“No hay que tener miedo a la verdad”

MARÍA JOSÉ GONZÁLEZ R. El País26/04/2010

Amnistía Internacional España tiene desde ayer nuevo presidente. Alfonso López Borgoñoz toma el testigo de Itziar Ruiz-Giménez a la cabeza de una organización cuya voz lucha por ser escuchada en todo el mundo como bandera en defensa de los derechos humanos y, también ahora, de los derechos económicos, sociales y culturales. Son muchos los retos que afronta la organización: las numerosas campañas, el uso de las nuevas tecnologías para captar más activistas y propagar el mensaje, y en el tema político, el caso Garzón, en el que López Borgoñoz ratifica que “en cualquier caso se ha de llegar a conocer y establecer la verdad”. Hemos hablado con el nuevo jefe de AI España por teléfono, en su primer día en el cargo.

P. Hay dos temas pilares en la política de AI España: el uso del velo y el caso Garzón ¿qué nos puede decir sobre estos temas?

R. En el caso del velo, decir que AI, como no podría ser de otra manera, está completamente a favor de la libertad de las personas en el uso de su indumentaria, a menos que haya razones objetivas para que en casos concretos se puedan poner algún tipo de restricciones, argumentadas, porque existe algún riesgo grave de violaciones religiosas o políticas. A nadie se le puede imponer que se ponga el pañuelo, y al contrario. La gente tiene derecho a elegir su indumentaria en cualquier parte del mundo, aquí como en cualquier país del norte de África.

Con respecto al tema Garzón, creemos que, al igual que hemos estado persiguiendo los crímenes de lesa humanidad en muchos países de América, África y en Europa, también hay que perseguirlos cuando se hayan cometido en España. Los principios del derecho internacional son aplicables en nuestro ordenamiento jurídico y están por encima de las normas de nuestro país. No hay que procesar a la gente que investiga estas violaciones, sino cambiar la ley. La ley es la que está equivocada no la conducta, porque una conducta que trate de conocer la verdad de conseguir justicia y trate de conseguir reparación sobre víctimas de derechos humanos no es algo equivocado. Lo equivocado son las normas que tratan de impedir eso. En el caso del juez Garzón, lo que nos interesa es reflejar precisamente lo equivocado que es poner obstáculos al conocimiento de esa verdad, al poder impartir justicia y al poder dar reparación a las víctimas y sus familiares. Lo equivocado no es tratar de saberlo sino poner trabas, impedir, obstaculizar, pretender olvidar, no solo en España sino en cualquier parte del mundo, en México, Argentina, Chile, Rusia o China. Por eso todos debemos luchar para que el caso no se cierre por una puerta falsa y para que la gente que ha cometido esos crímenes horrorosos no viva en la más completa impunidad. Cuando hablamos de reparación no se trata de que todo sea igual sino que sea tratado de forma adecuada de acuerdo a las normativas internacionales. No se trata de venganza sino de justicia.

P. En caso de que Garzón sea suspendido ¿Qué haría AI, cuál sería el siguiente paso?

R. No puedo ahora predecirlo porque todo eso depende de reuniones con compañeros y de una estrategia que muchas veces viene marcada a nivel internacional. Lo que sí puedo decir es que AI seguiría reclamando que los que merecen protección son las víctimas, nunca los verdugos. En cualquier caso, se ha de llegar a conocer y establecer la verdad, se ha de poder investigar y llegar a los mejores datos, y no hay que tener miedo a la verdad, independientemente de cuándo sucedieran los casos.

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Zapatero frena a los líderes del PSOE que exigen mayor apoyo a Garzón

Blanco, Pajín y Chaves pidieron más compromiso hacia el juez de la Audiencia Nacional – El respaldo al magistrado lo ejercerá el partido, pero no el Gobierno

J. CASQUEIRO/ L. R. AIZPEOLEA El País26/04/2010

Fue una discusión interesante y viva y acabó en un reparto de papeles. Sucedió el pasado lunes, 19 de abril, a primera hora de la mañana, en la reunión de estrategia semanal que se celebra en La Moncloa y a la que acude la cúpula del Gobierno, del Grupo Parlamentario y del PSOE. Varios dirigentes del partido, como la secretaria de Organización, Leire Pajín; el vicesecretario general, José Blanco, y el propio presidente del partido, Manuel Chaves, reclamaron mayor compromiso en la defensa del juez Baltasar Garzón ante el malestar social que ha generado su enjuiciamiento por el Tribunal Supremo por su investigación de los crímenes del franquismo. Zapatero insistió en no rebasar el límite del respeto a las instituciones y a la independencia judicial. Tras el debate se pactó una salida: el Gobierno evitará cualquier manifestación que pueda cuestionar esa independencia o pueda interpretarse como una presión sobre los jueces. El apoyo a Garzón lo ejercerá el partido.

