Yo discrepo pero no prevarico

CLARA BAYARRI El País – 22/04/2010

Iva Zanicchi desgranaba con voz aterciopelada la letra de una canción en la que se describía el horror y lo absurdo de las guerras. A nada conduce el enfrentamiento crispado, el agrio exabrupto, la belicosidad visceral…. sólo a la involución. Yo no quiero volver a “la orilla blanca, la orilla negra” que cantaba en los años sesenta la bellísima italiana, ni quiero que se me adjudiquen banderas que limiten mi percepción del paisaje. Quiero poder discrepar, con honestidad, y con absoluto respeto a la opinión de los otros. Pero quiero también que se respete mi discrepancia con idéntica empatía.

En derecho, la discrepancia es algo normal y, hasta diría que útil, saludable y necesario. Hasta tal punto normal que los tribunales colegiados se han constituido por ley siempre en número impar para que, previendo las seguras discrepancias, nunca pueda producirse un empate que paralice la adopción de resoluciones. Tan previsto está en la ley que jueces y tribunales discrepemos entre nosotros sobre una determinada interpretación legal o respecto a la valoración de las pruebas que la figura del “voto particular” está detallada y expresamente regulada. Así, si el que discrepa del parecer de la mayoría es el designado ponente de la causa (el encargado del trámite y de redactar la sentencia), éste tiene obligación de formular un voto particular respecto de la resolución que se dicte: “Si… no se conformare con el voto de la mayoría, declinará la redacción de la resolución, debiendo formular motivadamente su voto particular” (artículo 206 de la Ley Orgánica del Poder Judicial).

Cuando el que discrepe de la opinión mayoritaria sea uno de los magistrados que no tiene encomendada la redacción de la sentencia, podrá firmar la sentencia, aunque no esté de acuerdo con ella, o formular voto particular en el que formule las razones de su discrepancia (artículo 260 LOPJ). En uso de este derecho, formulamos, otros compañeros y yo, un voto particular el 4 de diciembre de 2008 frente al auto de 2 de diciembre de 2008 del Pleno de la Sala Penal de la Audiencia Nacional que declaró la incompetencia del magistrado juez de Instrucción Central nº 5, D. Baltasar Garzón, en el Sumario 53/2008 y ello, además de por razones procesales, por la firme convicción de que la Audiencia Nacional es la competente para la investigación de los delitos de lesa humanidad y genocidio que la sistemática y masiva eliminación de adversarios políticos que se verificó en nuestro país tras la Guerra Civil constituye.

Soy, sí, una discrepante. No estimo por ello que mis compañeros de tribunal sean unos ignorantes o unos prevaricadores: sencillamente, interpretan la ley de modo diferente al mío. Soy una discrepante, sí, pero no soy por ello una grosera ignorante de la legalidad ni una prevaricadora: el artículo 6 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece que los jueces y tribunales no aplicarán las leyes y normas contrarias a la Constitución, y el artículo 10.2 de la Constitución establece que las normas relativas a la interpretación de los derechos fundamentales (y el derecho a la tutela judicial efectiva lo es) se interpretarán conforme a la Declaración Universal de Derechos Humanos y a los tratados y convenios internacionales ratificados por España. No soy un enemigo a abatir. Ni tan siquiera un adversario. Soy una discrepante. Nada más. Nada menos. Soy una discrepante, sí. Y a mucha honra.

Clara Bayarri, magistrada de la Audiencia Nacional, emitió un voto particular discrepante, junto a Ricardo de Prada y Ramón Sáez, en el que se mostraba partidaria de la competencia de la Audiencia Nacional para investigar los crímenes del franquismo.

Varela orienta a Falange sobre cómo corregir su acusación

JULIO M. LÁZARO El País22/04/2010

El juez instructor del Tribunal Supremo, Luciano Varela, dictó ayer dos resoluciones insólitas en las que orienta y explica a Manos Limpias y Falange sobre cómo subsanar los defectos que contienen sus respectivos escritos de acusación contra el juez Baltasar Garzón por la causa contra los crímenes del franquismo. El magistrado da a ambas acusaciones “el término de una audiencia”, es decir, un día, para que subsanen los defectos y cumplan con los requisitos de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Fuentes jurídicas consultadas ayer sobre estas resoluciones las calificaron como “lo nunca visto” en un proceso: “El instructor se dedica a corregir y orientar los escritos de las partes”. Varela cita como precedente, sin más aclaraciones, el auto del Supremo de 19 de julio de 1997 que consideró “nulo e ineficaz” el escrito del abogado Juan Ramón Montero, y expulsó al Partido Popular como acusación del caso Filesa sobre financiación ilegal del PSOE. La nulidad fue automática, no se concedió al abogado ningún plazo de subsanación, y tuvo como efecto inmediato que quedaran fuera del proceso diez acusados.

