Familiares de dos hombres brutalmente asesinados en 1936 reciben hoy sus restos

Castor Cordal, de 27 años y Ramón Barreiro, de 19, fueron exhumados en octubre.- La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica convoca un acto de homenaje en Cambados (Pontevedra)

NATALIA JUNQUERA El País19/03/2010

Foto: Castor Cordal Garrido.-

Dos familias recibirán hoy los restos de dos hombres brutalmente asesinados el 15 de septiembre de 1936 en el municipio pontevedrés de Barro. Se trata de Castor Cordal Garrido, de 27 años, electricista de la CNT, y Ramón Barreiro, de 19, que escribía en gacetillas locales. Ambos fueron exhumados por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica el pasado 22 de octubre y han sido identificados por el forense José Luis Prieto en el laboratorio que la asociación tiene en Ponferrada.

Antes de enterrarlo, un cura mutiló el cuerpo de Barreiro, el más joven, para robarle el anillo que llevaba en un dedo. Y poco antes de matar a Cordal, los asesinos acudieron a su casa para humillar a su familia. Sacaron a sus hermanas y las hicieron bailar desnudas delante de ellos, según relató a este diario Josefina, de 83 años, hermana de Castor.

Ramón Barreiro era soltero y pertenecía a una familia de tradición republicana. Su hermano fue a la guerra y se pasó al lado republicano, lo detuvieron y estuvo ocho años preso. A él le delató un cuñado de su madre, que fue violada y rapada al cero. Murió poco después.

Castor Cordal, electricista de la CNT, estaba casado y no tenía hijos. Supo siempre que irían a por él y se escondió mientras pudo, hasta que le delataron.

Foto: Ramón Barreiro, rodeado de familiares-

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Los asesinos no sólo mataron

Las Damas de Blanco retan al Gobierno cubano por cuarto día

Hoy se cumplen siete años del inicio de las redadas contra los 75 disidentes, 53 de ellos todavía en prisión

MAURICIO VICENT- El País 18/03/2010

Esta vez no hubo golpes ni violencia. Pero no faltaron los insultos y un sonado acto de repudio contra las Damas de Blanco, en su cuarto día de protestas para reclamar la liberación de sus familiares presos. Obviamente, la estrategia de las autoridades cambió: si el miércoles la manifestación de mujeres opositoras fue interrumpida por la fuerza cuando llevaban caminadas unas pocas manzanas, este jueves el grupo de Damas de Blanco pudo completar un recorrido de unos cuatro kilómetros por las principales calles de La Habana Vieja y Centro Habana, donde muchos transeúntes, niños y curiosos contemplaron el espectáculo con sorpresa.

Por la calle peatonal de Obispo, el parque Central y la avenida de Neptuno, centenares de partidarios del Gobierno siguieron a la treintena de Damas de Blanco. Las increparon en todo momento, con palabras ofensivas y consignas del tipo “Esta calle es de Fidel”, pero las mujeres estuvieron rodeadas por un cordón de seguridad y no hubo incidentes. Fue notorio el interés por impedir los problemas.

La convocatoria, en la iglesia de la Merced, patrona de los presos, tenía una significación especial: el propósito de las Damas era conmemorar el séptimo aniversario del inicio de las redadas contra 75 disidentes, el 18 de marzo de 2003, y demandar la liberación de los 53 que todavía se encuentran en prisión.

“Hoy se cumplen siete años del encarcelamiento de nuestros familiares. No vamos a dejar de marchar suceda lo que suceda, que ellos hagan lo que quieran”, dijo al iniciar la marcha Laura Pollán, esposa de Héctor Maseda, condenado a 25 años en los juicios sumarísimos de 2003. Al igual que otras mujeres del grupo, Pollán llevaba el brazo escayolado tras la bronca del día anterior. El acto de repudio terminó en su domicilio, donde Pollán y el resto de las mujeres volvieron a expresar su determinación de salir a la calle cada día hasta el próximo 21 de enero, cuando terminarán las jornadas de protesta.