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Peridis – El País – 26/04/2010

“El Tribunal Supremo tiene que entender que ha creado alarma”

LUIS R. AIZPEOLEA / JAVIER CASQUEIRO El País25/04/2010

El presidente del PSOE cree que es muy difícil entender para mucha gente que el Tribunal Supremo juzgue a Garzón por investigar los crímenes del franquismo. Cree, también, que el Estatuto de Cataluña es constitucional

Manuel Chaves recibió a EL PAÍS a las ocho de la mañana del viernes en Castellana 3, en su despacho del viejo palacete del Ministerio de Política Territorial. La entrevista la hizo con la mirada puesta en el reloj, porque a las nueve tenía que salir a la reunión del Consejo de Ministros y, posteriormente, tenía un despacho con el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. Chaves entró en el Gobierno hace un año, tras ser presidente de la Junta de Andalucía durante casi 20 años, en plena recesión económica. Cree que, pese a la gravedad de la situación, se empieza a ver la luz al final del túnel. En la entrevista, apenas se habla de la crisis económica. El bloqueo del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña y el debate social abierto sobre el juicio al juez Baltasar Garzón centraron la atención de la entrevista. […]

P. El PP ha pedido la dimisión de su número dos, Gaspar Zarrias, por asistir a un acto de apoyo a Garzón. ¿Cree procedente que un miembro del Gobierno asista a un acto en el que se criticó al Tribunal Supremo?

R. Quien conozca a Zarrias sabe que está encantado con que Rajoy le haya venido con esto. Hay circunstancias personales que explican su actitud. Acudió como ciudadano y miembro del PSOE. Su abuelo fue fusilado y su padre estuvo muchos años en la cárcel. Hay que entender estas circunstancias humanas. El PP no se puede rasgar las vestiduras cuando ha llamado a la rebelión contra una ley votada por la soberanía o denuncia conspiraciones de jueces y falseamiento de pruebas de la policía. Tiene una doble moral. Al utilizar a Garzón y Zarrias pretende tapar la gran olla de corrupción que es el caso Gürtel.

P. ¿Qué le parece que se juzgue a Garzón por investigar los crímenes del franquismo?

R. El Tribunal Supremo cuando abre un procedimiento lo hace respetando el Estado de derecho. Pero ha producido alarma en sectores de la opinión pública. Hay que entender su incomprensión y su sorpresa porque juzguen a un juez que pretendía juzgar los crímenes del franquismo. Lo tiene que entender el Tribunal Supremo. Es difícil de entender por mucha gente.

P. ¿Ha prevaricado Garzón?

R. No soy el que debe juzgar.

P. ¿Van a hacer algo para evitar que el Tribunal Supremo condene a Garzón?

R. El fiscal ha pedido el archivo de la causa. No podemos adelantar acontecimientos. Tras la sentencia nos pronunciaremos.

P. ¿Se plantean revisar la Ley de Amnistía para dejar claro que los convenios internacionales impiden una ley de punto final?

R. No tenemos ninguna intención de revisarla.

P. ¿No cree que la Ley de Memoria Histórica fue imprecisa y generó múltiples problemas?

R. Fue una ley razonable. No llegó hasta donde querían algunos colectivos.

P. Ayer se manifestaron las víctimas del franquismo en apoyo de Garzón y la Falange convocó otra manifestación reactiva. Sectores conservadores dicen que la polémica sobre Garzón ha alentado las dos Españas. ¿Qué opina usted?

R. No tiene sentido hablar de las dos Españas. La Falange no representa a nadie. Se aprovecha de los mecanismos del Estado de derecho. Hay que reparar a las víctimas del franquismo, como recoge razonablemente la Ley de Memoria Histórica.

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Manos Limpias copió un auto de Varela para acusar a Garzón

El juez de la Audiencia recusa al del Supremo por “asesorar” a la acusación

MANUEL ALTOZANO El País25/04/2010

¿Qué mejores argumentos acusatorios que los del propio juez instructor? El colectivo ultraderechista Manos Limpias reprodujo de forma literal en su escrito de acusación -incluso con los mismos errores tipográficos- gran parte de la resolución que el magistrado del Tribunal Supremo Luciano Varela redactó el pasado 3 de febrero y en la que detallaba sus razones para sentar en el banquillo a Baltasar Garzón por supuesta prevaricación al abrir una investigación sobre los crímenes del franquismo. Varela dio el miércoles una segunda oportunidad a Manos Limpias para que eliminara de su escrito sus propios argumentos. Garzón, que considera que con ese trámite “insólito”, el instructor “aconsejó” a la única acusación que sostiene el caso, recusó ayer a Varela por su “interés indirecto” en el proceso que lo convierte en un juez “parcial”.

