El Gobierno se vuelca con Miguel Hernández

Tres ministros acudirán al acto de entrega de la declaración de reconocimiento del poeta condenado por el franquismo

EZEQUIEL MOLTÓ El País23/03/2010

Será un acto sencillo, emotivo y cargado de simbolismo para rendir el mejor homenaje al llamado poeta del pueblo con motivo del centenario de su nacimiento. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, entregará el próximo viernes en mano a los familiares del poeta Miguel Hernández la Declaración de Reparación y Reconocimiento Personal, en virtud de la Ley de Memoria Histórica. Un documento aprobado por el Ministerio de Justicia con el que se rehabilita la memoria y nombre del escritor, que murió en Alicante en 1942 condenado y encarcelado por el régimen franquista. “Para nosotros es importantísimo, todo ha sido tan rápido, y saber que el Gobierno reconoce la figura de Miguel Hernández nos enorgullece a todos”, asegura la nuera del poeta, Lucía Izquierdo. “Pero se trata de un primer paso, queda que los tribunales anulen la condena a muerte que sigue vigente”, agrega. El viernes, además, coincide con el día de la muerte de Miguel Hernández en 1942.

La ceremonia, según han informado hoy fuentes de la Universidad de Alicante, en cuya sede se celebra el acto, contará también con la presencia de los ministros de Justicia, Francisco Caamaño, y la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, así como del rector de la Universidad, Ignacio Jiménez Raneda, y del presidente de la Comisión Ejecutiva del Centenario de Miguel Hernández, José Carlos Rovira.

Por parte del poeta está previsto que recojan el documento oficial de reparación y resarcimiento dos de sus familiares directos, su nieta María José Hernández y su nuera, Lucía Izquierdo.

El poeta Marcos Ana, autor de uno de los primeros homenajes dedicados a Hernández, el celebrado en el penal de Burgos en 1960, ofrecerá una lectura de poemas.

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La justicia y los ciudadanos

ROSA REGÀS, ARIEL DORFMAN, JOSÉ LUIS SAMPEDRO, (80 firmas más y el apoyo del Robert F. Kennedy Center for Justice and Human Rights de Washington) El País – 24/03/2010

Con enorme respeto leemos las declaraciones del presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en defensa de los magistrados de la Sala de lo Penal y queremos acogernos a su propio deseo: “No podemos quebrar”, dice la máxima autoridad judicial, “ese conducto que une a los ciudadanos con la Justicia porque esa confianza en las instituciones es absolutamente necesaria para administrar una justicia recta e imparcial”. Los ciudadanos compartimos enteramente esa preocupación.

En el caso específico del juez Baltasar Garzón, lo que los ciudadanos asumen es el hecho de que por mor de la investigación de dos de los delitos más graves que pueden dañar un sistema democrático, los crímenes contra la humanidad perpetrados en nuestro pasado reciente y la corrupción introducida en estamentos públicos de la nación, se produzca la perversa paradoja de que los presuntos delincuentes erigidos en acusadores conviertan al juez que los investiga en reo.

Por otra parte, los ciudadanos leen en la prensa los nombres propios y apellidos de compañeros del juez Garzón que le profesan conocida y pública animadversión y que, sin embargo, toman parte activa en el procedimiento para su inhabilitación profesional. En respuesta a esta situación, que a muchos parece anómala, tanto los medios de comunicación como eminentes juristas y personalidades españolas y extranjeras hablan de “acoso contra el juez Garzón” y los ciudadanos se afanan en expresar su apoyo y solidaridad.

Las dimensiones de inconcebible acumulación que está tomando el caso, hacen temer que éste pueda llegar hasta los tribunales internacionales.

Una larga y representativa lista de personas de la cultura hemos expresado nuestra preocupación por la gravísima situación que se derivaría de un probable “largo apartamiento” del magistrado Baltasar Garzón de sus funciones; sobre todo porque la sociedad identifica y agradece su dedicación y su lucha contra la delincuencia, el terrorismo y la corrupción económica y política sin distinción de ideologías.