Múltiples valoraciones

En esta ocasión, sin embargo, Varela advierte a Falange de que su escrito no se atiene “de manera notoria” a las obligaciones procesales, pues en vez de limitarse a la “descripción” de hechos, se extiende en múltiples “valoraciones”, hace “constantes referencias a circunstancias personales” del acusado, e incluye otras ajenas al proceso como el “derecho al honor” de los falangistas.

En vez de declarar directamente nulo el escrito de Falange, como se hizo en 1997 con el del PP, Varela sugiere que retire acusaciones como que “Garzón se erige en juzgador de la historia y redentor del bando vencido”, que su fundamentación estaba “cargada de un alto grado ideológico”, y que no investigó hechos de los que quedan “presuntos responsables vivos, como Santiago Carrillo”.

En el caso de Manos Limpias, la orientación de Varela es aún más notoria: les requiere para que retiren directamente “las páginas 2 a 7 de su escrito” por incluir hechos ajenos al objeto del proceso. Se trata del procedimiento relativo al archivo de la querella por los fusilamientos de Paracuellos del Jarama, que el propio Varela ordenó traer a la causa contra Garzón y que por eso Manos Limpias los incluyó en su escrito. También les pide retirar los folios 20 a 63 por resultar “extemporáneos”.

Parlamentarios chilenos repudian el “hostigamiento a Garzón”

46 legisladores de la oposición firman una declaración de rechazo al proceso abierto en España contra el magistrado que “lideró las investigaciones para juzgar a Pinochet”

El País22/04/2010

La Plataforma contra la Impunidad del Franquismo presenta firmas a favor de Garzón en la Audiencia Nacional de Madrid- Samuel Sánchez

46 parlamentarios chilenos han firmado una declaración pública de apoyo al juez Baltasar Garzón, que afronta tres causas por prevaricación en el Tribunal Supremo español, una de ellas por investigar los crímenes del franquismo. En el escrito, los parlamentarios, 44 diputados y dos senadores de la oposición, manifiestan su “solidaridad con quien ha velado de manera inagotable y ejemplar por el respeto de los derechos humanos incluso más allá de las fronteras de su propia nación”, con especial referencia a las investigaciones emprendidas por el magistrado para juzgar al dictador Augusto Pinochet por los “crímenes de lesa humanidad practicados durante 30 años de gobierno de facto en Chile”.

“Estamos convencidos del respeto y afecto que el juez Garzón se ha ganado entre la gran mayoría de los chilenos”, señala el documento, que “repudia” de forma categórica “el hostigamiento del que está siendo víctima el juez Garzón en su país”. En opinión de este grupo de legisladores chilenos, encabezados por los diputados Tucapel Jiménez, Hugo Gutierrez y Osvaldo Andrade, “resulta insólito que el mundo deba presenciar esta cruel paradoja, en que un grupo de personajes de dudosa calidad moral, reconocidos en su país por su férrea defensa de los más terribles horrores del franquismo, emprendan un juicio para perseguir a quien tanto ha dado a las víctimas de los derechos humanos”.

Finalmente, el escrito llama a “todos los diputados y demócratas de Chile a sumarse a este repudio, de manera de garantizar que esta farsa judicial quede en los anales de los episodios más vergonzosos de la historia reciente”.

Los parlamentarios chilenos se suman así a los múltiples actos internacionales de apoyo recibidos en las últimas semanas por el juez tras la causa por prevaricación abierta por el Tribunal Supremo, especialmente en Argentina, donde varias asociaciones han presentado una querella contra el juez Varela, instructor de la causa.

