“Lo de Garzón va a hacer mucho daño a España”

Patricio Guzmán. Director chileno del documental ‘Nostalgia de la luz’

GONZALO DE PEDRO AMATRIA – Público – 19/05/2010 08:30

El cineasta chileno, ayer en Cannes.afp

El cineasta chileno, ayer en Cannes.afp

En el desierto de Atacama, al norte de Chile, uno de los lugares más secos del planeta, un grupo de astrónomos trabaja escudriñando el pasado del universo. A sus pies, un grupo de mujeres palpa el desierto, centímetro a centímetro, en busca de un pasado más reciente: los huesos de sus familiares asesinados por la dictadura de Pinochet. Patricio Guzmán (Santiago de Chile, 1941), incansable luchador en pro de la recuperación de la memoria, enlaza esas dos miradas hacia el pasado en un documental, Nostalgia de la luz, tan poético como doloroso, personal y militante, presentado en la sección oficial fuera de competición.

Lleva años trabajando el tema de la recuperación de la memoria, ¿siente alguna responsabilidad?

Ninguna: me apasiona el tema de la memoria y por eso hago la película, pero no me siento un abanderado de nada. Es cierto que en Chile, como en los lugares donde hubo conflictos fuertes, hay una amnesia colectiva. El caso más dramático es España: 70 años después hay 200.000 cuerpos fuera de los cementerios.

Supongo que está enterado del tema de Garzón…

Me parece un desprestigio enorme para la imagen de España. Garzón se adelantó a la Corte Penal Internacional, y creo que es un error apartarle del trabajo, porque quiere entrar en el jardín secreto de la Guerra Civil. Es algo que va a hacer mucho daño a España, un paso atrás. Yo tuve mucho trato con él cuando rodé El caso Pinochet y me pareció un hombre obsesionado por la justicia. Y que sea mediático… ¿qué más da? Si es guapo, y tiene buena planta. Es como Allende, que era más elegante que la derecha y lucía trajes estupendos… ¡tanto mejor!

¿Cómo se reciben sus películas en Chile?

Ninguna película mía ha sido pasada por las televisiones chilenas. Tampoco han sido compradas por el Ministerio de Educación, ni por el de Cultura, ni por los museos, ni por el recientemente creado Museo de la Memoria. Desde 1996 he conversado año tras año con las televisiones y la respuesta es siempre la misma: “Es todavía pronto, vuelve el año que viene”. Al final me di cuenta de que hay un pacto de silencio para no tocar ciertos temas, como en España.

¿Sigue siendo tabú?

Se habla más, pero hay demasiada prudencia, nadie quiere meter el dedo en la llaga, y la opinión generalizada es “yo no fui, yo no estuve, yo no vi”. El pueblo chileno no se hace responsable de sus actos, cuando la memoria no es un problema abstracto, es algo que tiene que ver con la energía de un país: si un pueblo tiene energía es porque ha solucionado sus problemas con el pasado. Recordar ayuda a construir el futuro

¿Cómo consigue entonces ayudas para poner en marcha una película?

No es nada fácil. Todavía tenemos muchas deudas. No conozco a nadie que se haya hecho rico haciendo documentales.

* * * * *

Para ver extractos de la película Nostalgia de la luz, haz clic aquí.

“Es terrible que la Falange lleve a un juez al banquillo”

Javier Bardem se ha unido a la plataforma de apoyo a Baltasar Garzón por considerar que es de “sentido común” defender el derecho a la información de las familias de las víctimas

CARLOS PRIETO – Público – 19/05/2010 08:20

Para Javier Bardem, aún hay dos Españas.REUTERS

Para Javier Bardem, aún hay dos Españas.REUTERS

Ni pajarita ni chándal. Javier Bardem (Las Palmas de Gran Canaria, 1969) no iba ayer disfrazado para la alfombra roja. Tampoco de Uxbal, el hombre machacado por la vida que interpreta en Biutiful, la nueva película de Alejandro González Iñarritu.