En la providencia por la que Varela permitió a Manos Limpias corregir su escrito de acusación, el magistrado del Supremo detallaba las páginas exactas que la acusación debía eliminar para que su escrito fuera aceptado. En caso de que el colectivo de funcionarios no lo hubiera hecho, la causa se habría quedado sin acusación -Falange fue expulsada del caso el viernes y el fiscal no ve delito en la actuación del juez- por lo que el Supremo se habría visto obligado a archivar el caso.

Esa providencia, considerada “insólita” por la defensa de Garzón, pero también por otras fuentes judiciales consultadas por este periódico, reclamaba que se eliminaran partes enteras del escrito citando incluso las páginas concretas que debían desaparecer para que la acusación fuera admisible. Esa labor de “expurgación” -como la califica el abogado de Garzón, Gonzalo Martínez-Fresneda- afectó en total a dos tercios de su contenido (50 de sus 74 páginas), tal y como se explica en el escrito de recusación.

Una de las partes que Manos Limpias plagia por párrafos enteros del auto de Varela del 3 de febrero es la relativa a la supuesta prescripción de las desapariciones de opositores al régimen de Franco que defendió el instructor para tratar de demostrar la supuesta prevaricación de Garzón. La acusación también copió literalmente todas las alegaciones de Varela en lo que se refiere a la Ley de Amnistía de 1977 que Garzón, en aplicación de Tratados Internacionales suscritos por España, dejó de aplicar respecto de los crímenes de la dictadura.

Hasta los calificativos empleados por Varela hacia Garzón en su resolución aparecen en el escrito de acusación. “El querellado [es decir, Garzón] se erige, de hecho, en árbitro ético de la decisión política tomada por las fuerzas políticas democráticas en 1977, so pretexto de baremos axiológicos extraídos de instrumentos de Derecho Internacional”, sostienen al unísono el instructor y la acusación popular.

Orientado a Manos Limpias para que eliminara sus alegaciones, Varela ha demostrado tener un interés concreto en el caso, según Garzón, que ayer mismo recusó al magistrado del Supremo para intentar apartarlo del proceso. “El instructor ha mostrado su interés en que las partes acusadoras mejoraran sus escritos de acusación”, mantiene el juez de la Audiencia Nacional en su escrito, muy parecido al recurso de apelación presentado el viernes para impugnar “la segunda oportunidad”, que el instructor dio a la acusación. Con esa decisión, Varela “ha tomado partido a favor de uno de los contendientes en el pleito”, añade el escrito.

Varela deberá a partir de ahora abstenerse de seguir adelante con el caso mientras la Sala tramita su recusación. Otro magistrado de lo penal deberá instruir esta nueva petición que, finalmente, será resuelta por todos los magistrados. A diferencia del resto de trámites iniciados por Garzón, éste último suspende el procedimiento hasta que se decida si Varela es definitivamente apartado del caso y sustituido por otro instructor. Fuentes jurídicas aseguran, sin embargo, que el tribunal también podría rechazar la petición a trámite sin entrar ni siquiera en el fondo del asunto.

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Trámites pendientes

Recurso de apelación contra el “asesoramiento” a Manos Limpias. La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo deberá resolver el recurso de Garzón contra el auto y la providencia por los que Varela permitió corregir sus escritos de acusación a Falange (que no lo hizo a tiempo y por ello fue expulsada del proceso) y Manos Limpias. Garzón considera que, al tomar esas decisiones, el magistrado del Supremo perdió su imparcialidad y actuó como “juez y parte” en una labor impropia de un juez instructor.

Recusación contra Luciano Varela. Según la Ley de Enjuiciamiento Criminal debe ser instruida por uno de los magistrados de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo y decidida en última instancia por la Sala de lo Penal. Garzón la basa en el “interés directo en la causa” que habría demostrado al dar una segunda oportunidad a las acusaciones -Falange y Manos Limpias- para que corrigieran sus escritos de acusación.

Recurso contra el auto de Varela en el que decidió juzgar a Garzón. La Sala de lo Penal debe resolver el recurso del juez de la Audiencia Nacional contra el auto de Varela por el que decidió procesar a Garzón y sentarle en el banquillo por prevaricación.

Suspensión por el Poder Judicial. El gobierno de los jueces espera que la decisión del Supremo de juzgar a Garzón sea firme para proceder a su suspensión cautelar. La comisión permanente del acordó que fuera el Pleno el que tomara la decisión que, según la Ley Orgánica del Poder Judicial, es reglada (no admite discusión). El Consejo no descarta convocar un pleno extraordinario para hacerlo.