Como la víspera, junto a las mujeres marchó Reyna Luisa Tamayo, madre del preso Orlando Zapata, que murió el 23 de febrero después de 85 días en huelga de hambre, suceso que ha provocado una movilización opositora sin precedentes. En un hecho inusual, la televisión cubana emitió el miércoles imágenes de las Damas de Blanco durante las protestas de esta semana, y acusó al grupo de mujeres de recibir financiamiento de Estados Unidos y de prestarse para una “campaña” de desprestigio de la revolución. Este jueves, por las calles Obispo y Neptuno, en medio de la gritería, muchos cubanos se cruzaron con ellas por primera vez.

El mismo recuerdo

MARÍA JOSÉ OBIOL El País – 13/03/2010

Narrativa. Lees y presencias una despedida. En la cocina desayunan un niño y sus padres. Amanece. Después se escucha un claxon. Bundó y Petroli, los amigos y compañeros del padre saludan desde la cabina del camión ¿o sólo lo hace él cuando el Pegaso se pone en marcha? Conducen un camión de mudanzas con itinerario europeo. Pienso en esa imagen que la lectura me devuelve. Una familia despidiéndose. La madre, el padre y el niño. Pero el narrador señala edades: entre los tres y los siete años. Me he equivocado. Vuelvo a leer. La madre regresa a la cama con su hijo. El padre ya ha dicho adiós. Todos tenemos el mismo recuerdo. Eso dicen los cuatro. ¿Qué cuatro? Los cuatro hermanos que veintitantos años después se conocerán y reconocerán y juntos intentarán averiguar qué ha pasado con su padre. El mismo para todos. También los mismos cuentos, la misma mirada, el mismo adiós. Los hijos: Christof (Francfort), Christopher (Londres), Christophe (París) y Cristòfol (Barcelona). El recuerdo del Pegaso con Bundó y Petroli en la cabina para los tres primeros. Gabriel Delacruz se llama el padre. Sigrun, Mireille, Sarah y Rita, las respectivas madres.

Apenas empieza esta estupenda novela de Jordi Puntí (Manlleu, Barcelona, 1967) y ya se ha instalado el deseo de despejar las brumas de una desaparición o de una huida. Confieso admiración por la recuperación de hechos nimios que nos llevan de un lugar a otro, de unos brazos a otros abrazos; también curiosidad por el hallazgo de vestigios que calladamente se van incorporando al recuerdo y por la suma de detalles que parecen insignificantes pero que refuerzan memoria. En Maletas perdidas se recompone el tejido del tiempo con escenas resplandecientes y quien lee habita la novela de manera apasionada. Hay una transparente naturalidad en ir de aquí para allá en la historia que es una y tantas. Estoy en los años cuarenta: niños en la Casa de la Caridad. Hijos de represaliados. Gabriel abandonado, el mercado del Borne. Leche que se amamanta y que huele a bacalao. Escritura en el orfanato. Imágenes. Llego a los sesenta y setenta, donde se desarrolla gran parte de la novela. El enigmático Gabriel, el bondadoso y afable Bundó (siento debilidad por Bundó), el pragmático Petroli. Viajes, pensiones, casas donde se desbaratan muebles para su traslado. Vidas nómadas, pero rutinarias y sosegadas en su ajetreo de miles de kilómetros. Mayo Francés, canciones en las casas de españoles en Alemania, barrios obreros en Londres y el hervidero de una Barcelona desatándose de ligaduras. Y la voz que narra que no es una sino cuatro, hablándole a esta lectora que sabe sin saber, desconcertada al no tener siempre la certeza de cuál de los cuatro cristóbales habla. Son hijos buscando sin melancolía, demasiado jóvenes para añorar, y aunque se trate de personajes trascendentes, póquer de ases de un avezado jugador (Gabriel Delacruz y el propio escritor), el auténtico protagonismo está en Gabriel, Petroli y Bundó. Como si fueran cómicos representando una y otra vez la misma obra, pero con esa profesionalidad del que sabe hacer de cada mudanza una función distinta. Por eso Puntí, ¡qué bien lo ha contado!, ha decidido abrir maletas y cajas de mudanzas para descubrir lo que contienen y así internarse en nuevos caminos. Porque cerrarlas, el protagonista buscado lo sabe, es sufrir aluminosis en el recuerdo y necesidad de apuntalarlo. Maletas perdidas es apasionante. No se la pierdan.