El actor no sólo vestía ayer pantalón vaquero gris, camisa rosa y playeras, sino que estaba relajado y sonriente, lejos del estado de ansiedad (y subidón) en el que uno espera encontrar a los actores que compiten aquí estos días. El trasiego es grande y la promoción interminable. “Venir aquí a hablar de ti mismo durante horas y horas es lo peor. La promoción es una enfermedad necesaria”, dijo para arrancar.

Quizás por ello no duda a la hora de contestar a cualquier pregunta, aunque no tenga que ver con la promoción de su trabajo en el mayor escaparate del cine mundial. Los ataques que suele sufrir (tanto él como su madre) por parte de un sector de los medios de comunicación españoles, no le han quitado las ganas de seguir opinando sobre ciertos asuntos políticos de actualidad. El actor se ha unido recientemente a la plataforma de apoyo al juez Baltasar Garzón, apartado de su cargo en la Audiencia Nacional por querer abrir un proceso al pasado franquista.

“Creo que mi postura es de sentido común. Que Falange Española lleve al banquillo a un juez por investigar los crímenes del franquismo es algo terrible y retrógrado. Es de sentido común defender el derecho a la información y al bienestar de las familias de las víctimas. Con este asunto hemos dado un paso atrás importante. Gran parte del legado del franquismo sobrevive todavía en ciertos tribunales”, espetó.

Y una vez que cogió carrerilla ya no hubo quién para pararle. “Las dos Españas existen, lo vemos todos los días. Lo que quiere hacer Garzón es limpiar esas heridas para que no se vuelvan a abrir. Intentar impedir que se reabra este tema [investigar los crímenes del franquismo] tiene una motivación puramente política”, zanjó. Más claro, blanco y en botella.

Su papel en Biutiful, una película que se sumerge en el submundo del trabajo clandestino, le ha servido para conocer de primera mano el infierno cotidiano en el que viven muchos sin papeles en nuestro país. Una situación que califica de “esclavitud moderna” y que, en su opinión, ejemplifica “el modo en el que nuestro bienestar se basa en la miseria de los demás”.

Pero su malestar va más allá de las declaraciones bienintencionadas. Durante el festival se ha anunciado que Bardem producirá y narrará Hijos de las nubes, un documental sobre el conflicto del Sáhara occidental que dirigirá Álvaro Longoria. “Pretende ser un trabajo objetivo tras 30 años de despropósitos políticos sobre la situación. Desprovisto de emoción porque creo que la realidad va a dar siempre la razón al pueblo saharaui”, matizó. La película tratará de analizar “los intereses políticos y económicos” que se esconden detrás de la “partida de ajedrez geopolítica” jugada por Marruecos. Y lo hará a lo grande: el equipo de Hijos de las nubes aspira a entrevistar a nombres como Nicolas Sarkozy, Abdelaziz Bouteflika, James Baker, José María Aznar, Henry Kissinger y Bill Clinton.

Uno de los roles más densos

El actor parece haberse quitado ya de encima a Uxbal, uno de los papeles más densos de su carrera. “No es cierto que haga siempre personajes dramáticos e intensos. Aunque Biutiful es un drama extremo. No hay mucho humor aquí, no” (risas). Bardem dice que la lectura del guión de Iñárritu le “conmovió” porque mostraba a “la compasión como el último signo de salud de una sociedad corrupta y explotada”.

El intérprete ha estado durante muchos meses metido en la piel de Uxbal. Admite que se considera un actor “un poco obsesivo” y que a veces le cuesta “salir de sus personajes”, aunque no tiene alma de masoquista. “Es básico encontrar lo que te une al personaje. Pero esta búsqueda debe ser sólo un trampolín. Los trabajos terapéuticos son poco atractivos de ver. Les falta imaginación. De lo que se trata es de desentenderte de tus movidas personales para hacer algo que es mucho más importante. Los dramas de los personajes son más grandes que los tuyos”, contó.