Felipe González considera “injusta” e “inexplicable” la situación de Garzón

Diputados y militantes del PSOE irán a la manifestación “a título personal”

ANABEL DÍEZ El País24/04/2010

Un nuevo apoyo a Baltasar Garzón llegó ayer y, sin duda, marcará tendencia. El ex presidente Felipe González consideró “injusto e inexplicable” el proceso en el que está incurso el juez por investigar el franquismo. “Con el debido respeto a la independencia de la justicia, lo que está ocurriendo es cuando menos inexplicable; y lo que no se puede explicar no puede ser justo. Por tanto, lo que está pasando me parece injusto ya, antes de que haya un pronunciamiento”. Estas aseveraciones de González, ante el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, realizadas ayer en Zaragoza, donde recibió el Premio Internacional Aragón 2010, concluyeron con una frase enigmática: “Seguramente Garzón me va a entender mejor que nadie; pero los otros también me van a entender”.

“Es la primera vez y probablemente la última que me pronuncie sobre el fondo del asunto”, porque “ustedes saben que yo no tengo una relación especial con el señor Garzón”, por lo que “tal vez tenga más valor lo que digo”, añadió el ex presidente. Garzón abrió un proceso judicial contra la cúpula de Interior de González por las actuaciones criminales de los GAL. Por esta razón, las declaraciones de González alcanzan mayor relevancia. Para el ex presidente, el juez “se puede equivocar o no, pero de lo que le acusan, no es un delito de prevaricación”.

Tanta rotundidad no se ha visto en ningún miembro del Gobierno actual, aunque el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, fue muy criticado por el PP al resaltar “la contribución y la entrega del juez en la lucha contra el terrorismo”.

Lo cierto es que la opinión de González es muy compartida por dirigentes y militantes del PSOE, según manifiestan de forma discreta. Por eso, en la manifestación de hoy habrá muchos de ellos, “a título personal”, según señalan en la dirección federal, con pleno conocimiento.

Nada que objetar tiene al respecto la secretaria de Organización, Leire Pajín, que tras manifestar su máximo respeto al Supremo, resalta “la cercanía absoluta del PSOE con las víctimas del franquismo”. Otros miembros de la ejecutiva federal, como la responsable de Política Internacional, Elena Valenciano, explica la presencia segura de militantes en la marcha de Madrid, porque en el PSOE hay muchos hijos y nietos de represaliados del franquismo. Y los socialistas “no se van a manifestar” contra el Supremo, sino por la memoria de los represaliados, coinciden Pajín y Valenciano. Otros dirigentes lanzan reflexiones con dosis altas de pasión y emoción. “No queremos venganza contra los franquistas pero tampoco que los franquistas se venguen, por segunda vez, de las víctimas”, dijo un miembro de la ejecutiva.

El símbolo Garzón

SAMI NAÏR El País – 24/04/2010

Es la persecución, ahí está la presa. ¡Ya es la hora del castigo! Todo transcurre como si Baltasar Garzón fuera perseguido sólo porque es una persona que resulta incómoda, un símbolo de esa justicia universal que muestra tantas dificultades en consolidarse ante las razones de Estado y los imputados protegidos por instituciones sólidamente conservadoras. De las tres causas abiertas contra él, está claro que lo que constituye a ojos de sus adversarios un motivo para acusarlo de un delito de lesa majestad es la ruptura del pacto de silencio sobre el pasado de España, sumado al papel de inquisidor de la corrupción en el sistema político. Hay algo efectivamente denigrante en el intento de manchar la reputación de esta persona, por ahí donde la condena moral es más estigmatizante: el crimen de prevaricación, es decir, de deshonestidad material. ¡Pardiez! He aquí un juez que se ha ganado la fama de azote de la corrupción, de enemigo irrevocable de traficantes de todo tipo, y que no es, él mismo, más que un especulador venal. Y, ¿es aceptable, sugieren, que una persona como ésa, juez por añadidura, quiera restaurar la integridad de la identidad colectiva cuando él mismo es perseguido por falta de integridad en su cargo? Éste es el razonamiento perverso de quienes piden la cabeza de Garzón. No hay modo más eficaz para desacreditar, deslegitimar y, en definitiva, mancillar a un juez. Moraleja: aquellos que están en todas partes convencidos de que hay que decir la verdad sobre el pasado para asumir una identidad común en el presente, sin querer por ello instaurar un arrepentimiento que culpe a los vivos, se exponen a la venganza de los maestros del silencio.

Pero, ¿quién puede seriamente creer que los dramas de la Guerra civil permanecerán eternamente sellados por el silencio de una sociedad que reniega de su pasado? La paradoja a la que se ven confrontadas todas las naciones es que no pueden construir nada sólido para el futuro si no son capaces de enfrentarse a su propia historia. Y ésta nunca es un cuento de hadas, sino siempre un relato sangriento, violento y, al final, de reencuentro pacífico. Asumir la tragedia, convertirla en un momento de celebración de la memoria colectiva, es integrarla en la identidad para impedir que se repita. Que se sepa, este juez no ha declarado en ninguna parte que su investigación fuera selectiva, que quisiera emprenderla solamente con los crímenes de la dictadura franquista; que se sepa, no ha querido vengarse. Y, menos aún, reabrir las heridas que no han cicatrizado aún.