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[youtube http://www.youtube.com/watch?v=tpbswlBJJno]

Jordi Puntí: Maletas perdidas

Traducción de Rita da Costa

Salamandra. Barcelona, 2010

456 páginas. 17,50 euros

Jordi Puntí: Maletes perdudes

Empuries. Barcelona, 2010

456 páginas. 17,95 euros

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“Escribir es escoger el verbo”

121 años de lucha sindical, versión 2.0

El sindicato UGT publica sus fondos documentales en Internet

RICARDO GRANDE El País17/03/2010

Una carta clandestina, fechada el 16 de febrero de 1952, de la Federación de Valencia a la Secretaría General de UGT en el exilio. A la derecha, otra carta cortada en tiras numeradas enviada por distitnos correos de la Comisión Ejecutiva en Touluse (Francia).- Fundación Francisco Largo Caballero

“Casa” significaba “UGT”. Es el lenguaje en clave utilizaron miembros del sindicato para enviar una carta desde Valencia a Francia, que además se cortó en distintas piezas que fueron llegando por separado. En 1952, toda precaución era poca para eludir el control de las autoridades franquistas. Se puede ver, ya recompuesta y castigada por el paso del tiempo, en la página http://archivos.ugt.es/, la herramienta con la que la Unión General de Trabajadores (UGT) quiere facilitar el acceso a sus fondos documentales, formado por todo tipo de documentos, como fotografías, textos y octavillas, en manos de distintas instituciones.

Indagar en la historia de una organización de 121 años no implica necesariamente visitar honorables bibliotecas. “Intentamos facilitar la búsqueda. Aunque ciertos documentos no se pueden consultar desde la página, remitimos a los portales o sitios donde se pueden encontrar. Explicamos si están digitalizados o cuánto ocupan”, detalla Nuria Franco, una de las responsables del proyecto, que incluye un diccionario de cargos.

El sindicato que fundó, entre otros, Pablo Iglesias, ha tenido que adaptarse a escenarios muy distintos. “El periodo más interesante es la II República [1931-1936]. El papel del sindicato en la sociedad, no sólo en la laboral, también como divulgador de cultura, gracias a las Casas del Pueblo. Supuso el origen del movimiento obrero, gracias a la Ley de Asociaciones. El derecho a huelga se reconoció plenamente”, opina el profesor Jesús Lahera, profesor de derecho del trabajo de la Universidad Complutense. “También habría que ver cómo se trata la dictadura de Primo de Rivera [1923-1930], en la que no hubo ilegalización. Durante la dictadura de Franco [1939-1975], su actividad fue sobre todo en el exilio. También hay que prestar atención a la Transición, ahí tuvo un papel muy importante”. Hoy, UGT es el segundo mayor sindicato, por detrás de CC OO.

No es sólo útil para investigadores. La página incluye carteles, fotografías y documentos sonoros que pueden resultar muy curiosos e interesantes. “De 1936 a 1939, los precios de artículos de primera necesidad se han visto multiplicados pro 12 y 14 veces. ¿Y los salarios? Esta explotación inicua de los trabajadores no puede ni debe continuar”, reza una octavilla. El objetivo es “la recuperación histórica del mundo del trabajo y los movimientos sociales y para el tratamiento y difusión del patrimonio documental y bibliográfico de nuestra Organización”, según la propia web.

La Fundación Francisco Largo Caballero, la institución depositaria de todo el patrimonio documental de UGT, ha coordinado el proyecto con informáticos del sindicato para hacer posible este portal, con el apoyo del Ministerio de Cultura. “Por supuesto, aquellos que necesitan algún documento que no está disponible online pueden contactar con nosotros”, subraya Nuria Franco. Más de un siglo de historia da para mucho, pero estudiarlo es ahora un poco más fácil.

En el velódromo de la vergüenza

El filme ‘La rafle’, que recrea la detención de 13.000 judíos en París en 1942, reabre en Francia las heridas por la colaboración con los nazis

ANA TERUEL El País18/03/2010

Un fotograma de La rafle, de Roselyne Bosch, en el que se recrea la deportación de judíos a través de la estación de Austerlitz, en París.- B. CALVO

“¡Pero qué bonita es Francia!”. El grito, sarcástico y repleto de indignación de un espectador, suena en la oscuridad de una sala de cine parisiense. En la pantalla corre el año 1942 y un gendarme francés propina una paliza a una mujer judía en un campo de retención en las afueras de París. La escena forma parte de La rafle (La redada), película estrenada en Francia la semana pasada. Dirigido por Roselyne Bosch, retrata por primera vez sin tapujos una de las páginas más oscuras -y durante décadas, tabú- de la historia reciente de Francia: la redada del Velódromo de Invierno de París, la mayor realizada en territorio francés y en la que fueron detenidos más de 13.000 judíos, la mayoría mujeres y niños.