* * * * * * * *

Más de 100.000 firmas a favor de Garzón

Internet, una novela por escribir

Ocho escritores nacidos en los setenta debaten sobre el impacto de la Red en sus obras.- El peso de la tecnología marca el lenguaje de la literatura del futuro

JUAN CRUZ – Madrid – 22/04/2010

[…] Isaac Rosa: “No soy ni tecnófilo ni tecnófobo, pero no participo del optimismo tecnológico de muchos. En realidad no creo que Internet sea tan decisivo para la Literatura, porque no es tan decisivo para nuestras vidas aunque nos parezca que ya no podríamos vivir sin la red”. Va más allá: “El copy paste como técnica constructiva, la googlelización del conocimiento, la brevedad expositiva, el espíritu multimedia que acaba en picoteo superficial…, son formas válidas para el ocio, el consumo o el trabajo, pero más bien empobrecedoras de la Literatura”.

[leer todo el artículo]

* * * * * * * *

Ricardo Menéndez Salmón: “Siempre habrá buena y mala literatura, independientemente del soporte”

Elvira Navarro: “No voy a meter con calzador ningún procedimiento que la obra no demande”

Bruno Galindo: “Google es la panacea de la documentación, pero para escribir historias hay que tener una vida física”

Unai Elorriaga: “Quizá lo que quiera el lector que se para ante un libro sea todo lo contrario al estrés de Internet”

Irene Zoe Alameda: “Pasada esta oleada se redescubrirán las formas clásicas”

Vicente Luis Mora: “Skype mantuvo mi matrimonio intacto”

Isaac Rosa: “Internet no es tan decisivo para nuestras vidas”

Kirmen Uribe: “El medio audiovisual está muy presente en la novela”

Lecturas sobre Isaac Rosa y El vano ayer

isaac_rosa.jpg

En internet hay muchas críticas sobre El vano ayer y también entrevistas a Isaac Rosa. Os dejo aquí algunos enlaces:

CRESPO, Marciano: “El franquismo torturó y ejecutó hasta el último momento” [entrevista a Isaac Rosa]. Tribuna, octubre de 2004 [http://www.fsap.ccoo.es/comunes/temp/recursos/22/29408.pdf].

ECHEVARRÍA, Ignacio: “Una novela necesaria”. El País, 12/06/2004 [http://www.elpais.com/articulo/semana/novela/necesaria/elpepuculbab/20040612elpbabese_16/Tes].

RENDUELES, César: “Isaac Rosa. La anamnesis del franquismo”. Ladinamo, 13, 2004 [http://www.ladinamo.org/ldnm/articulo.php?numero=13&id=324].

En el “I Congreso Internacional de Literatura y Cultura Españolas Contemporáneas”, celebrado en la Universidad Nacional de la Plata (Argentina) del 1 al 3 de octubre del 2008, se presentaron varias ponencias sobre El vano ayer. Tenéis acceso a ellas en la página del congreso.

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

Os recomiendo también la siguiente novela de Isaac Rosa:

otra-maldita.jpg

y un artículo sobre ¡Otra maldita novela sobre la guerra civil!:

GOYTISOLO, Juan: “Ejercicio de valentía y lucidez”. El País, 17/03/2007 [http://www.elpais.com/articulo/narrativa/Ejercicio/valentia/lucidez/elpepuculbab/20070317elpbabnar_9/Tes].

Diarios sin comentar

Los que aún no habéis comentado los trabajos de vuestros compañeros, tenéis una excelente oportunidad: en el blog hay dos diarios muy interesantes que nadie ha comentado todavía:

-”¿Cómo convertir en novela un relato real?” (Antero)

-”Diario III” (Ignacio)

También podéis expresar vuestra opinión sobre los siguientes, que solo cuentan con un comentario cada uno:

-”Punto de vista de dios” (Antero)

-”Diario IV: El dictador como espejo” (Ignacio)

-”Diario V” (Ignacio)

Emilio Silva Y José Carlos Mainer

Emilio Silva y José Carlos Mainer charlarán hoy en Internet con los lectores de El País. Tenéis la oportunidad de enviarles preguntas de antemano.

* * * * * * *

Emilio Silva, Presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica

Miércoles, 21 de Abril de 2010 de 16:30 a 17:30

El juez Baltasar Garzón se enfrenta hasta 20 años de inhabilitación por su investigación sobre los crímenes del franquismo. Con la causa paralizada en España, familiares de víctimas y organizaciones de defensa de los derechos humanos han acudido a la justicia argentina. El presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Emilio Silva, charlará con los lectores sobre las razones que han llevado al colectivo a presentar una querella por el genocidio franquista en Buenos Aires, la movilización con los artistas o la ley de memoria histórica.