Decía Ernest Renan que una nación es “un plebiscito de cada día”. Añadía, además, que no puede construirse sin una parte de olvido, porque, si no, es un desgarro de todos los instantes. Pero el olvido no es el silencio y, menos aún, la ignorancia. El olvido necesario, y el perdón, que se convierte poco a poco en su corolario, no pueden manifestarse si no es sobre la base de un conocimiento real de los hechos. Lo que sería inaceptable, sería ver ese pasado con un solo ojo; hay que interrogar a todas las partes del drama, y dentro de cada bando. La historia es un bloque, que no se divide en verdades parciales, y las guerras civiles son siempre escuelas de barbarie. En todos los bandos.

¿Consistirá el crimen de Garzón en haber querido, basándose en el derecho, abrir ese doloroso camino de identidad común? Él, que ha lanzado tantas investigaciones porque cree en la universalidad de la justicia, debía de prever que un día abrirían una sobre él mismo, ya fuera por motivos tan frágiles como inconsistentes. Podemos estar en desacuerdo con él, pero ¿justifica eso que sea vilipendiado en su cargo?

La persecución de la que hoy es víctima y el sentido que tiene para España como para el resto del mundo, son en realidad profundamente simbólicos. Aquello a lo que se apunta en esta siniestra comedia es el papel de los magistrados que quieren hacer de la justicia, en nombre de la democracia, un arma contra todas las corrupciones y manipulaciones. Es el caso de Di Pietro en Italia, o el de todos esos jueces anónimos que, un poco en todas partes hoy en el mundo, hacen su trabajo diario de centinelas de la justicia y del derecho de la gente. Ellos se ven también afectados por el ataque contra Garzón. Es a ellos a quienes decimos sin escribirlo: “No estáis libres de ser justos”. Sin embargo, no hace falta ser adivino para comprender que un día nos daremos cuenta, inevitablemente, de cuán dañino habrá sido ese acoso a un juez culpable solamente de haber creído que podía ayudar a hacer justicia a la memoria de los vencidos de ayer.

Traducción de M. Sampons.

Intoxicación

ANTONIO ELORZAEl País –  24/04/2010

En el filme La noche de los muertos vivientes, los difuntos abandonaban sus tumbas para entregarse al saludable deporte de devorar a los humanos. El caso Garzón tuvo como punto de partida las demandas de los familiares de quienes fueron ejecutados desde la sublevación franquista, pero no son estos muertos los que ahora ocupan la escena. De hecho, para los adversarios del juez no han existido nunca, salvo en los autos condenatorios a la hora de recordar la irregularidad del procedimiento propuesto para recuperar sus restos. Ninguno de ellos piensa en cuál sería la mejor fórmula compatible con la ley para atender esa demanda social de los descendientes de las víctimas. Los auténticos muertos vivientes del día son las organizaciones fascistas que plantearon las querellas y seguirán obrando así, sirviéndose de las complicidades en el seno del Estado de derecho. Su resurrección ha sido además posible por la supervivencia larvada de una mentalidad filofranquista que ahora encuentra la posibilidad de repuntar, nada menos que rehabilitar un genocidio y eliminando a quien pretendió hacer justicia sobre el mismo.

Los autos del juez Varela intervienen en ese sentido por omisión, al no plantearse si desde julio de 1936 tuvo o no lugar un crimen contra la humanidad, ni cual sería la instancia más adecuada para ofrecer justicia a las víctimas. El caso del juez Adolfo Prego, protagonista de la admisión de la querella, es ya harina de otro costal. Habla en público sin tapujos, y así, desde la revista de la Hermandad del Valle de los Caídos nos explica que en los años cincuenta, esto es, bajo Franco, había más machismo pero menos asesinatos de mujeres. ¿Por qué? Entonces “había respeto, moral, conciencia del bien y del mal”, sumisión a “valores superiores”. Perdido eso en España, nación “milenaria”, “el hombre se convierte en una bestia” y mata ancianos, mujeres y niños. La nación española, nos dice entre metáfora y metáfora -antológica la de la Constitución y el chorizo-, resulta hoy destruida desde el BOE; es decir, por las normas promulgadas del Estado democrático. Semejante magistrado está en condiciones de aplicar tales planteamientos más allá del caso Garzón, desde el Tribunal Supremo. ¿Qué más queremos?