La batida se inició a las cuatro de la mañana del 16 de julio de 1942. Durante dos días, los agentes franceses fueron casa por casa con la orden de “actuar con la máxima rapidez, sin palabras inútiles y sin ningún comentario”. “Mi madre les suplicaba, pero yo me di cuenta de que no serviría de nada”, recuerda en el filme Anna Traube, una de las supervivientes, que entonces tenía 20 años.

Los solteros fueron trasladados directamente a Drancy, al norte de París, escala previa a la deportación a los campos de concentración alemanes, mientras que las familias acabaron en el Velódromo de Invierno, entonces situado junto a la Torre Eiffel. “Era infernal, el ruido, la gente que lloraba, que gritaba, los niños que jugaban en la pista central”, recuerda Traube.

Más de 8.000 hombres, mujeres y niños sobrevivieron sin agua ni comida hacinados durante cinco días en el Velódromo. Anna Traube logró huir gracias a la ayuda del responsable de saneamiento, Gaston Roques, y del médico judío de la Cruz Roja, David Sheinbaum, interpretado en la película por Jean Reno. Los que no pudieron escapar fueron trasladados a campos de detención y de ahí a Auschwitz. Del gigantesco Velódromo no queda ni rastro. Fue derruido en 1959 y sólo una pequeña placa conmemorativa da constancia de lo que ocurrió aquel verano de 1942. De la redada tan sólo queda una fotografía, en la que se ven los autobuses que transportaron a las familias.

Aquel traumático episodio no entró en los libros de historia escolares hasta la década de los ochenta. En 1995, el presidente Jacques Chirac se decidió a reconocer la responsabilidad francesa en la deportación de judíos. “La locura criminal del ocupante fue, lo sabemos, secundada por franceses, por el Estado francés”, recalcó, en un histórico discurso. Al ser el primer filme en apuntar a la responsabilidad francesa, La rafle ha recibido un tratamiento especial. Profesores y alumnos han sido invitados a diferentes preestrenos, la productora prevé una serie de acciones didácticas y cuenta, entre otros, con el apoyo de la región parisiense.

Los diarios se han llenado de cronologías recordando la serie de redadas que se realizaron en Francia durante la II Guerra Mundial. La radio se ha abierto a los testimonios de los supervivientes y los principales canales de televisión han dedicado programas especiales a la salida de la película, aprovechando la ocasión para hacer un trabajo de memoria colectiva. La cineasta, de origen catalán, se ha nutrido de los testimonios de supervivientes como Anna -interpretada en la película por la joven griega Adèle Exarchopoulos- o Joe Weismann -el pequeño de 11 años, protagonista del filme y al que da vida Hugo Leverdez-, que logró escapar del campo de detención. La película recuerda así que los que llevaron a cabo la redada, aunque en territorio ocupado por los nazis, eran policías franceses bajo las órdenes del régimen colaboracionista del mariscal Pétain. Cierto es que el Gobierno respondía a la exigencia alemana de entregar un cupo determinado de judíos, pero suya fue la iniciativa de incluir en la redada, por primera vez, a menores de 16 años. De los 13.000 judíos detenidos, más de 4.000 eran niños. La motivación -recalcada en la cinta- no era otra que evitar cargar con el problema de los huérfanos.

Pero la obra también se esfuerza en honrar a los héroes que se arriesgaron para salvar la vida de sus vecinos, como una portera que avisó de la llegada de la policía, una pareja de prostitutas que salvó a una madre con su bebé o la enfermera Annete Monod, interpretada en la cinta por la actriz francesa Mélanie Laurent.