Por eso, reiterando el máximo respeto a las instituciones de la Justicia y para que no se quiebre la confianza deseada, ponemos en ellas la máxima esperanza de que el caso Garzón se resuelva a favor del Derecho en un país en democracia y en contra de la impunidad de los graves delitos perseguidos por el magistrado. Nuestra solidaridad con él se basa en ese mismo espíritu.

Nuevos libros

La profesora Cathy Korcheck presenta en su blog (Re)generando memorias tres libros recientes sobre la presencia del pasado en España.

1. Cazorla Sánchez, Antonio: Fear and Progress. Ordinary Lives in Franco’s Spain, 1939-1975. Wiley-Blackwell, 2010 (ISBN: 978-1-4051-3316-6).

2. Everly, Kathryn: History, Violence, and the Hyperreal. Representing Culture in the Contemporary Spanish Novel. West Lafayette, Purdue UP, 2010 (ISBN: 978-1-55753-558-0).


3. Jerez-Farrán, Carlos and Amago, Samuel Amago (eds.): Unearthing Franco’s Legacy. Mass Graves and the Recovery of Historical Memory in Spain. Notre Dame, U of Notre Dame P, 2010 (ISBN 13: 978-0-268-03268-5).

He pedido el libro de Kathryn Everly para la biblioteca y el de Carlos Jerez-Farrán & Samuel amago para mi colección personal, por si queréis echarles un vistazo (tardarán unas semanas en llegar). Para más información sobre los libros, podéis ver el excelente blog de Kathy Korcheck. Allí encontraréis también muchas otras cosas interesantes.

Por esto también serán juzgados

No fueron hechos aislados ni situaciones “fuera de control”. Las violaciones, los abusos, las órdenes de desnudarse como parte de los tormentos formaron parte de un plan sistemático durante la represión ilegal de la última dictadura. La violencia sexual, desde esta perspectiva, y gracias a los valientes testimonios de algunas víctimas, podría ser juzgada como un delito de lesa humanidad.

Página 12 – Viernes, 19 de marzo de 2010 – Por Sonia Tessa

Los valientes testimonios de sobrevivientes del terrorismo de Estado han sido, desde la recuperación de la democracia, la llave para descorrer el velo, dar dimensión del terror en el Juicio a las Juntas, buscar los intersticios jurídicos que dejaron las leyes de impunidad y los indultos y, en los últimos años, motorizar los juicios que se multiplican en todo el país. Cada testimonio revive el horror en los cuerpos de esos hombres y mujeres prisioneros del aparato represivo. Muchos relatos incluyen la violencia sexual a la que fueron sometidas especialmente las mujeres, pero también los hombres, en los centros clandestinos de detención. Claro que ponerlo en palabras fue difícil, debieron superar el espanto y la vergüenza para denunciar que los integrantes de las patotas violaban y cometían todo tipo de crímenes contra su integridad sexual. Como parte de la cotidianidad, sin recibir sanciones. Los cuerpos de las mujeres eran campos de batalla, y sumaban un estigma. Dos querellantes en la causa contra Santiago Omar Riveros denunciaron la violencia sexual que sufrieron estando desaparecidas en centros clandestinos de detención de Zárate-Campana, pero el juez federal de San Martín, Juan Yalj, decidió dictar falta de mérito a los acusados por violación por considerar que los abusos sexuales fueron “eventuales” y no merecían la calificación de crímenes de lesa humanidad. La Cámara Federal de esa localidad confirmó la decisión. Alertadas de este fallo, las organizaciones no gubernamentales Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de la Mujer (Cladem) e Insgenar (Instituto de Género, Derecho y Desarrollo) presentaron un amicus curiae (el dictamen de una organización “amiga del tribunal” que tiene interés legítimo probado en la resolución de la causa) ante el juzgado, en el que argumentan que la violencia sexual cometida en los centros clandestinos de detención de la dictadura fueron parte del plan sistemático de represión ilegal, y por lo tanto constituyen delitos de lesa humanidad, imprescriptibles. La sanción de la violencia sexual permitiría dar visibilidad de una práctica que se ensañó con las mujeres por haberse apartado del rol históricamente asignado.