Todo esto puede sonar muy abstracto, pero el hombre que ganó un Oscar por No es país para viejos (Joel y Ethan Coen) lo aclara con un pequeño ejemplo. En Biutiful hay una inmigrante subsahariana con críos que hace de sí misma. Eso sí entra dentro de lo que Bardem llama un trabajo terapéutico y doloroso. “El papel le afectaba personalmente. A cambio los niños actuaban con la frescura e ignorancia propia de su edad. Yo me sitúo entra esas dos vías, aunque la segunda me parece más saludable”, aseguró.

Eso sí, si uno tiene que meterse dentro del personaje se mete. Aunque sea un psicópata. Con todas las consecuencias. “Si me toca hacer de Hitler me pongo el traje de nazi. Y me pongo a favor de Hitler. Intento comprender sus motivaciones, por caóticas y fascistas que fueran, como hizo Bruno Ganz de un modo fantástico en El hundimiento“, razonó. Y señaló que los roles de los que más le cuesta desprenderse son los basados en personas de carne y hueso, “como Ramón Sampedro [Mar adentro] o Reinaldo Arenas [Antes que anochezca]”. Pero el esfuerzo no es nada comparado con “el lujo de poder dedicarme a esto”. Un tipo contento y con suerte, pues.

El último listado de presos políticos

Las sentencias del Tribunal de Orden Público (TOP) recopilan las historias de más de 10.000 hombres y mujeres

PEDRO ÁGUEDA – Público – 19/05/2010

Carmen, esposa del histórico Sánchez Montero.G. DEL RÍO

Carmen, esposa del histórico Sánchez Montero.G. DEL RÍO

Ángel se quedó sin trabajo en 1969. Tenía 17 años y fabricaba carburadores en un polígono industrial de Madrid. “Ausencia injustificada”, decía la carta de despido que llegó a su casa. Tres días llevaba sin aparecer por el tajo. No podía, lo estaban moliendo a palos en la Brigada Político Social para ver si cantaba el nombre de algún compañero de las entonces incipientes Juventudes de Comisiones Obreras de San Blas. El patrón que firmaba la carta era el mismo que lo había delatado.

Y Ángel Jurado, Andrés para la clandestinidad, contaba ayer el asunto del despido como “una anécdota”, sin atisbo de rencor en su rostro, por el que tampoco asomaba el orgullo que debía sentir por haber traído la democracia a este país. Porque eso es lo que hicieron los más de 10.000 hombres y mujeres que aparecen en las sentencias del Tribunal de Orden Público (TOP), recopiladas ahora por la Fundación de los Abogados de Atocha en un CD que permite buscar a los protagonistas a través de treinta buscadores. Porque, como reconoció ayer en la presentación el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, “debajo” de todas las lecturas políticas que se han hecho están todos aquellos que hicieron la Transición a pie de calle y en los calabozos de la Puerta del Sol. Invitado por ser la versión democrática de los ministros de Gobernación, Rubalcaba dijo que fueron aquellos estudiantes, trabajadores, abogados, profesores y artistas, juzgados y condenados por el TOP, los auténticos “héroes de nuestra democracia”.

Silencio, pero no olvido

“Hemos hecho en este país la transición a la democracia sobre la bisagra de una reforma accidentada en el silencio y la ruptura de la espiral de la venganza. Así había que hacerla y no había que arrepentirse, pero del silencio al olvido sólo hay dos pasos y sería pernicioso que algunos los dieran”. La cita es del jurista Francisco Tomás y Valiente y fue utilizada por Rubalcaba para explicar el sentido de la obra presentada por la Fundación.

El magistrado Juan José del Águila y los catedráticos José Gómez Alén y Rubén Vega han recopilado las 3.797 sentencias dictadas por el TOP entre 1964 y 1977, con excepción de las del primer trimestre de 1972, que se han perdido. “Era imposible ser sindicalista y no estar en el TOP. Sólo había un sindicato (legal)”, contó ayer Cristina Almeida, una de aquellas abogadas. Almeida dio un salto a la actualidad: “No quiero echar más lágrimas por ver al juez Garzón perseguido por el sindicato Manos Limpias o, mejor dicho, manos sucias. Tampoco por quienes no pueden desenterrar a sus familiares y hacerles un monumento”.