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El trailer de la película:

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=hW2GbaRswGk]

Izarren argia / Estrellas que alcanzar

Os dejo aquí el trailer de la película Izarren argia/Estrellas que alcanzar (2010) de Mikel Rueda:

[vimeo http://vimeo.com/6928311]

Sinopsis de la película:

Estrellas que alcanzar cuenta la historia de Victoria, una viuda republicana que tuvo la desgracia de ingresar en la cárcel de Saturraran, lugar de experimento de una de las más macabras teorías del régimen franquista: la separación de los hijos de sus madres para darlos en adopción a familias afines al régimen y así romper la cadena del comunismo.

A Victoria no sólo le privaron de libertad sino que le robaron lo más querido que una madre puede tener, su hijo. La lucha junto a las otras presas para recuperar su dignidad como mujeres y madres será el argumento de este largometraje. Y es que ante una situación así la esperanza es lo único que puede mantenerte en pie y salvarte. Victoria aprenderá a vivir con la esperanza de recuperar a su hijo.

Título: Izarren argia
Nacionalidad: España
Año de producción: 2010
Género:Drama
Director: Mikel Rueda
Producción: BALEUKO
Actores: Barbara Goenaga, Itziar Lazkano, Klara Badiola, Estíbaliz Gabilondo, Amaia Lizarralde, Sara Cozar, Garbiñe Insausti, Teresa Calo, Patxi Santamaria, Aitor Beltra, Eric Probanza
Duración: 90 min.

La Ley de Amnistía no ampara al franquismo

JAIME SARTORIUSEl País 15/03/2010

Durante la época de la dictadura, la amnistía fue una de las principales reivindicaciones de las fuerzas democráticas de la oposición, encontrándose a la misma altura que la exigencia de un Gobierno provisional, la reinstauración de las libertades y los estatutos de autonomía.

La necesidad de reconocer a los cientos de miles de ciudadanos que habían sufrido todo tipo de represión por sus actividades políticas de oposición al franquismo constituyó una imperiosa necesidad de justicia, a la que siempre se opuso la voluntad implacable del dictador. Por eso, cuando se aprobó la solicitud de amnistía al Gobierno en el Congreso Nacional de la Abogacía, celebrado en León en 1970, la conmoción social y política fue enorme, provocando una serie de pronunciamientos a su favor de otros colegios profesionales e instituciones de todo tipo, que el Gobierno sólo pudo contener en parte declarando un mini estado de excepción.

Al llegar la democracia y tras las elecciones del 15 de junio de 1977, la necesidad de promulgar una amnistía se convirtió en insoslayable. Sin su aprobación la credibilidad de la naciente democracia se resentía, por lo que los partidos políticos decidieron crear al efecto una Comisión Parlamentaria a la que se encargó la redacción de un Proyecto de Ley por la que quedaran amnistiadas todas las personas que habían sufrido cualquier tipo de represión por oponerse al levantamiento armado contra la República y a la dictadura en defensa de las libertades públicas.

Se trataba de amnistiar a los reprimidos por el franquismo, no a los franquistas, que ya se habían autoamnistiado, de forma que fueron los partidos de izquierda y los nacionalistas con representación parlamentaria los que tomaron la iniciativa de redactar la ley, sin que los herederos de la dictadura ni siquiera aceptaran participar en la Comisión Parlamentaria, ni votaran posteriormente a favor de una ley que no les afectaba.

No se entiende por ello las continuas referencias a la Ley de Amnistía como amparadora de los delitos cometidos durante la Guerra Civil y la brutal represión practicada por la dictadura tras su conclusión continuada mientras Franco vivió, cuando era una ley que no contemplaba tales supuestos.

Una mera lectura de su articulado permite comprobar que las medidas de gracia que aprueba se refieren únicamente a los actos de intencionalidad política y a los delitos y faltas tipificados en las leyes franquistas que pudieran haber cometido sus opositores. En ningún momento se mencionan los delitos que hubieran podido cometerse por la dictadura, por la sencilla razón de que no eran considerados como tales por las leyes entonces vigentes.En caso de duda, toda disposición legal habrá de tener en cuenta la voluntad del legislador, y nada mejor para entender ésta que examinar lo que fueron las discusiones en la Comisión Parlamentaria redactora de la ley, sobre todo cuando el proyecto fue aprobado en su totalidad, sin modificación alguna, por el pleno del Congreso de los Diputados.