La crítica del ex fiscal Jiménez Villarejo apuntaba con argumentos convincentes al desastre que una actuación judicial así sesgada contra un “juez justo” está causando a la convivencia democrática. Sólo los grupúsculos franquistas se benefician de la ofensiva: Villarejo lo subrayó con toda razón y magistrados como Varela debieran haberlo tenido en cuenta. Una vez obtenida la patente de corso, acusarán a todo aquel que se mueva: Villarejo y el rector Berzosa son los primeros afectados. Buen servicio a la democracia.

En torno al eje del PP, la reacción de la derecha contra el acto de la Complutense ha sido brutal. Por supuesto ningún medio, personaje o tertuliano se pregunta si hubo justicia o injusticia en los objetivos de Garzón y en los procedimientos contra él. Y si la Universidad y los sindicatos tienen o no razón para protestar contra el olvido forzoso del franquismo. Ahí están todos en una puja para ver quién encuentra las palabras más contundentes: “aquelarre”, “chekismo”, “guerracivilismo”, “semi-bolcheviques” o bolcheviques a secas, “extremismo izquierdista”. Un alto cargo de la Comunidad se ceba en la actuación del rector Berzosa. Alude a su aspecto físico: sin duda él mismo no se mira en el espejo. La autonomía universitaria, a la basura. Rajoy supera sus conocidos límites como político convirtiéndose en inquisidor surrealista, al solicitar dimisiones de altos cargos socialistas por asistir a un acto legal. Y Rosa Díez habla de “golpe contra la democracia”.

Cierra el círculo la infamia eficazmente administrada. Portada del diario “líder de información”, día 14: “El Supremo acusado de torturas entre aplausos de la izquierda”. Puro montaje, ya que frente al auto de Varela, lo dicho por Villarejo fue que bajo el franquismo fiscales y jueces encubrieron las torturas. Verdad incuestionable. Y citó expresamente al TOP, no al Supremo, como puede comprobarse consultando el vídeo de Libertad Digital. Ante las cámaras pude comprobar que al número dos de la Cosa los documentos prueba de la falsificación no le impresionan. Se mantuvo agresivo en la falsedad. Y es que la intoxicación ha sido muy eficaz; sus ecos se han escuchado en todos los medios derechistas, presentándose gracias a ello como los paladines de una conciencia democrática fiel a esa transición que los defensores de la memoria republicana intentarían dinamitar. Crímenes contra la humanidad: provocación. Hay que blindar al franquismo. Elogiable lealtad.

Varela expulsa a Falange del ‘caso Garzón’ por una sutileza legal

Manos Limpias, que ha seguido sus indicaciones, continúa con la acusación

JOSÉ YOLDI El País24/04/2010

El juez Luciano Varela, instructor de la causa contra Baltasar Garzón por tratar de investigar los crímenes del franquismo, expulsó ayer del proceso a Falange Española de las JONS, por medio de una sutileza legal, como es la interpretación del plazo para la presentación del escrito. Falange ejercía la acción popular y solicitaba 20 años de inhabilitación para el magistrado por delito de prevaricación. La otra acusación popular, el pseudosindicato ultraderechista Manos Limpias, que también reclama 20 años de inhabilitación para Garzón, y resulta por tanto imprescindible para continuar con el proceso, sí consiguió cumplimentar con éxito el requerimiento siguiendo las indicaciones de Varela.

El pasado jueves, el juez Varela había dictado una resolución por la que declaraba que los escritos de acusación presentados por las acusaciones populares, tanto Falange como Manos Limpias, no cumplían los requisitos legales, porque no se ceñían a los hechos e incurrían en valoraciones sobre circunstancias ajenas al proceso. Por ello dio una serie de indicaciones a los querellantes para que subsanasen los defectos que presentaban sus escritos de acusación y los acomodasen a la legalidad en el plazo de una audiencia.

Falange ya ha anunciado que el próximo lunes recurrirá la decisión del juez por considerar que su apartamiento del proceso obedece a “cuestiones ideológicas”, mientras que en medios de las asociaciones de memoria histórica estiman que la expulsión de la formación política obedece a una “operación de maquillaje”, ya que no queda estético que el grupo que se sublevó contra el Gobierno legalmente constituido en 1936 sea el que lleve al banquillo de los acusados al juez que pretendía investigar su presunta participación en miles de desapariciones forzosas y crímenes contra la humanidad.

En la providencia dictada ayer, Varela razona que el procurador de Falange no había atendido al requerimiento formulado para subsanar los defectos en el escrito de acusación, por lo que “se le tiene por precluido en su derecho a formular acusación y apartado de la querella”. Varela, sin embargo, da por cumplimentado el requerimiento por parte del pseudosindicato ultraderechista Manos Limpias y de la Asociación Libertad e Identidad, que actúan bajo la misma dirección letrada.