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“La de los hombres fue una búsqueda más silenciosa”

Joaquín Daglio (director) y Juan Vitale (guionista y productor junto a Maximiliano Cerdá y Milena Vidal) entrevistaron a una decena de padres de desaparecidos para saber cuál fue su rol en la búsqueda de sus hijos durante la dictadura

Página 12 – Martes, 23 de marzo de 2010 – Por Oscar Ranzani

Daglio y Vitale sostienen que a los padres de desaparecidos los movilizó que se les acercaran personas de la edad de sus nietos. Imagen: Jorge Larrosa

No es conocido públicamente pero tiene la marca del dolor que le provocaron los asesinos con botas: Rafael Beláustegui, nacido en 1927, es abogado, escritor y un apasionado de la náutica. La dictadura le produjo un desgarro emocional que no cede: tiene tres hijos desaparecidos. En plena época del terrorismo de Estado, Beláustegui tenía que tomar un avión para ir a Córdoba y, casualmente, a la aeronave subió nada menos que Emilio Eduardo Massera. Beláustegui no lo conocía pero no se pudo contener, se sentó a su lado y le dijo: “Disculpe que lo moleste, pero es una oportunidad para mí que no puedo dejar pasar. Yo soy padre de chicos desaparecidos y quizás usted me pueda decir algo”. Mirándolo con desprecio, Massera le contestó: “Bueno, lo que puedo decir es que los chicos, en algún lugar están y, en algún momento, los devolveremos, pero en el momento en que las condiciones lo aseguren. No me pregunte nada más”. “¡Que hijo de puta!”, grita Beláustegui, más de treinta años después, frente a una cámara, para descargarse el dolor que lacera su alma.

El grito de Beláustegui es conmovedor y forma parte de los testimonios del documental Padres de la Plaza, 10 recorridos posibles, de Joaquín Daglio y Juan Vitale (ambos egresados de Diseño e Imagen de Sonido de la UBA) y Maximiliano Cerdá y Milena Vidal (estudiantes de Comunicación de la UBA). El film –que obtuvo Mención Especial del jurado de la Competencia Argentina en el último Festival Internacional de Cine de Mar del Plata– se proyectará hoy a las 19 y a las 21 en el Espacio Incaa Km 0 Gaumont (Rivadavia 1635), a escasas horas del 34º aniversario del golpe de Estado. Su título brinda una aproximación al trabajo que hicieron los realizadores para poder plasmar en la imagen la inquietud que tenían: si las Madres, Abuelas, Hijos y Hermanos se agruparon y formaron organizaciones de derechos humanos, ¿qué pasó con los padres? Entonces, les otorgan voz a diez padres de desaparecidos, quienes cuentan sus vidas y las de sus hijos a través de relatos impactantes.

“Nuestro motor fue esa pregunta, y nuestra idea no es concluirla o dar una respuesta unívoca, sino poder generar otras preguntas y espacios de reflexión”, comenta Joaquín Daglio, encargado de la dirección y de las entrevistas que le dan cuerpo al documental. “Sí podemos decir que los padres siempre estuvieron presentes, que su lucha fue diferente; las Madres asumieron un rol protagónico y su lucha es emblemática. Los padres acompañaron esa lucha, también por una cuestión estratégica, al ver que la lucha de las Madres resultaba tan potente”, agrega Daglio. Y Juan Vitale, productor y guionista junto a Daglio y Maximiliano Cerdá, completa que “fue consensuado”. Vitale asegura que no se produjo un choque de protagonismos “sino que, en su momento, entre todos decidieron que el mejor camino era el protagonismo de las Madres. Y ellos han realizado otro tipo de búsquedas de una manera más silenciosa, por así decirlo”.