Al terminar el acto, José Luis Ballesteros se quejaba con amargura: “Ha venido Rubalcaba, que no quiso dejar en pie la cárcel de Carabanchel”, símbolo de la represión franquista. Allí fue a dar con sus huesos José Luis, tras un juicio militar, y muchos de los condenados por el TOP, incluido Ángel. Tenía diecisiete años entonces y pasó tres meses en el talego. Y al salir de la cárcel, en paro.

ICV denuncia el coste público de las obras del Valle de los Caídos

Joan Herrera pregunta cuánto ha gastado el Gobierno en la restauración

MIGUEL ÁNGEL MARFULL – Público – 19/05/2010 02:00 Actualizado: 19/05/2010 03:00

Vista del Valle de los Caídos.mónica patxot

Vista del Valle de los Caídos. Mónica Patxot

El Valle de los Caídos vuelve a pasar factura al erario público. Los recortes no afectan a una restauración en la que, según informó Público en abril, Patrimonio Nacional reconoce un gasto de 27.000 euros sólo para desmontar La Piedad, escultura que saluda a la entrada del mausoleo del dictador.

La restauración podría costar medio millón de euros, según expertos consultados por este diario, aunque Patrimonio prefiere “no especular” sobre este desembolso.

Por este motivo, el portavoz de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Joan Herrera, ha trasladado al Gobierno una batería de preguntas sobre el montante final de la operación y el fondo de esta actuación a cargo de fondos públicos.

Herrera quiere saber si el Ejecutivo “considera prioritaria” la restauración de “una estatua de dudoso valor artístico” como La Piedad, cuánto costará hacerlo, si se plantean otras reformas en el complejo franquista y si el Ejecutivo no encuentra mejor destino para el dinero público que lavar la cara al monumento erigido por Franco, entre otras cuestiones.

Trasladar a Franco

El parlamentario ecosocialista interpela al Gobierno también sobre el futuro de este icono del franquismo: “¿Se han planteado otras actuaciones, como, por ejemplo, el traslado de las tumbas de los dictadores Primo de Rivera y Franco?”, interroga Herrera, según recoge la iniciativa parlamentaria a la que ha tenido acceso Público. La respuesta le será remitida al diputado por escrito.

La restauración de La Piedad no es, además, la única tarea de recuperación que se ha realizado en el Valle de los Caídos en los últimos meses. También se han rehabilitado las imágenes falangistas de la bóveda de la basílica, cuya iconografía roza todos los límites de la Ley de Memoria Histórica al exaltar sin complejos la Guerra Civil y el franquismo.

Herrera cuestionó ayer la restauración del Valle de los Caídos, una vez que no se ha convertido a este complejo en un espacio para la memoria, como es Villa Grimaldi en Argentina, o antiguos campos de concentración nazis en Alemania. “No se trata de demolerlo, sino de explicarlo”, concluyó Herrera.

Kirchner vuelve a defender con vehemencia al juez Garzón

Pese a las críticas del PP, la presidenta de Argentina vuelve a alabar al  juez que convirtió a España “en un faro de los derechos humanos”

Público – 18/05/2010 20:10 Actualizado: 18/05/2010 20:30

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha defendido con vehemencia al suspendido juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón cuando se le preguntó al respecto en la rueda de prensa posterior a la clausura de la Cumbre UE-América Latina y Caribe. Kirchner recordó que, en otro tiempo, “la propia España admiró a ese juez que convirtió a este país en un faro de los derechos humanos”.

“Tengo por Garzón un gran aprecio personal y un gran respeto y admiración institucional”, proclamó la presidenta argentina, que ayer se reunió con Garzón aprovechando su visita a España.

