sarcástico y repleto de indignación de un espectador, suena en la oscuridad de una sala de cine parisiense. En la pantalla corre el año 1942 y un gendarme francés propina una paliza a una mujer judía en un campo de retención en las afueras de París. La escena forma parte de La rafle (La redada), película estrenada en Francia la semana pasada. Dirigido por Roselyne Bosch, retrata por primera vez sin tapujos una de las páginas más oscuras -y durante décadas, tabú- de la historia reciente de Francia: la redada del Velódromo de Invierno de París, la mayor realizada en territorio francés y en la que fueron detenidos más de 13.000 judíos, la mayoría mujeres y niños.

La batida se inició a las cuatro de la mañana del 16 de julio de 1942. Durante dos días, los agentes franceses fueron casa por casa con la orden de “actuar con la máxima rapidez, sin palabras inútiles y sin ningún comentario”. “Mi madre les suplicaba, pero yo me di cuenta de que no serviría de nada”, recuerda en el filme Anna Traube, una de las supervivientes, que entonces tenía 20 años.

Los solteros fueron trasladados directamente a Drancy, al norte de París, escala previa a la deportación a los campos de concentración alemanes, mientras que las familias acabaron en el Velódromo de Invierno, entonces situado junto a la Torre Eiffel. “Era infernal, el ruido, la gente que lloraba, que gritaba, los niños que jugaban en la pista central”, recuerda Traube.

Más de 8.000 hombres, mujeres y niños sobrevivieron sin agua ni comida hacinados durante cinco días en el Velódromo. Anna Traube logró huir gracias a la ayuda del responsable de saneamiento, Gaston Roques, y del médico judío de la Cruz Roja, David Sheinbaum, interpretado en la película por Jean Reno. Los que no pudieron escapar fueron trasladados a campos de detención y de ahí a Auschwitz. Del gigantesco Velódromo no queda ni rastro. Fue derruido en 1959 y sólo una pequeña placa conmemorativa da constancia de lo que ocurrió aquel verano de 1942. De la redada tan sólo queda una fotografía, en la que se ven los autobuses que transportaron a las familias.

Aquel traumático episodio no entró en los libros de historia escolares hasta la década de los ochenta. En 1995, el presidente Jacques Chirac se decidió a reconocer la responsabilidad francesa en la deportación de judíos. “La locura criminal del ocupante fue, lo sabemos, secundada por franceses, por el Estado francés”, recalcó, en un histórico discurso. Al ser el primer filme en apuntar a la responsabilidad francesa, La rafle ha recibido un tratamiento especial. Profesores y alumnos han sido invitados a diferentes preestrenos, la productora prevé una serie de acciones didácticas y cuenta, entre otros, con el apoyo de la región parisiense.

Los diarios se han llenado de cronologías recordando la serie de redadas que se realizaron en Francia durante la II Guerra Mundial. La radio se ha abierto a los testimonios de los supervivientes y los principales canales de televisión han dedicado programas especiales a la salida de la película, aprovechando la ocasión para hacer un trabajo de memoria colectiva. La cineasta, de origen catalán, se ha nutrido de los testimonios de supervivientes como Anna -interpretada en la película por la joven griega Adèle Exarchopoulos- o Joe Weismann -el pequeño de 11 años, protagonista del filme y al que da vida Hugo Leverdez-, que logró escapar del campo de detención. La película recuerda así que los que llevaron a cabo la redada, aunque en territorio ocupado por los nazis, eran policías franceses bajo las órdenes del régimen colaboracionista del mariscal Pétain. Cierto es que el Gobierno respondía a la exigencia alemana de entregar un cupo determinado de judíos, pero suya fue la iniciativa de incluir en la redada, por primera vez, a menores de 16 años. De los 13.000 judíos detenidos, más de 4.000 eran niños. La motivación -recalcada en la cinta- no era otra que evitar cargar con el problema de los huérfanos.

Pero la obra también se esfuerza en honrar a los héroes que se arriesgaron para salvar la vida de sus vecinos, como una portera que avisó de la llegada de la policía, una pareja de prostitutas que salvó a una madre con su bebé o la enfermera Annete Monod, interpretada en la cinta por la actriz francesa Mélanie Laurent.

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El trailer de la película:

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=hW2GbaRswGk]