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Trailer del documental Padres de la Plaza – 10 Recorridos Posibles:

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=B9AyFvdpd_0]

Un 24 con epicentro en la Plaza

Página 12 (Argentina) – Lunes, 22 de marzo de 2010
Este miércoles en la Plaza de Mayo habrá más de un acto en el aniversario del golpe. Imagen: Pablo Piovano
Habrá actos en todo el país, pero la movilización principal será en la Plaza de Mayo, a donde convocaron los principales organismos de derechos humanos. La Presidenta entregará en la ex ESMA los premios Azucena Villaflor.

Este 24 de marzo se sucederán diversos actos en todo el país para conmemorar el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en homenaje a quienes resultaron víctimas del golpe militar de 1976. El epicentro será la Plaza de Mayo, donde confluirán diversas convocatorias organizadas por agrupaciones de derechos humanos, acompañadas por organizaciones estudiantiles, culturales, gremiales y barriales.

– La presidenta Cristina Fernández de Kirchner entregará el miércoles a las 11 el premio Azucena Villaflor a cuatro padres cuyos hijos permanecen desaparecidos, en reconocimiento a su lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia. En el Centro Cultural Haroldo Conti, ubicado en el predio de la ex ESMA, la jefa de Estado entregará el premio a Julio Morresi, Norberto Palermo, Marcos Weinstein y a familiares de Eduardo Fermín Mignone, ya fallecido. La mención destaca la trayectoria cívica de los premiados en su defensa por los derechos humanos y la democracia.

– Por su parte, la Asociación Madres de Plaza de Mayo, que preside Hebe de Bonafini, convocó a repudiar el golpe militar con un encuentro musical bajo el lema “No pudieron apagar tanto fuego. En el escenario de la revolución del Bicentenario arderá nuestra cultura”. La concentración –que cuenta con el apoyo oficial de la Presidencia– está prevista a partir de las 17 en la Plaza de Mayo, y contará también con la participación de artistas, músicos y bailarines. Víctor Heredia, la Orquesta Juan De Dios Filiberto, Susana Rinaldi, Peteco Carabajal, Juan Falú, Raúl Carnota, Liliana Herrero, Guillermo Fernández, Rita Cortese, entre otros, se presentarán en el escenario principal donde Bonafini será la única oradora. Además, se recibirán pañales descartables, leche en polvo y agua para los niños víctimas del sismo de Chile ocurrido en febrero pasado que Madres completará con la donación de un hospital de campaña.

– Madres de Plaza de Mayo –Fínea Fundadora–, Abuelas de Plaza de Mayo, Hijos, Hermanos y Familiares de ex Detenidos Desaparecidos, marcharán a las 14 desde Avenida de Mayo y Piedras para terminar en Plaza de Mayo portando la bandera con los nombres de los 30 mil detenidosdesaparecidos. Bajo la consigna “Por un Bicentenario sin impunidad, ¡Juicio y castigo ya!” la movilización cuenta con el apoyo del Cels y del Servicio de Paz y Justicia presidido por el Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel.

– Por su parte, las organizaciones nucleadas en el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia (MVJ) se movilizarán a las 15, desde Congreso a Plaza de Mayo para repudiar el golpe de 1976. Bajo el lema “No a la impunidad de ayer y de hoy” agrupaciones enroladas en el MJV convocan con consignas como “no al pago de la deuda externa”, “aparición con vida de Julio López” y “cárcel común a todos los genocidas” entre otras. En ese marco, Héctor “Chino” Heberling, dirigente del nuevo MAS, definió como una “provocación” que se anunciara otro acto “en el mismo horario y lugar”. El dirigente estimó que la intención es “impedir el acceso a Plaza de Mayo de una manifestación que será multitudinaria y denunciará al gobierno de los Kirchner que mantiene la impunidad, reprime a los trabajadores, congela los salarios y paga la deuda externa.”