Kirchner, que aseguró que, si en su país no se hubiera derogado la ley de punto final, tanto ella como su marido habrían concedido la extradición de los altos cargos de la dictadura argentina, recordó los elogios que recibió Garzón al juzgar al militar Adolfo Scilingo y al ex dictador chileno Augusto Pinochet.

“La vigencia de los derechos humanos”

Tampoco se escondió a la hora de expresar su opinión sobre el debate de fondo. “Sostenemos la vigencia de los derechos humanos como una cuestión universal”, afirmó. “Los derechos humanos no son privativos de un país, son universales y así lo entendió la propia España”, recordó, cuando los abanderó Garzón, a quien Kirchner le expresó su apoyo y le reiteró su amistad y admiración.

Por el contrario, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no se atrevió a posicionarse sobre el caso Garzón, que tanta polémica ha causado por la supuesta intromisión de algunos miembros del PSOE en las causas abiertas contra él en el Tribunal Supremo. Eso sí, quiso aclarar que el franquismo ha quedado “afortuadamente superado”, indicando implícitamente que no quedan resquicios del mismo en la magistratura.

Por lo demás, en relación a Garzón se limitó a constatar que “hay un gran debate sobre la justicia internacional” y que lo que en cualquier caso “sí es de justicia” es que quienes “durante décadas no han sabido dónde estaban sus familiares” ejerzan su “derecho” a rendirles “recuerdo”.

Una actitud “intolerable”

Donde no han sentado demasiado bien las palabras de Kirchner es en el seno del PP.  La portavoz del grupo del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, ha afirmado que es “intolerable” que la presidenta argentina “venga de fuera a dar lecciones de respeto a la Justicia”.

Cristina Fernández de Kirchner y su marido “son los menos indicados para dar lecciones de Justicia y de seguridad jurídica a nadie”, ha destacado la portavoz de los populares en la Cámara Baja.

Por ello, ha pedido al Gobierno que no permita que nadie “ponga en entredicho” a las instituciones españoles, si bien ha matizado acto seguido: “Cuando desde dentro del Gobierno las debilitan,. algunos desde fuera se ven legitimados para hacer lo mismo”.

La presidenta de Argentina se manifestó ayer preocupada, dolida y sorprendida por el caso de Garzón, toda vez que la decisión del Tribunal Supremo le resulta “una regresión en la concepción de la justicia universal en materia de derechos humanos”.

En defensa del juez Garzón

BARBARA PROBST SOLOMON El País19/05/2010

Era yo adolescente cuando, durante una breve estancia en Alemania en 1948, busqué Dachau. Pero en la ciudad de Dachau nadie parecía haber oído hablar del campo de exterminio. En esa misma época escribí una carta a mis padres sobre el periodo que había pasado en la Sorbona: “Hablan de este filósofo alemán, Martin Heidegger, que era nazi, pero dicen que no importa”. Medio siglo después, sí importa.

Ahora Dachau ya no es un lugar escondido, vigilado por el Ejército estadounidense; las matanzas de Katyn ordenadas por Stalin ya no están envueltas en misterio y las nerviosas amnistías otorgadas a los principales criminales de la Francia de Vichy en la posguerra inmediata se han visto sustituidas por los juicios abiertos y las reflexiones históricas posteriores. En estos mismos momentos, en Múnich, el Gobierno alemán busca justicia y claridad en el juicio a John Demjanjuk, el asesino del campo de exterminio; una forma de honrar a las víctimas de la barbarie de aquellos años en el país, que ayudará a dejar atrás ese pasado oscuro. Sin ese reconocimiento, las víctimas corren peligro de permanecer en el limbo histórico de las no personas.