* * * * * * *

José Carlos Mainer, Autor de “Historia de la literatura española”

Miércoles, 21 de Abril de 2010 de 18:00 a 19:00

La “Historia de la literatura española” que coordina el escritor y crítico José Carlos Mainer se trata de la primera que se realiza en treinta años y tiene por objetivo poner al día los conocimientos aportados por la última generación de estudiosos desde una concepción original y sensible al nuevo público lector. Siete volúmenes que revisan la historia de nuestra literatura. José Carlos Mainer charlará con los lectores sobre esta nueva Historia de la literatura.

El regreso de un judío español que expulsó Franco

La Diputación de Cádiz le rinde a Mauricio Palomo un homenaje 66 años después de su éxodo por el Mediterráneo

Moshé Yanai, en el mismo hotel de Cádiz donde se alojó en enero de 1944. – LAURA LEÓN

ÁNGEL MUNÁRRIZ – Público – 21/04/2010 09:00

Una noche de enero de 1944, un niño barcelonés de 13 años, Mauricio Palomo, se aloja en el hotel Playa Victoria de Cádiz. Ha llegado allí enviado por el régimen franquista junto a su madre y su padre, un comerciante que acaba de cumplir tres años de cautiverio en los campos de concentración de Miranda de Ebro y Nanclares de Oca por el único delito de su fe.

Al día siguiente parten en un arriesgado éxodo por el Mediterráneo hacia Haifa, entonces integrada en el protectorado británico en Palestina, a bordo del buque portugués Nyassa. Ese niño, 66 años después, recibió a Público en el mismo hotel convertido en Moshé Yanai, un anciano de 79 años, orgulloso ciudadano israelí de fe judía.

Regresa sin rencor, emocionado por el homenaje que ayer le rindió la Diputación de Cádiz y la asociación Tarbut Sefarad. Se considera “prueba viviente” de que el franquismo sí expulsaba judíos, pero insiste en subrayar que, en medio de la brutal persecución de su pueblo en aquellos años, tuvo suerte porque el antisemitismo franquista no optó por una solución final de estilo nazi. “Es verdad que Franco me truncó la vida, claro. Pero en cierto modo también me la salvó, o más bien me la perdonó. No nos mató, no nos tocó ni a mi madre ni a mí. No fue como en Alemania”, afirma.

Sus padres eran emigrantes turcos judíos llegados a España en 1920. Moshé atribuye a la denuncia de algún comerciante envidioso que, en diciembre de 1940, dos agentes secretos tocaran la puerta de su casa y se llevaran a su padre. “No esperábamos que fueran a por mi padre, que vivía ajeno a la política, pese a que Franco declaraba que judíos, bolcheviques y masones eran enemigos”, cuenta.

España en la memoria

Poco más de tres años después, en Cádiz, la familia reunida otra vez salía hacia Haifa en un barco con más de 500 judíos, la mayoría llegados a España tras cruzar los Pirineos en huida. Hasta el año pasado Moshé no supo que su salida obedecía a una orden directa de expulsión, otra vez por el único delito de su judaísmo. Eran apátridas non gratos.

Al otro lado de la travesía, en la completa ruina, la familia encontró “sólo arena y más arena”. “¡Si aquello parecía la Barceloneta!”, bromea en su florido castellano. Moshé trabajó como empleado de banca y profesor de español antes de enrolarse, en 1948, en el Ejército de la naciente Israel, país del que habla con enorme orgullo. Y todo ello mientras su padre aún miraba de reojo a España. “Jamás la olvidó. ¡Si hablaba castellano y catalán, y allí había prosperado y formado familia!”. Supieron que nunca volverían cuando, tras la victoria aliada, vieron que el régimen ni se desmoronaba ni se abría.

Cofundador en 1963 del semanario Aurora, escrito en castellano, Moshé desarrolló una amplia y prolífica carrera periodística. Y se nota que conoce lo que se cuece en España, pese a lo cual se niega a dar opiniones sobre temas candentes. “Soy un invitado”, se excusa. Sí admite un único capricho: ver en Barcelona, ciudad que ya revisitó hace unos años, a Pilar Rahola y expresarle su “cariño” por manifestar opiniones sobre Israel que “no son las comunes en la izquierda”.