– En tanto, el gobierno porteño decidió posponer para el martes 23 a las 18.30 el encuentro artístico previsto para ayer, “Construyendo un futuro con memoria: por los valores de la democracia” que debió ser suspendido debido a la lluvia. El evento a realizarse en Figueroa Alcorta y Pampa (en el Monumento a Güemes) mantendrá su programa original con la participación de Teatro por la Identidad y el cierre con el grupo La Mancha de Rolando.

El Gobierno censa los restos del Valle de los Caídos

Patrimonio y Justicia han firmado un convenio para digitalizar los archivos de la abadía. Los familiares de los republicanos trasladados allí sin permiso podrán pedir su salida del recinto

Los días previos a la inauguración del recinto, en 1959, fueron llevadas las cajas con los restos de las fosas. – EFE

DIEGO BARCALA – Público – 21/03/2010 08:00

Los republicanos saldrán del Valle de los Caídos. El Gobierno ha elaborado un censo de enterrados en el mausoleo para facilitar a las familias que lo soliciten un lugar digno para el descanso de sus antepasados. El proyecto cuenta con un presupuesto de dos millones de euros para que las víctimas dejen de descansar junto al culpable de su muerte, el dictador Francisco Franco.

El pasado 1 de septiembre, tan sólo dos días después de que el Congreso instara al Ejecutivo a facilitar a las familias la exhumación de sus antepasados, se firmó el convenio entre el Ministerio de Justicia y el de Presidencia para llevar a cabo el compromiso. Desde entonces, se han digitalizado los tres libros de registro que la abadía benedictina conserva en el valle de Cuelgamuros para cruzar los datos de entrada de cuerpos con los documentos guardados en el Archivo General de la Administración que indican el origen de los restos.

El dictador comenzó su propia memoria histórica para la inauguración del recinto en 1959. Puso a los gobernadores civiles a elaborar mapas de fosas por provincias, a exhumar los cadáveres y a trasladarlos para la inauguración que conmemoraba “20 años de paz”. En el camino profanó las fosas de fusilados republicanos y gastó el equivalente a 226 millones de euros. La dignificación de esos cuerpos robados costará sólo dos millones.

El método del Gobierno para sufragar el proceso es a través de las subvenciones que el Ministerio de Presidencia otorga desde 2006 a los proyectos de recuperación de la memoria histórica. Una enmienda presentada por IU, ICV y ERC a los últimos Presupuestos Generales del Estado aumentó en dos millones, los 1,5 previstos para todos los proyectos que las asociaciones presentaran para 2010.

Sin embargo, los solicitantes están esperando a que se publique la convocatoria de esas subvenciones, que llevan cuatro meses de retraso. La oficina de atención a las víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura asegura que sólo ha recibido una solicitud, pese a que este suceso fue denunciado ante la Audiencia Nacional por decenas de afectados. Ese solicitante es Fausto Canales, quien conoce el lugar exacto de los columbarios donde los franquistas depositaron las cajas de los fusilados en Aldeaseca (Ávila), entre los que estaba su padre. “En la investigación descubrí que mi tío también había sido trasladado desde Griñón (Madrid)”, explica Canales.

Esos cuerpos de fusilados por los partidarios de los golpistas no tienen nombre ni apellidos en los registros. Los burócratas benedictinos tan sólo censaron con nombre y apellidos a 33.847 cadáveres. Todos de su bando. Los republicanos entre 15.000 y 40.000 según los investigadores fueron señalados por el pueblo de procedencia. Unas fotografías realizadas por la agencia Efe de los traslados en 1959 muestran cómo las cajas eran selladas con el nombre de la localidad de origen.