En la resolución por la que rechazaba los escritos de acusación, Varela llegaba a decir del presentado por Falange que “lejos de limitarse a la mera descripción de los hechos, se extiende en múltiples valoraciones de tal suerte que resulta arduo diferenciar cuales sean los hechos cuya verdad o falsedad ha de ocupar la defensa del acusado y a cuya acreditación ha de orientarse la actividad probatoria”.

Aunque el escrito de Falange fue presentado durante la mañana del viernes, la Sala Penal tendrá muchas cosas que resolver en breve, desde el recurso de Garzón a esa facilidad otorgada por Varela para subsanar defectos a las acusaciones, hasta el recurso de Falange contra la decisión de apartarle del procedimiento.

Mientras, como nada tiene efectos suspensivos, Varela podría acordar la apertura de juicio oral para suspender a Garzón.

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Representantes de la ONU y de 26 Estados firman una declaración de apoyo a Garzón

Atribuyen el proceso contra el juez a “los privilegios de las élites franquistas”

NATALIA JUNQUERA El País24/04/2010

El II Congreso Mundial de Trabajo Psicosocial de Desaparición Forzada, procesos de exhumación, Justicia y Verdad, celebrado en Bogotá (Colombia), ha concluido con una declaración de apoyo al juez Baltasar Garzón (por quien hoy se viven en España concentraciones de apoyo ) firmada por representantes de 26 países (EE UU, Argentina, Chile, Perú, Venezuela, México, Suecia, Afganistán y Nepal entre otros) y de la ONU. El texto afirma: “La ausencia de políticas reparadoras hacia las miles de familias víctimas de la guerra y la dictadura en España no es casual. Las élites franquistas ingresaron en la democracia conservando todos sus privilegios y eso ha causado que la primera persona que se vaya a sentar en un banquillo como consecuencias de los crímenes del franquismo vaya a ser el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón”.

“El país que ensanchó los caminos de acceso a la justicia universal está a punto de convertirse en un referente de la injusticia universal. El juez Garzón está a punto de ser juzgado por el Tribunal Supremo español acusado de prevaricación por tratar de investigar los crímenes de la dictadura franquista. Mientras tanto, quienes han padecido tantos años de dictadura y carecen del apoyo del Estado ven apagarse sus vidas sin tener la oportunidad de conocer el paradero de sus seres queridos y de poder darles una sepultura digna”.

“Por todo ello defendemos el derecho de las víctimas del franquismo a la verdad, a la justicia y a la reparación. Asimismo rechazamos la persecución del juez Baltasar Garzón e instamos a las instituciones judiciales y al Gobierno español a terminar con la impunidad de la dictadura franquista y a trabajar para garantizarles la justicia a 113.000 familias que hasta ahora no han tenido derecho a ella”.

Este Congreso ha impedido asistir a la manifestación de hoy al vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Santiago Macías, que se desplazó a Bogotá para ofrecer un balance de los logros, dificultades y retos de las políticas de memoria en España. Tampoco podrá asistir a la protesta, a su pesar, el presidente de la asociación, Emilio Silva, porque tuvo que viajar a EE UU, acompañado del investigador del CSIC Francisco Ferrándiz para participar en el seminario internacional Exhumando cuerpos, produciendo memoria en la Universidad de Minessotta.

Las marchas de apoyo a Garzón se convierten en un homenaje a las víctimas del franquismo

Decenas de miles de personas se manifestan en una veintena de ciudades españolas en defensa del magistrado imputado por investigar los crímenes de la dictadura

NATALIA JUNQUERAEl País 24/04/2010

Manifestación de apoyo al juez Garzón en Madrid

Manifestación de apoyo al juez Garzón en Madrid- CLAUDIO ÁLVAREZ

Concluyó con un minuto de silencio por las víctimas y arrancó al grito de “¡Garzón, amigo, España está contigo!”. Treinta y cinco años después de la muerte de Franco, decenas de miles de personas salieron ayer a la calle para manifestarse contra el procesamiento del juez de la Audiencia Nacional por su investigación de los crímenes del franquismo y contra la impunidad de los delitos cometidos durante la Guerra Civil y la dictadura. En 21 ciudades españolas y siete extranjeras se oyeron gritos de apoyo al juez y críticas al Tribunal Supremo. En la protesta más multitudinaria, en Madrid, muchos asistentes confesaban que no habían acudido nunca a una manifestación. Jamás habían protestado por nada, explicaban ayer ancianos de 80 años.

Las víctimas caminaban arropadas por muchos artistas y pocos políticos. Entre los primeros, los actores Juan Diego Botto y José Sacristán, las actrices Charo López y Pilar Bardem, el escritor Luis García Montero o el cantante Miguel Ríos; y entre los segundos, Pedro Zerolo, como máximo representante del PSOE, y Gaspar Llamazares, de IU. No acudió ningún representante del Gobierno.