Sin embargo, España, a diferencia de otros países europeos, no ha gozado de esa claridad ni ha podido dejar atrás oficialmente sus propias atrocidades pasadas. Pero las leyes no tienen por qué ser una colección inmutable de normas rígidas; deben reflejar los intereses del bien social general. Para llevar a Klaus Barbie a juicio, el Gobierno francés tuvo que pasar por alto el hecho de que a Barbie ya se le había juzgado en ausencia e invocar por primera vez el delito de crímenes contra la humanidad, que no prescribe. Lo que hizo posible el proceso -además de los enormes esfuerzos de activistas de derechos humanos, abogados y jueces y la cooperación de otros Gobiernos que facilitaron su extradición- fue, al final, la voluntad del Gobierno francés de examinar su turbio periodo de Vichy. Lo importante no fueron las personalidades de los involucrados en el proceso. Lo importante fue que siempre se debe prestar atención a los crímenes contra la humanidad. Por consiguiente, insto a los responsables de la suspensión del juez Garzón a que, en interés del bien general, le reinstauren en su puesto para que pueda continuar su valiosísima labor.

Estrasburgo avala las tesis del juez sobre las amnistías

Un ruso, condenado por crímenes de la II Guerra Mundial

JOSÉ YOLDI El País19/05/2010

La Gran Sala del Tribunal de Estrasburgo ha declarado que la condena de Vassili Kononov, un letón de 87 años con nacionalidad rusa desde 2000, por crímenes de guerra cometidos en la Segunda Guerra Mundial, no supone una violación del artículo 7 (no hay pena sin ley) de la Convención Europea de Derechos Humanos. La decisión constituye un respaldo internacional a la interpretación que el juez Baltasar Garzón hizo en su intento de persecución de los crímenes del franquismo, (es decir que ese tipo de atrocidades nunca prescriben aunque lo sostengan leyes nacionales), lo que implícitamente supone que no es él quien prevarica y que la interpretación del Tribunal Supremo es la que está equivocada.

Kononov, nacido en Letonia en 1923, fue movilizado como soldado del ejército soviético en 1942. En 1943 fue lanzado en paracaídas sobre territorio bielorruso, entonces ocupado por Alemania y se integró en un comando soviético de “partisanos rojos”. Según los hechos establecidos por la corte letona, el 27 de mayo de 1944, Kononov dirigía una unidad de partisanos que llevaba uniforme alemán en una incursión en la ciudad de Mazie Bati, en la que algunos de sus habitantes eran sospechosos de haber denunciado a otro grupo de partisanos. Tras registrar seis granjas, encontraron fusiles y granadas que habían sido proporcionadas por los alemanes, por lo que Kononov y sus hombres mataron a nueve personas. Cinco cabezas de familia fueron ejecutados y un sexto hombre y tres mujeres, una de ellas encinta, perecieron cuando quemaron sus casas. Ninguno estaba armado, ni intentaron huir, ni opusieron resistencia a los partisanos.

Aunque Kononov negó que hubiera dirigido personalmente la operación, la Corte Suprema de Letonia le condenó en abril de 2004 por crímenes de guerra. Debido a su edad, a que está enfermo y es ahora inofensivo, solo fue condenado a un año y ocho meses de prisión. La condena se basaba en las disposiciones de la Cuarta Convención de Ginebra de 1949, relativa a la protección de civiles en tiempo de guerra. Y los crímenes se cometieron en 1942, por lo que se supone que no había en esa fecha una ley escrita aplicable.

Pero la Gran Sala recuerda que el Reglamento de La Haya de 1907 ya prohibía los ataques a localidades no defendidas, como eran las granjas y que esos crímenes eran considerados delitos en las leyes y costumbres, por lo que los estados tenían la obligación de adoptar medidas para castigar a individuos culpables de esos crímenes. Como decía Garzón.

Garzón: “No me siento perseguido, pero si alguien lo hace, debería explicar por qué”

El magistrado visita el Ayuntamiento de París, un día después de recibir un premio en la Escuela de Ciencias Políticas de la capital francesa

ANTONIO JIMÉNEZ BARCA El País18/05/2010

El juez Baltasar Garzón, un día después de recibir un premio en la Escuela de Ciencias Políticas de París, ha acudido al Ayuntamiento de París, invitado por la primera teniente de alcalde, Anne Hidalgo. Allí ha asegurado que no siente que le persiga nadie en España, que a su juicio no habría por qué hacerlo, “pero si alguien lo hace, debería explicarlo”. El juez ha afirmado que se siente “tranquilo”, que está convencido de que al final se demostrará su inocencia y que el Tribunal Supremo español le merece “el mayor de los respetos, como no podía ser de otra manera”.