El 23-F rompió el proceso

No será la primera vez que se realice un proyecto de este tipo en el Valle de los Caídos. En 1980 fue creada una comisión dirigida por el historiador Javier Tussel, que organizó la exhumación de 103 personas llevadas allí desde Lodosa (Navarra). El golpe de Estado del 23-F, un año después, paralizó cualquier intento de alteración de las tumbas.

En 2004, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, retomó la labor y visitó el Valle de los Caídos para elaborar un estudio sobre el estado de los restos. Fuentes de Patrimonio Nacional institución del organigrama de Presidencia aseguran que los restos están “en un estado de conservación preocupante por las condiciones de humedad”.

Canales no pierde la esperanza: “Puede que haya habido filtraciones, pero si hubo un precedente en 1980, también se puede hacer ahora. Habrá que hacer pruebas de ADN y lo que haga falta”.

El juez Garzón y la elegía

FANNY RUBIO – El País –  21/03/2010

Desde que Jorge Manrique escribiera las Coplas de pie quebrado a la muerte de su padre, la elegía es seguramente el género más aceptado de nuestro bagaje cultural. Los pueblos conjuran desde antiguo la muerte con el canto por los que se han marchado y hasta los animales tienen maneras que un zoólogo podría explicar para compartir ritualmente la muerte de sus iguales. En nuestra cultura contamos con grandes elegías-río que han pasado a formar parte de la literatura: el Arcipreste de Hita, Espronceda, García Lorca, Miguel Hernández, León Felipe o Luis Cernuda inmortalizaron a Trotaconventos, Teresa, Sánchez Mejías, Ramón Sijé y otros.

No existe idioma sin plantel elegíaco, no hay democracia que no cante a sus muertos de guerra, pues ellos sacralizan el espacio común. Por eso es triste que la elegía pendiente de nuestras víctimas del franquismo y su reparación por parte de la Justicia puedan acabar en un borrón que difumina ciento catorce mil nombres de desaparecidos en las cunetas de nuestra tierra, si se corta la mano -como en las tiranías que rechazamos cada día- de quien osó levantar el velo ignominioso. ¿Hay que exigirle a un juez que no se conmueva por tanto dolor infligido, que no mueva un folio y escriba, a su manera, la elegía? ¿Existe la fórmula jurídica que pueda enjugar las últimas lágrimas pendientes de los que se quedaron en el mayor desvalimiento, y reconocer en nombre de un Estado democrático el sacrificio de tantas vidas arrebatadas que permanecen en el más cruel anonimato? ¿Puede la Justicia encogerse de hombros cuando lee testimonios fehacientes relativos al robo de treinta mil menores arrancados a sus madres republicanas a lo largo de dos decenios, niños de ayer que hoy desconocen su identidad original cuando los saludamos en nuestro trabajo, en la peluquería o en el supermercado?

Si quienes velan por el Estado de Derecho entonan la “antielegía”, es decir, la negación documentada de la reparación, el olvido de las víctimas y el desprecio al dolor infligido, pervivirá la mutación histórica de una cadena de generaciones españolas crecidas en el engaño. ¿Es eso lo que se persigue? La magistrada Margarita Robles, vocal del Consejo del Poder Judicial, en un escrito oficial en que anuncia su inhibición del proceso de suspensión abierto al magistrado Baltasar Garzón que la recusa, utiliza licencias más propias de un ejercicio escolar que de un documento jurídico de inhibición, empleando un “tú más”, o “tú antes que yo” al llamar a la recusación por “enemistad manifiesta” de que es objeto, “especulaciones y disertaciones literarias”, es decir, boberías propias de escritores, profesores o críticos creadores de elegías.