Los debates en la Comisión se redujeron a un tira y afloja de los partidos democráticos para que la amnistía fuera total y a un intento de los representantes de la UCD para limitarla en algunos temas conflictivos. De tal forma que para evitar falsas interpretaciones se fuerza en su artículo 2º a una casuística, que de otra forma hubiera sido innecesaria, en la que no cupiera duda alguna sobre los supuestos comprendidos en la ley: como los delitos de rebelión y sedición, de los que fueron acusados los defensores de la República y otros muchos posteriores juzgados ante tribunales militares, hasta llegar a los integrantes de la Unión Militar Democrática (UMD), en los años setenta; o los de objeción de conciencia o guarda de secreto profesional y los de prensa y similares.

La única preocupación de los representantes de UCD fue que los referidos militares de la UMD no pudieran reingresar en el Ejército y que también estuvieran comprendidos en la amnistía los delitos cometidos por autoridades, funcionarios y agentes del orden público en su actuación represora de las libertades, al encontrarse varias causas abiertas en su contra por homicidios, torturas y otras arbitrariedades en distintos juzgados y tribunales. Pero nada más.

En la Comisión Parlamentaria, y por mor de ser el más joven de sus componentes, me nombraron secretario de la misma, encargado de la redacción de las actas que recogieran lo tratado en las reuniones celebradas, y aunque tras la tercera reunión desistí de ello, pues nunca fueron firmadas por sus componentes, sí conservo las primeras -sin validez legal- y numerosas notas de las discusiones. Ni una sola de ellas hace mención a que la amnistía suponía el borrón y cuenta nueva de las responsabilidades en que hubieran podido incurrir los vencedores de la Guerra Civil.

Nadie planteó que la amnistía se ampliara a los delitos cometidos bajo el paraguas y en defensa de la dictadura. En primer lugar, porque Alianza Popular, su legítima heredera, no quiso intervenir en la Comisión Parlamentaria, a pesar de ser reiteradamente invitada a asistir, declinando la defensa de cualquier derecho en la misma. En segundo lugar, porque los franquistas vencedores en la Guerra Civil y en la posguerra no creían que fuera necesario que les amnistiaran por las tropelías que habían cometido, que no sólo no se persiguieron sino que se avalaron con total impunidad, estimando que estaban suficientemente protegidos por las leyes de la dictadura.

Por eso cuando leo o escucho en los distintos medios de comunicación el argumento de que la Ley de Amnistía impide la investigación de los hechos ocurridos durante la guerra y la posguerra y la búsqueda de los restos de las personas represaliadas que fueron ejecutadas, estimo que se trata de una interpretación arbitraria y sin fundamento.

Que se busquen otras excusas y otras disposiciones legales en las que se puedan proteger de forma vergonzosa, pero que no se amparen en la Ley de Amnistía de 1977, que no se dictó para ellos.

Jaime Sartorius es abogado y fue miembro de la Comisión Parlamentaria que redactó el proyecto de Ley de Amnistía, en representación del PCE.

Arranca la campaña de exhumaciones de 2010

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica busca en Ciudad Real los restos de tres guerrilleros asesinados por la Guardia Civil en 1949.- Se abrirán fosas del franquismo en Castilla y León, Aragón, Galicia, Andalucía y Asturias

NATALIA JUNQUERA El País16/03/2010

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) inicia hoy en Retuerta del Bullaque (Ciudad Real) su campaña de búsqueda de desaparecidos de 2010. Este año precisamente se cumple una década de la primera exhumación practicada con técnicas arqueológicas y forenses. En esta localidad Ciudad Real se buscan los restos de tres guerrilleros asesinados por la Guardia Civil en 1949, pero después, la ARMH tiene previsto abrir otras fosas en Aragón, Andalucía, Castilla y León y Asturias.

Honorio Molina Merino, asesinado en 1949

Foto: Honorio Molina, apodado ‘Comandante Honorio’, era natural de Villarta de los Montes (Badajoz) y tenía 31 años cuando murió-

La primera exhumación ha arrancado ya en Retuerta del Bullaque, a 150 kilómetros de Madrid. Allí se buscan los restos de José Méndez Jaramago, Manco de Agudo, de 34 años; Honorio Molina Merino, Comandante Honorio, de 31 y Reyes Saucedo Cuadrado, también de 31 años. La Guardia Civil acabó con sus vidas el 12 de amrzo de 1949, según ha podido comprobar la ARMH en el registro civil de la localidad. Los tres fueron sorprendidos en un chozo de la Sierra del Carrizal donde habitaba un carbobero enlace con los guerrilleros, que había sido previamente amenazado por las fuerzas represoras para que les denunciara.