Garzón, ayer, en el discurso posterior a la entrega del premio, aseguró que al final todas las leyes que amparan la impunidad acaban cayendo. ¿Se refería a la Ley de Amnistía española? El juez, hoy, no ha querido ser más preciso: “Dije lo que dije, no me refería a ninguna ley en particular, pero con el tiempo, las leyes de amnistía acaban siendo anuladas o derogadas. Así ha pasado en Argentina o en Perú. Pero o me voy a referir a la Ley de Amnistía Española porque eso es parte del proceso en el que estoy involucrado”.

A la pregunta de si percibía ensañamiento en España contra él, el juez aseguró: “No me he parado a pensarlo. Ahora bien: cuando uno empieza una investigación puede acertar o no, pero de ahí a pensar que lo hace de manera perversa…Mi conciencia me dicta que estoy lejos de haber actuado de forma ilícita”. A su juicio, el se ha limitado “a interpretar las normas locales al amparo de tratados y normas internacionales de justicia universal”.

A la hora de comentar su proceso y el hecho de que haya sido el sindicato ultraderechista Manos Limpias y Falange quienes hayan impulsado su proceso añadió: “Yo no hago valoraciones personales”. Pero añadió: “La acción de la justicia debe ser independiente y debe ser respetuosa con el derecho a la defensa”.

Por su arte, Hidalgo, hija de un republicano español exiliado en Francia, aseguró que más allá de las interpretaciones jurídicas, el proceso de Garzón “es político”. “La derecha española trata de rehabilitar el franquismo. Los pueblos tienen derecho a mirar su historia cara a cara. Hacerlo de otra manera es una forma oscurantista de actuar. Y la democracia española es ya lo suficientemente madura como para saber la verdad de su historia, aunque sea dolorosa”.

Gangrena

ROSA MONTERO El País – 18/05/2010

El caso Garzón no resulta fácil de entender. Tengo la sensación de que nos hemos metido en un profundo pantano; y de que, en el fondo, no es una pelea por el franquismo sino por otras cosas: por el poder real aquí y ahora, por la manipulación de la judicatura, por los hilos subterráneos de la política. Y se diría que Garzón (con quien, por otra parte, tenemos una deuda de gratitud impagable por actuaciones tan esenciales para la democracia como el esclarecimiento del GAL) ha chapoteado también en esos lodos. De ahí la saña con la que lo persiguen, poniendo incluso trabas a su viaje a La Haya: es la inquina de los rivales directos. La cuestión formaría parte de un juego feroz por el poder en el que vale todo: como diría Borges, se devoran los unos a los otros mientras se acusan de caníbales.

Pero lo peor es que estos antropófagos nos están comiendo las entrañas a todos. Utilizan la guerra civil para insultarse, quieren hacernos creer que la derecha de hoy es la del 39 o que los de izquierdas queman iglesias (falso en ambos casos), y con todo este envenenado guirigay van a terminar consiguiendo que, en efecto, no podamos investigar los crímenes del franquismo. Y eso sería una catástrofe. Maldita sea, ¡hace 70 años que acabó la guerra! Es el momento de saber. Y de crecer. Al menos los asesinatos cometidos por el bando republicano (unos 50.000) fueron investigados por la Causa General, pero los crímenes franquistas siguen llenos de sombras: ¿fueron 150.000, 200.000? ¿Cómo no vamos a preguntarnos qué pasó? Es más, olvidemos la Causa General, que a fin de cuentas era franquista; arrumbemos la Ley de Amnistía, que en su momento sirvió pero que hoy es un lastre, e investiguemos de verdad lo que sucedió en uno y otro bando. Hoy podemos hacerlo. Y lo necesitamos. Cerrar esa herida en falso terminará en gangrena.