Sin embargo, la Justicia es compatible con la práctica literaria, como sucede en el documento de la instrucción que da trámite a la querella contra Baltasar Garzón, donde se hacen referencias coloquiales al “artilugio jurídico montado” por el único juez que ha osado levantar el velo de la impunidad del franquismo. Baltasar Garzón es retratado en su celo profesional como si hubiese sido afectado por una suerte de bulimia hiperactiva. ¿Es lógico asombrarse de que el hoy querellado juez pida asesoramiento a un grupo de expertos? ¿Es por ello por lo que éste tiene “motivos ocultos”, o tal vez cierta bulímica actividad “pretendidamente investigadora”? En nuestro país, abundoso en elegías que honran a quienes ya no están, ¿pudiera caber, no obstante, el vilipendio añadido a un ciudadano cercado por alianzas contra-natura, adivinado inquisitorialmente en sus más íntimos pensamientos y acusado en su “momento culminante de antijuricidad”, como relata el documento inculpatorio?

No hacía falta referirse al franquismo como hecho barroco de “brutales efectos de aquel plan de los asesinos y torturadores”, cuando leemos todos los días que está probado por la justicia internacional que se llama, sencillamente, “crimen contra la humanidad”. Sin embargo, lo de “brutal efecto de aquel plan de asesinos y torturadores”, que el documento instruido por el magistrado Varela señala como propio de aquella detestable posguerra, nos aleja demasiado, por hiperbólico o truculento, de una realidad de la que parten desgraciadamente las terminales nerviosas de una compleja gama de españoles, situados entre el silencio y la exigencia de verdad, y en la que permaneceremos enrocados, per secula seculorum, si tiene lugar la “ejemplarizante” inhabilitación de un juez por un delito que el Ministerio Fiscal no reconoce.

A veces convendría retornar, de la novela negra tomada por los pelos al arte que conmueve, a los ojos abiertos de quienes, pese a lo peor, resistieron hasta el final dignificando la memoria de todos y a quienes el más alto tribunal de su país podría negar en breve el juez y la elegía.

Fanny Rubio es escritora y catedrática de Literatura Española de la Universidad Complutense de Madrid.

Excelencia, esto ocurre en Auschwitz

El Gobierno de Franco supo de los horrores de los nazis contra los judíos. El joven diplomático Sanz Briz, destinado en 1944 en Budapest, envió a Madrid un informe que avisaba del exterminio en Auschwitz. Hasta ahora tenía el sello de “No mostrar”

JUAN DIEGO QUESADA – El País –  21/03/2010

Franco y Hitler en Hendaya, en 1940.- EFE

Una mañana, de los vagones bajan 45.000 judíos llegados de Salónica, demacrados y hambrientos. Unos 10.000 son seleccionados para los campos de trabajo y al resto los envían directamente al crematorio. Los que se salvan, hacinados en barracones, no soportan las duras condiciones del lugar y al poco tiempo enferman de paludismo. Los guardias alemanes, con sus botas militares y los perros, les recomiendan que vayan al hospital del campo de concentración, algo que desaconsejan los prisioneros veteranos. Saben cómo se las gastan allí. A pesar de las advertencias, los griegos se presentan en el centro médico, donde a medida que van pasando reciben en el corazón una inyección de fenol que acaba con sus vidas. Sus cadáveres se apilan más tarde en la puerta del bloque de enfermería, donde nunca entra el sol. Eso no tiene ninguna importancia aquí, en Auschwitz-Birkenau, 1943.

Estos detalles del día a día en el mayor campo de exterminio de la Alemania nazi, donde fueron aniquiladas entre 1,5 y 2,5 millones de personas, quedaron reflejados en un informe que dos jóvenes eslovacos escribieron tras escapar del lugar. El texto, escrito a máquina y en un dificultoso francés, llegó a manos de Ángel Sanz Briz, un joven diplomático español destinado en el Budapest ocupado por los nazis. Tras leerlo, remitió el documento en agosto de 1944 al ministro de Asuntos Exteriores, José Félix de Lequerica. No consta que Sanz Briz recibiese una respuesta.

Foto de archivo de los supervivientes del campo de concentración de Auschwitz tras la llegada liberadora de los soldados soviéticos, el 27 de enero de 1945.-

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