Los tres cadáveres fueron trasladados de la Sierra del Carrizal a Retuerta del Bullaque y enterrados en una fosa anónima en la zona civil del cementerio de la localidad, según han relatado vecinos de la zona. Ahora el arqueólogo René Pacheco dirige los trabajos de exhumación. La identificación posterior correrá a cargo del forense José Luis Prieto.

Zapatero recibe una solicitud para condecorar a Toru Arakawa, el japonés que ayudó a abrir fosas de la Guerra Civil

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica pide al presidente que le otorgue la orden al mérito civil a título póstumo

NATALIA JUNQUERA El País09/03/2010

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha solicitado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que conceda la Orden al Mérito Civil a título póstumo a Toru Arakawa, un ciudadano japonés que durante tres años viajó cada verano a España para colaborar desinteresadamente en la exhumación de fosas de la Guerra Civil.

Arakawa falleció el pasado cinco de octubre, a los 71 años. El recorte de un periódico japonés que hablaba de la recuperación de la memoria histórica le llevó de su casa en Niigata hasta Ponferrada para conocer al vicepresidente de la ARMH, Santiago Macías, que pensó, cuando llamó a su puerta, que se trataba de una broma. Había leído muchos libros de la Guerra Civil española y al ver una noticia en un periódico japonés hablando de la apertura de fosas, no lo dudó, y cruzó el mundo para venir a ayudar.

La ARMH recuerda que según el reglamento, la Orden al Mérito Civil se concede “a las virtudes cívicas de los funcionarios al servicio del Estado, así como los sercivios extraordinarios de los ciudadanos españoles y extranjeros en el bien de la Nación”. Emilio Silva, presidente de la asociación, cree que Arakawa cumple ese requisito con creces. Al regresar a Japón solía organizar charlas en su casa para explicar lo que había estado haciendo en España. En una entrevista a EL PAÍS explicó que sus amigos siempre le hacían la misma pregunta: “¿Por qué sigue habiendo fosas tantos años después e la muerte de Franco?

“En Japón me preguntan por qué aún quedan fosas”

La guerra de Julia Navarro

‘Babelia’ avanza la nueva novela de la periodista, ‘Dime quién soy’ (Plaza & Janés)

W. M. S. El País08/03/2010

La mirada más periodística y crítica de Julia Navarro aparece en su nueva novela Dime quien soy (Plaza & Janés). Los totalitarismos del siglo XX y la Guerra Civil española son los temas y escenarios que recorre la periodista en este libro que llegará a las librerías a partir de este viernes. Con esta obra la periodista cambia de registro al crear un retrato político, social y humano del pasado más inmediato que Babelia avanza hoy y puede leerse en la edición digital de EL PAÍS.

Con este libro, la periodista salda una deuda pendiente consigo misma: el tema de la Guerra Civil que la rondaba hacía tiempo pero que hasta ahora no sintió que hubiera madurado en su cabeza lo suficiente como para convertirla en novela. Más allá de aventuras, la autora ha dicho que es una obra para la reflexión y la más personal que haya escrito, para lo cual ha recurrido a los recuerdos y la memoria familiar. Es una novela, según Navarro, de sentimientos, de ideas y de personajes.

Dime quién soy empieza cuando un periodista recibe la propuesta de escribir la biografía de su bisabuela, Amelia Garayoa. Una mujer con muchas contradicciones que en su juventud fue una idealista del comunismo hasta que su vida en la Rusia de Stalin la enfrenta con la realidad. A partir de ahí se empieza a tejer la historia de España y de Europa que llevará a sus protagonistas por medio mundo y los hará testigos de sistemas como el nazismo.

Con sus tres anteriores novelas, Navarro se convirtió en uno de los escritores españoles más vendidos, al registrar ventas superiores a los dos millones de ejemplares con La hermandad de la Sábana Santa, La Biblia de barro y La sangre de los inocentes. Y no sólo en España, porque la mitad de sus ventas corresponden a traducciones.

Fragmento de ‘Dime quién soy’, de Julia Navarro