Amnistía y memoria histórica

RAMÓN JÁUREGUI El País – 21/04/2010

No hablaré de Garzón. Simplemente diré que sus excesos procesales no debieran ser considerados como prevaricación y que espero su absolución. Pero su persecución judicial por los falangistas a propósito de los desaparecidos como consecuencia de la Guerra Civil, está removiendo los delicados mimbres de nuestra Transición y, por tanto, las bases de nuestra exitosa reconciliación nacional, además de suscitar un debate jurídico sobre nuestra Ley de Amnistía, de incierto y preocupante recorrido.

Algunas precisiones sobre el tema me parecen necesarias. El deseo de construir una democracia reconciliada sobre la base del perdón de todos y a todos, implícita en la Ley de Amnistía de 1977, responde a una voluntad inequívoca y unánime del pueblo español. Pretender revisar esa decisión en base a que fue tomada bajo la presión de poderes fácticos de aquel tiempo, equivale a cuestionar y deslegitimar gravemente todas las decisiones que nuestra democracia adoptó en aquellas fechas, incluida nuestra Constitución. Compararla con leyes de punto final de las dictaduras chilena o argentina, es equiparar situaciones muy diferentes, entre otras cosas, porque hubo una guerra civil previa a la cruel represión franquista.

Admitir la investigación judicial de nuestro pasado, aunque sólo sea como indagación de la verdad, tiene consecuencias jurídicas inevitables e imprevisibles y no es posible poner una raya que limite la retroactividad de los hechos perseguibles por su carácter de delitos contra la humanidad y, por tanto, imprescriptibles. Quienes defienden la nulidad de la Ley de Amnistía o su marginación jurídica a efectos de producir una investigación judicial sobre ese pasado, tienen que saber que la persecución penal del franquismo implica una causa general contra todas las responsabilidades penales de aquellos años.

No fue esa la voluntad democrática de los españoles en la Transición. Decidimos perdonar sin olvidar, aunque fuera cierto que perdonaban más quienes más sufrieron durante 40 años la represión de los vencedores y aunque sea evidente también que olvidamos demasiado, confundiendo durante demasiado tiempo, perdón con olvido.

A esa situación precisamente hizo frente la llamada Ley de Memoria Histórica de 2007, una ley que partía del hecho de reconocer que, aunque durante años la democracia española había ido compensando a las víctimas republicanas de la guerra y de la represión posterior con diferentes indemnizaciones, era evidente también que quedaban pendientes muchas situaciones inatendidas que golpeaban nuestra memoria y nuestro sentido de la justicia con reclamaciones inaplazables: las exhumaciones de los fusilados; la supresión de signos y símbolos franquistas; la devolución del honor a los condenados en consejos de guerra; la indemnización a las víctimas del tardo-franquismo que murieron en la defensa de derechos democráticos luego reconocidos por nuestra Constitución, etcétera. A todas ellas quisimos dar respuesta con una ley a la que, desgraciadamente, no se sumó el Partido Popular, pero que bien podría inscribirse entre las disposiciones que la democracia española ha ido adoptando en el contexto de nuestra reconciliación nacional.

Algunos círculos sociales y políticos de hoy se lamentan de este espíritu con el que la democracia española ha ido abordando este delicado asunto y lo cuestionan abiertamente. No son pocos los jóvenes que nos reprochan la Transición y nos exigen mayor severidad con los responsables de aquellos trágicos hechos. La aplicación de razonamientos actuales al pasado y a contextos olvidados y desconocidos produce lamentables conclusiones. No excluyo la autocrítica, pero lamento que olvidemos que el éxito de España en estos últimos 30 años se cimentó precisamente en la construcción de un espacio de convivencia en el que cabemos todos los españoles, al margen de nuestra adscripción ideológica y de nuestra procedencia de un pasado que nos había dividido tan trágicamente. Fue el reconocimiento de la existencia del otro, con los mismos derechos que los nuestros, lo que fundó la tolerancia de la libertad que disfrutamos. Como en el verso de Machado: “El ojo que ves no es / ojo porque tú lo veas / es ojo porque te ve”. Mantener viva nuestra memoria histórica, la de cada uno y la de todos y ser consecuentes con ella, no debiera ser incompatible con los principios que hicieron posible nuestra transición a la democracia, ni con los valores constitucionales sobre los que se construyó, ni con las leyes que la hicieron posible, incluida la de Amnistía por supuesto.

Ramón Jáuregui es diputado socialista al Parlamento Europeo.