Pedro Almodóvar, Almudena Grandes y Marcos Ana, el preso que más tiempo ha pasado en cárceles franquistas, leyeron un manifiesto en el que aseguraron que el proceso a Garzón “devuelve a la noche oscura de los asesinos”.

-“¡España al revés! Corruptos y fascistas juzgan al juez!”

Con una mano sujetando su bastón y otra agarrando la pancarta de la manifestación contra la impunidad de los crímenes del franquismo caminaba Gervasio Puerta, de 88 años. Junto a él, casi en volandas, gritaba con todas sus fuerzas Carmen Arrojo, de 91. “Estoy aquí porque es mi obligación. Hoy me acuerdo mucho de mi compañero fusilado, de mi padre, de mis ocho años huida”.

El recorrido, de la plaza de Cibeles a Sol, se llenó de fotografías de las víctimas del franquismo, en señal de homenaje. De nombres conocidos (Grimau, Companys), de desconocidos y de desaparecidos. En primera fila, Carmen Páez, nieta de un fusilado, lloraba de emoción. “Aún no he encontrado a mi abuelo. Se entregó al terminar la guerra para que dejaran de acosar a mi familia, y le pegaron un tiro en la nuca en un camino de Torrejón. Pero pregunto en todas partes y me dicen que no pueden ayudarme”, relata. “Y ahora siento que lo que le pasa a Garzón es por nuestra culpa”.

-“¡Es-pe-ran-za!¡Di-misión!”, gritaban cada poco, dirigiéndose a la presidenta de la Comunidad de Madrid, que el jueves, llamó “carcamales” a las personas que se han manifestado en apoyo del juez Garzón.

Fausto Canales, que acudió al juez para exhumar los restos de su padre y su tío, enterrados sin su consentimiento “junto al verdugo”, en el Valle de los Caídos, advirtió que las movilizaciones iban a continuar: “Vamos a seguir luchando porque Garzón no se siente en el banquillo y porque no vuelvan a enterrar nuestra causa de los desaparecidos”.

-“¡Tapan la Gürtel, atacando a Garzón!”

Gaspar Llamazares opinó que es “la justicia española la que está sentada en el banquillo. El futuro de nuestros hijos dependerá del honor que sepamos hacer de la lucha de nuestros abuelos. Si queremos una democracia honrada tenemos que honrarles a ellos”.

El hispanista Ian Gibson, que ha pasado una mala temporada, por la desilusión de no haber encontrado a Lorca en la fosa de Alfacar (Granada), estaba eufórico: “Estoy muy orgulloso de esta manifestación. Siento que es un momento histórico. El mundo entero nos mira por algo bochornoso. En la Guerra Civil se pudieron cometer desmanes desde ambos bandos, pero después aquí hubo un genocidio. Y la gente quiere una investigación, quiere saber la verdad de lo que pasó. Se equivoca la derecha al decir que quieren reabrir heridas porque esas heridas no se cerraron nunca”.

Ángel Rojo -“Estaba predestinado”, ríe- , presidente de la Asociación de Amigos de los Brigadistas Internacionales explicaba que los ancianos de otros países que habían venido a combatir en la Guerra Civil le llamaban para preguntarle qué ocurría en España porque no entienden el proceso contra Garzón: “En sus países es impensable algo así. Los crímenes de lesa humanidad no prescriben”, cuenta. “Los jueces dicen que les faltamos al respeto, pero el respeto hay que ganárselo”.

Había mucha gente mayor, pero también muchos jóvenes, algunos de ellos con una pegatina sobre el pecho en la que se leía “nieto”. Juan Diego Botto, hijo de un desaparecido de la dictadura argentina, calificó la hornada de “éxito desbordante” y argumentó: “Se está hablando de las víctimas del franquismo, de las miles de personas que llevan años mendigando de ministerio en ministerio, de administración en administración, pidiendo información sobre sus familiares desaparecidos. La gente no sabe todo esto. Ahora les ha oído”.

En medio de las pancartas y los retratos de los desaparecidos, un hombre disfrazado de Darth Vader llevaba un enorme cartel en el que se leía: “Varela, el lado oscuro sabrá recompensarte”.

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Movilizaciones en la calle por Garzón FOTOS – EFE – 24-04-2010

Manifesto leído al término de la marcha de Madrid

Carlos y María del Mar

Testimonios en la marcha a favor de Garzón y ‘Contra la impunidad del franquismo’

FOTOS – MOKTHAR ATITAR – 24-04-2010

Carlos y María del MarEDAD: 54 Y 48 años. PROFESIÓN: Informático y masajista. “Venimos a la manifestación porque vemos una cierta involución política en contra de determinadas actuaciones de la Justicia y en defensa del juez Garzón. Nos parece un tío de puta madre”.- MOKTHAR ATITAR